Categories
Breaking News Catolicismo De Pascua DEVOCIONES Y ORACIONES Liturgia y Devociones Movil NOTICIAS Noticias 2019 - enero - junio

Todo lo que Necesitas Saber sobre el Cirio Pascual

El Cirio Pascual se enciende durante la Vigilia Pascual (sábado de semana santa por la noche).

Y acompañará todas las celebraciones en el templo durante los 50 días de Pascua.

Y luego todo el año especialmente bautismos, funerales y grandes celebraciones.

Es quizás el signo más importante de Cristo vivo que se mantiene en la Iglesia.

Y los fieles además lo respetan mucho porque tiene una bendición especial.

La palabra “cirio” viene del latín “cereus”, de cera, el producto de las abejas.
.
La cera con que está fabricado, simboliza su divinidad, el pabilo, su humanidad y los cinco granos de incienso que se ponen en él, los estigmas de Cristo.

Al escuchar el canto de abjo podemos meditar en la identidad del cirio y del Cuerpo de Cristo.

Recuerda que el cirio inmaculado ha sido producido por la abeja, a la vez casta y fecunda como la Virgen María que trajo al mundo al Salvador.

    

QUE SIGNIFICA EL ADJETIVO PASCUAL

La palabra «pascual» es derivado del arameo Pasha y del hebreo Pesaj, es decir, lo que pasa por encima.

En el Antiguo Testamento se refiere a la noche los israelitas salieron de Egipto hacia la Tierra Prometida.

Cuando Dios atacó a las casas de los egipcios, pero dejó sin tocar las de los hijos de Israel, esto es el “pasar por encima”.

Con el cristianismo la palabra “pascual” tomó un nuevo significado, en referencia a la pasión, muerte, resurrección y glorificación de Nuestro Señor.

Estos eventos se sitúan en el centro de nuestra fe.

En que el plan de salvación de Dios para nosotros fue realizado por el sufrimiento y muerte redentora de Jesús.

Su resurrección y glorificación son nuestras seguridades de la vida eterna, si seguimos sus palabras y sus instrucciones.

    

ORIGEN DEL CIRIO PASCUAL CRISTIANO

Esta vela, también llamada la vela de Pascua, se originó en los primeros días del cristianismo, cuando la oración de la tarde comenzaba con el encendido de una vela.

Esta práctica fue probablemente inspirada por la costumbre judía de encender una lámpara en la conclusión del sábado. 

Las referencias históricas mencionan el Lucernarium, el rito oración de la tarde con la que los primeros cristianos comenzaban cada Vigilia del domingo.

La iluminación de la vela disipaba la oscuridad y representaba a Cristo, la luz del mundo.

Este rito solemne se llevaba a cabo con mayor reverencia durante la Vigilia de Pascua. 

En la época de Constantino se nos dice por el historiador Eusebio que el emperador

Transformó la noche de la Vigilia de Pascua sagrada en la brillantez del día, por la iluminación de todos los pilares de cera de la ciudad, de manera que esta vigilia mística se hizo más brillante que la luz del día más brillante”.

En basílicas italianas el candelabro pascual era de mármol y diseñado con una fijación permanente al ambón.

Varios de estos soportes de la vela aún sobreviven, como en la Basílica de San Lorenzo Extramuros en Roma, que fue construida en el siglo tercero.

Existe una clara evidencia de que este rito solemne comenzó a más tardar en la segunda mitad del siglo IV.

Por ejemplo, el uso de cantar un himno de alabanza a la vela y al misterio Pascua se menciona como una costumbre establecida en una carta de San Jerónimo, escrita en el año 384 a Presidio, un diácono de Piacenza, Italia.

San Ambrosio y San Agustín son conocidos por haber compuesto estos himnos de alabanza.

El uso preciso de la vela Pascual ha variado a lo largo de los siglos.

Inicialmente era disuelto después de la Vigilia de Pascua y los fragmentos se les daban a los fieles.

Pero desde el siglo X en adelante se mantuvo en un lugar de honor cerca del Evangelio hasta la fiesta de la Ascensión, 40 días después de Pascua.

En el siglo XII, era común inscribir en la vela el año en curso. 

Con el tiempo la vela creció en tamaño como para merecer la descripción de “pilar o columna”.

A mediados del siglo XVI, algunas velas pascuales pesaban tanto como 140 kilos, y después de su uso se fundían en cirios para usar en los funerales de los pobres.

    

SIMBOLISMO DEL CIRIO PASCUAL

El fuego ha sido por largo tiempo un signo de la presencia de Dios.

El Antiguo Testamento está lleno de ejemplos: la zarza ardiente en el Monte Sinaí, la columna de fuego en el desierto, las luces de las lámparas del tabernáculo, y el fuego sacrificial en el altar del templo de Jerusalén.

Los primeros cristianos con mucha naturalidad y en forma semejante utilizaron el fuego nuevo como un símbolo de la presencia de su Señor resucitado, la nueva columna de fuego.

En Jerusalén, los primeros cristianos bendecían y encendían velas todos los sábados a la noche.

Alrededor de finales del siglo V o VI esta costumbre llegó a relacionarse con la celebración de la Resurrección, y el cirio pascual encontró su camino incorporándose a la celebración litúrgica en la iglesia de occidente.

Este  cirio pascual es uno de los elementos más sagrados y perdurables en el cristianismo.

En la iglesia medieval, encontramos un sentido simbólico para cada aspecto del cirio pascual.

Apagado, representaba al Cristo muerto y sepultado.

Encendido, representaba el esplendor y la gloria de la resurrección de Cristo.

La mecha representaba la humanidad de Cristo, y el halo de la llama representaba su divinidad.

Otras velas encendidas a partir del cirio pascual simbolizaban a Cristo entregando el Espíritu Santo a los discípulos.

Para nosotros, el simbolismo del triunfo de Cristo sobre las tinieblas del pecado y la muerte es preeminente.

Está adornado con uno o más símbolos cristianos.

A menudo con la cruz para representar Su sacrificio redentor.

La primera y la última letra del alfabeto griego – Alfa y Omega – para significar que Él es el principio y el fin.

Símbolos de trigo y uvas, o un cáliz y la hostia, que representa la Eucaristía, la verdadera presencia de Cristo y nuestra fuerza espiritual.

Los 12 apóstoles testigos y escribas a la pasión, muerte, resurrección y ascensión de Cristo.

Y otros símbolos como el Buen Pastor, el cordero, el Sagrado Corazón, y Cristo Resucitado.

El cirio Pascual simboliza la luz de Cristo que ilumina la oscuridad. Y esa luz es una luz de fuego y el fuego representa la resurrección de Cristo.

Cuando se consagra el cirio pascual en la vigilia Pascual se presenta un cirio que tiene puesto el año, y este año nos recuerda la presencia de Dios en este momento.

Cuando se consagra el cirio Pascual se le ponen 5 granos de incienso que son las 5 heridas de Cristo en su cuerpo: los tres clavos que perforaron sus manos y pies, la lanza clavada en su costado y las espinas que coronaban su cabeza.

Pero también nos recuerdan las especies aromáticas con las que el cuerpo de Jesús fue preparado en la tumba

A su vez la cera de abeja pura con qué estaba hecho tradicionalmente el cirio representa al Cristo sin pecado que se formó en el vientre de María

    

ENCENDIDO Y LOCALIZACIÓN

En la antigüedad el método de encender la vela era peculiar

En algunas partes de Europa se utilizaban lentes de aumento potentes para intensificar los rayos del sol y así encender la llama.

Porque en la Edad Media las personas celebraban la vigilia Pascual el sábado por la mañana o por la tarde y no como en la noche en nuestros tiempos

Y otras zonas se utilizaba golpear piedras de pedernal para producir una chispa.

Lo cual estaba asociado con pasajes bíblicos donde se describe a Jesús como la piedra angular.

En nuestro tiempo, cada año, durante la vigilia de Pascua el Sábado Santo por la noche, se enciende un fuego en un recipiente de metal, llamado brasero.

Desde el brasero viene el nuevo y bendito fuego con que se enciende el cirio pascual.

Que se lleva en procesión a la iglesia oscura.

El nuevo fuego sirve como una imagen de la resurrección.

Este es el fuego a partir del cual se encienden todas las otras velas.

Tradicionalmente, antes de encender el cirio con el fuego nuevo, se realiza una inscripción sobre el cirio con la cruz, el alfa y la omega, y la fecha del año actual.

En el ritual tradicional de encendido lo que se dice y hace es lo siguiente:

Cristo ayer y hoy; se traza la raya vertical

Principio y fin; se traza la línea horizontal

Alfa; se traza la letra alfa sobre la línea vertical, y

Omega; se traza la letra omega abajo de la línea vertical

Suyo es el tiempo; se traza el primer número del año en curso, en el ángulo superior izquierdo de la cruz

Y la eternidad; se traza el segundo número del año en el ángulo superior derecho

A él la gloria y el poder; se traza el tercer número del año en el ángulo inferior izquierdo

Por los siglos de los siglos. Amen; se traza el cuarto número del año en el ángulo inferior derecho

A continuación se incrusta cinco granos de incienso en forma de cruz, para recordar las especias aromáticas que se utilizaron para preparar el cuerpo de Cristo en la tumba, y las heridas en las manos, pies y costado, que mantuvo después de su resurrección.

Y mientras se dice:

Por sus santas llagas

Gloriosas

Nos proteja

Y nos guarde

Jesucristo Nuestro señor. Amén

Y se enciende el cirio con el fuego nuevo diciendo

Que la Luz de Cristo, resucitado y glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y nuestro espíritu.

Este gesto reforzaba el tema de la presencia de Cristo entre nosotros ahora y por toda la eternidad.

El cirio pascual permanece en el santuario en su soporte especial durante los 50 días completos de la temporada de Pascua.

E ilumina los servicios litúrgicos durante ese tiempo.

Después de Pentecostés la vela se colocará junto a la fuente bautismal. 

El cirio se enciende durante los bautismos durante todo el año, pasando la luz de Cristo a cada bautizado.

También puede ser utilizado en los servicios funerarios, y se coloca al lado del ataúd durante una misa funeral.

En los servicios funerarios es un recordatorio de que el sacramento del bautismo es en sí mismo una muerte y resurrección de Cristo, y da testimonio de la certeza cristiana en la resurrección de los muertos y la vida con Cristo en el mundo por venir.

    

PROCESIÓN SOLEMNE CON EL CIRIO PASCUAL

Luego del encendido el sacerdote que preside la ceremonia, el diácono y los fieles caminan desde donde se encendió el fuego nuevo y por el centro de la iglesia,

Se dice por tres veces para simbolizar la Santísima Trinidad: “Luz de Cristo” y se responde: “demos gracias a Dios”.

Se encienden los cirios de los sacerdotes y de los fieles con la luz del cirio por la cual Cristo Rey (Domingo de Ramos), Cristo Eucaristía (Jueves Santo), Cristo Crucificado y muerto (Viernes Santo) celebran su Resurrección en esta noche: este es el misterio de la Pascua.

El Cirio Pascual se bendice por medio del bellísimo cántico llamado el Pregón Pascual: “Exsultet”.

Es la primera palabra que sirve de título de la oración cantada por un diácono mientras bendice el Cirio Pascual.

Esta oración se atribuye a San Agustín y se usa desde el siglo VII.

Este himno es la culminación de esta “Fiesta de Luz”.

Es el anuncio oficial de la Resurrección.

Se canta la presentación y misterio de esta noche santa y con ella la gran gesta redentora de Cristo.

Esta es la noche
en la que por toda la tierra,
los que confiesan su fe en Cristo, son arrancados
de los vicios del mundo
y de la oscuridad del pecado,
son restituidos a la gracia
y son agregados a los santos….

Así ha quedado bendecido el Cirio Pascual; símbolo de Cristo que ilumina al mundo con el brillo de su divinidad, evidenciada con su Resurrección.

    

CANTIGA 211 “APOSTOS MIRAGRES FAZ TODAVIA”

Cómo hizo Santa María para que las abejas rellenasen de cera un cirio pascual que se había quemado mucho.

Santa María hace siempre milagros oportunos y hermosos por nosotros.

Los hace muy oportunos para que nos complazca conocerlos y los creamos: y los hace hermosos para que codiciemos conseguir su compañía.

Con tal fin la Reina de piedad hizo un gran milagro en una ciudad llamada Elche, como en verdad me confirmó mucha gente que había allí.

Sucedió un día de Pentecostés, en el que una gran multitud de hombres y mujeres acudió presurosa a su iglesia para oír la misa que en ella se decía, solemnemente cantada, como cumple a tal fiesta, que se prolongó hasta pasado el mediodía.

Y entonces vieron algo muy ostensible y que disgustó mucho a todos los fieles: lo que vieron fue el cirio pascual menguado, muy consumido por el fuego en una parte. Y esto contrarió tanto al pueblo que nadie dejó de entristecerse.

Mientras se preocupaban de eso vieron entrar volando un enjambre de abejas blanquísimas en el momento en el que el oficiante iba a decir la consagración: las abejas, nada más llegar enjambraron en un hueco de la pared y desde allí trabajaron sobre el cirio, añadiéndole la cera que había perdido.

Al ver esto, todos los fieles se dieron cuenta de que era un milagro, loaron a la Virgen y cada uno de ellos se sintió más creyente de lo que antes fuera.

Las abejas no quisieron irse sino que permanecieron largo tiempo allí y produjeron mucha miel y cera trabajando sin descanso.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
A la Reina del Cielo Breaking News Catolicismo DEVOCIONES Y ORACIONES Giorgio Sernani Movil NOTICIAS Noticias 2018 - julio - diciembre Virgen María

Cómo CORONAR una Imagen de la Virgen María

Siempre es una ocasión precisa para que le pongas un Corona de Nuestra Madre.

A María Reina.

Corona la imagen de la Virgen María que tengas en tu Casa o en tu Grupo de Oración.

jesus-coronacion-de-maria

Desde el Concilio de Nicea en el año 787, la Iglesia ha afirmado con frecuencia que es lícito venerar las imágenes de Cristo, María y los santos. 

Esta es una práctica antigua de las iglesias cristianas en Oriente y en Occidente. 

La coronación es una forma de reverencia mostrada con frecuencia a las imágenes de la Virgen María. 

Es sobre todo desde fines del siglo XVI que en Occidente la práctica de coronar las imágenes de la Virgen se generalizó en los fieles, tanto por religiosos como laicos.

Porque María es Reina; Reina y Señora de todo lo creado.
.
A través de los siglos los cristianos así la reconocieron en Oriente y Occidente.

Al Papa Pío XII correspondió el honor de fundamentar la doctrina sobre la Realeza de María e instituir su fiesta, en su magna encíclica “Ad Coeli Reginam”, uno de los hechos dominantes del primer Año Mariano Universal.

En ella nos dice:

“Hemos recogido de los monumentos de la antigüedad cristiana, de las oraciones de la liturgia, de la innata devoción del pueblo cristiano, de las obras de arte, de todas partes, expresiones y acentos según los cuales la Virgen Madre de Dios está dotada de la dignidad real.

Y hemos demostrado también que las razones sacadas por la Sagrada Teología del tesoro de la fe divina, confirman plenamente esta verdad.

De tantos testimonios aportados se forma un concierto, cuyo eco llega a espacios extensísimos, para celebrar la suma alteza de la dignidad de la Madre de Dios y de los hombres, la cual ha sido exaltada a los reinos celestiales por encima de los coros angélicos”. (Pío XII, Encíclica “Ad Coeli Reginam”, 11 de octubre de 1954)

coronacion-de-virgen-maria

 

MARÍA ES REINA CORONADA

El 1º de noviembre del mismo año, en la Basílica Santa María la Mayor, ante 450 delegaciones de los santuarios marianos más importantes del mundo, que llevaban sus estandartes con las Imágenes de sus advocaciones, el Papa Pío XII proclamó la Realeza de María.

Y coronó a la Virgen como Reina del Mundo en su Icono Salus Populi Romani, y explicó el sentido de esa Realeza:

“La realeza de María es una realeza ultraterrena, la cual, sin embargo, al mismo tiempo penetra hasta lo más íntimo de los corazones y los toca en su profunda esencia, en aquello que tienen de espiritual y de inmortal.

El origen de las glorias de María, en el momento culmen que ilumina toda su persona y su misión, es aquél en que, llena de gracia, dirigió al arcángel Gabriel el Fiat que manifestaba su consentimiento a la divina disposición.

De tal forma que Ella se convertía en Madre de Dios y Reina, y recibía el oficio real de velar por la unidad y la paz del género humano”. (Pío XII, Alocución “Le testimonianze”, 1º de noviembre de 1954)

María es coronada como Reina en el Cielo, por la Santísima Trinidad.
.
Su corona es el Amor de las tres Divinas Personas Su corona.
.
Son las doce estrellas que nos muestra el Apocalipsis, que simbolizan las doce tribus de Israel y los doce Apóstoles, con todos nosotros, sus hijos.

El Ritual de la coronación de una imagen de la Santísima Virgen explica la naturaleza y significado del rito:

“La veneración de las imágenes de la Santísima Virgen María frecuentemente se manifiesta adornando su cabeza con una corona real.

Y, cuando la imagen de la Santa Madre de Dios lleva en sus brazos a Su Divino Hijo, se coronan ambas imágenes (…).

Obispo Coronando a María Auxiliadora en Sevilla
Obispo Coronando a María Auxiliadora en Sevilla

La costumbre de representar a Santa María Virgen ceñida con corona regia data ya de los tiempos del Concilio de Efeso (431) lo mismo en Oriente que en Occidente.

Los artistas cristianos pintaron frecuentemente a la gloriosa Madre de Dios sentada en solio real, adornada con regias insignias y rodeada de una corte de ángeles y santos del cielo.

En esas imágenes no pocas veces se representa al divino Redentor ciñendo a su Madre con una refulgente corona” (Pío XII, “Ad Coeli Reginam”, 11 de octubre de 1954).

Por eso el pueblo de Dios tiene innumerables imágenes, en todas las latitudes, de muy diversas hechuras, con mayor o menor valor artístico, que los pastores coronaron reconociendo la realeza siempre maternal, y siempre dulcemente amorosa, sobre ese pueblo.

Y en muchos casos, el propio Sumo Pontífice es quien las coronó. Así fueron honradas las más célebres imágenes del mundo, entre las que se cuentan muchas nuestras.

El Papa –o el obispo- al coronar la Imagen eleva una plegaria en la que reconoce la realeza de Jesucristo y María:

“Bendito eres, Señor,
Dios del Cielo y de la Tierra,
que con tu misericordia y tu justicia
dispersas a los soberbios y enalteces a los humildes;

de este admirable designio de tu providencia
nos has dejado un ejemplo sublime
en el Verbo Encarnado y en Su Virgen Madre:

Tu Hijo, que voluntariamente se rebajó
hasta la muerte de cruz, y ahora
resplandece de gloria eterna y está sentado a tu derecha
como Rey de reyes y Señor de señores;

y la Virgen, que quiso llamarse tu esclava,
fue elegida Madre del Redentor
y verdadera Madre de los que viven,
y ahora, exaltada sobre los coros de los ángeles,
reina gloriosamente con Tu Hijo
intercediendo por todos los hombres
como Abogada de la gracia y Reina de misericordia.

corona que bendijo el Papa

Mira Señor, benignamente, a éstos tus siervos
que al ceñir con una corona visible
la imagen de la Madre de Tu Hijo
reconocen en Tu Hijo al Rey del universo
e invoca como Reina a la Virgen María…”

Son incontables las imágenes que recibieron la coronación pontifica, sin embargo sólo dos lo fueron con el título de “Reina del Mundo”.

