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¿Qué sucede Aquí y en el Más Allá con los Bebes Abortados y sus Madres?

El aborto es la mayor causa de muertes en el mundo, 45 millones de niños mueren anualmente.

Para los católicos no se trata de una batalla cultural más, como se está poniendo de moda decir ahora en la Iglesia Católica.

Está en el plan de Dios que los niños que se conciben tenga su pasaje por la tierra antes de su morada definitiva. 

Por eso, videntes y místicos han recibido mensajes del cielo mostrando su reprobación e indignación por los abortos.

Veremos en este artículo las consecuencias sobrenaturales que tiene el aborto para las mujeres que han abortado y para su familia.

Así como las consecuencias que tiene para los niños abortados, después de muertos.

Y plantearemos la solución de darle nombre y bautizar a los abortados como sugiere el Padre Ángel Peña, O.A.R.

   

QUE DICE LA CIENCIA

El conocimiento científico muestra claramente que los argumentos que se esgrimen para justificar el aborto son absolutamente falaces.

Los argumentos clásicos que utilizan los pro aborto es que nadie sabe cuándo comienza la vida.

O que la mujer lleva dentro luego de la concepción, una masa de tejido que no es un ser humano.

La ciencia se ha expedido sobre esto.

En el momento en que un espermatozoide humano penetra en un óvulo humano nace una nueva entidad que se llama cigoto.

Ese es el nombre que se le da a la primera célula formada en la concepción.

Y es un ser humano que está vivo.

Porque el cigoto está compuesto por ADN humano y otras moléculas humanas y no de otra especie, de modo que su naturaleza es innegablemente humana.

Por otro lado cada cigoto tiene una composición genética absolutamente única, diferente a cualquier humano que haya existido.

Lo que refuta la idea de que el cigoto es una parte del cuerpo de la mujer que lo porta y por lo tanto la mujer puede hacer lo que quiera con él.

El ADN del cigoto incluye un diseño completo que guía el desarrollo del ser humano.

Y de los atributos hereditarios que aparecerán luego, como el color de cabello, de ojos, rasgos de personalidad etc.

Y si no se interrumpe su desarrollo, inicia una secuencia compleja de eventos que dan forma a un ser humano adulto.

Y así se desarrollará su nacimiento, infancia, adolescencia, madurez, vejez y terminará en la muerte.

De modo que, desde el momento de la fusión del esperma y el óvulo humanos surge una nueva entidad que es claramente un ser humano vivo.

Que tiene un plan de desarrollo en su ADN que lo llevara por todas las etapas de la vida.

Así por ejemplo el sistema cardiovascular comenzará a funcionar a los 22 días después de la concepción.

A las 6 semanas se habrán formado los ojos, los párpados, la nariz, la boca, la lengua.

La actividad eléctrica cerebral se detectará a las 6 o 7 semanas.

Y a las 10 semanas el niño podrá hacer movimientos corporales.

Las nuevas técnicas de ultrasonido permiten ver en tiempo real al niño en el útero juntando las manos, chupándose el pulgar, bostezando, estirándose, cubriéndose los oídos ante un sonido fuerte, sonriendo.

De modo que el argumento de que nadie sabe cuándo comienza la vida no está relacionado con el conocimiento científico, la ciencia es clara.

Sino que está relacionado con creencias políticas, filosóficas o incluso religiosas y preferencias personales.

No están argumentando sobre cuando comienza la vida, sino cuando ellos creen que merece reconocimiento y protección legales.

Diversos videntes y místicos han recibido mensajes del cielo mostrando su reprobación e indignación por los abortos.

¿Cuál es la reacción del cielo ante los abortos?

   

LA CONDENA DEL ABORTO EN LOS MENSAJES DEL CIELO

Veamos algunos mensajes que han recibido videntes condenando el aborto:

    

Mensaje a Amparo Cuevas en España, 3 de enero de 1987

Las madres se han convertido en asesinas de sus propios hijos; ¿cómo no va a estar mi corazón triste hija mía?”

   

Mensaje a Pedro Regis, Brasil, 12 mayo 1987

“Hijos míos queridos, lloro por los pecados de cada uno de ustedes.

Lloro por los crímenes practicados por las madres que abortan a sus hijos.

Esto es un gran pecado.

¡Un hijo que no pidió de nacer y que después es asesinado por su propia madre, que cosa fea…!

¡El aborto es un crimen hijos míos, y esto me deja muy triste!”.

   

Mensaje a Julia Kim, Corea, junio de 1987

“Hija mía, mis lágrimas se deben a que la humanidad no ama a Dios como Él se lo merece, ni se aman las personas entre ellas.

También, por el terrible pecado del aborto, que mata una cantidad innumerable de bebés diariamente”.

    

Mensaje a Gladys Quiroga de Motta, Argentina, 13 de septiembre de 1988

“Hay actualmente, graves ofensas a Dios; los asesinatos, los abortos y toda clase de violencia, son formas de acometer contra el Señor”.

 

Mensaje a Mirjana Dragicevic, Medjugorje, junio de 1991

“La Santísima Virgen dijo que no hay pecado para Dios que no pueda ser perdonado.

Pero para el aborto hay que hacer penitencia toda la vida”.

   

Mensaje a Christina Gallagher, Irlanda, 28 de diciembre de 1992

“El aborto es el mayor pecado contra Dios”.

 

Mensaje a Agustín del Divino Corazón, Colombia, 9 de enero de 2010

“El pecado del aborto lacera mi Inmaculado Corazón y el Sagrado Corazón de Jesús.

Aborto que clama justicia por el cielo, porque son muchos los no nacidos que acojo en mi seno materno.

No nacidos que son mártires, aun estando, en el vientre de sus madres”. 

 

LA NECESIDAD DE BAUTIZARLOS PARA QUE VAYAN AL CIELO

La beata Ana Catalina Emmerick cuenta la historia real de una mujer que había matado al hombre que la había violado y también había matado al niño que había sido concebido.

“Al poco tiempo murió arrepentida también esta mujer.
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Pero deberá pasar en expiación todos los años que la Providencia divina tenía destinados de vida a su hijo.
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Hasta que el niño, con el transcurrir del tiempo, haya alcanzado el momento de gozar de la luz eterna” (tomo 3 del 31-12-1820).

   

Veamos lo que Nuestra Madre la Virgen le decía al Padre Stefano Gobbi, fundador del Movimiento Sacerdotal Mariano, el 8 de setiembre de 1983:

Estoy recogiendo de todas partes del mundo a mis niños más pequeños para reunirlos en mi escuadrón y depositarlos en lo profundo de mi Corazón Inmaculado.

Hijos predilectos, escuchen su voz que invoca su ayuda, corran a su encuentro, tómenlos en sus brazos y llévenlos todos a su Madre celestial.

Pequeños son para Mí todos los niños ya concebidos, cuyas vidas son voluntariamente destrozadas desde las entrañas de sus madres.

El amor y el ansia de su Madre celestial y de la Iglesia por su salvación, así como su sangre inocente derramada por los que desprecian y desobedecen la ley de Dios, es ya un bautismo de deseo y de sangre, que los salva a todos”.

Vemos aquí dos puntos fundamentales.

En primer lugar, que todos estos niños abortados y que, por tanto, mueren sin bautismo, son salvados por Dios.
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Segundo, habla del bautismo de sangre y bautismo de deseo.

Este bautismo de deseo es en virtud del amor y del deseo de la Virgen y de la Iglesia por su salvación.

No dice que se salven de inmediato después de su muerte.

Más bien, parece ser que deben esperar un tiempo, aunque sea corto, pues esperan que escuchemos su voz, que pide ayuda.

Dicho de otro modo, estos niños se salvan, pero estarían un tiempo en algún lugar, como puede ser el limbo, hasta que sean amados y ofrecidos a Dios en virtud de la comunión de los santos.

También hay místicos actuales que hablan del limbo temporal.

   

Mamma Natuzza Evolo, mística italiana, a quien los obispos napolitanos buscan beatificar, habla del limbo temporal:

“Padres y madres de familia, pensad bien en la educación de vuestros hijos, educadlos en la religión.

No rechacéis a los hijos (por el aborto), pues es un pecado grave.

Bautizadlos, porque los niños muertos sin bautismo van al limbo, donde se sufre solamente por la falta de la visión beatífica”.

 

Julia Kim, otra gran mística, de Korea del Sur.

Con frecuencia el Señor le ha hecho experimentar los dolores y agonías que sufren los niños durante el aborto.

El 5 de noviembre de 1986 la Virgen le dijo:

“Hija mía, ¿quieres participar en mis sufrimientos por los niños abortados?

A causa de los abortos sentirás intensos dolores en tu vientre.

Estos pequeños vagan por el limbo después de haber sido abortados, privados de su dignidad y tratados como un pedazo de carne…

Reza por ellos y calma sus heridas, y ofrece reparación por los pecados cometidos contra ellos”.

   

La mística austríaca María Simma, ha hablado muchas veces de la existencia del limbo.

“Todos los niños (pequeñitos) que mueren sin estar bautizados van al limbo.

Allí son felices y no tienen conocimiento de la posibilidad de ver a Dios.

Pero pueden ir al cielo, si nosotros oramos por ellos y les damos el bautismo por los no nacidos, del cual supongo que Ud. ha oído hablar”.

En una entrevista que Nicky Eltz publicó en su libro “Hacednos salir de aquí”, dice:

“Las almas santas me dicen que los niños nacidos muertos o abortados no van al paraíso ni al purgatorio.

Van a un lugar intermedio que se puede llamar limbo o ‘cielo infantil’.

Las almas de estos niños no saben que exista algo mejor que eso, no saben que no están en el cielo.

La responsabilidad de llevarlos al cielo está en nosotros.
.
Lo podemos hacer, bautizándolos espiritualmente o mandando celebrar una misa por ellos”.

Y cuenta su experiencia personal:

“Conocí a una enfermera que trabajaba en un hospital.

Ella no dejaba de bautizar a los niños abortados o nacidos muertos.

Cuando estaba para morir, exclamó: Oh, he aquí todos mis niños en el cielo. ¡Cuántos niños!

Y aquellos niños, a quienes había bautizado después de muertos, la acompañaron al paraíso, donde ya vivían”.

Este ejemplo nos habla del agradecimiento de estos niños bautizados espiritualmente.

   

LAS CONSECUENCIAS DE NO BAUTIZARLOS

El Padre Ángel Peña cuenta que una señora le dijo:

“Padre, tengo a mi hijo de tres años que ve constantemente a un amiguito que juega con él. ¿Qué es? ¿Es un ángel?”.

Yo le pregunté: “¿Ha tenido alguna vez un aborto?

Sí, me dijo.

Pues entonces, es posible que sea ese niño que se aparece a su hermanito, porque está buscando el amor de su familia.

De hecho, se dan algunos casos de niños pequeños que ven, lo que suele llamarse como “duendes”.

Otros niños pequeños, que se les aparecen durante años y, en algunos casos, hasta envejecen con ellos, como para dar a entender que son sus mismos hermanos.

   

María Simma dice que:

“a veces, los hermanos sienten la presencia de otro niño junto a ellos, aunque nada saben de aquel hermanito, nacido muerto o abortado”.

   

La escritora Linda Bird Francke en su libro “The ambivalence of Abortion” habla de un “pequeño fantasma” que se le aparece después de haber abortado:

“Ahora tengo este pequeño fantasma.

Un fantasma pequeñito que aparece únicamente, cuando estoy viendo algo hermoso, como la luna llena en el océano la semana pasada.

Y el bebé me saluda con las manos y yo lo saludo a él”.

   

El Doctor Philip Ney cuenta que

“un paciente reportó un sueño que había tenido a los siete años en el que tres gnomos (duendes) se fueron a jugar con él en un banco de arena.

Mientras jugaba, los bancos de arena se derrumbaron y, por consiguiente, sus tres gnomos (duendes) quedaron enterrados.

Él no pudo decirme quiénes eran ellos, pero sabía que eran sus hermanos.

Su madre admitió tres abortos tempranos, pero insistió en que su hijo no podía haberse enterado”.

   

LAS COMPROBACIONES DEL PSIQUIATRA DR. MCALL

El Dr. Kenneth McAll, un eminente cirujano y siquiatra inglés, dice que

“Un niño que no ha sido aceptado con amor por su familia y consagrado a Dios, clamará por el amor y las oraciones de un miembro vivo de la familia, a menudo un gemelo, el próximo niño en la familia o la persona más sensible de la familia”.

“Como aquella niña que me confesó que había contemplado a su hermana crecer todo el tiempo, pero que nunca se había atrevido a hablar de ello”.

“He sido testigo de más de seiscientos casos de niños fallecidos que habían continuado creciendo al mismo ritmo que lo hubieran hecho de haber seguido con vida”.

Veamos algunos ejemplos:

    

Dos jóvenes de la India, de 17 y 24 años, oían voces por la noche, que decían: “Madre, ayúdame”.

Cada día, al despertar, iban a la cocina y encontraban la jarra de agua y otras cosas en medio del piso.

Su madre reconoció que había tenido dos gemelos, que habían nacido muertos y los había enterrado sin ninguna oración en el patio de su casa

Y por consejo del Dr. McAll, les pusieron un nombre y los encomendaron a Jesús y, a partir de ese día, no se oyeron más voces.

   

En un pequeño pueblo de Inglaterra, todos sabían que, en determinada casa, se aparecía con frecuencia por la noche el fantasma de un niño pequeño.

