Se discutirá en el Sínodo, pero los alemanes los aprobarían.

 

Las especulaciones sobre un cambio en la práctica de la iglesia sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar ha crecido desde que el Papa Francisco dijo a los periodistas, en el avión de vuelta de la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro, que un Sínodo de Obispos en octubre 2014 exploraría una «pastoral más profunda del matrimonio», incluyendo la elegibilidad de los divorciados católicos para recibir la Comunión.

 

 

Mientras tanto, algunas diócesis de Alemania se preparan para decidir dar la comunión a los divorciados vueltos a casar, con el argumento de que “el Papa ya ha señalado claramente que ciertas cosas pueden ser decididas a nivel local”.

Después de las palabras de Francisco en la “Evangelii gaudium”, el arzobispo Baldisseri, secretario general del Sínodo, confirma que el tema sigue abierto:

“Hablaremos al respecto sin tabúes. La experiencia ortodoxa puede ayudar”

“El de los sacramentos a los divorciados que se han vuelto a casar es un tema que debe afrontarse con un nuevo enfoque”, dijo el arzobispo Lorenzo Baldisseri, que es el prelado que fue nombrado secretario general del Sínodo de los Obispos

Francisco, en la “Evangelii gaudium” no cita explícitamente el tema de los sacramentos a los divorciados que se han vuelto a casar. Pero escribe que la eucaristía

“no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”.

LO QUE OPINA ARZOBISPO LORENZO BALDISSERI

¿Cómo hay que interpretar estas palabras?

Hay que subrayar también la frase siguiente:

“Estas convicciones también tienen consecuencias pastorales que estamos llamados a considerar con prudencia y audacia”.

El Papa relaciona estos dos elementos. Significa que quiere que estos problemas se estudien con prudencia y, por ende, con atención a la doctrina. Pero también con audacia, que para mí, equivale a “sin miedo”, tomando en consideración las situaciones concretas de las personas.

Entonces, ¿cambiarán las cosas?

El magisterio no está enyesado; es la doctrina acompañando al pueblo. Hay una constante profundización y hay aplicaciones para casos diferentes. La Iglesia debe saber encontrar la aplicación de la doctrina en el caso concreto de las personas. Este enfoque no debe hacer suponer inmediatamente conclusiones generales, normas para todos. Debemos partir de los casos concretos. Y desde allí se puede incluso desarrollar una nueva manera para poder considerar la doctrina. En el fondo, ni siquiera con las declaraciones de nulidad matrimonial intervenimos caso por caso. La pastoral es esto, no es un esquema.

¿Es correcto deducir que el tema de los sacramentos a los divorciados que se han vuelto a casar permanece abierto?

Si fue incluido en la lista del Cuestionario, quiere decir que se pretende afrontarlo. La apertura, y se quiere hablar al respecto sin tabúes, de lo contrario no habría sido citado. Esto me parece evidente.

En la entrevista durante el vuelo de regreso de Río, Bergoglio, al respecto, recordó –sin tomar ninguna posición– la vía ortodoxa, que prevé en ciertos casos la bendición de una segunda unión…

La experiencia de la Iglesia ortodoxa puede sernos de ayuda, no solo en cuanto a la sinodalidad y la colegialidad, sino también en el caso del que estamos hablando, para iluminar el camino. Pero ahora no es el momento de discutir cuál es la mejor solución, son temas que serán afrontados en el Sínodo. Estamos empezando a hablar de ello, de una forma nueva con respecto al pasado, pidiendo información y reflexiones a la base, a las diócesis y a las parroquias, y esto nos ayudará mucho, además de la experiencia de otras Iglesias, como las orientales. Como usted recordó, incluso el Papa se refirió a esa práctica ortodoxa.

¿El cuestionario que han enviado es un sondeo?

No, no lo es y hay que insistir en ello. No es un sondeo, tal y como se concibe hoy en día, y mucho menos un referéndum. Es la voluntad de conocer directamente cuál es la experiencia de las personas, no solo individual sino también de grupo, para reunir datos estadísticos, reflexiones, elaboraciones. Así, los obispos del Sínodo sabrán cuál es el pulso de la situación sin tener que recurrir a libros o estudios sociológicos. Nuestro cuestionario es mucho más que un estudio sociológico. Es una reflexión eclesial y espiritual. Y las preguntas son abiertas…

LOS OBISPOS ALEMANES SIGUEN PARA ADELANTE CON SU PLAN DE DAR LA COMUNIÓN A LOS DIVORCIADOS VUELTOS A CASAR

Funcionarios de la iglesia en Alemania defendieron los planes de la Conferencia Episcopal del país para permitir que algunos católicos divorciados vueltos a casar recibir la comunión, insistiendo en que tienen la aprobación del Papa.

«Ya tenemos nuestras propias directrices, y el Papa ya ha señalado claramente que ciertas cosas pueden ser decididas a nivel local», dijo Robert Eberle, vocero de la arquidiócesis de Friburgo.

«No somos la única arquidiócesis que busca soluciones útiles a este problema, y ??hemos tenido reacciones positivas de otras diócesis en Alemania y en el extranjero, que nos aseguran que ya practican lo que está escrito en nuestras directrices», dijo.

Los comentarios de Eberle siguieron a la revelación del obispo Gebhard Fürst de Rottenburg-Stuttgart, el 23 de noviembre, sobre que los obispos adoptarían propuestas sobre el restablecimiento de divorciados vueltos a casar y como miembros de pleno derecho de la iglesia durante su sesión plenaria de marzo.

En una entrevista el miércoles con Catholic News Service, Eberle dijo «muchos puntos» en la exhortación apostólica del Papa, Evangelii Gaudium sugirieron que la iglesia alemana se estaba «moviendo en el camino correcto» en su actitud hacia los católicos vueltos a casar.

Uwe Renz, portavoz de la diócesis de Rottenburg-Stuttgart, también defendió la postura de los obispos. Dijo que creía que los obispos estaban actuando

«en el espíritu de las enseñanzas del Papa.»

«Nuestro propio proceso de diálogo ha demostrado que este es un problema importante tanto para los laicos católicos y sacerdotes», dijo Renz.

«El Papa Francisco ha pedido a obispos ejercer un discernimiento pastoral prudente y realista sobre este tipo de problemas, y nuestros obispos quieren que los católicos divorciados vueltos a casar sean una parte integrante de la comunidad de la iglesia, con todos los derechos», dijo.

Por su parte, el Arzobispo Gerhard Müller, prefecto de la Congregación vaticana para la Doctrina de la Fe, reafirmó en octubre la enseñanza de la iglesia que prohíbe a los católicos divorciados vueltos a casar los sacramentos sin una anulación. Su anuncio se produjo después de que la arquidiócesis de Friburgo publicó las directrices para poner la sagrada Comunión a disposición de los feligreses divorciados vueltos a casar.

Sin embargo, el cardenal Reinhard Marx de Munich y Freising, uno de los ocho miembros del Consejo internacional de los Cardenales que asesoran al Papa sobre la reforma de la Curia Romana, criticó la postura. Él dijo Müller no puede «poner fin a la discusión»

Varios líderes de las iglesias alemanas que ya recibieron las directrices de Friburgo, entre ellos el cardenal Rainer Woelki de Berlín. Le dijo a KNA, la agencia alemana de noticias católica, el 9 de octubre que los católicos que se divorciaron y se volvieron a casar son «bienvenidos en nuestras parroquias» y «nos pertenecen».

Fuentes: Vatican Insider, Catholic News Service, Signos de estos Tiempos

 

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