La ciudad de Nazareth, donde todo comenzó

Ciudad de Nazareth de noche

Fue San Jerónimo quien dijo que Nazaret es «la flor de la Galilea». Sobre una colina de 350 m. en relación al Mediterráneo, la ciudad está rodeada de otras cimas más altas. El Yebel Sa’in alcanza los 495 m. de altitud. Hacia el sur, se extiende a sus pies la llanura de Esdrelón, flanco meridional de la Baja Galilea.

Nazaret está situada en la zona más al sur de la cadena de montes del Líbano, poco antes de la abrupta pendiente hacia la planicie de Esdralón. El pueblo está situado en el hueco de una meseta, sobre 1200 pies sobre el nivel del Mediterraneo, entre montes elevación puede llegar a una altitud de 1610 pies. La antigua Nazareth ocupaba el triangular montículo que se extiende desde la montaña del norte, teniendo su punta vuelta hacia el sur. Su línea noroeste está formada por numerosas tumbas judías descubiertas ahora en la pendiente del Jebel es Likh.

Mapa de Nazareth

 

LA ALDEA-CIUDAD AYER Y HOY

La Nazaret evangélica era un pequeño poblado de no más de 30.000 m. cuadrados (200 por 150 m. de largo y ancho), con medio centenar de grutas-vivienda. Su fama llena hoy el mundo porque el ángel Gabriel Ilevó el mensaje de Dios a una doncella de Nazaret (Lc 1,27), de nombre María, prometida a un varón nazaretano, llamado José (Mt 1,18); y sobre todo, porque el hijo de María es Jesús de Nazaret (Mc 10,47; Jn 8,5; Hch 10,38).

Los evangelistas son parcos en detalles topográficos. Sorprende la poca estima que Natanael de Caná sentía por Nazaret (Jn 1,46). Muy otro es el tono de Lucas cuando habla de la «ciudad» de la Anunciación (1,26 ss) y el de Mateo al puntualizar que José tomó a María por esposa y se la llevó a «su casa» (Mt 1,24). Al regreso de Egipto, la Sagrada Familia se establece en Nazaret (Lc 2,39-51); al cumplir Jesús doce años y después de subir a Jerusalén, bajan de nuevo a Nazaret, donde el adolescente Jesús «iba creciendo en sabiduría, en estatura y en aprecio ante Dios y ante los hombres» (Lc 2,52). Ya adulto, Ia sinagoga de Nazaret escuchó – y rechazó – su voz de profeta (Mt 13,53-58; Mc 6,16; Lc 4,16-30). Y desde aquí salió para establecerse en Cafarnaún (Mt 4,13); pero siguió conservando hasta la cruz el nombre de “nazareno” (Jn 19,19), que transmite a los primeros discípulos judeocristianos.

Es la comunidad árabe más importante de Israel fuera de Jerusalén. Musulmanes y cristianos ocupan las laderas y el valle, mientras los judíos viven en el barrio alto (Nazaret Illit) de nueva construcción.

Nazaret es hoy el centro administrativo de toda la Galilea. En tiempos antiguos, este papel lo ejercieron Hazor, Séforis y Tiberiades. El aspecto de la Nazaret actual es de una ciudad animada por viajeros y mercaderes; no obstante, sus muchos santuarios ofrecen ambiente de silencio y oración.

 

NAZARET A TRAVÉS DE LOS SIGLOS

Nazaret no es citada nunca en el Antiguo Testamento, ni la menciona Josefo, a quien no se le pasa el nombre de la vecina Yafia. Sin embargo, el tema de los «parientes del Señor» y su relación con Nazaret – estos parientes eran obviamente nazaretanos – es frecuente en las fuentes primitivas. Además de los nombres de Judas, Socer y Santiago, aparece el mártir San Conón (+ 249-251), que murió en Capadocia proclamando que era «pariente del Señor» y fue pronto venerado en Nazaret (Gruta de Conón).

Entre los siglos II-VII dC, abundan los testimonios de peregrinos (Egesipo, Julio Africano, Eusebio, Epifanio de Salamina, Egeria – en la copia de Pedro el Diácono- , el anónimo de Piacenza y Arculfo). Egeria (381-384) dice que «la gruta en que habitó Santa María es grande y clarísima; allí había un altar». El de Piacenza (h. 570) precisa: “la casa de María y ahora una basílica”. Y Arculfo (h. 670) vio “la iglesia construida sobre la casa en la que el ángel Gabriel entró y saludó a la B. María». Por su parte, San Jerónimo (fines del s. IV) habla con poca simpatía de lo que vio en Nazaret; pero ya conocemos su opinión acerca de los judeocristianos.

A partir del siglo VII, Nazaret corre la suerte común del resto de Palestina. Hebreos y samaritanos se habían aliado con los persas (614 dC), lo que provocó la desconfianza hacia todos los judíos, que son expulsados de Nazaret por Heraclio (629-630).

La primera invasión musulmana fue tolerante y respetuosa con los santuarios, pero las cosas empeoraron en los siglos VIII-XI, como acreditan los peregrinos Wilibaldo y otros. Los cruzados (Tancredo, 1109) restauran Nazaret y sus santuarios. El de la Anunciación se convierte en catedral (52 por 30 m.) al trasladar el obispado de Escitópolis (Bet Sheán) a Nazaret, que duró hasta 1187. Se recuperó más tarde por pocos años; pero, en 1263, Bibars Ia arrasó y asesinó a los cristianos.

Siguió un abandono de cuatro siglos (s. XIII-XVII), hasta que el emir Druso de Saida, Fakhr ed-Din, devolvió a los franciscanos (1620) los solares que ocultaban la Gruta y los terrenos adyacentes.

En 1730, levantan la primera iglesia sobre la Gruta, ampliada en 1871. Por fin, en 1955, este templo fue demolido. Con este motivo, se realizaron sistemáticas excavaciones arqueológicas dirigidas por el P. Bagatti (entre los años 1955-59).

Basilica de la Anunciación de Nazareth

La nueva basílica de la Anunciación se alzó en los años 1960-1969 y se inauguró en 1969. Durante el transcurso de las obras, recibió la visita del papa Pablo VI (1964).

Fuente: Franciscan Ciberspot



Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: