Su omnipresencia antes y durante la pandemia.

De la pandemia de coronavirus ha emergido un gurú que está constantemente en los medios de comunicación dando sus predicciones y diciendo lo que hay que hacer.

Se trata de Bill Gates, el multimillonario dueño de Microsoft y filántropo, preocupado por la cantidad de población del mundo y gran promotor de las vacunas en los países pobres desde mucho antes.

Es el símbolo de una época del poder económico en manos de empresarios de la tecnología, que adquirieron un poder comparable a las naciones.

Profundamente globalistas.

Y que son prácticamente ateos, porque declaró a la revista Rolling Stones que estaría «gratamente sorprendido» si existiera el cielo, o sea que no está dentro de su horizonte. 

En este artículo te queremos hablar de Bill Gates de una manera objetiva, para que estés informado sobre quien es uno de los personajes más importantes en el manejo de la pandemia de coronavirus.

Y que probablemente de aquí en adelante tenga más injerencia en temas de la salud mundial.

William Henry Gates III nació en 1955 en el seno de una acaudalada familia del estado de Washington, Estados Unidos.

Su padre, brillante abogado, fue director del grupo Planned Parenthood, organización que tuvo su origen en la Sociedad Americana de Eugenesia, de la que el nacional socialismo alemán aprendiera, para la solución final, según la BBC.

Bill Gates estudió en la Universidad de Harvard, pero no se graduó, porque junto con su amigo Paul Allen fundaron la exitosa empresa de software Microsoft, que lo ha hecho uno de los hombres más ricos del mundo.

En el 2008 se retira de la dirección de la empresa y manifiesta que el 70% de su tiempo lo dedica a la fundación Bill y Melinda Gates y el 30% lo dedica a Microsoft. 

Esta fundación filantrópica está profundamente vinculada a las vacunas desde hace décadas.

Y la omnipresente presencia de Bill Gates en los medios de comunicación durante la pandemia de coronavirus, ha estado mayormente vinculado a esas vacunas.

Su gran preocupación al igual que la de su padre, es la cantidad de población mundial.

Él ha dicho que espera ver reducida la población en un 10% a un 15%, pero piensa que aún así no es suficiente, y por eso su mira la ha puesto en reducir el crecimiento demográfico mundial.

Bill Gates sostiene que el crecimiento de la población produce pobreza.

Y por lo tanto una de las palancas del crecimiento económico y del desarrollo en los países más pobres consiste en enlentecer el crecimiento demográfico, a fin de que los gobiernos dispongan de más medios para mejorar la vida de los ciudadanos. 

En este sentido, Gates sostiene que desarrollar vacunas es esencial para reducir la mortalidad, en particular la infantil, y dar inicio así a un círculo virtuoso para que un país salga de la pobreza.

Su actividad con las vacunas en los países pobres ha estado envuelta en diversas controversias y acusaciones, de parte de activistas y ongs pro vida, relacionadas con la esterilización.

Por ejemplo, la diputada italiana Sara Cunial, hizo publicaciones en redes sociales que aseguraron que a raíz de una campaña de vacunación contra la polio en India, impulsada por Bill Gates, más de 47.000 niños quedaron lisiados y discapacitados de por vida. 

Según las versiones viralizadas en redes, médicos de ese país demandaron a Gates por esto y su fundación fue expulsada del país.

Aunque consultados por la la agencia francesa AFP, portavoces de la Fundación Bill y Melinda Gates respondieron en un correo electrónico que estas acusaciones eran falsas.

El programa de erradicación de la polio en India, apoyado por la Fundación Bill y Melinda Gates, forma parte de la Iniciativa mundial para la erradicación de la poliomielitis, una alianza público-privada de la que también son miembros la OMS, el Rotary Internacional, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y UNICEF. 

Y es tal el interés de Bill Gates por las vacunas que desde 2011 la Fundación Bill y Melinda Gates financia al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, la organización estatal de EE.UU. que se dedica al cuidado de la salud de los norteamericanos, para producir nuevas técnicas de vacunación, incluida la luciferasa, que es una enzima de organismo genético modificado. 

Pero hay algo más importante aún en esta carrera de Bill Gates para erigirse en el zar de las vacunas.

En 1998 en el centro de la Fundación Rockefeller en Bellagio, el Banco Mundial, la OMS, Bill Gates y UNICEF se unieron para formar la Gavi-Alliance, una organización mundial de inmunización a través de la vacunación.

La Gavi-Alliance se convierte así en el nuevo garante de las enfermedades infecciosas y transmisibles.

Por otro lado, la OMS se financiaba anteriormente con los PIB de cada país. 

