Las visiones de Isabel Canori Mora sobre la purificación y la restauración de la Tierra.

Dios no hace nada sin comunicar a sus fieles sus planes, y los repite una y otra vez a través del tiempo, para que efectivamente llegue el mensaje y la humanidad comprenda bien.

Porque el demonio ha suscitado dentro de la Iglesia, la idea de que Dios es tan bueno que nunca va a purificar a la humanidad de manera severa, por más que se esté destruyendo Su plan.

Y esto ha prendido en muchos fieles, que se niegan a aceptar lo que dice la Biblia, y ni siquiera escuchar lo que Dios está comunicando a sus profetas, como otrora sucedió con los profetas del pueblo de Israel que eran vilipendiados, castigados y hasta muertos. 

Dios ha dado visiones a muchos místicos sobre cómo va a ser la purificación del mundo y la Iglesia, y su reconstrucción.

Entre ellos a Santa Hildegarda de Bingen, a la Beata Ana Catalina Emmerich y a la beata Isabel Canori Mora.

Esta última es menos conocida al igual que las visiones que tuvo.

Aquí hablaremos sobre las visiones que tuvo la beata Isabel Canori Mora, sobre las razones que impulsan a Dios a purificar la tierra, como lo hará y cómo se reconstruirá lo que había sido destruido.

Isabel Canori Mora fue una mística romana que vivió entre los siglos XVIII y XIX, y recibió notables visiones de Jesucristo y la Santísima Virgen.

Quien las escribió en centenares de páginas dirigidas a su confesor, y que hoy están celosamente custodiadas en el archivo de los Padres Trinitarios, en San Carlino, congregación de la que fue terciaria.

Sobre esos escritos el Santo Oficio emitió en 1900 el juicio de que estaban libres de errores teológicos.

La fama de su santidad se difundió aún en vida, y se acercaban a ella para pedir consejos, desde los más pobres de la ciudad, hasta políticos y el mismo Papa.

En la navidad de 1813 ella fue arrebatada a un lugar inundado de luz, donde innumerables santos rodeaban un humilde pesebre. 

Y vio a Jesús recién nacido bañado en su propia sangre.

En ese momento comprendió de manera infusa cuál era la razón de tanto derramamiento de sangre del niño.

Le fue dicho que era por la mala conducta de muchos sacerdotes, de muchas religiosas que no se comportan según su estado, y por la mala educación que es dada a los hijos por parte de sus padres y madres.

Y a partir de entonces, Dios le fue revelando el lamentable accionar de ciertos sectores eclesiásticos que atraían la cólera divina.

Realizado en complicidad con la revolución que derrumbaba a las autoridades civiles y las costumbres cristianas en los países.

En una oportunidad se le mostraron 5 árboles de desmesurado tamaño,que con sus raíces alimentaban un enmarañado bosque de millones de plantas estériles.

Y Dios le hizo entender que esos cinco enigmáticos árboles, simbolizaban las cinco herejías que infectan al mundo en nuestro tiempo.

No le fue dicho que simbolizaba exactamente cada uno, pero los eruditos extraen de los textos que son el liberalismo, la masonería, el modernismo, el comunismo y el indiferentismo religioso. 

En otra visión los ángeles la condujeron espiritualmente a los antros secretos donde se tramaba la conjura contra Dios, sus planes y sus fieles seguidores. 

Le fueron mostradas las aberraciones que cometían los ministros del Señor.

Y en otra ocasión mientras rezaba por el Santo Padre, lo vio viajando rodeado de lobos que complotaban para traicionarlo.

La visión se repitió dos veces más.

Vio al Papa Pío VII y dos santos ángeles que lloraban. 

Y ella preguntó a los ángeles la razón de su llanto. 

Y contemplando la ciudad de Roma dijeron: «Ciudad miserable, pueblo ingrato, la justicia de Dios te castigará».

Y a continuación fue llevada a ver el estrago que la justicia de Dios estaba por hacer entre aquellos miserables.

Vio edificios cayendo en ruinas. 

Ciudades, provincias enteras y todo el mundo estaba en caos. 

No se oía otra cosa que débiles voces implorando misericordia. 

El terror y el espanto ponía a los hombres y los animales en un estado de pavor, todo el mundo estaba en convulsión.

La gente se despedazaba unos a otros sin piedad. 

Mientras Dios con su omnipotencia hacía castigar el orgullo y su desvergonzada arrogancia.

Pero lo que le impresionó más fue ver a Dios indignado, representado por un gigante fuerte y airado contra aquellos que lo perseguían. 

Sus manos estaban llenas de rayos y su rostro estaba repleto de indignación.

La visión duró apenas un instante, pero Isabel dice que, si hubiese durado un momento más, ciertamente habría muerto de angustia.

