La Iglesia Católica sostiene que los domingos no se puede faltar a misa, es el día semanal de precepto.

Sin embargo Yahvé pidió a los israelitas que descansaran y adorarán el día sábado.

Porque fue el día en que Él terminó la creación y luego descansó.

Y aún así, la Iglesia sostiene que el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento deben verse como una unidad.

Y también sostiene que no hay contradicción entre ellos y que los dos son infalibles.

Por otro lado, la mayoría de los otros cristianos tampoco observa el sábado como día de descanso, sino el domingo.

¿Esto es porque el día de descanso en todo el mundo es el domingo? No es así. Sino al revés.

Fueron los propios cristianos que introdujeron este cambio en el Imperio Romano, que lo legisla y luego fue adoptado en todo el mundo.

De modo que la primacía mundial del domingo como día de descanso tiene una razón teológica sostenida por el cristianismo.

Se puede decir que el cristianismo creó el domingo tal como lo conocemos.

¿Cómo es que sucedió esto?

¿En qué se fundamenta que los cristianos hayan cambiado el día de adoración para el domingo?

¿Eso significa que dejen de santificar el sábado?

Trataremos de contestar estas preguntas en este artículo.

 

ALGUNOS EN SÁBADO Y LA MAYORÍA EN DOMINGO

La mayoría de las denominaciones cristianas guardan el domingo como día de adoración y día de descanso.

De la misma forma que lo hacían los judíos con el sábado, y lo siguen haciendo.

Pero Adventistas del Séptimo Día, Bautistas del Séptimo Día, y algunos otros, siguen guardando el sábado.

Afirmando que eso del domingo no es bíblico.

Y que en algún momento la Iglesia Católica lideró el cambio del sábado por el domingo en forma espuria.

Dicen que eso viola el tercer mandamiento, que originalmente decía que había que descansar y santificar el sábado.

Esta polémica la documenta el Catecismo de la Iglesia Católica en estos numerales, refiriéndose a pasajes del Antiguo Testamento,

 2169 La Escritura hace a este propósito memoria de la creación: “Pues en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo el Señor el día del sábado y lo hizo sagrado” (Ex 20, 11).

2170 La Escritura ve también en el día del Señor un memorial de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto:

Acuérdate de que fuiste esclavo en el país de Egipto y de que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso el Señor tu Dios te ha mandado guardar el día del sábado” (Dt 5, 15).

2171 Dios confió a Israel el sábado para que lo guardara como signo de la alianza inquebrantable (cf Ex 31, 16).

El sábado es para el Señor, santamente reservado a la alabanza de Dios, de su obra de creación y de sus acciones salvíficas en favor de Israel”.

Pero también se refiere al Nuevo Testamento dónde aparece el señorío de Jesucristo sobre todas las cosas,

«El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es Señor del sábado» (Mc 2, 27-28).

En esto veremos que se fundamenta el cambio que realizaron los cristianos del descanso y adoración del sábado por el domingo.

 

¿QUE HACÍAN LOS PRIMEROS CRISTIANOS?

En los Hechos de los Apóstoles hay muchas referencias a que la iglesia primitiva oraba y estudiaba los días sábados.

En hechos 13: 13-14, Pablo y sus compañeros dice que fueron a la sinagoga a los servicios. Al igual que en Hechos 16: 13 y Hechos 17: 2.

Sin embargo también en la iglesia primitiva comenzaron a reunirse los domingos evocando la resurrección de Jesucristo, que sucedió el primer día de la semana.

Por ejemplo en hechos 20: 7 se dice que el primer día de la semana se juntaron los cristianos para partir el pan y Pablo le habló a la gente.

En cambio el Nuevo Testamento nunca menciona reunión alguna el sábado para adorar a Jesucristo y realizar la Eucaristía partiendo el pan.

De la misma forma, Pablo llama a los Corintios en 1 Corintios 16: 2 a reservar una suma de dinero el primer día de cada semana, como forma de aportar limosna a la iglesia naciente.

Importantes documentos de la iglesia en los primeros siglos ya muestran la decisión de tomar el domingo como día de adoración.

«Pero cada día del Señor… júntense y partan el pan, y den gracias después de haber confesado sus transgresiones, para que su sacrificio sea puro.

Pero que nadie que esté en desacuerdo con él se reúna con ustedes, hasta que sean sanados, reconciliados, para que Su sacrificio no sea profanado» (Didache 14 [70 dC]).

«Los apóstoles designaron: El primer día de la semana, que haya servicio, y la lectura de las Sagradas Escrituras, y la ofrenda [sacrificio de la Misa].

Porque el primer día de la semana [es decir, el domingo] nuestro Señor se levantó del lugar de los muertos, y en el primer día de la semana se levantó sobre el mundo, y en el primer día de la semana ascendió al cielo, y en el primer día de la semana aparecerá por fin con los ángeles del cielo»(Didascalia 2 [225 dC]).

«Los cristianos… deben reverenciar especialmente el día del Señor y, si es posible, no trabajar en él, porque son cristianos» (Concilio de Laodicea, Canon 29 [360 dC]).

Hay muchos testimonios de historiadores y padres de la iglesia que describen la adopción del domingo como el día Santo que hay que guardar para los cristianos.

El fundamento central de la elección del domingo es que Cristo resucitó de entre los muertos el domingo y el Espíritu Santo descendió también un domingo.

Pero hay otras consideraciones teológicas que veremos más adelante.

Esto luego desembocó en una decisión imperial.

El 7 de marzo del 321 el emperador Constantino decretó que el domingo fuera el principal día de la semana en reemplazo del sábado.

Esto fue válido para todo el Imperio, y entonces se extendió la costumbre de descansar el domingo.

De modo que algo que comenzó en la interna de los primeros cristianos y se fue consolidando en los concilios, luego fue adoptado burocráticamente para todo el Imperio Romano.

Y así llegamos a la situación de hoy en que el domingo es el día de descanso y también de cultos religiosos en todo el mundo.

Para comprender correctamente y en toda su amplitud las razones que llevaron a los cristianos a adorar el domingo, debemos remontarnos a las razones que llevaron a los judíos a adorar el día sábado.

 

POR QUÉ LOS ISRAELITAS ADORABAN EN SÁBADO

Desde el Génesis el creador estableció la ordenanza de que sus criaturas descansaran el mismo día que Él descansó cuando terminó la creación, esto lo podemos ver en el capítulo 2 del Génesis.

Esto significaba apartar el séptimo día como un día Santo.

Los israelitas siempre fueron consecuentes con el Día de Reposo con leyes estrictas, que obligaban al descanso para todos en la casa, Incluyendo los sirvientes, los extranjeros y los animales.

«Recuerda el día de reposo, para santificarlo.

Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo; pero el séptimo día es sábado para el Señor tu Dios.

En él no harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu sirviente, ni tu criada, ni tu ganado, ni los extranjeros que estén dentro de tus puertas.

Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que está en ellos, y descansó el séptimo día; por eso el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó» (Éxodo 20: 8-11).

Pero a estos se agrega otro hecho significativo en la historia del pueblo de Israel.

Porque fue un sábado cuando Dios sacó a los israelitas de Egipto a través del Mar Rojo.

Evento que los judíos interpretaron como una señal de santificación y de cumplimiento de la promesa hacia el pueblo por parte de Dios, esto puede verse en Éxodo 31 13.

«Recordarás que fuiste siervo en la tierra de Egipto, y que el Señor tu Dios te sacó de allí con mano poderosa y brazo extendido.

Por eso el Señor tu Dios te ordenó que guardases el día de reposo» (Deuteronomio 5: 12-15)

De modo que el sábado significaba la consumación de toda la creación y la redención de su pueblo.

Lo que luego sería reforzado al celebrar el día sábado el día del perdón, que puede verse en Levítico 16.

Así los israelitas debían conmemorar cada semana los dos grandes eventos de la creación y la liberación de Egipto.

Pero agregado a esto hay otra cosa que lo vincula con el cristianismo.

Los profetas esperaban la salvación por parte de un Mesías y describían el hecho como una nueva creación.

Esto lo podemos ver en Isaías 65: 17 y en Oseas 2: 14-15.

Entonces podemos advertir que la fiesta del sábado apuntaba a un evento más grande que estaba por llegar.

Y que podríamos considerar una nueva creación y un nuevo éxodo.

Que fue generado por la salvación ganada por Jesús para toda la raza humana, pero que los judíos no aceptaron.

De hecho cuando adoramos los domingos, celebramos el comienzo de la nueva creación con una Tierra Nueva y un Cielo Nuevo, que comenzó con Jesús y se cristalizará definitivamente luego de Su segunda venida.

Según el Apocalipsis 21: 1, el Cielo y la Tierra Nueva terminará la oscuridad al final de la historia.

Y San Pablo nos dice en Tesalonicenses  4 que ahí todos los que han vivido alguna vez recuperarán su cuerpo.

Pero también es un nuevo Éxodo, porque significa el cumplimiento de Dios del Nuevo Pacto, así como los judíos habían visto en la huida de Egipto el cumplimiento del Antiguo Pacto por parte de Yahvé.

Visto así entonces, la celebración del domingo es la culminación del proceso iniciado con la celebración del sábado, y que podemos decir estaba prefigurado en él.

Y no podemos considerar como una casualidad que el día de la semana en que Dios comenzó su trabajo de creación y mostró signos del cumplimiento de su pacto a los hombres, haya sido el día en que su hijo resucitó entre los muertos, y el día en que derramó sobre la Tierra el Espíritu Santo.

No hay casualidades.

Podemos decir incluso que el primer día en que Dios hizo la luz, separándola de las tinieblas, también separará el bien del pecado, cuando Su Hijo vuelva por segunda vez.

En este análisis que hicimos podemos ver que en realidad el domingo no debe ser tomado por los cristianos como un día de descanso absoluto, sino como un día de un ferviente llamado a la adoración.

Que implica agradecer a Dios por la creación original, por la nueva creación que se inició con la redención de la llegada de Su Hijo a la Tierra, y por el cumplimiento de sus promesas.

¿Entonces esto significa que los cristianos sustituyeron el domingo por el día de descanso y de adoración?

En parte sí y en parte no.

El día sábado sigue siendo también para los cristianos un día de adoración y descanso, aunque no tan importante como el domingo.

Y lo siguen conservando así porque es el antecedente de la consumación de la creación y de la promesa de Dios.

Por tanto no debemos oponernos al sábado como día santificado de fiesta cristiana, sino que debemos actuar con el criterio de sumatoria.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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