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Como poner de nuevo en marcha la creación.

Con la crisis de salud se materializó, a la vista de todos, el mayor ataque del maligno en estos 2000 años, que habían profetizado las apariciones del último siglo. 

Pero que la mayoría de los católicos desestimó el peligro y muchos otros ni siquiera oyeron hablar de tal peligro, porque quienes debían haber informado no lo hicieron.  

Abrimos de par en par las puertas para que el maligno tomara el poder en cada área e institución del mundo.

Y sucedió lo obvio. 

El maligno y sus secuaces se encontraron con un poder absoluto y total en la tierra, y entonces no hicieron más que poner en aplicación los planes que tenían, para reiniciar la vida en el planeta según sus intereses.

Y ahora muchos levantan la voz al cielo pidiendo a Dios que termine con esto.

Aquí hablaremos sobre por qué Dios permitió que sucediera y que es lo que está en nuestras manos para salir de esto.

Ahora Dios ha permitido la detención del mundo con esta crisis de salud.

Porque a quienes creen que Dios existe, que es omnipotente y que nada escapa a su control, no se les escapa que podría no haber permitido este ataque.

O podría haberlo liquidado con un chasquido de sus dedos desde hace tiempo, pero no lo hizo.

Él seguramente puede reprender esta plaga con solo una palabra, como reprendió a los fuertes vientos cuando navegaba con Sus discípulos en el mar de Galilea y los discípulos se asustaron.

Pero Dios dejó pasar este ataque del maligno.

¿Por qué?

¿No será como en los días en que los egipcios tenían sojuzgado al pueblo israelita y muchos del pueblo se habían acostumbrado a ser esclavos y a abdicar de su fe, y hubo plagas que duraron mucho tiempo? 

Como cuenta el Antiguo Testamento.

Eso fue según las escrituras para hacerles renunciar a sus dioses falsos y recordarles que solo Él era su Dios.

No sólo al pueblo israelita sino también a sus opresores los egipcios, e incluso a aquellos que no participaban en este juego de poder. 

Y en este tiempo Dios también nos ha quitado a nosotros los dioses falsos que adoramos.

Especialmente importante para los alejados de Dios y los pecadores.

Hemos presenciado el cierre de los locales de entretenimiento, estadios, centros comerciales etc. 

Quizás este evento Dios lo haya utilizado para que repensemos nuestra vida con la intención le volvamos a descubrir y volvamos a Él.

Porque es sabido que Dios siempre saca algo bueno de cada cosa mala que deja pasar.

Como dice el refrán, escribe derecho en renglones torcidos.

Algunos dirán, eso es cierto, pero también esta crisis nos quitó la misa y la eucaristía.

Eso fue un gran dolor para nosotros.

Pero reflexiona lo siguiente, la misa nunca dejó de hacerse en el mundo. 

En cada parroquia el sacerdote ofrecía el santo sacrificio y lo podíamos ver por internet.

Si queríamos podíamos adorar a Dios viendo por internet o entablar una conversación con Él, en el silencio de nuestro corazón, orando.

Claro que no es lo mismo poder ir a la misa presencialmente o no.

Porque no pudimos comulgar por meses.

Pero reflexiona también esto ¿cuánta gente volvió luego que se reabrieron las misas?

Los sacerdotes en todo el mundo se quejan de que estamos muy lejos de la concurrencia anterior.

Y los obispados están preocupados por eso.

¿No habrá habido una limpieza también aquí?

Y por otro lado, ha sucedido que esta interrupción hizo que los verdaderos fieles le dieran más valor a la eucaristía.

Porque siempre nos percatamos más del valor de algo cuando ya no tenemos ese algo.

Y además los comentarios en este canal nos muestran que esta detención del mundo ha llevado a más gente a reencontrarse con la fe, con la oración.

Y muchos han llegado a canales como los Foros de la Virgen María tratando de encontrar explicaciones y de conocer más sobre la fe.

Y un dato no menor que corrobora todo esto es que el cierre del mundo se generalizó en la cuaresma de 2020.

Y con Dios no hay coincidencias.

Dios permitió que no celebráramos semana santa en las iglesias.

¿Por qué fue esto?

Por el mismo motivo que Dios frenó muchas de nuestras funciones materialistas. 

Quiere que reflexionemos sobre Su Presencia dentro de cada uno de nosotros, que es lo más importante en nuestras vidas.

Dios ha querido que este aislamiento nos separe de las distracciones del mundo y permitirnos descubrir nuestro interior y las cosas que realmente importan.

