Una presión para el Sínodo de la familia de octubre próximo.
La propuesta de los obispos alemanes llega justo antes de Navidad, y prácticamente pasó desapercibida a los medios de comunicación.
Su política parece ser presionar con los hechos al próximo Sínodo de Obispos y al propio papa Francisco, con su alegato en masa en favor de la readmisión en la Comunión de los católicos divorciados vueltos a casar.
PRESENTACIÓN DEL CARDENAL MARX
La presentación de los obispos alemanes fue encabezada por el cardenal Reinhard Marx – Arzobispo de Munich, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana y coordinador del Secretariado del Vaticano para la Economía. O sea que se trata de una persona muy cercana al papa Francisco.
Las conclusiones del grupo de trabajo de la conferencia de los obispos alemanes, dijo que el divorcio y el nuevo matrimonio es
«a menudo el principio de un proceso de alienación de la Iglesia».
Y prendió la alarma roja sobre la importancia de este tema para la iglesia a nivel mundial:
«La búsqueda de un acompañamiento teológicamente responsable y pastoralmente apropiado para los católicos cuyos matrimonios se han roto y que han vuelto a casar en una oficina de registro, es un problema acuciante para la Iglesia en todo el mundo.»
EL INFORME DEL BRITÁNICO TABLET
La revista católica británica Tablet fue quien informó a nivel mundial sobre el suceso y en un escueto análisis ha dicho lo siguiente:
A la gran mayoría de los obispos alemanes le gustaría ver a los divorciados vueltos a casar autorizados a recibir los Sacramentos en ciertas circunstancias específicas.
El enfoque de la Iglesia para estos católicos ha provocado fuertes críticas tanto dentro como fuera de la Iglesia, dijeron los obispos. Incluso los católicos felizmente casados, hallan «incomprensible y sin misericordia» el hecho de que los católicos vueltos a casar sean excluidos de los sacramentos. Sólo muy pocos los divorciados vueltos a casar que ven la anulación como una solución, porque no piensan que su primer matrimonio nunca existió, dijeron los obispos.
Una posible anulación del primer matrimonio «es sólo posible para una pequeña minoría. No resuelve el problema «, agregaron.
«Cuando el presente pastoral de los divorciados vueltos a casar se percibe como un escándalo para los católicos practicantes, uno debe preguntarse si en serio la Escritura y la tradición realmente no revelan ninguna otra manera».
Los obispos alemanes subrayaron su determinación de intensificar sus esfuerzos para una renovada pastoral de los divorciados vueltos a casar.
A los obispos alemanes les gustaría ver que los resultados de su grupo de trabajo sea utilizado como guía en los preparativos a nivel nacional para el seguimiento Sínodo de octubre próximo sobre la Familia en el Vaticano.
ANTECEDENTES
La declaración de los obispos alemanes no es un mero enunciado interno, sino que tiene larga historia en Alemania y además tiene serias consecuencias para el Sínodo de la Familia de octubre de este año.
En 1993, los futuros cardenales Kasper y Lehmann pidieron al Vaticano admitir en la comunión a las parejas en matrimonios irregulares, permitiendo a estas parejas tomar sus propias decisiones en cuanto a si deben recibir el sacramento o no.
El Cardenal Ratzinger, otro alemán, en ese entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dio un portazo a la propuesta, dejando truncas las aspiraciones de la iglesia liberal alemana.
Pero con la llegada del cardenal Bergoglio al pontificado el plan alemán revivió, después de 20 años. Francisco, en una decisión que para algunos fue para dinamizar la discusión y para otros un signo de apoyo a la posición, invitó al cardenal Kasper, como único orador, a una reunión preparatoria de cardenales para establecer el orden del día de la primera sesión del Sínodo sobre la Familia.
La historia más actual todos la sabemos. Hubo una conspiración de quienes están a favor de la comunión a los divorciados en el Sínodo de octubre pasado, tratando de torcer lo que se había discutido en un informe de mitad de camino, que provocó la reacción de buena cantidad de obispos, liderados por los obispos africanos y el cardenal Burke.
PERO HAY MÁS
La Iglesia alemana es una de las más ricas del mundo y las fundaciones católicas alemanas son famosas por su asistencia internacional; esto le permite vivir espléndidamente a los sacerdotes y obispos alemanes en comparación con los del tercer mundo.
La inusual forma en que se financia la iglesia alemana es a través de impuestos que recauda el estado de quienes se declaran católicos.
La iglesia alemana recibe la friolera de 7.2 mil millones de dólares al año.
Y su Agencia de caridad Caritas, emplea a 560.000 personas, siendo el segundo mayor empleador del país después de Volkswagen.
Pero la dificultad es que la asistencia a misa en Alemania ha bajado del 22 al 11 por ciento desde 1989, baja que sería más aguda si no fuera por los inmigrantes polacos.
En este contexto, es importante para las arcas de la iglesia alemana no “expulsar” católicos, sino de recuperarlos, y si se abre el grifo de la comunión a los divorciados ellos piensan que pararán la sangría e incluso incrementarán la asistencia a misa.
LAS CONSECUENCIAS DE LA DECLARACIÓN DE LOS OBISPOS ALEMANES
Parece claro que los obispos alemanes actúan en conjunto y con este documento están dispuestos a presionar en conjunto al próximo Sínodo de la Familia. De modo que está asegurada una fuerte discusión sobre este tema en octubre e incluso de aquí a esa fecha.
Y según como está la correlación de fuerzas, es poco probable un consenso en el Sínodo, de modo que será Francisco quien deberá decidir qué hacer al final.
Porque los obispos alemanes (y sus aliados en el Vaticano) están diciendo que no van a conformarse con nada menos que permitir una apertura a la comunión a los divorciados, y ya se vio en el sínodo anterior que los obispos africanos (y sus aliados en el Vaticano) no se conforman con eso.
Y en este escenario ¿Qué es lo más probable que haga Francisco? ¿Va a recomendar una relajación de la práctica pastoral? ¿Y hasta qué punto llegará con esa relajación?
La posición de Francisco es un misterio, pero dada la impronta populista que le ha impreso a su pontificado, ver aquí, es posible que tome una decisión basada en la correlación de fuerzas, entre liberales y ortodoxos, que revele el Sínodo.
No hay que olvidar que Francisco ha dado señales contradictorias hacia las aperturas. Por un lado se ha declarado en contra de las mujeres sacerdotes y de los matrimonios gay, pero por otro lado su frase “quien soy yo para juzgar”, que no puede pensarse fue fruto de la improvisación, implica que considera una apertura hacia los homosexuales.
Hoy la correlación de fuerza hace imposible políticamente que Francisco pueda ofrecer lo que está pidiendo Marx, por más que él pudiera quererlo, porque algunos de sus propios allegados de alto nivel y cientos de cardenales y obispos se levantarían en rebelión, como sucedió en el Sínodo.
Pero sin dudas la posición grupal de los obispos alemanes será un referente en las batallas sobre la apertura de la comunión de los divorciados de aquí a octubre y en el mismo sínodo.
Fuentes:
- http://www.thetablet.co.uk/news/1570/0/german-bishops-seek-way-for-remarried-divorcees-to-receive-communion-ahead-of-next-year-s-synod-on-family
- http://www.exacteditions.com/read/catholic-herald/12-december-2014–41109/22/2
- http://blogs.spectator.co.uk/damian-thompson/2014/12/communion-for-divorced-catholics-the-german-bishops-twisting-pope-franciss-arm/
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