Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Papa Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

Hechos curiosos en la vida de Juan Pablo II

El tercer papa con más largo pontificado.

 

Este es el último año que se celebra el 22 de  octubre al Beato Juan Pablo II, porque desde el año que viene será San Juan Pablo II.

 

jun pablo ii

 

Sus 84 años de vida dan para muchísimas anécdotas y hechos curisosos. Algunos de ellas las podrán leer a continuación.

Karol Józef Wojty?a, conocido como Juan Pablo II desde su elección al papado en octubre de 1978, nació en Wadowice, una pequeña ciudad a 50 kms. de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Era el más pequeño de los tres hijos de Karol Wojty?a y Emilia Kaczorowska. Su madre falleció en 1929. Su hermano mayor Edmund (médico) murió en 1932 y su padre (suboficial del ejército) en 1941. Su hermana Olga murió antes de que naciera él.

Durante su infancia, sus amigos lo llamaban Lolek (Carlitos). Ese diminutivo siguieron usándolo sus parientes y algunos amigos íntimos procedentes de Polonia.

De joven, Carol Wojtyla fue atropellado por un camión y permaneció 9 días en coma.

Mostró un gran interés por el teatro y la literatura polaca. Fue actor de teatro.

Posteriormente, trabajó duramente como obrero en una cantera.

A la edad de 25 años, ayudó a una niña judía de 13 años, superviviente de un campo de concentración, alimentándola y llevándola en brazos durante cuatro kilómetros sobre la nieve, para que cogiera el tren que la devolvía a casa.

Juan Pablo II no hubiera llegado a ser Papa si, en el año 1945, en Cracovia, un oficial de la Armada Roja de la Unión Soviética, culto y amante de la historia, no hubiera decidido salvar la vida, a pesar de las órdenes de Stalin, a un joven seminarista llamado Carol Wojtyla, que le había ayudado a traducir libros sobre la caída del Imperio romano.

El 29 de mayo de 1967, contando con 47 años, se convirtió en el segundo cardenal más joven de la Iglesia Católica.

El día de su elección, el automóvil que trasladaba a Juan Pablo II se estropeó. Hizo auto-stop y un camionero le llevó directamente a la Plaza de San Pedro, muy justo de tiempo para entrar en el cónclave. De hecho, fue el último Cardenal en entrar.

El 16 de octubre de 1978, tras la muerte del Papa Juan Pablo I, se convirtió en el Pontífice más joven del siglo XX y en el primer Papa no italiano desde la elección de Adriano VI en 1522.

El 13 de Mayo de 1981, tras ser herido en un atentado, fue internado en un hospital. Por aquel entonces, el presidente de Italia era  Sandro Pertini, el cual permaneció al lado del Santo Padre hasta las dos de la mañana. No quiso alejarse antes de que el Papa abandonara la sala operatoria. El comportamiento del Presidente fue ejemplar.

Su amor a los jóvenes le llevó a crear los «Encuentros mundiales de la Juventud». Su interés por resaltar el valor de la familia, también le llevó a crear los «Encuentros mundiales de la Familia».

En 1993 se entrevistó con el emperador japonés Akihito, siendo la primera entrevista de la historia entre un soberano nipón y un Papa.

En las elecciones presidenciales polacas de 1997, apoyó la candidatura de Lech Walesa, que logró llegar al poder.

En enero de 1998 visitó por primera vez Cuba, siendo el único Papa que pisaba esa tierra cubana desde el inicio de la revolución castrista.

Juan Pablo II fue el primer Papa que entró una sinagoga judía, en una mezquita y habló en una asamblea islámica.

El 16 de octubre del año 2000 su pontificado se convirtió en el más largo del siglo XX.

Fue el primer Papa internado en un hospital fuera del Vaticano.

Cuando viajaba, llevaban varios frascos con litros de su sangre porque era de un tipo difícil de conseguir.

Una montaña del Polo sur lleva el nombre del papa Juan Pablo II, como homenaje a sus 25 años de pontificado.

Le gustaba desayunar a la polaca, es decir, con huevos, salchichas, pan y café negro.

En todo su Pontificado, Juan Pablo II ha llevado a cabo 104 visitas pastorales fuera de Italia; la última fue al Santuario de Lourdes en agosto de 2004. Ha hecho 146 visitas pastorales en Italia, sin tener en cuenta las realizadas a diversas instituciones de su diócesis de Roma. La última visita dentro de Italia fue al santuario de Loreto, realizada el 5 de septiembre de 2004. Ha recorrido más de 1.300.000 kilómetros, lo que representa casi 29 veces la vuelta a la Tierra y casi tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna. Es el Papa más viajero de la historia con 133 países visitados, la mayor parte de los cuales recibieron por primera vez a un Pontífice. La lista completa de viajes puede leerse más abajo.

Ha escrito 14 encíclicas, 13 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas, 42 cartas apostólicas y 28 Motu propio.

Ha proclamado 1.320 beatos en 143 ceremonias de beatificación. Además, ha canonizado 472 santos.

Ha convocado 9 consistorios para la creación de Cardenales y ha nombrado 232. El último consistorio fue celebrado el 21 de octubre de 2003.

Ha celebrado más de mil audiencias generales semanales, y ha recibido a unos 17.000.000 de fieles de todo el mundo. A esto hay que añadir los encuentros y audiencias con diversos grupos y figuras políticas, entre ellos jefes de Estado y primeros ministros, que superan los 1.500.

Ha dictado más de 20.000 discursos. Ha sufrido 6 operaciones. En una de ellas le cortaron 2.5 metros de intestino.

Los 5 pontificados más largos de la historia han sido:

San Pedro: 35 años
Pío IX: 31 años y 7 meses
Juan Pablo II: 26 años y 5 meses
León XIII:  25 años
Pío VI:  24 años y 6 meses

Es el primer papa polaco, y el primero venido de un país comunista

Cuando gozaba de buena salud, esquiaba y escalaba montañas.

Fue el primer papa en ser herido de un disparo en la calle.

Fue el primer pontífice católico en ingresar a un hospital público.

Según una encuesta realizada en la diócesis de Indiana (EEUU), lo que más llamaba la atención a los feligreses era su sonrisa, la devoción mariana, su dominio de varios idiomas, el perdón concedido al que quiso asesinarlo y su amor a los niños y los pobres.

De acuerdo con un estudio efectuado en 22 países de América Latina, España y Portugal a más de 40.000  estudiantes de secundaria, los jóvenes admiran principalmente a personajes solidarios. Juan Pablo II ocupó el primer lugar y la Beata Madre Teresa de Calcuta el segundo

En Navidad, solía obsequiar a algunas amistades, a los cardenales y a todos los trabajadores del Vaticano, una botella de vino y un pan dulce de limón con pasas.

La mayoría de los viernes santos iba a confesar a la basílica de San Pedro. Bautizó en su capilla privada a los hijos de sus amigos o a los de sus más modestos colaboradores, casando por ejemplo a una mecanógrafa con un cerrajero.

Es el autor de 4 libros y más de 500 artículos y ensayos

En marzo del 2003, el Vaticano presentó el sexto libro de poemas místicos escritos por el papa, que lleva por título Tríptico Romano

El 13 de abril de 1986 realizó un gesto histórico al visitar la sinagoga de Roma, situada frente al Vaticano, al otro lado del río Tíber

En mayo del 2002, se reunió en la plaza de San Pedro con cientos de ex prostitutas durante la audiencia general

En ese mismo mes, después del encuentro ecuménico de oración en Asís, el papa mandó un mensaje a los jefes de estado, invitándolos a adoptar una lista de diez compromisos por la paz mundial.

Tras el encuentro de Asís, por primera vez después del cisma entre Oriente y Occidente de 1054, una delegación oficial de la Iglesia Ortodoxa Griega (la más reacia a Roma junto con el patriarcado de Moscú), fue recibida por el papa en el Vaticano

El 16 de octubre del 2002, al celebrar el 24 aniversario de su elección, proclamó en la plaza de San Pedro que cumpliría su misión hasta el final

En agosto del 2002, viajó a su tierra natal Polonia, donde realizó una misa en Cracovia ante más de dos millones de fieles; siendo hasta el momento la más grande de la historia

El 14 de noviembre del 2002 visitó el parlamento italiano, la primera vez que el jefe de la Iglesia Católica lo hacia en 150 años. Su discurso se centró en el terrorismo internacional y la globalización; y fue tan elocuente que al verlo por la televisión el mafioso italiano Benedetto Marciante, capo de la Cosa Nostra y acusado de homicidio y de extorsión, se entregó a la policía romana

A partir de enero del 2003, las meditaciones, pensamientos e inquietudes del papa, pueden ser escuchadas por los fieles a través de los teléfonos móviles en Italia

En junio del 2003, a sus 83 años de edad, completó su viaje número cien al llegar a Croacia

El 19 de julio del 2003, se dio a conocer la noticia que el papa había destinado cerca de ocho millones de dólares para obras de caridad en numerosos países del mundo. La donación se utilizó en proyectos de educación, salud, formación profesional, vivienda, protección de mujeres, niños y ancianos

Juan Pablo II tomó su nombre en honor a su antecesor Juan Pablo I.

El Cardenal Stefan Wyszynski, primado de Polonia, le dijo la mañana de su elección: “si te eligen, te ruego que no te niegues”. Después de la elección dijo que «Este Papa introducirá a la Iglesia en el tercer milenio» y hoy en día sabemos que eso se cumplió.

Juan Pablo II desplegó grandes esfuerzos en el diálogo con las otras religiones no cristianas, que desembocaron en el histórico “Encuentro Mundial de Oración por la Paz” (1986).

Tenía una devoción especial a la Virgen de Fátima, que se apareció a tres niños pastores portugueses un 13 de mayo de 1917. Estaba convencido de que ella le salvó la vida durante el atentado del que fue víctima, también, un 13 de mayo (1981).

El proyectil que hirió gravemente a Juan Pablo II en el atentado cometido en la Plaza de San Pedro el día 13 de Mayo de 1.981 fue engarzado en la corona de la imagen de Ntra. Sra. de Fátima, que preside el Santuario de Cova de Iría. El propio Papa entregó la bala a Mons. Alberto Cosme, obispo de Leiría. El 13 de Mayo se celebra Ntra. Sra. de Fátima.

El Ayuntamiento de Roma resumió de la siguiente forma los datos de afluencia de los días posteriores al fallecimiento de Juan Pablo II:

3.000.000 de peregrinos vinieron a Roma a despedirse del Papa.

Unos 250.000 pudieron participar en las exequias del viernes en la plaza de San Pedro del Vaticano y en la Vía de la Conciliación.

En torno a 1.400.000 fieles rindieron homenaje a los restos mortales de Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro del Vaticano.

En cada uno de esos días, en el metro de Roma, viajaron 1.500.000 pasajeros.

10.000 voluntarios de Protección Civil, del Ayuntamiento de Roma, de los boy scouts y de otras organizaciones garantizaron la asistencia.

8.963 personas de las fuerzas de seguridad garantizaron el orden público.

En el patio del Policlínico Gemelli de Roma se inauguró el 30 de junio de 2009 una estatua en recuerdo del papa Juan Pablo II.

El monumento, dedicado por la Universidad Católica a la memoria del papa Wojtyla, fue bendecida por el cardenal Stanislaw Dziwisz, durante décadas secretario particular del pontífice.

La estatua es obra del escultor toscano Stefano Pierotti y lleva por título «¡No tengáis miedo!», como la célebre expresión pronunciada por el Papa polaco el 22 de octubre de 1978, durante la homilía de la Misa inaugural del pontificado.

La estatua está ubicada en el patio contiguo a la entrada principal del Policlínico Gemelli, donde Juan Pablo II fue ingresado en nueve ocasiones, entre el 13 de mayo de 1981 – día del atentado en la Plaza de San Pedro- y la última vez que se le ingresó al final de su enfermedad, en marzo de 2005.

A este patio el papa Juan Pablo II se asomaba desde la ventana del apartamento de la décima planta para rezar el Angelus dominical y bendecir a los fieles. En una de aquellas ocasiones, durante su ingreso en 1996, definió al Policlínico Gemelli «Vaticano III», como «casa» del Papa junto a los Palacios Apostólicos de Roma y Castel Gandolfo.

Fuentes: Web católico de Javier, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Papa Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

Una anécdota sobre la forma de vivir la relación con Dios de Juan Pablo II

‘Él me puso aquí y le voy a preguntar a Él que quiere que haga’.

 

Esta es una anécdota sobre una situación no prevista, de las tantas que se presentan en el día, que se le presentó a Juan Pablo II y muestra la forma que él tenía de resolverla.  

 

juan-pablo-ii-en campamento de esqui

 

Una persona de Sicilia, que tuvo la fortuna de acompañar a Juan Pablo II a menudo en sus incursiones en Abruzzo, junto con los hombres de seguridad, cuenta un epidodio que vivió con él, que es revelador.

