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Se Comienza a Reconocer una Aparición Combatida por la Jerarquía

Una aparición hasta ahora rechazada es rehabilitada en Italia.

El 11 de febrero de 2019 el obispo de Bérgamo, levantó la proscripción que pesaba sobre las apariciones de Ghiaie di Bonate desde 1948.

El obispo de aquel momento había afirmado que no constaba la sobrenaturalidad de tales apariciones.

Y prohibía cualquier manifestación parroquial sobre la devoción de la Madre Familia, de la Unidad y de la Paz de Ghiaie di Bonate.

Adelaide Roncalli en 1944

Ahora este obispo restableció la autorización para las peregrinaciones y las devociones en una carta que puede leerse aquí.

Y compromete a la parroquia al acompañamiento de «la devoción humilde y fiel a la Iglesia».

La carta fue firmada significativamente por el obispo el 1º de enero, en la fiesta de María Madre de Dios, y ejecutada el 11 de febrero en la fiesta de la Virgen de Lourdes.

Se levanta por tanto la sofocación de la devoción que incluso reconoció en una carta el Papa Juan XXIII.

Esto no significa que las apariciones sean reconocidas ya como sobrenaturales.

Sino que pasó de considerársela no sobrenatural, a considerarse que no hay suficiente información todavía para abrir un juicio sobre su sobrenaturalidad.

Esta decisión no sólo fue tomada en consulta con el Vaticano sino inspirada por la Santa Sede.

Las 13 apariciones de Ghiaie di Bonate tuvieron lugar entre el 13 de mayo y el 31 de mayo de 1944.

Y la vidente fue una niña llamada Adelaide Roncalli de 7 años, fallecida en el 2014.

La Santísima Virgen se apareció con 8 ángeles.

Multitudes acompañaron a la vidente en las apariciones al punto que se contabilizan hasta 350 mil personas el último día de la aparición.

En estas apariciones se registraron milagros solares como en Fátima.

Que incluso fueron vistos en ciudades vecinas, contabilizándose hasta 1 millón de espectadores.

Por lo tanto se considera que es la aparición epílogo de la de Fátima.

Así como la de Fátima ocurrió sobre el final de la Primera Guerra Mundial esta fue sobre el final de la Segunda Guerra Mundial.

El obispo del momento Monseñor Adriano Bernareggi había nombrado una comisión investigadora para decidir sobre los hechos.

Uno de los integrantes fue el padre Luigi Cortesi, joven filósofo y profesor del seminario de Bérgamo, quien acosó a Adelaida amenazándolo con que iría al infierno si no se retractaba.

Y le hizo firmar una carta de retractación redactada por él.

Pero un mes después Adelaida se arrepintió y confesó que el padre Cortesi le había dictado las palabras que debía poner en la retractación bajo amenaza.

A partir de ahí comienza el peregrinaje de Adelaide para defender la veracidad  de las apariciones.

Los mensajes de Ghiaie di Bonate difieren de los de Fátima porque no se refieren a eventos mundiales sino a la santidad individual y familiar. Puede leerse un relato de las apariciones aquí.

Adelaide Roncalli

   

POR QUÉ FUE UN CASO INCONVENIENTE PARA EL OBISPADO

Las apariciones de Ghiaie di Bonate sucedieron en mayo de 1944 en medio de la Segunda Guerra Mundial.

Hay que recordar que los nazis tenían varios centros estratégicos en Bérgamo.

Y durante las 13 apariciones llegaron a peregrinar al lugar de las apariciones 3 millones y medio de personas.

La zona se llenó de gente y las carreteras quedaban bloqueadas; había un gran problema de orden público

Y además, como las tropas nazis no podían moverse por las carreteras atestadas, los aliados lanzaban material de guerra a través de paracaidistas.

Nuestra Señora había anunciado que la paz llegaría pronto, dijo que un jueves de julio si todos hacían penitencias, de lo contrario llegaría en 2 años

Esto incluso generó deserciones en las tropas.

Hitler también estaba interesado en estas apariciones por las profecías de que la guerra iba a terminar en julio y su gente llegó a secuestrar a la niña.

Por otro lado, los sacerdotes bergamascos estaban siendo amenazados de deportación a Alemania acusados de ayudar a los partisanos.

Y entonces el Obispo de Bérgamo recibió fuertes presiones políticas y militares para poner fin a las apariciones.

Al punto que el 31 de mayo instó a la niña, tres veces seguidas, para que la virgen no se apareciera de nuevo. Algo que nos suena indigno siquiera de pensar.

Pero por otro lado Don Luigi Cortesi, que era el inquisidor, veía en las apariciones un peligro para la pureza de la fe.

E incluso no le gustaba a él y otros sacerdotes porque los eclesiásticos habían perdido control de la situación sobre los fieles.

Este caso nos hace acordar a las apariciones de Garabandal, donde hubieron también evaluaciones políticas de parte del clero para combatir la aparición.

Y lo podemos entender en la medida que las jerarquías de la Iglesia ya casi no creen en las en las intervenciones sobrenaturales, o las consideran incómodas porque se superponen con sus programas pastorales.

Y aún más, cuando el mensaje recuerda aspectos doctrinales de la Iglesia qué muchos quieren pasar por alto, como que el infierno existe, que las almas se pierden por toda la eternidad y que el Padre está desbordado de amor pero para obtener su misericordia se necesitan buenas obras y el cambio de conducta.

Todos estos mensajes hoy resultan incómodos para buena parte de la Iglesia.

Nuestra Señora sabía lo que iba a suceder porque le dijo la niña Adelaide

“Sufrirás mucho pero no llores porque después vendrás conmigo al cielo. En este valle de verdadera pena serás un pequeño mártir”.

Y así sucedió, porque Adelaide vivió una existencia problemática, cargando con el dolor de no haber sido creída y de que la Iglesia no aceptó el plan de Dios expresado en Ghiaie di Bonate.

Sin embargo ella aceptó todo con humildad, se escondió y nunca se rebeló contra la indiferencia y el desprecio demostrado por la jerarquía.

   

RECORDEMOS CUALES SON LOS JUICIOS ECLESIALES EN UNA APROBACIÓN

Respecto al proceso de aprobación de una aparición el lector debe tomar en cuenta que la inmensa mayoría de las apariciones no son estudiadas por el Obispado ni la Santa Sede y por lo tanto quedan en el estatus de manifestaciones privadas.

A su vez dentro de las que son estudiadas por el Obispado o el Vaticano, en la inmensa mayoría de los casos no se emite ningún juicio final.

Y si hay algún juicio final, hay tres juicios posibles.

Uno puede ser “consta su sobrenaturalidad”.

En el que se declara la aprobación total de la aparición, como puede ser en el caso de Lourdes o Fátima, entre otras.

Otra declaración puede ser “consta su no sobrenaturalidad”.

Lo que significa que la investigación afirma que está segura que la aparición no es de origen sobrenatural.

En este estado hay unas poquititas apariciones.

Y era el juicio que pesaba sobre las apariciones de Ghiaie di Bonate.

Y finalmente el otro juicio posible es “no consta su sobrenaturalidad”.

Lo que equivale a decir qué no hay información suficiente todavía como para declararla sobrenatural o no sobrenatural.

Este es el status que tienen ahora estas apariciones.

Otra cosa que debe tener en cuenta el lector es que los juicios de los obispados sobre las apariciones son cambiantes.

Puede suceder que una aparición pase de ser cuestionada a ser aprobada por el obispo entrante.

O al revés, de ser aprobada por el obispo pase a ser reprobada por el próximo obispo que le sucede.

En este último caso han estado nada menos que las apariciones de Akita en Japón y La Señora de Todos los Pueblos en Holanda.

adelaide roncalli primera comunion
Adelaide Roncalli Primera Comunión

  

HISTORIA DE LAS APARICIONES EN GHIAIE DI BONATE

Fue el 13 de mayo 1944 – día del aniversario de Fátima durante la guerra en Italia – que María habría comenzado a hablar a una niña llamada Adelaide Roncalli.

En ese momento, Adelaide tenía sólo siete años.

Las apariciones, ocurren durante mayo (trece en total), llegando hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, llevando a algunos a proclamarlas como «el epílogo de Fátima».

Mientras que los principales mensajes tenían que ver con la oración por los pecadores, también hubo peticiones de intercesión a favor del Papa (cuya vida, el vidente afirmó, estaba en peligro). 

Testigos en Bergamo informaron grandes fenómenos solares y hay un testimonio durante la aparición del 20 de mayo de 1944, que «alguien notó una extraño haz de luz que ilumina la niña y reverbera sobre las caras circundantes».

«Otros vieron que el sol tenía forma de cruz».

«Otros vieron el giro del disco solar vertiginosamente formando un anillo de no más largo de medio metro».

«En las capas inferiores de la atmósfera, algunas personas vieron una lluvia de estrellas doradas, pequeñas nubes amarillas en forma de aros, muy densas y cercanas que alguien trató de atraparlas en pleno vuelo.
.
En las manos y caras de los espectadores se vieron los más diversos colores de sombra, con el color amarillo prevaleciendo sobre los demás».

Eso fue de hecho fascinante (tales colores fueron reportados también en Fátima).

Adelaide Roncalli vidente de Ghiaie de Bonate
Foto familiar de Adelaide Roncalli vidente de Ghiaie de Bonate

  

UN PSIQUIATRA LA ENCUENTRA SANA

El día 11 de Julio de 1944, el Padre Agostino Gemelli, psiquiatra y psicólogo de fama internacional, encargado expresamente por el obispo de efectuar exámenes profundos sobre la niña Adelaide Roncalli, escribió llegando a la conclusión en su larga relación que envió a Monseñor Bernareggi, obispo de Bergamo:

«Es de excluir que se trate de un sujeto anormal en el cual la mentira da razón al recuento de las visiones tenidas.
.
La observación prolongada de cuatro días habría permitido, sobre todo a través de la prueba de inteligencia, no se pudo evidenciar el deseo de engañar o de presentar en formas diversas, la prominencia de su propia personalidad
.
 