En forma expresa y con trascendencia universal: el icono de María Salus Populi Romani, que se venera en la Basílica Santa María la Mayor de Roma.

Y aún antes, la imagen de la Virgen de Fátima en su Capelinha de la Cova de Iría, ésta con un agregado singular: “Reina del Mundo y de la Paz”.

La primera oriental y muy antigua; la segunda occidental y de estos tiempos.

Una permanece en la urbe, la otra peregrinando en sus innumerables copias por el orbe.

Corona de la Virgen de Fátima con bala de JPII
Corona de la Virgen de Fátima con bala de Juan Pablo II

 

LA CORONACIÓN DE LA VIRGEN DE FÁTIMA

La imagen de la Virgen de Fátima representa y recuerda sus apariciones maravillosas y su mensaje dramático, del cual acabamos de conocer la última parte.
.
Este mensaje se centra en una frase que, lamentablemente, no es suficientemente conocida y meditada:
.
“Dios quiere establecer en el mundo la devoción a Mi Corazón Inmaculado”.

El Papa Pío XII que la coronó, fue quien consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María.

pidió que esta consagración fuera ratificada en todas las diócesis, parroquias, comunidades y familias, y que la realice cada cristiano.

Y también consagró a Rusia, cumpliendo – en parte – el pedido de Dios.

En los tiempos controvertidos del Concilio Vaticano II, Paulo VI proclamó, en la clausura de la tercera sesión, a María como Madre de la Iglesia.

Los Padres Conciliares se despojaron de sus mitras y de pie se unieron en el más atronador y prolongado aplauso del Concilio.

Fue en ese momento cuando renovó la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María y anunció el envío de la Rosa de Oro a la Virgen de Fátima.

Corona de la Virgen de Nuestra Esperanza

Pío XII tenía una relación con la Virgen de Fátima por haber sido consagrado obispo el mismo día en que Ella se apareció a los pastorcitos.

Pero Juan Pablo II tenía otra mayor, ya que en su día, el 13 de mayo de 1981, salvó milagrosamente su vida una mano materna que desvió la bala.

En acción de gracias peregrinó también a Fátima y repitió su visita el 13 de mayo del 2000, en un acto oficial del Gran Jubileo, ocasión en la que beatificó a Jacinta y a Francisco.

Juan Pablo II no sólo renovó la consagración del mundo –y de Rusia- al Inmaculado Corazón de María, sino que completó este acto según el pedido de la Virgen, haciéndolo con el episcopado mundial el 25 de marzo de 1984.

En esa ocasión hizo llevar la imagen de Fátima a Roma para hacer ante ella la trascendental ofrenda.

En el Año Santo 2000, Bimilenario del Señor, quiso el Papa otra vez en Roma a la “Reina del mundo y de la Paz” porque quiso confiar a María Santísima el tercer milenio, con todos los obispos unidos a él, ante esa imagen.

Así lo hizo el 8 de octubre.

Esta imagen, singular e histórica, honrada por los Papas y las multitudes, recibió la coronación pontificia el 13 de mayo de 1946. 

La corona puesta en las sienes de la Virgen tiene 950 brillantes de 76 quilates, 1400 rosas, 313 perlas, una esmeralda grande y 13 pequeñas, 33 zafiros, 7 rubíes y 26 turquesas. En total 2963 piedras preciosas.

Pero hoy la Virgen luce en su corona una gema más preciosa: la bala que no pudo matar a Juan Pablo II, y que él quiso ofrecerle, colocándola allí, en acción de gracias.

Pongamos nosotros en la corona de la imagen nuestra devoción, nuestras penas y sufrimientos, consagrándonos a Su Inmaculado Corazón con incesante oración, y apresuraremos la gloria de la proclamación del último dogma de la Virgen.

Entonces se colocará la piedra preciosa que falta en su corona de la tierra, y la tierra se unirá al Cielo para contemplar con gozo de eternidad a María Santísima en toda su gloria.

Después de esta historia veamos ahora como coronar una imagen de María.

coronando imagen de la virgen de lujan

 

COMO CORONAR UNA IMAGEN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA EN TU CASA O GRUPO DE ORACIÓN

Realizaremos una pequeña corona que se ajuste a la cabecita de la imagen de la Virgen María que tengamos en nuestro hogar.
.
La corona puede ser de perlas, puntilla, tela, flores, fantasía, metal, etc.

Lo importante es que un día especialmente elegido.

Puede ser una Fiesta del Señor o de la Virgen, o un sábado que tradicionalmente se dedica a María.

O elegir algún día de mayo, que es su mes; por ejemplo el 13 de mayo en que se celebra la fiesta de Fátima.

O más precisamente en la Fiesta de María Reina el 22 de agosto.

La familia o el grupo de oración se reúne, reza el Rosario y hace una oración de consagración a Jesús en las manos de María.

Para el acto de coronación la imagen debe estar iluminada por una vela, símbolo de la presencia de Cristo que prometió su presencia entre quienes se reúnen en su Nombre.

También debe haber flores naturales en honor de nuestra Reina.

Se comienza el acto de coronación haciendo la Señal de la Cruz, y rezando un Credo para pedir a la Virgen que conserve la fe católica de nuestros hogares y de todos nuestros países.

Se puede agregar un cántico y luego, en silencio, cada uno se consagra personalmente a la Virgen según su devoción personal.

Y después se puede recitar esta oración del Himno Akathistos:

Cantaré un himno a la Reina Madre
y me acercaré gozoso a celebrar sus glorias
cantando alegre sus maravillas
¡Oh Señora!
nuestra lengua es incapaz de alabarte dignamente
pues Tú, que engendraste a Cristo Rey,
has sido elevada sobre los Serafines
Dios te salve, ¡Oh Reina del mundo!
¡Oh María! Reina de todos nosotros

Se procede entonces a colocar en la cabeza de la imagen de María la Corona diciendo:  

¡Santa María, Madre de Dios y nuestra, te coronamos como Reina de nuestra familia (o de nuestro grupo de oración)! 

Finalmente se reza el Santo Rosario y al final se agregarán tres Ave Marías en desagravio al Corazón Inmaculado de María.

También se puede recitar todo el Akathistos:

AKATHISTOS

Salve, por ti resplandece la dicha;
Salve, por ti se eclipsa la pena.
Salve, levantas a Adán, el caído;
Salve, rescatas el llanto de Eva.
 
Salve, oh cima encumbrada a la mente del hombre; 
Salve, abismo insondable a los ojos del ángel. 
Salve, tú eres de veras el trono del Rey;
Salve, tú llevas en ti al que todo sostiene.
 
Salve, lucero que el Sol nos anuncia;
Salve, regazo del Dios que se encarna.
Salve, por ti la creación se renueva;
Salve, por ti el Creador nace niño.
 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 
Salve, ¡Virgen y Esposa!
 
Salve, tú guía al eterno consejo;
Salve, tú prenda de arcano misterio.
Salve, milagro primero de Cristo;
Salve, compendio de todos los dogmas.
 
Salve, celeste escalera que Dios ha bajado;
Salve, oh puente que llevas los hombres al cielo. 
Salve, de angélicos coros solemne portento;
Salve, de turba infernal lastimero flagelo.
 
Salve, inefable, la Luz alumbraste;
Salve, a ninguno dijiste el secreto.
Salve, del docto rebasas la ciencia;
Salve, del fiel iluminas la mente.
 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 
Salve, ¡Virgen y Esposa!

 Salve, oh tallo del verde Retoño; 

Salve, oh rama del Fruto incorrupto. 
Salve, al pío Arador tú cultivas; 
Salve, tú plantas quien planta la vida. 
Salve, oh campo fecundo – de gracias copiosas; 

Salve, oh mesa repleta – de dones divinos. 

Salve, un Prado germinas – de toda delicia; 

Salve, al alma preparas – Asilo seguro.

Salve, incienso de grata plegaria; 
Salve, ofrenda que el mundo concilia. 
Salve, clemencia de Dios para el hombre; 
Salve, del hombre con Dios confianza. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, Nutriz del Pastor y Cordero; 
Salve, aprisco de fieles rebaños. 
Salve, barrera a las fieras hostiles; 
Salve, ingreso que da al Paraíso. 
Salve, por ti con la tierra – exultan los cielos;

Salve, por ti con los cielos – se alegra la tierra. 

Salve, de Apóstoles boca – que nunca enmudece;

Salve, de Mártires fuerza – que nadie somete. 

Salve, de fe inconcuso cimiento; 
Salve, fulgente estandarte de gracia. 
Salve, por ti es despojado el averno; 
Salve, por ti revestimos la gloria. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, oh Madre del Sol sin ocaso; 
Salve, aurora del místico Día. 
Salve, tú apagas hogueras de errores; 
Salve, Dios Trino al creyente revelas. 
Salve, derribas del trono – al tirano enemigo;

Salve, nos muestras a Cristo – el Señor y el Amigo.

Salve, nos has liberado – de bárbaros ritos;

Salve, nos has redimido – de acciones de barro. 

Salve, destruyes el culto del fuego; 
Salve, extingues las llamas del vicio. 
Salve, camino a la santa templanza; 
Salve, alegría de todas las gentes. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, levantas al género humano; 
Salve, humillas a todo el infierno. 
Salve, conculcas engaños y errores; 
Salve, impugnas del ídolo el fraude. 
Salve, oh mar que sumerge – al cruel enemigo; 

Salve, oh roca que das de beber – a sedientos de Vida.

Salve, columna de fuego – que guía en tinieblas; 

Salve, amplísima nube – que cubres el mundo.

Salve, nos diste el Maná verdadero; 
Salve, nos sirves Manjar de delicias. 
Salve, oh tierra por Dios prometida; 
Salve, en ti fluyen la miel y la leche. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, azucena de intacta belleza; 
Salve, corona de noble firmeza. 
Salve, la suerte futura revelas; 
Salve, la angélica vida desvelas. 
Salve, frutal exquisito – que nutre a los fieles; 

Salve, ramaje frondoso – que a todos cobija.

Salve, llevaste en el seno – quien guía al errante;

Salve, al mundo entregaste – quien libra al esclavo.

Salve, plegaria ante el Juez verdadero; 
Salve, perdón del que tuerce el sendero. 
Salve, atavío que cubre al desnudo; 
Salve, del hombre supremo deseo. 
Salve, ¡Virgen y Esposa!  

Salve, mansión que contiene el Inmenso; 
Salve, dintel del augusto Misterio. 
Salve, de incrédulo equívoco anuncio; 
Salve, del fiel inequívoco orgullo. 
Salve, carroza del Santo – que portan querubes;

Salve, sitial del que adoran – sin fin serafines. 

Salve, tú sólo has unido – dos cosas opuestas:

Salve, tú sola a la vez – eres Virgen y Madre.

Salve, por ti fue borrada la culpa; 
Salve, por ti Dios abrió el Paraíso. 
Salve, tú llave del Reino de Cristo; 
Salve, esperanza de bienes eternos. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, sagrario de arcana Sapiencia; 
Salve, despensa de la Providencia. 
Salve, por ti se confunden los sabios; 
Salve, por ti el orador enmudece. 
Salve, por ti se aturden – sutiles doctores; 

Salve, por ti desfallecen – autores de mitos; 

Salve, disuelves enredos – de agudos sofistas; 

Salve, rellenas las redes – de los Pescadores. 

Salve, levantas de honda ignorancia; 
Salve, nos llenas de ciencia superna. 
Salve, navío del que ama salvarse; 
Salve, oh puerto en el mar de la vida. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, columna de sacra pureza; 
Salve, umbral de la vida perfecta. 
Salve, tú inicias la nueva progenie; 
Salve, dispensas bondades divinas. 
Salve, de nuevo engendraste – al nacido en deshonra;

Salve, talento infundiste – al hombre insensato. 

Salve, anulaste a Satán – seductor de las almas;

Salve, nos diste al Señor – sembrador de los castos. 

Salve, regazo de nupcias divinas; 
Salve, unión de los fieles con Cristo. 
Salve, de vírgenes Madre y Maestra; 
Salve, al Esposo conduces las almas. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, oh rayo del Sol verdadero; 
Salve, destello de Luz sin ocaso. 
Salve, fulgor que iluminas las mentes; 
Salve, cual trueno enemigos aterras. 
Salve, surgieron de ti – luminosos misterios;

Salve, brotaron en ti – caudalosos arroyos. 

Salve, figura eres tú – de salubre piscina;

Salve, tú limpias las manchas – de nuestros pecados. 

Salve, oh fuente que lavas las almas; 
Salve, oh copa que vierte alegría. 
Salve, fragancia de ungüento de Cristo; 
Salve, oh Vida del sacro Banquete. 
Salve, ¡Virgen y Esposa! 

Salve, oh tienda del Verbo divino; 
Salve, más grande que el gran Santuario. 
Salve, oh Arca que Espíritu dora; 
Salve, tesoro inexhausto de vida. 
Salve, diadema preciosa – de reyes devotos;

Salve, orgullo glorioso – de sacros ministros. 

Salve, firmísimo alcázar – de toda la Iglesia;

Salve, muralla invencible – de todo el Imperio. 

Salve, por ti enarbolamos trofeos; 
Salve, por ti sucumbió el adversario. 
Salve, remedio eficaz de mi carne; 
Salve, inmortal salvación de mi alma. 
Salve, ¡Virgen y Esposa!

Leer también:

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES Formatos para Orar Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Tipos especiales de Rosario

Los Rosarios Públicos

El Rosario Público consiste básicamente en exteriorizar el rezo comunitario del Santo Rosario que se realizada dentro de los templos para llevarlos a la calle. El mas conocido en la actualidad es el Rosario de la Aurora.

Los Rosarios se pueden tipificar de varios modos. Así, atendiendo a la hora de salida se pueden clasificar en de prima noche (diarios, al toque de oraciones) y de madrugada o aurora (festivos, 3 de la mañana). Como vemos en la actualidad se han sustituido por los llamados de antorchas y de la aurora que, aunque conservan el nombre, se suelen hacer sobre las 8-9 de la mañana.
…VER VIDEOS…
La génesis y conformación del fenómeno de los Rosarios públicos es relacionada comúnmente con la ciudad de Sevilla y las predicaciones del dominico fray Pedro de Santa María de Ulloa en su convento de San Pablo, pero se ha difundido por toda la geografía española.
 

LOS ORÍGENES DE LA DEVOCIÓN EN SEVILLA

Los orígenes del Rosario en Sevilla hay que vincularlos en principio a los conventos de la Orden de Predicadores (dominicos) donde desde 1479 se instituyen formalmente las denominadas Cofradías del Rosario, corporaciones dependientes de la Orden dedicadas al ejercicio de esta oración y culto a la Virgen, establecidas en las iglesias de los cenobios dominicanos o bien, en la parroquia mayor de cada ciudad o pueblo e incluso templos pertenecientes a otras congregaciones religiosas, siempre con licencia expresa de la jerarquía de la Orden de Predicadores.

En este año, el Papa Sixto IV confirmó las constituciones de la primera Cofradía de la que se tiene noticia, que es la de Colonia. , aunque normalmente se remonta su origen a 1470 en que el carismático dominico Alain de la Roche fundó una por iniciativa propia en Douai. Existe, al parecer, junto a esta corriente extranjera, otra propiamente española coetánea protagonizada por el padre Juan Agustín. Todo parece indicar que en el real convento de San Pablo se funda una de estas cofradías en fecha muy temprana, 1481, siendo Prior Fray Alonso de Ojeda, aunque la documentación propia más antigua que se conserva es de finales del siglo XVI.

Con Pío V el Rosario adquiere una difusión universal, que la historiografía ha relacionado con la Batalla Naval de Lepanto (1571) en que la gran victoria de la Armada cristiana sobre el Turco fue, al parecer, atribuida a la milagrosa intervención de la Virgen del Rosario y a la coincidencia de que el mismo día la Cofradía establecida en Roma había salido en procesión por las calles alabando a la Virgen. El hecho fue que en 1573 el Papa Gregorio XIII expidió un Breve estableciendo el primer domingo de octubre como festividad de la Virgen del Rosario a celebrar en aquellos lugares donde hubiera altar o capilla dedicada a esta advocación.

La festividad se hizo general para toda la Iglesia española en 1671. Según Ortiz de Zúñiga, en los años finales del XVI o primeros años del XVII había ya una cierta tradición de rezar el rosario en común todas las noches en los templos junto con ejercicios de oración y penitencia , que comenzó en el Salvador y hospital del Amor de Dios y se generalizó en otros varios, incluso con la creación de hermandades.

Un acontecimiento popular de enorme trascendencia, la «Cuestión Concepcionista», motivada en parte por una grave imprudencia de la Orden de Predicadores, pudo suponer una merma de la devoción y rezo, pero ocurrió todo lo contrario, prueba de su popularidad.

La devoción al Rosario es fomentada durante este tiempo por los arzobispos Agustín de Spínola en 1646 y, sobre todo, el dominico fray Pedro de Tapia en 1653 quien mediante un edicto de 10 de mayo «[…]logró excitar grandemente y que se introdujese más frecuentemente el uso de rezar el Rosario en público en los templos, que ya antes más tibiamente se usaba «. Esta iniciativa quiso significarla con la donación de una imagen de la Virgen del Rosario al Sagrario de la Catedral. También en 1655 se promulga un edicto real de Felipe IV por el que hace un llamamiento a los obispos para la promoción de esta práctica devocional en sus respectivas diócesis y además el Papa Inocencio XI en 1679 confirma las muchas gracias e indulgencias que desde el siglo XV habían sido concedidas a las Cofradías del Rosario y todos sus cofrades.

La auténtica carta de naturaleza del Rosario como devoción popular tiene efecto en la segunda mitad de esta centuria y a raíz del triste acontecimiento de la Pestilencia de 1649, verdadera catástrofe para los sevillanos, pues más de la mitad de la población pereció en medio de una gran conmoción.

En un régimen de cristiandad como el que vivía Sevilla en el Barroco, el pueblo experimentaba un angustioso sentimiento de culpa, de pecado colectivo por el que Dios castigaba a la ciudad. Era precisa una conversión radical de vida y reforma de costumbres a través del arrepentimiento y la penitencia. En tal sentido, la Jerarquía eclesiástica fomentó en las cuaresmas de los años subsiguientes sendas Misiones populares dirigidas por acreditados predicadores de las principales órdenes regulares. Toda Sevilla se congregaba para asistir a los distintos ejercicios misionales, creándose un clima de exacerbado dramatismo en torno a la religión.

Especial mención hay que hacer a las que, promovidas por el arzobispo Ambrosio Ignacio de Spínola, dirigió el jesuita Tirso González de Santalla junto a sus colaboradores los padres Gamboa, Guillén y Losada, los años 1669, 1672 y 1679.

A fin de preservar que el clima penitencial creado en las misiones no se entibiara y los fieles pudieran perseverar en las prácticas propuestas en las predicaciones, el padre Tirso fomentó la creación de varias hermandades de culto interno dedicadas a ejercicios de penitencia y el rezo del Santo Rosario, concretamente las denominadas Congregaciones de Cristo Crucificado y Nuestra Señora del Rosario que se erigieron por varios devotos en las parroquias del Divino Salvador, San Vicente, San Pedro, San Bartolomé, San Esteban y quizá otras como la de Santa Ana y San Andrés, así como la iglesia de San Hermenegildo. También es fundación suya la Hermandad de la Virgen de la Salud de San Isidoro

 

EL ROSARIO PÚBLICO

Se atribuye tradicionalmente a fray Pedro de Santa María de Ulloa, dominico gallego nacido en 1642 en la parroquia de Santa María de Ois (Coruña), el influjo definitivo de la «explosión rosariana» con la salida de los primeros Rosarios públicos, espontánea iniciativa que tuvo efecto por vez primera la noche del 17 de junio de 1690, fecha en que se celebraron en el real convento de San Pablo los solemnes funerales por su alma, los cofrades de la Hermandad de Nuestra Señora de la Alegría de San Bartolomé salieron comunitariamente en procesión por las calles rezando el Santo Rosario y cantando coplas marianas. Era el comienzo de este gran movimiento popular.

Aunque se instituyeron la mayoría en templos y, por tanto, bajo la coordinación o supervisión del clero secular o regular, igualmente se generalizaron extramuros al ser erigidos también por los propios vecinos de los barrios en torno a retablos callejeros con una imagen de la Virgen representada en un lienzo o talla, que en muchos casos eran construidos por ellos mismos o bajo sus expensas. Estos retablos se constituían en los puntos de salida de la comitiva procesional.

Andrés Saa nos suministra la relación de los primeros rosarios públicos, nombrando el nombre de la parroquia, fecha de la primera salida y la advocación de la imagen devocional de la Virgen que los presidía: «hermita de la Cruz del Rodeo el día 23 del dicho (junio)= San Julián a 26 de julio, Nuestra Señora de la Iniesta= San Esteban a 27 del dicho, Nuestra Señora de la Luz= el Sagrario de la Patriarcal a 28 de agosto, Nuestra Señora de la Assumpción= San Salvador a 31 del dicho, Nuestra Señora del Rosario San Juan de la Palma a 3 de septiembre, Nuestra Señora de las Maravillas= San Vicente y San Andrés a 11 de octubre, Nuestra Señora del Rosario= San Gil a 16 del dicho, Nuestra Señora de la Esperanza= Santa Catalina a 18 del dicho, Nuestra Señora del Rosario= San Román y San Martín y San Pedro a 22 del dicho, Nuestra Señora del Rosario, Nuestra Señora de la Esperanza y Nuestra Señora de Aguas Santas= Santiago a 22= a 26 San Nicolás Nuestra Señora del Soterraño= San Marcos a 28= Santa Ana de Triana a 1º de noviembre= San Isidro y Santa Cruz a 5, Nuestra Señora de la Salud y Nuestra Señora de la Paz= a 9 San Roche, Nuestra Señora de los Ángeles = la parrochia de San Roche a 22= San Miguel a 29= Santa Lucía a 30, Nuestra Señora de la Rosa= San Lorenzo a 8 de diciembre, Nuestra Señora de RocaAmador= Omnium Sanctorum= Omnium Sanctoruma 14= San Bernardo a 30= San Jacinto y Nuestra Señora de ka O a 8 de enero= La Magdalena a 20= San Ildefonso a 23 de marzo, Nuestra Señora del Coral= Después se han seguido otros: la Cruz del Baratillo y Nuestra Señora de la Piedad= en San Pablo tomaron el título después de Nuestra Señora del Consuelo= Santa María la Blanca, Nuestra Señora de las Nieves […] y San Laureano «.

El prelado que entonces regía la Archidiócesis, Jaime de Palafox y Cardona, fomentó el uso devocional y en su celo intentó organizar en este mismo año de 1690, una procesión diaria del Rosario desde la Catedral, tras la hora de Completas, con participación del Cabildo, amén incluso del Asistente, Ciudad y fieles, mas pronto pudo comprobar la viabilidad del proyecto ante la negativa, sobre todo, de los capitulares de la Catedral, que, aunque apoyaban la pretensión del arzobispo, argumentaban la incompatibilidad que existía con sus funciones ordinarias de coro.

 

LOS PRIMEROS ROSARIOS

En un primer momento salían estas comitivas o «cuadrillas» sin estandarte o Simpecado propio, ni con insignias o imágenes, salvo los faroles para alumbrar el camino y a los devotos, cantando alabanzas y coplas a la Virgen divididos en coros para alternar los padrenuestros y avemarías y dirigidos por uno o dos eclesiásticos que controlaran el orden de la comitiva, marcaran el itinerario y paradas e hicieran los ofrecimientos de los Misterios.

A ello no obsta que algunos sacaran desde el primer momento algún estandarte mariano o Simpecado, insignia por lo demás de gran tradición en Sevilla desde la cuestión concepcionista de principios de siglo. Ahora bien, no de manera organizada ni individualizando el cortejo. Estos primeros rosarios eran muy espontáneos y podemos definirlos como auténticos trasuntos de aquellos rezos comunitarios que dirigía Ulloa en el convento de San Pablo cada día a la aurora, mediodía y prima noche y, por extensión, de las Misiones predicadas en Sevilla por religiosos de diversas órdenes. Se generaba toda una dinámica cotidiana en torno al Rosario de manera permanente. Sin duda, ni Ulloa pudo prever este fenómeno tan extraordinario.

En realidad, el Rosario, en principio, constituía sólo una parte, ciertamente la más dinámica y popular, de la cotidianidad que fomentó Ulloa. Conocemos que en parroquias como San Bartolomé o Santa Ana el rezo del Santo Rosario ocupaba toda la jornada desde la aurora a prima noche.

El Rosario se planteaba como un ejercicio de devoción y piedad, pero a la vez ostenta un claro carácter penitencial derivado del clima de las Misiones, mas, como queda dicho, con una religiosidad conformada por el pueblo, que se hace dinámica y cotidiana a través de un esquema estético y sensible con el rezo de las avemarías y el canto de coplas alusivas a María. Es un signo inequívoco de la cristiandad barroca, que se asume como algo connatural a la propia idiosincrasia del pueblo.

Ciertamente el Rosario público, aunque surge de manera específica en 1690, tiene unos claros precedentes durante el siglo XVI en las cofradías del Rosario dominicas que celebraban los primeros domingos de mes procesiones claustrales con la imagen titular con asistencia de los cofrades con rosarios en las manos y otra solemne por la calle en la festividad del primer domingo de octubre (Procesión de la Batalla Naval). Igualmente en las Misiones populares se organizaba una multitudinaria procesión (al comienzo, en el acto de contrición previo) en la que, en pos de un Crucifijo portado por los misioneros, iban las gentes rezando con rosarios y cruces en las manos y además se fomentaba entre los niños el ir por las calles cantando a coros coplas religiosas.

El marianismo de la ciudad desde la cuestión concepcionista hubo de hacer esto mucho más claro y muchos elementos: simpecados, coplas…se van incorporando a las expresiones de piedad mariana del pueblo. No obstante, el rezo comunitario como tal por las calles, lo que es propiamente un Rosario público, con sus insignias y faroles, no aparece claramente en Sevilla hasta ahora.

En Andalucía el fenómeno está poco investigado como tal, salvo en Córdoba, donde es coetáneo a Sevilla y que muy recientemente ha estudiado también Aranda Doncel en la Hermandad de la Virgen del Socorro. En su provincia se debe mencionar la tradición todavía pujante de los Auroros, especialmente los de Luque y, sobre todo, Priego. En Granada, Jaén o Málaga parecen seguir también los mismos esquemas que he observado en Sevilla y durante el siglo XVIII. En Cádiz está la figura de fray Pablo, al que me refiero a continuación. En otras zonas de España no existen prácticamente estudios al respecto.

No obstante hay que indicar que en Málaga hay un dato que, de confirmarse en todos sus extremos (cuestión difícil porque durante la Guerra Civil han desaparecido gran parte de la documentación eclesiástica), remontaría el origen formal de los Rosarios públicos a una fecha anterior a 1680. Concretamente un autor malagueño del siglo XVIII, Medina Conde, afirma lo siguiente en un impreso, citado por Rafael Retana:

«Según papeles del Archivo general, la Congregación del Rosario de la Aurora María fue anterior al año 1680, y 8 después del de Santo Domingo. Fue su fundador Juan Sánchez, maestro de escuela, tercero de hábito descubierto de Santo Domingo. Tenía su escuela calle de S. Jacinto en el barrio de los Percheles; y de ella comenzó a sacar por las calles un Rosario con sus muchachos muy de madrugada: mudóse al corralón de Bustamante, y allí se le agregaron varios hermanos de más edad, y comenzaron a formalizar su Congregación. Por salir de madrugada por las calles a la hora de la Aurora, pusieron este título a la imagen de Nuestra Señora en su estandarte o bandera, llamándose Rosario de la aurora María.»

También hay un dato para 1686 en Utrera que suministra sin citar fuentes González Moreno, referido a las congregaciones rosarianas de la Misericordia y San Bartolomé.

 

ORDEN Y COMPOSICIÓN DEFINITIVA DE LOS CORTEJOS

Pronto se configuró la estética externa de estos Rosarios con la inclusión de la que será su insignia más distintiva, el Simpecado, que singularizaba cada comitiva si era propio de ella.

Sólo desde entonces pueden considerarse ya institucionalizados. Es sintomático que, aunque la Hermandad de la Luz de San Esteban sacara su primer Rosario en 1690, muy poco después del de la Alegría, sus cofrades no consideran erigida esta procesión hasta 1711 en que se adquiere un Simpecado propio y se nombra una diputación especial para su gobierno. Este Simpecado, estandarte bordado en oro con un lienzo central representando una imagen de la Virgen, se halla relacionado con la «cuestión concepcionista» y era un signo de identidad mariano. El color más característico de estos Simpecados es el rojo carmesí, aunque se constatan también el blanco, verde, celeste, morado o negro, según el carácter de la propia institución que lo organiza o si se trata de un Rosario de ánimas o penitencial.

Junto al Simpecado, pronto aparece la cruz como insignia que precede la comitiva. Igualmente tiende a cuidarse más el acompañamiento musical tanto en los coros como en el añadido de auténticas orquestas. Todo esto hace que la comitiva fuera complicándose con un gran aparato externo, se perdiera la primitiva espontaneidad y se necesitara un continuo desembolso económico para su mantenimiento diario.

En esta conformación de la procesión rosariana van a influir de manera decisiva los religiosos capuchinos, que la promueven sistemáticamente en todas sus misiones. Hay que referirse en especial a fray Pablo de Cádiz, otro auténtico «apóstol del Rosario» y al que su hermano de religión Fray Isidoro de Sevilla atribuye la institución formal definitiva de los Rosarios públicos, introduciendo al principio una cruz, a la que seguirían los faroles de asta y de mano alumbrando los coros y, sobre todo, un estandarte mariano, que cerraba y presidía la comitiva, saliendo por vez la procesión conformada en siete de febrero de 1691 por las calles de Cádiz.

Es bastante probable que en Sevilla, como queda dicho, ya existiera un modelo similar, aunque quizá de manera informal y en él se inspirara el capuchino para dotarlo de una primera sistematización. En las adiciones a los Anales de Ortiz de Zúñiga, escritos por Espinosa y Cárcel, se afirma que los cofrades de la Alegría ya salieron con faroles y Simpecado, al igual que los de la Luz de San Esteban pocos días después , tal y como afirma Hernández Parrales, aunque no faltan autores como Ardales, que dudan de la veracidad de esta fuente. El Simpecado, como se ha aludido en varias ocasiones, era ya conocido popularmente y utilizado en diversas ocasiones. Los faroles ya hemos observados como existían desde el principio, por lo que no se puede dudar sin más del dato de los Anales, aunque admitiendo el carácter espontáneo y no formalizado de este primer Rosario. La cruz, por otro lado, constituía elemento esencial en las misiones.

Es innegable que la Orden Capuchina se destacó sobre manera en encauzar esta práctica respecto a dominicos, jesuitas, carmelitas…y, por supuesto, el clero secular, conservándose diversas disposiciones prácticas sobre el orden de estos rosarios. En este sentido hay que destacar al ya citado fray Isidoro de Sevilla, predicador carismático por excelencia, que en 1703 adapta a Sevilla el modelo de Rosario público de fray Pablo de Cádiz, aunque con la particularidad de introducir una nueva iconografía mariana, la Divina Pastora de las Almas, que colocó en el estandarte que presidía la comitiva.

En la primera década del siglo XVIII está ya perfectamente establecido el orden y composición de estos rosarios.

 

TIPOS DE PROCESIONES

Prácticamente desde el principio se organizaron a diario dos procesiones de estos rosarios, una a prima noche, tras el toque de Oraciones y otra de madrugada, después del toque de alba, horario influido, cómo queda dicho, por Ulloa y sus predicaciones.

Esta segunda procesión se denominaba también de la aurora por salir dos horas aproximadamente antes de salir el sol, a cuyo término los cofrades asistían a la «misa de alba».

Estas procesiones de madrugada serán las más comunes a partir del siglo XIX, adoptando definitivamente la denominación de Rosarios de aurora, coincidiendo con una iniciativa de su fomento a nivel nacional a cargo por el padre misionero Antonio Garcés a fines del XVIII, pero ya aparecen claramente desde finales del XVII congregaciones y hermandades rosarianas con el título de Nuestra Señora de Aurora, sobre todo en la provincia.

Era frecuente que una misma institución: parroquia, convento, hermandad o grupo de vecinos organizara ambas procesiones, predominando el uso diario de la primera de prima noche, y reservando en ocasiones la segunda para los días festivos. Pero es difícil generalizar, pues cada comitiva actuaba con una gran autonomía.

A mediados del siglo XVIII estaban contabilizados 81 rosarios de hombres y 47 de mujeres, aunque no sabemos si en este número figuran separados los de prima y madrugada que organizaba una misma corporación. Ya queda dicho que cabe hablar de Rosarios templarios (parroquias, conventos, capillas) o extratemplarios.

Como se observa, el Rosario marcaba toda la vida religiosa de los barrios de la ciudad en una cotidianidad dinámica. Pero la procesión no era siempre la misma ni en sus aspectos formales ni en las estaciones que realizaba.

Junto al Rosario de a diario, había varias ocasiones a lo largo del año en que la procesión adquiría un carácter extraordinario: así en las vísperas de la festividad de la Virgen titular se sacaba el Rosario de Gala, denominado así porque contaba con unas insignias propias: cruces doradas con espejos, Simpecado con bordados y lienzo de gran calidad, faroles artísticos, orquestas profesionales y estaciones significativas. En varias hermandades se organizaba con este Rosario las «Novenas de calle» como ocurría por ejemplo el de la parroquia de Santa Catalina y que consistía en la salida procesional por las calles de la feligresía durante nueve días, los mismos que se celebraba la Novena de iglesia.

También Rosario extraordinario era el de Ánimas, que cada congregación organizaba durante nueve días (Novena de Ánimas) haciendo estación a retablos de ánimas, cruces o cementerios. Se ha podido constatar la utilización de un Simpecado morado con un lienzo de dolor, como el que todavía conserva el Rosario de los Humeros.

Otros tipos de procesiones extraordinarias ya son menos frecuentes: había, por ejemplo, Rosarios penitenciales que acudían los viernes de Cuaresma al Humilladero de la Cruz del Campo como el Rosario de la Aguas Santas de la parroquia de San Pedro o el de Nuestra Señora de la Alegría, Rosarios de rogativas en ocasión de alguna calamidad pública como los muchos que recorrieron la ciudad cuando ocurrió la Peste de 1800, Rosarios de Acción de Gracias como los que salieron en ocasión de la visita de Felipe V a la ciudad.

 

LOS ROSARIOS DE MUJERES

Las mujeres habían quedado relegadas de este uso devocional debido a las prevenciones propias de la época, sobre todo si , como ocurría con los Rosarios, se desarrollaban de noche y habían de conformarse con hacerlo en sus domicilios o bien, se juntaban algunas en coches rezándolo a coros y realizando diversas estaciones. No obstante la inquietud era latente y de hecho se organizaron algunos Rosarios adscritos a congregaciones masculinas.

Tuvo que ser nuevamente un fraile dominico, el pacense Fray Pedro Vázquez Tinoco, quien, tras erigir los primeros cortejos en Extremadura en 1730, en 1735 promovió el primer Rosario de mujeres en Sevilla en la iglesia de Santa Cruz, al que siguieron en un primer momento veinticuatro más. Esta iniciativa suscitó una gran diversidad de opiniones en la ciudad y fueron muchos quienes la criticaron abiertamente o a través de letrillas burlescas amparadas en el anonimato. No faltaron tampoco decididos defensores. El uso perseveró y adquirió una notable expansión bien de manera autónoma, bien continuando en la dependencia de rosarios de hombres o de la entidad que los patrocinaba. Por ejemplo, en Santa Catalina, formaba una congregación con una gran autonomía de la hermandad del Rosario, lo mismo ocurría en el Sagrario o en la Hermandad de los Negritos. En el compás de la Laguna se erigió una congregación totalmente autónoma…

 

LOS ROSARIOS DE NIÑOS

Las predicaciones del padre Vázquez Tinoco generaron en este año 1735 una nueva e importante reactivación de los Rosarios públicos, de los que fueron también protagonistas niños y adolescentes que, a imitación de sus mayores, erigieron cortejos espontáneos e incluso congregaciones y hermandades que perduraron en el tiempo, una vez culminado el primer impulso fundador.

Otros estaban constituidos por colegiales y al amparo de instituciones como los de los alumnos del Colegio de Mareantes o de los Toribios.

Pero también los había más espontáneos como el que fundaron en 1810 varios niños de la feligresía de Santa Marina con la denominación de «Congregación de Niños del Rosario de la Pastora», sin ningún tipo de vínculo con la Hermandad de la Divina Pastora con sede canónica en la parroquia.

Al solicitar la oportuna licencia ante el Arzobispado, el cura párroco critica con dureza esta iniciativa que perjudica gravemente al propio Rosario parroquial que también tenía como Titular a la Pastora así como a la propia Hermandad, aduciendo una competencia ilegítima promovida por personas adultas contrarios a los intereses parroquiales.

 

CRISIS Y DECADENCIA DEL FENÓMENO ROSARIANO

A pesar del gran número de Rosarios y de la complejidad a la que habían llegado en sus cortejos, estas procesiones comenzaron a atravesar una primera crisis al finalizar el primer tercio de siglo.

La carismática personalidad del padre Vázquez Tinoco otorgó un nuevo vigor a la devoción rosariana y su uso callejero, como ya se ha expresado, pero hay un detalle incontestable: la cotidianidad y espontaneidad se estaban prácticamente perdiendo y se mantenía la procesión diaria como una rutina carente de sentido y a la que acudían pocas personas. No obstante el uso continuaba en auge durante las fiestas de octubre o en noviembre con las Novenas de calle o de Ánimas respectivamente.