También por ese período vio a María Santísima triste y dolorosa, y le preguntó entonces la razón de eso.

Y Ella le dijo que mirara la impiedad de los apóstatas que intentaban arrancar a Su Hijo de sus brazos. 

Y en ese momento vio al Padre Eterno revestido de justicia que se volvía hacia el mundo y toda la naturaleza entraba en convulsión.

Y le fue comunicado que Dios se servirá de las potencias de las tinieblas para exterminar a los hombres inicuos y criminales, que pretenden derribar la Iglesia. 

Y entonces le fue mostrada una horrenda cárcel infernal en la mayor profundidad de la tierra, de donde vio salir a muchos demonios.

Algunos tomaban forma de animal y otros de hombre, y venían todos a infestar el mundo y a hacer por todas partes maleficios y ruinas.

Y se le dijo que devastaran todos los lugares donde Dios ha sido ultrajado. 

Todos esos lugares serán demolidos y arruinados y se perderá todo vestigio de ellos.

Por lo tanto vemos que la forma en que Dios liquidará la iniquidad y purificará la tierra, es dando permiso para actuar a las propias fuerzas demoníacas, que no tendrán contemplación por nadie.

Pero entonces es lícito preguntarse qué sucederá con los fieles a Dios. 

Y para contestar esto digamos que ella vio la intervención de San Pedro protegiendo a Su Pueblo.

En la fiesta de San Pedro y San Pablo de 1820, Isabel contempló al Príncipe de los apóstoles descendiendo de los cielos revestido con los atuendos pontificales y rodeado por una legión de ángeles. 

Con su báculo, trazó sobre la tierra una gran cruz, y a los cuatro lados de ella hizo aparecer cuatro árboles en pleno verdor, también con forma de cruz, envueltos en una luz brillantísima. 

Debajo de aquellos árboles quedaron refugiados y libres del tremendo castigo todos los buenos fieles, y religiosos y religiosas. 

Y sintió decir a San Pedro.

«Ay de aquellos religiosos y religiosas inobservantes que despreciaron las santas reglas.

Y esto va también para todos aquellos que se entregan al libertinaje y van detrás de las falsas filosofías de hoy».

Y después de los castigos purificadores Isabel vio a San Pedro regresar del cielo en un majestuoso trono pontifical. 

Bajó con gran pompa y recorrió todo el mundo encadenando a aquellos espíritus malignos e infernales, y volvió a confinarlos en las tenebrosas cavernas de las cuales habían salido.

Y en ese momento se vio aparecer sobre la tierra un bello resplandor, que anunciaba la reconciliación de Dios con los hombres.

Y luego el Señor le dijo,

«Yo reformaré a mi pueblo y a Mi Iglesia. Mandaré sacerdotes celosos para predicar Mi fe, formaré un nuevo apostolado, enviaré al divino Espíritu Santo a renovar la tierra».

También le dijo que reformaría las órdenes religiosas por medio de nuevos reformadores santos y doctos. 

Y dará un nuevo Pastor a Su Iglesia, docto, santo y repleto de Su espíritu. 

Que con santo celo reformará la grey.

También le fueron mostrados varios soberanos que sustentarán a la Iglesia Católica y serán verdaderos católicos, depositando sus cetros y coronas a los pies del Santo Padre, Vicario de Jesucristo. 

Varios reinos abandonarán sus errores y volverán al seno de la fe católica. 

Pueblos enteros se convertirán y reconocerán como religión verdadera la fe de Jesucristo.

Y entonces la pequeña grey de católicos fieles, refugiada bajo los árboles en forma de cruz, fue conducida a los pies del trono de San Pedro. 

Él escogió al nuevo Pontífice y toda la Iglesia fue reordenada según los verdaderos dictámenes de los Santos Evangelios.

Fueron restablecidas las órdenes religiosas, y todas las casas de los cristianos se convirtieron en verdaderos templos.

Tan grande era el fervor y el celo por la gloria de Dios, que todo era ordenado en función del amor de Dios y del prójimo. 

De esta manera tomó cuerpo en un momento el triunfo y la gloria de la Iglesia de Cristo

Ella era aclamada y seguida por todos, reconociendo al Vicario de Cristo.

Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre las visiones que tuvo la beata Isabel Canori Mora.

Que implica que habrá una gran persecución a la Iglesia, pero los que no apostaten serán protegidos.

Luego de lo cual Dios purificará a la Iglesia y el mundo de manera cruenta, y los restaurará.

Y me gustaría preguntarte si piensas que está aumentando o disminuyendo la cantidad de católicos que creen que Dios es tan bueno que nunca purificará el mundo en forma severa.

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