Hay quienes, al parecer, prevén el momento de su propia muerte.

Y de acuerdo a estudios y testimonios es probable que haya muchos.

Lo importante es orar pidiendo a Dios, Jesucristo y a la Santísima Virgen – también a San José – por la gracia de una buena muerte.

Jacinta y Francisco Marto

En algunos casos las premoniciones del momento de la muerte son mociones que no se sabe cómo llegaron a la cabeza del que después va a morir.
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¿Es posible que Dios envíe a algunas personas información sobre cuándo será el pasaje para que se preparen?
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De hecho es así.

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ALGUNAS PROFECÍAS ENTRE LOS CATÓLICOS

Es conocido que la Virgen de Fátima dijo que los dos hermanos Marto morirían pronto y que Lucía se quedaría para una misión en la Tierra.

Y esto ocurrió porque los hermanitos Jacinta y Francisco murieron 2 años después.

A Santa Margarita María, la vidente de del Sagrado Corazón también se le dijo la fecha exacta de su muerte.

Mari Carmen González Valerio

Y Don Bosco podía profetizar la fecha de su muerte de los niños del Oratorio, pero no lo decía “porque no convenía”.

Pero hizo excepciones y llegó a dejar por escrito, en un sobre cerrado, a petición de sus allegados, la fecha de la muerte del próximo estudiante, lo cual se verificó.

Estos no son casos aislado entre los santos. Muchos profetizaron la fecha de su muerte.

Está también el caso de la Venerable María del Carmen González-Valerio que predijo que moriría el 17 de julio, y lo hizo.

Cuenta su abuela asistiendo ambas a misa Mari Carmen le preguntó: “¿Me entrego?”

La abuela asintió, sin entender lo que quería decir su nieta.

“La seguí después de la comunión; se hubiera dicho que la transportaban los ángeles.

Se cubrió el rostro con sus pequeñas manos, luego se quedó un momento arrodillada en acción de gracias” asegura la abuela.

A principios de abril diagnosticaron a la pequeña una escarlatina que se fue agravando con el paso de los días.

La niña no pidió en ningún momento que Dios le salvara, sino “que se haga Su voluntad”.

Mari Carmen afirmó que la Virgen María iría a buscarla el día de su cumpleaños, el 16 de julio.

Cuando se enteró de que su tía Sofía se casaría ese día, anunció que moriría al día siguiente.

Y en la mañana del 17 de 1939, Mari Carmen se sentó en su cama, cosa que no podía hacer desde hacía ya largo tiempo, y dijo:

“Hoy me voy a morir, ¡me voy al cielo!”.

Doña Carmen, su madre, congregó entonces a toda la familia alrededor de la pequeña.

La niña pidió perdón por no haber sabido amar a su enfermera, y por haber omitido alguna vez sus oraciones.

Después, le pidió a su madre que cantase “Qué bueno eres, Jesús”.

De pronto, la niña se volvió hacia ella y le dijo:

“Pronto voy a ver a papá, ¿quieres que le diga algo de tu parte?”.

Horas más tarde, Mari Carmen aconsejó por sorpresa a todos: “Ámense unos a otros” y se recogió totalmente “de forma sobrenatural”, haciendo el pasaje según cuenta su abuela.

Diario Mostrando a David Chapman Asesino de John Lennon

 

MUCHOS CASOS FAMOSOS

Pero también entre los que no pretendían la santidad suceden estos casos.

Hemos escuchado muchos cuentos después de la tragedia de la Torres Gemelas de New York.

De cómo muchos de los implicados en la tragedia tenían una idea precognitiva de la tragedia y de su muerte. Se han escrito libros de ello.

Tal intuición también se cita en muchos casos de accidentes, guerra, enfermedad, o simplemente durante el proceso de envejecimiento.

Una persona puede decir: “el Señor me llama a casa”, y muere poco después.

¿Pueden las fechas, horas y años cambiar? Sí.

Todo está en la voluntad de Dios.

La oración puede cambiar el destino.

Pero fundamentalmente la oración puede prepararnos para ese momento tal fundamental, en que pasamos a la vida eterna.

Veamos algunos casos.