La crisis comenzó a convertirse en clara decadencia al finalizar el segundo tercio muy costeadas, con abundante aparato musical y prácticamente vacías. Los Rosarios parecían haberse convertido en formas huecas de una religiosidad de siglo. Las limosnas de los vecinos no bastaban para sufragar los gastos. Algo fallaba cuando algunos de estos Rosarios tenían que solicitar la ayuda de «enganchadores» que antes de la salida iban por las calles presionando a los vecinos para que participaran en la procesión, recurriendo muchas veces a niños que tomaban este asunto como un juego. Había comitivas que no existía con la fuerza y sinceridad de épocas pasadas. Se resquebrajaba la cristiandad barroca.

Tan gran número de rosarios necesariamente hubo de generar diversas problemáticas cuando, ya en la segunda mitad de siglo, la devoción había perdido en mucho las características primitivas.

El propio prelado de la archidiócesis, Cardenal Solís, en 15 de noviembre de 1756 publicó un Decreto sobre los excesos de estos Rosarios, prohibiendo se canten coplas y salves en las estaciones e iglesias, exceptuando las antiguas que dan comienzo con «Todo el mundo en general», de Miguel Cid, e igualmente prohibe, bajo pena de excomunión mayor, que las mujeres, especialmente de noche, caminen tras los Rosarios de hombres.

Este tipo de prohibiciones, que se repitieron en otros pontificados posteriores, nos señalan la degradación de los Rosarios.

Las medidas del gobierno ilustrado fueron poco a poco abriendo un horizonte evidente en la mentalidad del pueblo: la religión no era ya la única instancia posible para entender la realidad y el sentido de la vida. No se podía seguir inmersos en unos esquemas contrarreformistas y se origina una crisis indudable en la religiosidad popular, de la que un buen índice son los Rosarios. Poco a poco disminuyen las procesiones diarias, sobre todo las de Prima Noche, mientras que las de Madrugada tienden a salir los festivos y con su denominación ya de la Aurora, que, poco a poco, va cobrando una nueva fuerza durante toda la centuria decimonónica, especialmente en su segunda mitad, perdurando con altibajos hasta la actualidad.

Van desapareciendo los retablos callejeros desde la mitad del siglo XIX por mor de las reformas urbanísticas. Es otro signo más de la decadencia de esa religiosidad barroca cotidiana, dinámica y espontánea. Las devociones tienden a volver a los templos y de ello son bien conscientes las propias congregaciones y hermandades rosarianas con retablos, por ejemplo, la de la Virgen de Europa, cuyo retablo se traslada a la vecina parroquia de San Martín, ciertamente por la inminencia de la demolición del sitio en que se hallaba, pero con la convicción de sus cofrades de que ya no tenía sentido permanecer allí.

El instituto del Rosario va siendo sustituido por la Procesión Anual de la imagen titular de la Hermandad o congregación, que conserva los elementos del Rosario público y, de hecho, en los primeros momentos mantiene su condición de tal con sus insignias de Gala junto al paso de la Virgen. Al limitarse la cotidianidad, se da mayor importancia al culto interno y sólo queda la Procesión como testimonio de lo que fue en muchos casos el origen de la Hermandad.

 

EL ROSARIO EN LA ÉPOCA CONTEMPORÁNEA. EL ROSARIO DE LA AURORA

El Rosario de madrugada o de la aurora constituye una de las dos modalidades ordinarias de las procesiones del Rosario público, fenómeno clave de la religiosidad barroca sevillana, en el que se articula de una manera efectiva y práctica la participación del pueblo. Aunque los primeros rosarios salían de sus respectivas sedes tras el toque de oraciones (prima noche), muy pronto se organizaron por las mismas instituciones: parroquias, conventos, hermandades, congregaciones de vecinos.., otra procesión de madrugada, tras el toque de alba.

Poco a poco, el Rosario de madrugada fue consolidando su práctica y a lo largo del siglo XVIII la mayoría de las congregaciones y hermandades rosarianas solían organizar a diario ambas procesiones, o, al menos, tenían instituida la de madrugada para los días festivos.

Este Rosario tenía una gran particularidad respecto al de Prima y es que, tras la recogida de la procesión en su sede, los cofrades asistían a la misa denominada «de alba». Esto indica ya, sin duda, un signo de estabilidad en la congregación organizadora en cuanto a concurso de devotos y cofrades y, por ende, a ingresos económicos que permitiera sufragar los gastos procesionales y estipendios del capellán.

También supone un medio de comunión con la religiosidad oficial al favorecer la participación de los cofrades en la máxima expresión de la liturgia que es la eucaristía. Pero aún hay más. Estas misas de alba, que ahora fomentan con frecuencia estos rosarios, suponía facilitar el cumplimiento eucarístico a los trabajadores del campo que comenzaban muy pronto su jornada laboral.. .y también a los pobres y marginados de la sociedad, que a veces no se atrevían por su indumentaria a participar en los cultos de iglesia.

Todo ello hace de esta procesión rosariana una práctica de gran arraigo en las masas populares así como un instrumento pastoral y catequético para el clero. Con el tiempo, el Rosario de madrugada se va a convertir -ya en el siglo XIX- en la procesión rosariana por antonomasia. De hecho, cuando en su segunda mitad decrecen hasta desaparecer las salidas a diario, esta procesión se mantendrá en los días festivos, solemnidades y será esencial elemento de las Misiones.

La denominación de «Rosario de la aurora» comienza a hacerse popular ya en la segunda mitad del siglo XVIII y, sobre todo, en la siguiente centuria. No obstante, fue una denominación que se constata desde el principio sobre todo en los ambientes rurales. En este sentido, se documenta la existencia de congregaciones y hermandades tituladas de Nuestra Señora de la Aurora en varias localidades de la provincia ya en la primera mitad del XVIII y que son claramente instituciones dedicadas a la salida procesional del Rosario público en la madrugada. En la ciudad de Sevilla constatamos que el Rosario de la parroquia de Santa Marina tenía como titular a la imagen de Nuestra Señora de Aurora.

En la primera mitad del siglo XIX, tras el periodo crítico que se ha analizado, se observa un cierto renacimiento de los rosarios, pero con notoria precariedad y reservando su procesión para el mes de octubre, con ocasión de los cultos a la imagen titular, que, desplaza al Rosario en su importancia institucional. Poco a poco el Rosario quedará obsoleto con la procesión annual de la imagen, sobre todo el de Prima, adquiriendo novedad el de la Aurora en señalados momentos a lo largo del año, preferentemente en el mes de octubre.

La nueva cotidianidad de la ciudad, la pérdida comentada del universalismo religioso y el propio desgaste del uso hacían ya obsoleto el Rosario público a diario, tras el toque de oraciones. No son pocas las noticias recogidas sobre incidentes y abusos registrados en estos Rosario, que obligan a las autoridades eclesiásticas y municipales a tomar duras medidas para su control, llegando incluso a la supresión de procesiones.

En 1840 se producen graves desórdenes en el Rosario del convento de San Jacinto y el propio Ayuntamiento solicita a la Mitra la prohibición inmediata de todos los Rosarios que salen en Triana por los incidentes que preocupaban, entre ellos, el uso amenazante de navajas, peleas contínuas, expresiones deshonestas expresadas en alta voz, etc… con la particularidad complementaria de la presencia frecuente de jóvenes de corta edad, a los que se convencía llevasen las insignias. La Hermandad asume los hechos, pero hace firme prometimiento de no reincidir, afirmando que ha renovado totalmente su junta de gobierno, depurando antiguas responsabilidades y asegurando el orden de los rosarios que a partir de ahora salgan. El Arzobispado, tras nueva insistencia del municipio, ordena la supresión del Rosario.

Como queda dicho, el Rosario público, ya en la segunda mitad del siglo XIX, desaparece en su modalidad de Prima y la procesión de madrugada tiende a denominarse de Aurora y para momentos ocasionales, en días festivos. La devoción tiende a volver al ámbito templario en su dimensión oracional y estática, como ejercicio previo a las eucaristías vespertinas. Sigue siendo elemento importante en las Misiones tanto en este siglo como en el posterior en su procesión matutina que, progresivamente, se va dilatando hasta el amanecer, como ocurre en la actualidad en el ámbito de las hermandades.

Aspecto importante que ya se observa en la segunda mitad del siglo XIX es el acompañamiento de la imagen titular en la procesión del Rosario. En el caso de los de Prima suponen el último peldaño de la evolución de la comitiva hacia la Procesión autónoma de la Titular. En el de la Aurora constituye un realce del mismo, junto a la aparición de coros de campanilleros.

En la actualidad, los Rosarios públicos se circunscriben a las mañanas de las vísperas de las fiestas principales de hermandades, haciendo estación a alguna iglesia de la feligresía, siendo corriente ser acompañados por la imagen titular.

Fuente: Carlos José Romero Mensaque

VIDEO

Padre Nuestro Rosario Público

Salve Regina Rosario Público (4/10/2008)

Rosario de la Hermandad del Inmaculado de Torreblanca


Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES Formatos para Orar Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Tipos especiales de Rosario

Historia del Rosario de la Aurora

El Rosario de la Aurora se inició en Valencia el primer domingo de octubre del año 1886. Fueron los fundadores: don Vicente Ballester, pintor decorador, y don Gregorio Gea, fundador, también, del Patronato de la Juventud Obrera, y fue su primer Director el Ilmo. Sr. D. Ramón Peris Mencheta. Salió el primer rosario del templo de Nuestra Señora de los Desamparados, a las cinco de la madrugada, utilizando para ello una imagen prestada por el Marqués de Dos Aguas. En los primeros tiempos figuraban quince estandartes representando los quince misterios del Rosario.

…VER VIDEOS…

El día de la Inmaculada de este mismo año 1886, el insigne músico don Salvador Giner se incorporó con un grupo de voces del Patronato y varios músicos instrumentistas, cantando el Rosario y por ello se le nombró director honorario de la música del Rosario. Hoy día todavía se cantan algunas de las Ave-Marías, compuestas por dicho músico.

Durante estos años, esta devoción ha sufrido muchas vicisitudes. En 1931 y prohibirse por las calles toda manifestación religiosa, se recogió en la Catedral. Todos los domingos por sus naves daba su recorrido. Cuando el 21 de julio de 1936 asaltáronse las iglesias valencianas también esta Basílica sufrió tales atropellos. Allí desapareció todo este tesoro de devoción mariana.

Se reorganizó la Asociación tras el final de la Guerra.

Ya en 1940, se bendijo la nueva imagen en la Real Capilla de Nuestra Señora de los Desamparados y a hombros de sus devotos y Cofrades salía de nuevo por las calles de Valencia.

En octubre de 1986, con motivo del Primer Centenario del Rosario de la Aurora, su Santidad Juan Pablo II invocando la abundancia de las gracias divinas otorga de corazón la implorada Bendición Apostólica al Director Espiritual, al Presidente, Junta de Gobierno y Cofrades de la Cofradía del Rosario de la Aurora en Valencia.

 

EL ROSARIO DE LA AURORA

Existe una gran tradición en toda España del uso del Rosario de la Aurora, conservándose todavía viva y pujante en muchos lugares y son innumerables las Coplas que se cantan y de la que nos quedan letras y música no sólo impresas, sino también en diversas páginas de Internet.

Una aproximación al estudio de las coplas de estos Rosarios, junto a una recopilación de 246 de ellas es la obra de fray Diego de Valencina, aunque no cite la procedencia de las mismas.

Una de las localidades que con más interés cuidan del mantenimiento de esta tradición es, sin duda, la de Priego de Córdoba donde permanece muy activa la Hermandad de Nuestra Señora de la Aurora, con sede canónica en la pequeña, pero magnífica capilla propia y que desarrolla muchas actividades en pro de la investigación de las Coplas tradicionales, habiendo publicado ya dos libros recopilativos de la mano del cronista de la villa Manuel Peláez del Rosal y Jiménez Pedrajas y varios artículos en su revista «Aurora».

Todos los sábados, a media noche, los «auroros» realizan la ronda por las calles de la población. Estas son algunas de las Coplas:

A la Aurora venimos buscando
Que dicen que anda por este lugar,
Recogiendo rosas y jazmines
Para los hermanos que al Rosario van.
Devotos llegad:
A rezar el Rosario a la Aurora
Si el Reino del Cielo queréis alcanzar.
Los hermanos de la campanilla
Por calles y plazas salen a pedir.
No le temen al frío ni al agua,
Ni a la las malas noches que pasan por Ti.
Devotos, venid:
A rezar el Rosario a la Aurora
Si el Reino del Cielo queréis conseguir

En general, la provincia de Córdoba, conserva viva la riqueza de los cantos de aurora, especialmente las localidades de Benamejí, Castro del Río,Iznájar, Lucena, Luque, Montilla, Monturque y Rute, entre otras, amén de Priego.

En la provincia de Huelva, concretamente en Minas de Riotinto, se conservan las llamadas «esquilas» (instrumento fundamental y característico) o coplas que cantan un grupo de campanilleros del Rosario de la aurora pertenecientes a la Hermandad Sacramental de Nuestra Señora del Rosario, cuya memoria se remonta a 1883, aunque existía una anterior tradición rosariana tanto en la localidad como en Zalamea la Real. Suelen cantarse durante las madrugadas de la Novena de octubre. De las más de 70 composiciones, destacamos esta:

De Riotinto eres luz y gloria,
Virgen del Rosario, Estrella inmortal,
que alumbraste al pueblo minero
en horas de angustia con luces de paz.
¡No nos abandones, danos tu perdón,
que de nuevo sea tu Rosario
bálsamo y consuelo para el corazón!

Existe un disco compacto recopilatorio que distribuye la Hermandad. Agradezco los datos de esta Hermandad a María Teresa Cuellar y a la junta de gobierno de la corporación.

En la actualidad, la Virgen del Rosario es Patrona y Alcaldesa perpetua de Riotinto.

Pastor Cornejo ha investigado el fenómeno rosariano en Zalamea la Real, especialmente lo referido a las coplas de aurora, que goza de notable tradición.

Los orígenes de la devoción al Santo Rosario si sitúan documentalmente a comienzos del siglo XVII con la fundación de la Cofradía por la Orden de Predicadores:

«Se fundó el 17 de Mayo de 1605. Domingo de quasimodo por el P.F. Francisco Hurtado estando en esta villa con licencia del P.F. Juan Chacón, Prior del Convento de Santo Domingo de Aracena que la dio en 12 de Septiembre de 1604 y la fundó con toda solemnidad y requisitos señalando Altar e imagen….»

No se han encontrado documentación sobre la misma hasta el siglo XVIII en que consta la existencia de una congregación dedicada al rezo público del Santo Rosario por las madrugadas, creándose en 15 de febrero de 1719 un interesante «Patronato del Rosario por la calle» Concretamente son diez las propiedades sobre las que crea el patrimonio a fin de que sus rentas se inviertan en limosnas de misas a celebrar tras la recogida del Rosario de Madrugada o misas de alba.

Hoy en día se mantiene la tradición del Rosario de la Aurora y sus coplas, de las que ofrezco dos:

Con esta copla abro el recorrido/ que ofrezco cantando por mi salvación,/ para el día que deje esta vida/ comparta los frutos de la Redención./ Bendícenos, bendícenos/ y el camino que abrimos cantando/ que llene de gozo tu gran corazón.

De las ánimas oigo las voces/ con tristes lamentos decían así:/ no hay un alma que de mí se acuerde,/ ni las que heredaron el caudal de mí Podéis advertir, podéis advertir/ que es basura cuanto poseéis,/ aquí sí podéis caudal adquirir.

En Aracena, los grupos de campanilleros cantan coplas en las madrugadas de los domingos de octubre, previas al Rosario de la Aurora y el último domingo del mes se celebra misa de campanilleros en la iglesia prioral del Castillo. Estas son algunas de las coplas:

El Rosario de la madrugada
es una escalera de mucho valor,
que por ella subimos al cielo
a ver a María, a gozar de Dios.
El demonio en todo el infierno
se turba y espanta cuando oye cantar
el Rosario a la Reina Divina
y deja las almas bajo su piedad.
y el estribillo:
Cristianos venid, devotos llegad
a rezar el Rosario a María
porque será mucha vuestra utilidad. .

Datos sobre esta Hermandad han sido facilitado por Diego Pérez Diajara.

En Granada se conoce que estaban muy extendidas en la época moderna los Rosarios de mujeres o «mozas» así como en general los Rosarios de prima y madrugada, constatándose muchas corporaciones de la Aurora. Los rosarios y las hermandades han sido bien estudiadas por Miguel López-Guadalupe Muñoz.

En Jaén fueron promovidos por los dominicos en toda la provincia. Hay interesantes repertorios de coplas en poblaciones como Campillo de Arenas, Noalejo, Cambil o Mancha Real donde se llamaban «moniduras» a las «despiertas» de la aurora.

De Cádiz ya hemos referido las predicaciones de fray Pablo. De las dieciséis Compañías Espirituales que estableció, permanece plenamente activa la primera o Archicofradía de Nuestra Señora de la Palma Coronada. En la actualidad parecen reactivarse los denominados «Rosarios de antorchas» que procesionan a la antigua hora de prima, portando los cofrades antorchas o cirios. Agradezco los datos a Francisco Espinosa de los Monteros.

En Málaga existió una gran devoción al Rosario de aurora desde época muy temprana de la segunda mitad del XVII. Se tienen noticias de las que para entonces salían de las calles San Jacinto, Parras y, posteriormente, de la iglesia de la Merced. Al instalarse las monjas de la Aurora y Divina Providencia en la ribera del Guadalmedina en 1728, la devoción del rosario matutino se extendió de manera tan notable, que resultó relativamente fácil que los vecinos del Perchel, los procesionistas y adeptos a la devoción mariana, ayudarán de forma tal que el templo de la Aurora María —todo su exterior labrado en piedra— pudiera inaugurarse en el mes de enero de 1758. Sobre el Rosario en Málaga, son imprescindibles los trabajos de Rafael Retana Rejano.

En la provincia de Almería, Fondón, celebra la Fiesta del Despertar del Rosario de la Aurora en el tercer fin de semana de agosto. Igualmente es interesante los Rosarios de la Aurora en Fiñana, donde existe una Hermandad de la Virgen de la Aurora, surgida en el siglo XIX y fusionada con una Cofradía del Rosario, que ya existía afines del XVI. Otras poblaciones con tradición de Rosarios de aurora son Albanchez y Chirivel.

En Extremadura, la profesora Rosario Guerra Iglesias ha estudiado las coplas de aurora de la localidad de Piornal (Cáceres), a través de fuentes orales, publicando algunas de ellas en internet. Son célebres también las de Zarza Capilla (Badajoz), localidad muy preocupada por mantener esta tradición de los auroras, habiéndose creado allí un Museo monográfico sobre ellos.

En Albacete hay tradición de auroros en las localidades de Chinchilla, Pozocañada, Villar de Chinchilla, Peñas de San Pedro, Pozohondo y Bonete. En Peñas de San Pedro existe una cofradía desde el siglo XVII, donde en los siglos XIX y XX fue muy importante el Rosario de la Aurora, saliendo los auroros todas las madrugadas de los domingos. En la actualidad quedan poco hermanos y sólo se canta los sábados y domingos de octubre siguiendo un itinerario tradicional. Para acompañar las coplas utilizaban sobre todo las campanitas, aunque en la actualidad se añaden otros instrumentos. La Diputación ha editado un precioso trabajo sobre las Coplas de Pozo Cañada, con texto y grabación sonora.

En el Bajo Segura (Alicante y Cartagena- Murcia) también existe esta tradición, proveniente de la fundación de cofradías por la Orden de Predicadores en el siglo XVII. Los auroros de sus poblaciones cuentan con diversas características dignas de interés.

Desde hace varios años se celebran encuentros de auroros de la zona, que ha posibilitado una revitalización de la tradición.

La Fiesta de la Campanilla, que se daba en Sevilla o en El Viso del Acor (Sevilla) se desarrolla también en la localidad riojana de Cervera del Río y es mantenida actualmente la Cofradía de Santa Ana. La devoción se remonta al parecer al siglo XVI y hoy en día son unas 25 las «campanillas» o coplas antiguas que se cantan al son de estos instrumentos. La ronda comienza a las cinco de la mañana y dura hasta las siete.

En Navarra hay también una importante tradición del Rosario de la Aurora, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Las coplas eran acompañadas sólo por las campanillas. Tras atravesar grave crisis durante la segunda mitad del siglo XX, en la década de los setenta se recuperaron las letras y se grabaron las coplas por los pocos auroros que quedaban, favoreciéndose así su conservación y difusión, revitalizándose el uso, aunque ya con acompañamiento de instrumentos, merced también a las reuniones de auroros de varias localidades de la comunidad autónoma y a la asociación fundada en 1992.

En Aragón luce con esplendor el Rosario en Zaragoza en torno a la devoción universal a la Virgen del Pilar. Consta ya en 1756 la existencia de la Real Cofradía del Rosario de Nuestra Señora del Pilar en la Basílica que organizaba, por iniciativa de algunas devotas mujeres, un Rosario público en la capilla de la Virgen el 12 de octubre, saliendo posteriormente a la calle. Este Rosario de Aurora tuvo su máximo desarrollo merced a la figura carismática del dominico Fray Antonio Garcés, gran difusor del Rosario en toda España. Sin embargo, no se constituyó de manera canónica la Cofradía hasta 1887, desarrollando plenamente esta devoción que se pasó a la tarde.

Desde ese momento, con el patrocinio municipal, se pensó en plasmar en carrozas y faroles de cristal policromado todas las escenas de los Misterios del Rosario, lo que llevó a cabo el arquitecto Ricardo Magdalena, entregando los correspondientes dibujos alusivos a los Misterios y los que correspondían a los faroles de mano: padrenuestro, ave maría, gloria y letanía. En 1890 se expusieron todos los faroles y carrozas y se acordó su salida en un recorrido más extenso la noche del 13 de octubre. A esta procesión se la llama «Rosario de cristal». Estas carrozas iluminadas con luz interior pueden admirarse en exposición permanente en la sede de la Cofradía: la iglesia del Sagrado Corazón..

También en esta comunidad, Alberto Turón Lanuza ha recopilado coplas de los antiguos Rosarios de la Aurora, cuyas letras son similares a las de otros lugares, aunque otras parecen más originales. Bien significativa es esta: «El Rosario de la mañanita/ es para los pobres que no tienen pan,/que los ricos se están en la cama,/ tocando la tripa de hartos que están» y el estribillo: «Devotos, venid, cristianos llegad,/no dejéis lo que tanto aprovecha/por la perecita de no madrugar» Manuel Artigas Plou ha recopilado otras coplas en Blesa y localidades de la provincia de Teruel.

En Euskadi es famoso el Rosario de la Aurora que recorre muy de mañana las calles de Vitoria el 5 de agosto, festividad de la Virgen Blanca, portándose faroles iluminados de cada uno de los Misterios y que surge en 1895 a imitación del que se celebra en Zaragoza. El numero de faroles que integran esta Procesión es de 266, que se descompone así: 1 farol Cruz, 2 Columnas de la Fe, 15 Pater Noster, 150 Ave Marías, 15 Glorias Patri, 15 Misterios, 9 Kiries, 50 Invocaciones, 3 Agnus, 5 Salutaciones y una Salve.

También hay Rosario de faroles en Haro. Sobre el Rosario en La Rioja ha publicado muchas noticias Fermín Labarga García.

En Cataluña, la devoción del Rosario se celebraba sobre todo en el primer domingo de mayo, según el tratadista Serra y Boldú y existen coplas de los rosarios de aurora, aunque no he hallado documentación al respecto, en otras épocas del año: adviento, cuaresma y pascua.

En Madrid existió en los siglos XVIII y XIX una Hermandad del Rosario Cantado que estaba integrada por el coro infantil que cantaba todos los sábados por las calles de la feligresía de Santa María de la Almudena. En el siglo XIX la Hermandad cantaba una Salve ante la imagen de la Virgen en su festividad de noviembre.

En Castilla- La Mancha debe mencionarse a la Hermandad del Rosario de la Aurora de Agudo (Ciudad Real), cuyos orígenes, según Juan Cerrillo Mantilla, se remontan a fines del siglo XVI y todavía mantienen los cofrades el Rosario de la aurora a las cuatro de la mañana e incluso en determinadas fechas la misa de alba a su terminación. Posee asimismo un completísimo repertorio de coplas.

 

MUSEOS DEL SANTO ROSARIO

Hay dos pueblos en nuestra geografía que poseen un Museo del Santo Rosario, con colecciones estimables de rosarios donados por diversas personalidades y entidades eclesiásticas y civiles.

El primero radica en la villa de Aroche (Huelva) y fue fundado por la iniciativa de D. Paulino Díaz, que logró reunir más de 2000 rosarios, algunos ciertamente muy peculiares por el material con que han sido confeccionados o por la personalidad que los ha donado: papas, jefes de estado, obispos y arzobispos, hermandades y particulares. En la actualidad cuida de él D. Manuel Amigo, personaje entrañable del pueblo y guía turístico, que busca medios para conseguir un local más adecuado, pues el Museo sigue creciendo día a día.

Otro Museo se halla establecido en el municipio de Agudo (Ciudad Real) y es propiedad de D. Pedro Jiménez Mansilla, de parecidas características al anterior, aunque su colección sea por el momento sensiblemente inferior al de Aroche.

Existen asimismo dos Museos de Faroles monumentales del Rosario de la Aurora en Zaragoza (Rosario de Cristal) y Vitoria, donde se exponen los que salen en la festividad de la Virgen del Pilar y Virgen Blanca, respectivamente.

Igualmente en Zarza Capilla (Badajoz) se ha inaugurado recientemente el único museo dedicado monográficamente a los Auroros.

 

EL ROSARIO Y SUS HERMANDADES EN ANDALUCÍA Y OTRAS COMUNIDADES ESPAÑOLAS

En todas las comunidades autónomas hay una presencia importante del Rosario, como rezo o devoción a la imagen de esta advocación.

La devoción del Rosario en Granada comienza propiamente con la reconquista de la ciudad por los Reyes Católicos, fundándose una Cofradía a fines del siglo XV en la iglesia del convento dominicano, en la que es tradición ingresaron como hermanos los propios reyes. El magnífico retablo de la Virgen en la iglesia del cenobio es buena prueba del esplendor de esta Cofradía y su arraigo en la ciudad.

En 1927, se crea, como rama de la Archicofradía, una corporación penitencial. Esta rama de la Archicofradía evolucionó hacia los Misterios Dolorosos para encuadrarse de lleno en la Semana Santa, pasando a hacer su Estación de Penitencia la tarde-noche del Miércoles Santo. De conformidad con el Decreto del Arzobispo de Granada de 20 de Marzo de 1959, la corporación adquirió el titulo de Muy Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario.

En la provincia son muy numerosas las cofradías del Santo Rosario.

En Cádiz ya se ha comentado la inmensa labor de Fray Pablo. Este misionero fundó varias «compañías espirituales» del Santo Rosario en 1691 , siendo la primitiva la Archicofradía de Nuestra Señora de la Palma Coronada , hoy fusionada con la cofradía de penitencia del Cristo de la Misericordia desde 1968 y que reside en la iglesia de la Palma. Además, la Virgen del Rosario Coronada es la Patrona de la ciudad y goza de una enorme devoción desde el siglo XVI, en que fue fundada su Cofradía por personas de la «nación morena», primeramente en un hospital y luego en la denominada ermita del Rosario, de donde pasó ya en el siglo XVII al recién fundado convento dominico. Es Patrona de la ciudad desde 1867, aunque ya en el XVIII habían comenzado los trámites. Todos los años, en su festividad, sale de su santuario solemne Procesión por las calles de la ciudad.

En la provincia, por ejemplo, destaca Rota, donde la Virgen del Rosario es Alcaldesa perpetua y Patrona al menos desde 1653. De la Cofradía hay ya datos en 1671. El 7 de octubre de 2003 la imagen ha sido coronada canónicamente por el obispo de Jerez. Igualmente en San Fernando existe cofradía desde la segunda mitad del XVII, con una notable imagen.

Otro dato significativo es el de la población de Villaluenga del Rosario, que ostenta las cuentas en su escudo, al igual que Rota.

En Huelva, la villa de Aracena fue centro difusor de las Cofradías del Rosario desde el convento de Santo Domingo. Se constata la existencia de la corporación ya en 1581, gozando de gran devoción su bella imagen titular. Existe poca documentación, sin embargo, antiguas, pues sólo se conservan unas Reglas de 1863, ya bajo jurisdicción diocesana y un inventario de 1885. Hoy en día un grupo entusiasta de jóvenes revitaliza la corporación y cuida de su imagen titular, talla contemporánea de Castillo Lastrucci, que se venera en la parroquia de la Asunción, y que vino a sustituir a la que fue destruida en el convento de Santo Domingo en los sucesos de 1936.

En Higuera de la Sierra existe una capilla o ermita dedicada al Cristo del Rosario, construida en 1620 y que alberga un Crucificado, de reminiscencias góticas. No obstante, la advocación parece deberse, según el párroco, a una distorsión verbal de «Osario», pues la ermita se halla junto al antiguo cementerio. Se venera una imagen magnífica de Nuestra Señora del Rosario, atribuida a Hita del Castillo, en la parroquia, presidiendo un notable retablo barroco, y que tuvo cofradía.

En la provincia de Málaga tuvo una gran devoción la imagen de la Virgen del Rosario de Santo Domingo, en Antequera junto a su Cofradía.

En Córdoba existía la Primitiva Cofradía del Rosario en el real convento de San Pablo, centro propagador del asociacionismo rosariano hasta su generalización a fines del XVII con los Rosarios públicos, donde se multiplican las hermandades dedicadas al instituto público, al margen de la orden, como es el caso de la Hermandad de la Virgen del Socorro Coronada, muy bien estudiada por Aranda Doncel, como quedó reflejado en la primera parte. Se conserva la imagen titular de la cofradía dominica, coronada también canónicamente, existiendo en la misma iglesia de San Pablo una cofradía penitencial en que la Dolorosa lleva también el título rosariano.

Por último, en la provincia de Almería, Roquetas de Mar y Vélez Rubio tienen como Patrona a la Virgen del Rosario.

La devoción del Rosario en Ceuta tenía en el siglo XVIII dos focos: la Hermandad o Cofradía establecida en la Catedral y la denominada Esclavitud y Confraternidad del Santo Rosario de María Santísima del Consuelo, ésta última con sede en la capilla de los Remedios y surgida del ejercicio del Rosario público desde 1717 y que posteriormente fue erigida como Cofradía dominica. Tras algunas disensiones entre ambas, en 1759 el obispo José de la Cuesta Velarde, de acuerdo con la Orden, decidió refundir en la del Consuelo ambas entidades erigiéndose una única Cofradía del Rosario.

Sería imposible concretar detalles de cada una de las otras comunidades autónomas, por lo que me limitaré a un breve recorrido sintético.

En Extremadura es singular la advocación del Santo Cristo del Rosario en Zafra, imagen de gran devoción popular bajo la tutela dominica.

Galicia es la tierra natal de Fray Pedro de Santa María y Ulloa, el apóstol del Rosario. Concretamente en la aldea de Castrilión, de la parroquia de Santa María de Oís, nació en el año 1642. Era conocido popularmente como Pedro Manzanas, por el apellido de su madre. En toda esa zona se le tiene todavía una gran devoción, a pesar de que la Iglesia nunca ha autorizado ningún culto a este ejemplar religioso, que no llegó a ser beatificado. Hoy en día el municipio de Coirós (Coruña) celebra la llamada «Romería de fray Pedro Manzanas» los cuatro domingos de Pascua, los Domingos de fray Pedro, pero la procesión no se puede hacer con la imagen suya, sino con la de San Pedro Mártir, patrono del fraile. Tanto el párroco, José Manuel Iglesias, que prepara una tesis doctoral como diversos feligreses, como Ana López Pérez, se hallan inmersos en una recuperación de la memoria histórica de este fraile carismático.

Precisamente la Virgen del Rosario es la patrona de La Coruña. La imagen se venera en la iglesia del convento de Santo Domingo y goza desde el siglo XVI de gran devoción. Fue coronada canónicamente en 1960 por el Cardenal Quiroga Palacios, arzobispo de Santiago, que actuaba como legado de Juan XXIII.

En Santiago de Compostela pervive todavía la Cofradía del Rosario en una capilla propia de la iglesia del antiguo cenobio de Santo Domingo de Bonaval (hoy Museo do Pobo Galego). Su trayectoria histórica ha sido muy bien estudiada por la profesora María de los Ángeles Novoa Gómez, que afirma su existencia ya a finales del siglo XV. Su instituto es el usual de estas corporaciones, pero celebraban el día grande de su Patrona en la Octava del Corpus, con víspera en que llevaban la imagen al monasterio de San Pelayo, desde donde salía al día siguiente en procesión atravesando incluso la Catedral de regreso a Santo Domingo. Desde 1581 realiza la denominada «procesión de la Soledad» en la tarde del Viernes Santo por las calles de Santiago, a la que se añadía en el siglo XVII la ceremonia del Descendimiento y procesión del amanecer el día de Pascua.

Quizá por la fiesta antes comentada, el monasterio de San Pelayo de Antealtares desarrolló una gran devoción popular al Rosario, conservándose una imagen muy carismática en su iglesia. Sería el contraste entre la religión oficial de la Cofradía y la más popular, todavía no bien estudiada.

En la Catedral de Madrid radica la Real Esclavitud y Santo Rosario de Nuestra Señora de la Almudena, Patrona de Madrid y que es fruto de la fusión de dos antiguas hermandades, la propiamente dedicada al culto a la Virgen que data del siglo XVII y la del Santo Rosario Cantado que se funda en 1741.

En Castilla y León tiene lugar en muchas localidades Rosarios penitenciales o «de dolor» en los días de la Semana Santa, donde los cofrades acompañan alguna imagen sagrada como son los casos de Palencia, Segovia o Medina del Campo.

En Euskadi la devoción del Rosario ha sido también importante. Hoy en día puede nombrarse la antigua Cofradía del Monasterio de Santo Domingo de San Sebastián, que cuenta con más de mil cofrades de varias diócesis y edita la revista «Engarces».

En una variante distinta, son muy conocidas la «Fiesta de los Errebombillos» de Elorrio (Bizkaia) que tienen su origen en la conmemoración de la Batalla de Lepanto y se celebra el primer domingo de octubre e incluye Procesión de la Virgen del Rosario.

En Torrent (Valencia) la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario fue establecida en la parroquia en 1606. fue canónicamente erigida el 3 de octubre de 1621 por los Padres Dominicos, que eran quienes ostentaban la titularidad de la cofradía. Ya en el s.XVIII se tiene constancia de la celebración de la procesión general el primer domingo de mayo, precedida por una Misa que solía predicar un franciscano.

VIDEO

De Rosario de la Aurora de Monte-Sión

Rosario de la Aurora; Consolación en San Pablo.

De Rosario de la Aurora de la Nazarena de Priego 2008

Rosario de la Aurora Desamparados.


Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Foros de la Virgen María Sobre el Rosario

La estructura del Santo Rosario

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos.
Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen.
El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota.
En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa…
…CONTIENE VIDEOS…

Ordena el toque de campanas y una procesión.
Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano.

Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla).

Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

¿CÓMO SE REZA EL ROSARIO?

El Santo Rosario es un conjunto de Avemarías, Padrenuestros y Glorias que se rezan en honor de la Virgen María y que van acompañados de meditaciones de los principales misterios de nuestra fe.

Por cada misterio se rezan:
– 1 Padrenuestro
– 10 Avemarías
– 1 Gloria

Se llama Rosario, pues las oraciones entrelazadas con las meditaciones de los misterios, forman una «corona de rosas» que se ofrece a Nuestra Santísima Madre.

Está formado por:

PERSIGNARSE: Por la señal de la santa Cruz †, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro †. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo †.

A. Acto de contrición.

Existen distintos modos de comenzar a rezarlo, muchos empiezan por la cruz, rezando el Credo, luego el Padrenuestro, los tres Avemarías y el Gloria, continuando con los cinco misterios que le correspondan al día.

B. 5 misterios.

C. Oraciones por las Intenciones del Papa:
1 Padrenuestro
3 Avemarías
1 Gloria.

D. Salve

Otros comienzan Directamente por el Primer Misterio, siguiendo consecutivamente así hasta llegar al quinto, y culminan con el Padrenuestro, los tres Avemarías, el Gloria y finalizan con el Salve.(como lo grafiqué anteriormente)

En la finalización de cada misterio se puede agregar alguna jaculatoria, y bien al terminar el Rosario pueden rezarse las Letanías Lauretanas.

Cada Misterio está compuesto por un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria.
En el mismo meditamos algún momento de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, de La Virgen María o del Espíritu Santo

Ya iremos analizando los distintos modos de hacerlo pero, creo que es importante tener un esquema, sobre el que posteriormente se puede variar, incluso de acuerdo a cada región son distintos las costumbres y modos.

 

CUALES SON LOS MISTERIOS

Misterios Gozosos (Se rezan los lunes y los sábados)

1. La Encarnación del Hijo de Dios (Lucas 1:26-38).
2. La Visitación de Nuestra Señora a su prima Santa Isabel (Lucas 1:39-53).
3. El Nacimiento del Hijo de Dios en Belén (Lucas 2:6-19).
4. La Purificación de Nuestra Señora (Lucas 2:22-40).
5. El Niño perdido y hallado en el Templo (Lucas 2:41-52).

Misterios Dolorosos (Se rezan los martes y los viernes)

1. La Oración del Huerto (Mateo 26:36-41).
2. La Flagelación del Señor (Juan 18:36-38; 19:1).
3. La Coronación de espinas (Marcos 15:14-17; Mateo 27:24-30).
4. La Cruz a cuestas (Juan 19:17; Lucas 9:23).
5. Jesús muere en la Cruz (Juan 19:25-30).

