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A Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones e Himnos a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

ORACION I

¡Virgen del Rosario, Reina de Colombia, Madre nuestra!
Ruega por nosotros ahora.

Concédenos el don inestimable de la paz,
la superación de todos los odios, rencores
y la reconciliación de todos los hermanos.

Que cese la violencia,
que progrese y se consolide el diálogo
y se inaugure una convivencia pacífica.

Que se abran nuevos caminos
de justicia y de prosperidad.

Te lo pedimos a ti,
a quien invocamos como Reina de la Paz.

Sé para nosotros puerta del cielo,
vida, dulzura y esperanza,
para que juntos podamos contigo glorificar
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.

 

ORACION II

Oh incomparable Señora del Rosario de Chiquinquirá!
Madre de Dios, Reina de los ángeles,
abogada de los pecadores,
refugio y consuelo de los afligidos y atribulados.

Virgen Santísima, llena de poder y de bondad,
lanzad sobre nosotros una mirada favorable
para que seamos socorridos por Vos
en todas las necesidades en que nos encontramos.

Acordaos, ¡Oh clementísima Señora del Rosario!,
que nunca se oyó decir que alguien que haya recurrido a Vos,
invocado vuestro Santísimo nombre,
e implorado vuestra singular protección,
fuese por Vos abandonado.

Animados con esta confianza, a Vos recurrimos.
Os tomamos desde hoy y para siempre por Madre nuestra,
nuestra protectora, consuelo y guía,
esperanza y luz en la hora de la muerte.

Libradnos de todo aquello que pueda ofenderos
y a vuestro Santísimo Hijo, Jesús.

Preservadnos de todos los peligros del alma y del cuerpo;
dirigidnos en todos los negocios espirituales y temporales;
libradnos de la tentación del demonio,
para que andando por el camino de la virtud,
podamos un día veros y amaros en la eterna gloria,
por todos los siglos de los siglos.
Amén.

 

ORACIÓN DE S.S. JUAN PABLO II A NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DEL CHIQUINQUIRÁ, PATRONA DE COLOMBIA

Santuario de Chiquinquirá, Colombia, 1986

Oh Virgen, bella flor de nuestra tierra,
envuelta en luz del patrio pabellón,
eres tú nuestra gloria y fortaleza,
madre nuestra y de Dios.

En burda tela avivas tu figura con resplandor de lumbre celestial,
dando a tus hijos la graciosa prenda de la vida inmortal.

Orna tus sienes singular corona de gemas que ofreciera la nación,
símbolo fiel del entrañable afecto y del filial amor.

A Ti te cantan armoniosas voces y te aclaman por Reina nacional
y el pueblo entero jubiloso ofrenda el don de su piedad.

Furiosas olas a la pobre nave contra escollos pretenden azotar;
tu cetro extiende y bondadosa calma las olas de la mar.

Brote la tierra perfumadas flores que rindan culto a tu sagrado altar;
prodiga siempre a la querida patria los dones de la paz.

A Ti, Jesús, el Rey de las naciones, a quien proclama el corazón por Rey,
y al Padre y Padre y al Espíritu se rinda gloria, honor y poder.
Amén.

Reina y Madre de Colombia, te corona nuestro amor;
Virgen Santa del Rosario, protege al pueblo y nación.

El santuario provinciano redunda en gracia y piedad,
es centro de romerías, centro de culto filial.

Dichosa la tierra amada que goza de tu favor,
irradia, Madre, en tus hijos de tu imagen el fulgor.

Concurre el fiel a tu templo para ofrecer tu oblación;
por cánticos y valles se oyen sus cánticos y oración.

Gloria a Ti, Jesús, nacido de la Madre virginal; al Espíritu y al Padre se rinda gloria inmortal.
Amén.

 

PLEGARIA DE S.S. JUAN PABLO II DE CONSAGRACIÓN A LA VIRGEN DE CHIQUINQUIRÁ

1. ¡Dios te salve, María!
Te saludamos con el Angel: Llena de gracia.
El Señor está contigo (cf. Lc 1, 28).
Te saludamos con Isabel: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¡Feliz porque has creído a las promesas divinas! (cf. Lc 12, 27).

2. ¡Tú eres la llena de gracia!
Te alabamos, Hija predilecta del Padre.
Te bendecimos, Madre del Verbo divino.
Te veneramos, Sagrario del Espíritu Santo.
Te invocamos, Madre y Modelo de toda la Iglesia.
Te contemplamos, imagen realizada de la esperanza de toda la humanidad.

3. ¡El Señor está contigo!
Tú eres la Virgen de la Anunciación, el Sí de la humanidad entera, el misterio de la salvación.
Tú eres la Hija de Sión y el Arca de la nueva Alianza en el misterio de la visitación.
Tú eres la Madre de Jesús, nacido en Belén, la que lo mostraste a los sencillos pastores y a los sabios de Oriente.
Tú eres la Madre que ofrece a su Hijo en el templo, lo acompaña hasta Egipto, lo conduce a Nazaret.
Virgen de los caminos de Jesús, de la vida oculta y del milagro de Caná.
Madre Dolorosa del Calvario y Virgen gozosa de la Resurrección.
Tú eres la Madre de los discípulos de Jesús en la espera y en el gozo de Pentecostés.

4. Bendita…
porque creíste en la palabra del Señor,
porque esperaste en sus promesas,
porque fuíste perfecta en el amor.
Bendita por tu caridad premurosa con Isabel,
por tu bondad materna en Belén,
por tu fortaleza en la persecución,
por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,
por tu vida sencilla en Nazaret,
por tu intercesión en Caná,
por tu presencia maternal junto a la cruz,
por tu fidelidad en la espera de la resurrección,
por tu oración asidua en Pentecostés.
Bendita eres por la gloria de tu Asunción a los cielos
por tu materna protección sobre la Iglesia,
por tu constante intercesión por toda la humanidad.

5. ¡Santa María, Madre de Dios!
Queremos consagrarnos a Ti.
Porque eres Madre de Dios y Madre nuestra.
Porque tu Hijo Jesús nos confió a todos a Ti.
Porque has querido ser Madre de esta Iglesia de Colombia y has puesto aquí en Chiquinquirá tu santuario.
Nos consagramos a Ti todos los que hemos venido a visitarte en esta celebración solemne de los cuatrocientos años de la renovación de tu imagen.
Te consagro toda la Iglesia de Colombia, con sus Pastores y sus fieles:
Los obispos, que a imitación del Buen Pastor velan por el pueblo que les ha sido encomendado.
Los sacerdotes, que han sido ungidos con el Espíritu
Los religiosos y religiosas, que ofrendan su vida por el reino de Cristo.
Los seminaristas, que han acogido la llamada del Señor.
Los esposos cristianos en la unidad e indisolubilidad de su amor con sus familias.
Los seglares comprometidos en el apostolado.
Los jóvenes que anhelan una sociedad nueva.
Los niños que merecen un mundo más pacífico y humano.
Los enfermos, los pobres, los encarcelados, los perseguidos, los huérfanos, los desesperados, los moribundos.
Te consagro toda esta nación de Colombia de la que eres, Virgen de Chiquinquirá, Patrona y Reina.
Que resplandezcan en sus instituciones los valores del Evangelio.

6. ¡Ruega por nosotros pecadores!
Madre de la iglesia, bajo tu patrocinio nos acogemos y a tu inspiración nos encomendamos.
Te pedimos por la Iglesia de Colombia, para que sea fiel en al pureza de la fe, en la firmeza de la esperanza, en el fuego de la caridad, en la disponibilidad apostólica y misionera, en el compromiso de promover la justicia y la paz entre los hijos de esta tierra bendita.
Te suplicamos que toda la Iglesia de Latinoamérica se mantenga siempre en perfecta comunión de fe y de amor, unida a la Sede de Pedro con estrechos vínculos de obediencia y de caridad.
Te encomendamos la fecundidad de la nueva evangelización, la fidelidad en el amor de preferencia por los pobres y la formación cristiana de los jóvenes, el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, la generosidad de los que se consagran a la misión, la unidad y la santidad de todas las familias.

7. “Ahora y en la hora de nuestra muerte”
¡Virgen del Rosario, Reina de Colombia, Madre nuestra! Ruega por nosotros ahora.
Concédenos el don inestimable de la paz, la superación de todos los odios y rencores, la reconciliación de todos los hermanos.
Que cese la violencia y la guerrilla.
Que progrese y se consolide el diálogo y se inaugure una convivencia pacífica.
Que se abran nuevos caminos de justicia y de prosperidad.
Te lo pedimos a Ti a quien invocamos como Reina de la Paz.
¡Ahora y en la hora de nuestra muerte!
Te encomendamos a todas las víctimas de la injusticia y de la violencia, a todos los que han muerto en las catástrofes naturales, a todos los que en la hora de la muerte acuden a Ti como Madre y Patrona.
Sé para todos nosotros, Puerta del Cielo, vida, dulzura y esperanza, para que juntos podamos contigo glorificar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

¡Amen!

 

HIMNO OFICIAL DE LA CORONACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ

¡Gloria a Ti, casta Señora,
de mi pueblo bravo y fuerte,
que en la vida y en la muerte
ama y lucha, canta y ora!

Autóctona Virgen
de rostro bronceado,
mi Lago encantado
te exorne los pies
con rizos y ondas
de armónico halago,
y Reina del Lago
te digan doquier.

Bruñeron tus sienes
con lirios plasmadas
ígneas llamaradas
de eterno brillar
por eso mi tierra,
que el trópico inflama,
del Sol te proclama
la Reina inmortal.

La extraña fecunda
del suelo nativo
por Ti fluya un vivo
tesoro sin fin,
riberas y llano,
lagunas y sierra,
Reina de mi tierra
te llamen a Ti.

Y porque mi casta
florezca en virtudes
tus excelsitudes
proclame la grey
Reina de mi Tribu,
llamándote, en tanto
la dicha o el llanto
nos colmen. Amén.

 

HIMNO REINA DE COLOMBIA

Reina de Colombia
por siempre serás
Es prenda tu nombre
De júbilo y paz (2)

La nación entera con culto filial
Tus glorias pregona, tu imagen venera
Y en tu honor entona un himno triunfal
Y en tu honor entona un himno triunfal

Desde tu Santuario a nosotros ven
Pues eres la alegría, Virgen del Rosario
Con corona regia ceñirán tu sien.
Con corona regia ceñirán tu sien.

A tu paso extiende su invicto pendón
La patria querida que hoy te da en ofrenda
La noble acogida del corazón.
La noble acogida del corazón.

A tal Soberana jurando lealtad,
Hijos de la hermosa tierra colombiana
Con voz fervorosa sus triunfos cantad.
Con voz fervorosa sus triunfos cantad.

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Novena y Gozos a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

En venezuela, la Novena comienza el 9 de noviembre y la fiesta patronal es el 18 de noviembre. Y en Colombia su fiesta es el 9 de julio y la novena comienza el 30 de junio.