El Dr. McAll preguntó a los miembros de la familia y le dijeron que hacía 11 años había nacido muerto un niño.

Celebraron una misa por este niño y, durante la misa, el Dr. McAll vio en visión al niño, que estaba sonriendo y corría hacia Jesús que lo esperaba y lo estrechaba entre sus brazos.

A partir de ese día, no volvió a aparecerse más.

   

Una obstetra, que comenzaba su nuevo trabajo en un hospital, se dio con la sorpresa de que cada noche se despertaba y veía junto a ella la figura de un hombre que la miraba insistentemente.

Después de indagar, le dijeron que un médico se había suicidado en aquel lugar y que él había practicado muchos abortos.

Celebraron una misa por el médico suicida y también por los niños abortados.

Después de orar por estos niños abortados, la madre de la obstetra vio la habitación llena de niños sonriendo, que parecían muy felices, hasta que desaparecieron dentro de una luz que se alejó.

   

Pareciera que la oración, especialmente la misa, y la consagración de estos niños a Dios los hace ser felices y descansar en paz.

El Dr. McAll dice,

“Tengo registrados más de seiscientos casos de curaciones directas, producidas tras la celebración de una Eucaristía por fetos, víctimas de abortos, voluntarios o involuntarios, niños que nacieron muertos o fueron abandonados inmediatamente después de su nacimiento.

Los que nunca fueron debidamente amados o consagrados a Jesucristo en una ceremonia de entierro.

Cuando se ha celebrado una Eucaristía por esta clase de seres, los resultados son impresionantes.

Muchos han experimentado los beneficios del poder curativo que se generó.

Incluyendo pacientes que estaban participando en la Eucaristía.

Pero también otros que se encontraban a muchos kilómetros en hospitales e instituciones mentales y no sabían nada acerca de dichas ceremonias.

E incluso parientes, mentalmente perturbados, que vivían en países lejanos”.

Veamos algunos ejemplos:

Joan llegó hasta mí a través de un doctor en medicina general.

Antes de mi primer encuentro con aquella niña de solo nueve años de edad, estudié atentamente las notas de su equipo de médicos y los informes de su profesora.

A los cinco años, el carácter abierto y alegre de Joan cambió de repente.

Empezó a resultar difícil de tratar y daba muestras de un comportamiento irracional, diagnosticándosele una epilepsia.

Su madre se quedó muy asustada y desconcertada.

En una carta me decía:

“Cuando Joan cae en uno de esos estados su rostro se descompone, parece tan lejos de ser ella que me da escalofríos”.

La profesora me escribió:

Joan pierde fácilmente el control e incurre en estallidos emocionales. La presentación de las tareas escolares deja mucho que desear”.

Sus padres me dijeron que recientemente había empezado a correr delante de los coches, de modo que tenían que sujetarla con unas riendas para su propia seguridad.

Hablé con Joan, se sentó sobre mis rodillas y le pregunté cuántos hermanos tenía.

Su respuesta me sorprendió:

“Tengo tres hermanos y tres hermanas”.

Yo le dije que sólo tenía tres hermanos y dos hermanas.

Joan, entonces, se mostró extremadamente airada, saltó de mis rodillas y empezó a dar patadas y gritos:

“Tengo tres hermanas y no dos. ¿Ves esa mujer sentada ahí?”, gritó señalando a su madre.

Es una asesina. Tiró a mi hermanita por el water (baño).

Mi hermana es mi amiga. La conozco, se llama Melissa.

Sus padres comenzaron a discutir y yo abracé a Joan y le dije: Oremos juntos a Jesucristo y pidámosle que cuide a Melissa”.

Y pronunciamos la siguiente oración:

“Jesucristo, Nuestro Señor, por favor cuida a Melissa y condúcela a tu Reino”.

Su madre me contó que antes que Joan naciera y debido a la equivocación de un médico, había sufrido un aborto involuntario.

A Joan nunca se le había mencionado el incidente y nadie conocía el nombre que la madre le hubiera gustado poner a la niña: Melissa

Nada tiene de sorprendente que Joan supiera acerca de Melissa. De hecho, en mis ficheros, tengo alrededor de mil cuatrocientos casos parecidos.

Parecía evidente que aquella niña, que no había llegado a nacer y que, por tanto, no había sido consagrada a Jesucristo, era la causa de las dificultades de Joan y quizá de las migrañas que la madre sufría desde hacía años.

Celebramos una Eucaristía por Melissa y los resultados modificaron totalmente la vida de la familia.

Los estallidos emocionales de Joan, su comportamiento irracional y su incapacidad de concentrarse, desaparecieron de una vez por todas.

Las jaquecas de la madre pasaron a ser sólo un recuerdo”.

   

Veamos otros casos.

“Una mujer de 50 años estaba preocupada por el extraño comportamiento de su hijo.

Ella admitió que había tenido dos abortos durante su juventud.

Durante la misa por estos niños abortados, ella sintió una extraña sensación en su abdomen por tres veces.

Entonces, ella se acordó que había tenido también un niño que había nacido muerto y este tercero también fue incluido en la misa.

Desde ese momento, la conducta de su hijo fue normal”.

Un hombre profesional llevó a varios especialistas a su hija, porque era muy violenta.

La hija, de 26 años, había sido promiscua sexualmente con hombres, treinta años mayores que ella.

Buscando antecedentes, el Dr McAll encontró que su madre había tenido un aborto varios años antes de casarse con el padre de la joven.

El comportamiento de la madre antes de casarse, había sido parecido al de la hija.

Durante la misa por el aborto, el padre tuvo la visión interior de un niño y rezó por él.
.
Los problemas de la hija desaparecieron a partir de ese día.

   

Veamos otro caso:

“El vicario de una iglesia local comprobó por sí mismo como una de las mujeres de su parroquia había logrado superar una enfermedad mental, aparentemente incurable.

Después de haber orado por uno de sus hijos que había abortado y de haberlo consagrado al Señor durante una Eucaristía.

Animado por esta experiencia, acudió a visitar a otra mujer llamada Mildred, de algo más de sesenta años.

Ella le contó algo que no había dicho a nadie en toda su vida. Cuando todavía era adolescente, tuvo un aborto.

El vicario le sugirió que celebrasen una ceremonia en la iglesia para consagrar a su hijo abortado a Dios y Mildred accedió.

Cuando terminó la ceremonia, habían desaparecido todos sus dolores y experimentó una sensación de liberación y alegría.

Parece ser que el niño no nacido había intentado atraer su atención mediante los dolores de estómago.

Era como si el propio niño se hubiera convertido en el dolor de estómago”.

   

Uno caso más

“Los gemelos o mellizos muestran una sensibilidad especial hacia su hermano o hermana muertos.

Durante la celebración de la Eucaristía, una madre me mencionó que una de sus hijas gemelas había fallecido en el momento del parto y que el hospital se había ocupado de enterrar sus restos.

Cuando rezamos por primera vez para contrarrestar los efectos negativos de este incidente, brotaron lágrimas de alegría en la gemela, que había logrado sobrevivir.

Me confesó que había “contemplado” a su hermana crecer todo el tiempo, pero que nunca se había atrevido a hablar de ello”.

Sigamos con otros ejemplos

Un hombre de veintiocho años se encontraba en la cárcel y había llevado un comportamiento anormal y antisocial.

Era un hijo adoptivo de una familia que lo había adoptado al perder a su propio hijo. Dice McAll:

“Durante la Eucaristía, aquellos padres, preocupados y angustiados, le dieron nombre al hijo que había fallecido en el momento del parto y, a través de sus oraciones lo consagraron a Jesucristo.

Inmediatamente después, el hijo que habían adoptado salió de la prisión, convertido en un hombre totalmente reformado y actualmente desempeña un empleo de gran responsabilidad”.

   

Durante una celebración por un niño nacido prematuramente y que había sobrevivido sólo cuatro horas, su madre intentó darle gracias a Jesucristo por habérselo llevado con él.

Entonces, escuchó claramente:

“Al niño tienes que ponerle un nombre y demostrarle que goza del amor de su madre y luego consagrármelo a Mí”.

   

Una mujer había ejercido la prostitución y, a consecuencia de ello, había padecido varios abortos tanto voluntarios como involuntarios.

Con gran respeto y cuidado, les puso nombre a todos, aceptó el perdón de Dios y continuó consagrándoselos al Señor todos los domingos, cada vez que iba a la iglesia.

A partir de entonces, se vio libre de la depresión que padecía”.

   

Un matrimonio Lancaster vino a verme muy preocupado por tres de sus hijos.

La hija mayor era drogadicta, tenían otra anormalmente obesa y el hijo menor mostraba, desde los siete años, una incontenible afición a robar.

Elizabeth, la hija mayor, había nacido después de un aborto anterior; Evelyn, la hija obesa, tras un aborto involuntario, mientras que Charles, el hijo menor, lo adoptaron para reemplazar a uno que había muerto.

Dado que en ninguno de los tres casos se había celebrado una ceremonia de consagración al Señor, decidimos celebrar una Eucaristía por los tres casos, tras la cual toda la familia se sintió liberada.

Elizabeth no volvió a probar las drogas; Charles dejó de robar y el peso de Evelyn volvió a ser normal tan solo después de tres meses…”

   

El Dr. McAll, después de sus investigaciones siquiátricas en cientos de casos, afirma claramente que existe el limbo temporal, pues cree que solamente estos niños irán al cielo, directamente al morir, si han sido amados y han orado por ellos.

Ellos están esperando que les pongan un nombre, les hagan sentir amor y los consagren a Dios.

Mientras tanto, siguen esperando, como él dice, ese momento de amor y de consagración a Dios.

   

CÓMO BAUTIZAR A LOS NIÑOS ABORTADOS

El Padre Roberto DeGrandis tiene un libro titulado “Curación a través de la misa”.

Donde habla de la importancia de la misa y de que todas las misas tienen un especial poder de sanación para los enfermos y para todos los que están agobiados en su espíritu y concretamente para estos niños.

Él dice:

“Cuando consideramos el problema de los abortos, niños malogrados o que han nacido muertos, uno de los principios básicos es que estos niños deben ser recibidos con amor.

Una de las formas en que amamos y aceptamos a un niño es dándole un nombre.

Esto les da un sentido de pertenencia y de que ocupan un lugar verdadero en la familia.

Una mujer compartió el siguiente testimonio”.

“Yo tengo 41 años de edad y toda mi vida mi madre ha estado contando la historia de que su madre (mi abuela) murió de parto y que perdió una niña pequeñita.

Mi abuela era huérfana y también había perdido a otro niño antes de mi madre.

Un día mi madre y yo oramos unidas y les dio nombre a los dos niños perdidos por su madre.

Nosotras los ofrecimos al Padre en la luz de Cristo y oramos por estos dos niños y su madre.

A partir de ese día, mi madre nunca más volvió a hablar de ese asunto.

Sintió paz en su vida, después de darles nombre a estos niños y ofrecerlos a Dios”.

Para él es importante ponerles un nombre y orar por ellos ofreciéndolos a Dios para salvarlos.

    

También el P. Roberto DeGrandis cita el testimonio de una mujer:

Hace veinte años yo quedé embarazada en un momento inoportuno.

Yo estaba enferma, bajo cuidado médico, y escasa de dinero. Yo no podía tener un niño.

Yo luchaba contra esta idea por mi educación católica y deseaba tener una pérdida. Y tuve la pérdida.

Cuando yo vi a esa pequeña vida humana muerta delante de mí en el hospital, me sentí muy apenada.

Antes de llamar a la enfermera, tome un vaso de agua y lo derrame sobre la cabeza del niño bautizándolo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…

A través de los años, Dios me dio un amor especial por los niños pequeños rechazados y recogí en mi casa a muchos de esos niños pequeños, que habían sido rechazados por sus padres.

Yo los amaba como si fueran míos y ellos me amaban a mí”.

Y escribe en la nota el P. DeGrandis:

“Esta misma mujer compartió que, un tiempo después, ella tuvo una visión de su hijo perdido.

En la visión supo que era un niño y lo vió saludable y vivo con el Señor.

Lo que le impresionó profundamente fue que todos los niños rechazados que ella había recibido en su casa, eran todos niños varones.

Ellos eran un regalo y la forma de sanar su corazón por la pérdida de su hijo”.

El P. John Hampsch aconseja bautizar a estos niños espiritualmente, consagrarlos a Jesús por medio de María y celebrar una misa.

Dice:

En la consagración total del niño al Señor, los padres deberían pedirle que llene con su amor todas las necesidades del niño.

Como por ejemplo el bautismo de deseo o alguna otra forma desconocida de gracia, semejante al bautismo…

Esto podría ser ratificado por una Eucaristía en la que, en el momento de la comunión, nosotros nos unimos a Jesús de la manera más íntima posible, orando por el niño…

En la oración se debería incluir una petición al Señor para que ese niño sea un “santo privado” o un “intercesor” especial para la familia.

Como epílogo de esta oración a Jesús, es muy recomendable poner al niño en los brazos de María (consagrarlo a Ella), recordando las palabras que Jesús dijo: “Ahí tienes a tu Madre”.

A María se le ha encomendado ser la madre de todos y cada uno de los niños. Y Ella los ama mucho más intensamente que las madres de la tierra”.

 

El P. Marcelino Iragutambién recomienda una misa y consagrarlos a Jesús por María. Escribe:

“Una práctica recomendable es el ofrecer la santa misa y comulgar por ellos, sobre todo, cuando se hace en familia.

En esa Eucaristía, se pide a Dios que acoja en su seno a todos los difuntos de la familia

A veces, los resultados son sorprendentes.

En caso de aborto provocado o involuntario, que no fueron bautizados, se pide al Señor que inspire un nombre para cada uno de ellos.

Y se les acepta como miembros de la familia y se les presenta por su nombre al Señor, arropados en el amor de su Madre, la Virgen María”.

 

El Padre James Manjackal, de la India, menciona una carta que dice:

“Yo he oído a mucha gente que me ha dicho que ha visto a los niños muertos sin bautismo como ángeles y santos después de haber sido bautizados en espíritu.

Algunos dan testimonio de que, cuando necesitan algo, ellos lo piden por intercesión de estos niños ya salvados.

Normalmente, cuando la gente que ha abortado viene a mí con tristeza y sentimiento de culpabilidad, yo les digo que pidan perdón a sus niños antes de bautizarlos en fe y en espíritu.

Varias madres han tenido la experiencia de que sus niños han venido a darles su perdón y a consolarlas.

Yo conozco a mucha gente que tiene contacto con estos niños salvados.

Yo bautizo a los niños muertos sin bautismo, si alguno está presente como padrino.

Muchos sacerdotes no lo hacen debido a su falta de fe o a su ignorancia.

Yo paso dos horas diarias, orando por las almas de los que han muerto.

Muchas almas vienen a mí y se identifican y me dicen sus pecados y yo los bautizo, si no están bautizados, y rezo para que se perdonen sus pecados y pido al Espíritu Santo que los llene de su amor.

Yo tengo maravillosas experiencias de su entrada en el cielo y sus oraciones por mí son de gran poder para mi ministerio.

Los he visto con las caras resplandecientes después de bautizarlos y me han prometido ayuda espiritual.

   

Algunos líderes carismáticos y María Simma y el Dr. McAll hablan de la importancia del ponerles un nombre a estos niños para poder identificarlos.

   

El P. John Hampsch afirma que es muy importante ponerles un nombre a estos niños muertos sin bautismo y ofrecerlos a Jesús.

Y cuenta un caso que le ocurrió durante una misa en Canadá. Uno hombre dio el siguiente testimonio:

“Entre 1958 y 1963 mi mujer tuvo cinco abortos. Yo tenía un gran sentimiento de culpabilidad.

Ayer cuando Ud. dijo que debíamos poner un nombre a estos niños, nosotros nos sentamos y lo hicimos.

Mi esposa puso nombre a tres y yo a dos.

Durante la misa (en visión interior) vi a Jesús delante de mí y me dijo que no me preocupara, que no me sintiera mal, porque ya esos cinco niños estaban en sus brazos y a salvo en el cielo.

A partir de ese día, nuestro amor mutuo ha crecido inmensamente”.

   

ORACIONES

En el periódico alemán “Rettende Macht” del 24 de setiembre de 1973, se habla de las revelaciones de Jesús a una mujer casada y madre de varios hijos.

Entre otros mensajes Jesús le dice sobre los niños abortados:

Estos pequeñitos pueden conseguir la visión beatífica.

Transmite lo que voy a decirte a los sacerdotes, porque vosotros los podéis bautizar (espiritualmente).

Después de recitar el Credo, toma agua bendita y la esparces en todas las direcciones y di estas palabras:

A todos vosotros, que habéis nacido muertos o que naceréis muertos, a todos los que fueron asesinados en el vientre de sus madres o que serán asesinados, para que podáis alcanzar la vida eterna por medio de Jesús.

(aquí se dice el nombre).

Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y el Espíritu Santo.

Al final, reza un Padre nuestro, un Avemaría y un Gloria. De esta manera, puedes bautizarlos a estos pequeñitos y ayudarlos a conseguir el cielo”.

Oración por la salvación de los niños abortados

Señor Jesús, por medio de tu Madre bendita, te ofrezco todos mis pensamientos, palabras y obras de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón.

Especialmente, te ofrezco todos los actos de fe y de amor para obtener de tu Sagrado Corazón la gracia del bautismo para todos los niños inocentes, que serán asesinados hoy por el aborto.

Y, dado que sus propios padres y madres rechazarán su vida con violencia y rehúsan ser garantes de la fe de estos niños, te pido que me aceptes como padre y madre espiritual de estos niños.

Acéptame como garante del deseo de estos niños de estar contigo por siempre para que, habiendo sido asesinados cruelmente, ellos puedan ser admitidos a tu presencia como mártires inocentes y sean salvados por tu amor. Amén.

   

Oración por los abortos espontáneos

Señor Dios, confiamos a tu amor a este pequeñito, que ha dado alegría a sus padres por poco tiempo. Llévalo a la vida eterna.

Señor, tú has formado a este niño en el vientre materno. Tú lo has conocido por su nombre desde el principio del tiempo. Nosotros ahora deseamos ponerle el nombre de N., un nombre que guardaremos como un tesoro en nuestro corazón para siempre.

Oramos por estos padres, que están tristes por la pérdida de su hijo. Dales valor para soportar su pena y su dolor. Y que un día puedan encontrarse con su hijo en la alegría y en la paz de tu Reino. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

   

Oración para poner nombre al hijo muerto

“Padre celestial, Padre bueno, gracias por habernos regalado a (decir nombre) como nuestro hijo, que estará contigo para siempre.

Perdónanos los errores que hemos cometido.

Te lo entregamos en tus brazos divinos por medio de María.

Jesús, divino Salvador, bautízalo en tu amor divino y gracias por haberlo salvado y habernos sanado y liberado de nuestra angustia y sentimiento de culpabilidad.

Gracias, Espíritu Santo, ven sobre todos nosotros y haznos con nuestro hijo, una familia unida en tu amor, en el tiempo y para la eternidad”. Amén.

   

Oración para poner nombre a los niños y encomendárselos a Dios

“Tú, Señor, autor y defensor de la vida, tú eres nuestra morada final.

Te encomendamos a este niño (decir nombre).

Confiando en tu misericordia y en tu amor paternal, te pedimos le concedas la eterna felicidad. Señor Dios, bondadoso y solícito, confiamos a tu amor este pequeño (N).

Acógelo en la vida eterna.

También te pedimos por sus padres, afligidos por la pérdida de su hijo.

Concédeles fortaleza y valor y ayúdalos en su pena para que puedan un día reunirse con su hijo en la paz de tu Reino.

Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor. Amén”.

https://youtu.be/tq6jqx_rsqk


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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La Fascinante Conversión de los Verdugos de San Pedro y San Pablo

En el año 64 d.C. Pedro y Pablo fueron encerrados en la cárcel Mamertina para su martirio.

Ellos cambiaron el clima en la pestilente cárcel con su ejemplo.

Y bautizaron a muchos conversos, especialmente a Proceso y Martiniano.

Los que la tradición identifica como los jefes de los carceleros.

san pedro bautiza a Proceso y Martiniano

Su eficacia para convertirlo fue el ejemplo y la palabra, la caridad y la esperanza
.
Fue 
por la oración y la fe de los cristianos, que brilló una luz en la negrura de la cárcel Mamertina, entre quienes vivían en las tinieblas y en sombras de muerte.

 

LA SOCIEDAD ROMANA DE ESE MOMENTO

La sociedad de la Roma del año 64 d.C. ya estaba tocada de muerte por el mismo mal que la llevaría a la tumba: el vacío moral.

Sus calles eran fastuosos museos de una riqueza y un poderío que brillaban, pero como el sol del ocaso.

El aborto, el infanticidio, la renuncia a tener hijos y el abandono hasta la muerte de enfermos y ancianos eran un uso común.
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La ruptura del vínculo familiar, la infidelidad, la promiscuidad, los lupanares, los banquetes orgiásticos y las relaciones homosexuales eran tan jaleados y practicados como la violencia en los circos.
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Donde la vida era un espectáculo sin valor, y la muerte, frivolizada para no ser temida.

La religión pagana era un mero rito sin corazón, ni devoción, ni aplicación para la vida.

Todos los dioses falsos acaban siendo sólo el humo de sus incensarios.

Y los poderosos eran adulados, imitados, envidiados o eliminados según conviniese a la clase económica, que era la que de veras gobernaba la Caput Mundi.

En el año 64 después de Cristo, Roma era una algarabía desenfrenada.

Nerón, cabeza del mayor imperio que han visto los siglos, compaginaba el incesto con el teatro, la guerra con la gula y el circo con la adulación.

Cuando prendió fuego a la Urbe y acusó de ello a los cristianos, los mártires empezaron a contarse por millares.

bautismo de proceso y martiniano

A dos de sus líderes, Pedro y Pablo, los encarcelaron antes de ejecutarlos.

Pero a sus carceleros, Proceso y Martiniano, aquellos reos les iban a cambiar la vida.

Tanto como para que, dos mil años después, los sucesores de esos protomártires sigamos recordando su memoria hasta el día de hoy.

 

LA CONVERSIÓN Y MARTIROLOGIO DE PROCESO Y MARTINIANO

De la custodia de Pedro y Pablo en la cárcel Mamertina se ocupaban Martiniano y Proceso.

Dos soldados violentos e inmisericordes, curtidos en el trato con la peor escoria de Roma

Pero ahora contemplaban algo insólito.
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Cómo aquellos dos hebreos cuidaban del resto de presos.
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Compartían con ellos su comida, secaban sus frentes febriles, escuchaban sus delitos, decían perdonar sus pecados.
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Y les hablaban del amor incondicional que les tenía un tal Cristo, que habiendo sido muerto en cruz, estaba resucitado y vivía para siempre.

No contaban una fábula de oídas, sino una historia de la que habían sido testigos.

Y por la cual estaban dispuestos a abrazar la muerte para ganar la Vida, la felicidad eterna, incapaces de negar la Verdad que habían conocido.

Debió ser muy ejemplar la presencia de los Apóstoles Pedro y Pablo en la prisión romana cuando se aproximaba su martirio. 

Habían empleado bien el tiempo para la extensión del Evangelio.

Tanto el mundo judío como los gentiles habían tenido ya noticia de la Buena Nueva de la Salvación.

Quedaba organizada la Iglesia en sus elementos más firmes.

Y estaban presentes ya en el mundo los que continuarían hasta que el Señor de la Historia decida el fin de la presencia del hombre sobre la faz de la tierra.

Ellos intuyen que está próximo el fin de su carrera; el propio Pablo lo deja por escrito en sus cartas.

Sólo queda recorrer la recta final.

martirio de proceso y martiniano

El Martirologio Romano, así como el de Beda, Usuardo y Adón consignan en sus listados de mártires a Proceso y Martiniano.

Resumen la entrega de su vida por Cristo.

Presentándolos como dos de los principales carceleros que tenían la misión de custodiar la cárcel Mamertina de Roma en tiempos de Nerón y del encarcelamiento de los Apóstoles previo a su martirio.

Sin ser muy explícitos sobre su existencia, la áurea de los siglos adornó con posibilidades lo desconocido de su vida, constituyéndolas en catequesis devota.

Se les presenta como soldados probablemente zafios, algo brutos y más que ensombrecidos por la escoria de la sociedad que tienen que soportar cada día en aquella cárcel pestilente.

Debió resultarles extraña la presencia de aquellos dos presos que no aúllan ni vociferan como los demás; no insultan ni blasfeman, no maldicen ni amenazan.

Más bien les pudieron parecer faltos de razón o trastornados por la sencillez y ensimismamiento que por tanto rato mantenían.

Ya lo que no encontraban ninguna explicación era a la atención que prestaban a sus compañeros de prisión a los que intentan consolar, atendiéndoles como pueden.

Hasta han visto que les daban de su comida y que han ayudado a moverse a los que ya ni eso pueden.

Su prédica y su ejemplo eran la antítesis de Roma: caridad frente a egolatría; amor a Dios frente a hedonismo; amor al hombre contra relativismo moral.

Y les hablan de bondad, de vivir siempre, de resurrección.

Un judío, Cristo, les dará la libertad y la salud.

Alguno parece que les escucha con especial atención.

Y lo incomprensible es que con la última remesa de presos que ha llegado por haber incendiado nada menos que la ciudad de Roma, ha cambiado el tono de la cárcel.

Donde empiezan a oírse cantos y hasta sonrisas en los labios resecos por la fiebre, el contagio y el temor.

Proceso y Martiniano confrontaron su vida y la de su sociedad con aquel ejemplo.

Se atrevieron a buscar la verdad y a cambiar el corazón, descendieron por el agujero del Tullianum.

Y pidieron ser como esos hombres, tener su mismo Espíritu, aunque sabían que eso les iba a valer la muerte poco después.

Los dos carceleros comienzan prestando atención a lo que dicen y terminan acercándose a recibir, en susurros y casi a escondidas, instrucción.

Una luz del cielo se les ha encendido dentro.

Piden ser discípulos, quieren recibir el bautismo y se ofrecen como sustitutos de sus puestos dejándoles abierta la prisión.

Pedro, encadenado a una columna, tocó el suelo y, de un manantial que había a varios pies bajo el suelo y estaba suturado desde hacía siglos, brotó el agua y bautizó a sus carceleros, junto a 47 presos más.
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Esa es la fuente que desde entonces da agua milagrosa a quien quiere beberla para remedio de algún mal.

Sabedor el juez Paulino de lo sucedido les llama al orden, animándoles a dejar lo que incautamente han abrazado e instándoles a ofrecer culto y reconocimiento a los dioses de siempre.

Pero nada puede remover su decisión.

Y después de escupir la estatua de Júpiter, son azotados y atormentados con la pena del fuego.

Pero mientras tanto  no se sabe cómo el juez se queda ciego, es poseído del demonio y muere en tres días.

A los dos que fueron carceleros les cortaron la cabeza en la Via Aurelia, fuera de los muros de la ciudad, el día 2 de Julio, dejando sus cuerpos a los perros.

Dicen que la piadosa Lucina – matrona que nunca falta en la recogida de cuerpos de mártires-  los mandó levantar y dar sepultura en su propiedad, hasta que pudieron trasladarse a la iglesia que construyó en su honor.

cuadro de bautismo de proceso y martiniano fondo

 

SU VENERACIÓN EN LA IGLESIA

Martiniano y Proceso eran ya venerados públicamente en Roma a partir del III o IV siglo. 
.
En el siglo IV, fue construida una iglesia  sobre su tumba. 

En esta iglesia, San Gregorio Magno predicó una homilía en su día de fiesta, en la que se refirió a la presencia de sus cuerpos.

También a la cura de los enfermos, el acoso a los perjuros, y para la curación de los endemoniados allí. Esta iglesia ya no existe.

San Beda les menciona y su fiesta fue por lo tanto es celebrada a principios medioevo en Inglaterra .

El Papa Pascual I (817-24) transporta los huesos de los dos mártires a una capilla en la antigua basílica de San Pedro.

Ellos todavía descansan bajo el altar dedicado a ellos en la derecha (sur) crucero de la presente Basílica de Pedro.

En 1605, sus reliquias fueron colocadas en una de urna bajo el altar, junto a San Pedro, con tres medallones con escenas de la vida de Pablo Apóstol .

La revisión de 1969 del calendario general añadió una fiesta de los primeros mártires de la Iglesia de Roma el 30 de junio, inmediatamente después de la de San Pedro y San Pablo.

También se eliminó la fiesta individual de estos y otros mártires tempranos del calendario general del rito romano.

No obstante, Martiniano y Proceso permanecen en el Martirologio Romano, la lista oficial de los santos reconocidos por la Iglesia Católica .

Por lo tanto, es posible que todavía celebrar su propia misa en su día de fiesta tradicional, 2 de julio, según la normativa el actual Misal Romano , a no ser que en alguna localidad se asigna a ese día una celebración obligatoria.

Los calendarios pre-1969 otorgan a estos santos sólo Conmemoración dentro de la misa de la Visitación de la Virgen.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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¿Por qué el Bautismo en el Espíritu Santo Refuerza nuestra Fe?

No es un sacramento o un sustituto de los sacramentos.

Es una oración de fe, para reavivar lo que el Señor nos dio en el Sacramento del Bautismo

El Bautismo en el Espíritu Santo es el derramamiento del Espíritu, que significa una profunda experiencia de Dios.

A menudo se refiere a él como un “Pentecostés personal”.
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El Espíritu Santo no sólo prende fuego todo lo que ya hemos recibido, sino que viene de nuevo para equiparnos con sus dones, para el servicio y la misión.
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Y a menudo está relacionado con la capacidad de hablar en lenguas.
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Pero empecemos por el principio. ¿Quién es el Espíritu Santo? 

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, consustancial y diferente a Hijo y al Padre, que son las otras personas.

Las tres personas tienen la misma esencia y naturaleza divina.

El Hijo procede del Padre y el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo.

Atribuimos al Padre la perfección y la omnipotencia, al Hijo la sabiduría y al Espíritu Santo las operaciones de gracia y santificación de las almas.

Y en este sentido el espíritu santo entrega dones.

Hay un tipo de dones dados para la santificación de las almas, como la sabiduría, el entendimiento, el consejo, la fortaleza, el conocimiento, la piedad y el temor del Señor.

Y hay otros dones extraordinarios pero que no santifican a las personas sino que se entregan para la operación del pueblo de Dios; y son conocidos como Carismas.

Estos son, según San Pablo, el don de hablar en lenguas, la interpretación de lenguas, la palabra de sabiduría, el discernimiento de espíritus, el don de sanación, de milagros, el don de profecía entre otros, y los veremos en detalle abajo.

¿Y cómo sabemos cuando el Espíritu Santo nos habla o está presente en nuestros actos?

Podemos conocerlo por los propios actos y los frutos. 

Si lo que hacemos trae sabiduría, conocimiento, inspira coraje, alienta a la fortaleza, invoca el temor del Señor, proporciona un buen consejo o ayuda al juicio correcto, es del Espíritu Santo.

Si los efectos de nuestras acciones traen la verdad, la curación, la esperanza, la paz, la misericordia, la justicia o la alegría, hemos sido dirigidos por el Paráclito.

Ahora pasaremos a explicar el Bautismo en el Espíritu en base a hacernos 10 preguntas y responderlas.

  

1 – ¿Qué es el Bautismo en el Espíritu Santo?

El bautismo en el Espíritu Santo es dar la bienvenida o el hermanamiento del Espíritu Santo, que ya vive en nosotros desde el bautismo. 

Al dar la bienvenida al Espíritu Santo en nuestras vidas, su poder será liberado y se desbordará para llenar nuestras almas y cuerpos.

Lo que nos permite vivir la vida cristiana más plena que estábamos llamados a vivir por Dios.

La experiencia de ser bautizados en el Espíritu Santo puede explicarse utilizando la analogía de un terrón de azúcar en una taza de café. 

Cuando recibimos el bautismo en el Espíritu Santo, es como agitar esta taza de café para que la dulzura del azúcar se pueda liberar en toda la taza de café.

  

2 – ¿Por qué tenemos que ser bautizados en el Espíritu Santo?

Es la promesa y el mandato de Jesús.

Antes de su ascensión, Jesús instruyó a sus discípulos a no ir a ninguna parte hasta que hayan recibido el poder del Espíritu Santo.

“Y mira, yo envío sobre vosotros lo prometido por mi Padre; así que permanezcan aquí en la ciudad hasta que sean revestidos del poder de lo alto.” (Lucas 24:29)

De nuevo en Hechos, Jesús dijo a sus discípulos que no se fueran de Jerusalén, sino que esperaran hasta que hayan recibido el bautismo en el Espíritu Santo:

“la promesa del Padre, de la que ustedes han escuchado hablar. Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo” (Hechos 1: 4-5)

Ser un testigo de Cristo. Jesús espera que sus discípulos reciban el poder del Espíritu Santo para que puedan ser sus testigos hasta los confines de la tierra,

“recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1: 8)

  

3 – ¿Dónde se menciona en la biblia el “Bautismo en el Espíritu Santo”?

El bautismo en el Espíritu Santo es mencionado en la Biblia en el Nuevo Testamento. 

Aparece en los cuatro evangelios y en los Hechos de los Apóstoles.

“Yo os bautizo en agua para su arrepentimiento, pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo… él os bautizará con el  Espíritu Santo y el fuego” (Mateo 3:11, Marcos 1:8, Lucas 3:16, Juan 1: 32-34)

“Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo” (Hechos 1: 5)

“Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un solo lugar. 

Y de repente vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento, el cual llenó toda la casa donde estaban. 

Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. 

Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse”. (Hechos 2: 1-4)

  

4 – ¿El Bautismo del Espíritu Santo es un evento de una sola vez, que sólo ocurrió en Pentecostés?

No, la escritura nos dice claramente que el bautismo del Espíritu Santo no es un evento de una sola vez.

Sucedió en muchas ocasiones en diferentes lugares después de Pentecostés.

“Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron de que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.

Y ellos fueron allá, y oraron por los samaritanos para que recibieran el Espíritu Santo, porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos.

Sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo”. (Hechos 8: 14-17)

“Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús, y el momento en que Pablo puso sus manos sobre ellos, el Espíritu Santo descendió sobre ellos, y empezaron a hablar en lenguas y a profetizar”. (Hechos 19: 5-6)

  

5 – ¿El Bautismo del Espíritu Santo es relevante sólo para la iglesia primitiva?

No. La Iglesia primitiva necesitaba el poder y los dones del Espíritu Santo para construir la iglesia.

Nuestra iglesia hoy es igualmente dependiente del poder y los dones del Espíritu Santo para crecer y revivir la iglesia.

La Gran Misión que Jesús entregó a sus discípulos en Marcos 16: 15-18 es también nuestra misión

Él les dijo:

“Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio.

Toda criatura que crea y sea bautizada, se salvará.

El que no crea será condenado.

Estas señales acompañarán a los que crean…

En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes con las manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño.

Impondrán las manos sobre los enfermos y se sanarán” (Marcos 16: 15-18)

Los creyentes no deben confiar en su propia fuerza y el talento para llevar a cabo la obra de Dios.

Necesitamos el poder y los dones del Espíritu Santo para testificar, servir y edificar nuestra iglesia.

  

6 – ¿Por qué la Iglesia Católica no promueve ni enseña centralmente acerca de “Bautismo del Espíritu Santo”?

Una de las principales razones por las que muchos creyentes nunca han tenido ninguna experiencia del bautismo del Espíritu Santo es que nunca se ha predicado con claridad.

A pesar que ha sido parte de la tradición de la iglesia primitiva como se describe en los Hechos de los Apóstoles.

Algunas de las razones por las que no se enseña ampliamente incluyen:

• una falta de comprensión de quién es el Espíritu Santo realmente
• una falta de apreciación del Espíritu Santo y su papel crucial en la vida del creyente
• el miedo a perder el control y dejar que el Santo Espíritu lleve la carga
• el miedo a entrar en lo desconocido

Sin embargo, en 1967 se inició un movimiento de renovación dentro de la Iglesia Católica llamado “RCC”, que implica el bautismo del Espíritu Santo.

Muchos se sienten atraídos por este movimiento por los testimonios y las vidas de los que han sido “llenos del Espíritu Santo”.

  

7 – ¿Cómo recibo el Bautismo del Espíritu Santo?

La mayoría de los creyentes recibieron el bautismo del Espíritu Santo cuando otros creyentes llenos del Espíritu Santo impusieron las manos sobre ellos y rezaron para que el poder del Espíritu Santo se posara sobre ellos.

Sin embargo, el elemento esencial en el proceso de recibir el bautismo del Espíritu Santo es:

• reconocer a Jesús como el único Dios en el cielo y en la tierra
• reconocer a Jesús como su Señor personal, Dios y Salvador
renunciar a satanás y todas sus obras
arrepentirse de los pecados
• el deseo y la creencia de que Jesús quiere darte sus dones

  

8 – ¿Cómo sé si he recibido realmente el Bautismo del Espíritu Santo?

Puedes manifestar uno o más de los muchos dones del Espíritu Santo.  Por ejemplo, don de lenguas, profecía, don de la curación.

Recibirás nueva conciencia de la presencia de Dios y de su amor.

También se desarrollará en ti un hambre más profunda de Dios.

Un deseo más fuerte para hacer su voluntad y servir en su reino.

Hay una nueva experiencia del Espíritu Santo.

Es una nueva apertura a la acción, movimientos, dirección, inspiración, del Espíritu Santo.

Toda la persona, su mente, sentimientos, pensamientos y voluntad son tocados por la acción de Dios.

Es el principio de vida nueva.

Que se manifestarán en los frutos para edificar nuestras almas y dones o carismas para edificar la iglesia.

  

9 – ¿Cómo cambia una persona después de recibir el Bautismo en el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo está aquí para ayudarnos a crecer espiritualmente. 

Algunos de los frutos comunes que se desarrollan son:

• un nuevo hambre y sed de la oración
• un hambre para estudiar la Escritura
• un nuevo sentido del amor de Jesús
• un sentido de Dios como nuestro Padre amoroso que nos ama y quiere lo mejor para nosotros
• un mayor poder sobre la tentación y el pecado; muchas de nuestras cadenas con el pecado se rompen cuando recibimos el bautismo en el Espíritu
• un fuerte deseo de desprenderse de las cosas del mundo y una mayor alegría de las cosas que son del Espíritu, por ejemplo, la oración, la comunión, la lectura cristiana, etc.
• una nueva apreciación de los sacramentos y devociones de la Iglesia
• una comprensión más profunda de la misa y un anhelo de la Eucaristía

  

10 – ¿Cuáles son los dones del Espíritu Santo?

Cuando recibimos el bautismo del Espíritu Santo vamos a experimentar una más profunda o una nueva efusión del Espíritu de Dios. 

Vamos a empezar a descubrir nuevos dones espirituales como se menciona en 1 Corintios 12: 4-11.

Los diferentes dones espirituales del Espíritu Santo son:

  • El don de la sabiduría – Guiada por el Espíritu Santo, una persona queda dotada de la capacidad de tomar decisiones o dar orientación a los demás de acuerdo a la voluntad perfecta de Dios.
  • La Palabra de Conocimiento – Don que le otorga una visión o información en una situación o problema que no está disponible de manera natural.
  • El don de la Fe – La fe sobrenatural del Espíritu Santo, que le permite a uno a creer y confiar en todas las circunstancias. El don de la fe viene cuando la propia fe alcanza su límite.
  • El don de la curación – Don de sanidad sobrenatural sin ninguna asistencia natural (o médica).
  • El don de los Milagros – Signos y maravillas realizados a través del poder del Espíritu Santo para cambiar o alterar los acontecimientos naturales o circunstancias.
  • El don de Profecía – Para proclamar el mensaje de Dios por inspiración divina. La profecía es para edificación, exhortación y consolación.
  • El Discernimiento de los espíritus – Es el conocimiento sobrenatural del mundo de los espíritus. Se puede percibir o ver si un espíritu específico es bueno o malo en una situación determinada.
  • El don de Hablar en Lenguas – La habilidad sobrenatural de hablar en idiomas que no conocemos. Podría ser una lengua humana o el lenguaje del Espíritu Santo.
  • El don de Interpretación de Lenguas – Es la capacidad de traducir las palabras dichas por otro que tiene el don de lenguas.

  

VINCULACIÓN DEL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU CON HABLAR EN LENGUAS

Marcos 16: 17-18 dice que una de las señales para los creyentes es que «hablarán nuevas lenguas» (arriba vimos el pasaje).

Jesús se está refiriendo al poder dado en el envío de Jesús a los apóstoles, que los carismáticos lo relacionan con el bautismo en el Espíritu Santo.

San Pablo relaciona su hablar en lenguas con hablar a Dios con el Espíritu.

Al leer 1 Corintios 14: 18, sabemos que San Pablo hablaba en lenguas, porque dijo: «Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas…»

La oración «en el Espíritu» o «con el Espíritu» está definida por San Pablo, como un misterio de oración, que no tiene nuestro entendimiento; o en otras palabras, es hablar en lenguas.

Cuando lees los términos «orando en (o con) el Espíritu Santo»,  se refiere a orar en lenguas (idiomas que nunca has aprendido).

«Pues el que habla en lengua no habla a los hombres sino a Dios. En efecto, nadie le entiende: dice en espíritu cosas misteriosas.» (1 Corintios 14: 2)

«Entonces, ¿qué hacer? Oraré con el espíritu, pero oraré también con la mente. Cantaré salmos con el espíritu, pero también los cantaré con la mente.» (1 Corintios 14: 15)

Y se define «hablar en el Espíritu» en Efesios 5: 18-19:

“No os embriaguéis con vino, que es causa de libertinaje; llenaos más bien del Espíritu.

Recitad entre vosotros salmos, himnos y cánticos inspirados; cantad y salmodiad en vuestro corazón al Señor»

Y en Judas 20 se lee:

«Pero vosotros, queridos, edificándoos sobre vuestra santísima fe y orando en el Espíritu Santo«.

¿Qué hacer para luego de recibido el Bautismo en el espíritu Santo para hablar en lenguas?

Debes abandonar el estilo de vida de pecado y depositar tu confianza en Jesucristo.

Debes nacer de nuevo (Juan 3: 3-7).

Debes desear estar lleno del Espíritu Santo, porque deseas obedecer a Dios, servir a Dios y adorar a Dios de una manera completa (Juan 4: 21-24, Mateo 28:20, Marcos 11:24, Lucas 24:49).

Leer también:

Cinco Buenas Razones para Orar en Lenguas

Las Maravillas que suceden con los diversos Dones de Lenguas

  

ERRORES SOBRE HABLAR EN LENGUAS CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO

Hay una serie de errores que le surgen a quienes evalúan animarse a hablar en lenguas.

  

PRIMER ERROR: No llamarán a ningún un demonio (ver Lucas 11: 9-13) ni maldecirán a Jesús mientras hablan en lenguas.

«Por eso os hago saber que nadie, hablando con el Espíritu de Dios, puede decir: «¡Anatema es Jesús!»; y nadie puede decir: «¡Jesús es Señor!» sino con el Espíritu Santo« (1 Corintios 12: 3).

  

SEGUNDO ERROR: «El Espíritu Santo te llevará, y será incontrolable».

Esto no tiene sentido. Dios no violará tu voluntad. Es por eso que Pablo dijo, como vinos arriba, que «Orará con el espíritu, y orara con su mente».

Es un acto de la voluntad humana; no algo incontrolable que te pondrá en trance o dominará todas tus funciones motrices.

  

TERCER ERROR: «Verás las palabras en tu mente que Dios quiere que hables».

No esto no es correcto. El bautismo con el Espíritu Santo es una experiencia espiritual, no una experiencia mental.

Uno de los grandes propósitos de hablar en lenguas es poner tu mente donde corresponde, en segundo lugar detrás de tu espíritu.

  

CUARTO ERROR: «El Espíritu Santo hablará a través de ti».

Esta es otra de esas ideas erróneas que impide que muchas personas la reciban.

Están esperando que una voz hable a través de ellos, pero no sucederá.

El Espíritu Santo no es el que habla. Él pronuncia, pero tú eres el que habla.

  

QUINTO ERROR: Dar a los que hablan en lenguas las palabras que deben pronunciar.

Hay ministros pentecostales que le dicen a los bautizados su propia pronunciación hablando en lenguas:

«Ahora, repite después de mí.»Shun-Dah-Mah-Kie-Ah. Shun-Dah-Mah-Kie-Ah».

Están inventando palabras .

Dios no bendecirá este tipo de carnalidad. Él quiere la «cosa real», no la falsificación.

  

ATAQUES DEL ENEMIGO

En este proceso de hablar en lenguas luego del bautismo en el espíritu recibirás ataques del enemigo.

  

ATAQUE EL ENEMIGO 1: Cuando empiezas a hablar en lenguas, el diablo probablemente dirá: «¡Estás diciendo sólo palabras!»

Bueno, él está parcialmente en lo correcto. Estás hablando, pero es el Espíritu Santo el que te da la pronunciación.

De modo que no eres «solo tú» el que está hablando.

Tú haces lo “natural”, y el Espíritu Santo hará lo «sobre», y juntos producen algo “sobrenatural”.

  

ATAQUE DEL ENEMIGO 2: El diablo probablemente te dirá que estás «inventando todo» cuando empiece a hablar en lenguas sobrenaturales.

Es su estratagema para que te detengas. No te detengas.

Sigue orando en esas lenguas que suenan extrañas, y encontrarás una nueva unción de poder sobre tu vida.

  

ATAQUE DEL ENEMIGO 3: El diablo probablemente te traerá a la mente algunas de las interpretaciones  erróneas con la esperanza de destruir su fe.

Él puede sugerir: «Realmente estás ensuciando. Esto fue solo para los apóstoles.

No tienes ninguna promesa de parte de Dios para esto. Detente ahora antes de que el juicio caiga sobre ti».

La respuesta está en Marcos 16 que vimos arriba sobre la promesa de hablar en lenguas.

  

RECOMENDACIONES PARA HABLAR EN LENGUAS CON EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO

Deja todas las alabanzas en tu idioma nativo (en este caso en español), y de inmediato comenzarás a alabar a Dios en lenguas.

Al principio sonará tonto, pero hazlo de todos modos.

Después de producir sonidos, comienza a mover los labios y la lengua, confiando en que el Espíritu Santo te dé pautas.

No esperes una sensación especial.

Eso puede venir o puede no venir, no importa de ninguna manera porque este es un evento de fe, no simplemente una ocasión emocional.

Hay que concentrarse en Jesús, porque Él es el que bautiza con el Espíritu Santo.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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¿A donde van los niños muertos sin bautizar?

Una comisión teológica internacional reunida publicó en el 2007, con la revisión de Benedicto XVI, un texto que dice que Dios puede dar la gracia del bautismo sin que se administre el sacramento, «y este hecho se puede aplicar específicamente cuando la administración del bautismo sea imposible».

Ver el santuario del «respiro temporal» aquí NUESTRA SEÑORA DE AVIOTH, FRANCIA ( 16 DE JULIO). Y también los posts bajo el rótulo .

El problema es compaginar, por un lado, la infinita misericordia de Dios, que no puede excluir de la salvación eterna a los pequeños que no han cometido pecados personales; y por otro, la enseñanza fundamental de la existencia del pecado original y la necesidad del bautismo para su remisión.

El documento de la Comisión teológica internacional titulado “La esperanza de salvación para los niños que mueren sin el bautismo”, discutido por la Comisión teológica internacional después de dos reuniones generales, en 2005 y 2006 y publicado con el “consentimiento” del Papa Benedicto XVI en 2007, observa que la enseñanza de que el bautismo es necesario para la salvación precisa ser entendida en el sentido de que fuera de Cristo no hay salvación.

La Comisión advierte que este planteamiento teológico, un nuevo modo de entender que se ha ido desarrollando en los últimos decenios, no se puede usar para negar la necesidad del bautismo a los niños o para retrasarlo. En realidad, «son razones para esperar que Dios salvará a esos niños, precisamente porque no fue posible hacer por ellos lo que hubiera sido lo más deseable, bautizarlos en la fe de la Iglesia e incorporarlos al cuerpo de Cristo».

ESPERANZA PARA LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTIZAR
Padre Fernando Pascual L.C.

El tema del limbo de los niños tiene una importancia enorme, sobre todo para los millones de padres de familia que han visto morir a un hijo muy pequeño (antes o después de nacer) sin haberle podido ofrecer el don del bautismo.

La doctrina del limbo había sido elaborada, durante siglos, a partir de una serie de verdades fundamentales de la fe católica, pero con conclusiones que no parecían suficientemente claras.

Para profundizar en este tema fue publicado en la primavera de 2007 un Documento de la Comisión teológica internacional titulado “La esperanza de salvación para los niños que mueren sin el bautismo”. El Documento había sido discutido por la Comisión teológica internacional después de dos reuniones generales, en 2005 y 2006. Posteriormente, el Cardenal William Levada, presidente de la Comisión, con el “consentimiento” del Papa Benedicto XVI, aprobó la publicación del texto.

A partir de ahora lo citaremos como “La esperanza de salvación…” indicando el número del parágrafo usado. Hay que aclarar que este Documento no puede ser considerado en todas sus partes como un acto del magisterio, si bien ofrece continuas referencias a textos de la Escritura, de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia.

El fin del Documento es claro: ofrecer una reflexión sobre el tema del limbo especialmente para aquellos padres de familia que han perdido un hijo (antes o después de nacer, cf. “La esperanza de salvación…” n. 68) sin haberlo podido bautizar, y que desean saber si su hijo llegará o no al cielo, si gozará de la visión de Dios.

El Documento tiene tres partes y 103 parágrafos. En la primera parte ofrece una historia de la doctrina teológica (que nunca había llegado a ser dogma de fe) sobre el limbo y la situación en la que se encontraba antes y después del Concilio Vaticano II. En la segunda parte profundiza en los principios teológicos y dogmáticos que han de ser tenidos presentes para continuar la reflexión sobre el tema y para explorar si tiene sentido seguir hablando del limbo. En la tercera parte se elabora una respuesta conclusiva y se muestran los motivos de esperanza que existen para pensar que la salvación de Cristo también llega, por caminos que no conocemos, a estos niños: podemos esperar que alcanzan, también ellos, la visión beatífica.

Es importante darnos cuenta de que no estamos ante un tema puramente especulativo, pues toca a millones de familias en todo el planeta: ¿qué será de este niño concreto, de este hijo que falleció cuando era muy pequeño, tal vez cuando era sólo un embrión o un feto, o al poco tiempo de nacer, y sin haber recibido el bautismo?
Encontrar una respuesta es posible sólo si tenemos presentes tres verdades profundas que conocemos desde nuestra fe cristiana, y que afectan la vida de todos los seres humanos. Tales verdades, presentadas de modo sintético (cf. “La esperanza de salvación…” n. 32), son las siguientes:

1. Dios quiere que todos los hombres se salven, según el texto conocido de 1Tm 2,4 (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 43-52).
2. La salvación es dada sólo a través de la participación en el misterio pascual de Cristo, es decir, por medio del bautismo (sacramental o recibido de alguna otra forma). Nadie puede salvarse (ni siquiera los niños que aún no tienen ninguna culpa personal) sin la gracia de Dios, en la que, en cierto modo, se incluye una relación explícita o implícita con la Iglesia (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 57-67, 82, 99).
3. Los niños no pueden entrar en el Reino de Dios si no han sido liberados del pecado original a través de la gracia redentora de Cristo (cf. “La esperanza de salvación…” n. 36)
.

Durante siglos, la Iglesia católica de rito latino ha reflexionado sobre estas verdades con la ayuda de las ideas de san Agustín. Agustín, en su polémica con Pelagio, pensaba que los niños muertos sin bautismo no podían alcanzar el cielo por no haber sido purificados del pecado original (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 15-18).

Las propuestas agustinianas han cuajado, a lo largo de los siglos, en la idea del limbo de los niños, un lugar en el que se encontrarían las almas de los niños muertos sin bautizar. En el limbo no habría castigos o serían mínimos (pues esos niños no han cometido ninguna culpa personal), pero quienes allí estuvieran destinados no podrían gozar de la visión de Dios que es propia de quienes ya están en el cielo (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 19-24).

La idea del limbo para los niños llegó a convertirse en una doctrina católica común, enseñada durante siglos a los fieles, hasta mediado el siglo XX. Sin embargo, hay que recordarlo, nunca fue declarada como dogma de fe ni como algo definitivo: era una tesis teológica ampliamente difundida (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 26, 40, 70).

En el siglo XX los teólogos buscaron nuevos caminos para estudiar el tema, especialmente para conciliar la voluntad salvífica de Dios, que también miraría a los niños que mueren, antes o después de nacer, sin haber recibido el bautismo, con la doctrina según la cual sólo a través de la eliminación del pecado original es posible lograr la visión beatífica.

El bautismo sacramental, lo sabemos, es el camino querido por Dios para introducirnos en el mundo de la salvación. ¿Puede Dios actuar su designio salvador a través de otros caminos? ¿Es posi
ble que un niño no bautizado sea librado del pecado original a través de una participación especial en el misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo? (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 27-41).