Misterios Gloriosos (Se rezan los miércoles y los domingos)

1. La Resurrección del Señor (Marcos 16:6-8).
2. La Ascensión del Señor (Mateo 28:18-20; Hechos 1:9-11).
3. La Venida del Espíritu Santo (Hechos 2:1-4).
4. La Asunción de Nuestra Señora (Cantar 2:3-6,10).
5. La Coronación de María Santísima (Cantar 6:10; Lucas 1:51-54).

Misterios Luminosos (Se rezan los jueves)

1. El Bautismo de Jesús en el Jordán 2 Co 5, 21; . Mt 3, 17.
2. Las bodas de Caná; Jn 2, 1-12.
3. El anuncio del Reino de Dios Mc 1, 15; Mc 2. 3-13; Lc 47-48.
4. La Transfiguración; Lc 9, 35.
5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio Pascual.
Jn13, 1.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Misterios del Santo Rosario Sobre el Rosario

El Rosario siguiendo los pasos del Evangelio

Oración evangélica centrada en el misterio de la encarnación redentora, el rosario tiene una orientacion netamente cristológica. La repetición del Ave María constituye la trama sobre la que desarrolla la contemplación de los misterios de la vida del Señor vistos a través del corazón de la que estuvo más próxima al Señor. (Pablo VI. Marialis cultus. 2 de febrero de 1974)

Hay una forma de oración que quisiera recordar y subrayar en este momento: la oración de contemplación de los misterios del rosario, esta «escala para elevarse al cielo» compendio de oración mental y oración vocal que son «las dos alas que el rosario de María ofrece a las almas cristianas». Es una forma de oración que el mismo papa practica con asiduidad y a la cual os invita a uniros. (Juan Pablo II. Homilía del 29 de abril de 1979

 

INTRODUCCIÓN

El rosario es un medio privilegiado que nos propone la Iglesia para iniciarnos en la escuela de Nuestra Señora, con el fin de enseñarnos, con su ejemplo y bajo su dirección, a contemplar los diversos aspectos del misterio de la encarnación redentora. ¿Quién, mejor que ella, podría dárnoslo a conocer, puesto que «guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón»? ( Lc 2, 19)

Desde el primer instante en que apareció esta forma de devoción a la Santísima Virgen en la Iglesia, se han propuesto y utilizado muchas maneras de rezar el rosario, cada una de ellas con sus ventajas e inconvenientes. Entre ellas, el método llamado de las «cláusulas» merece una estima especial, pues posibilita una meditación más profunda de cada uno de los grandes misterios de nuestra salvación. No solamente los evoca paso a paso, como los demás métodos, dirigiendo a cada uno de ellos una mirada de conjunto, que constituye la esencia misma del rosario; sino que además, acentúa las características de los principales episodios y sus diversos aspectos.

Tiene este método también la ventaja de evitar la alternancia entre la alabanza propia de la primera parte del Ave María, y la súplica de la segunda que, a la larga, corre el riesgo de ser un poco monótona. Tanto más cuanto que esta segunda parte fue añadida posteriormente por la Iglesia a la primera, la única que está tomada del evangelio. Su introducción generalizada en el rosario a partir del siglo XVI modificó sensiblemente su significado fundamental, confiriéndole sobre todo un carácter de oración de súplica, siendo en su origen preferentemente una oración contemplativa de alabanza.

El método llamado de las cláusulas apareció por vez primera en la región de Tréveris a comienzo del siglo XV, por influencia del cartujo, Domingo de Prusia. En los países de lengua alemana se ha mantenido en uso hasta nuestros días. Es un motivo de gozo comprobar como en Francia está ganando muchos adeptos. La obra excelente del P. Joseph Eyquem, O.P. Hoy, el Rosario ha contribuido en gran manera a esta renovación.

El autor, después de una amplia exposición sobre la doctrina de la encarnación redentora y de valiosas reflexiones teológicas sobre la naturaleza de la verdadera devoción mariana, propone tres series completas de breves cláusulas: la primera serie basada en el relato evangélico; la segunda, en los escritos de los apóstoles, y la tercera, en la repercusión que deben tener los misterios en nuestra vida diaria. Estos tres formularios son excelentes y muchos fieles sacan un inapreciable provecho espíritual.

La experiencia nos ha demostrado que muchas personas preferirían utilizar cláusulas más desarrolladas, cuya ventaja seria asemejarse a una conversación familiar con Nuestra Señora. Tal es el origen de las que os proponemos en estas paginas. Su extensión no sobrepasa la de la segunda parte del Ave María (cuyo lugar ocupan) por lo que la duración de la recitación del rosario es aproximadamente la misma. Además siguen rigurosamente el orden cronológico del desarrollo de cada uno de los misterios, lo cual ayuda en gran medida a grabarse en la memoria. En fin, hemos introducido algunos episodios que aunque no constan explícitamente en el texto evangélico, forman parte de una tradición comúnmente admitida por la Iglesia y apreciada por la piedad de los fieles, tales como: la triple caída de Jesús en el camino del Calvario, su encuentro con su Madre y con la Verónica, su primera aparición a Nuestra Señora después de la resurreción, etc. En cuanto al hecho de poner la última cena al principio de los misterios dolorosos, no constituye una innovación. En realidad, la institución de la eucaristía es verdaderamente el primer acto de la pasión. Cristo, al hacer presente de forma anticipada toda la realidad del sacrificio que debía llevar a cabo al día siguiente, se comprometía de manera irrevocable a sufrir y a morir por nuestra salvación.

Con un poco de práctica se llega rápidamente a utilizar este método sin la ayuda del texto escrito. El pequeño esfuerzo de memoria exigido para acordarse del encadenamiento de las cláusulas, facilitado, como queda dicho, por la adopción del orden cronológico, ayuda a fijar la atención, evita muchas distracciones y hace esta forma de oración más viva, más atrayente y más fructuosa .

 

USO DEL MÉTODO DE LAS CLÁUSULAS

Al comienzo de cada decena: Padre nuestro…
Después, las diez Dios te salve, María, de las que se dice solamente la primera parte, añadiendo cada vez la cláusula sugerida. Quede claro que cada uno es libre de modificar el contenido o la forma de estas cláusulas según sus propios gustos o su inspiración personal.

Después de la décima cláusula es cuando se añade: Santa Maria, Madre de Dios,… pero de la forma indicada, que evoca el «fruto» del misterio.
Por fin se termina con el Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo…, en la forma tradicional, o utilizando la fórmula bíblica (Apoc:)
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Al Dios que era, y es, y ha de venir. Por los siglos de los siglos. Amén.

 

OTRAS FORMAS DE UTILIZACIÓN

1. Algunos fieles, aunque utilizan las cláusulas desarrolladas, prefieren, sin embargo, añadir la segunda parte del Ave María después de cada una de ellas. Costumbre muy laudable, aunque la recitación del rosario se ve notablemente alargada y el restablecimiento de la alternancia regular entre la alabanza y la súplica corre el riesgo de disminuir el carácter puramente contemplativo de la oración. Dicho de otra manera, se trata más bien de un rosario «meditado» al estilo clásico, utilizando simplemente las cláusulas para formular los diversos aspectos de los misterios.

2. El añadir la segunda parte del Ave María es sin duda indispensable si el rosario se recita con la intención de ganar la indulgencia plenaria. Pero conviene tener presente que, en lo sucesivo, no se puede ganar sino en condiciones muy estrictas determinadas por la constitución apostólica Indulgentiarum doctrina del 1 de enero de 1967. Por el contrario, el método tal como aquí se propone permite ganar ciertamente indulgencias parciales concedidas al uso y recitación del rosario.

3. En la recitación comunitaria será conveniente invertir la forma habitual de rezarlo diciendo la asamblea el Dios te salve, María y solo el animador, la cláusula. Pero ha de tenerse muy en cuenta lo delicado que es modificar la costumbre adquirida y procurar no herir las sensibilidades; pues lo esencial sigue siendo evidentemente favorecer la oración y la devoción a la Santísima Virgen.

 

MISTERIOS GOZOSOS

LA ANUNCIACIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, Maria… de tu vientre, Jesús.

1- Tú, a quien el ángel Gabriel, enviado por Dios, saludó de manera tan admirable en tu casa de Nazaret.
2- Tú, que te turbaste, en tu humildad, y te preguntabas qué podia significar ese saludo.
3- Tú, turbada por el ángel cuando te anunciaba que Dios te había elegido para ser la Madre del Mesías.
4- Tú, a quien el ángel recordó que el Mesías, descendiente de David, debía reinar eternamente en la casa de Jacob.
5- Tú, que preguntaste prudentemente: «Cómo será, puesto que soy virgen?».
6- Tú, a quien el ángel respondió: «El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra.»
7- Tú, a quien el ángel reveló la maravilla de las maravillas, desvelándote que el Niño que iba a nacer de ti seria el propio Hijo de Dios.
8- Tú, a quien el ángel dio como garantía de su palabra la futura y milagrosa maternidad de tu prima Isabel.
9- Tú, que diste pleno consentimiento al designio del Señor diciendo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
10- Este Jesús que, al instante, en un acto de obediencia al Padre, tomó carne en tu seno virginal.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una obediencia pronta y alegre a todos los deseos (o mandatos) del Señor, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre..

LA VISITACIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, cuyo Espíritu te inspiró acudir con prontitud a visitar a tu prima Isabel, para felicitarla y asistirla.
2- Jesús, todavía tan leve en tu seno mientras que tú subías, alegre y presurosa, las colinas de Judea.
3- Jesús, cuya presencia oculta hizo saltar de alegría a san Juan Bautista en el vientre de su madre.
4- Jesús, cuyo Espíritu desveló tan cabalmente a Isabel el significado del regocijo con que te saludó como Madre de su Señor.
5- Jesús, cuyo Espíritu inspiró las felicitaciones afectuosas que ella te dirigió.
6- Jesús, bajo cuya inspiración diste curso libre a tu alegría diciendo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador».
7- Jesús, quien, por su oculta presencia, santificó los últimos meses de la espera de Isabel y el nacimiento del Precursor.
8- Jesús, verdadera luz del mundo y Sol de Justicia, cuyo Precursor saludó Zacarías en su propio hijo recién nacido.
9- Jesús, a quien llevaste en tu seno, como un tesoro escondido, mientras meditabas en los maravillosos acontecimientos que acababas de vivir.
10- Jesús, a quien san José mereció servir como padre aquí abajo por su humilde obediencia al ángel, que le decía que te tomara por esposa.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una caridad más comprometida con el prójimo, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

EL NACIMIENTO
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, a quien llevaste durante seis meses más con tanto amor, plenamente feliz de sentirle desarrollarse en ti.
2- Jesús, quien debía nacer en Belén, a donde te condujo providencialmente el edicto de César Augusto.
3- Jesús, a quien las circunstancias te obligaron a darlo a luz en un pobre establo, siendo el Creador del mundo.
4- Jesús, a quien recibiste con más amor y ternura, alegría, admiración agradecimiento con que ninguna madre haya recibido nunca a su hijo.
5- Jesús, a quien envolviste en pañales y acostaste en un pesebre, adorándole como Hijo de Dios.
6- Jesús, a quien le presentaste a san José para adorarle a la vez que le confiaste a su ternura paterna.
7- Jesús, cuyo nacimiento saludaron los ángeles con el canto de los ángeles: «Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor».
8- Jesús, a quien presentaste a los pastores para que le adorasen, aceptando sus humildes ofrendas.
9- Jesús, anunciado por una estrella y a quien presentaste para que los magos le adorasen, aceptando sus regalos llenos de misterio.
10- Jesús, de quien se decían cosas maravillosas que conservabas celosamente y meditabas sin cesar en tu corazón.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos de tu Hijo la gracia de un verdadero y sincero desapego de los bienes terrenos, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

LA PRESENTACION
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, de quien, con el corazón inmensamente estremecido, viste correr, por primera vez a los ocho días de nacer, su sangre redentora.
2- Jesús, a quien diste ese mismo dia, segun la orden divina transmitida por el ángel, el nombre bendito que significa «Yahvéh Salvador».
3- Jesús, a quien, treinta días más tarde, joven madre radiante de felicidad y nobleza, llevaste al templo de Jerusalén.
4- Jesús, a quien, con la alegria y simplicidad de tu corazón, ofreciste a su Padre presintiendo que sería un día el Cordero del sacrificio.
5- Jesús, a quien seguiste en el camino de la humildad y de la obediencia, sometiéndote tú misma al rito de la purificación.
6- Jesús, a quien pusiste en los brazos del anciano Simeón, que acudió al Templo por inspiración del Espíritu Santo.
7- Jesús, a quien Simeón recibió con tanta alegría exclamando: «Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz».
8- Jesús, en quien Simeón saludó la luz de las naciones y la gloria de su pueblo Israel.
9 Jesús, de quien Simeón te predijo que un día, por su causa, una espada de dolor te traspasaría el alma.
10- Jesús, de quien la profetisa Ana decía igualmente cosas maravillosas que guardabas en tu corazón.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una perfecta pureza de cuerpo, de espíritu y de corazón, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL TEMPLO
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, con quien tuviste que huir a Egipto para librarle de la cruel envidia de Herodes.
2- Jesús, que aprendió a caminar y a hablar en tierra de exilio, hijo feliz a quien cuidaba una madre tan distinguida.
3- Jesús, a quien, siguiendo el mandato del ángel, llevaste de nuevo a Nazaret, donde continuó creciendo en edad y sabiduría.
4- Jesús, de doce años, a quien llevaste por primera vez en peregrinación a Jerusalén, radiante de alegría él, y tú feliz con su contento.
5- Jesús, con quien oraste en comunión perfecta durante aquella Pascua que presagiaba para él otra, todavía lejana.
6- Jesús, a quien buscaste durante tres días, con lágrimas y angustia.
7 Jesús, a quien encontraste con tanta alegría en medio de los doctores de la Ley, admirados por la sabiduría de sus respuestas.
8- Jesús, quien te hizo comprender que su misión le exigía dedicarse ante todo a las cosas de su Padre.
9- Jesús, vuelto a Nazaret contigo, donde se te mantuvo sumiso con una intimidad de alma más profunda según crecía en edad.
10- Jesús, que en el día de las bodas de Caná a ruego tuyo hizo su primer milagro, revelándonos así tu maternal omnipotencia suplicante.
Santa María, Madre de Dios, alcánzanos el gustar la vida humilde y escondida, únicamente dedicada a la gloria de Dios, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

 

MISTERIOS DOLOROSOS

INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, que envió a dos de sus discípulos preferidos, Pedro y Juan, para preparar el banquete pascual.
2- Jesús, que celebró con tanto fervor, con sus discípulos, la última Pascua del Antiguo Testamento.
3- Jesús,, que en el transcurso de la cena, les dio admirables enseñanzas sobre la vida íntima de Dios y sobre la práctica de la caridad fraterna.
4- Jesús, que confirmó sus enseñanzas con una extraordinaria lección de humildad y de caridad lavándoles él mismo los pies.
5- Jesús, quien al decirles: «Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre» les dio el sacramento de su presencia real, gracias a la cual no cesa de estar entre nosotros.
6- Jesús, que al decirles: «Tomad y comed, tomad y bebed» les dio el sacramento de su amor, la comunión en su Cuerpo y en su Sangre.
7- Jesús, que al instituir el sacrificio eucarístico, se dio a nosotros como la única y perfecta víctima de adoración y de expiación.
8- Jesús, que instituyó el sacramento del orden e hizo de sus Apóstoles los primeros sacerdotes de la Nueva Alianza diciéndoles: «Haced esto en memoria mía».
9- Jesús, que después de esta primera eucaristía y esta primera ordenación, elevó a su Padre la más hermosa acción de gracias, su oración sacerdotal.
10- Jesús, que precedió a los suyos para consumar de forma cruenta el sacrificio que acababa de instituir de forma sacramental.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos participar siempre con mayor fervor y amor en el misterio de la Eucaristía, y ruega por nosotros, pecadores…
Gloria al Padre…

LA ORACIÓN EN EL HUERTO
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, que comenzó a temblar de horror y de angustia cuando iba de camino a Getsemaní.
2- Jesús, que eligió a sus tres apóstoles preferidos, Pedro,Santiago y Juan, para ser los únicos testigos de su agonía.
3- Jesús, que al entrar en agonía oró diciendo: «Padre, si es posible, que se aleje de mí este cáliz».
4- Jesús, que al acercarse a sus Apóstoles para buscar en ellos un poco de consuelo, acrecentó su dolor el encontrarles dormidos.
5- Jesús, que oró con más insistencia: «Abba, Padre; todo te es posible, aparta de mí este cáliz».
6- Jesús abrumado de angustia y de dolor hasta el punto de sudar gotas de sangre.
7- Jesús, tan exhausto de fuerzas humanas que su Padre le envió un ángel para confortarle.
8- Jesús, que, al orar por tercera vez, aceptó plenamente salvarnos por su pasión diciendo: «Padre, no se haga lo que yo quiero, sino lo que quieres tú».
9- Jesús, que, para ofrecer a Judas una última posibilidad de salvación, aceptó recibir el beso de la traición.
10- Jesús, que, después de haber dado una última prueba de su poder, se dejó arrestar y presenció cómo le abandonaban todos sus apóstoles.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de un profundo y sincero arrepentimiento de nuestros pecados, y ruega por nosotros, pecadores…
Gloria al Padre…

LA CONDENA A MUERTE
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús conducido al tribunal de Caifás, ante el cual afirmó solemnemente que él era «el Mesías, el Hijo de Dios».
2- Jesús que, por haber dicho esas palabras, fue insultado, abofeteado y condenado a muerte por los jefes de los sacerdotes y el Sanedrín.
3- Jesús conducido al tribunal de Pilato, ante quien no temió afirmar: «Tú lo dices, soy Rey; pero mi reino no es de este mundo».
4- Jesús, a quien Pilato, demasiado débil, remitió a Herodes después de reconocer su inocencia .
5- Jesús, que al negarse a hacer milagros para satisfacer la curiosidad de Herodes, fue tratado de loco y enviado de nuevo a Pilato.
6- Jesús, cuya muerte los judíos persistían en reclamar, mientras pedían la absolución de Barrabás.
7- Jesús, a quien Pilato, con una nueva claudicación más odiosa, hizo flagelar de manera inicua e inhumana para apaciguar a los judíos.
8- Jesús, coronado de espinas en una parodia de investidura real, cruel y sacrílega, pero profética.
9- Jesús, presentado por Pilato a los judíos diciendo: «Este es el hombre», repondiéndole los judíos: «Crucifícalo».
10- Jesús, inocente, a quien Pilato, en un acto supremo de debilidad, condenó a muerte por temor a perder el favor del emperador.