ACTO DE CONTRICION

Señor mío Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, que haces infinitas maravillas en el cielo y la tierra; Tu, Señor, que me hiciste a tu imagen y semejanza, y capaz de tu gloria y de la felicidad eterna, beneficio que nunca te podré pagar; por el amor que me tienes; oh Dios , cuya grandeza me abisma, escucha la sincera confesión de mi pecado. Aquí estoy postrado de hinojos antes tu augusta presencia, lleno de vergüenza, pero arrepentido y dispuesto a desagraviarte.
Confieso, Señor, que he pecado, que no he evitado las ocasiones de pecar, despreciando los sublimes mandamientos de tu Ley santa y labrando a sabiendas mi eterna condenación. Me pesa, Señor, me pesa una mil veces haber manchado mi alma con la sombras del pecado. Pero como el penitente David, aquí me tienes suplicando el perdón de mis culpas prometiendo la enmienda de mi vida y la salud de mi alma.
Protégeme, Señor, yo te lo suplico fervorosamente y te lo pido por el amor que le tienes a tu Santísima madre, en cuyo honor hago este novenario bajo la dulce advocación del Rosario de Chiquinquirá cuya sacratísima imagen se renovó milagrosamente en Maracaibo ante un pueblo celoso de amor a la Virgen Maria. Por ella, pues, dulce Jesús, aplaca tu justa ira y concedeme toda tu clemencia, de la que tanto necesito para salvarme de los peligros que me rodean. Amen

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente y Sempiterno Dios y Señor Nuestro, que eres la esperanza y el consuelo de todos los afligido que te invocan, y quisiste que todos los bienes que tenemos, y los que esperamos alcanzar, nos venga por mano de la Santísima Virgen dignísima madre tuya; concédenos que todos los que veneremos piadosamente tu nacimiento en carne mortal y te roguemos delante de esta milagrosa Imagen renovada por si misma, sintamos el perpetuo socorro de su patrocinio y seamos libres en el cuerpo y en el alma, de toda tripulación. Tú que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amen

DIA PRIMERO

Oh Soberana Reina de los Cielos y tierra! Que fuiste elevada por gracia a un a estado mas sublime que el que tienen por naturaleza nuestros Ángeles custodios, yo te doy gracias por las buenas inspiraciones que me has prodigado toda la vida, y especialmente en este día; también os agradezco que renonueves milagrosamente tu Imagen del Rosario de Chiquinquirá, expresamente para proteger a tus fieles devotos ; y te pido que asimismo renueves con tu milagroso poder en el tosco lienzo de nuestros corazones la imagen de tu Hijo venditísimo. Alcánzanos también la gracia que en esta Novena os pedimos por la intercesión de tus Siervos San Andrés y San Antonio, si ha de ser para mayor honra y gloria de Dios y salvación de nuestras almas. Amen

DIA SEGUNDO

¡Oh Madre! Tu estas sublimada por tu celo en cumplir las ordenes de Dios sobre el coro de los Arcángeles; tu eres su Reina, y por tal ellos te reconocen; yo me congratulo de tu grandeza, y doy por ello rendidas gracias a la Beatísima Trinidad , y te pido que te dignes encender en mi tibio corazón la llama ardorosa de una celo activo, prudente y eficaz. Tu, que disteis a conocer el resplandor de tu gloria en la admirable renovación de esta Imagen tuya que veneramos, danos la gracia y concédenos lo que particularmente te pedimos en este novenario. Así lo esperamos conseguir a mayor gloria de Dios, por la intercesión de tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio; mas, si no conviene a nuestra salvación, dadnos la conformidad para aceptar gustosos las disposiciones divinas. Amen

DIA TERCERO

¡Oh Madre y Señora Mía! Tú fuiste la Virgen prudente elevada sobre el coro de los principados: durante el tiempo de tu peregrinación me diste ejemplos de esta virtud que impide el desorden entre los hombres. Siendo tu Sabiduría superior a la de todos los coros Angélicos, también fue superior a la de ellos tu prudencia; te suplico, pues, que me alcances de Tu Divino Hijo esta virtud de la prudencia y que sepa frenar los apetitos de la carne rebelde. Así lo espero conseguir por la intercesión de tus siervos San Andrés y San Antonio, y también la gracia especial que solicito en esta novena. Amen

