Operando la prédica de Francisco para “detener al agresor injusto”.
Las Conferencia Episcopal alemana ha sido de las primeras instituciones en apoyar la postura de la canciller Angela Merkel de enviar armas para quienes luchan contra el Estado Islámico.

 

francisco y merkel

 

Esta es una de las reacciones iniciales de peso que siguen a las declaraciones del Papa Francisco de que hay un deber de reaccionar activamente ante un agresor que está cometiendo un genocidio.

El Papa Francisco dijo a los periodistas a bordo del avión que lo llevaba de vuelta a Italia desde Corea del sur, el 18 de agosto:

“En estos casos en que hay una agresión injusta, sólo puedo decir que es lícito detener al agresor injusto”

Esta semana, la canciller federal alemán Angela Merkel manifestó apoyar el envío de armas a la zona donde opera el Estado Islámico para combatirlo:

«Se estaba perpetrando un genocidio ante los ojos de todos. Cerrar los ojos no era una opción”, señaló.

Y en consonancia con lo expresado por el papa Francisco, la Iglesia católica alemana mostró su apoyo al polémico envío de armas que el gobierno prevé hacer al norte de Irak para ayudar a frenar el avance de la milicia radical Estado Islámico.

«Las medidas militares, incluyendo el envío de armas a una de las partes en conflicto, no pueden ser nunca un medio de la política de paz y seguridad que se dé por supuesto y sin cuestionamientos», señaló la Conferencia Episcopal alemana en un comunicado.

«Sin embargo, en determinadas situaciones no puede descartarse mientras no haya disponibles otras posibilidades de actuar de forma menos violenta para evitar violaciones masivas de los derechos humanos o el exterminio de un grupo étnico».

Los obispos recordaron que tanto los cristianos como los yazidíes en Irak,

«corren el riesgo de ser exterminados en los territorios dominados por las milicias terroristas mediante conversiones forzosas, expulsiones y asesinato».

El gobierno de Merkel tomará en los próximos días la decisión definitiva de enviar armamento a los kurdos en el norte de Irak, rompiendo un tabú alemán desde la posguerra al armar a una parte en conflicto que además no es un Estado.

El envío, rechazado por la mayoría de la población en los sondeos y criticado por la oposición, se debatirá en una sesión extraordinaria del Parlamento el 1 de septiembre, aunque no requiere ser aprobado en la cámara.

Los obispos consideraron en el comunicado que los países tienen

«el deber legal de reaccionar activamente contra un genocidio y la responsabilidad de defender a muchas personas que están amenazadas por graves crímenes».

El comunicado aseguró que ese criterio

«se corresponde con los fundamentos de la Iglesia católica sobre la paz justa». «Junto con el papa Francisco y los obispos de Irak, reclamamos: hay que frenar el terror y dar a los innumerables desplazados la posibilidad de regresar rápido a sus hogares».

Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos

 

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