 

Antes de su fallecimiento, a los 27 años, el famoso guitarrista Jimi Hendrix se presentó en un estudio de grabación a las dos de la mañana con una nueva canción que terminaba con:

“Muchas cosas que intentaría /Porque sabía pronto moriría /Ahora se ha ido, que es de Jimi? /Su recuerdo sigue vivo /Cinco años dijo /él no se ha ido, sólo está muerto”.

Y otro músico, el famoso John Lennon dijo una vez,

“Voy a ser probablemente asesinado por algún chiflado”.

Y así sucedió cuando un fan suyo lo mató frente al edificio de su residencia.

 

También es famoso el caso de Pete «Pistol» Maravich, que fue uno de los 50 mejores jugadores de la NBA de todos los tiempos.

Cuando Pete era joven, le dijo a un amigo

“Yo no quiero jugar 10 años en la NBA y luego morir de un ataque al corazón a los 40”.

Ocho años más tarde, el 5 de enero de 1988, Maravich estaba jugando un partido de baloncesto cuando dijo “No me siento bien”.

Segundos después, se desplomó y murió de un ataque al corazón.

Resulta que tenía un defecto cardiaco congénito previamente desconocido llamado.

Debería haber muerto a los 20 años, pero de alguna manera se mantuvo por dos décadas más hasta que su profecía se hizo realidad, a los 40 años.

Mark Twain

 

Mark Twain es, sin duda, uno de los más grandes escritores que la literatura ha visto jamás.

Bendecido con ingenio inmenso y un sentido del humor agudo creó personajes clásicos para niños como Tom Sawyer y Huckleberry Finn.

En 1909, Mark Twain habría dicho,

“Vine con el cometa Halley en 1835.
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Se viene otra vez el próximo año, y espero salir con él – el Todopoderoso lo ha dicho, no hay duda”.

Efectivamente, cuando el cometa Halley regresó, la predicción de Mark Twain se convirtió en verdadera y falleció el 21 de abril de 1910.

Según Twain, Dios debió haber dicho:

“Ahora bien, aquí están estos dos monstruos irresponsables: entraron juntos, debían salir juntos.

Es cierto que Twain tenía problemas de corazón y estaba deprimido por perder a algunos miembros de su familia y amigos cercanos, pero no estaba de ninguna manera en su lecho de muerte.

 

El ex lanzador de la Grandes Ligas, Frank Pastore y luego famoso periodista cristiano, estaba correctamente preocupado de que lo matarían en la autopista 210 por alguno que se desviara en su carril.

Y así fue.

Pastore se había retirado del béisbol y conducía, en una emisora cristiana, el talk show más escuchado en los Estados Unidos.

En su transmisión del 19 de noviembre de 2012, Pastore comentó:

«Ustedes saben que yo ando en una motocicleta, ¿verdad? En cualquier momento, hay gente idiota que cruzan de carril en la autopista 210. En cualquier momento, me pueden matar”.

Cerca de tres horas después de que él dijo eso, Pastore estaba montando su motocicleta en la autopista sin peaje 210 cuando una mujer que conducía una de Hyundai Sonata cambió súbitamente de carril y chocó la moto de Pastore.

Quien cayó en la autopista, tal como había predicho durante su programa, sufrió heridas en la cabeza y murió un mes después de estar en coma.

William Thomas Stead

 

Otro caso. El británico William Thomas Stead es considerado el padre del tabloide moderno.

De hecho, Stead fue un pionero del periodismo de investigación cuya exposición polémica sobre la prostitución infantil hizo subir la edad del consentimiento en Gran Bretaña planteada de 13 a 16 años.

Además de ser un editor, Stead también se dedicaba a la ficción y tenía interés en lo oculto.

En 1886, escribió un artículo para la Gaceta de Pall Mall llamado “El Hundimiento de un Crucero de Línea Moderno” sobre un crucero que deja Inglaterra para Nueva York y se ve envuelto en una colisión.

En el caos que siguió, muchos pasajeros se ahogaron porque había muy pocos botes salvavidas.

Stead escribió: Esto es exactamente lo que ocurrirá si los barcos de línea se envían al mar sin botes salvavidas”.

Unos años más tarde, en 1892, Stead escribió otro artículo llamado “Del Viejo Mundo al Nuevo”, en el que un pasajero en un barco llamado Majestic tiene una visión de un barco de línea cocando contra un iceberg y la correspondiente tragedia.

