Las visitas a parroquias de la periferia de Roma.

 

Desde el inicio de su pontificado Francisco se posicionó como el Obispo de Roma, por eso comenzó a visitar a las parroquias de la periferia de la ciudad como su pastor, los domingos de tarde, para tomarse su tiempo y hablar con todos.

 

francisco visita parroquia de tor sapienza

 

Francisco piensa que con este formato podrá mostrarse como un pastor con verdadero “olor a oveja”, para dar el ejemplo.

En Buenos Aires, Bergoglio solía visitar las parroquias los domingos por la tarde y se quedaba todo el tiempo necesario para encontrarse con las personas. Y esto fue justamente lo que hizo en la parroquia de San Cirilo Alejandrino en el barrio romano de Tor Sapienza.

La visita a las parroquias por la mañana complica los tiempos del Ángelus (en más de una ocasión Juan Pablo II y Benedicto XVI se asomaron del balcón con un poco de retraso debido al tráfico de la capital italiana o a los tiempos de las celebraciones). La tarde, en cambio, permite disponer de tiempos más relajados.

Francisco llegó poco antes de las 16, comenzó su visita saludando a las personas que lo esperaban; después, adentro de la parroquia saludó uno por uno a todos los enfermos del barrio y a los niños que harán la primera comunión. Después fue a otra habitación para reunirse con las jóvenes familias de los recién nacidos bautizados durante el último año y, para concluir, fue a ver a los chicos que se preparan para la confirmación y respondió a sus preguntas y curiosidades.

Después de una buena media hora de platicar con los chicos, Francisco confesó a siete parroquianos y, finalmente celebró la misa. Pronunció una homilía breve, impartió la confirmación a los nueve chicos. Al final de la celebración se volvió a reunir con los nuevos confirmados.

Francisco, además, recibió a una delegación de representantes del movimiento por la casa (encuentro no programado), que estaba preparando una protesta. Al final de la visita hubo un último encuentro con los representantes de las realidades activas en la comunidad parroquial.

Y antes de irse, Bergoglio encontró el tiempo para despedirse de la multitud que se había reunido en la plaza. Casi cuatro horas durante las que se entrelazaron saludos, diálogos, catequesis, palabras simples y profundas que vuelven a proponer lo esencial del mensaje evangélico, atención y sensibilidad ante los problemas sociales…

Una visita verdadera, pues, para entrar en contacto con la realidad de la parroquia periférica. El Papa estuvo con la gente, habló con la gente, escuchó a todos, se mostró disponible con todos y al alcance de todos. Sin las prisas del reloj. Y los que vieron su mirada sonriente al final del día aseguran que estaba verdaderamente contento de esta saludable inmersión total.

La próxima visita a una parroquia romana será en enero de 2014. No es difícil imaginar que lo que sucedió el domingo pasado se repita con una cierta frecuencia, como rasgo característico del pontificado de Francisco, quien, desde los primeros momentos tras la elección, subrayó de forma especial que pretendía ser, sobre todo, obispo de Roma.

No hay que olvidar que con estas visitas, así como con las homilías de las misas matutinas en Santa Marta, Francisco está indicando un ejemplo concreto para los pastores de todo el mundo, enseñándoles cómo lograr impregnarse del “olor de las ovejas” y cancelar cualquier distancia.

Fuentes: Vatican Insider, Signos de estos Tiempos

 

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