El Oscar, el premio cinematográfico más emblemático no ha quedado indiferente ante las obras católicas.

Cuando éstas están hechas con calidad y belleza.

¿Por qué se da esto?

Y ¿Por qué ya no hay tantas películas católicas nominadas como antes?

La relación entre la fe y el cine, como con cualquier otro arte, presenta elementos problemáticos y sumado a esto el cine es también un negocio.

Este artículo será una reflexión sobre el catolicismo ante el séptimo arte.

 

LA BELLEZA EN EL CINE

Decía san Agustín: «La Verdad es como un León: no necesita ser defendida. Déjenla libre y se defenderá por sí misma».

Y la verdad no debe estar peleada con la belleza, este es el reto del cineasta cristiano.

Los católicos tenemos una tradición que une la verdad con la belleza y la bondad, san Juan Pablo II así nos lo indicó en su Carta a los Artistas”:

“La belleza es en un cierto sentido la expresión visible del bien, así como el bien es la condición metafísica de la belleza.”

Aprovechando esto se puede conjugar lo bello con lo verdadero, para que a través de las vías del arte los ánimos sean llevados de lo sensible a lo eterno.

Algunas películas explícitamente católicas lo lograron, y fueron reconocidas por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, que les otorgó el premio Oscar:

 

LA CANCIÓN DE BERNADETTE

The Song of Bernadette, es una película de 1943. Toda la trama y las motivaciones del reparto se desenvuelven por las apariciones de la Santísima Virgen María en Lourdes.

Jennifer Jones nos entregó una interpretación increíblemente profunda de Bernadette Soubirous, una campesina adolecente sin estudios cuyas visiones, en ese momento, desconcertaron tanto a la Iglesia como al estado.

Y tan buenos como la actuación de Jones, fueron los otros personajes interpretados por algunos de los mejores actores de Hollywood, incluyendo a Lee J. Cobb, Vincent Price, Charles Bickford, y Anne Revere.

En la entrega de premios, el filme compitió contra Casablanca, y aun así Jones ganó por mejor actriz principal, y el filme por mejor fotografía en blanco y negro, dirección de arte en blanco y negro y banda sonora en película dramática.

 

GOING MY WAY

Llamada Siguiendo mi Camino en España y El Buen Pastor en Hispanoamérica, es un filme estadounidense de 1944.

El inmortal Barry Fitzgerald interpreta al malhumorado pero adorable sacerdote anciano y Bing Crosby hace lo suyo en el rol de un cura joven y alegre.

El presbítero Chuck O’Malley (Bing Crosby) cree que no hay problema que no pueda solucionarse con un canto optimista o formando un coro para chicos con los niños del vecindario.

El filme ganó premios Oscar a la mejor película, actor (Crosby), actor de reparto (Fitzgerald), director (Leo McCarey), argumento (Leo McCarey), guion adaptado, y canción («Swinging on a Star»).

 

LAS CAMPANAS DE SANTA MARÍA

The Bells of St. Mary’s es la secuela de “Going on my Way” estrenada al año siguiente, en 1945.

Ahora Crosby es un sacerdote que se topará con una indomable directora de escuela parroquial, interpretada por Ingrid Bergman, y un miserable viejo avaro, interpretado por Harry Travers.

Esta producción ganó sólo un Oscar por el mejor sonido, pero fue nominada a mejor película, actor, actriz, director, banda sonora, canción («Aren’t You Glad You’re You») y Edición.

Y aunque no lo premie la academia, esta película es también ¡la mejor publicidad de todos los tiempos para los centros educativos católicos!

 

HISTORIA DE UNA MONJA

The Nun’s Story es una película estadounidense de 1959.

Presenta a la brillante Audrey Hepburn como una monja de orden hospitalaria, ésta se ve envuelta entre las demandas de su vocación religiosa y la devoción a sus pacientes.

Fue nominada por mejor película, actriz (Audrey Hepburn), director (Fred Zinneman), guion, edición, cinematografía a color, banda sonora y sonido.

Y si bien no ganó ninguna de estas nominaciones se debe tener en cuenta que le tocó competir contra Ben-Hur, filme que arrasó con todo en la entrega de Premios.

 

ERAN OTROS TIEMPOS… PERO

Algunos historiadores del cine estadounidense argumentan que películas como las anteriores ganaban por la influencia de la «Legión de la Decencia« (activa de 1934 a 1948), entidad apoyada por la Iglesia católica en EE.UU.

La Legión daba lineamientos a la Academia a través de un llamado «Código Hays«, que inclinaba la balanza a películas con valores.

Ese es un factor que no se puede obviar. Pero esto no contradice algo verdadero y por ende objetivo:

Independientemente de estos lineamientos, las películas con valores de esta época son las que cimentaron el estándar de excelencia para el cine en general.

Estas películas, con o sin influencias, son objetivamente obras maestras que se volvieron clásicos.

