Cuando la creación, en el Jardín del Edén, había un árbol que alimentaba a primeros humanos.

Que protegía contra el envejecimiento y daba vida eterna.

¿Qué pasó con ese árbol?

En la Biblia hay variadas referencias a árboles.

Los árboles representan la vida, la regeneración, la inmortalidad. Pero también la sabiduría y el conocimiento

Pero hay uno que da lo que necesitamos y otro que da el acceso al primero.

Catalina Emmerick tuvo una visión de ambos árboles.

  

LOS DOS ÁRBOLES QUE APARECEN EN LA CREACIÓN

En el libro del Génesis de la Biblia se mencionan dos árboles en el Jardín del Edén: el Árbol de la Vida y el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

En el Apocalipsis también se menciona el Árbol de la Vida, así como en Ezequiel 47: 12 y también en Proverbios 3: 18.

De modo que el Árbol de la Vida está presente en varias partes de la escritura como si fuera una constante y no algo puntual, como el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

En Génesis 2: 9 se dice que el árbol fue plantado por Dios en el Jardín del Edén y era bueno para comer, además de agradable para la vista.

Por lo tanto leyendo el Génesis y el Apocalipsis podemos considerar que el árbol de la vida era un árbol vivificante, que tenía el objetivo de mejorar y mantener la vida de la humanidad.

Estaba en el centro del Jardín del Edén y por lo tanto fácilmente accesible a Adán y Eva.

Estos dos árboles funcionaban eficazmente a través de su fruta.

  

EL PODER DEL ÁRBOL DE LA VIDA

El Árbol de la Vida era una real fuente de bendición y vida eterna mediante el cual los hombres iban a centrar su vida en el jardín.

En Ezequiel 47: 12 habla que el fruto del árbol será para alimento y sus hojas para medicina. Lo que se retoma en Apocalipsis 22: 2.

Por lo tanto fue diseñado por Dios para mantener y sanar la vida natural, si el hombre hubiera persistido en su obediencia y en su estado de inocencia.

De ahí que en Siracida se lo mencione como el árbol de la inmortalidad.

Pero también podría ser un símbolo de dependencia de Dios y de su Providencia.

Los hombres serían preservados por el fruto del Árbol y no por su propio poder y habilidad, siempre y cuando no transgredieran ley divina. 

En definitiva era un símbolo de la obediencia de Adán y Eva y sus descendientes, por el cual Dios les cubriría todas las necesidades.

Por lo tanto podemos sospechar que cuando el hombre estaba en obediencia, el árbol de la vida impartía la vida eterna por acción del espíritu de Dios y no por mera magia.

Cuando hablamos de sostener la vida estamos hablando de alimentación y de sanación.

En la tierra actual hay plantas con características sanadoras, por ejemplo el aloe.

Por lo que incluso el árbol de la vida podría tener efectos sobre el envejecimiento que conduce a la muerte, como se sabe que posee parcialmente el aloe.

  

LA PROHIBICIÓN DE COMER DEL ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO

Dios permitía comer del Árbol de la Vida pero no del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal; y ahí vino el problema.

No había ninguna restricción para comer del Árbol de la Vida pero si una Prohibición para comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

En Génesis 2: 16-17 encontramos que Dios dice Adán y Eva que pueden comer cualquier árbol del jardín pero no del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, porque morirán cuando coman de él.

Y en Génesis 3: 22 encontramos que luego que Adán y Eva comieron del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal Dios manda que no debe permitírseles comer del Árbol de la Vida y vivir para siempre.

Por eso Dios colocó un Querubín espadachín en la entrada del Jardín del Edén para cuidar el camino al Árbol de la Vida Génesis 3: 24.

Esto implica que Adán y Eva vivirían para siempre si hubieran comido de Árbol de la Vida, aún en su condición caída.

Pero cuando pecaron comiendo del Árbol del Conocimiento, perdieron su derecho de comer del Árbol de la Vida y tuvieron que buscar sustento en otra parte.

Sí Adán y Eva hubieran comido el Árbol de la Vida, habrían prolongado su vida para la eternidad, pero en un mundo maldito por Dios.

De modo que en resumen, no permitirle a Adán y Eva comer del Árbol de la Vida significó su sentencia a muerte según Génesis 2: 17 y Génesis 3: 19.

Pero no fue una sentencia irreversible para la humanidad.

Dios tenía un plan mejor que permitir que Adán y Eva vivieran eternamente en un mundo maldito por el pecado.