Puede excluirse de la manera más absoluta, porque la niña no vuelve espontáneamente nunca al recuento de las visiones.

Interrogada, baja la cabeza, se pone seria, guarda silencio.

Además de la personalidad se presenta entera al psiquiatra como una personalidad dominada por la espontaneidad, de la simplicidad, de la proximidad, o sea de características que no pueden ser imitadas por una niña…  

Estamos frente al caso tipo precozmente positivo, realista, sintético, más bien estamos opuesto al de una persona histérica…

Gracias a la exclusión de formas morbosas de la personalidad o atípica a ella, nosotros podemos afirmar que las visiones que ella tuvo en Bonate son verídicas, no son obra de una mente enferma o efecto de imaginación o efecto de sugestión…»

altar de ns de bonate

  

LA PRESIÓN A LA NIÑA VIDENTE Y SU CAPITULACIÓN

Pero las cosas se complican cuando un joven filósofo y profesor en el seminario de Bérgamo, Don Luigi Cortesi (jugando a lo que se describió como «abogado del diablo») llegó al lugar de las apariciones.
.
Al presionar a la joven durante largos interrogatorios, Cortesi en un momento en términos muy claros le advirtió: «Tú haces mal cuando afirmas que has visto a la Virgen».

Después de las apariciones, el inquisidor llevó a la niña lejos de Ghiaie di Bonate y la sometieron al más riguroso interrogatorio y a un régimen de tests psicológicos y «morales».

Durante ese escrutinio – en 1945, cuando Adelaide tenía ocho años – Cortesi reportó que la niña firmó una declaración estableciendo que las apariciones no eran ciertas.

Pero Adelaide declaró,

«En una sala del convento Orsoline en Bergamo, después de cerrar todas las puertas, Don Cortesi me dictó las palabras que se escriben en la miserable nota«.

«Recuerdo perfectamente que, a causa de la situación de violencia moral a que estaba siendo sometida, en una hoja de papel me obligó a escribir, con mucha paciencia, con el fin de alcanzar su objetivo. Así la traición se llevó a cabo».

Ésta es su rendición, la declaración que firmó diciendo (sorprendentemente):

«No es cierto que vi a Nuestra Señora.

He dicho una mentira, porque no vi nada.

No tuve el coraje de decir la verdad, pero luego se lo conté todo a Don Cortesi.

Ahora me arrepiento de haber dicho tantas mentiras. [firmado] Adelaide Roncalli. Bergamo, 15 de septiembre 1945«.

Adelaide afirmó más tarde que Cortesi le había dicho que nadie vería la declaración más que él mismo.

santuario de bonate fondo
Oratorio de las apariciones de Ghiaie de Bonate

  

PRIMERA RETRACTACIÓN ESCRITA DE ADELAIDE

Una vez de vuelta con su familia durante unas semanas, sin embargo – dice su detallado sitio web que recuenta la controversia.

Y el 12 de julio de 1946, en una escuela en Ghiaie di Bonate, Adelaida reafirmó la autenticidad escribiendo:

«Es cierto que he visto Nuestra Señora (yo dije anteriormente que no ví a Nuestra Señora porque Don Cortesi me había dictado esto a mí y yo escribí lo que quería en obediencia).«

[Firmado Adelaide Roncalli] (según lo atestiguado por siete presentes: el párroco, cuatro monjas, y otros dos).

reina de la familia de Ghiaie di Bonate
Reina de la Familia de Ghiaie di Bonate

  

CONDENA DEL OBISPO

Finalmente, a Cortesi se le prohibió el contacto con la chica. 

Pero no antes de que su informe aparentemente obligara a Mons. Adriano Bernareggi de Bérgamo (trabajando con un comité teológico) a declarar el 30 de abril de 1948:

«1) Nosotros no reconocemos la realidad de las apariciones y revelaciones de la Virgen a Adelaide Roncalli en Ghiaie di Bonate en Mayo de 1944″.

«2) Por la presente declaro que no está en nuestra mente excluir que la Virgen, fielmente invocada por aquellos que de buena fe creían que realmente apareció en Ghiaie, pudieran haber tenido recuperaciones especiales y no habituales, con las que recompensar su devoción».

«3) Por lo tanto, todas las formas de devoción a la Virgen, venerada como apareció en Ghiaie di Bonate, de conformidad con las leyes canónicas, quedan a continuación prohibidas«.

En otras palabras, el sitio fue condenado (más allá de una simple declaración de que no era sobrenatural). 

Curiosamente, es en una parte de Italia, donde al menos dos otros reputadas apariciones, San Damiano y Montichiari, fueron igualmente rechazadas en principio.

Pio XII-bendice

  

AUDIENCIA CON PÍO XII

Otro giro enorme, se produjo un año después del decreto Episcopal, en 1949, cuando, a pesar de la sentencia del obispo, el Papa Pío XII concedió a Adelaide – ahora de doce años – una audiencia privada.

Esto se encuentra en un sitio web que parece muy fiable y detallado [ver aquí].

«Ella reveló el secreto destinado para él que la Virgen le había confiado el 17 de mayo de 1944 durante la quinta aparición», dice otra fuente.

Adelaide Roncalli
Adelaide Roncalli ya mayor

  

PROBLEMAS DE ADELAIDE EN EL CONVENTO Y CURACIONES

Más complicado aún: el obispo le permitió entrar en un convento a los quince años (algo que la Virgen había pedido al parecer), pero se vio obligada a salir después de la muerte del obispo.

En el convento, ella otra vez había sido presionada por las apariciones, asustada por lo que había discutido con Cortesi años antes, y con dudas sobre lo que había ocurrido. 
.
Al final, cansada de esperar la readmisión, se casó y se trasladó a Milán, donde dedicó su vida al cuidado de los enfermos.

Mientras tanto, muchos informaron de curaciones milagrosas y espontáneas en Bergamo.

juan xxiii en misa

  

INTERVENCIÓN DE JUAN XXIII

El 8 de julio de 1960, el Papa Juan XXIII habría enviado una carta a monseñor Joseph Battaglia, obispo de Faenza, «con respecto a la cuestión Ghiaie».

«Carta Reservada del 8 de Julio de 1960 

Estimada Excelencia, nosotros estamos unidos por el buen pensamiento del corazón y la oración.

Referente a lo sucedido en Ghiaie usted entiende que no se debe comenzar desde el vértice, si no desde la base: y no se debe hablar sin conocimiento sin antes haber escuchado pronunciar la ultima palabra.

Más que lo sustancial se debe tener en cuenta  las circunstancias que han sido estudiadas. 

Lo que merece la pena en «subiecta materia» es el testimonio de la vidente: y la afirmación que todavía mantiene a los 21 años y en conformidad de la primera afirmación a los 7 años: y retirada por las amenazas, y los miedos del infierno hechas por alguien.
.
Me parece justo insistir en aquellas incisivas amenazas recibidas.
 

Y también hay un comentario del Padre Pío.
.
El Padre Pío les habría dicho a las personas de Bonate porque habían ido por él a Pietrelcina:
.
«¿Pero que cosa viene hacer, aquí, si usted allí tiene en su casa a Nuestra Señora de Bonate?»

flia roncalli en 1944 re formateada
Familia Roncalli en 1944

  

ADELAIDE REAFIRMA ANTE NOTARIO LA VISITA DE LA VIRGEN

También hay que decir que el 20 de febrero de 1989, Adelaide Roncalli decidió reafirmar, oficial y solemnemente, ante un notario público, la veracidad de las apariciones, dice el sitio web antes mencionado:

«Yo Roncalli Adelaide, nacida en la Ghiaie di Bonate Sopra (Bergamo) 23 de abril de 1937, a 45 años de las apariciones, vuelvo para declarar, como ya lo he realizado más de una vez, en ocasiones precedentes que se convenzan que tuve las Apariciones de Nuestra Señora en Ghiaie de Bonate desde el 13 al 31 de mayo de 1944, cuando yo tenía siete años. 

Las historias que he vivido dolorosamente desde entonces, las ofrezco a Dios y la Autoridad legítima de la Iglesia a los que solo pertenece reconocer o no.

En cuánto a mí conciencia, tranquila y en la posesión más segura de mis facultades mentales yo sostengo que es la verdad. En la fe Adelaide Roncalli 20 de Febrero 1989«.

Adelaide Roncalli falleció en agosto de 2014.

Edson Glauber vidente de Itapiranga
Edson Glauber vidente de Itapiranga

  

VUELTAS DE TUERCA MÁS ACTUALES

En el año 1974 – en el trigésimo aniversario de las apariciones – otro obispo, al recibir una petición, dijo que no podía volver a abrir el caso pero permitió peregrinos ir allí.

Y en un nuevo siglo – en la década de 2000 – la aparición cobra vida una vez más, con el vidente en Brasil que no sólo reafirma la legitimidad de la aparición de Bergamo (una circunstancia de la que él no era consciente, antes de ser informado por la Santísima Virgen al respecto), sino viaja allí recibiendo supuestas apariciones.

Al parecer, esto es lo que ha ocurrido en Itapiranga, Brasil, con las apariciones que fueron aprobadas (al menos las de 1994 a 1998) por el arzobispo Carrillo Gritti de Itacoatiara.

La aprobación se produjo en 2009 en el borde de la Amazonía, a unos 2850 kilómetros al noroeste de Río de Janeiro.

Por las apariciones de María, que al parecer se han producido a un joven llamado Edson Glauber y su madre Maria do Carmo (y que supuestamente continúan hasta hoy). Ver aquí.

En esas alegadas revelaciones brasileñas, María habla de la verdad de algunas apariciones anteriores en un pueblo llamado  Ghiaie di Bonate, Italia, cerca de Bérgamo (justo al noroeste de Milán).

El joven vidente en Brasil nunca había oído hablar de la aparición, ni conocía el lugar.

Luego, con el director espiritual, un sacerdote italiano, tuvo la oportunidad de visitar Ghiaie di Bonate, con el permiso de su obispo de Manaus (donde está localizado).

En Italia, en diferentes lugares, tuvo apariciones de María que confirmaron apariciones en Ghiaie di Bonate e insistió en el rezo del Rosario y la penitencia para salvar el mundo a causa de la incredulidad.

Hay un gran énfasis en la oración, la Santa Misa, la Confesión y la Comunión.

Eso es interesante porque las apariciones en Ghiaie di Bonate (vamos a llamar a este lugar «Bergamo») fueron rechazadas enérgicamente por el obispo allí.

Pero como resulta: puede ser sólo el comienzo de la historia.


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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10 Mitos Falsos sobre la Historia de la Iglesia Católica

Una fuerza misteriosa está re escribiendo la historia del catolicismo, para mal.

Es invisible a los ojos físicos, pero visible a los ojos de la fe.

Por un lado resalta los hechos negativos que el catolicismo produjo en los 20 siglos, que fueron varios, vale decir.

Y por otro lado y sobre todo, le da un significado diferente a los sucesos.

iluminacion exterior wanchin

Así se ha creado una historia negra de la iglesia.
.
Esto “nos lo han vendido” a fuerza de repetición mediática y hoy la mayoría lo creemos.
.
Pero lo peor es que buena parte de los seminaristas lo creen así porque así se les enseña.

Examinemos 10 de estos mitos y al final nos detendremos en el caso de Galileo Galilei.

biblia encadenada

 

LOS SACERDOTES CATÓLICOS ENCADENABAN LAS BIBLIAS EN LAS IGLESIAS PARA EVITAR QUE LA GENTE LAS LEYERA

Sí, los sacerdotes católicos mantenían las Biblias encadenadas al podio, pero no para impedir que la gente las leyera, sino para que no se las llevara.

En los días previos a la invención de la imprenta, las Biblias eran muy caras.

Algunos estiman que una Biblia en ese entonces habría costado el equivalente de un año de pago.

¿Por qué? Porque ellas eran minuciosamente escritas a mano por los monjes, tomando un año más o menos para crear una.

La Biblia era muy necesaria para cada Misa, ya que todas las lecturas eran leídas de ella.

Si alguien robaba la Biblia, entonces no podía haber misa.

Entonces los sacerdotes las encadenaron al podio, para evitar que los ladrones las robaran y después las vendieran en el mercado negro.

Y además, la mayoría de los laicos eran analfabetos en aquellos días, así que no mucha gente podía leer la Biblia aunque tuviera una.

La Iglesia leía la Escritura para los laicos en cada Misa, tal como lo hace hoy, y hermosos vitrales en las Iglesias ayudaban a la gente a visualizar de lo que la Escritura estaba contando.

letras de la biblia de gutembergk

 

LA IGLESIA CATÓLICA QUEMÓ BIBLIAS PARA IMPEDIR QUE LA GENTE LAS LEYERA

Sí, la Iglesia Católica quemó Biblias, pero no para evitar que la gente las leyera.

Algunos sacerdotes pícaros decidieron crear su propia traducción de la Biblia.

El problema es que algunos de estos traductores cambiaron el significado original del texto en latín para adaptarla a sus propias creencias personales sobre lo que ellos pensaban que la Biblia debería haber dicho.

Un ejemplo de ello fue el Padre Martín Lutero, quien añadió la palabra “solo” a Romanos 3:28, para promover su nueva idea de ser salvo por “la fe SOLA”. Entre otras cosas.

Y también eliminó siete libros del Antiguo Testamento en su versión de la Escritura.

Así que la Iglesia Católica quemó versiones erróneas de la Biblia para prevenir el error.

foto de la biblia de gutemberg de una biblioteca americana

 

LA IGLESIA CATÓLICA AGREGÓ LIBROS A LA BIBLIA

Tanto culpable como acusado.

La Iglesia Católica es el creador del canon de la Biblia, tal como la conocemos actualmente.

Los fariseos y los saduceos habían estado luchando por el canon de las Escrituras desde el tiempo de Jesús.

Por último, en el concilio de Roma en 382 dc, el Papa Dámaso I infaliblemente declaró que sólo 73 libros de cientos de otros eran de inspiración divina.

Estos 73 libros son los que actualmente están en la Biblia Católica hoy.

La Iglesia Católica nunca agregó otros libros a este canon cerrado.

Por el contrario, Martín Lutero, más de 1100 años más tarde, restó siete libros de su Biblia protestante, porque no estaba de acuerdo con ellos.

Esos libros del Antiguo Testamento son Tobit, Primero de Macabeos, Segundo de Macabeos, Baruch, Judith, Sabiduría y Sirach.

Estos libros divinamente inspirados habían estado en la Biblia desde el siglo IV, pero Lutero los quitó de su Biblia porque no estaban de acuerdo con su teología personal.

También quiso excluir a Santiago y al Apocalipsis del Nuevo Testamento, pero sus seguidores le impidieron hacerlo.

Estos libros descartados, están todos en la Biblia de Gutenberg, que fue la primera Biblia impresa, publicada en el siglo anterior de la herejía de Lutero.

lampara encendida y biblia fondo

 

LA IGLESIA CATÓLICA EVITÓ LA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA A IDIOMAS COMUNES

Esto es evidentemente falso.

Jerónimo, en el siglo IV, bajo la instrucción del Papa Dámaso I, tradujo la Biblia de su original hebreo y griego a la lengua vernácula del día, el latín.

Esta traducción, conocida como la Vulgata, se utilizó durante siglos, ya que la mayoría de la gente de Europa hablaba sobre todo latín durante mucho tiempo.

Cuando otras culturas empezaron a aceptar el cristianismo, se hicieron otras traducciones a diferentes idiomas.

San Cirilo y Metodio, por ejemplo, en el siglo IX, tradujeron la Biblia para la antigua Iglesia eslava, usando el alfabeto cirílico inventado por San Cirilo.

La traducción alemana Mentel de la Biblia se hizo en el siglo anterior a la versión de Lutero, en 1466.

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LA IGLESIA CATÓLICA SUPRIMIÓ LA CIENCIA Y LA EDUCACIÓN, PARA QUE LOS LAICOS PERMANECIERAN SUBORDINADOS

Esta increíble mentira se ha repetido tantas veces, que algunas personas realmente piensan que es un hecho.

La Iglesia Católica y Carlomagno inventaron el proceso educativo para los niños.

La Iglesia Católica inventó la Universidad para estudiantes mayores.

Las universidades de entonces tenían que tener un sello Papal de aprobación para comenzar a enseñar, como la Universidad de Oxford.

Los monasterios de Europa no sólo conservaron grandes obras maestras literarias al transcribirlas y ocultarlas de bandas de saqueadores, sino que también inventaron el champán, las técnicas agrícolas como la recuperación de terrenos agrícolas antiguos, la ganadería y los molinos de viento para bombear agua, etc.

Louis Pasteur era un devoto católico. El Padre George Lemaitre fue el inventor de la Teoría del Big Bang, y no sólo se la explicó a Einstein, que antes no creía en ella, sino que también lo convenció de ello.

El padre Roger Bacon inventó el proceso científico. El Padre Gregor Mendel descubrió la ciencia de la genética.

Muchos cráteres en la luna llevan el nombre de los astrónomos jesuitas, que los descubrieron con sus telescopios. Y hay muchos, muchos más ejemplos de científicos católicos.

Galileo, que lo veremos en detalle más abajo, fue llamado a dar cuenta de su enseñanza de heliocentricidad, pero no por la propia teoría.

Copérnico, en el siglo anterior, había enseñado heliocentricidad (la creencia de que la tierra gira alrededor del sol).

Pero Copérnico sólo la enseñó como una teoría, mientras que Galileo la enseñó como un hecho antes de que fuera probada.

Dado que la Iglesia Católica de ese entonces era el árbitro oficial de lo que se podía enseñar en sus escuelas, advirtió a Galileo que sólo la enseñara como una teoría, como Copérnico, hasta que se pudiera probar.

Galileo respondió diciendo a la Iglesia que tenía que revisar su teología para aceptar la heliocentricidad.

Una vez que pasó de la ciencia a la teología, la Iglesia lo censuró.

Veremos más abajo la falacia sobre el proceso a Galileo.

tortura-inquisición

 

LA INQUISICIÓN FUE INVENTADA POR LA IGLESIA CATÓLICA PARA TORTURAR A LOS PROTESTANTES PARA QUE SE CONVIRTIERAN EN CATÓLICOS

La Inquisición fue una maniobra legal de la Iglesia para investigar la infiltración de los cátaros (gnósticos) en la Iglesia Católica.

En el siglo XIII en Europa no existía la «separación de la Iglesia y del Estado».

Más bien, lo contrario era cierto, ya que la Iglesia y el Estado se consideraban unidos.

Para conseguir buenos trabajos uno tenía que ser católico practicante.

Puesto que el gnosticismo (la creencia de que la materia era mala y el espíritu era bueno, combinado con el conocimiento «oculto») comenzaba a meterse en la sociedad.

Y muchos gnósticos decían ser católicos para conseguir empleo.

Para erradicar a estas personas, la Iglesia y el Estado instituyeron un proceso judicial para determinar su catolicidad.

El Estado de ese tiempo usaba la tortura como un medio para llegar a la verdad.

Pero si alguien admitiera que sólo pretendía ser católico, se arrepentía y luego confesaba, entonces no habría torturas.

La Inquisición comenzó varios siglos antes de que Martín Lutero se convirtiera en el primer protestante.

La base bíblica para la Inquisición es 1 Corintios 5: 12-13: “Pues ¿por qué voy a juzgar yo a los de fuera? ¿No es a los de dentro a quienes vosotros juzgáis? A los de fuera Dios los juzgará. ¡Arrojad de entre vosotros al malvado!”.

ciudad-de-la-Edad-Media-fondo

 

LAS ÉPOCAS OSCURAS FUERON CREADAS POR LA IGLESIA CATÓLICA Y SU ODIO A LA CIENCIA

Las edades oscuras fueron causadas por la invasión de Europa por grupos de bárbaros, que violaron y saquearon, mataron intelectuales y quemaron bibliotecas.

Estos bárbaros eran los hunos, los vándalos, los godos, los musulmanes, los vikingos, los francos y otros.

Los monasterios católicos realmente ocultaron a personas y libros para proteger el conocimiento de que se perdiera para siempre.

Después de la conquista de los merodeadores, la Iglesia re-copió los libros ocultos, y educó a los bárbaros, convirtiendo a muchos de ellos a la fe.

Y también estuvo la Muerte Negra, o plaga, que mató a 1/3 de la población de Europa, incluyendo a muchos intelectuales.

vaticano dia de beatificacion de papas

 

LOS PAPAS HAN SIDO HOMBRES MALVADOS

Algunos en verdad lo han sido.

Hubo papas seleccionados sobre la base de lazos familiares, como la familia Borgia.

Incluso hubo papas que tenían amantes.

Hubo papas que amaban las fiestas y la riqueza.

Pero ninguno de estos malos papas ha cambiado el dogma católico.

Más bien, conservaron el depósito sagrado de la fe.

Aceptaban la doctrina y los dogmas pero no cumplían la moral personalmente.

caballeros cruzados

 

LAS CRUZADAS SE LUCHARON PARA CONVERTIR A LOS MUSULMANES Y EXTENDER EL ALCANCE DE LA IGLESIA CATÓLICA

Las Cruzadas comenzaron en respuesta a que los musulmanes del siglo XI mataban peregrinos cristianos que iban a Tierra Santa y destruían las iglesias en Jerusalén.

Los musulmanes se habían apoderado del Medio Oriente unos 400 años antes, pero habían permitido previamente a los peregrinos cristianos visitar Jerusalén pacíficamente y venerar los lugares sagrados.

Pero en 1095dc, la situación se había deteriorado considerablemente.

Los musulmanes habían comenzado a matar a los cristianos que visitaban Jerusalén, e incluso habían comenzado a destruir iglesias cristianas.

El emperador bizantino Alexis I pidió al Papa Urbano II que enviara tropas a Jerusalén para proteger a los peregrinos de las bandas de musulmanes y para impedir que los musulmanes destruyeran más iglesias.

Las Cruzadas comenzaron con el Papa prometiendo indulgencias a los guerreros católicos que dejaran sus medios de vida para ir a luchar por Cristo en su lugar de nacimiento.

Muchos cruzados europeos pagaron su propio camino hacia el Medio Oriente.

Hubo numerosas cruzadas, la primera en 1095 dc y la última en 1571dc habiendo sido exitosas.

La Cruzada final, en el año 1571dc, expulsó a los musulmanes de Europa y fue dirigida por el Sacro Imperio Romano.

El Papa pidió a todos que rezaran el rosario por el éxito de la Batalla de Lepanto, y funcionó.

El 7 de octubre de 1571, las fuerzas cristianas derrotaron a las más numerosas fuerzas musulmanas.

Este día es ahora recordado en la temporada litúrgica de la Iglesia como el Día de Nuestra Señora del Rosario.

pio xii en su despacho

 

EL PAPA PÍO XII ESTUVO EN LA LIGA CON LOS NAZIS DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

El Papa Pío XI publicó una encíclica, siendo su coautor el Cardenal Pacelli, el futuro Papa Pío XII, en 1937, llamada Mit Brenneder Sorge, la única Encíclica publicada en alemán (en lugar del latín).

Condenó a los nazis y fue introducida clandestinamente en todas las iglesias católicas de Alemania, y leída desde el púlpito.

Como resultado de esto, miles de sacerdotes católicos perdieron la vida.

Cuando el cardenal Pacelli se convirtió en papa Pío XII, habló públicamente contra los nazis.

Por esto, los nazis reunieron a más personas de lo normal y las ejecutaron.

Como resultado de este creciente ataque, el Papa Pío XII, en un intento de salvar vidas judías, decidió ayudar a los judíos de una manera más tranquila, salvando a más de 800.000 de ellos ocultándolos en el Vaticano, en Castel Gondolfo y en otros lugares en y alrededor de Roma.

Como resultado de esto, fue elogiado por el New York Times, Albert Einstein (un judío), Golda Meier (futuro presidente de Israel) y el principal rabino de Roma.

De hecho, el principal rabino de Roma se convirtió al catolicismo después de la guerra y tomó el nombre de Eugenio, el nombre del Papa.

El plan nazi siempre fue secuestrar al Papa Pío XII y establecer su propio Papa nazi en el Vaticano.

Pero el Coronel Wolf, que estaba a cargo de este plan, se negó a llevarlo a cabo.

En los años 60, los comunistas y Nikita Kruschev instituyeron una obra llamada «El diputado», que manchó al Papa Pío XII con la colaboración nazi.

Lamentablemente, mucha gente ha caído por esta propaganda comunista sobre el verdadero hecho histórico.

 

¿QUIERES SABER POR QUÉ SOMOS CATÓLICOS?

El mundo está dividido en dos facciones opuestas. O en más, si contamos a los hermanos separados.

Aquellos que escuchamos esas dos palabras, Iglesia Católica y nos sentimos en el hogar.

Y aquellos otros, cristianos o ateos, para los cuales las mismas palabras son sinónimo de dictadura y totalitarismo ejercido a través de los siglos.

O incluso, de maldad.

Cómo explicarte, oh mundo, lo que significa para nosotros la Iglesia Católica.

Hemos crecido en ella, la hemos amado, nos ha cobijado como una madre solícita y amorosa.

Hemos ido a sus Templos con alegría en el corazón, con tristezas, muchas, y con algún dolor de esos que pueden destruir a alguien si no está alerta.

Y sus atrios, sus ámbitos silenciosos, esa presencia invisible pero cierta y amorosa siempre en el Sagrario, nos han abrazado durante toda nuestra vida.

Cómo explicarle a los desencantados, a los indiferentes, o incluso a los enemigos, que a lo largo de los siglos han inventado y siguen inventando, toda clase de falsedades, la esencia divina de nuestra Iglesia, la Iglesia de Cristo.

Ha habido traidores en ella. Incrédulos que se disfrazaron de pastores para destruir el rebaño.

La buena fe los cobijó imprudentemente.

Pero esa herida que no vino del enemigo, sino de los que estaban detrás, ese cobarde ataque por la espalda, no oculta la Luz Eterna que brilla en ella.

Sólo los que estamos en ella y somos sus fieles lo sabemos.

Lo comprendemos y lo aceptamos.

Porque esa es la médula de la realidad: los católicos conocemos la doctrina, sabemos sus preceptos y también sus límites.

Los aceptamos como inspirados por el Espíritu Santo.

Como decirles, cómo hacerles entender a los encarnizados, aún entre los que se encuentran en nuestras filas, que están insultando a nuestra madre, porque la Iglesia ha sido y es, madre y maestra para nosotros.

Cómo decirles que en ella encontramos todo lo que es más sagrado en este mundo.

La presencia real de Jesús, que es la Luz del mundo.

La figura maravillosa de nuestra Madre del Cielo, presente hoy como lo estuvo en la Iglesia de los primeros días, cuando guiaba dulcemente a los Apóstoles para que esperaran el Paráclito que el Cielo les enviaría.

Esta nuestra Iglesia, es la misma que Jesús fundó sobre Pedro.

Es la misma que ha sobrevivido casi 2000 años, a pesar de los pecados y defectos de los creyentes en la historia.

Ha sido y es misionera, ha sido y es, dispensadora de la Gracia, ha sido y es, evangelizadora y motor de la fe de los que siguen el camino que lleva a Cristo.

Es la misma por la que a veces lloramos, la misma que muchas veces nos duele, la misma a la cual no reconocemos por decisiones que no identificamos con el Espíritu de Dios.

Es la nave que ha navegado y navega siempre contra el viento y las mareas, contra las olas furiosas y contra los piratas.

Pero no cede y sigue adelante. Y habrá otros capitanes y habrá otros marineros a bordo, que continuarán con el mensaje, con el gran mandato de Nuestro Señor.

“Vayan a todas las naciones y hagan discípulos míos y bauticenlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

Así sea, Señor Jesús, hasta que vuelvas.

Fuentes:



María de los Ángeles Pizzorno de Uruguay, Escritora, Catequista, Ex Secretaria retirada

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Breaking News Infierno Lo + leído Movil NOTICIAS Noticias 2017 - julio - diciembre notorio Oración Religion e ideologías

¡No reces por mí, estoy condenada!: Impresionante Carta ‘DEL MÁS ALLÁ’

Este relato proviene de un original alemán llamado “Brief aus dem Jenseits” (Carta del Más Allá) y tiene Imprimatur el 9-11-1953 en Treves. 

Es un escrito privado que goza de licencia eclesiástica, para que pueda imprimirse y leerse.

Se trata de un testimonio impresionante de un alma condenada, hablando acerca de lo que la llevó al Infierno.

dibujo del infierno doré

La “carta del más allá” que se transcribe se refiere a la condenación eterna de una joven.
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A primera vista parece una historia novelada.
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Pero considerando las circunstancias se llega a la conclusión de que no deja de tener su fondo histórico, a partir de su sentido moral y su alcance trascendental.

 

MANUSCRITO HALLADO EN UN CONVENTO

El original de esta carta fue encontrado entre los papeles de una religiosa fallecida, amiga de la joven condenada.
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Allí cuenta la monja los acontecimientos de la vida de su compañera como si fueran hechos conocidos y verificados, así como su condenación eterna comunicada en un sueño.
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La Curia diocesana de Treves (Alemania) autorizó su publicación como lectura sumamente instructiva.

La “Carta del más Allá” apareció por primera vez en un libro de revelaciones y profecías, junto con otras narraciones.

Fue el Rvdo. Padre Bernhardin Krempel C.P., doctor en teología, quien la publicó por separado y le confirió mayor autoridad al encargarse de probar, en las notas, la absoluta concordancia de la misma con la doctrina católica.

Entre los manuscritos dejados en su convento por una religiosa, que en el mundo se llamó Clara, se encontró el siguiente testimonio.

puertas del infierno

 

EL RELATO DE CLARA: LA MUERTE DE ANI

Tuve una amiga, Anita.
.
Es decir, éramos muy próximas por ser vecinas y compañeras de trabajo en la misma oficina.
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Más tarde, Ani se casó y no volví a verla.

Desde que nos conocimos, había entre nosotras, en el fondo, más amabilidad que propiamente amistad.

Por eso, sentí muy poco su ausencia cuando, después de su casamiento, ella fue a vivir al barrio elegante de las villas, lejos del mío.

Durante mis vacaciones en el Lago de Garda (Italia), en septiembre de 1937, recibí una carta de mi madre en la que me decía:
.
“Anita N murió en un accidente automovilístico. La sepultaron ayer en Wald Friendhof”
.

Me impresioné mucho con la noticia.

Sabía que mi amiga no había sido propiamente religiosa.

¿Estaría preparada para presentarse ante Dios? ¿En qué estado la habría encontrado su muerte súbita?

Al día siguiente escuché misa, comulgué por la intención de Anita, en la casa del pensionado de las hermanas, donde estaba viviendo. Rezaba fervorosamente por su eterno descanso, y por esta misma intención ofrecí la Santa Comunión.

Durante todo el día percibí un cierto malestar, que fue aumentando por la tarde. Dormí inquieta.

Me desperté de improviso, escuchando algo así como una sacudida en la puerta del cuarto.

Encendí la luz.

El reloj indicaba las doce y diez minutos. Abrí la puerta y nada. Tampoco ruidos.

Tan solo las olas del Lago de Garda golpeando monótonas contra el muro del jardín del pensionado. No había viento.

Yo conservaba la impresión de que al despertar encontraría, además de los golpes de la puerta, un ruido de brisa o viento, parecido al que producía mi jefe de la oficina, cuando de mal humor tiraba sobre mi escritorio una carta que lo molestaba. Reflexioné un instante si debía levantarme.

¡No! Todo no es más que sugestión, me dije. Mi fantasía está sobresaltada por la noticia de la muerte.

Me di vuelta en la cama, recé algunos Padrenuestros por las ánimas y me dormí de nuevo.

columnas del infierno

 

LE LLEGA UNA CARTA DE ANI

Soñé entonces que me levantaba de mañana, a las 6, yendo a la capilla.
.
Al abrir la puerta del cuarto, me encontré con una cantidad de hojas de carta.
.
Al levantarlas, reconocer la letra de Anita y dar un grito, fue cosa de un segundo.

Temblando, las sostuve en mis manos.

Confieso que quedé tan aterrorizada que no pude rezar. Apenas respiraba.

Nada mejor que huir de allí, salir al aire libre.

Me arreglé rápidamente, puse la carta dentro de mi cartera y salí en seguida.

Subí por el tortuoso camino, entre olivos, laureles y quintas de la villa, más allá del conocido camino gardesano.

La mañana aparecía radiante.

En los días anteriores, yo me detenía cada cien pasos, maravillada por la vista que ofrecían el lago y la Isla de Garda.

El suavísimo azul del agua me refrescaba; como una niña que mira admirada a su abuelo, así contemplaba, extasiada, al ceniciento monte Baldo, que se levanta en la orilla opuesta del lago, hasta los 2.200 metros de altura.

Ese día no tenía ojos para todo eso.

Después de caminar un cuarto de hora, me dejé caer maquinalmente sobre un banco ubicado entre dos cipreses, donde la víspera había leído con placer “La doncella Teresa”.

Por primera vez veía en los cipreses el símbolo de la muerte, algo en lo que antes no había pensado.

Tomé la carta. No tenía firma. Sin la menor duda, estaba escrita por Ani.
.
No faltaba la gran “s”, ni la “t” francesa, a la que se había acostumbrado en la oficina, para irritar al Sr. G.
.
Era su estilo. Por lo menos, era así como hablaba de costumbre.

Lo habitual en ella era la conversación amable, la risa, subrayada por los ojos azules y su graciosa nariz

Sólo cuando discutíamos asuntos religiosos se volvía mordaz y caía en el tono rudo de la carta.

Yo misma me siento envuelta por su excitada cadencia.

Hela aquí, la Carta del Más Allá de Anita N., palabra por palabra, tal como la leí en el sueño.

tortura el el infierno budista

 

UNA CARTA DE ADVERTENCIA

CLARA, NO RECES POR MÍ, ESTOY CONDENADA.
.
Si te doy este aviso – es más, voy a hablarte largamente sobre esto – no creas que lo hago por amistad.

Quienes estamos aquí ya no amamos a nadie.
.
Lo hago como obligada.
.
Es parte de la obra “de esa potencia que siempre quiere el mal y realiza el bien”.
.
En realidad, me gustaría verte aquí, adonde llegué para siempre.
.
No te extrañes de mis intenciones. Aquí, todos pensamos así.

Nuestra voluntad está petrificada en el mal, es decir, en aquello que ustedes consideran “mal”.

Aún cuando pueda hacer algo “bien” (como yo lo hago ahora, abriéndote los ojos ante el infierno), no lo hago con recta intención.

¿Recuerdas? Hace cuatro años que nos conocimos, en M. Tenías 23 años y ya trabajabas en el escritorio desde seis meses antes, cuando yo ingresé.

Varias veces me sacaste de apuros.

Con frecuencia me dabas buenos avisos que a mí, principiante, me venían muy bien.

Pero, ¿qué es “bueno”?

Yo ponderaba, en aquel entonces, tu “caridad”. Ridículo…

Tus ayudas eran pura ostentación, algo que desde entonces sospechaba.

Aquí, no reconocemos bien alguno en absolutamente nadie.
.
Pero ya que conociste mi juventud, es el momento de llenar algunas lagunas.
.
De acuerdo con los planes de mis padres, yo nunca tendría que haber existido.
.
Por un descuido se produjo la desgracia de mi concepción.
.
Mis hermanas tenían 14 y 16 años cuando vine al mundo.
.
¡Ojalá no hubiera nacido!
.
Ojalá pudiera ahora aniquilarme, huir de estos tormentos!

No hay placer comparable al de acabar mi existencia, así como se reduce a cenizas un vestido, sin dejar vestigios.

Pero es necesario que exista.

Es preciso que yo sea tal como me he hecho: con el fracaso total de la finalidad de mi existencia.

Cuando mis padres, entonces solteros, se mudaron del campo a la ciudad, perdieron el contacto con la Iglesia.

Era mejor así.

Mantenían relaciones con personas desvinculadas de la religión.

Se conocieron en un baile, y se vieron “obligados” a casarse seis meses después.

En la ceremonia nupcial, recibieron solo unas gotas de agua bendita, las suficientes para atraer a mamá a la misa dominical unas pocas veces al año.

Ella nunca me enseñó verdaderamente a rezar.

Todo su esfuerzo se agotaba en los trabajos cotidianos de la casa, aunque nuestra situación no era mala.

Palabras como rezar, misa, agua bendita, iglesia, sólo puedo escribirlas con íntima repugnancia, con incomparable repulsión.
.
Detesto profundamente a quienes van a la Iglesia y, en general, a todos los hombres y a todas las cosas.
.
Todo es tormento.
.
Cada conocimiento recibido, cada recuerdo de la vida y de lo que sabemos, se convierte en una llama incandescente.

infierno

 

ENCADENADOS ESPIRITUALMENTE

Y todos estos recuerdos nos muestran las oportunidades en que despreciamos una gracia.

¡Cómo me atormenta esto!

No comemos, no dormimos, no andamos sobre nuestros pies.

Espiritualmente encadenados, los réprobos contemplamos desesperados nuestra vida fracasada, aullando y rechinando los dientes, atormentados y llenos de odio.

¿Entiendes?

Aquí bebemos el odio como si fuera agua.
.
Nos odiamos unos a otros.
.
Más que a nada, odiamos a Dios.
.
Quiero que lo comprendas.

Los bienaventurados en el cielo deben amar a Dios, porque lo ven sin velos, en su deslumbrante belleza.

Esto los hace indescriptiblemente felices.

Nosotros lo sabemos, y este conocimiento nos enfurece.

Los hombres, en la tierra, que conocen a Dios por la Creación y por la Revelación, pueden amarlo.

Pero no están obligados a hacerlo.

El creyente – te lo digo furiosa – que contempla, meditando, a Cristo con los brazos abiertos sobre la cruz, terminará por amarlo.

Pero el alma a la que Dios se acerca fulminante, como vengador y justiciero porque un día fue repudiado, como ocurrió con nosotros, ésta no podrá sino odiarlo, como nosotros lo odiamos.

Lo odia con todo el ímpetu de su mala voluntad.
.
Lo odia eternamente, a causa de la deliberada resolución de apartarse de Dios con la que terminó su vida terrenal.
.
Nosotros no podemos revocar esta perversa voluntad, ni jamás querríamos hacerlo.

¿Comprendes ahora por qué el infierno dura eternamente?

