Rosario de la Cueva dedica este poema al misterio de la vida.

Enfocándose en el momento del nacimiento.

 

Oración sobre el misterio de la vida

Que esa carne divina,
recién nacida e inerme.

Aterida, en la escarcha
de la noche de invierno.

Que apoyó sus primeros balbuceos,
a esta vida terrena,
en el pecho amoroso
de una virginal madre, asombrada
al misterio que surgía de su seno,

Cómo hace 2000 años,
hoy, guie nuestros pasos,
aniquile los diablos, que ocupan
los desiertos, que inundan los
espíritus, despojados y yertos,
en este apocalipsis,
del mundo que habitamos.

Que la estrella de Belén,
como hace 2000 años,
sea el faro radiante, por el que
atravesemos,los angostos caminos,
los mares tenebrosos,
las heladoras noches,
de almas sin reposo.

Que saciemos el hambre,
de la justicia eterna,
que un día prometiste,
ante el humilde pueblo,
que te escuchaba atónito,
en la montaña aquella,
donde tu voz: Mesías
nos anunció la dicha,
de otra vida, y no esta.

Que tus bienaventuranzas, sean
semilla cierta.

Que encontremos la Paz,
que tus pupilas serenas,
auguraron un dia,
en la ladera agreste,
de un monte de Judea.
 

Rosario de la Cueva.


Rosario de la Cueva, de España, Poeta, Coordinadora del ciclo «La Rioja Poética» en el Centro Riojano de Madrid

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