Leonardo Boff dice que Francisco es seguidor de una corriente de la Teología de la Liberación

Considera que este papa es una “primavera” en la Iglesia.

 

El reconocido referente de la Teología de la Liberación en Brasil, el teólogo y ex sacerdote franciscano Leonardo Boff, hablando sobre la JMJ, opinó que el papa Francisco significa una “primavera” para la Iglesia, y Boff  interpreta, a su modo, que el papa es un seguidor de una de las tantas corrientes de la Teología de la Liberación.

 

leonardo boff

 

Esto es bueno, porque lo grandes liderazgos siempre se cimentan sobre la base de que muchas corrientes, opuestas entre sí, ven en el líder la encarnación de sus propias posturas y un factor de unidad. Si Boff, que fue un férreo crítico de Juan Pablo II y Benedicto XVI, interpreta que Francisco encarna sus posiciones, sea cual fuere el argumento que usa, supone un re acercamiento a la iglesia de sectores fuertemente cuestionadores.

En vísperas de la llegada del papa Francisco a Río de Janeiro para la Jornada Mundial de la Juventud, el teólogo brasileño Leonardo Boff abandonó su posición crítica hacia el Vaticano y adoptó una postura optimista, en la que prevé una «primavera» para la Iglesia católica con el nuevo pontífice.

«Hay una primavera prometida para la Iglesia, después de un invierno riguroso», expresó en una entrevista que publica hoy el portal de noticias UOL el ex fraile franciscano vinculado a la Teología de la Liberación, al aludir a los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI.

Boff, quien escribió un libro dedicado al nuevo papa -«Francisco de Asís y Francisco de Roma», que saldrá en breve al mercado-, se manifestó además convencido de que el papa Francisco defiende principios de la Teología de la Liberación, al poner énfasis en la importancia de que la Iglesia esté cerca de los más pobres.

Según el teólogo de 74 años, esas posiciones quedarán evidentes durante la estadía de Francisco en Brasil, en la que, según pronosticó, el papa hará referencia a las protestas populares contra la corrupción y en demanda de mejores servicios públicos de salud, educación y transportes que sacuden el país desde junio.

«Él hará un llamamiento por que los gobiernos escuchen a las calles, escuchen a los jóvenes. Sus causas son verdaderas, y los gobiernos tienen que escucharlos», afirmó Boff, quien opinó que el pontífice exhortará a los jóvenes a «inaugurar una nueva fase de la Iglesia».

Según el brasileño, su esperanza en el pontificado de Francisco se debe a que, antes de ser elegido papa,

el cardenal Jorge Bergoglio «era adepto de una de las vertientes de la Teología de la Liberación, que era propia de Argentina, y que es la teología del pueblo, la teología de la cultura popular».

«La Teología de la Liberación tenía muchas tendencias. En Argentina predominó esa, que viene del Justicialismo (el movimiento político de apoyo al Partido Justicialista, de Juan Domingo Perón)», expresó Boff.

«Francisco siempre se entendió a sí mismo como un peronista, un justicialista. Una de las polémicas con (la presidenta de Argentina) Cristina (Fernández de) Kirchner se debió a que él consideraba que el gobierno estaba tratando a los pobres con filantropía, no con justicia social», agregó el ex fraile, quien opinó que esa posición es similar a la de la Teología de la Liberación.

«El defendía traer a los pobres como participantes, y que no hay solución para los pobres sin su participación. Esto es la Teología de la Liberación. Francisco no usa las palabras Teología de la Liberación, y quizás sea hasta bueno que él, como papa, no esté afiliado a teología alguna», agregó.

Por otra parte, Boff opinó que la «primavera» que augura para la Iglesia se reflejará también en un diálogo más amplio con otras religiones:

«Durante la JMJ, él definirá las líneas básicas que serán la marca de su pontificado. Él ya dio señales de que defiende la apertura de diálogo con judíos y musulmanes».

Según el teólogo, Francisco tiene «una visión más abierta» en este campo que Juan Pablo II y Benedicto XVI:

«Él pone acento no en la Iglesia, sino en los pueblos del mundo.Él enfatiza que Dios es de todos, no sólo de los católicos».

El ex fraile brasileño opinó que ello supone una «transformación», que «está desarmando los argumentos» de los que veían a la Iglesia «como un castillo rodeado de enemigos».

«Él no entiende a la Iglesia así. La entiende como un diálogo abierto, franco con el mundo. Hay una primavera prometida para la Iglesia, después de un invierno riguroso», concluyó.

Fuentes: Valores Religiosos, Signos de estos Tiempos

 

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