DIA CUARTO

Oh fortísima Señora que jamás fuiste vencida y siempre venciste a las potestades infernales! Ve, Señora, a que atrevimiento han llegado, pues pretenden borrar el culto católico de la faz de la tierra. Aprisionado el Vicario de Tu Divino Hijo, perseguida la justicia y triunfante la iniquidad, sin tu auxilio es de temer que sucumbamos; ven, pues, en auxilio de cada uno de tus devotos, y que todos sintamos los saludables efectos de tu protección al invocar tu patrocinio: tu, que tienes poder sobre el coro de las Potestades, cuya Reina eres, puedes hacerlo así. Haz que tu sagrada Imagen de Chiquinquirá sea para los maracaiberos, para el Zulia todo y para fieles devotos, un escudo que nos defienda de los ataques infernales. Así lo esperamos alcanzar por la intercesión de tus siervos San Andrés y San Antonio, como también lo que particularmente te pido en este novenario. Amen

DIA QUINTO

Obedientísima Señora y Madre nuestra, que no rehusasteis ninguno de los cargos que el Señor te encomendó; yo me congratulo de verte elevada sobre el coro de las Virtudes, así como me confundo al verme tan desemejante a ti por mis desobediencias a la Ley Santísima de Chiquinquirá; ayudadme a tomarte por modelo de humildad y obediencia, para que así logre mi salvación y el favor que, por intercesión de tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio, te pido en esta novena, si así me conviene. Amen

DIA SEXTO

¡Oh piadosísima Señora, llamada con verdad Espejo de Justicia! Yo me congratulo al verte elevada sobre el coro de las Dominaciones. Tu eres como el manantial de las cristalinas aguas de las divinas misericordias, por esto, confiadamente te pido que me alcances la gracia de practicar en todo la virtud de la justicia apartándome de lo malo y obrando siempre bien, para que después merezca gozar del paraíso al lado tuyo . Si, Virgen amantísima de Chiquinquirá, concédeme eso y lo que te pido en esta novena poniendo por intercesores a tus gloriosos siervos San Andrés y San Antonio. Amen

DIA SÉPTIMO

¡Oh Virgen purísima, Silla de la Sabiduría ! Tu que eres la Reina del coro de los Tronos, eres también la Madre del Verbo Eterno. Yo te alabo y te bendigo, y al oír de tus divinos labios que tu eres la madre de la Santa Esperanza , te suplico que ruegues por mi a tu divino Hijo, a fin de que no desconfié jamás de tus misericordias, y apoyado en el valor infinito de los méritos de Jesucristo, alcance el trono de gloria preparado para los que le aman.

Tu, poderosa Señora, que nos has dado tu bendita Imagen de Chiquinquirá, concédenos por la intercesión de San Andrés y San Antonio, tus siervos fieles lo que te acabo de suplicar, y lo que particularmente te pido en esta novena, si me conviene. Amen

DIA OCTAVO

Oh esclarecida Reina de los Querubines, tu por tu firme, constante y fervorosa fe merecisteis ser colocada mas cerca del Divino Sol que a rodos ilumina. Yo te ruego me concedas una muerte justa, par ir a gozar de las inefables delicias que tus gozas en el Paraíso celestial en compañía de los abrasados Querubines y de toda la augustísima Corte del Cielo. Te ruego, Señora mía, te dignes desterrar de nosotros los aires malignos que nos apestan, y danos abundantemente los frutos d la tierra; si el verano secare nuestros campos, envíanos aguas tempranas; si estas ahogaren los granos, haz que se suspendan por el tiempo necesario para la germinación de nuevas plantas, y danos finalmente, amorosísima Madre de Chiquinquirá lo que solicitamos en esta novena pues te lo pedimos confiados del valimiento que para Ti, tienen tus fieles siervos de San Andrés y San Antonio. Amen

