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A la Virgen María en general DEVOCIONES Y ORACIONES Oraciones de Santos y Otros

La Canción de Cuna de María, de San Efrén

San Efrén de Siria doctor de la Iglesia. Escribió sobre todo poesía, especialmente himnos, para ser cantados en la liturgia, varios a María, homilías en verso y comentarios a la Escritura, así como obras en prosa de una gran belleza.

Se ha dicho que tal vez sea el mejor poeta teólogo de la historia de la Iglesia, junto a Dante.

Vivió en Nisibe y en Edesa Su lengua nativa era un dialecto del arameo, el siríaco. La tradición sitúa su nacimiento hacia el 307, y su muerte en el 373. La Iglesia celebra su fiesta el 9 de junio.
He mirado asombrado a María que amamanta a Aquél que nutre a todos los pueblos, pero que se ha hecho niño. Habitó en el seno de una muchacha, Aquél que llena de sí el mundo (…).

Un gran sol se ha recogido y escondido en una nube espléndida. Una adolescente ha llegado a ser la Madre de Aquél que ha creado al hombre y al mundo.

Ella llevaba un niño, lo acariciaba, lo abrazaba, lo mimaba con las más hermosas palabras y lo adoraba diciéndole: Maestro mío, dime que te abrace.

Ya que eres mi Hijo, te acunaré con mis cantinelas; soy tu Madre, pero te honraré. Hijo mío, te he engendrado, pero Tú eres más antiguo que yo; Señor mío, te he llevado en el seno, pero Tú me sostienes en pie.

Mi mente está turbada por el temor, concédeme la fuerza para alabarte. No sé explicar cómo estás callado, cuando sé que en Ti retumban los truenos.

Has nacido de mí como un pequeño, pero eres fuerte como un gigante; eres el Admirable, como te llamó Isaías cuando profetizó sobre Ti.

He aquí que todo Tú estás conmigo, y sin embargo estás enteramente escondido en tu Padre. Las alturas del cielo están llenas de tu majestad, y no obstante mi seno no ha sido demasiado pequeño para Ti.

Tu Casa está en mí y en los cielos. Te alabaré con los cielos. Las criaturas celestes me miran con admiración y me llaman Bendita.

Que me sostenga el cielo con su abrazo, porque yo he sido más honrada que él. El cielo, en efecto, no ha sido tu madre; pero lo hiciste tu trono.

¡Cuánto más venerada es la Madre del Rey que su trono! Te bendeciré, Señor, porque has querido que fuese tu Madre; te celebraré con hermosas canciones.

Oh gigante que sostienes la tierra y has querido que ella te sostenga, Bendito seas. Gloria a Ti, oh Rico, que te has hecho Hijo de una pobre.

Mi magnificat sea para Ti, que eres más antiguo que todos, y sin embargo, hecho niño, descendiste a mí. Siéntate sobre mis rodillas; a pesar de que sobre Ti está suspendido el mundo, las más altas cumbres y los abismos más profundos (…).

Tú estás conmigo, y todos los coros angélicos te adoran. Mientras te estrecho entre mis brazos, eres llevado por los querubines.

Los cielos están llenos de tu gloria, y sin embargo las entrañas de una hija de la tierra te aguantan por entero. Vives en el fuego entre las criaturas celestes, y no quemas a las terrestres.

Los serafines te proclaman tres veces Santo: ¿qué más podré decirte, Señor? Los querubines te bendicen temblando, ¿cómo puedes ser honrado por mis canciones?

Escúcheme ahora y venga a mí la antigua Eva, nuestra antigua madre; levante su cabeza, la cabeza que fue humillada por la vergüenza del huerto.

Descubra su rostro y se alegre contigo, porque has arrojado fuera su vergüenza; oiga la palabra llena de paz, porque una hija suya ha pagado su deuda.

La serpiente, que la sedujo, ha sido aplastada por Ti, brote que has nacido de mi seno. El querubín y su espada por Ti han sido quitados, para que Adán pueda regresar al paraíso, del cual había sido expulsado.

Eva y Adán recurran a Ti y cojan de mí el fruto de la vida; por ti recobrará la dulzura aquella boca suya, que el fruto prohibido había vuelto amarga.

Los siervos expulsados vuelvan a través de Ti, para que puedan obtener los bienes de los cuales habían sido despojados. Serás para ellos un traje de gloria, para cubrir su desnudez.

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A la Oración DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena de las Tres Ave Marías

La devoción a Nuestra Señora de las Tres Avemarías consiste en rezar tres avemarías seguidas durante 9 días.

En medio de cada avemaría, se pueden poner peticiones, agradecimientos y es interesante poder ofrecer a la Santísima Virgen María un «Obsequio Espiritual» diario. Esta es una lista posible de Obsequios…

 

OBSEQUIOS ESPIRITUALES

1er. Día Examinar mi consagración a Cristo y a su Corazón;
2do. Examinar mi devoción a la Virgen María y cómo la practico;
3er. Reflexionar sobre que quiere Dios de mi;
4to. Estudiar como debo guardar la pureza de pensamiento y proceder;
5to. Hacer con especial cuidado el ofrecimiento de las obras;
6to. Visitar algún enfermo o realizar un acto de caridad;
7mo. Proponerme realizar los Cinco Primeros Sábados;
8vo. Encomendar a la Virgen todas las dificultades diarias y ofrecerlas por la Pasión de Cristo en la Cruz;
9mo. Quitar de mi algo que moleste a los demás.

Procurar durante la Novena confesar y comulgar al menos una vez.
 

La promesa es que la Reina del Cielo y Madre de Dios, nos visite a la hora de nuestra muerte y nos consuele.

La Virgen prometió a Santa Matilde y a otros Santos que quien rezara diariamente tres Avemarìas, tendría su auxilio durante la vida y su especial asistencia a la hora de la muerte, presentándose a esa persona en su hora final con el brillo de una belleza tal que el solo verla lo consolaría y la comunicaría las alegrías del Cielo.

 

FORMA DE REZAR

INTRODUCCIÓN

«Oh Madre de Dios y Madre de todas las gracias: por las muchísimas que te concedió la Santísima Trinidad, y particularmente por tu poder, sabiduría y ardiente caridad, te suplico nos concedas a nosotros participar de estas gracias, como participan los hijos de los bienes de sus padres, y especialmente nos concedas la gracia que te pedimos en esta novena honrando en ti al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

 

1 «Oh Virgen poderosísima: así como Dios Padre, en su munificencia omnipotente, levantó tu alma sobre un trono de gloria sin igual, hasta el punto de que, después de él, eres la más poderosa en el cielo y en la tierra, así también te suplico que me asistas en la hora de la muerte, para fortificarme y rechazar de mí toda potestad enemiga.

Ave María

2 «Oh Virgen sapientísima: así como el Hijo de Dios, conforme a los tesoros de su sabiduría, te adornó y llenó maravillosamente de ciencia y entendimiento, de tal modo que gozas del conocimiento de la Santísima Trinidad más que todos los santos juntos, y como sol brillante, con la claridad de que te ha embellecido, adornas todo el cielo, así también te ruego me asistas en la hora de la muerte, para llenar mi alma de las luces de la fe y de la verdadera sabiduría, para que no la oscurezcan las tinieblas de la ignorancia y del error.

Ave María

3 «Oh Virgen amantísima: así como el Espíritu Santo te llenó por completo de las dulzuras de su amor y te hizo tan amable y tan amante que, después de Dios, eres la más dulce y la más misericordiosa, así también te ruego me asistas en la hora de la muerte, llenando mi alma de tal suavidad de amor divino, que toda pena y amargura de muerte se cambie para mí en delicias.»

Ave María

 

Otras Promesas acerca de la pràctica de esta devociòn

La Santa Madre de Dios le dijo a Santa Gertrudis que:

“Quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo” En otra ocasión la Virgen Maria le dijo a esta Santa, refiriéndose a todos los que la invocamos diariamente conmemorado el Poder, la Sabiduría y el Amor que le fueron comunicados por la Santísima Trinidad: “a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales (Libro El Heraldo Divino)

«Declaró el Señor a Santa Gertrudis que cuantas veces reza un cristiano el Avemaría, otras tantas brotan del seno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo tres impetuosos arroyuelos que van a penetrar suavemente en el corazón de la Santísima Virgen. Luego, saliendo de este mismo corazón, van a buscar su origen, y estrellándose al pie del trono de Dios, cual ola embravecida contra una roca, déjanla poderosísima, según el Padre, sapientísima, según el Hijo, y llena de amor y misericordia, según el Espíritu Santo.

Mientras uno está diciendo el Avemaría corren estos arroyuelos con grande impetuosidad alrededor de la Santísima Virgen inundándola, y vuelven a precipitarse enseguida sobre su Corazón santísimo. Con maravillosa precipitación van a buscar primeramente su origen y, retrocediendo después, se resuelven en gotas brillantes de gozo, dicha y salvación eterna, y caen cual lluvia benéfica sobre los Angeles y Santos y sobre los que recitan entonces la salutación angélica; y de este modo llegan a renovarse cada uno todos los bienes que recibiera por medio de la Redención». (P. Faber: .Todo por Jesús, cap. IV.).»

Según el llamado apóstol de la Santísima Trinidad (el bienaventurado Diego Cádiz, capuchino que vivió en el siglo XVIII) la Madre de Dios le revelo que:

“Una de las más agradables devociones que se le pueden ofrecer, es la de ayudarle a dar gracias a la Augusta Trinidad por el Poder que recibió del Padre Eterno, por la Sabiduría con que la enriqueció su Hijo y por la Caridad de que la llenó el Espíritu Santo”

Cuando Sor Maria Villani, religiosa Dominica siglo XVI rezaba un día Las Tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen Maria estas estimulantes palabras:

“No solo alcanzaras las Gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser Especial Protectora tuya y de cuantos como tu practiquen esta devoción”

Y las promesas de la Reina de los Cielos nunca dejan de tener pleno cumplimiento.

¿Cuál es el fin especial de esta devoción?
Honrar tres principales atributos de María Santísima, a saber: el poder que le otorgó Dios Padre, por ser su Hija predilecta; la sabiduría de que la adornó Dios Hijo, al elegirla por su Madre; y la misericordia de que la llenó Dios Espíritu Santo, al escogerla por su inmaculada Esposa.

¿Y cuál es el fundamento de esta devoción?
La afirmación católica de que la Santísima Virgen poseyó, en el más alto grado posible a una criatura, los atributos de poder, sabiduría y misericordia.

¿En qué consiste la Novena de las Tres Avemarías?
En rezar tres veces el Avemaría durante nueve días.
Como hemos indicado en su lugar, la Santísima Virgen prometió a Santa Matilde asistirla en la hora de la muerte si rezaba cada día en su honor tres Avemarías para celebrar los atributos de Poder, Sabiduría y Misericordia con que la enriqueció la Beatísirna Trinidad.

Mas los devotos de María, entendiendo con esto cuán de su agrado es este obsequio, juzgaron que repitiéndolo durante nueve días, quizás alcanzarían para sus necesidades el eficaz socorro de su poderosa intercesión. (Este es el origen de la Novena eficaz de las Tres Avemarías.)

Esas Tres Avemarías son como otras tantas aldabadas que damos a las puertas del misericordioso y compasivo corazón de Nuestra Señora; son como tres aclamaciones angustiosas con que el alma implora su Poder, Sabiduría y Misericordia para el remedio de las múltiples necesidades que la aquejan.

Cuán del agrado de Nuestra Señora sea este piadoso ejercicio, dicenlo muy elocuentemente los muchos y diversos favores, tanto espirituales como materiales, que cuentan haber alcanzado por semejante práctica las personas que se han servido de ella para implorar la protección de la Santísima Virgen.

Pero lo más consolador son los beneficios espirituales que dispensa la Santísima Virgen por medio de esta Novena. Diríamos que esa bendita devoción es el anzuelo con que María Santísima pesca innumerables almas para el cielo; muchas, ciertamente, serán deudoras de su eterna felicidad en la gloria a la eficacia de esa devota práctica.

Conversiones extraordinarias de pecadores moribundos que se logró recibieran los últimos Sacramentos, a lo que se resistían; jóvenes extraviados, devueltos al camino del bien y al hogar, de donde los había arrancado la perversión; matrimonios que han recuperado el tesoro de la paz y unión, que hacia tiempo habían perdido; almas atormentadas por los escrúpulos y otras penas interiores, que recobraron la paz de conciencia y el sosiego de su espíritu; en fin, devoto lector, que esta Novena parece la panacea de todos los males, así del cuerpo como del alma.

Esto enseña la Iglesia al invocar a María como Virgen Poderosa, Madre de Misericordia y Trono de Sabiduría.

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De Confianza DEVOCIONES Y ORACIONES

Corona de Confianza en la Madre

Es una Corona para rezar en los momentos difíciles, cuando los caminos parecen estar cerrados y nuestra oración parecería no tener resultados positivos; para cuando las cosas parecen complicarse más.

Expresa la reafirmación de la confianza en la Madre, apelar al definitivo abandono nuestro en sus manos para que nos auxilie con sus milagros.
Su origen es la oración en el reverso de una imagen de la Reina de la Paz de Medjugorje:

Madre yo confío en ti…
¿Por qué te agitas y confundes ante los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te saldrá mejor.
Cuando te abandones en Mí de todo corazón todo se resolverá con tranquilidad según los designios de Mi Hijo.
No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos.
Cierra los ojos y dime con calma: Madre yo confío en ti.

Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después.
No estropees mis planes queriéndome imponer tus ideas.
Déjame a mí ser tu Madre y actuar con libertad.
Abandónate confiadamente en mí.
Reposa en mí y deposita en mis manos tu futuro.
Dime frecuentemente:
Madre yo confío en ti.

Lo que más daño te hace es tu razonamiento, tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera.
Cuando me dices: Madre yo confío en ti, no seas como el paciente que pide al médico que lo cure pero le sugiere el modo de hacerlo.
Déjate llevar en mis brazos maternales, no tengas miedo: Yo te amo.
Si crees que las cosas empeoran o complican a pesar de tu oración, sigue aún confiando, cierra los ojos del alma y confía aún más.
Continúa diciéndome a toda hora: Madre yo confío en ti.

Necesito tener las manos libres para obrar.
No me las ates con tus preocupaciones infantiles.
El enemigo no quiere sino eso: agitarte, angustiarte y quitarte la paz.
Confía en Mí, reposa en Mí, abandonándote en Mí.
Yo consigo de Mi Hijo los milagros en proporción del abandono y la confianza que tu tengas en Mí.
Así que no te preocupes, confíame todas tus angustias y quédate tranquilo, sólo dime a toda hora: Madre yo confío en ti.
Vas a ver luego los milagros, te los estoy prometiendo porque soy tu Madre y te Amo.

¡Si supieras cuánto TE AMO llorarías de alegría!

 

LA CORONA

Es una corona corta que se reza lentamente:

Por la señal de la Santa Cruz…
En el nombre del Padre…
Padrenuestro
Avemaría

En cada cuenta pequeña se reza “Madre, yo confío en ti”

En las cuentas grandes se reza Gloria al padre, ….

Y se inicia una nueva decena con el Avemaría

Se finaliza con:
Jaculatoria: “Gracias por responder a mi llamado”
Gloria al Padre…

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A la Virgen María en general DEVOCIONES Y ORACIONES

Principales Oraciones a la Virgen María II

Ellas son: Alégrate María, Reconociendo la maternidad de María Virgen, Para obtener la piedad filial, Oración del Fiat, Presencia del Espíritu, Madre de la confianza, Por su Inmaculado Corazón, María de la solidaridad, Contribuyendo al cambio, Luz para el peregrinar, Ante las tentaciones, Amorosa protección, Gratitud a Santa María, Ante la Inmaculada Concepción

 

ALÉGRATE MARÍA

Alégrate María,
Inmaculada y Santa,
amada de Dios,
nueva Eva elegida,
cooperadora de la reconciliación.
Madre de Jesús y nuestra,
incansable auxilio de los pecadores,
maternal intercesora,
acuérdate siempre de este hijo tuyo.
Amén.

RECONOCIENDO LA MATERNIDAD DE MARÍA VIRGEN

¡Oh Señora Santa María!,
aclamamos con júbilo
las grandezas
que el Altísimo
ha realizado en Ti.
Con alborozo
elevamos nuestra gratitud
por los dones extraordinarios
con que te ha adornado
el Señor.
Y con honda piedad filial
te reconocemos
como verdadera Madre nuestra,
cumpliendo así
el testamento que nos dio
el Señor Jesús
desde el árbol de la Cruz:
«He ahí a tu Madre».

PARA OBTENER LA PIEDAD FILIAL

Madre del Amor Misericordioso,
bien sabes que tu Hijo,
desde lo alto de la Cruz,
señaló el camino de la piadosa filiación
como aquel que deberíamos recorrer.
Te imploro me obtengas la gracia
de acercarme a tu Inmaculado Corazón,
desde mi propio corazón,
para aprender a amarte
y a honrarte
con el amor
que el Señor Jesús te tiene.
Cuida que este hijo tuyo
ingrese así
en el proceso de amorización
y vea algún día cumplida
la gran esperanza
de verse conformado
con el Salvador.
Amén.

ORACIÓN DEL FIAT

Santa María,
ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias
concretas de mi vida.
Amén.

PRESENCIA DEL ESPÍRITU

Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios;
por tu bondadosa intercesión
consigue que estemos libres:
de las tristezas presentes,
de las acechanzas del enemigo,
de las flaquezas en la lucha,
de la permisividad
con nuestras inconsistencias;
y para cuando seamos
convocados por el Padre
consigue para nosotros
las alegrías sin fin.
Amén.

MADRE DE LA CONFIANZA

Madre siempre fiel,
cuando te asaltó la incertidumbre,
cuando las cosas se te hacían complicadas,
supiste confiar.
íY cómo confiaste!
En el momento cumbre de la historia
con decisión y firmeza
pronunciaste aquel bienaventurado
«HágaseÇ,
del que viene nuestra salud.
íY siempre lo mantuviste!
Las desconfianzas de otros,
los decires de tantos
nunca te apartaron
de la santa confianza.
Obténme,
Santa María de la Confianza,
el auxilio divino
que me permita superar
las incertidumbres que ahora me acosan.
Que así sea.

POR SU INMACULADO CORAZÓN

Quiero dar gracias
al Señor
por tu Inmaculado Corazón
y quiero pedirte,
¡oh Virgen de las vírgenes!,
que me obtengas la gracia
de descubrir sus encantos
y los necesarios auxilios
para recorrer esta vida
aprendiendo a amar
a ese tu Dulce Corazón
y a ser educado
en la gran lección
que de su inmaculada pureza
brota para bien
de toda la humanidad.
Amén.

MARÍA DE LA SOLIDARIDAD

Al considerar
el designio divino
que te ha honrado
como excelsa e incomparable
cooperadora
en la gesta de la salvación;
al reflexionar
sobre tus desvelos
al cuidar al Niño
y al Joven Jesús;
al ver tus intercesiones
en Caná,
modelo de tus desvelos;
cómo no ver
tu Corazón solidario
con el destino
de la humanidad,
cómo no comprender
lo inabarcable
del horizonte
de tu amor,
cómo no sentir
el impulso de pedirte
aprender de Ti
a vivir atento
a las necesidades
de los demás
y a poner los medios
para que esa
solidaridad afectiva
se haga
efectivamente concreta.
Madre de la Solidaridad,
intercede
para que yo pueda
recorrer
el camino de amar
a mis hermanos
como me lo pide
el Señor Jesús.
Amén.

CONTRIBUYENDO AL CAMBIO

Hay tanto que hacer
y cada quien
tiene su propia tarea
en la gesta
de nuestro tiempo.
Madre Santísima,
intercede para que
yo reciba la fuerza
y el aliciente
para cooperar
con la gran tarea
de cambiar este mundo nuestro
poniendo
mi grano de arena,
que bien podría
hacer la diferencia.
Amén.

LUZ PARA EL PEREGRINAR

Brillante Luna
de la nueva evangelización,
que con tu fulgor
iluminas la noche
por la que tantos
deambulan sin rumbo
en el mundo de la «cultura de muerteÇ,
alumbra todo humano caminar
con la luz del Señor Jesús
que sin igual sabes reflejar.
Amén.

ANTE LAS TENTACIONES

Madre querida
acógeme en tu regazo,
cúbreme con tu manto protector
y con ese dulce cariño
que nos tienes a tus hijos
aleja de mí las trampas del enemigo,
e intercede intensamente
para impedir
que sus astucias me hagan caer.
A Ti me confío
y en tu intercesión espero.
Amén.

AMOROSA PROTECCIÓN

Madre bondadosa,
protege a los tentados,
auxilia a los pecadores,
ayuda a los pusilánimes,
socorre a los necesitados,
conforta a los atribulados,
intercede por los consagrados,
cúbrenos con tu manto protector
y obténnos el don de experimentar
tu maternal y amorosa protección.
Que así sea.

GRATITUD A SANTA MARÍA

Gracias por ser Santa María.
Gracias por haberte abierto a la gracia,
y a la escucha de la Palabra,
desde siempre.
Gracias por haber acogido
en tu seno purísimo
a quien es
la Vida y el Amor.
Gracias por haber mantenido
tu «Hágase»
a través de todos
los acontecimientos de tu vida.
Gracias por tus ejemplos
dignos de ser acogidos
y vividos.
Gracias por tu sencillez,
por tu docilidad,
por esa magnífica sobriedad,
por tu capacidad de escucha,
por tu reverencia,
por tu fidelidad,
por tu magnanimidad,
y por todas aquellas virtudes
que rivalizan en belleza
entre sí
y que Dios nos permite
atisbar en Ti.
Gracias por tu mirada maternal,
por tus intercesiones,
tu ternura,
tus auxilios y orientaciones.
Gracias por tantas bondades.
En fin,
gracias por ser Santa María,
Madre del Señor Jesús
y nuestra.
Amén.

ANTE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Reconozco y confieso
con ardiente fe
el maravilloso privilegio
de tu Inmaculada Concepción.
Elevo mi plegaria
de acción de gracias
por lo que tan maravilloso don
significa para toda la humanidad,
como efecto adelantado
de la reconciliación,
y en lo que a mí en particular respecta,
al haber iluminado tanto
mi humano peregrinar.
Te ruego, Madre amada
que me permitas unir mi voz
a la de todos aquellos
que en el mundo
y a lo largo de la historia
te proclaman
con sobria y alegre firmeza:
¡Bienaventurada!

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A la Virgen María en general DEVOCIONES Y ORACIONES

Principales Oraciones a la Virgen María I

Ellas son: Ave María, Bajo tu amparo, Madre del Redentor, Reina del Cielo, La Salve, Salve Reina de los Cielos, Acuérdate, Actos de consagración, Ángelus, Bendita sea tu pureza, Dulzura de loa Angeles

 

 

AVE MARÍA

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

BAJO TU AMPARO

Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.

MADRE DEL REDENTOR

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del Cielo siempre abierta,
estrella del mar,
ven a librar al pueblo que tropieza
y quiere levantarse.
Ante la admiración de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros pecadores.

REINA DEL CIELO
(Regina Coeli)

Reina del Cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor,
a quien llevaste en tu seno, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega al Señor por nosotros, aleluya.

LA SALVE

Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues,
Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos,
y después de este destierro
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementisima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!

D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

SALVE, REINA DE LOS CIELOS

Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
D- Que con el auxilio de tan dulce intercesora,
T- seamos siempre fieles en el terreno caminar.
Amén.

ACUÉRDATE

Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que han acudido
a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido
abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
íOh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien
acógelas benignamente.
Amén.

ACTOS DE CONSAGRACIÓN

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti
y en prueba de mi afecto,
con amor filial te consagro en este día:
todo lo que soy, todo lo que tengo.
Guarda y protege, y también defiende
a este hijo tuyo, que así sea.
Amén.

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos,
mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégeme
como hijo tuyo. Amén.

ÁNGELUS

D- El Ángel del Señor anunció a María.
T- Y Ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Ave María

D- He aquí la sierva del Señor.
T- Hágase en mí según tu palabra.
Ave María

D- Y el Verbo se hizo carne
T- Y habitó entre nosotros.
Ave María

D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de
Nuestro Señor Jesucristo.
Se rezan tres Glorias

D- Oremos.
Derrama Señor tu gracia
sobre nuestros corazones
y concede a quienes hemos conocido
por el anuncio del ángel
la Encarnación de tu Hijo,
que por su Pasión y su Cruz
alcancemos la gloria de la Resurrección.
Por el Señor Jesús, tu Hijo,
que contigo vive y reina, en unidad del Espíritu Santo, y es
Dios,
por los siglos de los siglos.
T- Amén.

BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea,
en tan graciosa belleza.
A Ti celestial princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día,
alma vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
Amén.

DULZURA DE LOS ÁNGELES
(de la liturgia bizantina)

Dulzura de los ángeles, alegría de los afligidos,
abogada de los cristianos, Virgen madre del Señor, protégeme y sálvame de los sufrimientos eternos.

María, purísimo incensario de oro, que ha contenido a la Trinidad excelsa; en ti se ha complacido el Padre, ha habitado el Hijo, y el Espíritu Santo, que cubriéndote con su sombra, Virgen, te ha hecho madre de Dios.

Nosotros nos alegramos en ti, Theotókos; tú eres nuestra defensa ante Dios. Extiende tu mano invencible y aplasta a nuestros enemigos. Manda a tus siervos el socorro del cielo.

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A Nuestra Señora de Altragracia DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones a Nuestra Señora de Altagracia

ORACIÓN I

Oh Señora y Madre mía de Altagracia.
Con filial cariño vengo
A ofrecerte en este día
Cuanto soy y cuanto tengo:
Mis ojos para mirarte
Mi voz para bendecirte
Mi vida para servirte,
Mi corazón para amarte
Acepta, Madre, este don
Que te ofrenda mi cariño
Y guárdame como a un niño
Cerca de tu corazón.
Que nunca sea traidor
Al amor que hoy me enajena
Y que desprecie sin pena
Los halagos de otro amor.
Aunque el dolor me taladre
Y haga de mí un crucifijo
Que yo sepa ser tu hijo,
Que sienta que tu eres mi Madre.
En la dicha, en la aflicción
En mi vida, en mi agonía
«mírame con compasión
No me dejes Madre mía.

ORACIÓN II

Oh Virgen de Altagracia, Hermosa de Siruela, Reina
y Protectora, Mostrad, Señora, que sois nuestra Madre, cobijándonos
siempre bajo tu manto protector.
Son tus hijos que te adoran y te bendicen, y te proclaman con dulce
acento, su más querida y tierna Madre, son tus hijos que de veras
ansían, morir clamándote. ¡Oh Virgen de Altagracia, Condúceme
al Cielo……

ORACIÓN III

Salve, Madre adorada
Salve, Virgen de Altagracia
Salve, te cantan ¡Oh Reina!
Tus hijos de Siruela,
Te dignaste Madre querida
Plantar tu trono
De amor y paz
Entre tus hijos de este pueblo
Que te aclaman con fe y lealtad
Sed pues Señora
Nuestra abogada
Acá en la tierra
Y en la eternidad
Para que juntos
Vivamos siempre
Por los siglos de
Los siglos. Amén

ORACIÓN IV

A ti venimos, Señora de Altagracia,
Siruela entera te reza en su canción.
Te está diciendo que eres nuestra Madre,
Que cada hijo te da su corazón.
Tu imagen, Madre, es muy hermosa,
Tu rostro vello es una flor.
Mas el tesoro que nos ofreces,
No está en tu imagen, está en tu amor.
Cuando nacimos, tu gran ternura,
Desde la ermita nos acogió.
En nuestra muerte queremos Madre,
En tu regazo, hallar a Dios.
Aunque tus hijos se vayan lejos,
Jamás reniegan de tu calor.
Tú sabes, Madre, que te recuerdan,
En la alegría y en el dolor.
A hombros vienes como una Reina,
Entre cantares como mujer.
Y Dios te mira como a su Madre,
Como este pueblo te quiere ver.

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A Nuestra Señora de Altragracia DEVOCIONES Y ORACIONES

Novena en honor de Nuestra Señora de Altagracia

La fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia es el 21 de enero, por lo tanto su novena comienza el 12 de enero.

ORACIÓN PREPARATORIA

Oh  Madre querida, Virgen dulcísima de Altagracia. Patrona nuestra!
Míranos aquí, postrados en tu presencia, deseosos de ofrecerte
en este novenario el testimonio de nuestro amor y correspondencia
a los innumerables favores que de tus manos hemos recibido tú eres
nuestra Abogada, y como menesterosos venimos a encomendarte
nuestras necesidades. Tú eres nuestra Maestra, y como discípulos
venimos a aprende los ejemplos de tu santa vida. Eres nuestra Madre,
y como hijos venimos a ofrendarte todo el amor de nuestro corazón.
Recibe Madre querida, nuestras alabanzas y escucha atenta nuestras
súplicas. Amén.

(Pida cada uno las gracias que desee obtener de la Santísima Virgen de Altagracia).

 

SUPLICAS

1ª  ¡Oh Madre dulcísima de Altagracia, toda pura e  Inmaculada
desde tu Concepción!, te suplicamos bendigas bondadosa
a nuestros hijos, conservando la inocencia de nuestros niños
y aumentando el amor a la pureza de nuestra juventud.

Ave María……

¡Oh Madre dulcísima de Altagracia, modelo admirable de madres
y esposas cristianas en la humilde casita de Nazaret, te suplicamos
bendigas nuestros hogares, haciendo florecer en ellos la santidad
del matrimonio.

Ave María……

¡Oh Madre dulcísima de Altagracia, que tuviste la dicha de recibir
en tus brazos a tu Santísimo Hijo muerto por nosotros en la Cruz,
te suplicamos nos socorras a todos en la hora de la muerte, para que
muriendo con el nombre de Jesús en los labios y en el corazón,
podamos volar a la gloria de vuestros brazos maternales.

Ave María….

 

Oración final

Virgen Santísima de Altagracia! De todo corazón te agradecemos
las continuas bendiciones que sobre nosotros derramas.
De tus manos y de tu corazón maternal recibimos cada día
el sustento que nos da nuestro Padre del cielo. Tú eres nuestra
defensora en los peligros, nuestro socorro en las necesidades
y nuestra esperanza en los sacrificios de nuestra vida cristiana.

Por tu Corazón Inmaculado queremos tributar a Dios
un himno de acción de gracias por tantos beneficios dispensados.
Te prometemos ¡Oh Madre! Gratitud y fidelidad. Tú reinarás
siempre en nuestros hogares y en nuestro pueblo, donde todos
te veneraremos como a Señora y Madre, haciendo florecer
todas tus virtudes. Haznos dignos de llamarnos tus hijos, a fin
de que sirviendo a Dios y a ti en este mundo, alcancemos
la más alta gracia que nos traes: una muerte cristiana que
nos abra las puertas del cielo. Así sea.

Virgen de Altagracia, Madre y Señora:
En ese día final de tu Novena estamos todo el pueblo de Siruela
a tus pies. Nos cuesta trabajo dejarte. Y por eso continuaremos
visitándote en tu ermita, aunque suponga para nosotros sacrificio,
tiempo y esfuerzo perseverante. Todo lo puede el que ama,
y a amar tú nos has enseñado. Venimos a alabarte por las «maravillas
que ha hecho en ti el Señor, todopoderoso. Por tu Concepción
Inmaculada, por ser Hija de Dios Padre, Templo del Espíritu Santo
y madre verdadera de Jesús, Hijo de Dios.

Por tu privilegio de ser Virgen y Madre Santa, llena de gracia y …
de «Alta Gracia», la más bendita de las mujeres, Corredentora
al pie de la Cruz y Madre de todos los hombres, porque Dios te elevó
al cielo y junto a Él intercedes por nosotros como Abogada, Reina
y Madre de misericordia.

Venimos también a darte gracias: Cada uno de los hijos de Siruela
sabemos los dones que, por tu mediación hemos recibido de tu Hijo
Jesús. Tú has permanecido atenta, cercana y amorosa en nuestros
sufrimientos y alegrías. En nuestras pruebas y apuros que, por ti,
han encontrado solución y luz. En las dificultades de nuestra
convivencia familiar, en la responsabilidad de la orientación
de los hijos y en las enfermedades y achaques de nuestros ancianos.

Tú has sabido, como Madre, de nuestras esperanzas y oraciones
de cada día, de nuestros desconsuelos y protestas, de nuestras vidas
y olvidos de la fe, de nuestros deseos de bien y hechos del mal.
Y siempre has perdonado, comprendido y disculpado. Gracias,
Madre.

Y como hermanos tuyos, pecadores y peregrinos en este valle
de lágrimas, venimos a suplicarte:
«Mostrad, Señora de Altagracia, que sois nuestra Madre», y bendice
a tu pueblo de Siruela: a nuestro párroco, a todas las familias
que vivimos aquí y a las que han formado sus hogares en otras tierras.
Danos la gracia de aprender y practicar aquellas virtudes y dones que
a cada uno nos has dado. Concede a los niños la sencillez, la inocencia
y la alegría. Da a los jóvenes un corazón limpio, generoso,
y emprendedor de nuevas conquistas. Concede a los mayores
perseverancia y paciencia en su esfuerzo diario, en su trabajo,
y sacrificio por el hogar. Otorga a nuestros ancianos serenidad,
acomodación a sus hijos y ejemplo de bondad y de fe.

Señora de Altagracia, haz que todos nosotros, cuanto más te amemos,
más nos acerquemos a tu Hijo, Jesús. Cuanto más te conozcamos,
más aprendamos a amar a Jesús y a permanecer unidos y generosos
como pueblo y como hermanos. Y cuanto más te escuchemos, más
lleguemos a poner por obra las palabras de tu Hijo. Bendícenos a todos,

Madre de Altagracia.

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Al Niño Jesús de Praga DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones al Niño Jesús de Praga

La imagen del Niño de Jesús de Praga es una hermosa estatua de cera procedente de España, de 48 cm, el Niño Jesús está de pie, con la mano derecha levantada, en actitud de bendecir, mientras con la izquierda sostiene un globo dorado que representa la tierra; su rostro es tierno y gracioso.

 Esta devoción es grandemente milagrosa. Puede leer la historia en Santa Maria de la Victoria de Praga y el Niño Jesús de Praga, República Checa ( 14 de enero)

  

ORACIÓN REVELADA POR LA VIRGEN AL P. CIRILO

Oh, Niño Jesús, yo recurro a Ti y te ruego por la intercesión de tu Santa Madre, me asistas en esta necesidad (pídase el favor que se desea obtener), porque creo firmemente que tu Divinidad me puede socorrer.

Espero con toda confianza obtener tu santa gracia. Te amo con todo el corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento sinceramente de todos mis pecados, y te suplico, oh buen Jesús, me des fuerzas para triunfar. Propongo no ofenderte y me ofrezco a ti, dispuesto a sufrir antes que hacerte sufrir.

De ahora en adelante, quiero servirte con toda fidelidad, y por tu amor ¡oh Divino Niño! amaré a mi prójimo como a mí mismo. Niño omnipotente, Señor Jesús, nuevamente te suplico me asistas en esta circunstancia (se manifiesta).

Concédeme la gracia de poseerte eternamente con María y José y adorarte con los Ángeles en la Corte del Cielo. Amén.

 

ORACIÓN AL MILAGROSO NIÑO DE PRAGA

¡Oh Milagroso Niñito Jesús! Te suplicamos que mires nuestros corazones enfermos. Deja que tu Corazón de gran misericordia se apiade y nos de la gracia que te rogamos de rodillas.

(Aquí se presenta la intención)

Límpianos del dolor y de la desesperación, de las enfermedades y desgracias que nos agobian. Acuérdate de todos los méritos de tu santísima infancia, y oye nuestra súplica. Danos tu consolación y tu gracia para que eternamente te podamos adorar junto al Padre y al Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos. Amén!

 

ACTO DE CONSAGRACIÓN AL NIÑO JESÚS DE PRAGA

Amabilísimo Niño Jesús de Praga, aclamado por todos como milagroso por los innumerables y extraordinarios favores que concedéis a cuantos os invocan. Cautiva nuestra alma de tus divinos hechizos de niño, nunca te olvidará y se hoy Acoge bajo tu manto de Rey para gozar de la paz que nos tienes prometida, y allí bendición Recibir tu poder, que como de Dios, y la Hará crecer en Santidad Virtudes. Por eso nos consagramos rendidamente a tu santo servicio; seremos devotos fervientes de Praga. Hijos de tu amor, responderemos a tu predilección por nuestras almas, ofreciéndote desde ahora y para siempre cuanto somos, cuanto anhelamos; la vida de nuestros sentidos, las Aspiraciones de nuestro corazón, Los amores de nuestras almas que te pertenecen por derecho de filiación y deuda de conquista, al crearnos y redimirnos.

Niño Divino, Rey de Praga, Dios de la Infancia. Ofrecimiento Recibe nuestro, con Eficaz Hazlo tu poder infinito para ser tuyos por siempre en la tierra y en el cielo.
Así sea.

 

VISITA AL NIÑO JESÚS DE PRAGA

Divino Niño Jesús de Praga, atraído por tus palabras de confianza y de tu mirada de paz, vengo a Tí para conversar de amigo a un amigo. Sólo en Tí, Salvador mío, podré encontrar la paz que mi corazón ansia, y que puedo encontrar en ninguna parte. Perdona mis pecados, buen Jesús, sé que mucho te he ofendido, pero tú prometiste perdonar a quien acudiera a tí con fe y amor con … Necesito tu gracia y tu fortaleza para seguir el camino del bien. Sé tú el Maestro que me guie por este mundo de tinieblas y de confusión. El ejemplo de Tu infancia sea para mí norma y recuerdo en todas mis actividades Ocupaciones y, y me haga merecedor de Tu promesa: «Cuanto más me honréis, más os favoreceré». Amén.

 

ORACIÓN DEL ENFERMO

¡Oh querido y dulce Niño Jesús: He aquí un pobre enfermo que, movido por la más viva fe, Profundamente invoca tu divina ayuda en favor de su enfermedad.
En Ti pongo toda mi confianza. Sé que tú lo puedes todo y que eres muy misericordioso, la misma misericordia infinita.
Grande pequeñito, por tu divina virtud, por el inmenso amor que tienes que A LOS Sufren, una de Los Afligidos, a todos los necesitados, escúchame, bendíceme, socórreme, consuélame. Amén.
Tres Gloria al Padre

 

ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DE UN ENFERMO

Oh Niño Jesús, dueño de la vida y de la muerte, y Aunque indigno pecador, me postro ante Ti para implorar la salud de (se nombra a la persona para quien se Pide la gracia), A quien tanto amo.

La persona que te encomiendo sufre mucho, afligida por dolores, y no Puede encontrar otra salida más que en tu omnipotencia, en la que pone todas sus esperanzas.
Alivia, oh médico Celeste, sus penas, líbrala de Sus Sufrimientos y salud perfecta dale, si esto es conforme al querer divino y al verdadero bien de su alma.
Padre nuestro – Ave María – Gloria

 

ORACIÓN AL NIÑO QUE SE REZA TODAS LAS TARDES EN EL SANTUARIO DE ARENZANO

¡Oh Santo Niño Jesús que difundes tus gracias sobre quienes te invocan, vuelve tus ojos a nosotros, postrados delante de tu santa imagen y escucha nuestra oración.

Te encomendamos a todos los necesitados que confian en tu Divino Corazón. Extiende sobre ellos tu mano omnipotente y socorre sus Necesidades. Extiéndela sobre los enfermos para sanarlos y santificar sus penas; Sobre los pecadores para atraerlos a la luz de tu gracia, sobre cuantos, oprimidos por el dolor y la miseria, invocan tu amorosa ayuda.

También Extiéndela sobre nosotros para bendecirnos. Concede, oh pequeño Rey, los tesoros de tu misericordia al mundo entero y consérvanos y ahora siempre en la gracia de tu amor. Amén.

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Al Niño Jesús de Praga DEVOCIONES Y ORACIONES

Coronilla del milagroso Niño Jesús de Praga

El Niño Jesús se le apareció dos veces al padre Cirilo en Praga, impulsor de su devoción, diciendole: «Ten piedad de mi y yo tendré piedad de vosotros. Devolvedme mis manos y yo os daré la paz. Cuánto mas me honren, tanto mas os bendeciré.»

Y luego: «Colócame a la entrada de la sacristía, y encontrarás quien se compadezca de mí.»

Esta devoción ha esparcido milagros por todo el mundo. Puede leer la historia en Santa Maria de la Victoria de Praga y el Niño Jesús de Praga, República Checa ( 14 de enero)

 

Para Honrar Los Misterios De Su Infancia.

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios Nuestro.

Pesame Dios mio y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido, pésame por el infierno que merecí y el cielo que perdí, pero mucho mas me pesa porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como tu, antes querría haber muerto que haberos ofendido, por eso propongo firmemente no pecar mas y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Jesús mío, misericordia.

V. Abre, Señor, mis labios.
R. Y mi lengua pronunciará tu alabanza.
V. Acude, oh Dios, en mi auxilio.
R. Apresúrate Señor Adalid socorrerme.

Adorada y glorificada sea la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

Adorado y Glorificado sea el Padre.
V. El verbo Se hizo carne.
R. Y habito entre nosotros.
Padre Nuestro

1 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de la Encarnación Tu.
Ave María

2 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de tu Visitación.
Ave María

3 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de tu Nacimiento
Ave María

4 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de la Adoración de los Pastores.
Ave María

 

Adorado y Glorificado sea el Hijo.
V. El verbo Se hizo carne.
R. Y habito entre nosotros.
Padre Nuestro.

5 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de tu Circuncisión.
Ave María

6 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de la Epifanía.
Ave María

7 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra presentación en el templo.
Ave María

8 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra huída a Egipto.
Ave María

 

Adorado y Glorificado sea el Espíritu Santo.
V. El verbo Se hizo carne.
R. Y habito entre nosotros.
Padre Nuestro

9 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra permanencia en Egipto.
Ave María

10 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de Vuestro regreso a Nazaret.
Ave María

11 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra vida oculta en Nazaret.
Ave María

12 º Divino Niño Jesús, Bendito y alabado seas en el misterio de Vuestra Perdida y hallazgo en el Templo.
Ave María

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén
V. Bendito sea el nombre del Señor.
R. Ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

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Al Niño Jesús de Praga DEVOCIONES Y ORACIONES

Novenas al Niño Jesús de Praga

El milagroso Niño Jesús de Praga tiene dos fechas para novenas para pedir intercesión una para su fiesta del 1er domingo de junio y otra para el 15 de enero que es la fiesta de Santa María de la Victoria de Praga. La de enero comienza el 6 de enero.

Y hay dos formulas de novena, una que se reza cada hora durante 9 horas y otra que se reza durante 9 días como las tradicionales.
 

NOVENA DE LAS 9 HORAS

Esta novena debe decirse cada hora, por nueve horas consecutivas en un mismo día; y puede repetirse por nueve días.

Oh Jesús mío que has dicho «Pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá,» por la intercesión de María vuestra, Santísima Madre, yo llamo, yo busco, yo pido que mi petición sea concedida.
(Aquí se hace la petición)

Oh Jesús mío que has dicho «Todo lo que pidieras al Padre en mi nombre os lo concederá», por la intercesión de María, vuestra Santísima Madre, humilde y urgentemente pido al Padre en vuestro nombre que mi petición sea concedida.
(Aquí se repite la petición.)

Oh Jesús mío que has dicho, «Los cielos y la tierra pasarán pero mi palabra no pasará», por la intercesión de María, vuestra Santísima Madre me siento confiado de que mi petición será concedida.
(Aquí se repite de nuevo la petición.)

 

NOVENA TRADICIONAL

DÍA PRIMERO:

Oh dulce Niño Jesús, a tus pies, consciente de mi poquedad, me dirijo a Tí que eres mi todo.
Tengo gran necesidad de tu ayuda. Mírame con piedad y, ya que eres omnipotente, socorre mi necesidad.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA SEGUNDO

Oh esplendor celeste del Padre, en quien brilla la divinidad, te adoro profundamente, mientras te confieso verdadero Hijo de Dios.
Te ofrezco el humilde homenaje de todo mi ser. No permitas que jamás me separe de Tí, mi sumo bien.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA TERCERO

Oh Niño Jesús, al contemplar tu semblante, me siento con gran confianza; sí, todo lo espero de tu bondad.
Irradia, oh Jesús, tu gracia sobre mí y mis seres queridos, así podré cantar tu infinita misericordia.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA CUARTO

Oh Jesús, te reconozco mi soberano absoluto. No quiero servir al demonio, a mis pasiones, al pecado.
Reina, oh Jesús, sobre este pobre corazón y hazlo tuyo para siempre.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA QUINTO

Yo te contemplo, oh redentor dulcísimo, revestido de un manto de púrpura. Es tu uniforme real. ¡Cómo me habla de sangre! Sangre derramada por mí. Haz, oh Jesús, que corresponda a tanto sacrificio y no rechace cuando se me presente cualquier trabajo de sufrirlo por tí.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA SEXTO

Oh amabilísimo Niño, al mirarte sostener el mundo, mi corazón se llena de gozo. También a mí me sostienes cada instante, me guardas como tuyo.
Cuídame, oh Jesús, y socorre todas mis necesidades.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA SÉPTIMO

Sobre tu pecho, oh Niño Jesús, brilla una Cruz. Es el estandarte de nuestra redención. También yo, oh Divino Salvador, tengo mi cruz, que, si bien es ligera, con frecuencia me agobia.
Ayúdame a sostenerla, para que la lleve siempre con fruto. Bien sabes cuán débil soy.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA OCTAVO

Junto con la Cruz, sobre tu pecho vislumbro, oh Niño Jesús, la imagen de tu corazón. Tú eres el verdadero Amigo, que generosamente se prodiga y se inmola por la persona amada.
Lléname de caridad, oh Jesús, y enséñame a corresponder a tu Amor.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

DÍA NOVENO

Tu diestra omnipotente, oh Niño Jesús, cuántas bendiciones ha derramado sobre aquellos que te honran y te invocan. Bendíceme también y bendice toda mi vida.
Bendice mis deseos y socorre mis necesidades. Escucha piadoso mis votos, y bendeciré cada día tu Santo Nombre.

Padre nuestro – Ave María – Gloria

Por tu divina infancia, oh Jesús, concédeme la gracia que insistentemente te pido (se expresa) si es un bien para mí y es conforme a tu voluntad. No mires mis pecados, sino mi fe y tu gran misericordia.

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A la Virgen de los Pobres de Banneux DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones a la Virgen de los Pobres de Banneux

ORACION DE MNR. KERKHOFS

María, Virgen de los Pobres,
Tu eres bendita entre todas las mujeres
y bendito es Dios, nuestro Padre,
que te ha enviado a nosotros.
Lo que tú has sido siempre para nosotros
lo sigues siendo y lo serás
siempre para aquellos que, como
nosotros y aún mejor que nosotros,
te ofrecen su fe y su oración.
Tú serás para nosotros
lo que has revelado en Banneux:
La Mediadora de todas las gracias,
la Madre del Salvador, Madre de Dios,
la Madre compasiva y poderosa
que ama a los pobres y a todos los hombres,
que alivia el sufrimiento,
que salva a los individuos y a las sociedades,
la Reina y la Madre de todas las naciones,
que ha venido a nosotros para conducir
a los que se dejan guiar por ti hacia Jesús
verdadera y única Fuente de la vida eterna.

Mgr. L. J. Kerkhofs, Obispo de Lieja 
(Diócesis donde está Banneux)  

 

INVOCACIONES

Santa Virgen de los Pobres
Llévanos a Jesús fuente de la gracia
Santa Virgen de los Pobres
Salva a las naciones
Santa Virgen de los Pobres
alivia a los enfermos
Santa Virgen de los Pobres
alivia el dolor
Santa Virgen de los Pobres
ruega por cada uno de nosotros
Santa Virgen de los Pobres
creemos en ti
Santa Virgen de los Pobres
cree en nosotros
Santa Virgen de los Pobres
Rezaremos mucho.
Santa Virgen de los Pobres
danos tu bendición
Santa Virgen de los Pobres
Madre del Salvador, Madre de Dios
te damos gracias. 

 

ORACION PREPARATORIA AL ROSARIO

Nuestra Señora de Banneux, Madre del Salvador, Madre de Dios, VIRGEN DE LOS POBRES, 
tú nos invitas a creer en ti y nos prometes creer en nosotros. Yo pongo en ti toda mi confianza.

Dígnate escuchar las oraciones que nos has pedido elevar hacia ti; ten piedad de todas nuestras miserias espirituales y temporales.

Implora para cada uno de nosotros la riqueza de una fe profunda, la paz del corazón y el entendimiento en nuestras familias y comunidades.

Alivia los enfermos, apacigua los sufrimientos, ruega por nosotros; y asi, por tu mediación, el reino de Cristo se extienda sobre todas las naciones. Amén. 

 

VIRGEN SANTÍSIMA

No nos abandones ante las tribulaciones de nuestros tiempos. Creemos en ti y tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Nos comprometemos a serte siempre fieles. Queremos entrar en tu Corazón Inmaculado para aprender de ti a ser discípulos de Jesús. Qué nunca nos  avergonzarnos de ti ni de tu Hijo. Nos comprometemos a buscar nuestra conversión, a rezar cada día y a recurrir a los sacramentos. Queremos ser tus hijos dóciles, humildes y valientes para honrarte en este mundo hasta que nos lleves al cielo. Amén.

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A Nuestro Señor de Esquipulas

Novena al Señor de Esquipulas

ACTO DE CONTRICIÓN

Jesús crucificado: postrado a tus pies el más ingrato pecador, te pide perdón y misericordia de haberte ofendido con tantas culpas; me pesa, mi Jesús, haber ofendido a tan soberana Majestad, propongo la enmienda de mi vida; te doy la palabra de confesar todos mis pecados, sin callar alguno; de apartarme de todas las ocasiones y peligros de ofenderte y hacer esta Novena agradable a tus divinos ojos, dándome tu divina gracia; confío de tu misericordia, que me has de perdonar y conceder lo que pido en esta Novena. Pequé, Dios mío; pequé, amantísimo Padre de mi vida; pequé, dueño de mi alma; misericordia, Jesús Salvador del Mundo; misericordia, Señor viva tu fe, viva tu amor, viva tu gracia. Amén.

SONETOS DE SAN FRANCISCO XAVIER
No me mueve, mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en esa Cruz y escarnecido,
muéveme al ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas
y tu muerte.
Muéveme, en fin tu amor de tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amaré
y aunque no hubiere infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
porque si cuanto espero, no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Jesús Crucificado de Esquipulas. Divina Imagen milagrosa, que tres veces has sudado copiosamente, dando salud a todos los enfermos que te invocan, socorriendo a todos los necesitados que te aclaman. ¡Oh, cómo, mi buen Jesús, al paso que se multiplican mis

pecados, amontonas para mi tantos favores; te ruego, Sagrada Imagen, imán de los corazones, por tu Santísimo Sudor te compadezcas de mi alma abriéndome los ojos para el conocimiento de la gravedad del pecado, que ha puesto a tu Santísima Imagen tan negra y oscurecida, y te suplico me concedas el favor que te pido en esta Novena, a mayor gloria de tu Santísimo Nombre. Amén

 

DÍA PRIMERO

Considera alma, el bellísimo y delicadísimo Cuerpo de mi Jesús Crucificado, que por mis pecados fue puesto en el Árbol de la Cruz entre los ladrones, desnudo y maltratado. Saludemos al Cuerpo de nuestro redentor con tres Padres Nuestros y tres Ave Marías

PRIMERA CANCIÓN
Ave, Dios Omnipotente,
mi crucificado amante,
por el amor eminente
de ese pecho sagrado
Pues por amor tan constante
te veo en Cruz pendiente,
R-Líbranos como piadoso,
de la muerte y del pecado

ORACIÓN
¡Oh, delicadísimo Cuerpo de mi Crucificado, lo adoro y beso, y quisiera morir de dolor al verlo hecho pedazos por mí! ¡Oh, cómo lo han puesto mis pecados! Negro y afeado, siendo la hermosura del Cielo y recreo de los ángeles te pido por tu precioso Cuerpo, viva desnudo de las cosas terrenas y mundanas, sólo vistas las celestiales; y el favor que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre. Amén.

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE DOLORES
(Que se ha de decir todos los días al final de la Novena)
Virgen Dolorísima y Madre de los pecadores, por el dolor que traspasó tu santísima Alma, cuando bañada en lágrimas al pie del leño de la Cruz, estuviste mirando el Cuerpo de mi Jesús Crucificado, negro y oscurecido, con el polvo y saliva de los sayones; por este dolor, Señora y Madre mía, te suplico que, bañado yo en lágrimas de verdadera contrición, mire la Imagen de Cristo Crucificado, de Esquipulas, que la han puesto negra mis pecados, y con lloroso y tierno corazón te suplico, por tus dulcísimas lágrimas, me alcances de tu Santísimo Hijo, el favor que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de su Santísimo Nombre. Amén.

ORACIÓN AL ARCÁNGEL SAN MIGUEL
(Para todos los días)
Gloriosísimo Príncipe, San Miguel General de los Ejércitos de Dios, por el amor con que asististe a nuestro Redentor Crucificado enviado del Padre Eterno a confortarle, y fuiste testigo del Sudor de Sangre y congojas que pasó colgado de la Cruz, te suplico mire yo con lloroso corazón la Imagen de Cristo Crucificado de Esquipulas, para que con tal vista quede mi alma limpia de todo pecado. Amén.

 

DÍA SEGUNDO

Considera, alma, la cabeza de mi Jesús Crucificado, traspasado con la Corona de Espinas, que por mis pecados le pusieron en sus Santísimas Sienes; saludémosla con tres Padres Nuestros y tres Ave Marías.

(Todo como el primer día)

SEGUNDA CANCIÓN
Ave, Árbol, que tanta vida
al hombre has comunicado
con cuyo fruto sagrado;
nos das la gracia cumplida
por firmeza tan unida

a tu pecho enamorado
R-Líbranos, como piadoso,
de la muerte y del pecado.

ORACIÓN
¡Oh, bellísima Cabeza de Jesús Crucificado, reverenciada y temida de los Ángeles, por mis muchos pecados traspasada de espinas; te pido me des resistencia para vencer las tentaciones del demonio y sólo piense con ternura en las Sagradas Espinas que traspasaron su Santísima Cabeza; por ella te suplico me concedas el favor que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre Amén.

 

DÍA TERCERO

Considera, alma, el Divino Rostro de Mi Jesús Crucificado, afeado y negro con las bofetadas y salivas de los sayones, sufridas con tanta paciencia por mi salud y remedio. Saludemos su Santísimo Rostro, con tres Padre Nuestros y tres Ave Marías.

TERCERA CANCIÓN
Ave Serpiente Exaltada
en este monte Divino
cuya virtud le previno;
la Santidad más deseada
al que el ama envenenada
tenía en su mal estado
R- Líbranos, como piadoso,
de la muerte y del pecado

ORACIÓN
¡Oh, Hermosísimo Rostro! ¡Oh, Resplandeciente Rostro de mi Hermoso Jesús Crucificado, en quien se miran los Serafines que por mis pecados lo veo negro y obscurecido: te ruego que por tu Santísimo Rostro, sólo atienda al negocio de salvación en esta vida y lo que te pido en esta Novena, a mayor honra y glori
a de tu Santísimo Nombre Amén.

 

DÍA CUARTO

Considera, alma, los Ojos Bellísimos de mi Jesús Crucificado, los dos luceros de la Gloria, cubiertos y vendados con un lienzo. Saludémosle con tres Padre Nuestros y tres Ave Marías.

CUARTA CANCIÓN
Ave, Iris, que el ama adora
cual bello anuncio de paz,
en cuyos arcos no hay más
que luz de sol que los dora
y el blanco rocío mejora
al mundo en llanto abnegado.
R-Líbranos, como piadoso,
de la muerte, y del pecado

ORACIÓN
¡Oh, Benignísimos Ojos de mi Jesús Crucificado!, embelesos de los querubines, bañados en lágrimas por mis pecados; por ellos te ruego mires con piedad mi alma y por ello merezca verte en la gloria, y el favor que te pido en esta Novena, y para mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre. Amén

 

DÍA QUINTO

Considera, alma los Oídos de mi Jesús Crucificado, tantas veces lastimado con injurias y oprobios. Saludémosle con tres Padres Nuestros y tres Ave Marías.

QUINTA CANCIÓN
Ave fruto de la palma

tan dulce para gustado,
pues de quien de ti enamorado
lo come, te rinde el alma,
pues le sacas del alma,
que la culpa le ha engendrado
R-Líbranos, como piadoso,
de la muerte y del pecado.

ORACIÓN
Oh, Santísimos Oídos de mi Jesús Crucificado, que no cesan los coros de los Principados de alabarte por mis pecados tantas veces lastimados: te suplico Padre amorosísimo, oigas mis peticiones y ruegos, principalmente el favor que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre. Amén.

 

DÍA SEXTO

Considera, alma, aquella Boca y Labios suavísimos de mi Jesús Crucificado, con la amargura de la hiel y vinagre rociados; saludémosla con tres Padres Nuestro y tres Ave Marías.

SEXTA CANCIÓN
Ave, Vid, bella, sagrada,
del Pecho de mi Jesús,
cuyo licor causa luz
a la oveja ciega, errada;
dadle a mi al dulce entrada,
pues la sangre te ha costado.
R-Líbranos, como piadoso
de la muerte y del pecado.

ORACIÓN
¡Oh, Dulcísima Boca de mi Jesús Crucificado!, que no cesan de alabar los Coros de las potestades, por mis pecados amargada, te ruego oiga yo de tu Santísima Boca la sentencia favorable para el Cielo y lo que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre Amén.

 

DÍA SÉPTIMO

Considera, alma, aquel blanco y humilde Cuello de Jesús Crucificado negro y maltratado con las sogas y cordeles que le pusieron los Sayones. Saludémosle con tres Padre Nuestros y tres Ave Marías.

SÉPTIMA CANCIÓN
Ave, luminar mayor,
cuyo esplendor celestial
comunicas, tan igual
al bueno y al pecador,
al bueno para mejorarlo,
al malo para ampararlo,
R-Líbranos, como piadoso,
de la muerte y del pecado

ORACIÓN
¡Oh, Amorosísimo Cuello de mi Jesús Crucificado, que no cesen de alabar y glorificar los coros de las Virtudes maltratado por sus pecados y desórdenes, te suplico ande yo ceñido a tu santa ley y mandamientos; aborrezca el pecado mortal y me concedas lo que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre. Amén.

 

DÍA OCTAVO

Considera, alma, los Hombros de mi Jesús Crucificado, con la pesada carga de la Cruz atormentados. Saludémosle con tres Padres Nuestros y tres Ave Marías.

OCTAVA CANCIÓN
Ave, Fuente, que das vida
por esas cinco corrientes,
de cuyas divinas fuentes
miro tu sangre vertida;
¡ay! y quien en cada herida
viviera siempre anegado!
R-Líbranos, como piadoso
de la muerte y del pecado.

ORACIÓN
¡Oh, Sacratísimos Hombros de mi Jesús Crucificado! que no cesan de alabar y glorificar los Coros de las Dominaciones por mis pecados llegados; te suplico me des a conocer la gravedad y peso del pecado mortal y lo que te pido en esta Novena a mayor honra y gloria de tu Santísimo Nombre. Amén.

 

DÍA NOVENO

Considera, alma, a aquel Pecho Amorosísimo, Corazón de mi Jesús Crucificado, traspasado con la lanza y dolores del martirio de su pasión. Saludemos al Corazón de Jesús con tres Padres Nuestros y tres Ave Marías.

NOVENA CANCIÓN
Ave, Vara milagrosa
con cuya virtud divina
transformación de peregrina
haces de una alma achacosa;
al amor de quien la ha creado.
R-Líbranos, como piadoso, de la muerte y del pecado.

ORACIÓN
¡Oh, Afligidísimo Corazón, oh, Amorosísimo Pecho de mi Jesús Crucificado, depósito de los secretos del Padre Eterno que no cesen de alabar los Arcángeles; por mí afligido, por mí acongojado, y por mí lastimado; oh, Corazón Ardiente de mi Jesús! dadme verdadero fuego de tu amor, hasta que se deshaga mi corazón en sus llamas; humildemente y llenos de lágrimas, adoro y beso tu corazón, y por él te pido que me concedas en esta novena, se haga pedazos mi corazón con dolor de todos mis pecados, y por tu Santísimo Corazón te pido, por todos los pecadores y especialmente por las Almas del Purgatorio, y el favor que te pido en esta Novena, a mayor honra y gloria de tu Santísimo Corazón.

FIN DE LA NOVENA