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¿Quiénes fueron las Tres Videntes Principales del Sagrado Corazón de Jesús?

En 1899 el Papa León XIII promulgó la encíclica Annum Sacrum.

En la que pidió que todo el mundo fuera consagrado al Sagrado Corazón de Jesús.

Los tres antecedentes que incidieron en el Papa fueron dos religiosas.

Santa Gertrudis en el siglo XIII, Santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII y María del Sagrado Corazón entre los siglos XIX y XX.

Quienes tuvieron visitas de Nuestro Señor pidiéndole el desarrollo de esta devoción y la consagración.

Nuestro Señor se le apareció a Santa Gertrudis para revelarle a ella y al mundo el amor divino y humano de su Sagrado Corazón.

A Santa Margarita María le dio las promesas a los devotos de su Sagrado Corazón.

Y a la Beata María del Sagrado Corazón le pidió qué gestionará la consagración ante el Papa.

La propuesta del Papa era que todas las personas del mundo, independientemente que fueran cristianas o no, fueran consagradas al Sagrado Corazón.

   

SANTA GERTRUDIS ANTES QUE LAS OTRAS DOS

Fue 400 años antes que Santa Margarita María de Alacoque en el siglo XVII y 600 años antes que María del Sagrado Corazón en los siglos XIX y XX.

E incluso llegó a tener una experiencia mística con San Juan evangelista, con quién recostó su cabeza en el pecho de Jesús y sintieron los latidos de su corazón.

Gertrudis la grande fue una mística benedictina que nació en 1256 y murió en 1301.

A los 5 años Fue enviada a vivir al monasterio benedictino de Helfta dónde Santa Gertrude de Hackeborn fue abadesa.

Ésta la puso a cargo de Santa Mechtilde o Matilde de Hackeborn, su hermana, con quien compartió muchas visiones.

Santa Gertrudis es conocida como Santa Gertrudis de Hefta o también como Santa Gertrudis la Grande.

Fue considerada una gran teóloga, pero curiosamente nunca fue canonizada formalmente, a pesar que Clemente XII dispuso que se celebrara universalmente su fiesta el 16 de noviembre.

También fue una propulsora de las devociones a las almas del purgatorio.

   

SU DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN

Nuestro Señor se le apareció a Santa Gertrudis para revelarle a ella y al mundo el amor divino y humano de su Sagrado Corazón.

Y ella se convirtió en un Heraldo de su Sagrado Corazón.

Una de las primeras apariciones de Jesús a Santa Gertrudis fue cuando caminaba por un pasillo del monasterio y se inclinó en la presencia de una hermana, pero vio que era Nuestro Señor Jesucristo.

Y fue especialmente importante para ella porque en ese momento estaba sufriendo de aridez espiritual y le dio mucha alegría a su corazón.

Ella lo describiría después como el más hermoso de todos los hijos de los hombres.

Nuestro Señor le dijo,

«Tu salvación está cerca, ¿por qué te consume el dolor?»

E inmediatamente apareció un coro de monjas cantando alabanzas a Dios y Jesús le dijo poniéndole la mano en su cabeza,

«Te salvaré, te libraré, no temas».

Y fue más específico cuando le recalcó,

«Has lamido el polvo con Mis enemigos, y has atrapado la miel entre espinas, pero vuelve ahora a Mí.

Yo te recibiré y te embriagaré con el torrente de Mis delicias celestiales».

Entonces Gertrudis trato de tocarlo, pero descubrió una barrera entre ellos que eran sus pecados.

Y descubrió que las distracciones del mundo la habían alejado del amor de Dios, se dio cuenta de lo que le agradaba Dios y lo que no le agrada a Dios.

Entonces decidió escapar de las vanidades del mundo y de estímulos que tenían poco contenido espiritual y mucho deleite personal.

Y fue en esa oportunidad que recibió las 5 heridas en su corazón y le prometió,

«Oh, mi Salvador, deseo traerte cada alma, para que te deleites en cada una».

Otra vez vio a Jesús llevando un gran edificio sobre los hombros y le preguntó que significaba.

Y Nuestro Señor le dijo,

«He aquí, con qué trabajo, cuidado y vigilancia llevo esta querida casa, que no es otra que la de la religión.

En todas partes está amenazada con la ruina, porque hay muy pocas personas que están dispuestas a hacer o sufrir algo por su apoyo y crecimiento.

Por lo tanto, deben sufrir conmigo para soportarla.

Para todos aquellos que se esfuerzan, con sus palabras o acciones, de extender la religión y tratar de establecerla en su primer fervor y pureza

Los pilares fuertes que sostienen esta santa casa me consuelan al compartir conmigo el peso de esta carga«.

   

En una oportunidad Gertrudis estaba preocupada porque su fama se había extendido y mucha gente iba a pedirle consejos y ella temía que pudiera dar consejos equivocados.

Entonces se le apareció el Sagrado Corazón y le dijo que confiará en los instrumentos que Él había elegido.

Le recordó lo que le había prometido a Pedro, que lo que desates en la Tierra será desatado en el cielo.

Y lo mismo había obrado para ella,

«Realmente confirmo que todo lo que le digas a los demás a sugerencia Mía y en Mi nombre: a quienquiera que prometas algo a través de mi bondad sobre la Tierra, lo aseguraré y ratificaré en el cielo».

   

Una oración ella acuñó para el Sagrado Corazón es esta,

«Santidad del Corazón de Jesús, consagra mi corazón;
Providencia del Corazón de Jesús, vela por mi corazón;
Inmutabilidad del Corazón de Jesús, fortalece mi corazón;
Pureza del Corazón de Jesús, purifica mi corazón;
Obediencia del Corazón de Jesús, subyuga mi corazón;
Amabilidad del Corazón de Jesús, datee a conocer a mi corazón;
Atracciones divinas del Corazón de Jesús, cautiven mi corazón;
Riquezas del Corazón de Jesús, enriquezcan mi corazón;
Inundaciones de gracia y bendición que fluyen del Corazón de Jesús inunden mi corazón.

¡Oh Corazón de Jesús! Sé tú mi alegría, mi paz, mi reposo en este mundo y en el próximo.

¡Oh Corazón de Jesús! adorado en el Cielo, invocados en la Tierra, temidos en el Infierno, reina sobre todos los corazones, reina a través de todas las épocas, reina para siempre en la gloria celestial. Amén.»

   

SU DEVOCIÓN A LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Santa Gertrudis también tenía una gran devoción por las almas del purgatorio, y hay una oración destinada a liberar 1.000 almas del purgatorio cada vez que se rece, según la promesa de Jesús,

“Padre eterno, yo te ofrezco la preciosísima sangre de tu Divino Hijo Jesús, en unión con las Misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio por todos los pecadores del mundo. Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén.”

Y una vez luego de comulgar Santa Gertrudis trato de dividir la hostia que tenía dentro de la boca en pequeñas partículas, para significar el número de almas que deberían ser liberadas del purgatorio, entonces se apareció Jesús y le dijo,

«Para que sepan que Mi misericordia está por encima de todas mis obras y que el abismo de Mi misericordia no se puede agotar, estoy dispuesto a concederles, por el mérito de este sacramento vital, más de lo que se atreven a pedirme«.

   

APARICIÓN DEL APÓSTOL SAN JUAN

En una oportunidad fue visitada por Jesús y San Juan evangelista, y sorprendida Gertrudis le dijo,

«Mi amable Señor, ¿cómo puede ser que presentas a Tu discípulo más amado a una criatura indigna?».

Fue ahí que Nuestro Señor le replicó,

«Deseo establecer entre él y tu una amistad íntima, él será el Apóstol, para instruirte y corregirte».

Y entonces fue ahí donde ambos pusieron su cabeza en el pecho de Jesús a instancias de San Juan,

«Ven, Esposa de mi Maestro, pongamos nuestras cabezas en el más tierno seno del Señor, en el que están encerrados todos los tesoros del Cielo y de la Tierra».

Y Gertrudis cuenta que escuchó los latidos de su Sagrado Corazón y le preguntó a Juan,

«Bien amado del Señor, ¿estas armoniosos golpes, que alegran mi alma, también alegraban las tuyas cuando reposabas durante la Última Cena en el seno de nuestro Salvador?

¿Cómo es que en tu evangelio has hablado tan poco de los secretos amorosos del Corazón de Jesucristo?»

San Juan le contestó,

«Mi ministerio se limitaba a hablar de la Palabra Divina y del Hijo eterno del Padre, algunas palabras de profundo significado sobre las cuales la inteligencia humana podía meditar para siempre sin agotar su riqueza.

Pero a estos últimos tiempos se le reservó la gracia de escuchar la voz elocuente del Corazón de Jesús.

Con esta voz, el mundo renovará su juventud, se despertará de su letargo y se inflamará nuevamente con la calidez del amor divino».

A partir de ahí Gertrudis comenzó a tener experiencias más extraordinarias.

   

TRES LECCIONES DADAS POR EL CORAZÓN DE JESÚS SOBRE LA CONFIANZA Y EL ABANDONO

   

1 – Jesús proveerá lo que nos falta

En una oportunidad Santa Gertrudis estaba desanimada con la oración y Jesús le pidió tener confianza en su Sagrado Corazón, imitando como hizo la reina Ester ante su marido Asuero.

Ella le pidió que se hiciera Su voluntad, y Jesús le nombró a cada una de las personas que se habían enomendado a sus oraciones diciéndole,

«¿Qué preguntas por esta alma y por esta, y por esa otra, que reclaman más especialmente tus oraciones?»

Y Gertrudis le contestó:

«Solo te pido, Señor, que tu voluntad se realice perfectamente en ellos.

Todo mi deseo y mi deleite es verte completamente satisfecho en mí y en todas tus criaturas».

Jesús quedó conmovido por el confiado abandono a Su voluntad y le prometió que supliría lo que le estaba faltando en su vida.

   

2 – No elegir ni pedir nada, porque Él elegirá lo mejor para nosotros

En otra oportunidad Gertrudis estaba enferma con fiebre y se le apareció el Sagrado Corazón de Jesús con la salud en la mano derecha y la enfermedad en la mano izquierda, preguntándole cuál de las dos cosas ella prefería.

Y Santa Gertrudis le contestó,

«Señor, no elijo nada, solo deseo el buen placer de Tu Corazón»

A lo que Jesús respondió,

«Como renuncias a tu propia voluntad de abandonarla por completo a la Mía, derramo en ti toda la dulzura y toda la alegría de Mi Divino Corazón«.

   

3 – Renunciar a la voluntad propia

En el convento, en la Fiesta de la Circuncisión, la comunidad le pidió regalos espirituales, entonces Jesús se le apareció y le dijo,

«Si alguien generosamente renuncia a su propia voluntad de buscar sólo Mi Voluntad, Mi Divino Corazón lo iluminará con una luz vívida para conocer Mis deseos.

Le mostraré en lo que ha fallado con respecto a su Regla, que es la expresión de Mi Voluntad, y le expiaré todas sus deficiencias.

Como un buen maestro que instruye a un ser querido niño, lo dejaré apoyarse en Mi Corazón, le señalaré sus fallas con delicadeza, amablemente corregirá lo que ha hecho mal y lo que ha descuidado.

Y si, como un niño descuidado, no le presta atención a algunos puntos, los atenderé por él, y compensaré lo que él haya pasado por alto«.

   

LA VISIÓN DE LAS MONEDAS DE ORO

Entre las visiones más conocidas de Santa Gertrudis está una en que vio a Jesús con una pila de monedas de oro de extraordinaria belleza.

Y observó que Jesús ponía una tras otra moneda de oro sobre la pila de monedas y la pila parecía brillar cada vez más.

Entonces Gertrudis le preguntó qué significaban esas monedas de oro, porque la gran pila, y porque la última que ponía tenía un brillo muy especial.

Y Jesús le respondió,

«Hija mía, cada vez que rezas con calma, fervor y cariño, a Mi Madre, deposito una moneda de oro en el Tesoro del Cielo por ti».

En otra oportunidad vio que Jesús estaba contando las monedas de oro y ella le preguntó por qué lo estaba haciendo, y Jesús le respondió,

«Estoy contando las avemarías que has dicho; este es el dinero con el que compras el cielo».

Fue así que surgió la oración del Ave María Dorada, que es una recitación muy lenta del Ave María, saboreando cada palabra y meditándola.

   

ORACIÓN QUE EL SEÑOR DICTÓ A SANTA GERTRUDIS PARA ANTES DE DORMIR

Jesucristo le dictó a Santa Gertrudis una oración para recitar antes de dormir, ante la posibilidad de una muerte repentina durante la noche.

«¡Oh Corazón dulcísimo del Señor Jesús!

Yo Os encomiendo por esta noche mi corazón y mi cuerpo a fin de que descansen dulcemente en Vuestra Merced.

Como no puedo alabar a Dios durante mi sueño, dignaos hacerlo Vos mismo en mi lugar, de modo que todos los movimientos de mi corazón, durante esta noche sean otras tantas alabanza que deis a la Santísima Trinidad, y recibais todos mis suspiros para presentárselos como centellas ardientes de amor. Así sea.»

margarita maria con sagrado corazon

   

LAS VISIONES DE SANTA MARGARITA MARÍA  DE ALACOQUE

El Señor preparó a Margarita María.

Por medio de una infancia sin alegría y de una juventud llena de pruebas.

Para que se convirtiera en la mensajera de su amor redentor, en un tiempo en que reinaba el jansenismo.

Santa Margarita pasó a la historia por ser la divulgadora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
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Pero también hay que hacer notar las gracias que recibió de la Virgen María y las reiteradas apariciones que tuvo de ella…

Bien conocida en su intimidad espiritual por su autobiografía y sus cartas, no parece haber sido una persona humanamente destacada o notable.

Borgoñona, hija de un notario, después de educarse en las clarisas de Autun, se hace religiosa salesa en el convento de Paray-le-Monial en 1671.

Contaba la muchacha veinticuatro años al entrar en la Visitación de Paray-le-Monial, en la Borgoña.

