Laicos acusan a los obispos holandeses de aplicar una política de “secularización agresiva”

La dirección alarmante que ha tomado la Iglesia en Holanda.

 

En el mismo momento que el papa Francisco recibe en visita ad límina a la Conferencia Episcopal de Holanda, dos grupos de laicos denuncian, en un documento enviado a él, que la Iglesia holandesa está a la deriva.

 

Christoffel kathedraal Roermond

 

Dicen que han sido marginados por los obispos y que éstos han “elegido retirarse de sus obligaciones y responsabilidades para con su rebaño”.

En la visita de los Obispos al Papa, Francisco no se refirió directamente al tema de confrontación, pero sí lo aludió sutilmente.

El Papa Francisco recibió el lunes 2 de diciembre en audiencia a los prelados de la Conferencia Episcopal de Holanda en visita “ad limina”. El comunicado vaticano dice que el Santo Padre ha centrado sus palabras en cómo acompañar a las personas que sufren el vacío espiritual y están buscando el sentido de la vida.

“Escuchándoles, -ha dicho- para compartir con ellos la esperanza, la alegría, la capacidad de seguir hacia delante que Jesucristo nos ofrece”.

“La Iglesia -ha continuado- no sólo propone verdades morales inmutables y actitudes contra corriente en el mundo, sino que las ofrece como la clave para un buen desarrollo humano y social. Los cristianos tienen una misión especial para afrontar este reto. La educación de la conciencia se convierte en una prioridad, especialmente a través de la formación de un juicio crítico, aún teniendo un enfoque positivo sobre las realidades sociales. Se evita de esta manera la superficialidad de los juicios y la resignación de la indiferencia”.

En la sociedad de los Países Bajos, “fuertemente caracterizada por la secularización”, el Papa ha invitado a los prelados a

“estar presentes también en el debate público, en todos los ámbitos en los que está en causa el ser humano, para hacer visible la misericordia de Dios y su ternura por cada criatura… Como he afirmado a menudo, la Iglesia se expande no con el proselitismo, sino con la atracción. Está enviada a todos los lugares para despertar y mantener la esperanza. De ahí la importancia de alentar a vuestros fieles a aprovechar las ocasiones de diálogo estando presentes en los lugares en que se decide el futuro; así podrán dar su aportación en los debates sobre las grandes cuestiones sociales relacionadas, por ejemplo, con la familia, el matrimonio, el fin de la vida”.

Si se lee entre líneas, se puede identificar una alusión a un reclamo de miles de católicos holandeses, que emitieron un comunicado y prepararon un documento dirigido a Papa Francisco, titulado “Ad Limina Apostolorum”.

El documento expresa “preocupaciones” en relación con

la “dirección alarmante que la Iglesia holandesa, aplastada por las dificultades, ha tomado en los últimos años”, escriben los laicos.

Ellos perciben que

la fe “católica, la cultura, su patrimonio y su herencia están ahora en peligro de perderse para siempre”.

La impresión es que la Iglesia del país “está a la deriva”, por lo que decidieron lanzar esta iniciativa, sin precedentes desde los tiempos del Concilio Vaticano II.

“Dos grupos de laicos decidieron unir sus fuerzas, resueltos a hacerse escuchar a la luz de un nuevo curso de ‘discernimiento, purificación y reforma’, como subraya la Evangelii gaudium”.

Así, la Bezield Verband Utrecht (BVU), que tiene más de 4000 asociados y muchos más seguidores, como se puede constatar revisando las visitas que recibe su sitio, se unió al “Professorsmanifest” (PM). Este último es una plataforma académica que comprende más de 60 profesores de todas las universidades holandesas.

“Hace dos semanas, el grupo, en un gesto que pretende demostrar su constante apoyo al Papa, se dijo de acuerdo con trabajar con la BVU en la preparación de un amplio informe titulado ‘Ad Limina Apostolorum’”.

Los laicos acusan en el informe enviado al Pontífice a los obispos de

“haber elegido retirarse de sus obligaciones y responsabilidades para con su rebaño, citando una letanía de obstáculos sociales que son incapaces o no quieren afrontar”.

En particular, parece alarmante, según los laicos, el programa de suspensión de parroquias, clausuras, ventas de bienes eclesiásticos e Iglesias. Los obispos quieren crear nuevas mega-parroquias llamadas “Centros Sucarísticos”, dirigidos por “equipos de administradores” nombrados por los obispos con un sacerdote. Estas mega-parroquias también serán llamadas “Lugares de Esperanza”.

Alrededor de 1300 parroquias serán suprimidas, miles de edificios eclesiásticos serán demolidos.

“Hay una percepción difusa –escriben los laicos– de que estas acciones son conducidas en ausencia de los procedimientos prescritos relacionados con la ajenación de los bienes temporales establecidos por el código de la Iglesia”.

Estas medidas fueron tomadas en contra de la voluntad de los parroquianos, muchos de los cuales se sienten “haber sido marginalizados y privados de sus derechos en las propias Iglesias”. Según su opinión, se lee en el documento, los obispos son responsables de aplicar una política de “secularización agresiva”.

Y esta política, indica el informe, habría nacido debido a una “cultura del miedo” que desmoraliza a los creyentes y amenaza a la fe.

La conclusión:

“unidos, juntos en su fe en Cristo y en su devoción a la Iglesia católica universal, están determinados a detener la tendencia de hacer callar la fe, para restaurar un orden justo en la Iglesia”.

Por ello se propone encontrar una solución a los problemas con un diálogo abierto, objetivo, honesto y verdadero.

Fuentes: VIS, Vatican Insider, Signos de estos Tiempos

 

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