La gratitud es un gran motor para el bienestar físico y emocional.

Es una forma para que las personas aprecien lo que tienen, sin buscar satisfacción en nuevas cosas materiales.

Dios llama al agradecimiento y esto es refrendado por las investigaciones científicas.

Coincide fe y razón. Las enseñanzas de Dios y los hallazgos científicos.

La Biblia está llena de pasajes que resaltan la importancia de dar gracias al Señor todos los días.
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Por ejemplo el salmo 92 dice “es bueno dar gracias al Señor y celebrar tu nombre Dios altísimo; proclamar tu amor por la mañana y tu fidelidad durante la noche”.

Ahora los expertos en salud y comportamiento dicen que ser agradecidos es bueno para nuestro bienestar general.

Porque cuando expresamos gratitud cambiamos la manera en que vemos al mundo; éste se nos presenta menos amenazante.

Somos más propensos a relacionarnos con otras personas y sentimos que las relaciones son bendecidas, en lugar de tener sentimientos negativos hacia otros.

De alguna manera es lo que pide la escritura: que veamos a Dios en los otros.

La infelicidad, la ira y la violencia muestran evidencia de un déficit de gratitud.

Y a veces el problema está en qué no nos queremos mucho a nosotros mismos.

La palabra gratitud se deriva del griego gratia, que significa agradecimiento.

Es un reconocimiento por lo que recibe el individuo en forma tangible o intangible.

El individuo reconoce la bondad en su vida y que al menos parcialmente esa bondad está fuera de él mismo.

La gratitud también ayuda a las personas a conectarse con algo más grande que ellos mismos, especialmente con Dios.

Y evita el pensamiento de que la única forma de sentirse satisfecho es logrando cubrir todas las necesidades físicas y materiales, lo cual es literalmente imposible.

La gratitud se ha asociado fuerte y consistentemente con un mayor grado de felicidad en las investigaciones de psicología.

La gratitud ayuda a las personas a sentirse más positivas, enfrentar la adversidad más positivamente, construir relaciones más sólidas, mejorar la salud.

Esta actitud positiva se puede aplicar al pasado modificando nuestros recuerdos, haciéndolos más positivos.

También al presente por una actitud que agradece todo lo que tenemos en el minuto actual y no pone el énfasis en la suerte.

Y también se aplica el futuro, manteniendo una actitud de esperanza y de optimismo con respecto a lo que va a venir.

Lo interesante de la gratitud es que se puede cultivar con éxito.

Y así bloquear emociones negativas como la envidia, el resentimiento, la depresión, ayudándonos a construir nuestra felicidad.

Porque es imposible al mismo tiempo sentir envidia y agradecimiento.

  

QUÉ HA ENCONTRADO LA INVESTIGACIÓN SOBRE LA GRATITUD

La investigación científica está demostrando que ser agradecido tiene beneficios para la salud y beneficios para nuestras relaciones con los demás.

Y todo esto redunda en un mayor sentimiento de felicidad.

Los psicólogos Dr. Robert Emmons de la universidad de California, y el Dr. Michael McCullough de la Universidad Miami, han sido los Pioneros en este tipo de investigación.

Han demostrado que la práctica de la gratitud tiene efectos dramáticos y duraderos sobre la persona.

Por ejemplo veamos un estudio en el que pidieron a participantes escribir oraciones cada semana.

Un grupo escribió sobre cosas que le habían ocurrido en la semana y por las que estaban agradecidos.

Un segundo grupo escribió sobre las cosas por las que estaban disgustados.

Y un tercero escribió sobre cosas que le habían sucedido pero sin poner énfasis en elementos positivos o negativos.

Diez semanas después los que escribieron sobre gratitud resultaron ser más optimistas y sentirse mejor con sus vidas, y tuvieron menos visitas a los médicos que el resto de los grupos.

Otro investigador el Dr. Martin Seligman, psicólogo de la Universidad de Pensilvania, realizó un estudio sobre las memorias tempranas.

Quienes tuvieron la tarea de escribir una carta de gratitud a alguien a quien nunca le habían agradecido adecuadamente se mostraron con un gran aumento de puntaje de felicidad que duró incluso más un mes.

Otro estudio encontró que las personas que se toman su tiempo para expresar la gratitud por su pareja se sintieron más positivas hacia la otra persona.

También en el campo laboral decir gracias a las personas que trabajan para una compañía, los motiva a trabajar más duro.

En definitiva la mayoría de los estudios sobre el tema apoya una asociación fuerte entre la gratitud y el bienestar del individuo.

En su libro The Grain Brain Khole Life Plan, el neurólogo David Perlmutter dice que la gratitud produce cambios químicos positivos en el cuerpo y en el cerebro.

Dice que se reducen varios químicos del estrés que son dañinos, como el cortisol.

Y ciertas áreas del cerebro mejoran en la manera en que el cerebro percibe el mundo como un lugar positivo.

Más aún, en la medida que vemos el mundo más positivamente, más cambia nuestro cerebro.

Así es como la práctica diaria de oración de gratitud nos quita el egoísmo y nos genera positividad, siendo buena para nuestra salud.

  

LA GRATITUD COMO ARMA DE LA GUERRA ESPIRITUAL

Para los católicos es fundamental la gratitud, porque cuando damos gracias a Dios en todas las cosas, caminamos humildemente como discípulos.

Por eso la iglesia alienta a sus fieles a cultivar la actitud de gratitud.

Que implica una profunda sabiduría, distinta al optimismo secular fabricado.

La vida eucarística produce el fruto de la gratitud, la gracia, la bondad.

Por eso se recomienda que luego de la eucaristía nos tomemos 10 minutos 15 minutos para agradecer al Señor; ver en este artículo.

Y por eso la plegaria eucarística en la misa dice “en verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias Padre Santo, siempre y en todo lugar por Jesucristo tu hijo amado”.

Este texto establece la primacía de la gratitud y revela la poderosa defensa del agradecimiento al Señor contra el maligno.

La rebelión a Dios y la ingratitud son frutos del orgullo. Por eso Lucifer, una vez Ángel de Luz, cayó del cielo por su orgullo.

Y ahora un tercio de los ángeles caídos se dedican a tentar con el orgullo a la humanidad, provocándole ingratitud hacia Dios.

Cuando perdemos la fe en Dios nos mostramos desagradecidos y somos más propensos en caer en la tentación, e incluso de cooperar con el mal.

Por eso una persona que cultiva una actitud de gratitud hacia Dios ha formado una poderosa coraza contra los espíritus malignos.

Y esa es una de las características centrales de la devoción Mariana.

Incluso en el Ministerio de Liberación y de Exorcismo se ora dando gracias a Dios, incluso antes de la liberación.

Y esto es para disminuir el control del demonio sobre la persona.

  

PORQUE LA GRATITUD GENERA SALUD

Cada vez más investigaciones descubren que la gratitud te hace sentir mejor y es buena para tu salud.

Dice el Dr. Emmons “la gratitud funciona, porque como una forma de percibir e interpretar la vida, recluta otras emociones positivas que tienen beneficios físicos directos”.

Veamos algunos de los descubrimientos científicos más conocidos.

La Gratitud es buena para la salud mental y mejora la performance

Los adolescentes agradecidos son más felices, según un estudio presentado a la Asociación Americana de Psicología.

Los adolescentes que están agradecidos se comportan mejor en la escuela y tienen más esperanzas que sus compañeros menos agradecidos.

Un estudio de 2003 en el Journal of Personality and Social Psychology dice que la enumeración de todas las cosas por las que se está agradecido se relaciona con una perspectiva más brillante de la vida y una mayor sensación de positividad.

Los estudiantes de secundaria agradecidos tienen un GPA más alto, así como una mejor integración social y satisfacción con la vida, que sus contrapartes no agradecidos, según un estudio del 2010 en el Journal of Happiness Studies.

Los investigadores también encontraron que los adolescentes agradecidos estaban menos deprimidos o envidiosos.

También, y esto vale para cualquier edad, una visión agradecida protege de las emociones negativas que vienen con una pérdida extrema.

Porque la gratitud puede ayudar a aumentar los sentimientos de pertenencia y disminuir la sensación de estrés.

Fortalece las relaciones y te hace un mejor amigo

El Journal of Personality and Social Psychology dice que la gratitud impulsa los comportamientos pro-sociales, y la caridad hacia otras personas con problemas .

Hace que la pareja fortalezca su relación, porque escribir un diario acerca de las cosas buenas que hizo su pareja tiene un resultado beneficioso en la relación.

También es bueno para la moral del equipo, porque los atletas son menos propensos a agotarse.

Y es más probable que experimenten una alta satisfacción con el equipo y la vida cuando están agradecidos, según un estudio de 2008 en la revista Social Indicators Research of High-Schoolers.

Ayuda a dormir mejor

Escribir de lo que está agradecido puede ayudar a obtener mejores sueño según un estudio en la revista Applied Psychology: Health and Well-Being.

Los investigadores encontraron que cuando las personas pasaban 15 minutos anotando en un diario antes de acostarse, sobre lo que estaban agradecidos, se quedaban dormidos más rápido y dormían más tiempo.

La gratitud está relacionada con una mejora del 10 por ciento en la calidad del sueño en pacientes con dolor crónico, y el 76 por ciento de mejora del insomnio.

Beneficia la salud

Un estudio en el American Journal of Cardiology mostró que las emociones positivas producidas por la gratitud están relacionadas con los cambios en la variabilidad de la frecuencia cardíaca.

Lo que es beneficioso en el tratamiento de la hipertensión y en la reducción de la probabilidad de muerte súbita en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedad arterial coronaria.

Reduce los niveles de proteína C-reactiva, un marcador de inflamación cardíaca y enfermedad cardíaca.

Practicar la gratitud llevó a una reducción del 7 por ciento en los biomarcadores de inflamación en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva.

Las personas agradecidas tienen un 16 por ciento menos de presión arterial diastólica y un 10 por ciento menos de presión arterial sistólica en comparación con los menos agradecidos.

Los pacientes agradecidos con insuficiencia cardíaca asintomática B tenían un 16 por ciento menos de depresión, un 20 por ciento menos de fatiga y un 18 por ciento más de probabilidades de creer que podían controlar los síntomas de su enfermedad, en comparación con los menos agradecidos.

La gratitud está vinculada con el optimismo, que a su vez está relacionado con una mejor salud inmune.

Un estudio de la Universidad de Utah mostró que los estudiantes de leyes estresados que eran optimistas tenían más células que estimulan el sistema inmune, que las personas pesimistas.

Las personas que llevan un diario de gratitud tienen una ingesta reducida de grasa en la dieta, hasta un 25 por ciento más bajo.

Tener una práctica diaria de gratitud en realidad podría reducir los efectos del envejecimiento en el cerebro, pudiendo desacelerar los efectos de la neuro degeneración, que ocurre con el aumento de la edad.

Las personas agradecidas (incluidas las personas agradecidas a Dios) tienen entre 9 a13 por ciento niveles más bajos de Hemoglobina A1c, un marcador clave del control de la glucosa que juega un papel importante en el diagnóstico de la diabetes.

También la investigación muestra que cuando pensamos en lo que apreciamos, la parte parasimpática o calmante del sistema nervioso se activa y puede tener beneficios protectores para el cuerpo, como la disminución de los niveles de cortisol y el aumento de la oxitocina que es la hormona involucrada en las relaciones que nos hacen sentir bien.

La gratitud también reduce los niveles de creatinina, un indicador de la capacidad del riñón para filtrar los desechos del torrente sanguíneo,

Las hormonas del estrés como el cortisol son un 23 por ciento más bajas en personas agradecidas.

Llevar un diario de gratitud durante dos semanas produjo reducciones sostenidas en el estrés percibido (28 por ciento) y la depresión (16 por ciento) en los profesionales de la salud.

Dos actividades de gratitud (contar bendiciones y escribir cartas de gratitud) redujeron el riesgo de depresión en pacientes en riesgo en un 41 por ciento, durante un período de seis meses.

Escribir una carta de gratitud redujo los sentimientos de desesperanza en el 88 por ciento de los pacientes hospitalizados por suicidio y aumentó los niveles de optimismo en el 94 por ciento de ellos.

  

FORMAS DE CULTIVAR LA GRATITUD

Los expertos han constatado que la gratitud es algo que se puede aprender. Es un hábito al que las personas pueden acostumbrarse.