Una vez, en plena noche me doy cuenta de que no hay corriente eléctrica y voy a ver el cuadro de control. Advierto detrás de mí una sombra que pasa y una voz inconfundible: «No soy un fantasma, soy el Papa» 

Eran las cuatro de la mañana. Y después vino la explicación:

«Voy por Él. Yo no pido ser ayudado a hacer lo que yo decido, voy a preguntarle que cosa debo hacer, porque es Él que me puso aquí.»

Un episodio que hace pensar. El Papa era consciente de lo que pensarían los demás y les previno con buen humor: Yo no soy un fantasma…

Pero inmediatamente la confianza que hace bien, la historia de cómo oraba. Interesante este modo de vivir el estado de gracia: si tú me pusiste aquí, dime qué hacer.

Ninguno de nosotros es el Papa y no tenemos derecho a demandar instrucciones como el vicario de Cristo. Pero cada uno de nosotros tiene una responsabilidad y no sabe cómo lidiar con ella de una manera completa.

Aquí está el consejo del Papa: Yo no tengo que pedir ayuda para conseguir lo que quiero, tengo que preguntar lo que Él quiere que haga.

Este pequeño episodio ayuda mucho. No puedo ser un verdadero cristiano si no me paro frente al sagrario para escuchar.

¿Cuál es la tonta prisa que me impide invertir mejor mí tiempo delante de él?

Fuentes: Tempi, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo Eventos NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Signos extraordinarios de la Iglesia

Dos historias sobrecogedoras de la Jornada Mundial de la Juventud

Un joven argentino y otro brasileño.

 

Felipe es un joven brasileño que casi muere y quedó confinado en una silla de ruedas por defender el dinero ahorrado por su grupo para concurrir a la Jornada Mundial de la Juventud.

 

facundo de jujuy

 

Y Facundo es un joven argentino de Jujuy que nunca había salido de su provincia, y caminó 3.000 kilómetros hasta Río porque no tenía suficiente dinero para pagarse el pasaje.  

CONMOVEDORA HISTORIA DE UN JOVEN EN SILLA DE RUEDAS

El joven brasileño Felipe Passos conmovió a los cerca de tres millones de participantes  de la Jornada Mundial de la Juventud, incluyendo al mismo Papa Francisco, cuando relató durante la Vigilia en la playa de Copacabana, la historia que lo llevó a una silla de ruedas y a descubrir el valor  de la Cruz en la vida del cristiano.

Felipe, de 23 años, explicó que su historia comenzó al final de la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde se había comprometido espiritualmente a guardar la castidad hasta el matrimonio y a trabajar intensamente para que su grupo de oración de su natal ciudad de Ponta Grossa, en el estado de Paraná, pudiera participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que el Papa Benedicto anunció para Rio de Janeiro.

De modestos recursos, Felipe y sus amigos comenzaron a juntar fondos mediante múltiples y sacrificados trabajos, al tiempo que se preparaban espiritualmente, orando, participando en adoraciones eucarísticas, ayunando y realizando obras de solidaridad.

“Pero el mes de enero de este año, dos días antes de cumplir los 23 años, dos jóvenes entraron en mi casa, armados, con la intención de robar el  dinero que habíamos juntado con tanto sacrificio”.

“Pensé en los meses de esfuerzo, de sacrificio de mi familia, de mis amigos y compañeros… en lo que nos sería arrebatado y decidí que no lo daría”.

Felipe salvó los ahorros del grupo, pero recibió un disparo que casi termina con su vida.

“Estuve clínicamente muerto, tuve varios paros cardiacos, y el médico dijo a mis padres en el hospital ‘este joven no tiene esperanzas’… pero aquí estoy, y mi comunidad está aquí por la misericordia de Dios».

El joven paranaense, ante la multitud enmudecida y un Papa  Francisco que lo miraba atentamente, relató cómo  estuvo en coma, respirando por un tubo, mientras su comunidad ofrecía oraciones y sacrificios por su recuperación.

Finalmente, cuando recuperó la conciencia, lo primero que hizo fue pedir la Eucaristía; y tras recibirla, su recuperación se aceleró.

Sin embargo, Felipe quedó confinado a una silla de ruedas:

“esta es mi cruz, la cruz que me envió el Señor para acercarme más a Él, para vivir más abierto a su gracia y su amor”, explicó.

CAMINÓ 3.000 KMS PARA LLEGAR A LA JMJ PORQUE NO TENÍA DINERO PARA EL PASAJE

Facundo tiene 18 años de edad y posiblemente ya vivió la aventura más grande de su vida. Como no tenía dinero para viajar a Brasil y poder ver a su compatriota el Papa Francisco, caminó casi 3,000 kilómetros hasta llegar a Rio de Janeiro.

Facundo partió hace un mes de su natal Jujuy, en la frontera con Bolivia, y compartió las experiencias de su singular peregrinación con cientos de jóvenes en una de las catequesis de la Jornada Mundial de la Juventud.

Su deseo era viajar

“con gente de Jujuy pero no podía porque necesitaba 7,000 pesos (unos $1,280 dólares americanos) y eso es mucho dinero”, según explicó.

Facundo, que terminó la escuela secundaria el año pasado, viajó solo con una mochila, 600 pesos (unos $110 dólares) que le dio su madre y un mapa que le dio un sacerdote de su parroquia.

“Estaba súper perdido en Argentina, y luego en las grandes ciudades como Sao Paolo porque nunca había salido de mi pueblo, ni había tomado un metro” comentó el joven visiblemente marcado por el cansancio y el hambre, pero feliz de haber alcanzado su meta.

Facundo cuenta que todo comenzó el día de su último cumpleaños, cuando entró a la iglesia para rezar, y en un momento de intenso encuentro con Dios comenzó a llorar y decidió confesarse con un sacerdote que lo vio ahí.

“Después de la confesión me preguntó que si quería ir a la Jornada Mundial de la Juventud y subiendo la mirada vi una foto del Papa con sus brazos abiertos y le dije ‘sí, si voy’”, dijo Facundo.

“Desde mayo hasta antes del primero de junio, guardaba todo el dinero que ganaba y dejé de salir a bares con amigos”, aseguró Facundo.

Cuando su familia le preguntó por qué partía con tanta anticipación, les respondió que viajaría con Jesús.

“Mi familia comenzó a llorar porque estaban muy asustados y mi abuela se puso mala”, explicó Facundo.

Cuando llegó a la frontera con Brasil, solo le quedaban 100 pesos (unos $20 dólares) y decidió “no depender más del dinero, solo de la oración”.

Así llegó hasta el santuario de la Virgen de Itatí, en la frontera con Paraguay, donde los residentes le decían ‘que la Virgen te acompañe’.

“Entonces yo me decía ‘nuestra Señora me protege y Jesús me acompaña”, recordó Facundo.

Su reto más grande fue ingresar a Brasil, prácticamente sin dinero y sin conocer el idioma. Un chofer de autobús le llevó gratis hasta la Catedral de Iguazú, donde escuchó su primera Misa en portugués y durmió en una escuela franciscana.

Ellos le ofrecieron un vuelo directo a Río pero decidió unirse a unos monjes que llegaron de Boston, Estados Unidos, para viajar a pie porque pensó que sería una peregrinación “más linda».

Caminó día y noche, apenas deteniéndose para dormir, y cuando sentía miedo rezaba el rosario sin cesar.

“En un momento dado pensé que ya no podía más y seguía llorando y rezando para que Jesús protegiera a todos y para que se hiciera su voluntad”, dijo Facundo.

Después de dos días sin comer y con los dedos de los pies con ampollas y moretones, un hombre le llevó en coche hasta Sao Paulo.

Llegó a la ciudad de Aparecida poco antes del inicio de la Jornada Mundial de la Juventud.

“Había un festival y me di cuenta de lo cerca que estaba y me puse a llorar”, dijo Facundo.

“Conocí a otro sacerdote argentino y pasamos hambre, pero al final llegamos a Río”, añadió.

Facundo conoció a un voluntario de la JMJ quien lo envió a dormir a un convento cerca de la playa, donde se pudo quedar una semana.

“Vale la pena ver a un Papa que se fija en los pobres. Me gustaría verle y decirle lo bonito que es seguir a Jesús y que él tiene razón, que deberíamos dejarnos guiar por Jesús y yo lo hice”, agregó.

Facundo también espera poderle decir a los jóvenes que

“cierren sus ojos y oídos a lo que les dice la gente y que abran sus corazones a lo que te dice Jesús”.

Fuentes: ACI Prensa, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Signos extraordinarios de la Iglesia

Jugosas historias de las delicadezas del Cardenal Bergoglio en Argentina [13-05-16]

La real personalidad del Papa Francisco.
El autor de esta nota, columnista de cuestiones religiosas, nos cuenta sus recuerdos personales del Papa Francisco, cuando era el arzobispo Jorge Bergoglio, los cuales nos ayudan a conocer la real personalidad del argentino que llegó al Vaticano.

 

francisco con incienso

 

Una vez le pedí al cardenal Jorge Bergoglio si podía rezar porque en esos días me darían el resultado de un estudio médico de próstata y había posibilidad de que fuera algo maligno. El resultado fue bueno y me olvidé del asunto. Dos o tres meses después, me crucé con el arzobispo de Buenos Aires. Al verme me preguntó:

«¿Tengo que seguir rezando?»

Tuve que pensar qué era lo que me estaba preguntando. Se ve que él seguía teniendo presente en su oración personal lo que para mí mismo había pasado a segundo plano.

Son muchísimas las personas que pueden dar cuenta del interés, la escucha, la atención personal, la cercanía que les ha brindado ese cardenal sencillo, habituado a andar en subte o en ómnibus, a levantarse al alba y acostarse temprano, a visitar a enfermos y necesitados sin hacerse notar, a encontrarse con vecinos de villas de emergencia sin salir en los medios de comunicación. Ese cardenal que ahora se ha visto llamado desde «los confines de la tierra» para ser obispo de Roma y así cabeza visible de la Iglesia Católica en todo el mundo.

Soy periodista y durante años he tenido a mi cargo una columna semanal de actualidad religiosa en La Nación, diario de circulación nacional. Nunca he tenido con él una larga entrevista personal, porque nunca las ha dado (sólo recuerdo una nota con preguntas y respuestas concedida a chicos periodistas de una revista católica juvenil, y una reunión de prensa con unos quince corresponsales extranjeros en 2001, de la que no participé).

Me parece que sólo estuve en su despacho y sus habitaciones el día en que lo nombraron cardenal, en que recibió la noticia con toda sencillez, en soledad, luego de haberse preparado su propia comida. Pero son muchas las veces en que he coincidido a la entrada o la salida de actos, en visitas a hospitales, hogares o iglesias, en recepciones o encuentros. En verdad, no es afecto a las reuniones sociales y si tiene obligación de asistir y le es posible se va pronto, pero es atento, cordial, dispuesto a escuchar. Lo he visto servir empanaditas, café o un refresco a su interlocutor (algunas veces, yo mismo). Y he advertido siempre un trato afable, fresco, sin vueltas.

Recuerdo un día en que se celebraba el Día del Periodista en un salón del arzobispado de Buenos Aires. Quizá haya habido bastante más de un centenar de colegas. El director de un diario que podría considerarse bastante alejado de su pensamiento y del cual ha recibido no pocos cuestionamientos, avisó que se había retrasado y llegaría tarde. Contrariando su costumbre de retirarse temprano de cualquier reunión, Bergoglio se quedó sentado esperándolo mucho.

Quizá bastante más de una hora después de que casi todos se habían ido. Cuando llegó lo atendió con toda deferencia, sirviéndole algún bocadito y manteniendo una conversación cordial, preguntándole por su familia, interesándose por sus hijos. Ambos charlaron amablemente. Y el cardenal nos agradeció a los tres o cuatro periodistas que nos habíamos quedado allí hasta que llegó ese colega, compartiendo la espera y el recibimiento.

Ciertamente lo vi muchas veces, como otros periodistas, en breves conferencias de prensa al concluir asambleas de obispos del país o en actos oficiales, universidades, congresos académicos. Lo he visto lavar los pies a madres embarazadas en una maternidad pública, enfermos en un hogar de ancianos, chicos en un hospital de niños.

Viene a mi memoria un sucedido de 1999. Hacía apenas un año que era arzobispo de Buenos Aires.

La puerta descascarada de la cárcel de Villa Devoto se abrió y un sacerdote de clergyman negro salió solo, con su portafolio, a la calle oscura. Era casi de noche, un Jueves Santo, e iba a tomar un ómnibus, el 109, para volver a su casa, en el centro de Buenos Aires. Salía de la cárcel donde había celebrado la misa para los internos y lavado los pies a doce de ellos. Había estado dos horas y media allí, conversando con los detenidos antes y después del oficio religioso.