Porque nuestra obstinación nunca se derrite, nunca termina.

Y contra mi voluntad agrego que Dios es misericordioso, aún con nosotros.

Digo “contra mi voluntad” porque, aunque diga estas cosas voluntariamente, no se me permite mentir, que es lo que querría.

Dejo muchas informaciones en el papel contra mis deseos.

Debo también estrangular la avalancha de palabrotas que querría vomitar.

Dios fue misericordioso con nosotros porque no permitió que derramáramos sobre la tierra el mal que hubiéramos querido hacer.

Si nos lo hubiera permitido, habríamos aumentado mucho nuestra culpa y castigo.
.
Nos hizo morir antes de tiempo, como hizo conmigo, o hizo que intervinieran causas atenuantes.

Dios es misericordioso, porque no nos obliga a aproximarnos a El más de lo que estamos, en este remoto lugar infernal.

Eso disminuye el tormento.

Cada paso más cerca de Dios me causaría una aflicción mayor que la que te produciría un paso más rumbo a una hoguera.

Te desagradé un día al contarte, durante un paseo, lo que dijo mi padre pocos días antes de mi comunión: “Alégrate, Anita, por el vestido nuevo; el resto no es más que una burla”.

Casi me avergüenzo de tu desagrado. Ahora me río.

Lo único razonable de toda aquella comedia era que se permitiera comulgar a los niños a los doce años.

Yo ya estaba, en aquel entonces, bastante poseída por el placer del mundo. Sin escrúpulos, dejaba a un lado las cosas religiosas.

No tomé en serio la comunión.

La nueva costumbre de permitir a los niños que reciban su primera comunión a los 7 años nos produce furor.

Empleamos todos los medios para burlarnos de esto, haciendo creer que para comulgar debe haber comprensión.

Es necesario que los niños hayan cometido algunos pecados mortales.

La blanca Hostia será menos perjudicial entonces, que si la recibe cuando la fe, la esperanza y el amor, frutos del bautismo – escupo sobre todo esto – todavía están vivos en el corazón del niño.

hombres que caen en el infierno

 

LA MUERTE DEL PADRE DE ANI

¿Te acuerdas que yo pensaba así cuando estaba en la tierra?

Vuelvo a mi padre. Peleaba mucho con mamá.

Pocas veces te lo dije, porque me avergonzaba.

Qué cosa ridícula la vergüenza. Aquí, todo es lo mismo.

Mis padres ya no dormían en el mismo cuarto.

Yo dormía con mamá, papá lo hacía en el cuarto contiguo, donde podía volver a cualquier hora de la noche.

Bebía mucho y se gastó nuestra fortuna.

Mis hermanas estaban empleadas, decían que necesitaban su propio dinero. Mamá comenzó a trabajar.

Durante el último año de su vida, papá la golpeó muchas veces, cuando ella no quería darle dinero.

Conmigo, él siempre fue amable.

Un día te conté un capricho del que quedaste escandalizada.

¿Y de qué no te escandalizaste de mí?

Cuando devolví dos veces un par de zapatos nuevos, porque la forma de los tacos no era bastante moderna.

En la noche en que papá murió, víctima de una apoplejía, ocurrió algo que nunca te conté, por temor a una interpretación desagradable.
.
Hoy, sin embargo, debes saberlo.
.
Es un hecho memorable: por primera vez, el espíritu que me atormenta se acercó a mí.
.
Yo dormía en el cuarto de mamá.
.
Su respiración regular revelaba un sueño profundo.
.
Entonces, escuché pronunciar mi nombre.
.
Una voz desconocida murmuró: “¿Qué ocurrirá si muere tu padre?”

Ya no lo quería a papá, desde que había empezado a maltratar a mi madre.

En realidad, no amaba absolutamente a nadie: sólo tenía gratitud hacia algunas personas que eran bondadosas conmigo.

El amor sin esperanza de retribución en esta tierra solamente se encuentra en las almas que viven en estado de gracia.

No era ése mi caso. “Ciertamente, él no morirá”, le respondí al misterioso interlocutor.

Tras una breve pausa, escuché la misma pregunta. “¡El no va a morir!”, repliqué con brusquedad.

Por tercera vez, me preguntaron: “¿Qué ocurrirá si muere tu padre?”.
.
Me representé en ese momento en la imaginación el modo como mi padre volvía muchas veces: medio ebrio, gritando, maltratando a mamá, avergonzándonos frente a los vecinos.
.
Entonces, respondí con rabia: “Bien, es lo que se merece. ¡Que muera!”.
.
Después, todo quedó en silencio.

A la mañana siguiente, cuando mamá fue a ordenar el cuarto de papá, encontró la puerta cerrada.

Al mediodía, la abrieron por la fuerza. Papá, semidesnudo, estaba muerto sobre la cama.

Al ir a buscar cerveza al sótano, debió sufrir una crisis mortal.

Desde hacía tiempo que estaba enfermo.

(¿Habrá hecho depender Dios de la voluntad de su hija, con la que el hombre fue bondadoso, la obtención de más tiempo y ocasión de convertirse?).

cielo o infierno

 

REZAR PARA NUESTRA SALVACIÓN

Marta K. y tú me hicieron ingresar en la asociación de jóvenes.

Nunca te oculté que consideraba demasiado “parroquiales” las instrucciones de las dos directoras, las señoritas X.

Los juegos eran bastante divertidos.

Como sabes, llegué en poco tiempo a tener allí un papel preponderante.

Eso era lo que me gustaba. También me gustaban las excursiones.

Llegué a dejarme llegar algunas veces a confesar y comulgar.

Para decir la verdad, no tenía nada para confesar.

Los pensamientos y las palabras no significaban nada para mí.

Y para acciones más groseras todavía no estaba madura.

Un día me llamaste la atención: “Ana, si no rezas más, te perderás”.
.
Realmente, yo rezaba muy poco, y ese poco siempre a disgusto, de mala voluntad.
.
Sin duda tenías razón.
.
Los que arden en el infierno o no rezaron, o rezaron poco.

La oración es el primer paso para llegar a Dios. Es el paso decisivo.

Especialmente la oración a Aquella que es la madre de Cristo, cuyo nombre no nos es lícito pronunciar.

La devoción a Ella arranca innumerables almas al demonio, almas a las que sus pecados las habrían lanzado infaliblemente en sus manos.

Furiosa continúo, porque estoy obligada a hacerlo, aunque no aguanto más de tanta rabia.

Rezar es lo más fácil que se puede hacer en la tierra.

Y justamente de esto, que es facilísimo, Dios hace depender nuestra salvación.

Al que reza con perseverancia, paulatinamente Dios le da tanta luz, y lo fortalece de tal modo, que hasta el más empedernido pecador puede recuperarse, aunque se encuentre hundido en un pantano hasta el cuello.
.
Durante los últimos años de mi vida ya no rezaba más, privándome así de las gracias, sin las que nadie se puede salvar.

Aquí, no recibimos ningún tipo de gracia.

Aunque la recibiéramos, la rechazaríamos con escarnio.

Todas las vacilaciones de la existencia terrenal terminaron en esta otra vida.

En la tierra, el hombre puede pasar del estado de pecado al estado de gracia.

De la gracia, se puede caer al pecado.

Muchas veces caí por debilidad; pocas, por maldad.

Con la muerte, cada uno entra en un estado final, fijo e inalterable.

A medida que se avanza en edad, los cambios se hacen más difíciles.

Es cierto que uno tiene tiempo hasta la muerte para unirse a Dios o para darle las espaldas.
.
Sin embargo, como si estuviera arrastrado por una correntada, antes del tránsito final, con los últimos restos de su voluntad debilitada, el hombre se comporta según las costumbres de toda su vida.

El hábito, bueno o malo, se convierte en una segunda naturaleza.

Es ésta la que lo arrastra en el momento supremo. Así ocurrió conmigo.

Viví años enteros apartada de Dios.

En consecuencia, en el último llamado de la gracia, me decidí contra Dios. 

La fatalidad no fue haber pecado con frecuencia, sino que no quise levantarme más.

Muchas veces me invitaste para que asistiera a las predicaciones o que leyera libros de piedad.

Mis excusas habituales eran la falta de tiempo.

¿Acaso podría querer aumentar mis dudas interiores?

Finalmente, tengo que dejar constancia de lo siguiente: al llegar a este punto crítico, poco antes de salir de la “Asociación de Jóvenes”, me habría sido muy difícil cambiar de rumbo.

Me sentía insegura y desdichada.

Pero frente a la conversión se levantaba una muralla.

No sospechaste que fuera tan grave.

Creías que la solución era tan simple, que un día me dijiste: “Tienes que hacer una buena confesión, Ani, todo volverá a ser normal”.

Me daba cuenta que sería así.

Pero el mundo, el demonio y la carne, me retenían demasiado firme entre sus garras.

Nunca creí en la influencia del demonio.

Ahora, doy testimonio de que el demonio actúa poderosamente sobre las personas que están en las condiciones en que yo me encontraba entonces.

Sólo muchas oraciones, propias y ajenas, junto con sacrificios y sufrimientos, podrían haberme rescatado.
.
Y aún esto, poco a poco.

puerta del infierno fondo

 

EL DEMONIO QUE ROBA ALMAS

Si bien hay pocos posesos corporales, son innumerables los que están poseídos internamente por el demonio.

El demonio no puede arrebatar el libre albedrío de los que se abandonan a su influencia.

Pero, como castigo por su casi total apostasía, Dios permite que el “maligno” se anide en ellos.
.
Yo también odio al demonio.
.
Sin embargo, me gusta, porque trata de arruinarlos a todos ustedes: él y sus secuaces, los ángeles que cayeron con él desde el principio de los tiempos.

Son millones, vagando por la tierra. Innumerables como enjambres de moscas; ustedes no los perciben.

A los réprobos no nos incumbe tentar: eso les corresponde a los espíritus caídos.

Cada vez que arrastran una nueva alma al fondo del infierno, aumentan aún más sus tormentos.

Pero, ¡de qué no es capaz el odio!

Aunque andaba por caminos tortuosos, Dios me buscaba.

Yo preparaba el camino para la gracia, con actos de caridad natural, que hacía muchas veces por una inclinación de mi temperamento.

A veces, Dios me atraía a una Iglesia.

Allí, sentía una cierta nostalgia.

Cuando cuidaba a mi madre enferma, a pesar de mi trabajo en la oficina durante el día, haciendo un sacrificio de verdad, los atractivos de Dios actuaban poderosamente.

Una vez fue en la capilla del hospital, adonde me llevaste durante el descanso del mediodía.

Quedé tan impresionada, que estuve sólo a un paso de mi conversión. Lloraba.

Pero, en seguida, llegaba el placer del mundo, derramándose como un torrente sobre la gracia.
.
Las espinas ahogaron el trigo.
.
Con la explicación de que la religión es sentimentalismo, como siempre se decía en la oficina, rechacé también esta gracia, como todas las otras.

En otra ocasión, me llamaste la atención porque, en lugar de una genuflexión hasta el piso, hice solamente una ligera inclinación con la cabeza.

Pensaste que eso lo hacía por pereza, sin sospechar que, ya entonces, había dejado de creer en la presencia de Cristo en el Sacramento.

Ahora creo, aunque sólo materialmente, tal como se cree en la tempestad, cuyas señales y efectos se perciben.
.
En este interín, me había fabricado mi propia religión.
.
Me gustó la opinión generalizada en la oficina, de que después de la muerte el alma volvería a este mundo en otro ser, reencarnándose sucesivamente, sin llegar nunca al fin.

Con esto, estaba resuelto el angustiante problema del más allá.

Imaginé haberlo hecho inofensivo.

¿Por qué no me recordaste la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro, en la que el narrador, Cristo, envió después de la muerte a uno al infierno y al otro al Cielo?

Pero, ¿qué habrías conseguido?

No mucho más de lo que conseguiste con todos tus otros discursos beatos.

Poco a poco me fui fabricando un dios: con atributos suficientes para ser llamado así.
.
Bastante lejos de mí, como para que no me obligara a tener relaciones con él.
.
Suficientemente confuso, como para poder transformarlo a mi antojo.
.
De este modo, sin cambiar de religión, yo podía imaginarlo como el dios panteísta del mundo o pensarlo, poéticamente, como un dios solitario.

Este “dios” no tenía Cielo para premiarme, ni infierno para asustarme.

Yo lo dejaba en paz.

En esto consistía mi culto de adoración.

Es fácil creer en lo que agrada.
.
Con el transcurso de los años, estaba bastante persuadida de mi religión.
.
Se vivía bien así, sin molestias.
.
Sólo una cosa podría haber roto mi suficiencia: un dolor profundo y prolongado.
.
Pero este sufrimiento no llegó.
.
¿Comprendes ahora el significado de “Dios castiga a aquellos que ama“?

puerta del infierno fondo

 

LA CONQUISTA Y LA VIDA CON MAX

Durante un domingo de julio, la Asociación de Jóvenes organizaba un paseo de A.

Me gustaban las excursiones, pero no los discursos insípidos y demás beaterías.

Otra imagen, muy diferente de la de Nuestra Señora de las Gracias de A., estaba desde hacía poco en el altar de mi corazón.

Era el distinguido Max, del almacén de al lado.

Ya habíamos conversado entretenidos, varias veces.

Justamente ese domingo me invitó a pasear.

La otra, con la que acostumbraba a salir, estaba enferma en el hospital.

El había comprendido que lo miraba mucho.

Pero yo no pensaba en casarme todavía.

Su posición económica era muy buena, pero también demasiado amable con todas las otras jovencitas.

En aquel entonces yo quería un hombre que me perteneciera exclusivamente, como única mujer.

Siempre conservé una cierta educación natural.

(Eso es verdad. A pesar de su indiferencia religiosa, Ani tenía algo noble en su persona. Me desconcierta que también las personas “honestas” puedan caer en el infierno, si son deshonestas al huir del encuentro con Dios).

En ese paseo, Max me colmó de amabilidades.

Nuestras conversaciones, es claro, no eran sobre la vida de los santos, como las de ustedes.

Al día siguiente, en la oficina, me reprendiste por no haber ido al paseo de la Asociación.

Cuando te conté mi diversión del domingo, tu primera pregunta fue: “¿Escuchaste Misa?”.

¡Tonta! ¿Cómo podríamos ir a Misa si salimos a las 6 de la mañana?

Me acuerdo que, muy exaltada, te dije: “El buen Dios no es tan mezquino como lo son los curas”.
.
Ahora debo confesar que Dios, a pesar de su infinita bondad, considera todo con más seriedad que todos los sacerdotes juntos.

Después de este primer paseo con Max, fui solamente una vez más a la Asociación, en las fiestas de Navidad.

Algunas cosas me atraían.

Pero en mi interior, ya me había separado de todas ustedes.

Los bailes, el cine, los paseos, continuaban.

A veces peleábamos con Max, pero yo sabía cómo retenerlo.

Odié mucho a mi rival que, al salir del hospital, se puso furiosa.

En realidad, eso me favoreció.

La calma distinguida que yo mostraba produjo una gran impresión en Max, que se inclinó definitivamente por mí.

Conseguí encontrar la forma de denigrarla.

Me expresaba con calma: por fuera, realidades objetivas, por dentro, vomitando hiel.
.
Estos sentimientos y actitudes conducen rápidamente al infierno.
.
Son diabólicos, en el sentido estricto del término.

¿Por qué te cuento todo esto?

Para explicarte que así me aparté definitivamente de Dios.

En realidad, Max y yo no llegamos muchas veces al extremo de la familiaridad.

Me daba cuenta que me rebajaría a sus ojos si le concedía toda la libertad antes de tiempo.

Por eso, supe controlarme.

Realmente, yo estaba siempre dispuesta para todo lo que consideraba útil.

Tenía que conquistar a Max. Para eso, ningún precio era demasiado alto.

Nos fuimos amando poco a poco, porque ambos teníamos valiosas cualidades que podíamos apreciar mutuamente.

Yo era habilidosa, eficiente, de trato agradable.

Retuve a Max con firmeza y conseguí, al menos durante los últimos meses antes del casamiento, ser la única que lo poseía.

En eso consistió mi apostasía, en hacer mi dios con una criatura.
.
En ninguna otra cosa puede realizarse más plenamente la apostasía como en el amor a una persona del otro sexo, cuando ese amor se ahoga en la materia.
.
Esto es su encanto, su aguijón y su veneno.

La “adoración” que tenía por Max se convirtió en mi religión. En ese tiempo, en la oficina, yo arremetía virulentamente contra los curas, los fieles, las indulgencias, los rosarios y demás estupideces.

Trataste de defender con una cierta inteligencia todo lo que yo atacada, aunque quizás sin sospechar que en realidad el problema no estaba en esas cosas.

Lo que yo buscaba era un punto de apoyo.

Todavía lo necesitaba para justificar racionalmente mi apostasía.

Estaba sublevada contra Dios.

No te dabas cuenta.

Creías que todavía era católica. 

Por otra parte, yo quería ser llamada así; inclusive pagaba la contribución para el culto.

Porque un cierto “reaseguro” nunca viene mal.

Es posible que tus respuestas a veces dieran en el blanco.

Pero no me alcanzaban, porque no te concedía razón.

A raíz de estas relaciones sobre bases falsas, fue pequeño el dolor de nuestra separación, con motivo de mi casamiento.

Antes de casarme, me confesé y comulgué una vez más.

Era una formalidad. Mi marido pensaba igual.

Si era una formalidad, ¿por qué no cumplirla?

Ustedes dicen que una comunión así es “indigna”.

Bien, después de esa comunión “indigna”, logré un cierto sosiego en mi conciencia.

Esa comunión fue la última.

Nuestra vida conyugal transcurría, en general, en armonía.

En casi todos los puntos teníamos la misma opinión.

También en esto: no queríamos cargar con hijos.

En realidad, mi marido quería tener uno, uno solo, naturalmente.

Finalmente conseguí que él renunciara a ese deseo.

Lo que más me gustaba eran los vestidos, los muebles lujosos, las reuniones mundanas, los paseos en automóvil y otras distracciones.

Fue un año de placer el que medió entre mi casamiento y mi muerte repentina.

Todos los domingos íbamos a pasear en auto o visitábamos a los parientes de mi marido.

Me avergonzaba de mi madre.

Esos parientes se destacaban en la vida social, igual que nosotros.

Pero en mi interior, sin embargo, nunca fui feliz.

Había algo indeterminado que me corroía.

Mi deseo era que, al llegar la muerte – la que sin duda demoraría mucho todavía – todo acabara.

Ocurría tal como yo lo había escuchado de niña, durante una plática: Dios recompensa en este mundo toda obra buena que se haga.
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Si no puede premiarla en la otra vida, lo hace en la tierra. Inesperadamente, recibí una herencia de la tía Lote.
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Mi marido tuvo la suerte de ver sus ingresos notablemente aumentados.
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Así pude instalar, confortablemente, una casa nueva.

Mi religión estaba muriendo, como un resplandor crepuscular en un firmamento lejano.

Los bares de la ciudad, los hoteles y los restaurantes por los que pasábamos en nuestros viajes, no nos acercaban a Dios.

Todos los que los frecuentaban vivían como nosotros: de fuera hacia adentro, no de dentro hacia afuera.

Si durante los viajes de vacaciones visitábamos una célebre catedral, tratábamos de divertirnos con el valor artístico de sus obras primas.