Un texto del Concilio Vaticano II ofrece caminos para replantear este tema. En Gaudium et spes n. 22 se nos explica cómo Cristo ha asociado a su misterio pascual a todos los hombres. De modo especial, están asociados los creyentes (los que han recibido el bautismo y viven coherentemente con su condición de hijos en el Hijo). Pero también, por vías que no conocemos, se unen a Cristo quienes no han sido bautizados. Dice el texto:

“(…) Esto vale no solamente para los cristianos, sino también para todos los hombres de buena voluntad, en cuyo corazón obra la gracia de modo invisible. Cristo murió por todos, y la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina. En consecuencia, debemos creer que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual” (Gaudium et spes n. 22).

Este texto del concilio es citado numerosas veces en nuestro Documento (especialmente en los nn. 6, 31, 77, 81, 85, 88, 93, 96).

La forma normal para asociarse al misterio pascual es, como repite una y otra vez el Documento que estamos presentando, el bautismo. Por eso, según toda la tradición católica, sigue en pie la doctrina según la cual el bautismo es necesario para alcanzar la salvación (“La esperanza de salvación…” nn. 29, 61-67).
Entonces, ¿qué ocurre con los niños que mueren sin el bautismo? Desde la Revelación podemos esperar que Dios les ofrecerá el asociarse al misterio salvífico de Cristo, por caminos que no conocemos pero que Dios sí conoce. La oración que la misma Iglesia ofrece por esos niños es parte de esta esperanza, para quienes existe, desde hace varias décadas, una misa especial (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 5, 69, 100).

Esta es la clave del Documento: esperar y confiar en la “filantropía misericordiosa de Dios” (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 80-87), que puede actuar la salvación en esos niños por “otras vías”, distintas del bautismo pero con los mismos efectos propios de todo encuentro salvador con Cristo: quedan libres del pecado original y pueden, así, acceder a la visión de Dios, pueden entrar en el cielo (cf. “La esperanza de salvación…” n. 41).

En otras palabras, y aquí el Documento (n. 101) se limita a reproducir el Catecismo de la Iglesia Católica n. 1261, respecto de los niños muertos sin bautismo “la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cf. 1Tm 2,4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: «Dejad que los niños se acerquen a mí, no se lo impidáis» (Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin Bautismo. Por esto es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo”.

Podríamos indicar otras muchas ideas de un Documento lleno de esperanza, que nos ayuda a profundizar en los designios amorosos de Dios a través de un tema muy concreto. Hay un punto que es sumamente hermoso que quisiéramos evidenciar ahora.

Quizá en el pasado, por influjo de san Agustín, se había puesto el énfasis (justamente) en la misteriosa relación de todo el género humano respecto de Adán, de los primeros padres, desde los cuales hemos heredado el pecado original.

Esta perspectiva, sin embargo, necesitaba ser completada con el énfasis debido que hay que dar a la relación de todos los hombres a Cristo. Hay que citar, en este sentido, una parte de Gaudium et spes n. 22: “En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Porque Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo, el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. Nada extraño, pues, que todas las verdades hasta aquí expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona.

El que es imagen de Dios invisible (Col 1,15) es también el hombre perfecto, que ha devuelto a la descendencia de Adán la semejanza divina, deformada por el primer pecado. En él, la naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en nosotros a dignidad sin igual. El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre”.

En otras palabras: los hombres y las mujeres de todos los tiempos estamos unidos no sólo por los lazos de sangre y por una misma humanidad (Adán), sino también por haber sido alcanzados por el Amor de Dios manifestado en Jesucristo, el Hombre perfecto que recapitula y explica plenamente nuestra condición humana. Más aún, la solidaridad humana con Cristo debe ser vista como prioritaria respecto de la solidaridad humana con Adán, y a esta luz hay que considerar el tema del destino de los niños que mueren sin haber recibido el bautismo (cf. “La esperanza de salvación…” nn. 91, 95).

La unión con Cristo, Redentor del hombre, se hace real a través del bautismo, en el cual el creyente queda insertado en Cristo. Cuando el bautismo no ha podido ser administrado a los niños, podemos esperar que el misterio salvador de Cristo llega a ellos de maneras que sólo Dios conoce.

Desde las reflexiones ofrecidas por este Documento, es posible entonces pensar que la doctrina del limbo de los niños quedaría “superada” (cf. “La esperanza de salvación…” n. 95). Queda claro que la Comisión teológica internacional no ofrece (no podría hacerlo) ninguna indicación concreta para “prohibir” la defensa de la existencia del limbo, aunque los elementos que ofrece serían suficientes para considerarla una teoría teológica del pasado.

Aunque “La esperanza de salvación para los niños que mueren sin el bautismo” no sea un Documento vinculante (un acto del magisterio ordinario de la Iglesia), ofrece elementos suficientes para, por un lado, valorar aún más la importancia que tiene el bautismo como camino ordinario para la salvación: hay que administrarlo lo más pronto posible a los niños nacidos en los hogares cristianos. Por otro lado, nos presenta el Amor misericordioso de Dios revelado en Cristo de tal manera que nos permite esperar que aquellos niños (antes o después de su nacimiento) que mueren sin haber podido recibir este sacramento, serán salvados y alcanzarán, así, la visión beatífica por caminos que sólo Dios conoce y según el misterio de la Redención de Cristo (cf. “La esperanza de salvación…” n. 103).

ANOTACIONES SOBRE LA SUERTE ETERNA DE LOS NIÑOS MUERTOS SIN BAUTISMO

Cardenal Jorge Medina E.

El problema no es nuevo, pero hay, al parecer, elementos nuevos para abordarlo. No se indica bibliografía porque este pequeño escrito no pretende reestudiar todo el problema, sino subrayar más bien elementos que tienen cierta novedad (cierta, relativa, no absoluta novedad).

I. ¿De quién se trata?

1° De todos los seres humanos muertos antes del uso de la razón o sin uso de la razón:
a) De los fetos humanos muertos por causas naturales, hayan tenido o no conciencia sus madres acerca de su existencia.
b) De los fetos humanos privados de la vida por aborto.
c) De los niños nacidos y muertos antes de que hayan recibido el bautismo.
d) De los seres humanos adultos que no llegaron
a tener uso de razón.

2° No se trata de los adultos que no han llegado a tener conocimiento de Cristo, pero que llegaron a tener discernimiento moral.

3° No se hace hincapié en la situación de los padres con respecto a la fe, porque hacer distinciones sobre esa base podría aparecer como una discriminación infundada.

II. ALGUNOS PRINCIPIOS EN JUEGO

Bajo este título hay textos bíblicos, del Magisterio y de la liturgia y alguna consideración o reflexión que pudiera llamarse teológica.

A) Textos Bíblicos:
1) «El que creyera y fuere bautizado, se salvará; mas el que no creyera, se condenará» (Mc.16, 16). El texto se sitúa en el contexto de la evangelización y de su acogida por personas con uso de razón.

2) «A cuantos le recibieron les dio poder de llegar a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre…» (Jn 1, 12). El contexto es el de personas adultas.

3) Jn 3, 3-6. El contexto mira directamente a un adulto, Nicodemo.

4) Dios, nuestro Salvador, «quiere que todos los hombres sean salvados y vengan al conocimiento de la verdad (1 Tm 12,4). El contexto se refiere a adultos.
No hay, al parecer, un texto bíblico que excluya en forma explícita de la salvación a los seres humanos muertos antes de recibir el bautismo y sin haber alcanzado el uso de razón. Esto, sin perjuicio de la Tradición y del Magisterio que afirman la necesidad del bautismo con necesidad de medio para la salvación. Pero ¿en qué sentido?

B) Textos del Magisterio:
1º Son clásicos los textos de Trento, DS 1614-1627, especialmente 1618 y el relativo 1524. Es importante el texto del Santo Oficio, DS 3866-3872. Ver el texto, matizado, de LG 14, donde la necesidad del bautismo es referida a quienes pudieran rechazarlo.

2° Hay un texto altamente significativo del Vaticano II que dice: «Puesto que Cristo murió por todos, y siendo en realidad una la vocación última del hombre, es decir la divina, debemos sostener que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido solo por Dios, se asocien a este misterio pascual» (GS 22, 5). Este texto se refiere en forma directa a quienes tienen uso de razón, pero su redacción es tan amplia, que parece poder aplicarse a todo ser humano, sin excepción.

3° El «Ritual de las exequias» contiene, en sus nn. 235 a 237, textos de «oraciones colectas» para las exequias de niños muertos sin bautismo. En las tres oraciones el niño difunto se confía a la misericordia de Dios. Pueden verse también los textos sugerentes indicados para las lecturas, nn 231, 232 y 234.

4 ° En el Catecismo de la Iglesia Católica, se lee, en el n.1261: «En cuanto a los niños muertos sin bautismo, la Iglesia solo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (cf. 1 Tim 2,4), y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: «dejad que los niños se acerquen a mí, no se los impidáis» (Mc 10, 14), nos permitan confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin bautismo. Por eso es más apremiante aún la llamada de la Iglesia a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo».

5° En la Encíclica «Evangelium Vitae» hay un párrafo significativo, referido a las mujeres que han abortado voluntariamente un hijo: «Abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la reconciliación. Os daréis cuenta de que nada está perdido y podréis pedir perdón también a vuestro hijo que ahora vive en el Señor» (n.99). Este texto es coherente con otro, anterior, de la misma Encíclica, que dice que «el hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de las dimensiones de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios» (n.2).

Parece objetivamente justo reconocer que estos textos constituyen una «evolución homogénea» de la doctrina católica, marcando acentos que no son nuevos pero que aparecen bajo un prisma nuevo. Estos renovados acentos tienen un punto de partida muy diferente de los ejercicios especulativos de la teología anterior al Vaticano II, excepción hecha de la declaración del S. Oficio en el caso Feeney (DS 3866-3872).

C) Reflexiones o consideraciones teológicas:
Una vez afirmada sin ambages la voluntad salvífica universal de Dios, y reconocida la vocación de todo hombre a la participación en la vida divina, pueden hacerse ciertas consideraciones:

1. La necesidad del bautismo de agua no es tan rígida que no pueda ser suplida por el bautismo de sangre y por el de deseo. Nótese como caso especial de bautismo de sangre el de los Santos Inocentes, que va más allá de la definición clásica, puesto que no pudieron profesar la fe con palabras.

2. ¿Qué pasa con los miles de millones de niños hijos de paganos, que no han conocido la fe cristiana, y que mueren sin haber podido recibir el bautismo?

3. ¿Qué pasa con los fetos, hijos de cristianos, que mueren antes de que se sepa de su existencia, y sin culpa de nadie? ¿Y con los de los no cristianos?

4. Si todos esos niños no llegan a la gloria ¿como comprender que haya un llamado a todo hombre a participar en la naturaleza divina, en la gracia, y que ese llamado y vocación se frustre en la inmensa mayoría de los seres humanos? ¿Y que se frustre sin culpa ni pecado personal?

5. Si el Papa dice que los niños abortados «viven en el Señor», ¿cómo entender esa afirmación? ¿Significa solo que Dios conserva la existencia de sus almas inmortales en su ser natural? ¿O significa, como es el sentido de la expresión en las inscripciones sepulcrales paleocristianas, que están en la gloria?

6. ¿Hay un fundamento claro para hacer beneficiarios a los niños abortados de la bienaventuranza y no a los que murieron por causas naturales inculpables?

7. ¿Debe excluirse una interpretación más amplia que la usual, de la cláusula «post Evangelium promulgatum» (DS 1524), de modo que la «promulgación» deba entenderse como el anuncio actual del Evangelio con real posibilidad de acogerlo, la que no existiría ni en los paganos ni en los niños en el seno de sus madres ni en los infantes que no reciben el bautismo por no ser cristianos sus padres o por desidia de ellos?

8. La doctrina escolástica del «limbo» ha sido o bien desechada, o bien relegada al olvido, o bien clasificada como «sentencia opinable». La Iglesia siempre miró mal a los padres «tortores infantium». ¿Habría que admitir hoy para todos estos infantes la situación de una condenación sin pena de sentido, pero sí de daño, en forma que sin culpa personal se vean frustrados de la consecución de su finalidad última si se acepta la existencia del «limbus puerorum»?, ¿no sería la situación de los que allí estuvieran una consecución de su finalidad última sobrenatural?

9. ¿Puede urgirse tanto la calidad gratuita y sobrenatural de la vocación última de todo hombre, que la inmensa mayoría del género humano quede excluido de ella sin culpa personal propia?

D) Una hipótesis de trabajo:
¿Podría decirse, en plena conformidad con la fe católica, que es legítimo pensar que los niños muertos sin bautismo, alcanzan la gloria por un gratuito don de Dios que los justifica en virtud de la muerte de Cristo, a la que en cierto modo se incorporan por su propia muerte, y que esa muerte es ya suficiente y justa pena del pecado original? ¿Como evitar que esta hipótesis relativice o minimice la necesidad del bautismo sacramental?

Esta hipótesis no puede, al menos por ahora, probarse de un modo apodíctico, pero no parece poderse excluir a priori, dados los indicios que se han señalado anteriormente: a) la voluntad salvífica universal; b) la vocación última y única de todo hombre, que es la participación en la vida divina; c) el sentido de la «promulgación» del Evangelio y del orden sacramental; d) la imposibilidad de facto, para muchos niños, de recibir el bautismo; y, e) el principio de que «cada cual dará cuenta de sus obras», pero que Dios «salvandos salvas gratis». «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia»

Comprendo las limitaciones de estas reflexiones.