Santa María, Madre de Dios, pide se nos conceda la gracia de mantener siempre firmemente las exigencias de la verdad, cualesquiera que sean los juicios de los hombres, y ruega por nosotros, pecadores.
Gloría al Padre…

CAMINO DEL CALVARIO
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, cargado con el peso insoportable de la cruz, el instrumento de suplicio reservado a los esclavos.
2 Jesús, incorporado después de una primera caída, a pesar de los golpes e injurias, para seguir el camino del Calvario.
3- Jesús, desgarrado de dolor en su corazón al encontrarte llorando en su camino.
4- Jesús, dolorido y humillado, cuya sola vista le causó tan cruel quebranto a tu corazón materno.
5- Jesús, tan agotado que los soldados tuvieron que requerir de Simón el Cireneo ayuda para llevar su cruz.
6- Jesús, con quien una santa mujer tuvo tal gesto de piedad compasiva, que fue maravillosamente recompensado.
7- Jesús, que después de una segunda caída siguió subiendo hacia el Calvario por el inmenso deseo de salvamos.
8- Jesús, que en medio de tantos dolores tuvo el coraje de consolar a las mujeres de Jerusalén y exhortarlas a la penitencia.
9- Jesús, que abatido cae por tercera vez al llegar a la cima del Calvario, tan exhausto de fuerzas que no pudo levantarse.
10- Jesús, despojado brutalmente de sus vestiduras y mostrándose así como la víctima dispuesta a dejarse inmolar.

Santa María, madre de Dios, alcánzanos la gracia de soportar con paciencia generosa todos nuestros sufrimientos y pruebas, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

LA MUERTE EN LA CRUZ
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, cuyas manos, a costa de un sufrimiento atroz, fueron clavadas en la cruz.
2- Jesús, elevado en alto y con sus pies clavados al madero.
3- Jesús, que en medio de tan crueles dolores oró por sus verdugos: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen».
4- Jesús, que nos confió a todos a tu ternura maternal al mismo tiempo que a san Juan, de quien te dijo: «Mujer, he ahí a tu hijo».
5- Jesús, que se dirigía a cada uno de nosotros cuando decía de ti a san Juan: «He ahí a tu Madre».
6- Jesús, que respondio a la humilde súplica del buen ladrón: «Hoy mismo estarás conmigo en el paraíso».
7- Jesús, que, en el colmo de su desolación, se dirigió a su Padre: «Dios mío, ¿por qué me has abandonado?».
8- Jesús, que consumó su sacrificio en un acto supremo de caridad gritando: «Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu».
9- Jesús, cuyo Corazón fue traspasado por la lanza y cuyo cuerpo fue bajado de la cruz y puesto en tus brazos.
10 Jesús, a quien las santas mujeres y los pocos discípulos que permanecían fieles te ayudaron a depositar en la tumba.

Santa María, Madre de Dios, ruega para que se logre la conversión de todos los pecadores y la salvación de todos tus hijos, y también ruega por nosotros, pecadores …
Gloria al Padre…

 

MISTERIOS GLORIOSOS

LA RESURRECCIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, salido de la tumba vivo y glorioso en la mañana del tercer día.
2- Jesús, que movido por su amor filial quiso revelarte, a ti la primera, el triunfo de su resurrección.
3 Jesús, que quiso recompensar el amor de Magdalena haciéndola la mensajera de la alegría pascual para los Apóstoles.
4- Jesús, que se apareció a las santas mujeres que le habían seguido tan amorosamente hasta el Calvario y hasta la tumba.
5- Jesús, aparecido a san Pedro para perdonarle su triple negación y confirmarle en su cargo de jefe de los Apóstoles.
6- Jesús, aparecido a los discípulos de Emaús para descubrirles, mediante las Escrituras, la necesidad del sufrimiento redentor.
7- Jesús, aparecido a los diez apóstoles reunidos en el Cenáculo, la tarde de Pascua, para hacer de ellos testigos oficiales de su resurreción.
8- Jesús, aparecido ocho días más tarde a los once para mostrar sus llagas a santo Tomás, que exclamó: «Señor mío y Dios mío».
9- Jesús, aparecido misteriosamente a los apóstoles a la orilla del lago de Genesaret, cuando la segunda pesca milagrosa.
10- Jesús, que para confirmar nuestra certeza de su triunfo sobre la muerte se manifestó a más de quinientos de sus discípulos.

Santa María, Madre de Dios, fortalece nuestra fe en el misterio de la resurreción, fundamento de nuestro credo, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

LA ASCENSIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, que quiso manifestarse una vez más a sus discípulos reunidos, antes de sustraerse definitivamente a sus miradas.
2- Jesús, que comenzó por reprocharles su tardanza en creer en el testimonio de los que le habían visto resucitado.
3- Jesús, que rehusó satisfacer su curiosidad sobre la fecha de su última venida.
4- Jesús, que tuvo con ellos una última comida para darles una prueba más de la realidad física de su resurrección.
5- Jesús, que les mandó: «Id y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
6- Jesús, que les prometió confirmar con milagros y prodigios la verdad de su testimonio.
7- Jesús, que quiso confortar sus ánimos diciéndoles: «He aquí que estoy con vosotros hasta el fin del mundo».
8- Jesús, que les bendijo por última vez antes de elevarse al cielo y desaparecer en la nube.
9- Jesús, cuya vuelta gloriosa en el último día como juez soberano de vivos y muertos, fue anunciada por dos ángeles.
10- Jesús, cuyos Apóstoles volvieron a Jerusalén llenos de alegría, a pesar de la pena de la separación, por el pensamiento de la gloria en la que acababa de entrar.

Santa María Madre de Dios, fortalece nuestra esperanza en los bienes futuros que Cristo fue a prepararnos, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

PENTECOSTÉS
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1 Jesús, encargándote esperar la venida del Espíritu Santo en oración con los apóstoles.
2- Jesús, cuyo Espíritu sopló sobre ti en un viento impetuoso.
3- Jesús, cuyo Espíritu te había hecho antaño Madre de Dios, hizo de ti igualmente la Madre de la Iglesia.
4- Jesús, cuyo Espíritu ha venido a ser desde el día de Pentecostés el alma de la Iglesia naciente.
5- Jesús, cuyo Espíritu te llenó, a ti y a los apóstoles, de piedad y de temor de Dios.
6- Jesús, cuyo Espíritu te llenó, a ti y a los Apóstoles, de fortaleza y de ciencia.
7- Jesús, cuyo Espíritu te llenó, a ti y a los apóstoles, de prudencia y de consejo.
8- Jesús, cuyo Espíritu te llenó, a ti y a los apóstoles, de inteligencia y de sabiduría.
9- Jesús, cuyo Espíritu llenó a los apóstoles de tanta confianza en el Nombre divino para anunciar la Buena Noticia.
10- Jesús, cuyo Espíritu, en solo ese día de Pentecostés, convirtió a tres mil hombres por la predicación de los apóstoles.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la sobreabundancia de esa caridad que el Espíritu ha derramado en nuestros corazones, y ruega por nosotros, pecadores…
Gloria al Padre…

LA ASUNCIÓN
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.

1- Jesús, cuya presencia guardaste admirablemente en tu corazón, mientras vivías bajo la protección filial de san Juan.
2- Jesús, con quien llevaste una vida de intimidad cada vez más profunda durante estos largos años de espera.
3- Jesús, cuya venida deseaste con un ardor siempre creciente.
4- Jesús, a cuyas manos, cuando te llegó la hora, encomendaste tu alma con el confiado abandono del más perfecto de los actos de caridad.
5- Jesús, que en un instante, en una visión que no ha sido sobrepasada sino por la suya propia, te desveló el esplendor infinito de su gloria divina.
6- Jesús, que, en la misma visión, te reveló el esplendor incomparable de tu propia santidad.
7 Jesús, que quiso devolverte tu cuerpo, a fin de asociarte más plenamente a los misterios de su resurrección y de su ascensión.
8- Jesús, que te ha colocado para siempre en la irradiación íntima de su humanidad divinamente glorificada.
9- Jesús, que te ha conservado hasta en el cielo esa autoridad materna que hace de ti la «Todopoderosa suplicante».
10- Jesús, cuyo Cuerpo místico continúa siendo objeto de tu vigilante y maternal solicitud.

Santa María, Madre de Dios, alcánzanos la gracia de una muerte santa que corone toda una vida dedicada al servicio de Dios, y ruega por nosotros, pecadores…
Gloria al Padre…

LA CORONACIÓN DE NUESTRA SEÑORA
Padre nuestro. Dios te salve, María… de tu vientre, Jesús.
Jesús que te coronó como…

1- Reina de los ángeles, cuya dignidad de Madre de Dios te coloca infinitamente por encima de todas las jerarquías celestes.
2- Reina de los patriarcas, porque siendo la Madre del Redentor, eres igualmente madre del inmenso pueblo de los redimidos.
3- Reina de los profetas, porque trajiste al mundo la Palabra de Dios en toda su plenitud, el Verbo encarnado.
4- Reina de los Apóstoles, porque diste al mundo al que es la Buena Nueva en persona, la fuente de toda verdad y de toda santidad.
5- Reina de los mártires, porque diste gloria a Dios haciendo tuyos los sufrimientos de tu divino Hijo, mejor que si hubieses derramado tu propia sangre.
6- Reina de los santos pontífices, porque tu autoridad materna continúa siendo reconocida por el que es el jefe glorioso de todo el cuerpo místico.
7- Reina de los santos sacerdotes, monjes y religiosos, porque estuviste consagrada más perfectamente que todos ellos al único servicio de Dios y de su Cristo .
8- Reina de las santas vírgenes, porque tu virginidad de cuerpo y alma sobrepasa infinitamente la de todas ellas, en esplendor y en perfección.
9- Reina de los santos esposos, porque tu casta unión con san José fue elevada al momento (o de golpe) a la perfección del amor conyugal plenamente espiritualizado.
10- Reina de todos los santos del cielo, porque tu corona de gloria resplandece con los esplendores variados de toda las formas de santidad.

Santa María, Madre de Dios, sé tú cada día más la Reina de nuestros espíritus y de nuestros corazones, y ruega por nosotros pecadores…
Gloria al Padre…

 

NUEVA LETANÍA DE LA VIRGEN

Esta letanía forma parte del «Ritual de Coronación de una imagen de Santa María Virgen». Se presenta aquí como un complemento adecuado de las decenas de los misterios de rosario, o de otras oraciones, pues es una oración a Santa María Virgen particularmente rica en su aspecto doctrinal y devocional. La traducción es oficial y se encuentra en Pastoral Litúrgica. Documentación, información, nº 135-136 ( 1984) 22-23.
Santa María
Santa Madre de Dios
Santa Virgen de las vírgenes
Hija predilecta del Padre
Madre de Cristo Rey
Gloria del Espíritu Santo
Virgen Hija de Sión
Virgen pobre y humilde
Virgen sencilla y obediente
Esclava del Señor
Madre del Señor
Colaboradora del Redentor
Llena de gracia
Fuente de hermosura
Conjunto de todas las virtudes
Fruto escogido de la redención
Discípula perfecta de Cristo
Imagen purísima de la Iglesia
Mujer nueva
Mujer vestida de sol
Mujer coronada de estrellas
Señora llena de benignidad
Señora llena de clemencia
Señora nuestra
Alegría de Israel
Esplendor de la Iglesia
Honor del género humano
Abogada de la gracia
Dispensadora de la piedad
Auxiliadora del Pueblo de Dios
Reina de la caridad
Reina de la misericordia
Reina de la paz
Reina de los ángeles
Reina de los patriarcas
Reina de los profetas
Reina de los apóstoles
Reina de los mártires
Reina de los confesores
Reina de las vírgenes
Reina de todos los santos
Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los cielos
Reina del mundo
Reina del cielo
Reina del Universo.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.- perdónanos Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.- escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo.- ten piedad de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de a1canzar las promesas de Cristo.

Oremos:
Señor y Dios nuestro: te rogamos nos concedas, como a servidores tuyos, gozar siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión gloriosa de la bienaventurada siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de la vida presente y otórganos las alegrías eternas. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

Dom Jean Guilmard
ABADIA BENEDICTINA DE SANTA CRUZ DEL VALLE DE LOS CAIDOS 1995
Traducción del original francés
«Le rosaire au pas de I´Evangile : Nouvelle série de calusules. Nouvelle edition revue. Solesmes, 1986» por un monje benedictino de la Abadía de Santa Cruz.


Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Sobre el Rosario

El Rosario una Oración de inspiración Dominicana

Todas las comunidades religiosas se glorían de tener y cultivar una forma propia de devoción a la Virgen María. La Orden de Frailes predicadores, desde sus origenes, ha visto en María no solo el modelo perfecto del cristiano sino también del apóstol. Por eso, a través de su historia, ha honrado y venerado su memoria con una devoción conocida y difundida universalmente: EL ROSARIO…
…VIDEOS…

La Iglesia ve en el rosario una síntesis de la oración cristiana unida a una catequesis fácilmente accesible a todas las mentalidades; una enseñanza completa de los principales misterios de nuestra salvación dentro de un clima de oración vocal y mental.

Si miramos solamente el aspecto exterior, el Rosario contiene ya las oraciones más bellas del cristianismo: el Padrenuestro y el Ave María, formulaciones de contenido bíblico, y la invocación Gloria al Padre… Y mientras se recitan, el espíritu es invitado a revivir todos los acontecimientos de la vida de Jesús y de María: acontecimientos gozosos, de luz,de dolor y de gloria. Podemos decir que cada vez que recitamos el Rosario repasamos y revivimos todo el evangelio.

 

EL ROSARIO NACIÓ DE LA PREDICACIÓN

La predicación anuncia los grandes misterios de nuestra salvación y nos invita a descubrir el designio de Dios y a manifestarlo en una vida conforme al Evangelio. Pero esta palabra escuchada hay que meditarla y hacerla oración.

Los misterios de gozo, luminosos, de dolor y de gloria que se nos anuncian en la predicación, se nos proponen en forma sencilla a nuestra contemplación en la oración del Rosario.

El Rosario es ante todo una meditación sencilla de los grandes acontecimientos de la vida de Jesús y de María, anunciados en la Predicación. Por eso el Rosario ha nacido de la Predicación.

 

EL ROSARIO ES UNA PREDICACIÓN

Cuando el creyente medita los acontecimientos de nuestra Salvación en el Rosario, escucha la Palabra de Dios y descubre que «Dios ha amado tanto a los hombres que envió a su propio Hijo, para que quien crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna» (Jn 3, 16).

El rosario contiene y sintetiza el objeto fundamental de la predicación del Evangelio. Por eso el Rosario, por sí mismo es una predicación.

 

EL ROSARIO ES UNA PREDICACIÓN POPULAR

Alegría, dolor y triunfo. Son tres palabras que todos los hombres comprenden fácilmente ya que son producto de la experiencia diaria de cada uno. Nuestras alegrías y nuestras tristezas, nuestros triunfos y nuestros fracasos nos llevan a comprender los gozos, los sufrimientos y los triunfos de Jesús y de su santa Madre.

Estas experiencias nos abren el camino de la contemplación. Pronto descubrimos que más allá de toda alegría y de todo sufrimiento sobre la tierra, existe la gloria de la resurrección que todos esperamos.

Cada vez que el creyente recita y medida los misterios que nos dieron vida, revive el mensaje del Evangelio y experimenta la presencia constante de Jesús en su propia vida.

No solo emociona rezarle a la santísima Virgen María, enternece ir recorriendo los momentos más importantes de la vida de Jesús acompañado de su Madre, esa es la gran fuerza de esta devoción, la Virgen María es madre de Dios, desde que acepta la voluntad del Padre hasta que se corona como reina de todas las reina, del cielo y la tierra y madre de todos nosotros.

No podría imaginar cuantos miles y miles han rezado y confiado en la oración del Santo Rosario, es imposible imaginar cuantos testimonios de favores recibidos a través de el pueden existir, esa es la santidad de esta devoción, absolutamente milagrosa.

La palabra Rosario significa ‘Corona de Rosas’. La Virgen María ha revelado a muchas personas que cada vez que rezan un Ave María le entregan una rosa y por cada Rosario completo le entregan una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, así que el Rosario es la rosa de todas las devociones y por lo tanto es la más importante.

El Santo Rosario es considerado como la oración perfecta porque junto con el esta aunada la majestuosa historia de nuestra salvación.

Es una oración simple, humilde como María. Es una oración que podemos hacer con ella, la Madre de Dios. Con el Ave María la invitamos a que rece por nosotros. La Virgen siempre nos otorga lo que pedimos.

Ella une su oración a la nuestra. Por lo tanto, ésta es más poderosa, porque María recibe lo que ella pide, Jesús nunca dice no a lo que su madre le pide.

En cada una de sus apariciones, nos invita a rezar el Rosario como una arma poderosa en contra del maligno, para traernos la verdadera paz.

El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.

En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre.

La oración verbal consiste en recitar veinte decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.

 

LA IMPORTANCIA DEL ROSARIO

Son numerosísimas las exhortaciones de Nuestra Santa Madre a rezar el Rosario. En diversas apariciones nos manda a decir por medio de sus videntes que seamos perseverantes en esta devoción y que muy grandes son las gracias que por éste se consiguen.

Estas son solo algunas de sus sugerencias:

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

«Recen el Rosario todos días…Recen, recen mucho y ofrezcan sacrificios por los pecadores…Yo soy Nuestra Señora del Rosario . Solo yo seré capaz de ayudarlos….Finalmente mi Inmaculado Corazón triunfará».

REINA DE LA PAZ DE MEDJUGORJE

Junio 12 de 1986
“iQueridos hijos! Hoy los invito a comenzar a rezar el Rosario con una fe viva, así podré ayudarlos. Ustedes, queridos hijos, desean recibir gracias, pero no oran. Yo no puedo ayudarlos porque ustedes no se deciden a actuar. Queridos hijos, los invito a rezar el Rosario de tal manera, que se convierta para ustedes en un compromiso que estén dispuestos a cumplir con alegría. Así podrán comprender por qué estoy desde hace tanto tiempo con ustedes. Yo deseo enseñarles a orar. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Febrero 25 de 1988
“iQueridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración y al abandono total a Dios. Ustedes saben que Yo los amo y es por amor que he venido aquí, para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Yo deseo que ustedes me obedezcan y que no permitan a Satanás que los seduzca.
Queridos hijos, Satanás es fuerte y por eso les pido sus oraciones y que me las ofrezcan por aquellos que están bajo su influencia, para que sean salvados. Den testimonio con sus vidas y ofrezcan sus vidas por la salvación del mundo. Yo estoy con ustedes y les doy las gracias.
En el Cielo, ustedes recibirán el Padre la recompensa que El les ha prometido. Por tanto, hijitos, no se preocupen. Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes, porque ustedes son hijos de Dios y el cuida de ustedes. Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que ustedes me pertenecen. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Enero 25 de 1991
“iQueridos hijos! Hoy, como nunca antes, Yo los invito a la oración. Su oración debe ser una oración por la paz.Satanás es fuerte y desea no solamente destruir la vida humana, sino también la naturaleza y el planeta que ustedes habitan. Por eso, queridos hijos, oren, para que por medio de la oración ustedes sean protegidos con la bendición de la paz de Dios.
Dios me envió a ustedes para que Yo los ayude. Si lo desean, tomen el Rosario. El Rosario por sí solo puede hacer milagros en el mundo y en sus vidas. Yo los bendigo y me quedaré con ustedes tanto tiempo como sea la Voluntad de Dios.
Gracias porque ustedes no van a traicionar mi presencia aquí. Yo les doy gracias también porque su respuesta es la de servir a Dios y a la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Abril 25 de 2001
“Queridos hijos! También hoy, los invito a la oración. Hijitos, la oración hace milagros. Cuando ustedes estén cansados y enfermos y no saben cuál es el sentido de vuestra vida, tomad el rosario y orad, hasta que la oración llegue a ser para vosotros, un alegre encuentro con vuestro Salvador. Yo estoy con ustedes e intercedo y oro por vosotros, hijitos. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS

Noviembre 19 de 1988
«…el arma que constituye mayor influencia sobre el mal, es el rezo del Santo Rosario. Con este rezo, se ahonda en la vida espiritual, el espíritu crece en amor a Dios y lo aleja así, del pecado. Disipa las sombras del espíritu y hace que éste permanezca fiel a Dios. Agradad hijo míos, al Señor, orando, ya que de esta manera, se rechazan las tentaciones del maligno. Por siempre sea glorificado el Señor. Hazlo conocer a tus hermanos».

Enero 31 de 1986
» Pido a tus hermanos que oren mucho; a ellos la oración los limpia, los desintoxica y los estimula en el amor a Dios. Hija, todavía debe ser más alto el número de fieles que oren, que se abran al Señor, que encuentren en el Santo Rosario, el complemento básico para un diálogo con el Señor. Cada misterio del Santo Rosario da lugar para una reflexión, una meditación y también para una petición a Dios. Yo les digo a mis hijos: Haced realidad este pedido mío. Gloria al Altísimo».

Junio 13 de 1985
¡Qué valor tiene para el Señor la oración, no lo imagináis hijos míos, por eso os pido tanta oración!Rezad el Santo Rosario meditado, os aseguro que vuestras oraciones se elevarán, como un verdadero canto de amor al Señor. Gloria al Señor.


VIDEO

El santo Rosario

El Rosario – (Visión de Catalina Rivas)

El rezo del Santo Rosario


Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
A la Reina del Cielo DEVOCIONES Y ORACIONES

Reina elevada al Cielo

Por Antonio Orozco Delclós
Subió al cielo nuestra Abogada, para que, como Madre del Juez y Madre de Misesicordia, tratara los negocios de nuestra salvación. (S. BERNARDO).
«Assumpta est Maria in coelum: gaudent angeli! -María ha sido llevada por Dios, en cuerpo y alma, a los cielos: ¡y los Angeles se alegran!
Así canta la Iglesia» (J.E. de Balaguer), al celebrar el triunfo de Nuestra Madre, que llena de esperanza el corazón de todos sus hijos.

Es natural:
«Jesús quiere tener a su Madre,
en cuerpo y alma, en la Gloria.
Y la Corte celestial despliega
todo su aparato, para agasajar a la Señora.
Tú y yo- niños al fin-
tomamos la cola del espléndido manto azul de la Virgen,
y así podemos contemplar aquella maravilla.
«La Trinidad Beatísima recibe y colma de honores
a la Hija, Madre y Esposa de Dios…
Y es tanta la majestad de la Señora,
que hace preguntar a los Angeles:¿Quién es Esta?»

¿Quién es Esta que surge como la aurora, bella como la luna, refulgente como el sol…? (Cant 6,10).
Bien lo sabemos. Bien lo saben los ángeles: Yo soy la Madre del Amor hermoso, y de la sabiduría y de la santa esperanza.(Eccl 24,24)
Pero la pregunta no es vana: ¿Quién es Ésta?, ¿Quién conoce la magnitud y riqueza de la dignidad y hermosura de tal Reina?

Sólo Dios lo sabe. Sería menester ser Dios para saberlo. La plenitud de gracia divina y humana de esta criatura singularísima excede con mucho las posibilidades de comprensión de la mente, sea humana o angélica; y sólo la van conociendo aquellos a quienes Dios otorga la sabiduría.

Nunca acabaremos de conocerla. Por eso es preciso estudiarla mucho (de Virgine numquan satis…). Y cuanto más se la conoce, más el corazón se enamora y ya no puede vivir sin Ella.

 

SE ALEGRAN LOS ANGELES

Gaudent angeli!, los Angeles se alegran por tener en el Cielo la mirada de los más bellos ojos. Ciertamente sólo Dios basta.

Pero el Cielo no es lo mismo con la Virgen que sin Ella.

Obra Maestra del Creador, no ha habido, no hay ni habrá otra hermosura creada que la iguale.

Por naturaleza, es inferior a los ángeles; pero, por gracia, mucho más perfecta. Los ángeles santos, humildes, sabios, se alegran. Mucho hacía que deseaban recibirla en su mundo y rendirle pleitesía de vasallos (J.E.de Balaguer).

Sólo Gabriel, el Arcángel, gozó del privilegio de conversar con la Virgen en la tierra, y decirle apasionadamente, con suma veneración y respeto alégrate llena de gracia!».

Ahora, la Madre de Dios los conoce a cada uno por sus nombres -como a todos sus hijos-; los ve, los mira; y ellos se entusiasman con la pureza inmaculada, con el corazón dulcísimo, con la majestad soberana; y le dicen cosas encendidas, aunque nunca podrán superar la palabra inspirada de Gabriel, la misma que nosotros le repetimos sin cansancio, en un crescendo de cariño, al rezar el Santo Rosario como en tantas otras ocasiones. Los Ángeles se alegran de compartir con nosotros el mismo canto.

 

ERA COMO UN SUEÑO

A la Virgen Santísima, cuando andaba los caminos de la tierra, le parecía un sueño lo que ahora está gozando en el Cielo: verse sin sombras, ni velos ni espejos inmersa en el océano infinito de Amor que es Dios Uno y Trino; en los brazos del Padre; de nuevo entre sus brazos el Hijo; y fundida en el Amor del Espíritu Santo. Y junto a José, el esposo santo, bueno y fiel, recio, custodio invencible, su enamorado siempre.

Cuando estaba en la tierra, la realidad de su hoy eterno parecía un sueño; ahora es una realidad realísima y definitiva.

El sueño, lo que parece un sueño es ahora lo pasado en el mundo nuestro. Aquella espada de siete filos que atravesó su alma apenas recibida la más gozosa noticia que criatura alguna haya podido escuchar.

La pobreza de Belén -no por Ella, claro es, sino por el Niño, el Niño-Dios-; la huida precipitada a Egipto; la pérdida del mayor tesoro, Jesús, a los doce años, en Jerusalén.

La angustiosa expectación del cumplimiento de las profecías sobre el Varón de Dolores.

Cada insulto, cada golpe, cada latigazo, cada espina, cada clavo en la carne del Hijo era un latigazo, un golpe, una espina, un clavo, una espada en la exquisita sensibilidad del Corazón materno.

Toda aquella realidad cruda, cruel, inhumana, ahora, en el Cielo, parece un sueño -«una mala noche en una mala posada», diría Teresa de Jesús-; un sueño que se recuerda tan sólo para alabar a Dios y darle gracias por el don de la fidelidad aquella, que hizo posible lo que no parecía más que un sueño.

El pasado, la mala noche, es ahora un tesoro que, formando un todo con el sacrificio de su Hijo, presenta María de continuo a la Trinidad, para alcanzarnos misericordia, perdón, gracia sobreabundantes; y un lugar muy junto a Ella en el Paraíso.

Si yo me esfuerzo por no apartar mis ojos de los suyos; si miro todas las cosas a su luz y aprendo sus virtudes – su gran amor de Dios, su vida de oración y de trabajo; su ponderar hondamente las cosas y descubrir en todas el mensaje divino que encierran; su entrega sin reservas a la humanidad entera desde la pequeña casa de Nazaret; su pureza inmaculada, su reciedumbre ante el sacrificio; su estar en los detalles con Amor, su santificar la vida ordinaria…-, entonces mi vida será un sueño magnífico. Con sus pequeñas pesadillas, nada más 2que esto, y con un despertar increíble, que superará con creces la imaginación más fértil.

¡Vale la pena!. Nunca es mucho lo que se debe sufrir en este mundo si se vive de esperanza teologal. En cambio, cualquier pequeñez es una tragedia si se pierde pié, el pié -pes- de la esperanza:

«Cuando los cristianos lo pasamos mal,
es porque no damos a esta vida todo su sentido divino.
Donde la mano siente el pinchazo de las espinas,
los ojos descubren un ramo de rosas espléndidas,
llenas de aroma»
(J.E. de Balaguer).

Lo que ha sucedido a Nuestra Madre es preludio de lo que ha de acontecer a sus hijos. Todo lo oscuro y desagradable se desvanecerá en la noche vencida de la Historia.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES Sobre el Rosario

El Secreto Admirable del Santísimo Rosario

Algunos pasajes escritos por San Luis María Grignon de Montfort sobre las oraciones integrantes del Santo Rosario, el Padrenuestro y el Avemaría…

 

EL PADRENUESTRO

Cuando rezamos esta divina oración, realizamos tantos actos de las más sublimes virtudes cristianas como palabras pronunciamos.

Al decir: Padre nuestro que estás en los cielos, hacemos actos de fe, adoración y humildad. Al desear que su nombre sea santificado y glorificado, manifestamos celo ardiente por su gloria.

Al pedir posesión de su Reino, hacemos un acto de esperanza.

Al desear que se cumpla su voluntad en la tierra como en el cielo, mostramos espíritu de perfecta obediencia.

Pidiéndole que nos dé el pan nuestro de cada día, practicamos la pobreza según el espíritu y el desapego de los bienes de la tierra.

Al rogarle que perdone nuestros pecados, hacemos un acto de contrición.

Al perdonar a quienes nos han ofendido, ejercitamos la misericordia en la más alta perfección.

Al implorar ayuda en la tentación, hacemos actos de humildad, prudencia y fortaleza.

Al esperar que nos libre del mal, practicamos la paciencia.

Finalmente, al pedir todo esto no sólo para nosotros, sino también para el prójimo y para todos los miembros de la Iglesia, nos comprometemos como verdaderos hijos de Dios, lo imitamos en la caridad, que abraza a todos los hombres, y cumplimos el mandamiento de amar al prójimo.

Detestamos, además, todos los pecados y practicamos todos los mandamientos de Dios cuando –al rezar esta oración- nuestro corazón sintoniza con la lengua y no mantenemos intenciones contrarias a estas divinas palabras.

Puesto que, cuando reflexionamos en que Dios está en los cielos –es decir, infinitamente por encima de nosotros por la grandeza de su majestad-, entramos en los sentimientos del más profundo respeto en su presencia y, sobrecogidos de temor, huimos del orgullo y nos abatimos hasta el anonadamiento.

Al pronunciar el nombre de Padre, recordamos que de Dios hemos recibido la existencia por medio de nuestros padres y la instrucción por medio de nuestros maestros. Todos los cuales representan para nosotros a Dios, cuya viva imagen constituyen. Por ello, nos sentimos obligados a honrarlos, o mejor dicho, a honrar a Dios en sus personas, y nos guardamos mucho de despreciarlos y afligirlos.

Cuando deseamos que el santo nombre de Dios sea glorificado, estamos bien lejos de profanarlo.

Cuando consideramos el Reino de Dios como nuestra herencia, renunciamos a todo apego desordenado a los bienes de este mundo.

Cuando pedimos con sinceridad para nuestro prójimo los bienes que deseamos para nosotros, renunciamos al odio, la disensión y la envidia.

Al pedir a Dios el pan de cada día, detestamos la gula y la voluptuosidad, que se nutre en la abundancia. Al rogar a Dios con sinceridad que nos perdone como perdonamos a quienes nos han ofendido, reprimimos la cólera y la venganza, devolvemos bien por mal y amamos a nuestros enemigos.

Al pedir a Dios que no nos deje caer en el pecado en el momento de la tentación, manifestamos huir de la pereza y buscar los medios para combatir los vicios y salvarnos.

Al rogar a Dios que nos libre del mal, tememos su justicia y nos alegramos, porque el temor de Dios es el principio de la sabiduría: el temor de Dios hace que el hombre evite el pecado.

 

EL AVEMARÍA: SUS EXCELENCIAS

La Santísima Virgen recibió esta divina salutación en orden a llevar a feliz término el asunto más sublime e importante del mundo, a saber: la encarnación del Verbo eterno, la reconciliación entre Dios y los hombres y la redención del género humano.

Embajador de esta buena noticia fue el arcángel Gabriel, uno de los primeros príncipes de la corte celestial.

La salutación angélica contiene la fe y esperanza de los patriarcas, de los profetas y de los apóstoles. Es la constancia y la fortaleza de los mártires, la ciencia de los doctores, la perseverancia de los confesores y la vida de los religiosos (beato Alano).

Es el cántico nuevo de la ley de la gracia, la alegría de los ángeles y de los hombres y el terror y confusión de los demonios.

Por la salutación angélica, Dios se hizo hombre, una virgen se convirtió en Madre de Dios, las almas de los justos fueron liberadas del limbo, se repararon las ruinas del cielo y los tronos vacíos fueron de nuevo ocupados, el pecado fue perdonado, se nos devolvió la gracia, se curaron las enfermedades, los muertos resucitaron, se llamó a los desterrados, se aplacó la Santísima Trinidad y los hombres obtuvieron la vida eterna.

Finalmente, la salutación angélica es el arco iris, la señal de la clemencia y de la gracia dadas al mundo por Dios (beato Alano).

 

EL AVEMARÍA: SU BELLEZA

La salutación angélica es uno de los cánticos más bellos que podemos entonar a la gloria del Altísimo: «Te cantaré un cántico nuevo».

La salutación angélica es precisamente el cántico nuevo que David predijo se cantaría en la venida del Mesías.

Hay un cántico antiguo y un cántico nuevo. El antiguo es el que cantaron los israelitas en acción de gracias por … todos los favores celestiales.

El cántico nuevo es el que entonan los cristianos en acción de gracias por la encarnación y la redención.

Dado que estos prodigios se realizaron por el saludo del ángel, repetimos esta salutación para agradecer a la Santísima Trinidad por tan inestimables beneficios.

Alabamos a Dios Padre por haber amado tanto al mundo que le dio su Unigénito para salvarlo.

Bendecimos a Dios Hijo por haber descendido del cielo a la tierra, por haberse hecho hombre y habernos salvado.

Glorificamos al Espíritu Santo por haber formado en el seno de la Virgen María su cuerpo purísimo, que fue víctima de nuestros pecados.

Con estos sentimientos de gratitud debemos rezar la salutación angélica, acompañándola de actos de fe, esperanza, caridad y acción de gracias por el beneficio de nuestra salvación.

Aunque este cántico nuevo se dirige directamente a la madre de Dios y contiene sus elogios, es –no obstante- muy glorioso para la Santísima Trinidad, porque todo el honor que tributamos a la Santísima Virgen vuelve a Dios, causa de todas sus perfecciones y virtudes.

Con él glorificamos a Dios Padre, porque honramos a la más perfecta de sus criaturas. Glorificamos al Hijo, porque alabamos a su Purísima Madre. Glorificamos al Espíritu Santo, porque admiramos las gracias con que colmó a su Esposa.

Del mismo modo que la Santísima Virgen con su hermoso cántico, el Magnificat, dirige a Dios las alabanzas y bendiciones que le tributó santa Isabel por su eminente dignidad de Madre del Señor, dirige inmediatamente a Dios los elogios y bendiciones que le presentamos mediante la salutación angélica.

Si la salutación angélica glorifica a la Santísima Trinidad, también constituye la más perfecta alabanza que podamos dirigir a María.

Deseaba santa Matilde saber cuál era el mejor medio para testimoniar su tierna devoción a la Madre de Dios. Un día, arrebatada en éxtasis, vio a la Santísima Virgen que llevaba sobre el pecho la salutación angélica en letras de oro, y le dijo:
«Hija mía, nadie puede honrarme con saludo más agradable que el que me ofreció la adorabilísima Trinidad. Por él me elevó a la dignidad de Madre de Dios.

La palabra Ave –que es el nombre de Eva- me hizo saber que Dios en su omnipotencia me había preservado de toda mancha de pecado y de las calamidades a que estuvo sometida la primera mujer.

El nombre de María –que significa Señora de la luz- indica que Dios me colmó de sabiduría y luz, como astro brillante, para iluminar los cielos y la tierra.

Las palabras llena de gracia me recuerdan que el Espíritu Santo me colmó de tantas gracias, que puedo comunicarlas con abundancia a quienes las piden por mediación mía.

Diciendo el Señor es contigo, siento renovarse la inefable alegría que experimenté cuando el Verbo eterno se encarnó en mi seno.

Cuando me dicen bendita tú eres entre todas las mujeres, tributo alabanzas a la misericordia divina, que se dignó elevarme a tan alto grado de felicidad.

Ante las palabras bendito es el fruto de tu vientre, Jesús, todo el cielo se alegra conmigo al ver a Jesús, mi Hijo, adorado y glorificado por haber salvado al hombre.»

www.corazones.org

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
DEVOCIONES Y ORACIONES Pilares de las devociones

Oración, Ayuno y Misericordia son Inseparables

De los sermones de San Pedro Crisólogo, obispo y Padre de la Iglesia.

La oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe.

Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente.

El ayuno, en efecto, es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlos, pues no pueden separarse. Quien posee uno solo de los tres, si al mismo tiempo no posee los otros, no posee ninguno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le súplica.

Que el que ayuna entienda bien lo que es el ayuno; que preste atención al hambriento quien quiere que Dios preste atención a su hambre; que se compadezca quien espera misericordia; que tenga piedad quien la busca; que responda quien desea que Dios le responda a é1. Es un indigno suplicante quien pide para si lo que niega a otro.

Díctate a ti mismo la norma de la misericordia, de acuerdo con la manera, la cantidad y la rapidez con que quieres que tengan misericordia contigo. Compadécete tan pronto como quisieras que los otros se compadezcan de ti.

En consecuencia, la oración, la misericordia y el ayuno deben ser como un único intercesor en favor nuestro ante Dios, una única llamada, una única y triple petición.

Recobremos con ayunos lo que perdimos por el desprecio; inmolemos nuestras almas con ayunos, porque no hay nada mejor que podamos ofrecer a Dios, de acuerdo con lo que el profeta dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Hombre, ofrece a Dios tu alma, y ofrece la oblación del ayuno, para que sea una hostia pura, un sacrificio santo, una víctima viviente, provechosa para ti y acepta a Dios. Quien no dé esto a Dios no tendrá excusa, porque no hay nadie que no se posea a si mismo para darse.

Mas, para que estas ofrendas sean aceptadas, tiene que venir después la misericordia; el ayuno no germina si la misericordia no lo riega, el ayuno se torna infructuoso si la misericordia no lo fecundiza: lo que es la lluvia para la tierra, eso mismo es la misericordia para el ayuno. Por más que perfeccione su corazón, purifique su carne, desarraigue los vicios y siembre las virtudes, como no produzca caudales de misericordia, el que ayuna no cosechará fruto alguno.

Tú que ayunas, piensa que tu campo queda en ayunas si ayuna tu misericordia; lo que siembras en misericordia, eso mismo rebosará en tu granero. Para que no pierdas a fuerza de guardar, recoge a fuerza de repartir; al dar al pobre, te haces limosna a ti mismo: porque lo que dejes de dar a otro no lo tendrás tampoco para ti.

Fuente: Del Oficio de Lectura, Martes III de Cuaresma

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: