La protección a los fieles y a su fe.
Dios no abandona a Su pueblo cuando es perseguido porque Él es fiel.
Y esto lo debemos tener claro cuando comienzan a venir sobre nosotros los nubarrones de la discriminación, el hostigamiento y la cacería, de los cristianos que permanecen fieles en su fe.
Dios opera para que los fieles conserven su fe, ante el miedo y el peligro.
Trata de ablandar el corazón de los incrédulos y de los perseguidores.
Y oculta a Su pueblo perseguido de la vista de los perseguidores.
Aquí mostraremos los prodigios que Dios hace en momentos de persecución.
Cuando llega un tiempo de dolor, miseria y angustia ocasionado por la persecución contra el cristianismo, Dios está ahí, aunque no pueda intervenir en la libertad del hombre.
Muchas veces tiene que soportar estos crímenes, al igual que nosotros.
Pero no se queda viendo como sufrimos, siempre se las ingenia para mandar una guía, un auxilio.
Cuando el pueblo israelita sufría en Egipto, Dios manda a Moisés para que lo libere.
Salvó al pueblo de la persecución cuando abrió el mar rojo para que pasara y lo cerró ahogando a sus perseguidores.
Le puso una columna de fuego que les protegiera e iluminara, y caminaba con ellos.
Les dio el maná y las codornices para que se alimentaran en el desierto.
Hay muchas historias como estás contadas en la Biblia, y ahí se dice que es sólo una ínfima parte de lo que sucedió.
Cuando la Virgen y San José estaban en Belén, un ángel se le aparece a San José para decirle que deben huir a Egipto, porque Herodes pretende matar al Niño.
San José despierta a la Virgen, preparan el burrito, y la Virgen envuelve al Niño en una sábana.
Es de noche y hace frío.
Mientras van de camino oyen el ruido de caballos, los soldados se han dado cuenta que van huyendo y que llevan un niño.
Los persiguen.
Intentan que el burro camine más rápido ante la angustia de que vayan a matar al Niño.
Sin embargo los alcanzan.
A la Virgen sólo le da tiempo de tapar al Niño para que no sea visto.
Pero la brutalidad de los soldados hace que descubran lo que María lleva oculto.
Pero al destapar lo que lleva en brazos, los soldados se topan con que no hay un niño, sino un racimo de flores que huelen exquisitamente bien.
Los dejan ir aunque les parece raro que vayan de noche.
Y ya saliendo de la ciudad, al pasar por unos árboles, el Niño Jesús hace un suspiro, de esos que hacen los bebés cuando están medio dormidos.
Los soldados se dan cuenta que allí hay un bebe y los empiezan a seguir de nuevo.
¡Ahora sí que van a matar a Jesús!
Y antes que los lograran alcanzar, un árbol se abre de par en par.
Entonces entran allí San José, la Virgen con el Niño y el burrito, e inmediatamente el árbol se cierra.
De esa manera el árbol los escondió de la persecución de Herodes.
Y dentro del árbol, María y José se preguntaron qué era ese olor tan rico.
Y el Niño Jesús le puso canela por nombre.
Ese fue el regalo por haberlos salvado de la persecución.
Algunos podrían decir que este relato no está en los textos evangélicos y que es sólo una historia piadosa.
Pero resume perfectamente la vida de Cristo, que fue perseguido, y que realizó una enorme cantidad de milagros para Su pueblo.
Incluso en el momento de su muerte realizó milagros que fueron tan sorprendentes que hizo que los soldados y la gente se fueran de la escena por el miedo a lo que habían hecho.
La tierra se cubrió de tinieblas y tembló, las tumbas se abrieron y salieron los muertos, y se rasgó el velo del templo; Mateo 27.
Y también durante los regímenes totalitarios, cuando se han desencadenado grandes persecuciones, sucedieron estos milagros y protecciones.
Por ejemplo, tomemos lo que sucedió durante el comunismo soviético detrás de la cortina de hierro.
Donde se perseguía a los cristianos de maneras tan atroces, que Dios tenía que intervenir.
Se las arregla para conmover los corazones y las conciencias y para proteger la fe y al pueblo.
Y esto es importante tenerlo claro, porque hoy tenemos la amenaza de un gobierno mundial totalitario, que reinará antes del triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Es y será una época donde estarán tan ciegos en lo sobrenatural, que será eliminado todo lo que se asemeje a ello.
Por ejemplo hubo durante el período soviético una enorme densidad de apariciones marianas, todas sofocadas.
Algunas sobrevivieron, como las de Medjugorje.
Y hay varios relatos de éstos niños en la década de 1980 sobre cómo Dios se las ingenió para protegerlos.
También surgieron apariciones en masa de imágenes sagradas en los cristales de las ventanas en la región de Stanyslaviv en 1949.
Cuando mandaron destruir las iglesias y santuarios, que en general tenían cementerios al lado, aparecieron cantidad de cuerpos perfectamente conservados bajo las vestiduras en descomposición.
Lo que reavivó la fe y la gente se enfureció contra los soldados.
Un viejo icono oscurecido con una imagen apenas perceptible, de repente empezó a brillar con colores frescos, como si acabara de ser pintado, ante los mismos ojos de los comunistas.
Otro caso es el de una iglesia de Sretenskaya, en el mercado de Sennói, que tenía dos cúpulas doradas que se habían oscurecido y parecían grises.
Y una tarde de otoño se vio como la iglesia parecía arder en llamas.
Se llamó a los bomberos, pero no había fuego.
En cambio una extraña luz brillaba y se movía de un lugar a otro en las cúpulas como lenguas de fuego que las rejuvenecía.
Las cúpulas pasaron de grises a doradas brillantes en tres días, todo observado por una multitud.
Y eso se convirtió en una euforia religiosa que el gobierno comunista no podía tolerar, y por lo tanto la mandó a dinamitar.
En el pueblito Kalinov la policía intentó dispersar a una multitud que estaba fuera de una iglesia.
9 Y un oficial frustrado por la resistencia, disparó contra un crucifijo de metal.
La bala golpeó la clavícula de la imagen de Jesús y empezó a brotar sangre de esa herida.
La multitud cayó de rodillas y empezó a rezar. En vez de que se fueran habían conseguido todo lo contrario.
Pero hay más, en los siguientes días los oficiales intentaron acercarse a la iglesia, pero decían que una fuerza inexplicable les impedía el paso.
La sangre del crucifijo manó durante varios días y las personas iban de noche y día a rezar, y en procesiones.
El gobierno decía que ese crucifijo era de metal y que por lo tanto era agua oxidada lo que estaba filtrándose.
Decían que el besuqueo en el crucifijo provocó varios miles de brotes de sífilis y otras enfermedades.
Y al final lo hicieron desaparecer, acusando a los eclesiásticos de haberlo escondido, luego que ganaron dinero suficiente aprovechándose de los peregrinos.
Los periódicos comunistas describían a los sacerdotes como unos oportunistas que se aprovechaban de los pobres.
Y a los campesinos los tildaban de borrachos, tontos, analfabetos y crédulos.
Otro hecho sucedió en 1948 en lo que hoy es la República Checa, en ese año llega al pueblo de Cihost el padre Josef Toufar de 46 años.
Y el 11 de diciembre de 1949 el padre está dando la homilía, con la cruz detrás del altar, a sus espaldas.
Mientras está predicando los fieles se dan cuenta que la cruz se mueve sola, parecía volar.
El gobierno interviene e intenta mostrar que es una ilusión, que se usaron poleas escondidas.
Sin embargo el padre Toufar lo niega, y es duramente golpeado en los interrogatorios.
Y luego de un mes de su detención, moriría por la gravedad de las heridas que le habían infligido y es enterrado en una fosa común.
Hoy está abierta su causa de beatificación.
A partir de ahí se desencadenó un gran persecución religiosa, quedando en 1968 tan sólo la mitad de los curas, de los que había 20 años atrás.
Muchos de estos ya eran ancianos, y otros eran colaboradores del régimen.
Pero había otros sacerdotes clandestinos que celebraban misas a escondidas.
Todas estas manifestaciones de fe son producto precisamente de Dios interviniendo en el hombre, para cambiar el curso de la historia.
Intenta cambiar los corazones para mover al hombre al bien.
Pero no siempre lo logra porque es el mismo hombre el que lo debe buscar.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar, sobre algunos testimonios concretos, del auxilio de Dios para proteger la fe y la vida de los cristianos perseguidos, cuando el enemigo se muestra feroz en la cacería.
Lo que es especialmente importante hoy, en la medida que el mundo se dirige al régimen totalitario del nuevo orden mundial, y a la persecución, primero de moral cristiana, luego de la fe y finalmente de los propios cristianos.
Y me gustaría preguntarte en qué cosas tú crees que Dios te ha protegido en tu vida.
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