Otras películas de la misma tanda e influencia, pero ajenas al catolicismo explícito son:

It Happened One Night, Mutiny on the Bounty, Captain Blood, The Informer, Gone With the Wind, Mr. Smith Goes to Washington, The Wizard of Oz, Ninotchka, The Philadelphia Story, How Green Was My Valley, Mrs. Miniver, The Pride of the Yankees, Casablanca, Notorious, The Treasure of the Sierra Madre, and Miracle on 34th Street.

Todas son películas con un gran mensaje, mientras que al mismo tiempo son un ejemplo del arte cinematográfico estadounidense en sus días de gloria.

Desapareciendo la influencia de la Legión aparecería el cine liberal en las premiaciones del Oscar, dejando en el olvido e incluso mal visto el cine de temática religiosa explícita, salvo contadas excepciones.

(Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el ropero)

 

EL RENACIMIENTO DE LA RELIGIÓN EN EL CINE

La experta en cine Barbara Nicolosi, fundadora y presidenta emérita de Act One, Inc., nos da su opinión sobre la decadencia del cine religioso en tiempos recientes.

Esto fue dicho una entrevista para el medio católico Aleteia:

Cuando llegué a Hollywood por primera vez, nadie en la industria dominante quería tocar ningún proyecto que contuviera de forma explícita nada de espiritualidad o religión. Dios había muerto de verdad.”

“Lo que cambió el curso de las cosas fue este fenómeno curioso de La Pasión de Cristo, Narnia y El Señor de los Anillos, que fueron los mayores éxitos de taquilla durante cinco años seguidos y entonces todos en la ciudad ‘pillaron lo de la religión’.”

Los empresarios en Hollywood pretendieron emular el éxito de las películas épicas-espirituales y religiosas con una visión mal entendida de la Fe.

Impulsaron películas como: El Reino de los Cielos, El Libro de Eli, Noé, Exodus: Dioses y Reyes. Y el desastre más reciente, el remake de Ben Hur.

Estas obras abordan la espiritualidad contaminada con ataques contra la Iglesia, superstición, nueva era, ciencia ficción y una tendencia marcada por el relativismo moral. Este tipo de películas fracasaron todas.

Ante el asombro de los inversionistas regresó el clima de escepticismo hacia todo lo relacionado a la religión en los filmes.

 

MAL CINE CON BUENAS INTENCIONES

A pesar de la desconfianza de Hollywood, grupos evangélicos se organizaron para rescatar el cine cristiano, con esfuerzo y entusiasmo comenzaron a integrarse a la industria del cine en Estados Unidos.

Los inversionistas volvieron nuevamente sus miradas a los temas cristianos, esta vez no desde la inspiración sino por las moderadas pero seguras ganancias de cada producción evangélica.

Los grupos cristianos harían películas de presupuestos muy por debajo de los estándares de la industria, luego promocionarían éstas desde los pulpitos y los inversionistas sólo tendrían que distribuirlas modestamente.

Actualmente casi todos los estudios tienen una división de fe donde buscan contenidos para este nicho de mercado.

Los frutos de esto fue la creación de un canal de comunicación entre la industria mainstream y los creyentes, lo malo es que se marginó al sector religioso como uno que se complace con poco.

Se está promoviendo la mediocridad. Cine con poca inversión y contenido simplón, fácil de digerir por cualquiera que ya sea creyente. Nicolosi asegura que la industria dice cosas como:

Primero “Esto es demasiado inteligente para los cristianos; no quieren cosas que desafíen su inteligencia”, y segundo, “puedes cumplir con este público por mucho menos de lo que costará esta película”.

Hollywood no nos toma en serio.

 

EL CINE CRISTIANO COMO ARMA PÓLITICA

Hay otro problema con el cine hecho por y para cristianos, no en todos los casos, pero sí en muchos: la premisa es utilizar las películas como armas políticas.

Un ejemplo de esto es la película God’s Not Dead (Dios no está muerto), con esta producción se incentivó a los creyentes a verla para darle una lección de valores a la cultura secular.

Los comentarios en el portal de cine y crítica IMDB muestran que se logró precisamente lo contrario:

«Fui arrastrado a esta «película» por una amiga cristiana que sigue pensando que finalmente llegaré a su manera religiosa de pensar…»

También hay iniciativas católicas que buscan llegar a un público de creyentes deseosos de contenidos con fuertes valores devocionales. Se busca crear una industria de cine hecho por católicos y para católicos.

Que una película sea sobre la santidad, la causa próvida o los valores en general, no la hacen buena, el cine es bueno o malo en la medida que comparte una historia sin dejar de lado el valor artístico y técnico.

En 2006 nace desde México para el mundo “Dos Corazones films” una productora de cine con la misión de crear películas basadas en la fe.

Entre sus producciones se encuentra la célebre película Cristiada (2012), que narra la valiente lucha de los católicos mexicanos contra la tiranía secularista del presidente Plutarco Elías Calles.

Esta producción sobresale por su maestría técnica, aunque es llamada proselitista en la opinión secular. Según el portal de crítica especializada Rotten Tomatoes:

“Tiene aspiraciones loables pero no logra sus objetivos por un guion sobrecargado”.

Dostoievski dijo que la belleza salvará al mundo, pero es que ni siquiera aspiramos a eso; a lo que aspiramos es a ganar puntos en una lucha política. Y ya la hemos perdido.” Afirma la experta en cine.

 

El DEBER DE LA IGLESIA

Hay que salir de nuestra zona de confort. Las palabras del Papa Francisco nos deben invitar a reflexionar: “Una Iglesia que no sale, a la corta o a la larga, se enferma”.

Se supone que la Iglesia tiene que encargar arte, no hacerlo. Se debería estar nutriendo a los artistas.

(Mel Gibson dirigiendo “La Pasión de Cristo”)

No hay un acercamiento pastoral verdadero hacia las artes o el mundo del entretenimiento. Y entre las 20 mejores universidades para aprender cine no hay ni una católica.

Hay artistas católicos en Hollywood, pero la mayoría no están bien formados en fe.

Eduardo Verástegui, un actor que regresó a la Iglesia luego de una vida de superficialidad afirma que no entendía el valor de tener artistas católicos y bien formados en la Industria cinematográfica.

Luego de su conversión vendió todos sus bienes y decidió ir a Brasil como misionero; pero su sacerdote le hizo ver que donde debía estar era donde ya estaba, Hollywood; “Ahí Cristo era más necesario, si cabe, que en la jungla”.

Así, el actor converso creó con Leo Severino la Productora Metanoia Films para hacer películas al servicio de la esperanza y dignidad humanas.

Por su parte los hermanos los hermanos y cineastas Ian y Dominic Higgins, contribuyen a la industria con sus producciones cargadas de espiritualidad y acción mediante el estudio Major Oak Entertainment Ltd.

Su más reciente producciónAll That Remains” trata sobre la historia real de Takashi Nagai, un sobreviviente de los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki que se convierte al cristianismo tras buscar «la verdad última».

Regresando a la cátedra del Papa, también nos recuerda: “No sean hipócritas, corruptos o tibios, porque así alejan a la gente de la fe”.

Y no todo es cine familiar, no debemos temer a las historias adultas que muestran la fe más allá de lo que la mostraría un panfleto. En el camino de Fe se sufre, se duda, se cae, no es un fácil.

 

EL MENSAJE CRISTIANO EN EL CINE SECULAR

Al espectador, secular o no, se le conquista con buenas historias.

Nos recuerda Nicolosi: “lo decía Aristóteles, en los elementos de una historia, el espectáculo es lo último en la lista. Están la trama, el personaje, la temática, la elocución/diálogo, la música/tono y el espectáculo.”

Las historias del cine de temática secular hoy en día no tratan de nada más que del momento. Y el público lo está rechazando en masa.

El vacío actual dejado por el cine de fe se siente, se ve, en el cine secular, porque la audiencia sigue con hambre de algo sustancial.

Es anecdótico ver como en una mega producción de Hollywood como Batman V Superman prácticamente calcan mucho de la iconografía cristiana clásica para imprimirle sustancia al filme:

Y no sólo en lo visual, tenemos otros ejemplos como  Insideout  que obtuvo el premio de la Academia a la mejor película de animación y fue nominada al mejor guion original.

En esta película se muestra la difícil pero real relación entre la alegría y el sufrimiento, trata sobre el valor del sufrimiento, ¡pocas enseñanzas son tan católicas como esta!

Bien lo dijo  Mahatma Gandhi: “No sé de nadie que haya hecho más por la humanidad que Jesús. De hecho, no encuentro nada malo en el cristianismo”.

Pero entonces añadió: “El problema está en ustedes los cristianos, pues no viven en conformidad con lo que enseñan”.

Esto lo podríamos aplicar también al cine de Fe, las películas seculares se engrandecen “prestando” el poder del mensaje cristiano y el cine cristiano muchas veces se vuelve soso y de formula.

No todo tiene que ser sobre la Biblia o santos, no, para evangelizar es cine también se deben elaborar películas que hablen a diferentes grupos de personas a diferentes niveles.

La propaganda santa no vencerá a la propaganda secular, el arte es sobre belleza, y la belleza nos conduce a lo eterno.

Terminamos este artículo con una cita textual de san Juan Pablo II:

“La belleza es clave del misterio y llamada a lo trascendente. Es una invitación a gustar la vida y a soñar el futuro.

Por eso la belleza de las cosas creadas no puede saciar del todo y suscita esa arcana nostalgia de Dios que un enamorado de la belleza como san Agustín ha sabido interpretar de manera inigualable:

‘¡Tarde te amé, belleza tan antigua y tan nueva, tarde te amé!’”

Fuentes:

Informe Redactado por Marvin Marroquín
Estudios en arquitectura, filosofía, teología y apologética

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