De esta forma las personas se enfocan en lo que tienen en lugar de lo que les falta.

Y con el tiempo esta rutina se fortalece en la práctica.

Estas son las sugerencias para mejorar el nivel de agradecimiento.

Escribe una nota de agradecimiento

Tú puedes mejorar la relación con la otra persona y a su vez sentirte mejor por haberlo podido expresar.

Los expertos proponen hacer la carta y enviarla o incluso leerla. Y proponen realizar una carta por mes.

Pero también piensan que si no hay tiempo para escribir se puede hacer mentalmente; pensar en alguien que haya hecho algo bueno por ti.

Lleva un diario de gratitud

La sugerencia es escribir diariamente los regalos que has recibido cada día.

Esto implica también contar las bendiciones que has obtenido en la semana.

Repasar los hechos de la semana, con énfasis en lo que salió bien y de lo que estás agradecido.

Y proponen ser específico en los hechos y las sensaciones que sentiste cuando sucedió algo bueno.

La Oración de agradecimiento

La oración es central para cultivar la gratitud y también lo es darle gracias a Dios por la Eucaristía.

Una actividad es rezar el Rosario de Gratitud, que aquí decimos cómo hacerlo.

Y por cada cosa que ha pasado en tu vida.

Esto implica agradecer a Dios por crearte, por amarte por acompañarte, por haberte elegido.

Y no sólo pensarlo en términos abstractos, sino con indicadores concretos en los que se ve el auxilio de Dios.

Ser agradecido por la vida, la fe, la familia, los amigos, la educación, el trabajo, porque son un regalo, algo que no es nuestro sino un obsequio de Dios.

La gratitud mantiene firme nuestra armadura espiritual para que podamos luchar eficientemente contra el demonio.

Ten en cuenta que las oraciones de gratitud son muy mal recibidas por los espíritus malignos.

  

DEBEMOS ALABARTE

De todas las cosas a las que nos has llamado, Señor, la alabanza es lo que más nos acerca a Ti.

Es el lenguaje del Cielo y transforma en música nuestra oración.

Y Tú lo sabías desde la eternidad.

Por eso inspiraste al salmista y a los profetas para que nos enseñaran ese lenguaje de amor.

Padre, Tu mismo amado Hijo nos dio el ejemplo de cómo hacerlo en la Oración Sacerdotal.

«Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito.” Lucas 10, 21

Y es tan grato hacerlo, Padre, que toda ocasión y circunstancia aprovecha para alabarte y darte gracias.

La naturaleza te alaba, Señor, los árboles elevan sus ramas como brazos en ofrenda de gratitud hacia Ti.

Los pájaros gorjean Tus maravillas, las olas se elevan como queriendo llegar hasta Ti, el trueno y el rayo osan atreverse a ser un pálido reflejo de Tu poder.

La creación toda te alaba, Señor y se complace en ofrecerse a Ti en toda su frutal abundancia.

Qué pena Señor, que el único ser al que creaste a Tu imagen y semejanza,  ése al que le diste todo, no Te haya comprendido.

No hemos entendido Tus maravillas,  Señor.

Estaban destinadas para nosotros y las recibimos con indiferencia.

¿Cómo es posible ser desamorados con el Amor?

Sabiendo que una sola gota de Tu Sangre Preciosa hubiera bastado para salvar millones de universos, quisiste derramarla toda por nosotros.

Te derramaste en la Cruz y te sigues derramando para nosotros en la Eucaristía, Señor.

Mi oración es muy pequeña, pero yo quiero alabarte y darte gracias por todas Tus bondades.

No estoy sola en esto, Padre. Somos muchos los que nos sabemos hijos amados y Te agradecemos por todos Tus dones, por Tu amadísimo Hijo, por Su entrega generosa, por Su Cuerpo y Su Sangre.

Haz que también aprendamos a agradecerte por todo aquello que acontece en nuestra vida y que no nos gusta, Señor.

Haz que comprendamos que con todo eso Tú logras cosas mejores para nosotros y para otros.

Bendito y alabado seas por siempre, Señor.

Fuentes:



María de los Ángeles Pizzorno de Uruguay, Escritora, Catequista, Ex Secretaria retirada

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