Un Exorcista Explica cómo Derrotar al Demonio siendo Contestatarios a la Cultura Moderna. El Maligno está Infiltrado Fuertemente en el Corazón de Nuestra Cultura dice Sante Babolín.
En Avvenire se publicó una interesante entrevista con Don Sante Babolin, exorcista en Padua y autor de un libro recién publicado: El exorcismo. Ministerio de consolación. La entrevista a Babolin es de interés sobre todo porque el sacerdote trata el tema del mal y del maligno evitando explicaciones sensacionalistas, como vemos a menudo tanto en la prensa laica como en la católica, aprovechando el tema para llevar a más curiosidad que a la comprensión. 

 

don sante babolin

 

La tesis de Babolín es:

«Nunca he dudado de la existencia del diablo y sus influencias en los seres humanos, pero cuando hago de exorcista realmente entiendo lo que significa. El diablo es capaz de destruir las culturas, destruir a los pueblos. Envidia al hombre, sobre todo envidia la capacidad de amar, y por eso hay muchas personas que sufren de envidia».

Y propone evitar las explicaciones sensacionalistas, porque el mal se combate con un «necesario discernimiento». La confusión es la esclavitud del instinto, sin el amor y el perdón.

¿CÓMO VENCER AL DIABLO?: LA RAZÓN, LA LIBERTAD Y LA DIGNIDAD

La presencia del diablo es tratada con mucha cautela por Babolin, y – más importante – profundidad de juicio. Babolin, no sólo tiene detrás treinta años de experiencia en la enseñanza en la Gregoriana, sino también un conocimiento directo de la «materia», habiendo seguido en los últimos siete años a más de 1.300 personas con con problemas más o menos graves.

Babolín plantea tres puntos para abordar el discernimiento como exorcista:

Punto número uno: el uso adecuado de la razón. De hecho la «santidad de la razón», como Babolin cita al filósofo Maurice Blondel, «es el factor decisivo», dice en la entrevista.

«Cuando yo era profesor, mi objetivo era unir la cátedra (la razón) con el altar (la oración), y he considerado la enseñanza como un ministerio. Ahora que estoy anclado al altar sé que debería seguir utilizando la razón, que es el único instrumento que un hombre tiene para ejercer su discernimiento«.

El discernimiento contrasta con la cultura moderna porque es

«un grave riesgo permanecer siempre en la superficie. Si apreciamos las sensaciones, si hacemos colección de bellas experiencias, pero no hay razonamiento, se minimiza el tiempo del discernimiento. Y esto es un desastre».

Punto número dos: la libertad. Babolin la conecta estrechamente con la cuestión de la razón. Vivir en un mundo que hace de la espontaneidad la modalidad de acercamiento a todas las cosas, hace que,

«la libertad se desvanezca, porque la raíz de la libertad está en la razón. La libertad es la razón de la razón, como afirma Blondel, influenciado por San Bernardo, que ve en la libertad humana la imagen de Dios. Quien disminuye la razón va a disminuir la libertad,  significa ser irresponsable de la realidad en la que vivimos merced a lo inmediato, el ‘yo siento’» 

Este es el gran engaño que se ha convertido el eje alrededor del cual gira el nuevo concepto de la educación.

«Los jóvenes, pero cada vez más los adultos también – nota Babolin – dicen: ‘si lo siento lo hago’. Pero no es en el ‘yo siento’ en que se basa la ley, la sociedad civil libre. Si hay un compromiso no tengo que esperar ‘sentir’. No es mi dignidad como ser humano».

Punto número tres: la dignidad. Dice el exorcista:

«Todo está conectado: la razón, la libertad y la dignidad. Mi dignidad como ser humano se ejerzce en el uso de la razón, en el discernimiento, en la conciencia de lo que soy: una perfecta combinación de materia y espíritu».

DÓNDE ESTÁ EL DIABLO Y QUE ARMAS UTILIZA

En la confusión está el maligno, dice el exorcista.

«Es típico del diablo mantenernos lejos de la plenitud de nuestra identidad como seres humanos. Su arma es la confusión más sutil, por lo que ya no sabemos donde está la derecha como la izquierda, al igual que la gente de Nínive, a la que se envió a Jonás. Aprendí que cuando hay confusión, siempre es el maligno que opera».

Y el arma que utiliza es la seducción.

«La atracción por lo inmediato, por lo fácil que se encuentra, por la rapidez y sin esfuerzo», son las falsas promesas del maligno.

«Pero no podemos ser libres si estamos dominados por los sentidos y el instinto», dice Babolin.

En otras palabras, el diablo se aprovecha de nuestros actos sin pensar, sin alinear a nuestra razón.

«El instinto es lo que tenemos en común con los animales. Pero el ser humano está llamado a manejar las cosas de acuerdo a la razón. No es esclavo del instinto. Es libre de dar cada día una respuesta al amor de Dios que se derrama sobre él… La verdadera libertad se realiza por amor. Usted es libre para amar, no se es libre para ser libre«.

EL AMOR, EL PERDÓN Y LA SANTIDAD

He aquí, el amor. Aquí Babolin da esta respuesta en la entrevista:

«Al maligno le molesta el amor humano. En un exorcismo, el demonio me dijo con enojo: ‘No soporto que se amen’. Se refería a una pareja casada. Esto me hizo reflexionar mucho sobre el papel fundamental del matrimonio. Hay dos armas en nuestro poder, contra el diablo: la oración, es decir, la relación de amor con Dios Padre y el amor al prójimo. El matrimonio es el sacramento del amor. Es por eso que el diablo quiere destruirlo. Y muchos de los problemas se solucionan mediante un acto de perdón, que pone knock out al diablo». 

El amor es el amor por la verdad:

«Es el amor por la verdad y junto a Cristo, el único exorcista; porque el único exorcismo es la Cruz, que sin duda ha vencido al maligno».

«Y, como hemos dicho, donde no hay libre uso de la razón no puede haber amor y el diablo tiene el campo abierto«.

Fuentes: Avvenire, Signos de estos Tiempos

 

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