Sin embargo, cuando en 2008 se produjo el colapso de las bolsas de valores mundiales, que debilitó a los distintos países, Bill Gates se hizo cargo, ya sea directamente con su fundación o a través de Gavi, financiando por él mismo, la actividad de vacunas a nivel mundial. 

A partir de 2008 Gates se convierte en un financista primordial de la Organización Mundial de la Salud de forma específica.

En el 2018 Bill Gates predijo una pandemia, que después sería simulada en octubre de 2019 en el Evento 201 del que hablaremos luego.

En febrero de 2018, durante una conferencia en Munich, Bill Gates advirtió que el mundo debía prepararse para enfrentar una pandemia global. 

Puso como ejemplo la epidemia del Ébola en África Occidental en 2014 y 2015, la gripe española de 1918, mencionó también la posible invención de un virus con fines «terroristas», y juzgó «posible» una catástrofe a nivel mundial.

Dijo en aquella oportunidad «Para luchar contra las pandemias globales, también se debe luchar contra la pobreza… Es por ello que corremos el riesgo de ignorar el vínculo entre seguridad sanitaria y seguridad internacional».

Vemos aquí que une en un mismo pensamiento la predicción de una pandemia, la necesidad de vacunación y la lucha contra la pobreza, que ya dijimos para él pasa por bajar la cantidad de personas del planeta.

Y aquí llegamos al famoso el evento 201 fue la simulación de una pandemia, que tuvo lugar en octubre de 2019 en el Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos, y fue co-organizado por el Foro Económico Mundial, el que hoy propone el Gran Reinicio del mundo, y la Fundación de Bill y Melinda Gates, los grandes impulsores de las vacunas.

Según Wikipedia, un mes después, el 17 de noviembre de 2019 comenzó el contagio por coronavirus en la ciudad de Wuhan, el 30 de enero de 2020 la OMS lo declaró epidemia y el 11 de marzo de 2020 fue declarado pandemia.

La capacidad de predicción del hombre de las vacunas fue asombrosa, casi diríamos sobrenaturalmente asombrosa. 

Según lo detallado en el sitio web del evento, este consistió en un simulacro de respuesta a “pandemias graves” con la finalidad de “minimizar sus consecuencias económicas y sociales a gran escala”. (https://centerforhealthsecurity.org/event201/)

El simulacro consistió en un modelo de pandemia de coronavirus ficticia.

Y ante las suspicacias de la coincidencia de fechas del simulacro y luego la aparición del virus, los organizadores deslindaron responsabilidades, diciendo que los síntomas con los que se modeló el virus del simulacro, son comunes a distintas cepas de coronavirus, como por ejemplo síntomas respiratorios.

En una declaración a la prensa, Eric Toner, académico senior del Centro de Seguridad de la Salud de Johns Hopkins, destacó que el diseño del simulacro tomó como base epidemias reales de años anteriores. 

Y explicó que durante Evento 201, al igual que en estos casos reales, los principales desafíos fueron resolver aspectos económicos, a la vez que garantizar que los servicios de salud, y la entrega de antivirales estuvieran disponibles y fueran accesibles a aquellos que los necesitaban. 

Y también trataron el tema de las estrategias gubernamentales para controlar la pandemia, la narrativa que se debía usar y el control de la población. 

Se habló poco sobre la construcción de sistemas inmunológicos, remedios listos para usar o medicamentos y vitaminas terapéuticas sin patente, fuera de las vacunas. 

Se habló mucho sobre la promoción de vacunas antivirales patentables.

Y sobre el final los participantes se centraron principalmente en la planificación de estrategias estatales centradas en la industria y en el manejo de la población, de la información y los medios, para gestionar un contagio global del imaginario coronavirus que simularon.

En resumen, en esta pandemia vimos consolidar la imagen del multimillonario Bill Gates como el gurú, que primero se anticipó en un mes a la llegada del virus, luego nos está diciendo cómo se debe curar esta pandemia y ahora nos está adelantando que la vieja normalidad se alcanzará a finales de 2022.

Y además es parte directamente interesada en todo este proceso de manejo del coronavirus, no solo porque ha invertido en la construcción de fábricas para varias de las vacunas, sino porque en el 2020 se ha constituido en el segundo mayor donante mundial de la OMS, el primer donante es EE.UU. y el segundo él.

Bueno hasta aquí lo que te queríamos decir sobre la importancia de Bill Gates en la pandemia de coronavirus y en la salud de todos los habitantes del mundo. 

Hay más para decir pero quizás no pase la censura.   Y me gustaría preguntarte qué otras cosas sabes de Bill Gates que no hemos mencionado aquí.

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