Tenemos la promesa de la Santísima Virgen de que sucederá el triunfo de Su Inmaculado Corazón y que luego vendrá una época de paz como nunca ha experimentado el mundo.
Algunos podrán decir «esto viene de los videntes, vaya uno a saber si es cierto».
¿Y qué pasa si te digo que esto está en la Biblia?
Que lo puedes verificar.
Y que los videntes sólo lo que hacen es avisarnos de los eventos concretos, de un plan que está trazado desde el principio de la historia por Dios.
O sea los detalles de un itinerario cuyas bases son bíblicas.
Aquí te contaremos cómo describe la Biblia el triunfo del Corazón Inmaculado de María y cómo el cielo está armando ese triunfo en nuestra época.
Podemos situar el principio de las tribulaciones que está viviendo la Iglesia y el mundo, en la visión que tuvo León XIII el 13 de octubre de 1884.
Donde el demonio desafió a Jesucristo diciéndole que podía destruir la Iglesia, Jesucristo acepta el desafío y entonces el demonio le pide de 75 a 100 años y más poder, y el Señor se lo concede.
Luego de lo cual León XIII tuvo la visión de muchos demonios atacando el Vaticano y por eso compuso la oración al arcángel Miguel pidiéndole protección, la que comienza diciendo » San Miguel Arcángel defiéndenos en la batalla etc…»
¿Esto significa que Jesucristo nos desprotegió desde ese momento?
No, fuimos nosotros mismos quienes optamos por quedar desprotegidos.
Porque 33 años después, en 1917, Nuestra Señora aparece en Fátima advirtiendo sobre los errores que introduciría el comunismo, dándonos una fórmula para zafar de esos errores, que es la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.
Dijo que si no lo hacemos vendrán grandes tribulaciones.
Y profetizó que al final Su Inmaculado Corazón triunfará y vendrá una época de paz al mundo.
Pero lo cierto es que desobedecimos, la Iglesia no consagró Rusia al Inmaculado Corazón de María y entonces los errores del comunismo se dispersaron por todo el mundo.
Lo que vemos hoy en esta síntesis que quieren hacer las élites económicas del mundo, con el comunismo como forma de gobierno, es decir un gobierno hipercontrolador, que se autoperpetúa y perseguidor del cristianismo.
Lo que está sucediendo hoy, se entronca además con la profecía del venerable Bartolomé Holzhauser del siglo XVII, quién dijo que estamos al final de una tumultuosa quinta época de la Iglesia, que comenzó alrededor de 1520 y que está llegando a su fin.
Esta quinta época será de aflicción, desolación y humillación para la iglesia, donde aparecerán muchas herejías y deserciones.
Pero Jesucristo purificará a su pueblo a través de guerras, plagas, hambrunas y otras calamidades en la naturaleza.
Para dar paso luego a una sexta época que será de paz.
Esa época de paz estará liderada por dos figuras conocidas como el «papa angélico» y el «gran monarca católico».
Será la época de una restauración completa de la Iglesia, según dijo Nuestra Señora del Buen Suceso a la madre Mariana de Jesús Torres en Ecuador, también en el siglo XVII.
Pero esa restauración vendrá luego de una gran apostasía, o sea pérdida de la fe en el mundo y la Iglesia, que Nuestra Señora ubicó en la segunda mitad del siglo XX.
Esta apostasía sería también lo que la Virgen de Fátima anunció en la hoja adicional del tercer secreto, que aún no se reveló y que se le está denominando el cuarto secreto de Fátima.
Y que la Virgen repitió en las apariciones de Akita el 13 de octubre de 1973 diciendo que,
«El trabajo del diablo se infiltrará incluso en la Iglesia, de tal manera que uno verá cardenales contra cardenales y obispos contra obispos.
Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y rechazados por sus cohermanos y la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan compromisos»
Pero nos dijo también que
«Las únicas armas que quedarán para vosotros serán el Rosario y el Signo dejado por Mi Hijo»
Y ese signo es el Triunfo del Inmaculado Corazón de María, porque en Fátima vemos al mismo Jesucristo pidiendo la veneración al Inmaculado Corazón de Su madre.
Y además porque Nuestra Señora le dijo al Padre Gobbi en el mismo 1973,
«Te he elegido y te he preparado para el triunfo de mi Inmaculado Corazón en el mundo y aquí están los años en los que completaré mi plan».
Y definió el triunfo de Su Inmaculado Corazón, como el mayor triunfo del Amor misericordioso de Jesús, que transformará el mundo entero y lo conducirá a una nueva era de amor, santidad y paz.
