A veces pensamos que los ángeles tienen como misión solamente asistir a los seres humanos.

Pero esa es una de las tantas cosas que hacen.

Los ángeles fueron creados para varias misiones.

Y también suponemos que nos asisten por las suyas sin rendir cuentas ni depender de nadie.

O que nos asisten recién cuando los seres humanos nacemos.

Estas suposiciones están equivocadas y lo veremos en este artículo.

Para muchos los ángeles no existen y otros creen que existen pero no saben cómo comunicarse con ellos ni cuáles son sus limitaciones.

Hay millones de ángeles alrededor nuestro, pero no los vemos porque el pecado original puso un velo sobre nuestros ojos.

Los ángeles están presentes en todo el gobierno de Dios sobre el universo entero, haciendo sus mandados.

Y también haciendo sus mandados con nosotros, como es el caso de nuestros ángeles de la guarda.

Los ángeles son criaturas creadas como nosotros, salvo fueron creados antes que los seres humanos.

Son el brazo ejecutor del Creador en la Tierra.

Y su libre albedrío no es ejercitado cada vez como en nuestro caso, por lo que su voluntad no cambia con el tiempo.

La rebelión angélica al principio de los tiempos fue realizada una sola vez y para siempre.

Y a partir de ahí quedó consolidado un grupo de ángeles rebeldes (1/3) que siguieron a lucifer y los ángeles leales a Dios (2/3).

Veamos las misiones que tienen los ángeles respecto a los seres humanos.

  

ÁNGELES EN NUESTRA CONCEPCIÓN Y BAUTISMO

Ellos están presentes guiando nuestra concepción.

Haciendo que nuestros padres se conozcan, se enamoraren y engendren el fruto que somos nosotros.

Pensemos por ejemplo en la anunciación que hizo el ángel Gabriel a la Santísima Virgen (Lucas 1).

Posiblemente está anunciación se realice a cada madre antes de la concepción, a pesar que no lo noten del todo.

No lo sabemos. pero es razonable que así suceda.

En la Biblia tenemos menciones del caso de la anunciación a la madre de Sansón, que era una mujer estéril y le dijo que concebiría un hijo (Jueces 13).

También ángeles le avisaron a Sara que concebiría a un hijo y con 90 años, y así nació Isaac (Génesis 21).

Y un ángel se le presentó a Zacarías en el altar del incienso y le avisó sobre el embarazo de su mujer Isabel, que luego tendría a San Juan Bautista (Lucas 1).

Esta tarea está especialmente enunciada en la Biblia cuando en Marcos 13 dice que el Señor enviará a los ángeles a recoger a sus elegidos de los cuatro vientos.

Por lo tanto estos ángeles son enviados para preparar a las personas para aceptar el evangelio y reunirlos en la Iglesia.

La acción de los ángeles reuniendo a los elegidos comienza antes del bautismo.

O sea generando la pareja, la concepción, el acercamiento a la Iglesia y finalmente el bautismo.

San Eusebio dice que en este camino se produce una batalla de los ángeles contra los demonios, para arrebatarle almas.

Y Orígenes tiene una oración en que se ve actuar el ángel llevando a las personas al bautismo,

“Ven, ángel. Recibe al que se ha convertido de su error anterior y las doctrinas de los demonios… Recíbelo y dale el bautismo de segundo nacimiento«.

De modo que los ángeles están trabajando junto a los padres, las familias y amigos de los padres, a los médicos que asisten el parto, a los catequistas, los misioneros, etc.

En el bautismo es Jesús quien bautiza como sumo sacerdote, haciendo que el agua santifique al catecúmeno, pero los ángeles están presentes.

Y lo asisten de la misma forma que el Señor movía las aguas de la piscina de Bethesda para sanar a las personas que se sumergían allí (Juan 5).

Tertuliano nos dirá que un ángel es puesto a cargo del bautismo y que somos limpiados por el agua por el mismo ángel.

Lo que corrobora Orígenes diciendo que los Ángeles son los ministros del sacramento de la fe.

Y San Ambrosio dice que los ángeles observan el esplendor que comenzó a brillar en el bautizado.

En este momento tiene una actuación importante el ángel de la guarda que acompaña a cada persona desde la concepción.

Sin embargo los teólogos católicos no se ponen de acuerdo si los no bautizados tienen ángeles guardianes.

Santo Tomás de Aquino afirma que sí lo tienen, pero que luego del bautismo estos ángeles comienzan a tener un rol nuevo.

Porque antes del bautismo de una persona satanás tenía ciertos derechos sobre el alma y los ángeles estaban limitados.

Pero luego del bautismo la situación se invierte y ahí el ángel toma más poder para guiar al bautizado.

  

LA FUNCIÓN DE NUESTROS ÁNGELES DE LA GUARDA

El Catecismo de la Iglesia católica #336 hace una declaración enfática sobre los ángeles guardianes,

“Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión ‘Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida’ (San Basilio Magno).

Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe, en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios (CIC # 336).

En Catecismo entonces afirma que cada persona tiene un ángel guardián, pero también lo tienen las naciones, los territorios, las organizaciones.

La escritura también menciona que las Iglesias locales tienen sus ángeles.

Porque en el Apocalipsis, San Juan se dirige al ángel de la iglesia de Éfeso, al ángel de la iglesia de Esmirna, y así con las siete iglesias.

Y San Juan Crisóstomo lo complementará afirmando que aquellos que tienen cargos más altos en la Iglesia tienen una protección especial de los ángeles.

Si seguimos a Santo Tomás, debemos pensar que los ángeles tienen más posibilidad de actuar sobre naciones, territorios, organizaciones y diócesis qué son más fieles a Dios.

También son muchos los pasajes de la Biblia que mencionan a estos ángeles guardianes.

En el Génesis 48 Jacob bendice a sus hijos en el nombre de Dios y del ángel, que él dice que lo ha librado de todo mal.

El salmo 91 dice que Dios ordenará a sus ángeles para que guarden tus caminos y para sostenerte, no sea cosa que golpeé tu pie contra una piedra.

Y Mateo 18 reproduce cuando Jesús dice a los apóstoles que no hay que despreciar a los pequeños, porque sus ángeles están siempre en presencia del rostro del Padre.

En la liberación del apóstol Pedro de la cárcel vemos como actuó el ángel del Señor.

Que lo despertó, le dijo que se levantara, le quitó las cadenas de sus manos, que se vistiera y que lo siguiera.

Pero en el mismo pasaje de Hechos 12, cuando Pedro llamó a la puerta dónde estaban reunidos los discípulos, la sirvienta llamada Rhoda pensó que era el ángel de Pedro quién se había presentado.

Las funciones de estos ángeles son proteger, consolar, exhortar, reprender, poner en penitencia, castigar, asistirnos en nuestras oraciones y transmitir nuestras peticiones a Dios.

Orígenes llega a decir que el ángel de la guarda es como un padre para la persona.

Pero Basilio dice que esto es así siempre que no lo expulsemos por el pecado.

Nuestro pecado resiente el poder que tiene el ángel guardián sobre nosotros, porque no estamos dispuestos a oírlo en toda su plenitud.

Atanasio habla del talante de los ángeles para cumplir su trabajo.

Dice que los ángeles cumplen estas funciones de manera suave y pacífica, con alegría.

Porque son maestros, que en última instancia si no tienen más remedio nos corrigen y nos castigan, pero no desde el principio.

Podemos detectar que nuestro ángel nos está hablando cuando nuestros pensamientos son buenos.

En cambio cuando nuestros pensamientos son equivocados nos está hablando un ángel maligno.

Nuestra actitud con los ángeles debe ser de veneración y respeto, y de oído abierto para escuchar sus mociones y obedecerles.

Se dice también que no deberíamos poner nombre a los ángeles de la guarda porque están encima nuestro.

Hemos visto está aquí que los ángeles son compañeros nuestros desde nuestra concepción.

Pero nos acompañan especialmente en nuestra muerte.

  

EL ACOMPAÑAMIENTO DE LOS ÁNGELES EN LA MUERTE

Si los ángeles nos acompañaron durante el trayecto de nuestra vida, es impensable que no lo hagan en el momento más crucial de ella, cuando debemos hacer el pasaje a la otra vida.

En la Biblia leemos en Judas 1 que el Arcángel Miguel disputó con el diablo el cuerpo de Moisés, o sea a su muerte.

Y en Lucas 16 vemos que cuando murió Lázaro el mendigo, los ángeles lo llevaron al lado de Abraham.

En el canto In Paradisum de la Misa Funeraria católica se dice al respecto,

En el paraíso te guíen los ángeles: que al llegar los mártires te reciban y puedan ellos guiarte hasta la santa ciudad, Jerusalén.

Los coros de ángeles te reciban, y con Lázaro, que alguna vez fue pobre, puedas obtener el reposo eterno”.

La importancia de este momento es tal que las primeras palabras que dicen los ángeles cuando se presentan es “no tengas miedo”.

