Oraciones a Nuestra Señora de la Dulce Espera

ORACIÓN I

María, Madre del amor hermoso, dulce muchacha de Nazareth, tú que proclamaste la grandeza del Señor y,
diciendo que «si», te hiciste Madre de nuestro Salvador y Madre nuestra: atiende hoy las súplicas que te hago.

En mi interior una nueva vida está creciendo:
un pequeño que traerá alegría y gozo, inquietudes y temores, esperanzas y felicidad a mi hogar.

Cuídalo y protéjelo mientras yo lo llevo en mi seno.
Y que, en el feliz momento del nacimiento,
cuando escuche sus primeros sonidos y vea sus manos chiquitas, pueda dar gracias al Creador por la maravilla de este don que El me regala.

Que, siguiendo tu ejemplo y modelo, pueda acompañar y ver crecer a mi hijo.

Ayúdame e inspírame para que el encuentre en mi un refugio donde cobijarse y, a la vez, un punto de partida para tomar sus propios caminos.

Además, dulce Madre mía, fíjate especialmente en aquellas mujeres que enfrentan este momento solas, sin apoyo o sin cariño.

Que puedan sentir el amor del Padre y que descubran que cada niño que viene al mundo es una bendición.

Que sepan que la decisión heroica de acoger y nutrir al hijo les es tenida en cuenta.

Nuestra Señora de la Dulce Espera, dales tu consuelo y valor.

Amén.

 

ORACIÓN II

A Nuestra Señora de la Dulce Espera MARIA, de la Dulce Espera, de los sueños tiernos y la esperanza larga; Bendigo tu maternidad Divina, maravilla de DIOS en tu cuerpo de mujer.

Desde hace un tiempo yo también espero un hijo del amor. Siento que todo se transforma en mi y una Vida nueva teje DIOS en mis entrañas. Te la ofrezco desde ya con todos los cuidados, con todos los temores, con toda la ternura y la esperanza de este tiempo lindo que el SEÑOR me da.

MARIA, de la DULCE ESPERA, haz que en ésta espera de la nueve lunas, sienta la dulzura de parecerme a TI. Acompáñame, fortaléceme. Y, al llegar el tiempo de decir: ¡ YA NACE ! pueda ofrecerte como regalo nuevo el primer llanto de mi bebe nacido y mi gozo grande de mamá feliz.

 

ORACION III

María, madre del amor hermoso, dulce muchacha de Nazareth, tú que proclamaste la grandeza del Señor y, diciendo que «si», te hiciste madre de nuestro Salvador y madre nuestra: atiende hoy las suplicas que te hago.

En mi interior una nueva vida está creciendo: un pequeño que traerá alegría y gozo, inquietudes y temores, esperanzas y felicidad a mi hogar.

Cuídalo y protégelo mientras yo lo llevo en mi seno. Y que, en el feliz momento del nacimiento, cuando escuche sus primeros sonidos y vea sus manos chiquitas, pueda dar gracias al Creador por la maravilla de este don que Él me regala.

Que, siguiendo tu ejemplo y modelo, pueda acompañar y ver crecer a mi hijo. Ayúdame e inspírame para que él encuentre en mi un refugio donde cobijarse y, a la vez, un punto de partida para tomar sus propios caminos.

Además, dulce Madre mía, fíjate especialmente en aquellas mujeres que enfrentan este momento solas, sin apoyo o sin cariño. Que puedan sentir el amor del Padre y que descubran que cada niño que viene al mundo es una bendición.

Que sepan que la decisión heroica de acoger y nutrir al hijo les es tenida en cuenta. Nuestra Señora de la Dulce Espera, dales tu consuelo y valor.
Amén

 

ORACIÓN A LA VIRGEN DE LA ESPERANZA POR EL ENFERMO

María, madre de la esperanza

Oh María, madre de la esperanza
tu que has conocido nuestra fragilidad
a través del sufrimiento de tu Hijo
vuelve tu mirada de Madre
a todo sufrimiento y debilidad humana.

Tu que esperaste contra toda esperanza
junto a la Cruz de tu Hijo
infundiendo fe a los discípulos
confundidos y desilusionados
alcánzanos el consuelo de la esperanza.

Hoy te imploramos, oh Madre de esperanza:
pide a tu Hijo que tenga misericordia
y nos sostenga en los momento más oscuro de la vida;
intercede por nosotros para que vivamos el tiempo
con la esperanza de la eternidad
para contemplar con gozo la gloria d
De Cristo Resucitado.

Amén