Agregó además que en el mismo momento en que satanás se sienta como gobernante del mundo y vencedor seguro, Ella misma le arrebatará la victoria.
Y que utilizará las tinieblas que satanás ha esparcido por todas partes, para elegir las almas pequeñas de su ejército, a quienes dará su propia luz.
Prometiendo concretamente,
«Mi Inmaculado Corazón triunfará sobre todos mis pobres hijos que cargan la Cruz de los indecibles sufrimientos de estos últimos tiempos de purificación y gran tribulación».
¿Entonces que tenemos hasta ahora?
Un ataque furioso y poderoso de satanás sobre la Iglesia y el mundo, que fue anunciado en varias profecías y que para hacerle frente la Santísima Virgen nos dio el remedio, pero no le hicimos caso.
Pero a pesar de eso sigue en pie la promesa del triunfo de Su Inmaculado Corazón, que nos traerá una era de paz, pero antes debemos pasar por una tribulación que nosotros mismos agravamos.
Sin embargo algunos se preguntarán si esta batalla del final de los tiempos y el triunfo del Inmaculado Corazón de María están en la Biblia, si Dios no previó esto.
Y la respuesta es que está en el primer libro de la Biblia, escrito hace 3500 años y que sintetiza toda la promesa de Dios.
Está en el Génesis 3:15 al que se le llama el protoevangelio, o sea el primer Evangelio.
Esto va para los protestantes y también para los escépticos respecto a los mensajes de los videntes.
Este versículo de la Biblia aparece inmediatamente después de la tentación de la serpiente y la caída de Adán y Eva.
Y dice que pondrá enemistad entre la serpiente y la mujer, y entre ambas descendencias, y que la mujer le aplastará la cabeza a la serpiente, mientras la serpiente le morderá el talón.
Vamos a verlo con detenimiento.
Dios le habla a la serpiente, o sea al demonio y le dice:
Yo [o sea Dios] pondré enemistad entre ti [la serpiente o sea satanás] y la mujer [o sea la Virgen María]
Y entre tu simiente [o sea el anticristo y sus seguidores] y su simiente [o sea Jesucristo y sus seguidores]
Ella [la virgen María] te aplastará la cabeza [la cabeza de satanás, del anticristo y sus seguidores], y tú [la serpiente o sea satanás ] herirás su talón [su talón se refierie a la crucifixión de Jesús].
Este Protoevangelio contiene la profecía de María Inmaculada.
Porque dice que habrá una mujer que estará en conflicto con satanás y se opondrá a satanás durante toda su existencia.
O sea que se inicia ya en su concepción.
Y entonces supone que Ella será concebida sin pecado y que el pecado original de Eva y Adán no tendrá influencia sobre ella.
De modo que se está evocando a María Inmaculada y al dogma de la Inmaculada Concepción.
La serpiente logró una victoria al desviar a nuestros primeros padres, Adán y Eva, estableciendo un rumbo de pecado para la humanidad.
Y Dios castigó a la humanidad por la desobediencia cuando fueron desalojados del Jardín del Edén, donde no tenían enfermedades, ni dolores y no tenían que trabajar arduamente para sobrevivir.
Pero prometió que la descendencia de la mujer vencería a satanás, con lo cual se restablecería la creación.
Como vemos entonces el Inmaculado Corazón de María triunfará en la batalla contra el maligno.
Y para ello la Santísima Virgen está construyendo el ejército de los pequeños como le dijo al Padre Gobbi.
A quien también le dijo que
«El triunfo de mi Inmaculado Corazón se producirá a través del nuevo nacimiento de Jesús en el corazón y en el alma de mis pobres hijos perdidos».
Por eso la insistencia en los mensajes de Nuestra Señora de que hay que trabajar por la conversión ahora.
Porque estableció que la batalla es ahora, le dijo,
«El milagro del amor misericordioso de Jesús está a punto de ocurrir en tu tiempo», o sea en nuestro tiempo.
Le ratificó,
«Mi luz se hará cada vez más fuerte a medida que entres en los momentos decisivos de la batalla».
Y le dio esperanza diciendo,
«La humanidad y la Iglesia conocerán esta nueva época que ahora aguardan con confianza y en oración, con sufrimiento y con esperanza».
Esto es lo que está en marcha.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre cómo el triunfo del Inmaculado Corazón de María es algo bíblico, previsto por Dios para purificar la Tierra y darnos un período de paz quitándole poder a satanás.
Y me gustaría preguntarte si ves signos de que la Virgen María está construyendo Su ejército de pequeñas almas o todavía no.
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