Y Tertuliano ha hecho una hermosa reflexión al respecto,

“Cuando, por la fuerza de la muerte, el alma es arrebatada del peso de la carne que la encierra, tiembla de emoción al ver el rostro de un ángel, el invocador de las almas, al darse cuenta de que su morada eterna ha sido preparada”

Su función en ese momento central es consolar al alma y mantener a los demonios a raya, tratando que el moribundo no note los sufrimientos de la muerte.

Es por eso que moribundos apunto de hacer el pasaje han dicho que escuchan himnos cantados por los ángeles antes de morir.

Melodías que incluso a veces son escuchadas por las personas que están junto al lecho de muerte.

De esta forma el ángel ayuda al alma para que se presente con confianza ante el tribunal de Dios.

Lo cual queda claro en una reflexión que hace San Juan Crisóstomo,

“Si necesitamos una guía para pasar de una ciudad [terrenal] a otra, ¿cuánto más necesitará el alma que alguien le señale el camino cuando rompe los lazos de la carne y pasa a la vida futura?”.

Quienes no están en gracia de Dios, pero se arrepienten en el momento de su muerte, son llevados por el Arcángel Miguel al purgatorio.

Mientras que su ángel guardián intercede ante Dios y busca personas que oren en la Tierra por esta alma.

Y será el ángel guardián quien conduzca al alma desde el purgatorio al cielo cuando haya terminado su purificación.

En su llegada al cielo lo recibirá una gran cantidad de ángeles y santos con alegría.

Pero sobre todo a las vírgenes y a los mártires se les hará una procesión de bienvenida.

En el cielo el Ángel estará junto con el alma alabando a Dios por la eternidad.

Pero si el alma va al infierno el ángel no puede ir y podría ser que ese ángel guardián sea asignado a una nueva alma; esto es discutido.

  

LOS ÁNGELES EN LA VIDA DE LA IGLESIA

Los ángeles están especialmente presentes en las misas porque son un evento conjunto del cielo y la tierra.

Es la liturgia del cielo que se abre para ministrar y disfrutar de la misa, aunque no lo veamos en el templo.

Multitudes de ángeles bajan al santuario, alaban a Dios, incitan acantos devotos, ayudan al celebrante y a al diácono, escuchan la homilía y la juzgan.

San Juan Crisóstomo dice que a pesar de ser nosotros humildes humanos fuimos considerados dignos de unirnos a esta celebración celestial en adoración a Dios.

Incluso en el Prefacio Común I de la Oración Eucarística del Misal Romano se mencionan a estos ángeles,

«…Por eso, con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo…»

Mientras que el Gloria es el canto de los ángeles inferiores que hasta los catecúmenos pueden cantar.

Así como los ángeles estuvieron presentes en la muerte de cada uno, también lo estarán en el gran y terrible Día del Señor.

Cuando el Señor juzgue las naciones, haga resucitar a los muertos y renueve toda la creación.

Mateo 24 dice que cuando el hijo del hombre venga sobre las nubes del cielo con gran poder y gloria enviará a sus ángeles tocando la trompeta y reunirán a sus elegidos de los cuatro vientos.

Este toque de trompeta será el llamado a la resucitación de los muertos según San Pablo.

Y San Cirilo dice que en el juicio final de cada alma habrá multitud de ángeles.

Los ángeles serán el brazo ejecutor de Cristo en el juicio final.

Porque Mateo 13 dice que los ángeles separarán los malos de los justos, y entonces los justos brillarán como el sol y los malhechores rechinarán los dientes y serán arrojados al castigo eterno.

Mientras que Mateo 25 hace el símil de esta separación entre buenos y malos con el método que tiene el pastor, de separar a las ovejas de las cabras.

San Efrén y Orígenes dirán que los Ángeles llevarán a los elegidos al paraíso.

Y ese será el momento en que la tierra y el cielo se unan en una nueva creación que restaure el orden y la gloria original.

El Apocalipsis 21 habla de un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron.

Y menciona que la Ciudad Santa la Nueva Jerusalén descenderá del cielo.

Con esto la actividad de los ángeles en la tierra probablemente habrá concluido.

Ellos condujeron al paraíso a las almas de los justos que les fueron confiadas por Dios.

Ayudándolos de en la vida diaria y asistiéndolos en el pasaje a la otra vida.

Pero la función de los ángeles no se acaba con la asistencia a los seres humanos.

Ellos son seres que seguirán ayudando a Dios en el gobierno del universo.

Estuvieron desde el principio de la creación y fueron muy importantes en la encarnación de Jesucristo y su vida pública.

Y estarán permanentemente frente a Dios alabándolo y cantando himnos de gloria.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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