Los sentimientos religiosos que irradiaban – especialmente las iglesias medievales – yo los neutralizaba criticando circunstancias accesorias de un hermano lego que nos guiaba, criticaba su negligencia en el aseo, criticaba el comercio de los piadosos monjes que fabricaban y vendían licor, criticaba el eterno repique de campanas llamando a los sagrados oficios, diciendo que el único fin era ganar dinero…

Así era como conseguía apartar a la gracia, cada vez que me llamaba.

Especialmente descargaba mi mal humor frente a algunas pinturas de la Edad Media representando al Infierno en libros, cementerios y otros lugares.

Allí el demonio asaba a las almas sobre fuego rojo o amarillo, mientras sus compañeros, con largas colas, le traen más víctimas.

Clara, ¡el infierno puede ser dibujado, pero nunca exagerado!
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Siempre me burlaba del fuego del infierno.
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Acuérdate de una conversación durante la cual te puse un fósforo encendido bajo la nariz, preguntándote: “¿Así huele?”
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Apagaste en seguida la llama.
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Aquí nadie consigue hacerlo.

Un lugar en el INFIERNO

 

EL FUEGO DEL INFIERNO

Te digo más: el fuego del que habla la Biblia no es el tormento de la consciencia.
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¡Fuego es fuego! .
ebe ser interpretado al pie de la letra cuando Aquel dijo: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno”.
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¡Al pie de la letra!

¿Y cómo puede ser tocado un espíritu por el fuego material? Preguntarás.

¿Y cómo puede sufrir tu alma, en la tierra, si pones el dedo sobre una llama?

Tampoco tu alma se quema, mientras tanto el dolor lo sufre todo el individuo.

Del mismo modo, nosotros estamos aquí espiritualmente presos al fuego de nuestro ser y de nuestras facultades.

Nuestra alma carece de la agilidad que le sería natural; no podemos pensar ni querer lo que querríamos.

No te sorprendas de mis palabras.

Es un misterio contrario a las leyes de la naturaleza material: el fuego del infierno quema sin consumir.

Nuestro mayor tormento consiste en saber que nunca veremos a Dios.

¿Cómo puede atormentarnos tanto esto, si en la tierra nos era indiferente?

Mientras el cuchillo está sobre la mesa, no te impresiona.

Le ves el filo, pero no lo sientes. P

ero si el cuchillo entra en tus carnes, gritarás de dolor.

Ahora, sentimos la pérdida de Dios.

Antes, sólo pensábamos en ella.

No todas las almas sufren igual.
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Cuanto mayor fue la maldad, cuanto más frívolo y decidido, tanto más le pesa al condenado la pérdida de Dios, tanto más lo sofoca la criatura de que abusó.

Los católicos que se condenan sufren más que los de otras religiones, porque recibieron y desaprovecharon, por lo general, más luces y mayores gracias.

Los que tuvieron mayores conocimientos sufren más duramente que los que tuvieron menos.

El que pecó por maldad sufre más que el que cayó por debilidad.

Pero ninguno sufre más de lo que mereció. ¡Oh, si esto no fuera verdad, tendría un motivo para odiar!

Un día me dijiste: nadie va al infierno sin saberlo.

Eso le habría sido revelado a una santa.

Yo me reía, mientras me atrincheraba en esta reflexión: “siendo así, siempre tendré tiempo suficiente para volver atrás”.

Esta revelación es exacta.

Antes de mi muerte repentina, es verdad, no conocía al infierno tal como es. Ningún ser humano lo conoce.

Pero estaba perfectamente enterada de algo: “Si mueres, me decía, entrarás en la eternidad como una flecha, directamente contra Dios; habrá que aguantar las consecuencias”.

Como te dije, no volví atrás.

Perseveré en la misma dirección, arrastrada por la costumbre, con la que los hombres actúan cuanto más envejecen.

infierno fondo

 

LA MUERTE DE ANI

Mi muerte ocurrió así: Hace una semana – digo según las cuentas que llevan ustedes, porque si calculara por mis dolores, podría estar ardiendo en el infierno desde hace diez años – mi marido y yo salimos en otra excursión dominguera, que fue la última para mí.

El día estaba radiante de sol. Me sentía muy bien, como pocas veces.

Sin embargo, me traspasaba un presentimiento siniestro. Inesperadamente, en el viaje de regreso, mi marido y yo fuimos enceguecidos por los faros de un automóvil que venía en sentido contrario, a gran velocidad. Max perdió el control del vehículo.

¡Jesús! Se escapó de mis labios, no como oración sino como grito.

Sentí un dolor aplastante: comparado con el tormento actual, una bagatela. Después perdí el sentido.

¡Qué extraño!
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Aquella misma mañana, sin explicación, había surgido en mi mente este pensamiento.
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“Por una vez, podrías ir a Misa
”.
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Era como una súplica.
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Un “¡no!” claro y decidido cortó el curso de la idea.
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“Con esas cosas tengo que terminar definitivamente”
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Es decir, asumí todas las consecuencias.
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Ahora las soporto.

Lo que ocurrió después de mi muerte lo sabes.

La suerte de mi marido, de mi madre, lo que ocurrió con mi cadáver, mi entierro, lo sé por una intuición natural que tenemos todos los que estamos aquí.

Del resto de lo que ocurre en el mundo poseemos un conocimiento confuso.

Sabemos lo que se refiere a nosotros.

De este modo veo el lugar donde vives.

Desperté de improviso en el momento de mi muerte.
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Me encontré inundada por una luz ofuscante.
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Era el mismo sitio donde había caído mi cadáver.
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Sucedió como en el teatro, cuando se apagan las luces de la sala, sube el telón y aparece una escena trágicamente iluminada.
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La escena de mi vida.
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Como en un espejo, mi alma se mostró a sí misma.
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Vi las gracias despreciadas y pisoteadas, desde mi juventud hasta el último “no” frente a Dios.

Me sentí como un asesino, al que llevan ante el tribunal para ver a la víctima exánime.

¿Arrepentirme? ¡Nunca! ¿Avergonzarme? ¡Jamás!

Mientras tanto, no conseguía permanecer bajo la mirada de Dios, a quien rechazaba. Sólo tenía una salida: la fuga.

Así como Caín huyó del cadáver de Abel, así mi alma se proyectó lejos de esta visión de horror.

Este era el Juicio particular.

Habló el invisible juez: “APÁRTATE DE MI”.

De inmediato mi alma, como una sombra amarilla de azufre, se despeñó al lugar del eterno tormento.

soledad del infierno

 

EPÍLOGO DE CLARA

Así terminó la carta de Anita sobre el Infierno.

Las últimas palabras eran casi ilegibles, tan torcidas estaban las letras.

Cuando terminé de leer la última línea, la carta se convirtió en cenizas.

¿Qué es lo que escucho?

En medio de los duros términos de las palabras que imaginaba haber leído, resonó el dulce tañido de una campana.

Me desperté de inmediato. Estaba acostada en mi cuarto.

La luz matinal entraba por la ventana.

Las campanadas de las Avemarías llegaban de la iglesia parroquial.

¿Todo había sido un sueño?

Nunca había sentido antes en el Angelus tanto consuelo como después de ese sueño.
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Lentamente, fui rezando las oraciones.
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Entonces comprendí: la bendita Madre del Señor quiere defenderte.
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Venera a María filialmente, si no quieres tener el destino que te contó – aunque fuera en sueños – un alma que jamás verá a Dios.

Temblando todavía por la visión nocturna, me levanté, me vestí con prisa y huí a la capilla de la casa.

Mi corazón palpitaba con violencia.

Los huéspedes que estaban más cerca me miraban con preocupación.

Quizás pensaban que estaba agitada por correr escaleras abajo.

Una bondadosa señora de Budapest, un alma sacrificada, pequeña como una niña, miope, aún fervorosa en el servicio de Dios, de gran penetración espiritual, me dijo por la tarde en el jardín: “Señorita, Nuestro Señor no quiere ser servido con excitación”.

Pero ella advertía que otra cosa me había excitado y aún me preocupaba.

Agregó, bondadosamente: “Nada te turbe – conoces el aviso de Santa Teresa – nada te espante. Todo pasa. Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta”.

Mientras susurraba esto, sin adoptar un aire magisterial, parecía estar leyendo mi alma.

Sólo Dios basta.

Sí, Él ha de bastarme, en éste o en el otro mundo.

Quiero poseerlo allí un día, por más sacrificios que tenga que hacer aquí para vencer.

No quiero caer en el infierno.

pasaje al infierno

 

ALGUNAS CONSIDERACIONES FINALES

Quizás no como objeción, pero no puede eludirse una pregunta:

¿Cómo puede haber recordado Clara con tal precisión todas las palabras de la carta de la condenada?

Respondemos: quien hace lo más, puede hacer lo menos.

Quien comienza una obra, puede también concluirla.

Si la manifestación de ultratumba es un hecho preternatural, Clara debe haber tenido también una asistencia preternatural para escribir con exactitud todas las palabras leídas durante la visión.

La eternidad de las penas del infierno es un dogma.
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Seguramente, el más terrible de todos.
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Tiene su fundamento en las Sagradas Escrituras.
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Ver San Mateo 15: 41 y 46; 2ª a los Tesalonicenses, 1, 9; Judith 12; Apocalipsis 14: 11 y 29:10.
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Todos estos textos son irrefutables, en los que la expresión “eterno” no puede interpretarse como “largo o prolongado”.

De la conveniencia de ilustrar este dogma con un caso particular, nos da ejemplo Nuestro Señor Jesucristo en la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro.

Allí se encuentra una descripción del infierno y del peligro de caer en él.

No es otra la intención de este trabajo.

Expresa también nuestra finalidad el siguiente consejo: “Vayamos al infierno mientras estemos vivos, para no caer allí después de la muerte”.

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