Veinte años después, en 1912, el Titanic se estrelló contra un iceberg en un viaje de Inglaterra a Nueva York y alrededor de 1500 personas perdieron la vida porque no había suficientes botes salvavidas. Una de esas personas era WT Stead.

 

También tenemos el caso de Abraham de Moivre que era un renombrado matemático francés que trabajaba en tablas de la mortalidad con Edmond Halley (del que se puso su nombre al cometa).

Eso significa que pasó toda su vida estudiando la muerte a través de números, usando matemáticas y fórmulas

Cuando de Moivre tenía 87 años, se dio cuenta de que estaba durmiendo 15 minutos más cada noche.

Obsesionado con las matemáticas y la muerte, especuló que cuando esos 15 minutos sumaran 24 horas, simplemente no despertaría.

Según sus cálculos, la fecha de su muerte caería el 27 de noviembre de 1754. Adivina qué sucedió ese día.

El día que esos minutos sumaron 24 horas completas, él murió. La fecha era el 27 de noviembre de 1754. ¿La causa oficial de su muerte? Somnolencia aparentemente.

 

Y acá traemos el caso del músico austríaco Arnold Schoenberg, que fue uno de los compositores más importantes e influyentes de todos los tiempos, habiendo introducido un estilo «atonal» de música que escandalizó a los críticos y oyentes en la década de 1920.

Schoenberg tenía un temor paralizante al número 13.

Nació el 13 de septiembre y pasó toda su vida seguro de que moriría el 13 de un mes.

Su fobia irracional empeoró cada año, y comenzó a salir de su camino para evitar el número.

Cuando escribió una ópera titulada “Moses and Aaron”, se dio cuenta de la cantidad de letras era 13, por lo que él cambió Aaron por Aron.

En su 76 cumpleaños, un músico compañero, Oskar Adler, le escribió diciendo que el año siguiente podría ser uno a tener en cuenta, como 7 + 6 = 13

Hizo que Schoenberg estuviera más ansioso que de costumbre.

Y así, el viernes 13 de julio 1951, Schoenberg decidió quedarse en la cama todo el día, ya que ha demostrado ser un método eficaz para evitar ser atropellado por camiones o aplastado por la caída de algún objeto

Después de pasar toda la noche sin acontecimiento, a las 11:45 pm, la esposa de Schoenberg se inclinó y le dijo: “Ya ves, el día está casi terminado”. Y luego murió.

Arnold Schoenberg

 

¿NADIE SABE EL DÍA NI LA HORA?

No es común que se sepa cuándo llegará la hora en qué Dios nos llevará desde el mundo terrenal a uno cuya forma no conocemos.

Sin embargo, hay algunas personas en la tierra que pueden ver este momento

Es un misterio por qué se le permite a alguna gente encontrar la clave de este secreto impenetrable.

La literatura católica parece manejar que a los santos que se le comunica el momento de su muerte reciben una gracia.

Ya vimos sólo unos poquitos ejemplos similares.

Los médicos estadounidenses William Green, Stefan Goldstein y Alex Moss, estudiando el fenómeno de la muerte, investigaron miles de historias detrás de los pacientes que murieron repentinamente’.

Sus resultados muestran que la mayoría de la gente había anticipado su propia muerte. 

Es cierto que su premonición no vino en forma de declaraciones proféticas o preparaciones oportunas para su entierro, sino en un estado psicológico específico, y a menudo por el deseo de poner sus asuntos en orden.

Poco antes de la muerte muchas personas experimentan un estado de depresión que puede durar una semana a medio año. 

Los médicos asumieron que esta extraña melancolía es causada por cambios hormonales en su organismo.

La característica psicológica de este desaliento aparentemente infundado es preparar el sistema nervioso central para la separación inevitable de la vida.

Esto se corresponde a la opinión compartida por muchos investigadores de que la muerte es simplemente la transición de un mundo a otro.

Sin embargo, ¿por qué el organismo necesita esta preparación psicológica?

Es posible que Dios comunique a todos el momento.

Pero sólo algunos pocos toman conciencia de esa comunicación. Tal vez ahí esté la gracia, en darse cuenta.

¿Tú qué opinas?

Fuentes:

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