El plan era la redención del pecado por Jesucristo y una regeneración de la creación, con un Cielo nNuevo y una Tierra Nueva que sería bendecida y no maldecida.

  

LA MISERICORDIA DE DIOS PARA QUE NO COMIERAN EL ÁRBOL DE LA VIDA

Cortar el acceso de los hombres al Árbol de la Vida no fue en realidad un castigo sino un acto de misericordia de Dios.

La vida en un mundo caído estaría llena de tristezas y fatiga, por lo tanto Dios limitó la cantidad de años que los hombres podían vivir.

Porque vivir eternamente en un mundo pecaminoso significaría que la humanidad viviría una agonía sin esperanza del alivio de la muerte.

Dios acortó la vida a un tiempo razonable para que pudiéramos conocerlo a Él y llegar a nuestra salvación a través de su hijo Jesucristo.

Y es más.

Dios no permitió, misericordiosamente, que Adán y Eva se quedaran en el Jardín del Edén porque la contemplación y no consumo del Árbol de la Vida hubiera sido como un castigo.

Así que la raza humana empezó a morir en la tierra que estaba maldita.

Pero con la llegada de Jesucristo a la tierra podemos heredar la vida eterna que perdió Adán, si perseveramos en la fe.

Por eso dice el Apocalipsis que al que venza “le concederé comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios” Apocalipsis 2: 7.

Sin embargo hoy los transhumanistas se empeñan en buscar la vida eterna en este mundo caído.

Lo que en definitiva implica alargar el sufrimiento y no obtener la verdadera vida eterna, en un lugar donde no hay más tristeza o dolor (Apocalipsis 21: 3-4, Apocalipsis 22: 3)

Por eso Cristo muchas veces es representado por el árbol de la vida como en proverbios 3: 18.

Dios no sólo es el autor de la Vida Natural y Espiritual sino el dador de la vida eterna y de la bendición. Y Jesucristo es el camino hacia ella.

El relato del Génesis nos recuerda que hay una manera única de alcanzar la vida eterna con la bendición de Dios.

Y que eso ya fue diseñado por Dios previendo la encarnación de Jesucristo.

Porque sólo Él puede decir “yo soy el camino, la verdad y la vida”.

  

EL ÁRBOL DE LA VIDA EN LA NUEVA JERUSALÉN

Quienes aprovechen el sacrificio de Cristo en la cruz volverán al Árbol de la vida que se encuentra en medio de la ciudad Santa, la Nueva Jerusalén

De modo que se restablecerá el acceso al Árbol de la Vida y ya no existirá maldición

De alguna manera es restaurado el centro del Jardín del Edén.

En la Nueva Jerusalén el fruto y las hojas del Árbol de la Vida serán consumidos de nuevo (Apocalipsis  2: 7, 22: 2, 22: 14)

Así dice Apocalipsis 22: 2 que el Árbol tendrá 12 cosechas de fruto cada mes y sus hojas son para sanidad de las naciones.

Pero hay un plus, porque en el cielo habrá más de un árbol de la vida, uno a cada lado del río, según el Apocalipsis 22: 2.

Algunas de las referencias del Árbol de la Vida pueden considerarse representación de la Eucaristía.

Porque el árbol de la vida simbólicamente estaba allí para realizar esa función sacramental de la Cena del Señor.

Imagen de querubín bíblico por Mayshing de Deviantart

  

¿POR QUÉ LAS ESPADAS FLAMÍGERAS DE LOS QUERUBINES IMPIDIENDO LA ENTRADA AL EDÉN?

¿Por qué Dios puso en la puerta del Jardín del Edén a dos querubines con espadas de fuego, luego que Adán y Eva comieran del fruto del árbol del bien y del mal?

Como vimos lo hizo para proteger qué Adán y Eva cometieran un a blasfemia peor, que sería apoderarse mágicamente del poder de Dios.

Pero hay un elemento que a veces no se menciona, ambos estaban con espadas de fuego.

El fuego es una manifestación de la naturaleza divina, una representación de la santidad, de la iluminación y de la purificación.

Mientras que las espadas significan mandamientos, enseñanzas, discernimiento y la palabra de Dios.

Además la espada separa los justos de los desobedientes.

En el Génesis estarían funcionando como representación de los seres que nos probaran en nuestro camino de aprendizaje en esta vida, para entrar en presencia de Dios en la vida eterna.

Y además nos señalan que existen de ordenanzas y normas que no se pueden violar.