Suplico, a quienes las comunicaré, que las juzguen. Recibiré con gusto las observaciones que se hagan y declaro, desde ya, que someto mi juicio al de la Iglesia y su Magisterio.

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El Vaticano está considerando prohibir a los padrinos en los bautismos en Calabria

Para detener la influencia de la mafia.
Los clanes mafiosos emplean los bautismos y confirmaciones para construir lazos entre las familias, por eso, la Iglesia Católica está considerando prohibir los padrinos para frenar la influencia de la mafia.

 

capo de la mafia

 

El Papa Francisco visitó base de poder de la Ndrangheta en junio y excomulgó a los mafiosos y ahora dijo estar abierto a la idea de prohibir los padrinos de bautizo.

En noviembre del año pasado informábamos que el fiscal de Calabria, Italia, denunciaba que la Ndrangheta podría atentar contra Francisco, porque el Papa está desmontando sus negocios.

La labor emprendida por el Papa de sanear el funcionamiento del IOR y de otras entidades financieras vaticanas le estaban produciendo pérdidas económicas y de poder a la mafia, y preocupada por ello, podría actuar, porque es de “gatillo fácil”. Ver aquí.

Y luego, el papa Francisco estuvo en Calabria en la localidad de Cassano allo Jonio el sábado 21 de junio y dijo durante la eucaristía

“los que han tomado el camino del mal en su vida, como los mafiosos, no están en comunión con Dios, están excomulgados”.

En ese lugar, el pasado mes de enero la mafia local, la Ndrangheta, asesinó a un niño de tres años junto a su abuelo y la pareja de éste. Ver aquí.

Es tal el peso de la mafia, que este fin de semana una procesión de creyentes inclinó la imagen de la Virgen María que portaban al pasar frente a la casa de un capo de la Ndranghetta, en un pueblo de esa región del sur de Italia, informan medios locales.

Estos hechos se producen solo dos semanas después de que el papa Francisco viajara a Calabria y excomulgara a los mafiosos.

En el pueblo de Oppido Mamertina, durante la procesión, decenas de personas se acercaron hasta la casa del capo Peppe Mazzagatti, de 82 años, e inclinaron la imagen de la Virgen.

Mazzagatti, que fue condenado en los años 80 por extorsión, homicidio y asociación mafiosa, se encuentra bajo arresto domiciliario por motivos de salud desde 2003, según el diario italiano «Quotidiano».

A raíz de cosas como estas, un arzobispo en uno de los bastiones de la mafia del sur de Italia ha propuesto una prohibición de 10 años para nombrar padrinos en las ceremonias religiosas, para evitar que la iglesia sea ‘explotada’ para facilitar lazos entre clanes mafiosos.

Los clanes mafiosos emplean bautismos y confirmaciones para crear alianzas entre familias criminales y el papel del ‘padrino’ les ayuda a forjar lazos con la próxima generación.

Monseñor Giuseppe Fiorini Morosini dice que inicialmente propuso la idea de prohibir padrinos hace dos años, pero fue rechazada por la Congregación Vaticana para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Mons. Morosini es el arzobispo de Reggio Calabria, en la punta de Italia, controlada por la mafia más despiadada de Italia, la Ndrangheta. Ellos son responsables de aproximadamente el 80 por ciento de las importaciones de cocaína de Europa y tienen vínculos con todos, desde el IRA a los carteles colombianos.

La foto publicada el 19 de febrero de 2008, muestra a uno de los jefes más buscados mafia del sur, la Ndrangheta, Pasquale Condello, en la ciudad de italiana de Reggio Calabria. Condello, de 57 años, quien ha estado prófugo desde 1980, fue detenido el 18 de febrero de 2008. Había sido condenado en ausencia a cadena perpetua por el asesinato de Ludovico Legato, ex jefe de la compañía nacional de ferrocarriles en 1989.

A raíz de los comentarios de Francisco, monseñor Morosini ha elevado su propuesta de nuevo, habló de ello con el Papa en el último fin de semana en el Vaticano. Francisco dijo que estaba abierto a la idea y le pidió hablar con compañeros obispos antes de hablar de nuevo con él.

Mons. Morosini dijo que la suspensión de padrinos en los bautizos de la mafia sería «una decisión de poderosa».

Él dijo que la mafia Ndrangheta fue fundada en las relaciones familiares que son a menudo ampliadas y fortalecidas a través del acceso de los jefes a los sacramentos como el bautismo y la confirmación.

Dijo al diario italiano La Repubblica:

«Esta medida podría ayudar a poner fin a esta expansión, que desde la perspectiva de la mafia, es fundamental.»

Fuentes: La Reppublica, Signos de estos Tiempos 

 

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Los anglicanos quitan la mención al pecado y al diablo en el bautismo

Para acompasarlo a los nuevos tiempos del mundo.

 

La Iglesia de Inglaterra, los anglicanos, al igual que muchas comuniones, practican el bautismo de los niños – el bautismo de bebés y niños pequeños. Su ceremonia, durante años, ha requerido que ambos padres y padrinos expresen su dedicación a Dios y un repudio del pecado y de satanás por igual. Ahora, el  Daily Mail reveló que los anglicanos quieren cambiar el guión, quitándole las menciones al diablo y al pecado.

 

Justin-Welby

 

Esta decisión implica que el bautismo sea más aceptado por quienes están descreyendo de la doctrina cristiana, pero al precio de renunciar a aspectos básicos que Jesucristo reveló hace 2000 años.

La nueva fórmula que ya está siendo utilizada, tiene el apoyo del arzobispo de Canterbury. Pero muchos obispos protestan:

«Así el bautismo no tiene sentido. La Iglesia trivializa sus propias enseñanzas».

No más «pecado», no más «diablo». La Iglesia Anglicana aggiorna de esta forma la liturgia en relación con el rito del bautismo y no pide más a los padres y padrinos «abandonar el pecado» y «renunciar al diablo.»

De acuerdo con el Arzobispo de Canterbury Justin Welby la nueva fórmula, por ahora opcional, será más fácilmente «entendible» por todos, y acompasada con los tiempos.

RENUNCIAR AL MAL

Esta nueva redacción ya se utiliza en más de mil parroquias en Inglaterra. Así, en lugar de arrepentirse y renunciar al pecado y el diablo, los familiares tendrán que

«renunciar al mal, en todas sus formas y a todos sus falsas promesas.» 

De acuerdo con el nuevo texto, no se les pedirá a los padres y padrinos «presentar a Cristo como Dios», porque «la idea de la sumisión» en la actualidad es «problemática», especialmente para las mujeres.

PARECE UN «HADA BUENA»

Duras críticas provinieron del obispo anglicano de Rochester, Michael Nazir-Ali, según el cual se está tratando de

«reducir el cristianismo a citas de fácil digestión.» 

Otro miembro importante del Sínodo General, que prefirió permanecer en el anonimato, dijo al Daily Mail :

«Esto se parece más a una bendición del hada buena que un rito de la Iglesia. El problema es que la mayoría de la Iglesia Anglicana ya no cree en el infierno, el pecado y el arrepentimiento. Ellos piensan que es suficiente unir sus manos y una sonrisa para ir al Cielo. Pero esto no es lo que pensaba Jesús».

EL BAUTISMO TRIVIALIZADO  

«Si se excluye el pecado original y el arrepentimiento, no queda casi nada. La nueva fórmula destruye el significado del bautismo y desplaza en el corazón toda la idea de la necesidad del bautismo«

 Nazir-Ali añade:

«La Iglesia trivializa sus propias enseñanzas, tanto es así que está ansiosa por hacer que todos se sientan como en casa y no ofendan a nadie.» 

Así que el verdadero significado del bautismo, el obispo insiste en que

«ha sido sustituido por un ‘bienvenida’ que no tiene ningún fundamento en las promesas que Dios ha hecho, o en la fe de los padres y de la Iglesia.»

EL PAPA FRANCISCO, EN CAMBIO, DESTACÓ LA IMPORTANCIA DEL BAUTISMO

En su primera catequesis que dedica al tema de los sacramentos, el Papa Francisco explicó recientemente que el Bautismo “¡no es una formalidad!” y precisó que no es lo mismo un niño o una persona bautizada que una que no lo está.

Esto es de alguna forma una respuesta a los anglicanos que desmerecen el bautismo como si fuera uun mero hecho social.

En su catequesis, el Santo Padre explicó que este sacramento, junto a la Eucaristía y la Confirmación, forman la llamada “Iniciación cristiana”, que “constituye como un único, gran evento sacramental que se configura al Señor y hace de nosotros un signo vivo de su presencia y de su amor”.

“Puede nacer en nosotros una pregunta: ¿pero es de verdad necesario el Bautismo para vivir como cristianos y seguir a Jesús? ¿No es en el fondo un simple rito, un acto formal de la Iglesia para dar el nombre al niño o a la niña? ¿Es una pregunta que puede venir, no?”

Para eso, dice Francisco, es iluminador lo que escribe San Pablo:

“¿No saben que quienes hemos sido bautizados en Cristo Jesús hemos sido bautizados en su muerte? Por medio del Bautismo, entonces, hemos sido sepultados junto a Él en la muerte para que, como Cristo fue resucitado entre los muertos por medio de la gloria del Padre, así también nosotros podamos caminar en una vida nueva” (Rm 6,3-4).

Por lo tanto ¡no es una formalidad! Es un acto que toca en profundidad nuestra existencia. No es lo mismo, un niño bautizado o un niño no bautizado: no es lo mismo. No es lo mismo una persona bautizada o una persona no bautizada.

Fuentes: Daily Mail, Signos de estos Tiempos

 

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Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Sacramentos y sacramentales Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

Como actuar ante los padrinos de bautismo de sus hijos que dejan la fe

Maneras de lidiar con la infidelidad.

 

Con la apostasía que avanza se presentan casos que los padres elijen un padrino para su hijo que en ese momento era un católico practicante, asistía a misa con regularidad, pero luego relaja su relación la fe, a veces todavía llamándose católico, pero rara vez asiste a misa y apoya cosas que no están en línea con las enseñanzas de la Iglesia, como el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto, la eutanasia, etc… 

 

Sacramento del Bautismo

 

Al ser bautizado, comunicamos a Dios nuestro primer «sí» en una relación con Él, que es en respuesta a Su gran comunicación de amor y deseo de relación con nosotros. Los padrinos hablan del «sí» del ahijado y son los testigos de la alegría de una relación con Dios.

Por esto no debemos olvidar a los padrinos y manejar el apoyo a sus hijos.

LA ELECCIÓN DE LOS PADRINOS

Para los padres católicos fieles, la elección de los padrinos adecuados suele ser una decisión difícil. Y hay muchos factores que juegan en la decisión: el deseo de forjar lazos familiares o profundizar las amistades; el deseo de evitar herir los sentimientos de alguien que puede esperar que se le pregunte, o puede sentir que es su turno para ser un padrino.

Sin embargo, en última instancia, estos factores no deben ser lo que determina a quiénes elegimos como padrinos, porque la decisión debe ser fundamentalmente de si la persona realmente puede hacer el trabajo, que se requiere (como mínimo) un adulto bautizado católico que practica activamente la fe. Un padrino se supone que puede orar y apoyar mediante la palabra y el ejemplo la formación católica de su ahijado.

El Ritual Romano declara que es deber de los padrinos

«… por razón de su cargo nunca considerar su ahijado como un cargo personal, y en todo lo relacionado con su educación cristiana velar por él con fidelidad».

En el rito del bautismo en sí, se pide a los padrinos y a los padres que indiquen que están preparados para aceptar la responsabilidad de la educación religiosa del niño para

«ahora renovar los votos de su propio bautismo. Rechazar el pecado; profesar la fe en Cristo Jesús. Esta es la fe de la Iglesia. Esta es la fe en que este niño está a punto de ser bautizado».

Eso significa que cuando su hijo va a su padrino y le pregunta si debe ir a misa, se supone que debe decir: «Sí», y también ser un buen ejemplo de un católico que asiste regularmente a misa.

También significa que cuando su hijo va a su padrino y le pregunta qué piensa sobre el aborto, o el sexo fuera del matrimonio, o alguna otra cuestión moral, el padrino debe apoyar (en palabras y hechos) las enseñanzas de la Iglesia Católica.

Los padres (y, por extensión, el ahijado) tienen el derecho de esperar estas cosas de los padrinos, y no se debe aceptar la estima y el título de ser un padrino si no se está preparado para llevar a cabo las obligaciones asociadas con el papel.

Los niños son muy observadores, y el hecho de que un padrino (que entiende el niño que los padres han elegido para él) no respete las enseñanzas de la Iglesia o no siga sus preceptos, puede llevarle a preguntas y desafíos que pueden socavar su formación espiritual.

No es esto una excusa, pero es posible que al padrino ni siquiera se le ocurriera que hace mucho tiempo él hizo un voto de orar y apoyar espiritualmente la formación católica de su ahijado.

EN LOS CASOS DE PADRINOS ALEJADOS

Dicho esto, y a la luz de la enseñanza de la Iglesia de que los padres son los principales maestros de la fe para sus hijos:

1. Ore por el padrino de su hijo. Pídale a Dios utilizar la relación espiritual especial entre el padrino y su hijo para trabajar en ambas direcciones, pida a Dios que fortalezca al padrino a través de las gracias espirituales que usted solicita para los dos.

2. Cuando su hijo tenga la edad suficiente para entender, y comience a hacer preguntas anime a su hijo a rezar también por su padrino. Recuérdele a su hijo que Dios quiere que todos nosotros oremos unos por otros y nos ayudemos mutuamente a ser mejores católicos.

3. No ceda ante el padrino. Cuando usted esté enterado de una situación en la que el padrino está manifestando algo que es contrario a las enseñanzas de la Iglesia, proteja a su hijo. No permita que las declaraciones de disidencia o acciones que su hijo observa queden sin respuesta. No es necesario entrar en detalles para explicar la situación a su hijo, pero no niegue que algo anda mal en la vida del padrino de su hijo.

4. Invite al niño a aprender más acerca de su santo patrono, o si aún no cuenta con uno, invitelo a leer sobre santos diferentes y elija uno. Recuérdele a su hijo que podemos cultivar relaciones sólidas con los santos, y pedirles que oren por nosotros e incluso espiritualmente adoptarnos de la misma manera que un padrino lo hace. Lo mismo vale para el Ángel de la Guarda.

5. No deje de invitar a los padrinos a ser parte de la vida de su hijo (siempre y cuando no haya indicios de que el niño pudiera ser dañado por esto), y no se detenga para invitarle a volver a la práctica de la fe. Pídale orar por su hijo, especialmente en la época de la primera recepción de los sacramentos y en toda la educación religiosa. Reitere que al padrino del importante lugar y su papel en la vida de su hijo.

6. Sea tan caritativo como le sea posible. Sus sentimientos son importantes. Usted podría sentirse decepcionado, traspasado, herido, enojado, o incluso orgulloso. Pídale a Dios que le quite estos sentimientos. Concéntrese en lo que es mejor para la otra persona, en este caso, su primera prioridad es su hijo, y su segunda prioridad es el bien de los padrinos.

Fuentes: Quartermaster of the Barque, Signos de estos Tiempos

 

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El Papa Francesco llama a Anna, que ha decidido no tener un aborto: «Yo bautizo a tu hijo»

Un mensaje de Francisco para laicos y sacerdotes.

 

Una mujer embarazada por un hombre que la abandonó, una madre soltera y anteriormente divorciada, de Roma, le escribió al Papa para pedirle consejo, quien la llamó. 
«Nosotros los cristianos no debemos quitarmos la esperanza». «El Papa Francesco bautizará a mi hijo».

 

papa francisco besa a nina

 

Este relato es más que una anécdota, porque el Papa lanza un mensaje – a lo interno y a lo externo de la estructura eclesial – directamente contenedor para las personas que están en pecado para la Iglesia, y que la iglesia, en su práctica pastoral diaria, muchas veces no contiene, una persona divorciada, que tuvo relaciones sexuales fuera del matrimonio, madre soltera. Como dirían los políticos, el Papa “está barriendo para adentro”.

LA CARTA

Cuenta Anna Romano, una joven de 35 años de Roma, que le había escrito al Papa para contar su triste historia. Quedó embarazada, había sido abandonada por el padre del niño. El padre se había descubierto que ya tiene otra familia y otro niño, y no quiere hacerse cargo de éste. El hombre, dejándola, aconsejó que tuviera un aborto.

Anna escribió al Papa Francisco, dirigiéndose a él como padre y para contarle su historia. Luego se fue a un período de vacaciones en Gallipoli, convencida de mantener a su hijo que crecía en su vientre.

LA LLAMADA

El martes, alrededor de las cuatro de la tarde, el Papa Francesco la llamó.

«Vi un número fijo de Roma – Anna dijo al Corriere – que no conocía, respondí y quedé sin palabras. Al principio pensé que era una broma, pero luego me hizo referencia a la carta. Y yo la había escrito sólo para él, sólo la conocía mi mejor amiga y mis padres. Me dijo que había leído mi carta, que nosotros los cristianos no debemos quitarmos esperanza. Cuando le dije que quería bautizar a mi hijo, pero que me temía que eso no era posible debido a que soy una madre soltera, ya divorciado de otro, él me dijo que si yo no hubiera tenido un padre espiritual para el bautismo no habría pensado  dar el sacramento a mi pequeño».

«El Santo Padre me dijo que él se ofrecía a imponer el Sacramento a mi pequeño”.

Anna lleva esta promesa en el corazón.

“No sé si el Papa encontrará tiempo para bautizar a mi hijo, que nacerá a primeros días de abril. Será un niño y se llamará Francisco“.

UN EJEMPLO PARA TODAS LAS MUJERES

«Me hizo feliz, me dio fuerzas. Y yo cuento mi historia porque quiero ser un ejemplo para muchas mujeres que se sienten alejadas de la Iglesia sólo porque se han encontrado con el hombre equivocado, están divorciadas o porque se encontraron con hombres que ni siquiera son dignos de ser padres».

LA SANTA SEDE NO TIENE CONOCIMIENTO

No obstante, el Vaticano ni niega ni confirma.

«Sobre las llamadas del Papa no sabemos nada. Se trata de cosas privadas que solo decide él. No nos avisa si quiere llamar a alguien ya que sobre esto no nos dice nada», comentó el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Sin embargo, no es la primera vez que Francisco llama a un fiel.

Fuentes: Tempi, Signos de estos Tiempos

 

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Se publica un cambio en el rito del bautismo aprobado por Benedicto XVI en su momento

Para fortalecer el concepto de Iglesia de Dios.

 

El cambio radica en que se menciona «Iglesia de Dios» en lugar de «comunidad cristiana». La orden de cambiar fue emitida pocos días antes de la dimisión de Benedicto XVI y ha entrado en vigor tras la elección de Francisco.

 

FOTO BAUTISMO Delfina

 

Este cambio se orienta a reforzar la idea de que el catolicismo está orientado hacia Dios, en un momento en que funcionan muchas herejías, entre laicos y sacerdotes, que le dan más importancia al Jesús histórico que al divino, y llegan a poner en dudas la existencia de Dios y de Jesucristo como su hijo y Dios. Ver por ejemplo este artículo.

El domingo sucesivo a la Epifanía es el domingo del bautismo de Jesús. Y en cada uno de estos domingos, año tras año, Benedicto XVI ha administrado el primer sacramento de la iniciación cristiana a un determinado número de niños en la Capilla Sixtina.

Por tanto, cada vez ha tenido ocasión de pronunciar las fórmulas previstas por el rito del bautismo en vigor desde el año1969, pero dos palabras de este rito no le han convencido nunca del todo.

De este modo, antes de renunciar a la cátedra de Pedro, ha ordenado que se cambiasen en el original en latín y, después, también en las denominadas lenguas vulgares.

Esta disposición, puesta en acto por la congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, ha sido publicada en el boletín oficial del dicasterio, «Notitiae». Quien indicó la existencia de la misma, en el silencio de los medios de comunicación vaticanos, fue el periódico de la conferencia episcopal italiana, «Avvenire».

El decreto que introduce la innovación, publicado en latín, empieza así:

«Puerta de la vida y del reino, el bautismo es el sacramento de la fe, con el cual los hombres son incorporados a la única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia católica, gobernada por el sucesor de Pedro y los obispos en comunión con él».

Y precisamente partiendo de esta consideración, la congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos ha motivado la variación en la segunda «editio typica» latina del rito del bautismo de los niños de 1973 (que en la fórmula en cuestión es idéntica a la primera «editio typica» de 1969):

«Para que en el mismo rito se resalte la enseñanza de la doctrina sobre la labor y deber de la Madre Iglesia en los sacramentos que debe celebrar».

La variación introducida es la siguiente.

De ahora en adelante, al final del rito de acogida, antes de santiguar al niño o niños en la frente, el sacerdote ya no dirá: «Magno gaudio communitas christiana te (vos) excipit», sino que dirá: «Magno gaudio Ecclesia Dei te (vos) excipit».

En práctica, el Papa Joseph Ratzinger, como sutil teólogo, ha querido que en el rito bautismal se dijera claramente que es la Iglesia de Dios – la cual subsiste totalmente en la Iglesia católica – la que acoge a los niños que reciben el bautismo, y no genéricamente  la «comunidad cristiana», término que incluye también a cada comunidad local o a las confesiones no católicas como las protestantes.

En el decreto publicado en «Notitiae» se determina que Benedicto XVI «benévolamente estableció» esta variación del rito durante una audiencia concedida al prefecto de la congregación, el cardenal Antonio Cañizares Llovera, el 28 de enero de 2013, apenas dos semanas después del anuncio de su dimisión como Papa.

El decreto está fechado 22 de febrero de 2013, festividad de la Cátedra de San Pedro, y está firmado por el cardenal prefecto y el arzobispo secretario, Arthur Roche. Y se dice que entró en vigor a partir del 31 de marzo de 2013, reinando ya Papa Francisco, que evidentemente no ha objetado nada respecto a la decisión de su predecesor.

La introducción de la variante en las lenguas vulgares será realizada por las respectivas conferencias episcopales.

Actualmente, en inglés la frase en la cual las dos palabras “comunidad cristiana” deberán cambiar en “Iglesia de Dios” es: “The Christian community welcomes you with great joy».

En francés: «La communauté chrétienne t’accueille avec une grande joie».

En español: «La comunidad cristiana te recibe con gran alegría».

En portugués: «È com muita allegria que la comunidade cristã te recebe».

Ligeramente apartadas del original latino son la versión alemana: «Mit großer Freude empfängt dich die Gemeinschaft der Glaubenden [La comunidad de los creyentes te acoge con gran alegría]» y la que está en vigor en Italia: «Con grande gioia la nostra comunità cristiana ti accoglie» (“Con gran alegría nuestra comunidad cristiana te acoge”), donde se añade un «nuestra» que no está presente en el original latino.

La versión italiana es la que Benedicto XVI ha utilizado cada vez que ha administrado el sacramento en el domingo del Bautismo de Jesús y, tal vez, ha sido precisamente ese  «nuestra» demasiado autorreferencial lo que ha inducido al Papa teólogo a realizar el cambio.

Hasta el año 2012, de hecho, Benedicto XVI omitía el «nuestra» y aunque celebraba en italiano, decía a los pequeños que recibían el bautismo: «Con gran alegría la comunidad cristiana os acoge».

Pero al final debe haber considerado ambiguo también el original en latín. Así, el pasado 13 de enero, celebrando por última vez como Sumo Pontífice el bautismo, dijo: «Queridos niños, con gran alegría la Iglesia de Dios os acoge».

Poco después, tras las últimas disposiciones de su pontificado, ha prescrito dicha fórmula para toda la Iglesia.

Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos

 

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Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Signos extraordinarios de la Iglesia

Sale a luz el misionero italiano que bautizó al Papa Francisco

También fue su guía espiritual hasta que entró en el seminario.

 

El bautizmo de Jorge Mario Bergoglio se celebró en Buenos Aires durante la noche de Navidad, en la pila bautismal de la Basílica María Auxiliadora y San Carlos Borromeo de Buenos Aires, donde hoy luce orgulloso un pequeño cuadro con la copia del certificado de bautismo del primer pontífice argentino de la historia.

 

jorge bergoglio primera comunion

 

El diario Il Cittadino de la provincia italiana de Lodi rescató la historia del Padre Enrico Pozzoli, el misionero salesiano natural de esa región, que bautizó en el año 1936 al pequeño Jorge Mario Bergoglio, hoy el Papa Francisco. Ver el artículo completo aquí.

Según informó Il Cittadino, el P. Pozzoli fue para el Papa Francisco “una figura muy importante y un modelo de vida sacerdotal”, tanto, que en el año 1982 el futuro pontífice lo recordó en el prólogo de sus “Meditaciones para religiosos” como “un ejemplo de servicio eclesial y de consagración religiosa”, subrayando “la fuerte influencia que tuvo en su existencia”.

Según cita el artículo, el mismo Papa Francisco explicó su relación con el misionero salesiano en una carta escrita el 20 de octubre de 1990 al sacerdote salesiano Cayetano Bruno:

“Hoy hace 29 años de la muerte del Padre Enrico Pozzoli y he celebrado hace poco una Misa por él, quien me bautizó el 25 de diciembre de 1936”, dice la misiva.

El P. Pozzoli vivió en Argentina desde el año 1906 hasta su muerte, el 20 de octubre de 1961. Nació en noviembre de 1880 en Senna Lodigiana, un pueblecito italiano cercano a la ribera del río Po, y abandonó Italia siendo un joven sacerdote.

El misionero,

“nunca habría imaginado que entre los fieles que confiaban en su guía estuviese también un futuro Papa y que su semilla hubiese dado un fruto tan célebre… no hizo solo nacer la fe en el futuro Papa Francisco, sino que lo acompañó en su crecimiento cristiano y fue su padre espiritual hasta los 17 años, cuando maduró la vocación sacerdotal”, agrega el diario italiano.

Desde Argentina, el P. Pozzoli solía escribir cartas a su Italia natal a sus sobrinos, donde explicaba su día a día entre inmigrantes italianos y los nativos de la Pampa. También enviaba fotografías que tomaba en Buenos Aires y la Tierra de Fuego, y en el reverso, apuntaba los kilómetros recorridos en cada viaje.

Según el artículo, también el P. Pozzoli cuidó de la salud del joven Bergoglio, y fue precisamente él quien lo animó a subir a las montañas de Tandil -al sur de Buenos Aires-, para que se recuperara de la grave infección en las vías respiratorias que lo dejaría sin una parte del pulmón derecho.

Ahora los actuales vecinos de Senna Lodigiana -el pueblo que vio nacer al P. Pozzoli-, celebran saber que un paisano suyo bautizó al sucesor de Pedro, el Papa Francisco.

Fuentes: ACI Prensa, Il Cittadino, Signos de estos Tiempos

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