DIA NOVENO

¡Oh, Reina Soberana de los encendidos Serafines! ¡Cuánto me regocijo al verte elevada sobre todos ellos y ardiendo con mayor pureza e intensidad, y con mas vehemencia abrasándose en el divino fuego! Mira esta egoísta sociedad moderna que muere por falta de amor y que parece tiene su vida alimentada por el odio que la despedaza: mira la familia, casi destruida por el frío glacial que reina entre sus miembros: mírame sobre todo a mi , y ve Señora cuan duro es el hielo que cubre mi tibio corazón, derrítelo, Señora en el amor divino, despertadle del profundo letargo en que está desde hace tanto tiempo ,y así como por amor tus siervos fieles renovaste tu Imagen del Rosario de Chiquinquirá, renueva las fibras de mi endurecido corazón; y vuélvela como blanca cera. ¡Oh piélago de amor divino! Ruega por nosotros, infunde en nuestros pechos una centella del fuego en que nos abrasas. Eres protectora de la fe: convierte a tus siervos descarriados, y haz que la sociedad zuliana no pierde nunca la fe católica; mira que en este pueblo renovaste milagrosamente tu sagrada Imagen del Rosario de Chiquinquirá, y en el recibes fervoroso culto. Te lo pedimos, poniendo por intercesores a tus siervos San Andrés y San Antonio. Amen

GOZOS A HONRA A NUESTRA SEÑORA DE CHIQUINQUIRÁ

Coro

Pues eres de los pescadores
el consuelo y la alegría
¡oh madre, clemente y pía
escucha nuestros clamores!

Estrofas

Si en tu imagen hermosa
de Chiquinquirá encontramos
todo el bien que deseamos
en esta vida penosa,
si en todo tiempo, graciosa,
dispensas tus favores
con franca soberanía.

Oh Madre, clemente y pía.

Fénix de amor, renovada
para remediar al hombre
ostentas este renombre
en tu Imagen sagrada;
con tal m timbre coronada,
se aumentan mas los ardores
de tu amor cada día.

Oh Madre, clemente y pía.

Como aquella nubecilla
que Elías vio en el Carmelo
así por nuestros consuelos
obrastes la maravilla;
de una oscura Imagencilla
salieron magnos primores,
que son asombro del día.

Oh Madre, clemente y pía.

¡Que copiosa y que incesante
es la lluvia soberana
de milagros, con que ufana
nos beneficias amante.
No se da ningún instante
sin que derrames favores
con general bizarría!

Oh Madre, clemente y pía.

Todo el que implora confiado
con sincera devoción
tu amparo y protección
sale siempre consolado;
infinitos han mudados
en delicias los dolores.
Porque buscaron tu guía.

Oh Madre, clemente y pía.

No hay enfermedad penosa,
no hay trabajo ni desgracias
que Tu con tanta eficacia
no remedies generosa;
si es que con fe fervorosa
quien busca tus amores
de los vicios se desvía.

Oh Madre, clemente y pía.

Maracaibo siempre fino,
así lo confiesa ufano,
porque jamás clamo en vano
a tu auxilio divino,
con modo el mas peregrino,
en sus congojas mayores
le haz dado la alegría.

Oh Madre, clemente y pía.

Casa común del consuelo
es vuestro templo sagrado,
pues en el haz franqueado
tu maternal desvelo.
Por eso con tanto anhelo,
sin recelos ni temores,
te clamamos noche y día.

Oh Madre, clemente y pía.

Pueblo de Chiquinquirá,
tierra mil veces dichosa!
¡que riqueza tan preciosa
Dios en tu campo nos da!
¡Oh, que celestial maná
de tan distintos sabores
vierte en su imagen María.

Oh Madre, clemente y pía.

Pues eres de los pecadores
el consuelo y la alegría,
oh Madre clemente y pía,
escucha nuestros clamores.

Bendita sea tu pureza,
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan preciosa belleza;
a ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón;
mírame con compasión,
no me deje, madre mía. Amen
 
 

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