En la medida que el árbol de la vida representaba la bendición eterna de Dios a la raza de Adán y Eva su desobediencia debía ser purificada.

Sí Adán hubiera pasado la prueba de la obediencia toda su descendencia habría tenido acceso a la vida eterna.

Pero como falló la prueba, perdió su derecho a comer del árbol de la vida.

Esto sucede en la misma forma con los cristianos que profanan la Cena del Señor.

Si toman la Eucaristía fuera del estado de gracia le estarían robando la bendición a Dios y esto es una blasfemia grave.

  

¿QUÉ PASÓ CON EL ÁRBOL DE LA VIDA EN LA TIERRA?

No aparece en el Génesis qué sucedió con él.

No se dice si fue el diluvio que lo destruyó o si simplemente dejó de proporcionar vida.

Tampoco dice si alguien trato de forzar la entrada al Jardín del Edén para llegar hasta el Árbol de la Vida. Porque se hubieran comido habría mantenido la vida eterna.

Sin embargo hay que considerar que la vida de los humanos antes del diluvio era considerablemente más larga que ahora, según Génesis 5.

Por lo tanto es probable que no estuvieran interesados en prolongar sus vidas como lo estamos los humanos hoy, porque tenemos una vida de menos años.

Probablemente el diluvio fue el evento que aniquiló el Jardín del Edén y los querubines ya no necesitaron proteger el Árbol de la Vida.

Habría sido una extinción tanto del Árbol de la Vida como del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.

Pero hay otra posibilidad y es que el efecto eficaz del Árbol de la Vida haya cesado.

En este mundo maldito las cosas se agotan, envejecen y rara vez son las mismas pasado el tiempo.

Por eso nuestro mundo está lleno de mutaciones perjudiciales.

Y eso pudiera ser que haya sucedido a la descendencia del árbol de la vida, que quizás haya perdido su capacidad de sanar y alimentar totalmente.

De modo que si existen plantas descendientes del árbol de la vida hoy quizás tengan degradada su capacidad de sanar.

Sus efectos distarían de lo que fueron originalmente y por tanto no lo reconoceríamos como Árbol de la Vida

  

VISIÓN DE ANA CATALINA EMMERICK SOBRE DEL ÁRBOL DE LA VIDA

En medio de aquel luciente jardín he visto aguas y dentro de ellas una isla, o mejor península, porque de un lado estaba unida por un dique.

Esta isla, como el brazo de tierra que la unía con el jardín, estaba llena de hermosos árboles.

En medio de la isla había un árbol tan bello que a todos vencía en hermosura y al mismo tiempo los cubría y protegía.

Sus raíces formaban el conjunto de la isla.

Este árbol cubría toda la isla y desde su an­chura tan pronunciada se iba angostando hasta terminar en una graciosa punta.

Sus ramajes se extendían en posición recta y de ellos nacían otras ramas como pequeños arbolitos, hacia arriba.

Las hojas eran delicadas y los frutos amarillos colgaban de una vaina y se abrían como una rosa con sus pétalos.

Parecíase mucho al cedro.

No recuerdo haber visto nunca a Adán o a Eva, ni a ningún animal andar por la isla ni en torno del árbol.

Sólo oía cantar unas aves muy hermosas, nobles y blancas en lo alto de sus ramas.

Este árbol era el Árbol de la Vida.

Precisamente delante del dique o lengua de tierra, que llevaba a la isla, estaba el Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.

El tronco era escamado, como el de las palmeras; las hojas nacían inmediatamente del tronco; eran muy grandes y anchas, como suelas de zapatos.

Delante y escondidas entre las hojas había frutas, que colgaban en racimos de a cinco, de las cuales una salía un tanto más que las otras cuatro que estaban en su pezón.

Esta fruta amarilla no era tan parecida a la manzana, sino más bien a la pera o al higo: tenía cinco nervios o pequeñas ramificaciones.

El interior de la fruta era blando, como el de un higo, de color del azúcar quemado, atravesado por nervaduras de color de sangre.

El árbol era más ancho arriba que abajo y las ramas se internaban profundamente en la tierra.

Aún ahora veo esta especie de árbol en los países de clima caluroso.

Echa renuevos de sus ramas en el suelo y las raíces se entierran y salen nuevos troncos, los cuales a su vez vuelven a echar raíces, de modo que estos árbo­les semejantes a menudo cubren gran extensión de tierra y bajo su sombra descansan a veces familias enteras de caminantes.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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