Durante décadas nos había estado advirtiendo a través de los mensajes a los videntes que las fuerzas de la oscuridad estaban aumentando, y cubriendo a muchas naciones con su niebla.

No podemos decir que no se nos dieron señales de que el maligno estaba preparando un ataque feroz.

En cada una de las decenas de apariciones del último siglo hay mensajes sobre esto.

En los últimos años arreciaron las advertencias.

Y en ese momento no había censura en las redes.

Lo que pasa es que no les prestamos atención, con la excusa de que vaya a saber si son ciertas las apariciones, que no es necesario creer en revelaciones privadas para ser católico, los muertos no se aparecen, etc.

Pero lo que no se puede eludir es que todas las apariciones decían lo mismo ¿que? ¿Era un complot del maligno para que tuviéramos miedo y desinformarnos?

Es sano dudar de los mensajes de las apariciones, de todas, y probarlos, discernirlos. 

Pero cuando los mensajes son tan generalizados es de sentido común pensar que algo de verdad hay. 

Todas las apariciones durante décadas no hacen más que un llamado al arrepentimiento y a la conversión, a volver a Dios.

Dicen que son los últimos llamados.

Pero la mayoría del mundo hace oídos sordos.

Y entonces el maligno se deslizó sobre nosotros como una serpiente por el silencio nuestro, porque teníamos las puertas abiertas de par en par para permitirle la entrada. 

Dios no quería que sucediera este mal. 

Pero fuimos nosotros los que elegimos que esto pasara con nuestro libre albedrío.

Y ahora nos mostramos sorprendidos diciendo que nadie esperaba que esta ola cubriera todo el mundo con tanta rapidez y se extendiera por todas las naciones.

Y seguimos sin comprender todavía que nosotros le abrimos la puerta y se la seguimos dejando abierta para que su ataque se profundice cada vez más, todos saben a lo que nos referimos.

Esta crisis destruyó nuestra salud y la destruirá mucho más aún si no reaccionamos.

También destruyó la economía, y lo veremos más agudamente en los próximos años. 

La crisis económica es otra gran señal para la humanidad. 

Porque con ella se destroza a Mammon, el demonio que algunos llaman dios del dinero.

Y ante quien el mundo se ha postrado y adorado, trayendo egoísmo, guerras y maldad en los corazones del hombre, en lugar del amor de Dios. 

Dios nos está pidiendo que dejemos de vivir como solíamos vivir. 

Está aprovechando para ajustar la balanza, diciéndonos que nuestra salud, nuestra familia y el amor al prójimo cuentan más que acumular tesoros terrenales. 

¿Y cómo podemos salir de todo esto?

Lo que importa es que admitamos que hacemos cosas que a nuestro creador no le gustan y que nos arrepintamos de verdad.

En segundo lugar, no debemos tener miedo. 

Si estamos cerca de nuestra Santísima Madre y de Jesús, no tenemos nada que temer.

En tercer lugar, que demos testimonio para contagiar de ánimo a los demás.

Recordemos que Nuestro Señor bajó a la tierra a buscar a las ovejas perdidas, vino por los pecadores.

Debemos orar por las personas que no quieren escuchar.

Y por quienes son el brazo ejecutor del maligno trayendo cada vez más oscuridad.

Pide al Padre que perdone y derrame su espíritu para que se conviertan las almas obstinadas que se niegan a oír y ver.

El Padre es todo Misericordia y mirará a todos sus hijos.

Recuerda que somos el incienso de Dios cuando oramos por la conversión y salvación de nuestros hermanos.

Y cuanto más recemos, más poderosas se vuelven nuestras oraciones.

El tiempo apremia y muchos aún no se dan cuenta, están profundamente dormidos, hipnotizados por las promesas del maligno.

Ora para que venga pronto el Gran Aviso que Dios dará a la humanidad.

Porque será una de las últimas oportunidades para detener la oscuridad sin mayores costos.

De lo contrario la tierra se convertirá en un lugar despoblado e inhóspito, con una masa de esclavos dirigidos por un pequeño grupo, que lo único que le importa es el poder y tener toda clase de placeres materiales.

Y ahí, el bisturí que deba meter Dios para extraer el cáncer, deberá cortar mucho más profundo. 

Bueno hasta aquí lo que queríamos decirte sobre la detención del mundo que Dios permitió, porqué lo hizo y qué está en nuestras manos para cambiar el rumbo que han tomado las cosas.

Y me gustaría preguntarte por qué crees que la mayoría de la gente no atendió las señales que el cielo nos dio, sobre el mayor ataque del maligno que estamos sufriendo.

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