En la vereda de esa calle desolada, al lado del enorme paredón de la cárcel, pude dialogar brevemente con él. «Quería que sintieran que la feligresía de Buenos Aires y Jesús estaban con ellos», comentó el sacerdote. Era el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, por entonces monseñor, dos años antes de ser hecho cardenal.

Cuando se iba, lo invité a volverse al centro en el auto del diario en el que yo había ido con un chofer. Agradeció pero dijo que se volvía en el ómnibus que pasaba por la esquina. Tuve que insistirle varias veces, diciéndole que íbamos para el mismo lado, hasta que finalmente aceptó subir.

Antes, en la vereda, deslizó en tono calmo, casi en voz baja:

«Jesús en el Evangelio nos dice que en el día del Juicio vamos a tener que rendir cuentas de nuestro comportamiento: tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; estuve enfermo y me visitaste; estuve en la cárcel y me viniste a ver». Y señaló que «el mandato de Jesús nos obliga a todos y de una manera especial, al obispo, que es el padre de todos».

«Algunos podrán decir: son culpables -agregó Bergoglio-. Yo les respondo con la palabra de Jesús: el que no es culpable, que tire la primera piedra. Que cada uno de nosotros nos miremos en el corazón y descubramos nuestras culpas. Entonces, el corazón se nos hace más humano».

No hablamos demasiado en el viaje de vuelta con ese arzobispo poco dado a las entrevistas. Cosas normales, del momento. Al volver, pasamos cerca de un gran shopping e hizo un comentario al pasar sobre «los nuevos templos del consumismo».

No quiso que nos desviáramos unas pocas cuadras para dejarlo en la puerta de su casa. Se bajó en la calle peatonal Florida y se perdió entre la gente. Prefería ir caminando varias cuadras hasta la Curia aprovechando para meditar la tercera parte de los quince misterios del Rosario que reza todos los días. Luego iba a recorrer solo, a la noche, siete iglesias para adorar a Jesús Sacramentado, una costumbre que muchos católicos viven en la noche del Jueves Santo. Como cualquier otro fiel, el arzobispo iba a recorrer las iglesias sin que nadie lo esperara especialmente.

Al bajarse del auto me dijo:

«Usted logró lo que no logró ningún periodista: tenerme apresado durante 40 minutos. Generalmente, yo les escapo».

Seguramente no imaginaba entonces que unos años después iba a mantener una reunión, franca y amable, con unos 6.000 periodistas en Roma, a los que hablaría con soltura poco antes de otra Semana Santa.

Aquella noche, al despedirse, nos deseó, al cronista y al chofer: «¡Felices Pascuas!».

Fuentes: Los Andes, Signos de estos Tiempos

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo Eventos Liturgia y Devociones NOTICIAS Noticias 2011

Anécdotas para morir de risa que suceden en las misas [2011-12-03]

[SdeT] La Cadena 100 de España, en su programa ¡Buenos Días Javi Nieves! recogió testimonios entre su audiencia, sobre cosas curiosas y graciosas que suceden en misa, y que permanecen ocultas a quienes concurren.

 

EL TERRIBLE MALAMÉN Y LA JUGUETONA SEÑORA GLORIA

El sobrino de Julio Molina le preguntó bastante asustado durante una misa: “tío, ¿tú no tienes miedo al Malamén?». Su tío le dijo: “¿quién es ese?”, a lo que el pequeñajo contestó “pues que cuando rezan dicen ´líbranos del Malamén´”.

Mamen Peralbo admitió que estuvo hasta los ocho años rezando que “el Señor vendrá con Gloria a JUGAR a vivos y muertos«. La niña se preguntaba cada día quién podía ser esa señora «Gloria» y en qué consistía ese juego tan macabro.

Ana Mateo Díaz confiesa: «el día de mi Primera Comunión con todo mi ímpetu canté: «A la marea, a la marea…a la marea, a la marea…a laaa mareaaa mi señorrr«…¡Y al agua que lo eché! Me quedé tan ancha…y lo peor es que tardé años en descubrir que lo que realmente decía la canción era «Alabaré a mi Señor».

Mer Honrubia cuenta que su padre un día le llevó a misa con una amiga cuando tenían once años. En mitad de la homilía, el cura, que era muy anciano, estaba leyendo «en tiempos del profeta Samuel…» y se quedó callado. Con toda la iglesia en riguroso silencio, esperando a que continuara con la lectura, suelta la amiga en voz alta: «Samuel? Sa muelto!!!!!!!!». Tuvieron que salirse de misa del ataque de risa que les entró.

“..Y un Jesús impotente aparecía ante la muchedumbre”. Es lo que leyó desde el atril Anabel Gallego en una misa de su colegio, por esta graciosa confusión se ganó un par de collejas de su “imponente” profe sor Bernardita.

JESÚS SE CAYÓ EN EL PARQUE Y DIOS ES UN TRANSFORMER

Pilar Mangas cuenta que un día su sobrino de tres añitos estaba en misa con la abuela y mientras el cura daba el sermón, el pequeño feligrés se quedó mirando fijamente a un crucifijo. Apesadumbrado y horrorizado por la escena le soltó a su abuelita delante de todos: “Mira, yaya, este también se ha caído en el parque. ¡Mira cuánta sangre tiene, saca el Betadine y las tiritas!”.

La madre de Jaime Olivava intentó explicar al niño en medio de misa un concepto tan complicado como la Santísima Trinidad. Al terminar de decirle que Dios era Padre, Hijo y Espíritu Santo, el pequeño gritó delante de todos: “¡Ahí va! ¡Es un transformer!”.

Mirtha dio a su hijo unas monedas para que las echara en misa, en el ofertorio. Luego llegó el momento de la comunión y los dos se acercaron hasta el altar, aunque él todavía no tenía la edad para comulgar. Delante del cura y enfadado, el pequeño le dijo: “¿a mí no me das?, si ya te he pagado”. (Como dice un famoso spot hay cosas que el dinero no puede comprar).

ERRORES DE NOVATOS

Si no eres un habitual de las iglesias te puedes ver haciendo el ridículo en un abrir y cerrar de ojos. Según cuenta Cati Ferriol, su primo fue a comulgar y al ver que el sacerdote le ponía una patena plateada debajo de la barbilla, le plantó un beso a la bandejita para jolgorio de la asamblea. Quizá pensó que le daban a besar la vajilla de la Última Cena.

Algo parecido le ocurrió al padre de Francisco Javier Gallego. En el momento de la consagración, el sacerdote levantó los brazos y dijo: «haced esto en conmemoración mía», el padre de Francisco Javier ni corto ni perezoso levantó los brazos desde su sitio imitando al sacerdote. Al mirar que nadie le acompañaba los bajó rápidamente y prometió pasarse por la Iglesia más a menudo.

La anécdota que le pasó a Enrique Romero es todavía más surrealista. Estaba en misa y cuando tocaba pasar el cepillo se quedó atónito al ver que la persona que estaba a su lado echaba un billete y como le parecía mucho cogía las vueltas. (Enrique es posible que no supiera que se había sentado junto al hermano mayor de la Cofradía de la Virgen del Puño).

Sara As contó que su primo era monaguillo en la iglesia de su pueblo y cada vez que el cura daba por terminada la misa dominical diciendo el «podéis ir en paz», su primo convencido repetía: «Podéis ir al bar». Y es que no sabéis bien la importancia que tiene el bar en los pueblos.

EN LAS BODAS

La bodas también son un momento donde suceden cosas graciosas, a pesar de que intentemos controlar hasta el último de talle. Cuando se casó uno de los hermanos de la seguidora del programa Luisa Rojas, al arrodillarse en el altar junto a su novia, uno de sus hermanos pequeños le había escrito con tinta indeleble en la suela del zapato izquierdo la palabra: HELP y en la del derecho: ME. Ante semejante proposición a la novia no le quedó otra que dar el “sí quiero”.

Elsa Pérez estaba en su propia boda, y cuando llegó el momento de entregar las arras a su marido éstas no aparecían por ningún lado. Así que su madre y su tía, sin ninguna vergüenza, «fueron recolectando centimillo a centimillo entre todos los invitados» para asombro de los contrayentes. (A la madre no le parecía suficiente con una colecta que decidió hacer dos).

A la madre de Mayte Ato le dijeron en misa que apagara el móvil. «Bah, nunca me llaman«, pensó, y dejó el aparato encendido. A mitad de la misa empezó a sonar bien fuerte su mensaje de avisos: «atención, ha llegado a su localidad el camión del tapicero. Tapizamos sillas, tresillos…». La salmodia celular retumbaba en la iglesia mientras el cura se desternillaba de risa y la madre de Mayte buscaba el móvil roja como un tomate.

Fuentes: Religión en Libertad, Signos de estos Tiempos

Más noticias relacionadas

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: