Vivimos en una época escéptica, que también influye en los cristianos.

Y que no nos permite tener la suficiente fe para ver milagros.

No estamos hablamos de auto convencerse de que algo es un milagro.

Sino de la fe para apreciar la fuente que está detrás de cosas extraordinarias que suceden.

Hoy podemos ver un mundo lleno de milagros alrededor nuestro.
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Pero también hay milagros tan portentosos que son como una “cachetada” en la cara de los escépticos.

 

¿QUÉ SON LOS MILAGROS EN LA BIBLIA?

La Biblia es una colección de hechos que muestran la acción de Dios revelándose y luego conduciendo a su pueblo hacia el primer pacto y luego hacia el segundo pacto.

Por lo tanto registra sólo una pequeña porción de la experiencia humana.

Y resalta los puntos que realmente interesan para el mensaje final a la humanidad.

Por eso podemos tener la sensación de que los milagros portentosos ocurrieron todo el tiempo en la historia del pueblo judío.

Y lo mismo podemos pensar de lo que sucedió en los tres años de predicación de Jesucristo y luego a la primera generación de los apóstoles.

Milagro del sol de Fátima en 1917

Pero la estructura narrativa de la Biblia es realzar las señales, maravillas y milagros que hizo Dios para el mostrar el mensaje que quería dar.

La Biblia traza el mapa de los milagros comenzando con la creación, luego el diluvio, el llamado a los patriarcas, el Éxodo, la conquista de Canaán, los ministerios de los profetas, la Encarnación, la predicación de Jesús, su resurrección, la venida del Espíritu Santo, la proclamación del Evangelio por los apóstoles y culmina con el evento de la futura segunda venida de Nuestro Señor.

El contenido del mensaje es más importante en ellos que los signos que lo acompañan.

Muestra cuál es el mensaje de Dios, que Él está detrás de sus mensajeros y su palabra interpretan sus acciones.

Fueron los milagros los que ayudaron a la credibilidad del mensaje primero de la revelación de Dios al pueblo judío.

Y luego para dar credibilidad a que Jesús era el hijo de Dios y a la predicación de los Apóstoles más adelante.

Piensa esto.

Jesús podría haber dedicado la mayoría de su ministerio a realizar curas milagrosas y portentos en la naturaleza.

Pero no fue así, porque los milagros no fueron el fin de Su misión.

El objetivo era dar prioridad a su predicación.

A tal punto que, por ejemplo en Marcos 1: 38, Jesús le dice a sus apóstoles de ir a otras aldeas cercanas, para que pueda predicar también allí porque para eso había venido.

   

NO DEBEMOS SEPARAR TAJANTEMENTE LO NATURAL DE LO SOBRENATURAL

Dios es responsable de los procesos ordinarios de la naturaleza, como de los extraordinarios, a los que solemos llamar milagros.

Él es responsable desde como vuela un gorrión hasta de la alimentación nuestra.

Nada ocurre independientemente de Dios y Él actúa de maneras diferentes según su propósito redentor.

Por eso la Biblia tiene una cosmovisión básicamente sobrenaturalista, donde están unidos lo que hoy llamamos sobrenatural y lo natural.

Los milagros – entendiendo por ello la acción extraordinaria de Dios – no implican solamente el hecho de la Encarnación de Jesús, que seguramente es el evento más importante en la historia de la humanidad luego de su creación.

También es un milagro que un pecador, muerto por el pecado, se arrepienta sinceramente y crea en el evangelio.

Esto es un milagro que sucede en la naturaleza interna de cada individuo.

Recibir la revelación y aceptarla es un milagro tanto como puede ser lo que los ciegos reciban la vista y que los muertos se levanten.

Nos hemos acostumbrado a ver estos milagros que suceden en el silencio del corazón, como algo normal, sin intervención divina.

Pero Incluso en estos casos, en que nosotros hemos sido objeto de milagros y sanados de nuestras heridas, esperamos más milagros.

Y nos sentimos alejados y como que los milagros no son parte de nuestra vida, cuando muchas veces nuestros deseos no se cumplen.

Deberíamos pensar que  es Dios el que está manteniendo nuestra conversión.

Es Dios quien cambia y cambió mi alma.

Y por Él vivo de una forma diferente y voy progresando en ese camino.

El cambió mi forma de ver las cosas y de valorarlas y lo sigue haciendo.

Piensa también en tu salud, el amor que recibes, la estabilidad de tu vida, la fecundidad sorprendente de tus dones.

Eso te podría parecer lógico y natural, pero es el milagro que Dios ha hecho alrededor tuyo y que  sólo tú podrías apreciar en toda su magnitud.

La cosa cambia cuando incorporamos la mirada de fe y comprendemos que hay toda una maquinaria que  está haciendo sostenida por Dios.

Y que simplemente lo que está pasando es que nos acostumbramos a verlo como una cosa normal.

Cuando aplicamos esta mirada, nos vemos rodeados de mensajeros y mensajes de Dios, y lo podemos ver en las cosas más simples y cotidianas de nuestra vida.

La intervención de la fe que nos permite ser capaces de ver los milagros sencillos y ocultos a la vista normal.

Si caminamos nuestra vida con esa mirada de fe deberíamos dar gloria a Dios por nuestra sanación espiritual y física, por la liberación de la ansiedad, por nuestra capacidad de perdonar que a veces no es permanente, de los momentos en que dejamos nuestra tibieza, etc.

Todos estos milagros personales se ven solamente con una mirada reflexiva de fe.

   

LA PRECEDENCIA DE LA FE PARA VER LOS MILAGROS

A veces nos preguntamos, ¿porque no hay más milagros en nuestros días como en los días de la Biblia?

Esto depende de nuestra apertura o escepticismo.

Hoy no esperamos milagros.

Y los racionalizamos cuando suceden, suponiendo que es una coincidencia o que podrían ser explicados científicamente en algún momento.

Nuestra época es una época sin fe, que nos afecta a los cristianos aunque también creamos que tenemos fe.

La fe es la que nos permite ver milagros.

Cuando la gente dice “si viera un milagro lo creería” está invirtiendo lo que plantea la Biblia.

Porque a menos que creas en la existencia de los milagros no verás milagros.

La fe es el ingrediente esencial, tanto para quién intercede u opera los milagros, como para quien recibe los milagros.

Por ejemplo es razonable pensar que si un pastor le da la unción de los enfermos a una persona y lo hace sin fe, no verá el milagro o no está haciendo el vehículo adecuado para que éste se realice.

Lo mismo podemos decir de quien lo recibe, que necesita fe para ser sanado.

En la Biblia hay muchos pasajes que  son claros al mostrar que la fe precede a los milagros.

“Y al llegar a casa, se le acercaron los ciegos, y Jesús les dice: ‘¿Creéis que puedo hacer eso?’ Dícenle: ‘Sí, Señor’. Entonces les tocó los ojos diciendo: ‘Hágase en vosotros según vuestra fe’” (Mateo 9: 28-29

«El les responde: ‘¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo habré de soportaros? ¡Traédmelo!’

Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, agitó violentamente al muchacho y, cayendo en tierra, se revolcaba echando espumarajos…

Jesús le dijo: ‘¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!’

Al instante, gritó el padre del muchacho: ‘¡Creo, ayuda a mi poca fe!’… (Mc 9, 19-29).

“Entonces los discípulos se acercaron a Jesús, en privado, y le dijeron: ‘¿Por qué nosotros no pudimos expulsarle?’

Díceles: ‘Por vuestra poca fe. Porque yo os aseguro: si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Desplázate de aquí allá», y se desplazará, y nada os será imposible’” (Mateo 17: 19-20).

“Jesús le dijo: ‘Recibe tu vista; tu fe te ha sanado’” (Lucas 18:42).

“Jesús se volvió y la vio. ‘Ánimo, hija’, dijo, ‘tu fe te ha sanado’.

Y la mujer fue sanada desde ese momento” (Mateo 9:22).

“Jesús no pudo hacer ningún milagro allí, excepto poner sus manos sobre algunas personas enfermas y sanarlas.

Él estaba asombrado por su falta de fe” (Marcos 6: 5-6).

“Entonces Jesús le respondió: ‘Mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas’.

Y desde aquel momento quedó curada su hija” (Mateo 15:28).

“Jesús le dijo: ‘Vete, tu fe te ha salvado.’

Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino” (Marcos 10:52).

“Entonces Él le dijo: ‘Levántate y vete; tu fe te ha sanado’” (Lucas 17:19).

En todos estos pasajes vemos que la fe es la que precede a la sanación.

  

HACE FALTA RECUPERAR EL TEMOR A DIOS

Cuando hablamos de temor a Dios no queremos significar miedo, sino el inmenso respeto, admiración y sensación de nuestra pequeñez cuando pensamos y nos enfrentamos a Él.

Al no considerar su grandeza y su interés amante por nosotros, las cosas maravillosas que Dios hace en nuestra vida pueden pasar desapercibidos.

Es un don de Dios el vivir con asombro y el deseo de no ofenderlo por amor y respeto.

Es el don del temor de Dios, que  nos ayuda a tener una mayor conciencia de que Él está actuando, y refuerza nuestra fe en Él.

Y es esa fe el conducto para milagros aún mayores.

Porque podemos ver las cosas que pasan a nuestro alrededor como cosas normales, o podemos maravillarnos de la exhibición diaria que Dios nos da de su poder.

Hay dos frases en el evangelio que relacionan muy bien esto.

En Mateo 9 28 Jesús pregunta “¿Creéis que puedo hacer eso?”.

Y en Santiago 4: 2 dice “no tenéis porque no pedís”.

Así que son dos caras de la misma moneda, el pedir a Dios para que haga un milagro y el creer que lo puede hacer.

La decisión queda en manos de Dios que a veces puede contestar que , y el milagro se realiza.

A ver si puede contestar que no, porque no está dentro del plan que Él tiene para nosotros.

Y a veces puede contestar que sí, pero no ahora, te lo daré más adelante.

  

SE PRODUCEN MILAGROS INCLUSO PARA LOS QUE CARECEN DE FE

Pero aunque hay que tener fe para ver los milagros, Dios también hace cosas extraordinarias para “desestabilizar” aquellos que no tienen fe.

Los milagros hoy existen profusamente.

Hoy la iglesia canoniza Santos como en el pasado.

Y las normas que utiliza para determinar su santidad son los milagros básicamente de sanación.

La pregunta que la comisión que estudia el milagro se hace es si la ciencia puede explicar esta curación que sucedió.

La respuesta la tienen los científicos ateos que integran esa comisión.

También la iglesia tiene institucionalmente un lugar donde se estudian muy profundamente las curaciones extraordinarias.

Estamos hablando del santuario de Lourdes en Francia, dónde se han presentado miles de curaciones pero sólo 68 han sido aprobadas.

Esto no quiere decir que el resto de la 68 no hayan sido milagros, sino simplemente que no había una certeza de 100% para mostrar al mundo que esto ha sido un milagro.

Porque en realidad la preocupación central de la aprobación de los milagros en Lourdes, es que sea una vitrina de la certeza absoluta de la iglesia en los milagros.

También están los milagros eucarísticos, donde la hostia sangra y se convierte en la carne de un músculo cardíaco, como en el Milagro Eucarístico de Buenos Aires.

Pero aparte de eso hay cantidad de milagros que  podemos observar por informaciones que nos llegan casi diariamente.

Y que ni siquiera quienes son actores del suceso se planteas que sea investigado por la Iglesia.

Porque entre otras cosas, la Iglesia no tendría los recursos para investigar cada cosa supuestamente milagrosa que sucede.

Es así que somos informados que a veces suceden olores a rosa cuando la gente está rezando el rosario.

O se percibe este aroma de estigmas (por ejemplo el Padre Pío) o salen de féretros de santos muchos anos después de muertos.

O imágenes religiosas, especialmente de la Santísima Virgen, que escarchan, o exudan aceite o sangre.

También hay casos más especiales cómo lo que se producen en las prédicas de Carmelo Cortéz, donde se imprimen milagrosamente imágenes religiosas en pétalos de rosa.

Qué tiene su correlato con los que unas hormigas bordadoras están realizando en Brasil, escribiendo frases e imágenes religiosas en hojas.

Y también están los videntes que reciben mensajes, especialmente de la Virgen María.

Cuyo capítulo central hoy son los videntes de Medugorje, sobre quienes se han hecho estudios científicos, y todos los grupos de científicos han concluido que allí pasa algo que no puede ser explicado por la ciencia.

Luego están las cosas más discutibles para la gente de menos fe y los ateos, que son los pedidos respondidos positivamente por Dios cuando se ora, que podría ser alegado como solamente coincidencias.

Reverendo Robert Hart

  

TESTIMONIOS DE MILAGROS QUE PRESENCIÓ UN SACERDOTE ANGLICANO

Robert Hart es un sacerdote rector de la Iglesia Católica Anglicana de San Benito en Chapel Hill Carolina del Norte Estados Unidos

Cómo sabemos, los anglicanos están divididos en católicos y protestantes, y además Robert Hart es Carismático.

Hace poco escribió un artículo sobre algunos milagros que presenció en su vida, algo inusual para un sacerdote.

  

El primer milagro fue en su niñez cuando su hermano mayor oraba por un juguete plateado. Era una oración de niño.

Y en la mañana siguiente ese juguete estaba afuera en la ventana en medio de la nieve sin que hubiera huellas de quién lo hubiera puesto.

Su padre sorprendido abrió la ventana y lo metió en la casa.

  

El siguiente milagro que presenció fue una aparición del cuerpo completo de un niño que caminaba por su habitación con el tipo de ropa qué se usaba a fines del siglo XIX y con una lámpara.

Él iba rumbo a lo que Robert Hart después descubrió que era una casa encantada conocida como Lilburn, cruzando la calle donde Hart vivía, en Ellicott City, Maryland.

Tiempo después enteraría que esa casa había sido un hogar para niños y tenía numerosas historias de fantasmas.

  

Posteriormente en 1974 cuando Hart tenía 16 años la familia estaba involucrada en el movimiento de la renovación carismática.

Su madre tenía problemas de espalda con un constante dolor, porque sus vértebras estaban fuera de lugar.

Esto lo habían informado unas radiografías que habían sido tomadas en su columna 6 días antes.

Una noche ella estaba con un fuerte dolor y pidió oración antes de la cena para que cediera el dolor.

Con una fe de niño y tomando en cuenta lo que había visto en la renovación carismática, le impuso las manos a su madre mientras decía una oración.

E inmediatamente vio que debajo de la blusa de su madre se movían unos dedos invisibles que subían y bajaban por la columna vertebral, mientras su madre hacía gemidos de dolor pero también de satisfacción.

Ella sintió que cada vértebra se le acomodaba.

Al día siguiente fue al quiropráctico y éste le tomó nuevas radiografías que mostraron que la columna estaba completamente curada.

Los dos juegos de radiografías fueron conservados por su madre durante muchos años y hasta su muerte.

  

El padre Hart cuenta que en el año 1976 dirigía un estudio bíblico sobre el tema sanación en una casa en Westminster, Maryland.

Una joven del grupo pide oración porque tenía el hombro visiblemente deformado.

Entonces ambos se arrodillaron y el padre Hart dice que el Espíritu Santo lo dirigió a colocar una mano en cada hombro y a orar en lenguas.

Cuando estaba haciendo esto vio que el hombro derecho de la Joven se estaba enderezando debajo de la camiseta.

Ella lanzó un grito de sorpresa y fue inmediatamente a su casa a decirle a su esposo.

Su esposo era una persona con adicción al alcohol. Y al no ver el hombro deformado sufrió una conmoción y se convirtió, dejando de beber.

  

Otro suceso que cuenta el padre Hart es que estaba enseñando en una Iglesia en Catonsville, Maryland.

Y allí había una pareja de ancianos con una hija que siempre parecía distante y sombría.

Cuando su padre dirigió la oración final esta joven comenzó a levitar sacudida y fue como una marioneta.

Mientras decía en hebreo “¡Messhiach! ¡Messhiach!”, como que había visto a Cristo, aunque ella no sabía hebreo.

Inmediatamente Hart se dio cuenta que había una presencia demoníaca y dijo “te mando en el nombre de Jesucristo que salgas de ella ahora”.

Y la joven se paró restablecida, contándole que ella era divorciada de un hombre que la obligaba a participar en actividades ocultistas.

Iba a la iglesia simplemente para acompañar a sus padres, pero cuándo su padre oro la oración final ella oro por primera vez en años.

Y ahí tuvo una visión del rostro de Cristo.

Hart supuso que el demonio vio la misma visión y por eso se aterrorizó y reaccionó contra la mujer.

A partir de ahí la vida de esta joven cambió radicalmente.

Estas son sólo algunos de los milagros que el padre Hart ha contado.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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