Los comienzos le resultaron dificultosos.

De novicia no podía aprender a hacer oración, aun cuando acudía con frecuencia ante el Santísimo Sacramento – notó su superiora – para ponerse en su presencia, como se extiende un lienzo ante el pintor.

Santa Margarita pasó a la historia por ser la divulgadora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, pero también hay que hacer notar las gracias que recibió de la Virgen María. 

   

LA VIRGEN MARÍA Y SANTA MARGARITA

La Virgen María ocupó siempre un puesto muy importante en la vida de Margarita María.

Desde niña le rezaba diariamente el Rosario.
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E hizo voto de ayunar todos los sábados y de hacer siete genuflexiones cada día rezando siete avemarías, para honrar sus dolores, ofreciéndose por «su esclava perpetua».

En varias ocasiones la Santísima Virgen la recreó con su presencia, acariciándola y animándola en el penoso caminar sobre la cruz, prometiéndole su amparo.

De niña le vino una enfermedad que la tuvo paralizada por varios años.

Pero al fin se le ocurrió consagrarse a la Virgen Santísima y ofrecerle propagar su devoción, y poco después Nuestra Señora le concedió la salud.

A los 18 años por deseo de sus familiares empezó a arreglarse esmeradamente y a frecuentar amistades y fiestas sociales con jóvenes.

Pero estos pasatiempos mundanales le dejaban en el alma una profunda tristeza. Su corazón deseaba dedicarse a la oración y a la soledad.

El demonio le traía la tentación de que si se iba de religiosa no sería capaz de perseverar y tendría que devolverse a su casa con vergüenza y desprestigio.

Rezó a la Virgen María y Ella le alejó este engaño y tentación y la convenció de que siempre la ayudaría y defendería.

En su autobiografía, escrita por obediencia, declara:

«En un día de retiro me honró con su visita. Llevaba en sus brazos a su divino Hijo, que puso en los míos, diciéndome:

He aquí que viene a enseñarte lo que debes hacer´.

Me sentí penetrada de gozo y apremiada de sumo deseo de acariciarle mucho, dejándome que le hiciera cuanto quise.

Después me dijo:

´¿Estás contenta ahora?

Que esto te sirva para siempre, quiero que te abandones a mi poder, como has visto que me he abandonado yo´.

santa margarita maria de alacoque

   

EL SAGRADO CORAZÓN Y SANTA MARGARITA

El 27 de diciembre de 1673, daba comienzo el descubrimiento espiritual que formará el núcleo de su vida.

La santa pasaba horas enteras delante del Santísimo Sacramento y pronto se extendió el rumor de que la hermana Margarita María tenía apariciones.

Ella misma oportunamente así lo manifestó, pero la superiora y los médicos no le creyeron.

Se considera que fueron cuatro las principales apariciones que dieron a conocer a la humilde religiosa la trascendencia de la devoción al sagrado corazón.
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La principal fue la que ocurrió el 27 de junio de 1673 (primer viernes de mes).
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En que por primera vez se le apareció el Salvador y le mostró su sacratísimo corazón aureolado de llamas, circundado de agudas espinas, rematado por una cruz y con la llaga del golpe de la lanza.

«Mira este corazón -le dijo -que tanto ha amado a los hombres, y la mayor parte de ellos no le paga más que con frialdad, indiferencia e ingratitud».

Según relata la misma monja, el Salvador siguió diciéndole que en este mundo tan frío quería suscitar una nueva primavera de entrega a Él por medio de la devoción a su Corazón, símbolo y sede de su amor redentor.

Y que ella, Margarita María, era la encargada de anunciar a los pueblos las inescrutables riquezas de Cristo.

A la vez le encargó que procurase la institución de una fiesta en honor de su Sagrado Corazón.

¡Ya cabe suponer la acogida que le dispensarían sus superiores!

Pero el Señor vigilaba.

Puso en el camino de la joven religiosa a un jesuita preocupado, a su vez, por dar a conocer «el misterio incomparable del amor de Cristo», el P. Claudio de la Colombiere. Este le ofreció todo su apoyo.

En 1686 se celebró por primera vez la fiesta del Sagrado Corazón en la Visitación de Paray.

La tarea de Margarita María había concluido. Moría cuatro años más tarde entregada por entero al misterio cuyo apóstol había sido (1690).

Una de las santas más populares de los tiempos modernos, sobre todo desde que en 1856 se instituyó la fiesta del Sagrado Corazón y se extendió tanto esta devoción, objeto de las revelaciones que son el centro de su vida.

Desde 1920 está en los altares, canonizada como un refrendo al mensaje que supo transmitir, pero también por la paciencia y el espíritu de humildad con que se enfrentó a tantas incomprensiones.

margarita maria de alacoque

   

PROMESAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Santa Margarita María Alacoque fue la confidente del Sagrado Corazón de Jesús y El le reveló algunas promesas maravillosas en favor de aquéllos que le aman.

He aquí las doce promesas famosas:

1. A las almas consagradas a mi Corazón les daré las gracias necesarias para su estado.
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2. Daré paz a sus familias.
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3. Les consolaré en todas sus aflicciones.
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4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida y principalmente a la hora de la muerte.
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5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
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6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de misericordia.
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7. Las almas tibias se harán fervorosas.
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8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
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9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
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10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
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11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de El.
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12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes, continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.

   

LAS VISIONES DE MARÍA DEL DIVINO CORAZÓN

La beata María del Divino Corazón fue una noble alemana nacida en Münster en 1863, bajo el nombre condesa de Droste zu Vischering.

Sus padres le dieron ejemplo de vida cristiana, a pesar de su vida aristocrática y de la fuerte oposición contra la iglesia y contra el Papa en la época, debido a la política anticatólica de Bismarck.

Cuando ella era niña sus padres peregrinaron a Roma y fueron recibidos por el papa Pío Nono.

Tuvo nueve hermanos y recibieron una educación religiosa profunda.

Desde muy temprano fue una niña vivaz, voluntariosa y enérgica.

Y tenía delicadeza, sensibilidad de espíritu y generosidad hacia el prójimo.

Pasó su infancia en el castillo familiar de Darfeld, donde los primeros viernes de mes se ponía el Santísimo Sacramento solemnemente.

Siendo niña un sacerdote le regaló una medalla del Sagrado Corazón que llevo puesta toda su vida.

Fue durante su confirmación que se despertó en ella la vocación religiosa.

En 1883 intentó entrar en el convento de las hermanas de San José en Copenhagen, pero su salud se lo impidió, no obstante promulgó su voto de virginidad.

Mientras estaba cuidando su salud en el castillo familiar llevaba una vida monacal.

Y en 1888, cuando se puso bien de salud recibió un mensaje,

“De repente, estando en la iglesia parroquial de Darfeld preparándome para confesarme, mientras esperaba mi turno, me vino como un relámpago este pensamiento: Debes entrar en el Buen Pastor.

Y fue para mí tan claro y preciso que desde aquel momento no tuve ya ninguna duda”.

   

SE CONVIERTE EN RELIGIOSA

Entonces se dirigió a la congregación del Buen Pastor de Münster, a cargo de María de San Lamberto Bouchy.

Su primera tarea en el noviciado fue encargarse de recibir lidiar con las penitentes.

La tomó con alegría pero desde ahí y durante toda su vida se le manifestó la duda de si no había elegido una forma de vida demasiado fácil.

Su consuelo era Nuestro Señor,

“Nuestro Señor me consolaba bastante a menudo antes de la santa comunión y en los días de exposición.

Me enseñaba a llevar la cruz y me hacía comprender que mis sufrimientos irían aumentando cada vez más.

Debiendo yo seguirle por el camino de la cruz y permanecer unida y clavada con Él sobre la cruz”.

En enero de 1891 tomó sus votos como Sor María del Divino corazón.

Con la muerte de la superiora y la llegada de una nueva superiora fue nombrada supervisora general de las penitentes.

En 1894 le piden a Sor María que vaya a vivir a Portugal y en su viaje pasó por la casa madre de la orden en Angers donde fue recibida por la madre general llamada María de Santa Marina Verger, con quien estableció una profunda relación.

Al llegar al convento de Lisboa fue nombrada asistente de la superiora, que era la baronesa Schorlemer.

Pero tres meses después fue nombrada superiora del convento de Oporto, que era un convento situado en una zona de obreros y que tenía alrededor de 20 religiosas y más de 70 penitentes.

El primer acto devocional de María del Divino Corazón fue entronizar al Sagrado Corazón de Jesús sobre el altar mayor, diciendo que debía reinar en la casa.

Y estableció normas más estrictas para la adoración al Santísimo Sacramento.

Cuerpo incorrupto de María del Divino Corazón

   

JESÚS LE PIDIÓ LA CONSAGRACIÓN DEL MUNDO A SU SAGRADO CORAZÓN

En enero de 1896 fue a Angers a celebrar el aniversario de la toma del hábito de la madre superiora general.

Y en el viaje se detuvo en Salamanca, y tomando la comunión en el Carmelo, se le manifestó el Sagrado Corazón de Jesús.

Él le dijo que su sufrimiento había terminado y quería un sereno abandono hacia Él con toda confianza en su divino amor, dándole como modelos a Santa Teresa de Ávila, Santa Catalina de Siena y Santa Gertrudis.

Pero también le dijo que más adelante no volvería a caminar.

Y unos meses después se le declaró una infección en la médula espinal que la llevó a varias crisis y a permanecer acostada permanentemente.

El 4 de junio de 1897, cuando se inauguró la práctica de los primeros viernes de mes en el convento, recibió del propio Jesús la misión de escribir al Papa León XIII para que consagren el mundo a su Sagrado Corazón.

Sin embargo su confesor le pidió prudencia y que buscará señales más claras de este pedido.

El 7 de abril de 1898 María del Divino Corazón tuvo otra manifestación de Nuestro Señor para reafirmar su encargo.

Dos semanas después su salud se deterioró notoriamente y su confesor aceptó que le escribiera al Papa.

María escribió la carta el 10 de junio, la cual impresionó a León XIII, pero no tomó ninguna acción concreta.

El 2 y el 7 de diciembre María volvió a tener manifestaciones de Nuestro Señor quien le pidió que escribiera nuevamente al Papa pidiéndole la consagración del género humano a su Divino Corazón.

La carta recién partió el 6 de enero de 1899 porque fue retenida por su confesor.

Llegó al Papa el 15 de enero, quién pidió al cardenal Domenico Jacobini que se informará sobre esta monja.

Como los informes fueron positivos el Papa decidió hacer la consagración y el 2 de abril decretó un triduo en preparación a la consagración.

El 25 de mayo promulgó la encíclica Annum Sacrum y fijó la consagración para el 11 de junio, que era el domingo siguiente a la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

Concomitantemente León XIII envió dos ejemplares a María del Divino Corazón, los que llegaron a manos de María en la mañana del 8 de junio, cuando ya estaba agonizando, muriendo a las 3:00 de la tarde de ese día.

Había dicho que su misión en la Tierra quedaría terminada cuando el Papa consagrara el mundo al Sagrado Corazón de Jesús.

María fue beatificada Por Pablo VI en 1975 y su cuerpo está incorrupto.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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¿Sigue siendo Urgente la Consagración de Rusia al Corazón de María?

Juan Pablo II consagró el Mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984 y luego en el año 2000.

¿Por qué Juan Pablo II no se limitó a consagrar solamente a Rusia como había pedido María?

Puede que no haya mencionado a Rusia explícitamente por razones políticas.

Pero también hay otras razones poderosas, que exponemos en este artículo.

Las cuales incluso hoy son más válidas que antes.

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Los fatimistas siguen pidiendo específicamente que se consagre únicamente a Rusia al Inmaculado Corazón de María.
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Como había pedido la Virgen María a la Hermana Lucía en Rianjo en 1929.
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Lo ven como algo que puede dar el período de paz que dicen nunca llegó.

Sin embargo la situación del mundo en 1984 y en el 2000, y ahora aún más, era muy distinta que la de 1929.

En 1984 ya había pasado la Segunda Guerra Mundial sobre la que la Virgen María había venido a advertir.

Luego de 1984, la propia hermana Lucía manifestó que el Cielo había aceptado la Consagración del Mundo que hizo Juan Pablo II en 1984

Un lustro después de tal consagración cayó el imperio soviético sin disparar un solo tiro.
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Y Rusia hoy es la única gran potencia del mundo que protege al cristianismo y éste está en pleno florecimiento.

Mientras tanto, los errores soviéticos habían dejado Rusia y penetrado en occidente.
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Tiñéndolo con el marxismo cultural que domina hoy a Europa y EE.UU.

Veamos lo que puede haber sucedido con Juan Pablo II, usando siempre el discernimiento para reflexionar sobre esto.

Además es un tema muy opinable.

Papa Pío XII

   

LAS CONSAGRACIONES EN LA IGLESIA CATÓLICA

En la Iglesia hubo una serie de consagraciones solemnes.

En octubre de 1942, el Papa Pío XII realizó la Consagración al Inmaculado Corazón de María de todo el mundo.

Y una década más tarde, en julio de 1952 consagró específicamente a los pueblos de Rusia al Inmaculado Corazón de María en su carta apostólica Sacro Vergente Anno.

“Nosotros consagramos todo el mundo al Inmaculado Corazón de la Virgen Madre de Dios, en una manera muy especial, por lo que ahora nosotros dedicamos y consagramos a todos los pueblos de Rusia a ese mismo Corazón Inmaculado”, había dicho.

Mientras que en 1982 y de nuevo en 1984 Juan Pablo II consagró el mundo entero e implícitamente a Rusia, a ella.

La primera consagración, por el Papa Pío XII – mientras menciona abiertamente a Rusia – no se hizo en conjunto con los obispos del mundo, mientras que el de 1984 fue así, pero no mencionó directamente a Rusia:

“De modo especial confiamos y consagramos a ti a los individuos y las naciones, que que particularmente necesitan ser consagradas, Juan Pablo II había dicho en el año 1982, aunque no citó a Rusia por su nombre, tal vez por respeto a peligros políticos.

Cuando, en la carta apostólica, Sacro Vergente Anno, de 7 de julio de 1952, el Papa Pío XII consagró “los pueblos de Rusia” al Corazón Inmaculado de María, muchos creían que todo se había cumplido.

Sin embargo, la Hermana Lucía escribió que,

“Me quedé con pena y afectada porque aún no se ha hecho en la forma en que la Virgen pidió. ¡Paciencia!….”

Es interesante que Pío XII fuera elevado a arzobispo en la Capilla Sixtina el 13 de mayo de 1917 – el mismo día en que las apariciones de Fátima comenzaron – y que el Papa Juan Pablo II recibió un disparo en el mismo día el 13 de mayo de 1981.

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¿CUÁL FUE EL PEDIDO DE LA VIRGEN A LA HERMANA LUCÍA?

¿Por qué el Papa San Juan Pablo II, el 25 de marzo de 1984 y luego en el 2000, consagra el mundo entero al Inmaculado Corazón de María y no sólo a Rusia?

¿Y por qué lo hizo a pesar de que Nuestra Señora de Fátima pidió solamente la consagración de Rusia?

Para preguntarnos eso debemos responder primero esta otra pregunta,

¿por qué la Virgen de Fátima pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón por el Papa en unión con todos los obispos de la Iglesia Católica?

Nuestra Señora advirtió en Fátima que el mundo estaba amenazado con el castigo por sus pecados, por medio de la guerra, el hambre y las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. 

Ella advirtió que una segunda guerra mundial comenzaría durante el pontificado del Papa Pío XI.

Y dijo:

Para prevenir esto, vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los Primeros Sábados

Si se atienden mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. 

Los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, varias naciones serán aniquiladas”.  

Entonces, la razón por la que Nuestra Señora pidió la consagración de Rusia por el Papa y los obispos de la Iglesia Católica era evitar la Segunda Guerra Mundial.
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Y prevenir que la Rusia comunista propagara su ideología atea en todo el mundo, promoviendo guerras.
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Y también evitar las persecuciones a la Iglesia, el martirio de los buenos, el sufrimiento del Santo Padre y la aniquilación de varias naciones.

¿Y a quién hizo esta solicitud Nuestra Señora?

El 13 de junio de 1929, la Virgen se apareció a la Hermana Lucía, en la capilla de su convento y le dijo:

“Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, hacer la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio».

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¿QUÉ HUBIERA SUCEDIDO SI PÍO IX HUBIERA CUMPLIDO?

La solicitud no se hizo a San Juan Pablo II, o a algún Papa al azar en algún momento en el futuro.

No, se hizo la petición al Papa Pío XI.  

Si el Papa Pío XI hubiera hecho la consagración de Rusia en unión con todos los obispos de la Iglesia,las siguientes cosas habrían sucedido:

Rusia se habría sido convertida antes de amasar tanto poder para difundir los errores del comunismo ateo en todo el mundo.
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No habría habido la Segunda Guerra Mundial, a través del cual Rusia capturó la mitad de Europa, ganando los medios económicos para infectar el mundo con el comunismo ateo.
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No habría habido ni Unión Soviética, ni China Roja, ni la Corea del Norte comunista, ni Vietnam comunista, ni la Cuba comunista, y no hubiera habido mártires cristianos en esos países.
.
No hubiera habido levantamientos y revoluciones en todo el mundo, apoyados por los comunistas rusos, especialmente en África, Sudamérica y Asia.
.
Los países cristianos no habrían sido moralmente y espiritualmente socavados por la propaganda soviética.
.
Habría habido paz en todo el mundo durante la segunda mitad del siglo XX.
.
Occidente habría estado más unido y fuerte, moral y espiritualmente, para combatir la amenaza del terrorismo islámico, y actuar con mayor eficacia contra ella.

El Papa Pío XI no hizo la consagración de Rusia a petición de Nuestra Señora; un gran sufrimiento para el mundo y para la Iglesia.

Sor Lucía dijo que Nuestro Señor le habló en una comunicación íntima, diciendo:

«No quisieron hacer caso a mi petición… se arrepentirán y haberlo hecho, pero será tarde. 

Rusia ya habrá esparcido sus errores por el mundo, provocando guerras y la persecución de la Iglesia; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir».

Una consagración se hizo, con el tiempo, más ampliada y no sólo a Rusia.
.
Pero fue demasiado tarde para evitar los males predichos por Nuestra Señora, si la consagración no se hacía en tiempo y forma.

Y aquí llegamos entonces a las consagraciones que hizo Juan Pablo II.

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¿CUÁL FUE LA POSICIÓN DE JUAN PABLO II LUEGO DEL ATENTADO CONTRA SU VIDA?

Cuando San Juan Pablo II se recuperaba en el hospital, después del intento de asesinato contra su vida, hizo un cuidadoso estudio del Mensaje de Fátima.

Era obvio que la consagración de Rusia que se solicitó al Papa Pío XI no se había hecho..
.
Y habían sucedido los males y sufrimientos predichos por Nuestra Señora y Nuestro Señor. 

Había pasado la Segunda Guerra Mundial y Rusia había crecido y ampliado su poder, convirtiéndose en la atea Unión Soviética.

La propaganda rusa había infectado a todo el mundo, incluso a los países católicos.

Había infectado con un espíritu de rebelión contra las leyes de Dios y de la fe cristiana, con la promoción del ateísmo y la inmoralidad.

Al darse cuenta que el daño del que nos advirtieron se había hecho, San Juan Pablo II vio que no podía ser prevenido. 

La pregunta a la que se enfrentó al Papa fue:
.
¿qué nos enseña el Mensaje de Fátima que ahora pudiera ser efectivo para contrarrestar y reparar el daño espiritual y moral causado al mundo y a la Iglesia después de la Segunda Guerra Mundial?

Evidentemente, el Santo Padre decidió, con la gracia y la autoridad espiritual del papado, que debido a que la consagración no se había hecho en tiempo, lo que ahora se necesitaba era una consagración de todo el mundo.

Nuestra Señora no dijo que todo el mundo debía ser convertido por la consagración de Rusia.

Sino que sólo Rusia se debía convertir antes de que se infectara todo el mundo con el ateísmo, la inmoralidad y el espíritu de rebelión contra el orden civil establecido. 

El Papa aparentemente juzgó razonable, que en 1984 la conversión de Rusia podía sólo prevenir una infección mayor del mundo por los errores de Rusia, pero no iba a reparar el daño ya hecho en todo el mundo. 

Y el daño ya hecho era ¡extremadamente grave! 

El juicio del Santo Padre fue que todo el mundo necesitaba ahora la poderosa ayuda de Nuestra Señora para contrarrestar los errores esparcidos por Rusia.
.
Los que ya estaban establecidos y activos en el orbe, influyendo en los gobiernos del mundo para aprobar el aborto y todo tipo de comportamiento inmoral.

Así, San Juan Pablo II pidió a todos los obispos católicos de la Iglesia unirse a él en la consagración de todo el mundo al Inmaculado Corazón de María.

Con oraciones especiales para países como Rusia, que sobre todo necesitaban su intercesión.

Posteriormente, Sor Lucía dijo que la consagración de 1984 fue aceptada por Dios.
.
La Unión Soviética se derrumbó y Rusia regresó oficialmente a la fe cristiana.

Hoy en día se realizan oraciones diarias y se enseñanza la fe cristiana en las escuelas públicas rusas.

En un acto público transmitido en toda Rusia, el presidente Vladimir Putin y su personal político besaron el Icono de Nuestra Señora de Kazan, la imagen sagrada de la Virgen como Reina de Rusia.

Esto no quiere decir que Putin sea un santo, o que Rusia es ahora es un gran aliado de las libertades y la moralidad.

Pero el hecho es que hoy en día Rusia es oficialmente «cristiana» y que ya no hay una Unión Soviética empeñada en esclavizar a otras naciones bajo regímenes ateos.

Sin embargo los errores introducidos por Rusia siguen influyendo en la corrupción de las culturas antiguamente cristianas del mundo.

Pero al menos ya no tenemos el poder y la influencia de la Unión Soviética promoviendo el ateísmo internacional por la ideología y por la conquista.

Ahora es hora que los católicos en todos los países aprendan a vivir y difundir el Mensaje de Fátima, a fin de cumplir con la petición principal de Nuestra Señora de oración y penitencia.
.
A fin de llevar a cabo la conversión de los pecadores, y por este medio obtener la bendición de paz.

Ya no es relevante aparentemente lo que la Virgen le pidió hacer al Papa. Él hizo todo lo que pudo.

No había magia en lo que pidió la Virgen en 1929. Pidió algo aparentemente necesario para un momento histórico.

La Consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón tenía el sentido para poner un muro de contención para que Rusia no esparciera sus errores por el mundo.

La Unión Soviética los esparció en su momento a occidente, que los transformó en propios.

Y hoy, esos errores, los están esparciendo más los países occidentales, que la propia Rusia, que se re cristianizó.

Es más. El propio occidente trata de esparcirlos hoy en los países ex comunistas.

Como es el caso de las presiones que hace la Unión Europea para que adopten leyes a favor del aborto, la homosexualidad, etc.

¿Que sentido tiene, salvo el mágico, el pensar que el Triunfo del Corazón Inmaculado de María vendrá por medio de la Consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón? 

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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¿Sabías que la Madre Teresa de Calcuta Hizo Consagrar Rusia al Corazón de María dentro del Kremlin?

Juan Pablo II consagró el mundo al Inmaculado Corazón de María el 25 de marzo de 1984.

Y la Hermana Lucía de Fátima luego anunció que esa consagración fue la aceptada por el cielo. 

Esto es discutible para los «fatimistas».

Pero lo que no se conoce es que en el mismo momento, monseñor Pavel Hnilica viajó a Moscú por pedido de la Madre Teresa de Calcuta e hizo lo mismo.

El 25 de marzo de 1984 hizo la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, recitando la oración que en ese momento estaba diciendo Juan Pablo II en Roma.

juan pablo ii y obispo pavel Hnilica
Juan Pablo II y Obispo Pavel Hnilica

El 25 de marzo 1984, cuando el Papa Juan Pablo II llevaba a cabo la consagración del mundo al Corazón de María, a 3.000 kilómetros de Roma, en el mismo Kremlin, un obispo eslovaco, enviado por la Madre Teresa, celebraba Misa clandestinamente.
.
Y realizaba la Consagración con una oración que llevaba escondida en las páginas del Pravda.
.
Así fue consagrada Rusia al Corazón de María, desde el corazón del ateísmo.

La Madre Teresa le pidió una misión desconcertante: que fuera él personalmente a realizar la Consagración en el mismo Moscú y depositar una ‘Medalla Milagrosa’ en el Kremlin, en el preciso momento en el que el Santo Padre estaba Consagrando el Mundo al Inmaculado Corazón de María.

Durante aquellos días, la Madre Teresa, así como todas las Misioneras de la Caridad, rezaron por esta intención.

Y la Madre Teresa acompañó personalmente a monseñor Hnilica al aeropuerto de Calcuta para abordar el vuelo a Moscú, entregándole su rosario y diciéndole que iban a seguir rezando mucho por él en aquellos días.

Así, acompañado de su colaborador, el padre Leo Maasburg, aterrizó en Moscú el 24 de marzo de 1984, de incógnito, como dos turistas que iban a ver los principales museos de la ciudad.

Esto lo narra el Padre Leo Maasburg en su libro “Madre teresa de Calcuta: un retrato personal”.

Padre Leo Maasburg
Padre Leo Maasburg

 

ALGO DESCONOCIDO EN LA VIDA DE LA MADRE TERESA DE CALCUTA

Un aspecto desconocido de la vida de la Madre Teresa se refiere a su deseo de trabajar por la conversión de Rusia.

Este aspecto lo reveló el obispo Pavel Hnilica, el obispo eslovaco que fue amigo de la Madre Teresa durante 33 años y colaboró con ella en muchas iniciativas en varias ocasiones.

Esto lo narra el padre Leo Maasburg que fue asistente del Obispo Hnilica.

Durante años, la Madre Teresa deseaba viajar a Rusia con sus monjas para ser testigos de la fe cristiana.
.
Sin embargo, pudo cumplir su deseo al final en la década de 1980 con la ayuda de Raissa Gorbatschova, la esposa de Mijail Gorbachov, el presidente soviético de entonces.
.
Pero antes había estado operando para la Conversión de Rusia.

El Obispo Hnilica viajó a menudo a visitar a la Madre Teresa y grabó entrevistas y conversaciones con ella durante sus viajes.

La Madre Teresa nació en Skopje, en Kosovo, en 1910, y por lo que era de sangre eslava.

Es por esto que ella se consideraba relacionada con la población rusa y sufrió mucho cuando oyó que el comunismo soviético perseguía sin piedad cualquier forma de religión.

Dice el Monseñor Hnilica:

A menudo hablamos de Rusia.

Ella estaba muy familiarizada con lo que la Virgen había dicho durante las apariciones en Fátima, que surgiría una ideología atea que difundiría sus errores por el mundo, pero que al final Rusia se convertirá y Su Corazón Inmaculado triunfaría”.

Un día, al volver de Fátima, donde había conocido a la hermana Lucía, le conté a la Madre Teresa lo que esta famosa vidente me había dicho”

“Hice énfasis en un detalle que me había llamado la atención, que la Virgen de Fátima, en diversas apariciones, las oficiales en 1917 y las privadas de la hermana Lucía en los años que siguieron, había expresado su interés en Rusia.
.
Y esta insistencia, dije a la Madre Teresa, es una prueba de la bondad extraordinaria por parte de la Virgen María para con la población rusa”.

La Madre Teresa también fue conmovida por esto y en su corazón creció el gran deseo de trabajar por la conversión de Rusia.

A partir de entonces, se dedicó a este proyecto con todo su corazón.

madre teresa de calcuta con rosario

 

LA INTERVENCIÓN DE LA MEDALLA MILAGROSA

El Obispo Hnilica explicó que la Madre Teresa rezaba mucho por la conversión de Rusia.
.
Hizo a las monjas rezar, y enviaba rosarios, biblias y estampitas secretamente a Rusia.
.
Y sobre todo, trató de difundir la devoción a la ‘Medalla Milagrosa’ en esta nación.

De hecho, monseñor Hnilica contó una historia particularmente increíble de esta ‘Medalla Milagrosa’ relacionada con la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.

Es una aventura del estilo 007, ideada y organizada por la Madre Teresa, para poner la ‘Medalla Milagrosa’ en el corazón del Kremlin en el momento en que Juan Pablo II Consagraba el Mundo al Inmaculado Corazón de María.

Lo que demuestra que la fe de los santos es simple, pero también audaz y no se dejar intimidar por ningún obstáculo.

En palabras del obispo Hnilica, ésta es la historia de la aventura en la que él fue el protagonista siguiendo la voluntad de la Madre Teresa.

“La Madre Teresa estaba profundamente dedicada a la ‘Medalla Milagrosa”.

“Se trata de una pequeña medalla de forma ovalada, que fue acuñada siguiendo las indicaciones exactas de la misma Virgen María.

Ella apareció en París, en 1830 a una joven monja, Sor Catalina Labouré, que ahora es un santa”. Ver la historia aquí.

“Nuestra Señora le dijo que quería que la medalla se hiciera.

Es uno de los pocos casos que conocemos en la que la misma Virgen María dio instrucciones sobre la realización de una medalla en su nombre”.

“Sor Catalina confió lo dicho a sus superiores, que descartaron la idea, ya que pensaban que era absurda.

Sin embargo, como siempre con los eventos destinados desde arriba, el proyecto siguió adelante, la medalla fue acuñada, distribuida.

Y unos años más tarde ya era tan popular, que fue llamada la “Medalla Milagrosa” porque había introducido gracias extraordinarias a quienes la llevaban y oraban por la intercesión y la ayuda de María”.

“La Madre Teresa era una de las mayores promotoras de esta medalla.
.
Ella siempre tenía copias en ella, que repartía a quien pedía oraciones.
.
Recomendaba que la llevaran alrededor del cuello o en un bolsillo como signo de protección.
.
Como ya he dicho, hizo llegar muchas de estas medallas a Rusia.
.
Ella me hizo comprar bolsas de de la Medalla, luego pedir que las bendijera Juan Pablo II, y las enviaba clandestinamente a países comunistas”.

Monseñor Pavel Hnilica
Monseñor Pavel Hnilica

 

LA CONSAGRACIÓN DE RUSIA

Continúa el cuento del Obispo Hnilica:

“En 1984, la Madre Teresa tuvo una idea increíble.
.
Ella me dijo que unas de estas ‘Medallas Milagrosas’ tenían que ser introducidas en el Kremlin para consagrar la capital del ateísmo a la Virgen María con este simple gesto.
.
Ella me preguntó si me sentía para la realización de su proyecto”.

Para ser honesto, yo era la persona menos adecuada para hacer tal cosa, ya que en los países detrás de la Cortina de Hierro era considerado el enemigo número uno del comunismo, y en Checoslovaquia había sido condenado a muerte por causa de mi actividad anticomunista.

Entrar en la Unión Soviética era imposible para mí, pero yo no podía decir que no a la Madre Teresa. Al estar con ella era fácil infectarse por su entusiasmo y coraje”.

“Por lo tanto acepté tomar el riesgo y la madre Teresa organizó todo.

Ella tenía algunos contactos dentro del consulado ruso en Calcuta. No sé lo que les dijo, pero ella me consiguió una visa”.

“Decidimos que la misión debía llevarse a cabo en marzo de 1984.

La Madre Teresa eligió esta fecha ya que sabía que el 25 de marzo (fiesta de la Anunciación) de ese mismo año, el Papa iba a consagrar el Mundo al Inmaculado Corazón de María.

Ella quería que alguien estuviera dentro del Kremlin en el momento preciso en que el Papa recitara la oración de consagración en Roma, con el fin de sumarse espiritualmente al Papa y depositar una ‘Medalla Milagrosa’ allí”.

“A Mediados de febrero de 1984, partí a Calcuta con el P. Leo Maasburg, mi fiel colaborador que pedí me acompañara en esta misión”.

“La Madre Teresa dijo que era necesario prepararse para este viaje a través de la oración.
.
Durante todo un mes, oramos juntos para que nuestros planes funcionaran.
.
La Madre Teresa también hizo a sus monjas rezaran por ‘una intención particular’ ya que, además de nosotros dos y P. Leo, nadie más sabía lo que estábamos a punto de hacer”.

“Como ya he dicho, la Madre Teresa había hecho visar mis boletos a través del consulado ruso.

El P. Leo y yo íbamos a ser dos turistas que viajaban desde Calcuta a Roma vía Moscú, deteniéndonos en Moscú durante tres días para visitar los museos de la ciudad”.

“El 23 de marzo la Madre Teresa nos acompañó hasta el aeropuerto de Calcuta.
.
Cuando me despedí, ella agarró mi mano y me dio su rosario personal”.

Catedral de la Dormicion de Moscu
Catedral de la Dormicion de Moscu

 

LA MISIÓN PELIGROSA DE CONSAGRAR A RUSIA DENTRO DEL KREMLIN

Sigue relatando Monseñor Hnilica:

“No hubo ningún problema durante todo el viaje y llegamos a Moscú sanos y salvos a las 4 de la mañana del 24 de marzo.

Entonces, hubo un momento de pánico extremo para mí cuando presenté mi pasaporte a un soldado en el mostrador de la aduana.

Me miró con desconfianza y luego comenzó a hacerme un montón de preguntas, pero yo no quería hacerle saber que yo entendía ruso, así que respondí en italiano porque mi pasaporte era italiano”.

El soldado no me entendía, pero tenía serias dudas acerca sobre mí.

Él comenzó a hacer una serie de llamadas telefónicas desde la sala de guardia, pero eran las 5 de la mañana y nadie respondió.

Tuve que esperar fuera de la aduana a -5°C.

Estaba preocupado y por eso saqué el rosario de Madre Teresa de mi bolsillo y en secreto empecé a orar.

Yo ya me veía deportado a Siberia.

Pero también tenía mucha fe en las oraciones de la Madre Teresa.

La monja había dicho que mi viaje estaría acompañado por sus constantes oraciones.

Por tanto dije ‘¡Señor, que se haga tu voluntad! Pero recuerda que es la Madre Teresa que me ha enviado aquí’”.

“Después de casi una hora el soldado me llamó y pude ver que estaba molesto porque no había sido capaz de ponerse en contacto con ninguno de sus superiores.

Lo intentó una vez más preguntándome si mi pasaporte era mío y yo asentí. Al final, estampó mi pasaporte y me dejó ir”.

“Me uní al P. Leo que había estado esperando en una esquina del aeropuerto y que también había estado muy preocupado.

Fuimos al hotel y luego comenzamos a visitar la ciudad, pero muy discretamente y por separado.

Encontramos la manera de entrar en el Kremlin, y por casualidad el Kremlin estaba abierto a los turistas durante estos pocos días”.

El Kremlin es una ciudadela rodeada por un muro dentro de la ciudad de Moscú.

Es un tipo de fortaleza que se extiende sobre una superficie de 28 hectáreas.

En la antigüedad era el centro civil y religioso de la ciudad.

Había, de hecho, palacios reales y algunas de las iglesias más importantes de Moscú, entre las cuales la Catedral de los Patriarcas ortodoxos, llamada la Iglesia de la Dormición o Catedral de la Asunción.

Después de la revolución bolchevique en 1918, estas iglesias fueron cerradas y se transformaron en museos”.

“De acuerdo con el proyecto acordado con la Madre Teresa: en la mañana del 25 de marzo, cuando el Papa comenzara la ceremonia de la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, tenía que visitar el Kremlin, como turista, y hacer una pausa en la Catedral de la Asunción.
.
Mientras pretendía estar interesado en las obras de arte valiosas contenidas en el mismo, iba a comenzar a orar y buscar un lugar oculto donde podría colocar la ‘Medalla Milagrosa’ que la  Madre Teresa me había dado”.

“Todo había ido bien del mismo modo que me fue sugerido hacer, incluso cuando estuve muy asustado.

Afortunadamente había un montón de turistas en el Kremlin ese día, y en medio de un montón de gente me sentí más protegido”.

“Visité varios edificios y me detuve en la Catedral del Arcángel, la segunda más grande en el Kremlin, y luego entré en la Catedral de la Asunción.

Miré a mi alrededor con atención para encontrar un lugar en el que podía depositar la medalla”.

“Se trata de una iglesia hermosa, llena de obras de arte que se han conservado durante mucho tiempo, aunque por desgracia ya no era una iglesia, sino un museo”.

“Me di cuenta, leyendo mi guía, que estaban los tronos donde el zar, la zarina y el Patriarca de Moscú y de toda Rusia utilizaban para sentarse durante las ceremonias religiosas con el Patriarca sentado en el medio.

Decidí que la ‘Medalla Milagrosa’ debía ser puesta bajo el trono del patriarca, mientras oraba para que el patriarca Alejo II pronto fuera capaz de volver a celebrar ritos religiosos en ese lugar”.

“En un momento dado, me encontré solo y empecé a concentrarse en la celebración de la misa en secreto.
.
Llevé a cabo la Consagración de memoria utilizando un trozo de pan y un poco de vino que había traído conmigo”.

“Este fue un momento de intensa emoción y religiosidad.
.
La misa no se había celebrado en este lugar durante 76 años.
.
Luego, muy lentamente, me acerque al trono del Patriarca y me di cuenta de una pequeña grieta en el piso de madera, donde rápidamente puse la ‘Medalla Milagrosa’.
.
Permanecí allí por un tiempo más largo orando y luego volví al hotel donde el P. Leo me estaba esperando.
.
Volamos para Italia en la misma tarde”.

Trono del Zar en la Catedral de la Dormición
Trono del Zar en la Catedral de la Dormición

 

UN MISTERIOSO FINAL CON LA MADRE TERESA

¿El Obispo Hnilica contó esta historia a la Madre Teresa?.

“Unos meses más tarde la Madre Teresa llegó a Roma y le hice el cuento detallado” dijo el obispo eslovaco.

“Ella estaba muy encantada y continuó en su trabajo misionero en nombre de Rusia”.

“Un día, en 1988, recibí una llamada telefónica a las 6 en punto de la mañana de la Madre Teresa que me dijo:

‘Obispo (solía llamarme así) me voy a Moscú.

Usted sabe lo importante que es para mí trabajar en Rusia, por lo que quería informarle de mi viaje.

Me voy para el aeropuerto en este momento”.

La Madre Teresa había sido invitada a Moscú para una reunión internacional.
.
En esa ocasión se encontró con Raissa Gorbachova, la esposa del Secretario General de la Unión Soviética y se hicieron amigas.
.
Ella confió a la Sra. Gorbachov su deseo de abrir un par de conventos de monjas en Rusia y la señora Gorbachov prometió ayudarla.
.
Un año más tarde, se abrió el primer convento.

Juan-Pablo-II-y-Lucia dos santos
Juan Pablo II y herman Lucia dos Santos vidente de Fátima

 

MONSEÑOR HNILICA VISITA A JUAN PABLO II

Al salir de Moscú, Monseñor Hnilica fue donde su amigo Juan Pablo II.

“Cuando en 1984 visité al Papa en Castel Gandolfo y almorcé con él, le conté acerca de la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María que había podido cumplir el 25 de marzo de aquel mismo año, de manera totalmente inesperada, en la Catedral de la Asunción en el Kremlin de Moscú, así como la Virgen lo había pedido en Fátima.

Él quedó muy conmovido y dijo:

“La Virgen te ha guiado hacia allí con su mano” y yo respondí: “¡No, Santo Padre, me ha llevado en brazos!”.

 

ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN, DEL PAPA JUAN PABLO II, 25 DE MARZO DE 1984

¡Oh Madre de los hombres y de los pueblos, Tú que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, tú que sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito que, movidos por el Espíritu Santo, elevamos directamente a tu corazón: abraza con amor de Madre y de Sierva del Señor a este mundo humano nuestro, que te confiamos y consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos.

De modo especial confiamos y consagramos a aquellos hombres y aquellas naciones, que tienen necesidad particular de esta entrega y de esta consagración.

¡ Nos acogemos a tu protección, Santa Madre de Dios”! ¡No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades!

He aquí que, encontrándonos hoy ante ti, Madre de Cristo, ante tu Corazón Inmaculado, deseamos, junto con toda la Iglesia, unirnos a la consagración que, por amor nuestro, tu Hijo hizo de sí mismo al Padre cuando dijo: “Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en la verdad”. Queremos unirnos a nuestro Redentor en esta consagración por el mundo y por los hombres, la cual, en su Corazón divino tiene el poder de conseguir el perdón y de procurar la reparación.

El poder de esta consagración dura por siempre, abarca a todos los hombres, pueblos y naciones, y supera todo el mal que el espíritu de las tinieblas es capaz de sembrar en el corazón del hombre y en su historia; y que, de hecho, ha sembrado en nuestro tiempo.

¡Oh, cuán profundamente sentimos la necesidad de consagración para la humanidad y para el mundo: para nuestro mundo contemporáneo, en unión con Cristo mismo! En efecto, la obra redentora de Cristo debe ser participada por el mundo a través de la Iglesia.

Bendita seas por encima de todas las creaturas, tú, Sierva del Señor, que de la manera más plena obedeciste a la llamada divina.

Te saludamos a ti, que estás totalmente unida a la consagración redentora de tu Hijo.

Madre de la Iglesia: ilumina al Pueblo de Dios en los caminos de la fe, de la esperanza y de la caridad. Ilumina especialmente a los pueblos de los que tú esperas nuestra consagración y nuestro ofrecimiento. Ayúdanos a vivir en la verdad de la consagración de Cristo por toda la familia humana del mundo actual.

Al encomendarte, oh Madre, el mundo, todos los hombres y pueblos, te confiamos también la misma consagración del mundo, poniéndola en tu corazón maternal.

¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones de los hombres de hoy y que con sus efectos inconmensurables pesa ya sobre la vida presente y da la impresión de cerrar el camino hacia el futuro.

¡Del hambre y de la guerra, líbranos!

¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción incalculable y de todo tipo de guerra, líbranos!

¡De los pecados contra la vida del hombre desde su primer instante, líbranos!

¡Del odio y del envilecimiento de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos!

¡De toda clase de injusticias en la vida social, nacional e internacional, líbranos!

¡De la facilidad de pisotear los mandamientos de Dios, líbranos!

¡De la tentativa de ofuscar en los corazones humanos la verdad misma de Dios, líbranos!

¡Del extravío de la conciencia del bien y del mal, líbranos!

¡De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos!, ¡líbranos!

Acoge, oh Madre de Cristo, este grito lleno de sufrimiento de todos los hombres. Lleno del sufrimiento de sociedades enteras.

Ayúdanos con el poder del Espíritu Santo a vencer todo pecado, el pecado del hombre y el « pecado del mundo », el pecado en todas sus manifestaciones.

Aparezca, una vez más, en la historia del mundo el infinito poder salvador de la Redención: poder del Amor misericordioso. Que éste detenga el mal. Que transforme las conciencias. Que en tu Corazón Inmaculado se abra a todos la luz de la Esperanza».

Papa Juan Pablo II, 25 de marzo de 1984


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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La Virgen María está viniendo a la Tierra para Evitar una Guerra Nuclear

Los riesgos de una guerra nuclear mundial están aumentando.

Y es debido por las tensiones crecientes entre EE.UU. con Rusia y China.

Pero también los pecados cometidos por la humanidad están aumentando el riesgo de un disciplinamiento de Dios sobre la humanidad.

Lo cual abre la puerta a la posibilidad que Él deje pasar una posible confrontación atómica.

Pero afortunadamente tenemos una buena noticia.

Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984 por Juan Pablo II

La Santísima Virgen ha estado viniendo a la Tierra para avisarnos de guerras y decirnos como evitarlas.

Lo ha hecho en las apariciones de Akita, Medjugorje, Kibeho, Naju, y otras más.

Pero el caso de las apariciones de Fátima en 1917 es el indicador más elocuente, porque allí avisó que vendría una segunda guerra mundial si la humanidad no se reformaba.

También identificó cómo se iban a propagar los errores por el mundo – mediante el comunismo.

Y estableció cual era la forma de evitarlo, la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María.

La consagración no se hizo en tiempo y forma.

Y es evidente que Rusia esparció sus errores por occidente, como lo muestra el marxismo cultural que hoy domina a los políticos occidentales.

Pero San Juan Pablo II hizo una Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María en 1984.

Y hay sospechas y documentos que indican, que la Consagración realizada por Juan Pablo II habría evitado una guerra nuclear, que se habría dado en 1985.

Veamos todo esto cuando se reactiva la posibilidad de una guerra nuclear.

  

TAMBORES DE GUERRA MUNDIAL

Los tambores de guerra mundial suenan con más intensidad en estos momentos.

E incluso el Reloj del Juicio Final, manejado por los científicos atómicos, muestra que estamos a las 23:58, a 2 minutos determinar el día, en el 2019.

Es lo más cercano a la medianoche desde el año 1953, cuándo la Unión Soviética y Estados Unidos comenzaron con sus pruebas con la bomba de hidrógeno.

Una encuesta realizada entre los militares de Estados Unidos muestra que la mitad de ellos piensan en una guerra de gran escala para el año 2019.

E identifican a China y Rusia como sus principales adversarios.

En realidad las tensiones entre Estados Unidos con Rusia y China han aumentado significativamente desde la ascensión del presidente Trump.

Recientemente el presidente Donald Trump comunicó que dejaría sin efecto el tratado de armas nucleares de rango intermedio con Rusia.

Que era la piedra angular de la seguridad mundial desde 1987, en la era de la Guerra Fría.

Rusia rechaza el orden internacional que se viene creando y por otro lado tiene debilidad económica.

Que lo lleva a unirse a China, cuyo poder va en aumento y quiere suplantar a Estados Unidos en el liderazgo mundial.

Actualmente hay en el mundo 5 zonas de conflicto que podrían desatar una guerra nuclear, las cuales pueden ser cambiantes.

Una es el Mar de China meridional donde hay un conflicto comercial entre Estados Unidos y China.

Otro es Ucrania donde hay incidentes entre la Otan y Estados Unidos con Rusia.

Otra es la crisis perpetua en el Medio Oriente, que es multiforme.

Otra es la crisis en la península coreana con Corea del Norte, aunque en los últimos tiempos parece haber cedido bastante.

Y finalmente ha parecido un punto de conflicto en Venezuela, donde Estados Unidos ha amenazado con la invasión para derrocar al régimen del presidente Maduro, y China y Rusia han dicho que eso es inaceptable.

Todo esto es alarmante.

Pero la buena noticia es que la Santísima Virgen se ha aparecido en la Tierra muchas veces para avisarnos de las guerras que vendrían y para asistirnos a evitarlas.

  

LOS CASOS MÁS RELEVANTES DE INTERVENCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN GUERRAS

La Virgen María se apareció muchas veces a través de la historia para avisarnos sobre guerras e indicarnos como actuar para desactivarlas.

El caso más importante ha sido durante la aparición de Fátima en 1917, que trataremos más extensamente abajo.

Pero también en 1973 hizo una advertencia en el tercer mensaje de Nuestra Señora de Akita en Japón, donde dijo que,

“Si los hombres no se arrepienten y mejoran el Padre infligir á un terrible castigo a toda la humanidad.

Será un castigo más grande que el diluvio, como nunca se ha visto antes.

El fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad…”

Esta alusión al fuego que caerá del cielo nos remite a un estallido atómico.

Y luego dio la receta de cómo por lo menos mitigar esto,

“Las únicas armas que quedarán para ti serán el Rosario y la señal dejada por Mi Hijo.

Cada día recita la oración del Rosario.

Con el Rosario reza por el Papa, los Obispos y los sacerdotes”.

También en 1981 la Santísima Virgen comenzó a aparecerse en Yugoslavia, en el pueblo de Medjugorje.

Y advirtió sobre una serie de guerras étnicas y de insurgencia.

Las que se iniciaron en 1991 y que tuvieron su parte más sangrienta entre 1999 y 2001.

Allí le dijo a los videntes que el ayuno y el rezo del rosario podían evitar cualquier guerra.

Más o menos por la misma época comenzó a aparecerse en Kibeho, Ruanda.

Estás apariciones fueron entre 1981 y 1989.

Se registraron en un momento en que había una profanación de estatuas de María mutiladas, destruidas y robadas en las aldeas.

Y en momentos en que María estaba casi olvidada e incluso a los sacerdotes no rezaban el Rosario porque consideraban que era una devoción obsoleta.

El mensaje precisamente sobre la guerra fue el 19 de agosto de 1982 cuando se mostró a los videntes un río de sangre y personas que se mataban entre sí.

Los cadáveres estaban abandonados sin que nadie los enterrara, se veían cuerpos sin cabeza.

Para evitar que pasara esto Nuestra Señora les dijo a las jóvenes videntes y al mundo entero, que oraran, ayunaran e hicieran penitencia.

Sin embargo en la primavera de 1994 estalló la guerra civil en Ruanda donde cerca de 1 millón de personas murieron en 3 meses.

Muchos fueron decapitados y arrojados al río Kagea, que se tiñó de rojo por la sangre de los muertos.

Y también podemos mencionar el caso de Corea, donde Nuestra Señora comenzó a dar mensajes urgentes a Julia Kim en el pequeño pueblo de Naju, 4 años después de comenzadas las apariciones de Medjugorje, y siguen hasta ahora.

Pero sin duda el caso más paradigmático es el de Fátima de 1917, que veremo con más detalle.

  

LOS SECRETOS DADOS A LOS VIDENTES DE FÁTIMA

Las primeras dos partes de los secretos fueron reveladas en 1941.

Nuestra Madre había dicho en las dos primeras partes del secreto de Fátima que Rusia se convertiría en ateísta y que si no fuera consagrada a su Corazón Inmaculado se extendería sus errores alrededor del mundo.

Advirtió que muchas naciones serían “aniquiladas”.

 ¿Se aniquilaron muchas naciones?

Poco después de las apariciones de 1917 Lenin llegó al poder y los comunistas formaron la Unión Soviética, que absorbió los países vecinos, en efecto “aniquilándolos”.

El tercer secreto fue revelado por el Vaticano el 13 de mayo del 2000.

Cabe aclarar que los ‘fatimistas’ sostienen que hay otra parte que no fue revelada y que posiblemente sería la interpretación de Sor Lucía sobre el tercer secreto.

Hay una parte intrigante del tercer secreto, que es la visión de un ángel con una espada flameante.

Nos referimos a este pasaje:

«Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Ángel con una espada de fuego en la mano izquierda.

Centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo.

Pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él.

El Ángel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!”

¿Podría la aniquilación de la que se habló antes haber implicado un holocausto nuclear?

Sí. También puede haber significado eso.

¿Por qué las llamas? ¿Qué significa la imagen? ¿Qué implica para el mundo?

Esa espada llameante suena como un arma nuclear.

Parece que Nuestra Mater evitaría la acción de una ojiva múltiple por la Consagración.

Así sería como ella lo impediría. Era el cumplimiento exacto de una profecía

La visión habla de que cae fuego del cielo.

Que es exactamente lo que ocurriría durante un holocausto nuclear.

Sor Lucía mencionó más de una llama – ella usó el plural – que evoca la imagen de una ojiva multi-punta.

Pero hay incluso más razones para creer esa interpretación, y algunas de esas razones son misteriosas.

Según la hermana Lucía, la “gran señal” profetizada en Fátima para el estallido de una guerra mundial fue una exhibición inusual de la aurora boreal que ocurrió en 1938.

Esto es fascinante porque hay algunos que dicen que la aurora causó reflexiones atmosféricas idénticas a las causadas por las nubes de hongos nucleares.

Si eso es cierto, hay una conexión directa entre una guerra nuclear y la advertencia de Fátima.

Tal confrontación de hecho habría causado (y aún puede) hacer caer fuego “como si pusieran el mundo en llamas”.

  

ALGUNOS OTROS HECHOS COINCIDENTES

La hermana Lucía había dicho que la Santísima Virgen pidió que el Papa del momento publicara el tercer secreto en 1960.

El Papa Juan XXIII no lo hizo.

E incluso ella consideró que la razón de esperar al menos hasta después de 1960 sería que el tercer secreto se vería “más claro” después de ese año.

¿Qué sucedió a partir de los ’60?

Juan XXIII anunció el Concilio Vaticano II el 25 de enero de 1959 y las comisiones comenzaron a funcionar en 1960.

El Concilio oficialmente duró desde 1962 a 1965, y fue cerrado por su sucesor Pablo VI.

En octubre de 1962 estalló la llamada Crisis de los Misiles entre Cuba (en realidad la URSS) y EE.UU.

En 1969, cuando un fotógrafo tomó una foto de los ensayos nucleares franceses en la isla del Pacífico de Mururoa, supuestamente las imágenes de Cristo crucificado y la Santísima Virgen aparecieron en el tallo y a la izquierda de la creciente nube.

Una vez más, la manifestación milagrosa de María estaba relacionada con una advertencia nuclear.

Mirando hacia atrás, los años sesenta fueron un tiempo donde se cristalizó la Revolución Sexual, consagrada en el Mayo de París de 1968.

La década estuvo signada por el crecimiento de la amenaza de la aniquilación nuclear.

Cuatro años después de Mururoa, en 1973, fueron las revelaciones de Akita, Japón.

Allí la Hermana Sasagawa afirmó que la Virgen le dijo que si los hombres no se arrepentían, si no regresáramos a Dios y con prisa, el fuego “caería del cielo y borraría una gran parte de humanidad”.

Esto suena como que una ojiva nuclear pondría el mundo en llamas como muestra el tercer secreto de Fátima.

La fecha de estas revelaciones de Akita fue el 13 de octubre – aniversario del gran milagro en Fátima – y ocurrió en la única nación que ha soportado la devastación de una bomba atómica.

También fue un período durante el cual la Virgen advirtió que la paz estaba en un “estado de crisis” y que el mundo estaba en peligro de una guerra nuclear en sitios de aparición como Medjugorje en Bosnia-Herzegovina; San Nicolás en Argentina; y Cuapa en Nicaragua (los dos últimos aprobados por la Iglesia).

En la fecha relacionada con Fátima del 13 de octubre de 1980, en Cuapa, Nicaragua, un vidente llamado Bernardo Martínez vio a la Mater.

Apareció de una manera que le recordó una estatua de Fátima.

Y según Martínez, que luego fue sacerdote, le dijo que si la humanidad no cambiaba, “se aceleraría la llegada de una tercera guerra mundial”.

El año siguiente, en 1981, como si quisiera subrayar aún más el punto, María comenzó a aparecer como la Reina de la Paz en la Yugoslavia comunista en Medjugorje, diciendo que la paz estaba en un estado de “crisis”.

Ese mismo año, el 13 de mayo – aniversario de la primera aparición de Fátima – el Papa Juan Pablo II sufrió un atentado de una manera que trae a la mente otra parte del tercer secreto que mostraba a un “obispo vestido de blanco” cayendo ante atacantes.

¿Cuál era la conexión con Rusia?

Muchos creen que el asesino, Mehmet Ali Agca, era parte de un complot conducido por la KGB búlgara.

La tensión entre la URSS y EE.UU. y Europa Occidental fue creciendo constantemente presagiando un holocausto nuclear.

En 1984 las tensiones estaban en un pico entre la línea dura soviética con Yuri Andropov y Konstantin Chernenko y la Administración Reagan, que había descrito a la Unión Soviética como un “imperio del mal”.

Los rumores eran abundantes de que los soviéticos pensaban que podrían ganar una guerra nuclear.

Base Naval de Severomorsk

  

LA CONSAGRACIÓN DE 1984

Ante toda esta situación de crisis nuclear, el 25 de marzo de 1984 el Papa Juan Pablo II consagró el mundo, e implícitamente a Rusia, al Inmaculado Corazón de María, como se solicitó en los dos primeros secretos de Fátima.

Menos de dos meses después de esa consagración, el 13 de mayo de 1984, en el aniversario de la primera aparición de Fátima, una de las mayores multitudes de la historia de Fátima se reunió para celebrar y orar por Rusia.

Ese mismo día se produjo una explosión masiva en la Unión Soviética – en Severomorsk – y destruyó un tercio de los misiles tierra-aire de la flota norte.

Lo que redujo considerablemente la capacidad de Rusia de atacar y causar precisamente lo que el secreto advirtió, que el fuego cayera del cielo.

Si eso no es suficiente, años después, en 1993, Sor Lucía dijo a un cardenal filipino que la visitó, Ricardo Vidal, que

la consagración de Juan Pablo II en 1984 “impidió una guerra atómica que habría ocurrido en 1985”

También hubo otra entrevista de 1982 con otro obispo en el mismo tenor.

  

LAS ENTREVISTAS de 1982 y 1983

La Hermana Lúcia dio una audiencia al cardenal Antony Padiyara de Ernaculam de la India, el 11 de octubre de 1992, y otra exactamente un año después, al cardenal Ricardo Vidal de Filipinas, el 11 de octubre de 1993.

En ellas manifestó que la consagración llevada a cabo del mundo e implícitamente Rusia por Juan Pablo II, había sido aceptada por el cielo, como el cumplimiento de la petición de la Virgen de que Rusia se consagrara a su Inmaculado Corazón, para evitar que propague sus errores alrededor del mundo.

En ambas entrevistas estuvo presente un historiador de Fátima llamado Carlos Evaristo, quien registró los encuentros.

El Cardenal Padiyara le preguntó a la Herman Lucía:

“Cuando regrese a mi diócesis, me preguntarán muchas cosas, entre las que se encuentra si la consagración de Rusia ya se ha hecho según la petición de Nuestra Señora.

¿Esto fue cumplido por el Papa Juan Pablo II el 25 de marzo de 1984?”

“Sí, sí, sí” respondió la hermana Lucia en voz baja y agregó:

La consagración ya estaba parcialmente hecha, el Papa Pío XII la hizo en 1942, el 31 de octubre, pero carecía de la unión con todos los obispos del mundo, que Juan Pablo II finalmente logró unir en 1984”.

“Pero ¿no debía mencionarse específicamente a Rusia, como dijo Nuestra Señora? -preguntó Evaristo.

“La intención del Papa fue Rusia, cuando dijo, ‘aquellos pueblos…’ en el texto de la consagración de 1984.

Aquellos que conocían la petición de la consagración de Rusia, sabían a qué se refería.

Como lo sabía Dios que todo lo sabe, que la intención del Papa era Rusia y que él quería decir ‘Rusia’ en la consagración.

Lo que es importante es la intención, como cuando un sacerdote tiene la intención de consagrar una hostia”

“¿Pero Nuestra Señora no quería que se mencionara específicamente a Rusia? insistió Evaristo, que grabó las conversaciones textualmente en un folleto titulado ‘Two Hours With Sister Lucia”.

“Nuestra Señora nunca pidió que se mencionara específicamente a Rusia”, dijo la hermana Lucía.

Y hablando del momento en que Nuestra Señora le pidió la Consagración dijo:

En ese momento ni siquiera sabía lo que era Rusia, pensábamos que era una mujer muy mala, lo que importa es la intención.

El Papa y los obispos sabían que la intención del Papa era consagrar a Rusia”.

“¿Nuestra Señora está contenta y la ha aceptado?”

“Sí”, dijo Lucia, aparentemente poniendo fin a una polémica que había durado décadas, pero que aún hoy continúa.

  

LAS PRUEBAS DE ESTO

Carlos Evaristo, que había visitado a Sor Lucia con los dos cardenales, habla con fluidez inglés y portugués.

Publicó un relato de su visita con Sor Lucía en un folleto titulado Two Hours with Sister Lucia, con el Cardenal Indio que mencionamos.

Más tarde, Evaristo publicó otro folleto titulado It All Started with ‘Two Hours with Sister Lucia’ (ver también aquí).

Este folleto contenía información supuestamente de la Hna. Lucía, tomada de una nueva entrevista realizada en octubre de 1993 en presencia del Cardenal Vidal de Cebú, Filipinas.

En 2001, Leo Madigan († 2015), autor y residente de Fátima, publicó un libro titulado A Pilgrim’s Handbook to Fátima.

Él menciona la afirmación de la guerra nuclear de 1985, hablando de ella como verdadera y diciendo que Sor Lucia la mencionó en “correspondencia privada”.

También en 2001, John Haffert, fundador del Ejército Azul de Nuestra Señora de Fátima, lo menciona en su autobiografía To Shake the World.

En este libro hace referencia al encuentro de 1993 del Cardenal Vidal con Sor Lúcia y habla favorablemente de la afirmación de una guerra nuclear evitada en 1985.

También Sor Lucía hizo una publicación póstuma (2006), bajo el título portugués Como vejo a mensagem

Hablando de la frase sobre el Santo Padre consagrando Rusia, la Hermana escribió lo siguiente:

“Esta consagración se hizo, públicamente, en Roma, por el Santo Padre, el Papa Juan Pablo II, el 25 de marzo de 1984, ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima, que se venera en la Capilla de las Apariciones en la Cova da Iria, Fátima”.

Tres páginas más tarde, Sor Lucia vuelve a hablar de guerra nuclear:

“Hasta este punto, veo en el Mensaje como una preparación para liberar al pueblo de Dios, en palabras de Pío XII, de la más grande herejía, llevando sus errores hasta los confines de la tierra.

Y también del peligro de una guerra nuclear que destruiría gran parte de su obra creadora y redentora: el Pueblo de Dios elegido para la vida eterna”.

En estas citas, la Hermana misma verificó parcialmente la afirmación de que la humanidad se dirigía a una guerra nuclear.

Y lo hizo en el contexto de su discusión sobre la Consagración de 1984, dando así la apariencia de que esta guerra fue evitada por la Consagración, que efectivamente habría sido aceptada.

Este es un video extraordinario de una de esas entrevistas de la Hermana Lucía con uno de los dos cardenales:

¿Significa todo esto que el pedido está totalmente cumplido, que estamos fuera del peligro?

Apenas.

Rusia está mostrando signos de regresar a sus caminos de la Guerra Fría.

Pero también esta Corea del Norte, una de las naciones que recibió los “errores de Rusia”.

También está China, el “dragón rojo”.

Y fuera del mundo comunista o ex comunista, está Irán, en el mundo musulmán, que sigue su tarea de desarrollar su bomba atómica.

La imagen del fuego celestial de la purificación cayendo bien puede ser tanto del pasado, del presente y el futuro.
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E incluso bien puede resultar ser atemporal.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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Fátima y Balasar, dos tierras hermanas

Este es un trabajo del P. Humberto M. Pasquale S.D.B., en el que compara las apariciones de Fátima y de Balasar, concluyendo su vinculación y unidad.  

El unir los nombres de estas localidades — Fátima y Balasar —  no es arbitrario ni sin fundamentada motivación, antes bien es fruto de un estudio documentado y de un conocimiento directo de los acontecimientos ocurridos.

La relación Fátima-Balasar me fue confirmada por la carta que la Beata Alexandrina María da Costa escribió al P. Mariano Pinho S.J., que me precedió en su dirección espiritual. Escribe el 3 de noviembre de 1953: “El Cardenal (D. Manuel Cerejeira) me envió palabras de aliento, diciéndome que al inaugurar la Basílica de Fátima, pensó en Balasar, y me colocó sobre la patena, ofreciéndome junto con Jesús, como víctima por los pecadores”.

El Cardenal Cerejeira, al segundo director de la Beata, P. Humberto Pasquale, al enviarle este libro, escribía el 12-10-1975: “Lo leí rápidamente y no me canso en la contemplación de este misterio, que asocia y mutuamente confirma la presencia divina en los dos centros, a usted le fue dada la mayor parte de su difusión, que el Cielo lo ayude”.

En el momento de su muerte, el periódico del Patriarcado publicaba: El último libro que el Cardenal leyó fue “Cristo Jesús en Alexandrina” del P. Humberto Pasquale, edición italiana, con la autobiografía de la Sierva de Dios de Balasar”.

Procuraré poner en evidencia los hilos de la trama celeste, que unen los dos nombres y los protagonistas de las extraordinarias revelaciones.

Las convergencias son muchas, expondré las esenciales, como me consiente un pequeño trabajo de divulgación.

No recelo en afirmar que los privilegiados mensajeros aun ignorándose, se completan en su misión.

Así Balasar aparece, de un modo evidente, como una explicación, una acentuación y un complemento de Fátima.

Hago votos para que el maravilloso mensaje de las dos localidades, constituya un llamado a una vida siempre más cristiana y una invitación a la reparación, hoy más necesaria que nunca.

Que este documento infunda en sus lectores la certidumbre de que el Cielo no abandonó la tierra, continúa siempre su obra de amor con todos nosotros.

 

BAJO EL MISMO CIELO, UN LLAMADO A LA CONVERSION

Fátima, en el centro de Portugal, era una pequeña parroquia perdida entre las montañas, se volvió famosa en todo el mundo gracias a la voz y a los hechos de tres pequeños niños, pobres y analfabetos, de los que se sirvió el Cielo para llamar a los hombres hacia Dios.

Balasar es una parroquia agrícola, sepultada entre la verdura de los viñedos y de los pinos, al norte de Portugal, en la diócesis de Braga y a cincuenta kilómetros de Oporto.

La aldea está ganando fama mundial, gracias al nombre de la Beata Alexandrina María da Costa, que vivió en la práctica de las virtudes heroicas y dotada de excelsos dones místicos.

Nació el 30 de marzo de 1904 y voló para el Cielo el 13 de octubre de 1955, aniversario de la última aparición de Nuestra Señora a los Pastorcitos de Fátima. Sin duda, mimos divinos, considerando el impulso extraordinario que Alexandrina dio, durante toda su vida, al vehemente llamado de la Virgen a favor de los pecadores.

A los catorce años, para defender su pureza de las perversas intenciones de un hombre que se introdujo en su casa, se lanzó de una ventana a la altura de cuatro metros del suelo.

Una mielitis en la columna vertebral, después de seis años de sufrimientos, el 14 de abril de 1925 la inmovilizó, consumiéndola, durante treinta años, con un doloroso martirio.

En esa forzada soledad, en 1928, Alexandrina se consagró a los Sagrarios Eucarísticos para reparar las profanaciones y el abandono en que es dejado Jesús.

Le decía en sus oraciones de la mañana: “Jesús mío, me uno en espíritu en este momento y desde este momento para siempre a todas las santas Misas que de día y de noche se celebran en la tierra. Jesús, inmólame contigo al Padre Eterno con las intenciones que Tú le ofreces”.

Y a Nuestra Señora le decía: “Madrecita, ábreme tus santísimos brazos, tómame y estréchame en tu santísimo Corazón, cúbreme con tu manto y acéptame como tu hija muy amada, muy querida y conságrame toda a Jesús. Enciérrame para siempre en su Divino Corazón y dile que le ayudas a crucificarme, para que no quede en mi cuerpo ni en mi alma nada por crucificar…

Madrecita, hazme humilde, obediente, pura, casta en el alma y en el cuerpo, hazme un ángel, transfórmame toda en amor, para que me consuma en las llamas del amor de Jesús”…

Movida por el Espíritu Santo, sin saber cómo, se ofreció al Señor como víctima “preocupada solamente en consolar a Jesús y salvar las almas de los pobres pecadores”.

En estas fechas (1928-1929), cuando le preguntaba a Jesús lo que debía hacer, le oyó repetir varias veces: “Sufrir, amar, reparar”.

En 1924 el Señor le pidió expresamente que se diera a Él, para que fuera crucificada a su semejanza. Al cabo de un año, recibió de Jesús la orden de pedirle al Papa la consagración del mundo al Corazón de María.

Desde octubre de 1938 hasta su muerte, esto es, durante 17 años, sufrió la Pasión física de Jesús (esto es, con señales externas) y después su Pasión íntima.

Desde marzo de 1942 hasta diciembre de 1953, todos los viernes Alexandrina tiene éxtasis hablados, en los que Jesús, a través de sus labios, lanzaba al mundo de los pecadores llamados ardientes de conversión.

Privada de su primer director (1934-1941), que era de la Compañía de Jesús, fue dirigida durante cuatro años (1944-1948) por un Salesiano, que la inscribe entre las Cooperadoras Salesianas (15-8-1944) y en 1946 la inscribe en las “Lámparas vivas” que tienen su Centro Directivo en Milán, Italia.

Alexandrina se dejó de alimentar el 27 de marzo de 1942 y vivió durante 13 años y siete meses, hasta la muerte, solamente de la Eucaristía, hecho que fue confirmado por la ciencia médica.

Los dos últimos años de su vida, la visitaron miles de personas, a las que les hablaba, sobre todo en los días de mayor afluencia, con un micrófono, con una fuerza y una unción impresionante, sólo Dios sabe las conversiones obtenidas, pero se conservan muchos testimonios en los archivos de Balasar.

Su misión de atraer almas hacia Dios continúa aun hoy, instrumento de ese llamado es la leyenda que escribió para su tumba:

“Pecadores, si las cenizas de mi cuerpo les son útiles para salvarse, aproxímense, pasen sobre ellas, písenlas hasta que desaparezcan, pero no pequen más, no ofendan a nuestro Jesús.

Pecadores, ¡quisiera decirles tantas cosas! No me alcanzaría este grande cementerio para escribir todas. ¡Conviértanse! No ofenda a Jesús, no quieran perderlo eternamente, ¡Es tan bueno! ¡Basta de pecar! ¡Ámenlo! ¡Ámenlo!”

Su biografía ha sido muy traducida, son muchas las peregrinaciones de varias naciones a su cuartito, donde se inmoló y a su sepulcro aumentan cada año, debido a las numerosas gracias atribuidas a ella.

Su hermana Deolinda escribía en 1957 al P. Humberto: “Parece que no pasa un día sin que vea a muchas personas rezar junto a la tumba de Alexandrina, sobre todo el domingo y en los días trece de cada mes hay auténticas peregrinaciones… hay junto al cementerio una gran sala llena de exvotos”.

El 14 de enero de 1967 fue abierto el proceso sobre las virtudes y fama de santidad de Alexandrina y fue cerrado y enviado a Roma el 10 de abril de 1973, en el cierre del proceso, el Arzobispo de Braga agradeció a todas las personas “que contribuyeron a esta obra fatigante y difícil”. Agregando: “Pero los instrumentos de este trabajo, hechos en común por tantos, pertenecen sobre todo a los Salesianos.

Me alegro con ellos y se los agradezco, me alegro porque Alexandrina era Cooperadora Salesiana y yo les agradezco porque ella era de esta diócesis, gloria de esta diócesis “.

 

LLAMADO A LA EUCARISTIA EN FATIMA

El otoño de 1916 los tres pastorcitos, en la vertiente de la colina “Cabezo”, después de la merienda, rezaban el Rosario, cuando vieron en una nube luminosa un Ángel, que tenía un cáliz con una Hostia, de la que descendía gotas de sangre y dejando el Cáliz y la Hostia suspendidos en el aire, el Ángel se postra al lado de ellos y les hace repetir tres veces:

“Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, les ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias, con las que es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, pido la conversión de los pobres pecadores”.

Lucía interroga cierto día al pequeño Francisco:

— ¿Qué estás haciendo?

— Estoy pensando en Dios que está tan triste, por causa de tantos pecados, si yo fuera capaz de darle alegría.

Cuando estaba ya muy enfermo, Lucía le pregunta:

— Francisco, ¿qué te gusta más? Consolar a Nuestro Señor o convertir a los pecadores, para que no se vayan más almas al infierno.

— Me gusta más consolar a Nuestro Señor, te fijaste que Nuestra Señora el último mes, se puso tan triste, cuando dijo que no ofendiéramos a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido, yo quiero consolar a Nuestro Señor y después convertir a los pecadores, para que ya no lo ofendan.

El pequeño pastorcito, para consolar a Jesús se pasaba hincado horas y horas en profunda oración y cuando Lucía comenzó a frecuentar la escuela, habiendo sabido que Nuestra Señora vendría pronto para llevarlo al Cielo, Jacinto prefería entrar a la iglesia a hacerle compañía al Señor “Escondido”, como acostumbraba llamar a Jesús Eucaristía.

 

EL LLAMADO A LA EUCARISTIA EN BALASAR

Jesús le dice a Alexandrina en los años 1934-1935: “Escribe que quiero que se predique la devoción a los Sagrarios, quiero que se encienda en las almas la devoción hacia estas prisiones de Amor…”

“¿Quieres consolarme? Ve a los sagrarios, estoy allí tan solo, tan despreciado, abandonado, ofendido… estoy encarcelado y encarcelado por amor…”

“No creen en mi existencia: no creen que allí habito, blasfeman contra Mí”.

“Otros creen, pero no me aman y no me visitan, viven como si Yo no estuviera presente… te escogí para que me hicieras compañía en esos pequeños refugios, tantos que son tan pobrecitos… pero dentro de ellos, ¡qué riqueza! Está allí la riqueza del Cielo y de la tierra…

“Haz que Yo sea amado por todos en mi Sacramento de Amor, el mayor de los Sacramentos, el mayor milagro de mi Sabiduría”. (de las cartas a su primer Director)

Alexandrina hacía varios años que vivía espiritualmente unida a Jesús Sacramentado y en 1928, mientras pensaba en Jesús en el Sagrario, le dice:

“¡Mi buen Jesús, Tú estás preso y yo también, estamos presos los dos; Tú estás preso para mi bien, y yo estoy presa en tus manos. Eres Rey y Señor de todo y yo soy un gusano de la tierra, te dejé en el abandono, pensando sólo en este mundo que es la perdición de las almas, ahora arrepentida de todo corazón, quiero lo que Tú quieras y sufrirlo con resignación, no me faltes con tu protección, buen Jesús”.

Cuenta en 1930 que hacía la Comunión Sacramental pocas veces (no se atrevía a pedírselo al Párroco, por el temor de incomodarlo) pero vivía unida a Jesús lo más posible, para honrarlo a Él y a la Madrecita, escribía en pedacitos de papel y en imágenes esta oración:

“Querido Jesús mío, quisiera ir a visitarte en tus Sagrarios, pero no puedo, porque mi dolencia me obliga a estar retenida en mi querido lecho del dolor. Hágase Tu voluntad, Señor, pero al menos, Jesús mío, permite que ni un momento pase sin que yo vaya en espíritu a decirle a las puertas de tus Sagrarios:  ¡Jesús mío, te quiero amar! Quiero abrasarme en todas las llamas de Tu amor y pedirte por los pecadores y por las almas del Purgatorio”.

En la tapa de un librito, en mayo de 1930 escribió: “Amada Madre del Cielo, ve a presentarle a nuestro Jesús en mis Sagrarios, mis oraciones y vuelve más eficaces mis pedidos. Refugio de los pecadores, ve y dile a Jesús que quiero ser santa”.

Toda la vida de Alexandrina transcurrió a la luz de los Sagrarios eucarísticos, los documentos sobre esto son innumerables. Jesús le decía el 5 de enero de 1952:

“Hija mía, luz y estrella eucarística, fui Redentor, morí para darle el Cielo a las almas, me hice alimento de ellas. Te crié para que te asemejes a Mí, te escogí para víctima, para que continuaras mi obra redentora. Puse en tu corazón el amor, la locura por la Eucaristía, es por ti, eres la luz de este fuego, que dejaste arder, y muchas almas guiadas por esta estrella escogida por Mí, llevadas por tu ejemplo se transformaron en almas ardientes, almas verdaderamente eucarísticas. Ay del mundo sin mis víctimas, sin hostias, continuamente inmoladas Conmigo”.

En otra ocasión, Jesús le pedía: Procúrame almas que te sustituyan junto a mis Sagrarios, después de tu muerte”.

Alexandrina dice en sus últimas disposiciones: “Quiero ser enterrada, si puede ser, con el rostro volteado hacia el Sagrario de nuestra iglesia, así como en la vida ansié estar junto a Jesús Sacramentado y voltear para el Sagrario las más veces posibles, quiero después de mi muerte continuar velando mi Sagrario y mantenerme volteada hacia Él”.

 

LOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARÍA EN FÁTIMA

El verano de 1916, entre julio y agosto, los tres Pastorcitos, a la hora de la siesta, se encontraban en la huerta de Lucía para jugar, cuando repentinamente vieron a su lado al mismo Ángel, que les dijo:

“¿Qué hacen? Recen mucho, los Corazón de Jesús y de María tiene para ustedes designios de misericordia, ofrezcan constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo de todo lo que puedan, ofrezcan a Dios sacrificios en acto de reparación por los pecados con que es ofendido y supliquen por la conversión de los pecadores, así atraen la paz para su Patria. Yo soy el Ángel de su Guarda, el Ángel de Portugal. Sobre todo, acepten y soporten con sumisión el sufrimiento que el Señor les envía.”

 

LOS CORAZONES DE JESÚS Y MARÍA EN BALASAR

Sobre los inocentes Pastorcitos de Fátima, como dice el Ángel, el Cielo tuvo designios de misericordia al convertirlos en participantes del mensaje de Salvación.

Pero a Alexandrina le decía más: “Eres un canal por donde han de pasar las gracias que Yo distribuyo a las almas y por el cual han de ir las almas hasta Mí”. (4-10-1934) Y explicaba:

“Estás en mis Sagrarios de todo el mundo, en ellos puedes servirme como víctima por los pecados del mundo en este tiempo en que el mundo se vuelve contra Mí y contra Mi Iglesia”. (8-11-1934)

Esto debía realizarse a través de una unión mística de Alexandrina a los sufrimientos redentores de Jesús y de su Madre bendita.

Balasar se convierte así en una revelación elocuente y extraordinaria del amor del Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado y Doloroso de María.

Este breve documento lo confirma:

“Hija mía, Yo te lleno, te conforto, te preparo para darme más, dame reparación, pide al mundo reparación para mi Divino Corazón y para el de mi Madre bendita, pide al mundo reparación para aplacar la Justicia divina”. (29-5-1950)

“Dame tu dolor, para sanar mi Divino Corazón y el de mi Madre bendita y permíteme quedarme por más tiempo en tu corazón con la espada y las espinas que hirieron su Corazón, son las blasfemias proferidas contra la Reina del Mundo”. (12-5-1950)

“Si no fuera por mi ignorancia, cuantas cosas podría decir, cuantas pruebas podría dar de ese grande amor que Jesús nos tiene, para nuestra vergüenza y si no fuera por mi ignorancia, cuanto podría decir del dolor tormentoso, lacerante que tiene el Corazón Divino de Jesús y con Él, el de la querida Madrecita!, el amor de Jesús es tan grande como Dios.

El mismo es todo Amor, pero el dolor es grande como la tierra y llega hasta Él, poder infinito, grandeza infinita, para transformarse en dolor infinito”. (7-7-1950)

“En esta unión de dolor, amor y agonía, Jesús expiró, me pareció que mi cuerpo había quedado sin alma, pasó un poco de tiempo en esta separación, después recibí de nuevo la vida y oí la voz de Jesús:

“Me compadecí de ti, compadécete de los Corazones dolorosos de Jesús y de María, ten dolor, es infinito tu dolor, repara por tantos crímenes e iniquidades… hija mía, tu vida es mía: es la vida de Cristo crucificado. Yo fui víctima, fui víctima de la humanidad con mi Madre bendita y tú continúas siéndolo con Ella y Conmigo, es la razón por la que sufres así.”

En el diario del 1 de octubre de 1954, Alexandrina dejó escrito: “…vino Jesús y, en un impulso, su amor me fortaleció más y me habló así: “Ven, hija mía: estoy contigo, está contigo el Cielo con toda su fortaleza”.

En este momento, por la llaga de su Divino Corazón salió una claridad tan grande y unos rayos tan luminosos que irradiaban todo, poco después, de todas sus llagas divinas salían rayos que le venían a traspasar sus pies y manos, de su sacrosanta cabeza pasaba a la mía un sol que me traspasaba todo el cerebro.

Hablando de la primera claridad y de los rayos que le salían de su Divino Corazón, le dice Jesús: “Hija mía, a semejanza de Santa Margarita María, quiero que incendies en el mundo este amor tan apagado en los corazones de los hombres, incéndialo, Yo quiero dar mi Amor a los hombres, quiero ser amado por ellos, no me aceptan y no me aman. Por ti quiero que este amor sea incendiado en toda la humanidad, así como por ti fue consagrado el mundo a mi Madre bendita, haz, esposa querida, que se conozca en el mundo todo el amor de nuestros Corazones”.

“¿Cómo, Jesús? ¿Cómo? Cómo trabajar de esa forma, si no te han aceptado a Ti, ¿cómo los hombres lo van a recibir de mí?”

“Con tu dolor, hija mía, así van a quedar cogidos a las fibras de tu alma y después se va a dejar incendiar los corazones con mi amor, deja que los rayos de mis divinas llagas penetren en tus llagas escondidas, en tus llagas místicas.”

 

DOS CORAZONES: UNA SOLA LLAMA DE AMOR

La reforma litúrgica que se sigue en la celebración de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, se unió a la memoria del Corazón Inmaculado de María: Corazón que acoge la Palabra de Dios y la desarrolla en grado sumo. Existe una afinidad sorprendente entre el Corazón de Jesús y el de María, el Corazón de Jesús es sacratísimo, porque habita la plenitud de la Divinidad, el Corazón de María es Inmaculado y Dolorosa y es el templo “digno” del Espíritu Santo. (oración colecta)

Hay una afinidad sorprendente también en los símbolos con que los dos Corazones se manifestaron: el primero en Paray-le-Monial (1673-75), el segundo en Fátima y en Pontevedra (1917-25), el tercero en Balasar (Corazón traspasado por espadas).

En Jesús: llamas, corona de espinas, Corazón abierto, las llamas indican el amor, la corona de espinas, el sufrimiento; el corazón abierto, la fuente de gracias; del lado abierto de Cristo, como de una fuente, nace la Iglesia. Igualmente en María: llamas, ramo circular de espinas, espadas, amor y dolor.

El Corazón de Jesús fue abierto por la lanza, el de María, por la espada del dolor. Dos Corazones estrechamente unidos en un único sacrificio de amor redentor y santificador.

Nuestra Señora de Fátima dice: “Los pecados que ofenden al Señor también hieren mi Corazón de Madre”.

Y Alexandrina lo confirmo místicamente durante 17 años, en su cuerpo y en su alma.

 

EL SANTO ROSARIO EN FÁTIMA

En las seis apariciones, Nuestra Señora recomendó a los tres Pastorcitos que rezaran todos los días el Rosario con devoción, como poco antes lo habían hecho, pero que lo rezaran para obtener la paz del mundo. (primera aparición, mayo 1917)

En la segunda aparición, se explicó así: “Quiero que vengan el día 13 del mes que viene, que recen el Rosario todos los días y que aprendan a leer, después les diré lo que quiero” (junio de 1917)

El 19 de agosto, en el lugar dos Valinhos, la Virgen ordena: “Quiero que continúen yendo a Cova de Iria el día 13 (no habían ido ese mes, por estar presos) y que sigan rezando el Rosario todos los días, en octubre, haré un milagro para que todos crean en mis apariciones, vendrá San José con el Niño Jesús para darle la paz al mundo, vendrá también Nuestro Señor para bendecir a la gente”.

El 13 de septiembre, la Santísima Virgen le dice a los Videntes que perseveren en el rezo del Rosario, par alcanzar el fin de la guerra, y renovó la promesa de la venida de San José y del Niño Jesús.

El 13 de octubre, la Visión finalmente declara quien era: “Quiero decirte que hagan aquí una capilla en mi honra, que soy la Señora del Rosario, que continúen rezando el Rosario todos los días, la guerra va a acabar y los militares volverán pronto a sus casas”.

Tomando después un aspecto triste, con voz suplicante, agregó: “No ofendan más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido”.

La Hermana Lucía comenta que “las palabras de Nuestra Señora, que más profundamente le quedaron impresas en su corazón, fueron en las que nuestra Madre del Cielo pedía que no se ofendiera más a Dios Nuestro Señor, que ya está muy ofendido, que amorosa lamentación contienen y que tierna súplica, cómo desearía que todos los hombres, hijos de esta Madre Celeste, escucharan su voz”.

 

EL SANTO ROSARIO EN BALASAR

Alexandrina escribió en su diario el 1 de octubre de 1949: “ Vino la Madrecita, la cubría un manto blanco y dorado, me tomó en sus brazos, me acarició y enrolló en mis manos el Rosario que pendía de la suyas y me dio la cruz que lo remata, después de besarla: Hija mía, soy la Virgen del Rosario, estoy contenta contigo por que aconsejas rezar el Rosario en mi honra, continúa, es la devoción de la salvación, el mundo agoniza y muere en el pecado, quiero oración, quiero penitencia, hija mía, acoge en mi Rosario a los que amas y son tuyos, porque también los amo y Jesús los ama.

Acoge a los que se encomiendan a tus oraciones, enrolla al mundo en un molino como Yo te acogí, estréchalo en tu corazón, como Yo te abracé”.

La mañana del 13 de octubre, día de su muerte (¿será un sencillo acaso, este dato, para recordar la última aparición de Fátima a los tres Pastorcitos?) Alexandrina fue visitada por un grupo de personas amigas, entre las cuales se encontraba el hermano del Cardenal Cerejeira y les dijo estas palabras:

“Adiós, hasta el Cielo, ¡no pequen! El mundo no vale nada, esto lo dice todo. ¡Comulguen muchas veces! ¡Recen el Rosario todos los días!”.

 

LÍBRANOS DEL FUEGO DEL INFIERNO

En Fátima, en la tercera aparición, después de haberles mostrado el infierno, la Virgen enseñó a los tres niños: “Sacrifíquense por los pecadores y digan muchas veces, en especial al hacer algún sacrificio: Jesús, es por Tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María”.

La pequeña Jacinta escogió este compromiso: sacrificarse por los pecadores y fue vista muchas veces muy pensativa: “¿En qué piensas?” “¡En el infierno, el infierno! Que pena tengo por las almas que van para el infierno”.

Arrodillada, con las manos juntas, repetía docenas de veces la oración: “Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del infierno, lleva a las almas al Cielo, principalmente a las más necesitadas”.

Muchas veces, entrando en sí misma, llamaba: “Lucía, Francisco, ¿vienen a rezar conmigo? Es necesario rezar mucho, para librar a las almas del infierno, ¡van tantas para allá, tantas!”

Cuando no quería comer por hacer sacrificios, Lucía le decía: “Jacinta, ven a comer”. “No, ofrezco este sacrificio por los pecadores, que comen demasiado”.

La visión del infierno la había aterrorizado de tal modo, que todas las penitencias y mortificaciones le parecían nada para obtener que ninguna alma fuera para allá. La Madre Maria da Purificacao Godinho, de Lisboa, Superiora del Orfanato donde fue recibida en 1920, poco antes de ser internada en el hospital donde murió, escribe en 1937 las palabras de la pequeña vidente: “Nuestra Señora ya no puede sostener el brazo de su amado Hijo sobre el mundo, es necesario hacer penitencia; si la gente se enmendara, todavía Nuestro Señor apoyaría al mundo, pero si no se enmienda, vendrá el castigo.

Pobrecita de Nuestra Señora, ¡yo tengo tanta pena por ella! Si supieran que es la eternidad, pobrecitos, no saben lo que les espera, ¡rece mucho por los Padres, rece muchos por los Religiosos! Madrina, ¡rece mucho por los Gobiernos! Los pecados que llevan a las almas al infierno son los pecados de la carne… han de venir unas modas que han de ofender mucho a Nuestro Señor, estas modas amargan el Corazón de Jesús y de Nuestra Señora. La Iglesia no tiene modas, Nuestro Señor es siempre el mismo…”

 

LOS TORMENTOS DEL INFIERNO EN BALASAR

En Balasar, la reparación por la salvación eterna de los pobres pecadores tuvo por parte de Jesús exigencias únicas, como se lee en la vida de los mayores místicos.

El 20 de julio de 1945, Jesús le dice a Alexandrina: “Hija, mi amada hija,  vengo a pedirte una gran reparación, ¿aceptas?”  “Todo, todo, Jesús mío,. siempre herida y siempre amándote…”

”Desaparecen de los hogares el verdadero temor de Dios, si no hay buenos padres, no puede haber buenos hijos… qué horror esas playas, esos casinos, cines y casas de vicios. No ponen término a esto los que pueden hacerlos y no acuden los que deben de acudir, tú acude al mundo, dame la reparación que te pido, suaviza alegre el dolor de mi Corazón divino”.

Del diario del mes de agosto de 1945, recortamos:

“Que el Cielo sea conmigo, me siento como si estuviera condenada al infierno, mi alma siente los horrorosos suplicios; con los ojos del alma veo a esos demonios atormentadores y en todo el cuerpo me parece sentir el fuego negro y consumidor, en mis oídos se escuchan los aullidos de los demonios y toda la desesperación infernal, muchas veces quedo como si estuviera aterrorizada en medio de ese viaje, no sé que hacer ¡Dios mío, condenada al infierno! Espero su ayuda en su bondad infinita… cuando siento que estoy en esa desesperación eterna, siento sobre mí el peso de la justicia divina, ¡Querer ver a Dios y no poder! Es millones de veces más doloroso que todo el tormento del infierno”. (13-8-1945)

Pocos días después, le dicta a su hermana, para el diario:

“¡Qué sería de mí, si por un solo momento perdiera la fe y la confianza! Perder a Dios, nunca más ver a Dios, de vez en cuando sin pensar en eso, sin reflexionar, sale este grito de mi alma y continúo sintiéndome condenada al infierno; ayer, día de la Madrecita, fue muy doloroso este sufrimiento, me sentí en una cárcel infernal y apresada con cadenas de hierro, sin poder conformarme con la pérdida de Dios, sentía tal desesperación (pero no era yo la que estaba desesperada), que me obligaba a enojarme contra Dios, lo maldecía, a mi Ángel de la Guarda, padres y compañeros del pecado y a los caminos que me llevan a esto, me maldecía y maldecía al cielo y a la tierra, ¡Qué horror constante! Sabía que sólo era digna del infierno, pero no podía conformarme y menos conformarme con perder a Dios…”

Finalmente vino Jesús: “No temas, hija mía, no estás condenada, tus sufrimientos son para evitar que se condenen las almas… ¡ten valor!” (16-8-1945)

El 5-5-1950 Alexandrina escribe:

“Jesús me habló. Hija mía, vengo a pedirte, lo que en mi nombre pidió mi Madre bendita en Fátima: penitencia, oración, enmienda de vida… Mi Divino Corazón pide amor; los crímenes del mundo, las iniquidades piden, exigen reparación… dame tu dolor… lo exigen los pecados de lujuria… las iniquidades de los esposos y aún de las almas piadosas y consagradas a Mí; exigen en las vanidades, ¿Para qué tanto desperdicio? Este desperdicio grita al Cielo, lo que se gasta en vanidades, quitaba el hambre a todos, cubría a los desnudos. Respáldame, hija mía, dile de mis quejas al mundo”.

El 5 de septiembre de 1953, Jesús le explicó a Alexandrina:

“Soporta esta tremenda eternidad, sólo es temporal, para que muchas almas, millares, millones de almas no tengan que soportarlo eternamente.”

 

LA HISTORIA DE UNA INMOLACIÓN POR LA CONVERSI»ON DE LOS PECADORES

En ese año (1928), -escribe Alexandrina en su autobiografía- el Abad fue a Fátima y me preguntó lo que quería de allá, le pedí que me trajera una medalla, pero me regaló un Rosario, una medalla, el manual del peregrino y agua de Fátima. Me aconsejó hace una novena a Nuestra Señora y beber del agua, con el fin de aliviarme, pero no sólo hice una, hice muchas…

“Como no conseguí nada, murieron en mí los deseos de curar, sintiendo cada vez más ansias de amar al sufrimiento y sólo pensar en Jesús. Sin saber cómo, me ofrecí como víctima a Nuestro Señor, ya le venía pidiendo desde hacía mucho tiempo el amor al sufrimiento.

Nuestro Señor me concedió tanto esta gracia, que hoy no cambiaría el dolor por todo cuanto hay en el mundo… consolar a Jesús y la salvación de las almas era lo que más me preocupaba.”

En septiembre de 1934, me pidió Jesús: “Dame tus manos, que las quiero clavar conmigo, dame tus pies, que los quiero clavar conmigo, dame tu cabeza, que la quiero coronar de espinas, como me hicieron a Mí. Dame tu corazón que lo quiero traspasar con la lanza, como me traspasaron a Mí. Conságrame todo tu cuerpo, ofrécete toda a Mí….”

Alexandrina respondió rápidamente que sí a la invitación de Jesús, un año después escribía: “Jesús, soy toda tuya, soy tu víctima, la víctima de la Eucaristía, víctima por los sacerdotes, por los pecadores, víctima por el mundo entero, víctima por la paz, víctima por la Consagración del Mundo a la Madrecita”.

Jesús le decía el 5 de diciembre de 1947: “Aprendan de ti las doncellas para que guarden para Mí el lirio cándido de su pureza, que aprendan de ti los viejos y los jóvenes, los ricos y los pobres, los sabios y los ignorantes: qué aprendan de ti a amarme en el sufrimiento a llevar su cruz”.

En 1948 citó en su diario: “Llevé mi vida hacia el sufrimiento y lo llevaré a mi Cielo para amar y pedirle a Jesús por ustedes, pecadores, conviértanse y amen a Jesús, amen a la Madrecita”.

Durante 17 años sufrió la Pasión de Jesús, que le decía el 5 de diciembre de 1947: No es solamente mi Alexandrina la que es crucificada, es Cristo en ella y  con ella.

Junto al lecho de Alexandrina está una fotografía de Jacinta de Fátima, de quien era muy devota, y con ella se había inmolado por la conversión de los pecadores.

El 11 de agosto de 1953, Alexandrina escribe en su diario:

“Quiero grabar en las piedras de la calle, en los paseos, en las fuentes, en las plazas, en las playas, en los casinos, en el cine, en las casas de pecado, en todas partes, esto: ¡Pecadores, conviértanse! Vayan a Jesús, no fuimos creados para la tierra, pero sí para el Cielo, ¡No ofendan más a Nuestro Señor! Si supieran lo que es una ofensa hecha a su Divino Corazón. Viví para ustedes, sufrí por ustedes, morí por ustedes y por ustedes continúo mi Cielo, fueron por ustedes mis aspiraciones, no quiero dejar nunca de hablarles del amor que Jesús nos tiene y que es para Él, nuestra ingratitud cuando pecamos. Quisiera decirles muchas cosas para que caigan en el pecado, ¡amen al Señor! ¡teman al infierno!”

Jacinta de Fátima le decía a Lucía: ¿Porqué Nuestra Señora no les enseña el infierno a toda la gente, para que ninguna se pierda?

Alexandrina escribió en su diario, el 5 de junio de 1953: “Amantísimo Señor, soy tu víctima, quiero que todas las almas se salven, las de mi familia, Jesús, las de mi tierra, las que me son queridas, las que me piden oraciones y las del mundo entero, Jesús. Si me quieres aquí, hasta el fin del mundo, presa, estoy lista, ya lo sabes, ya te lo había dicho… Ay, mi Jesús, si Tú les muestras una sola vez, el camino del infierno, verías que todos cambian su camino, ¡Ya no sé que más hacer, mi Jesús!”.

Escribía esto después de recibir cerca de 5000 visitantes y de haber hablado, grupo a grupo, durante nueve horas.

 

LA CRUZ ESTABA DISPUESTA, FALTABA LA VÍCTIMA

Esta inmolación de Alexandrina había sido prevista y preparada por el Señor, con las palabras que Jesús le dirigió el 5 de diciembre de 1947, durante mi dirección espiritual:

“Es mi víctima, a quien confié la más alta misión (la conversión de los pecadores) y como prueba de esto atiende bien lo que te digo, para que lo digas: “Hace casi un siglo mandé a esta privilegiada feligresía una cruz para señal de tu crucifixión, no la mandé de rosas, porque no las tenía, las mandé de espinas; no la mandé de oro, porque ese oro, como las piedras preciosas, son tus virtudes, y los adornas con tu heroísmo. La cruz fue de tierra, porque la misma tierra la preparó, estaba preparada la cruz, faltaba la víctima pero en los planes divinos había sido escogida: fuiste tú. El mal aumentó, la ola de los crímenes llegó a su máximo, tenía que ser inmolada la víctima, llegaste y fui al mundo a crucificarte, fue la maldad humana la que preparo tu crucifixión, ¡Cómo son grandes los designios de Dios! Son grandes y admirables en mi sabiduría infinita, ¡qué encantos tienen! ¿Podría asemejarte más a Mí? De esta cruz, de esta inmolación tengo dos provechos: el amor a la cruz, el amor a mi imagen crucificada y la gran reparación”.

 

BALASAR, PARROQUIA PRIVILEGIADA

La referencia de Jesús a la cruz trazada sobre la tierra, le fue repetida a Alexandrina el 14 de enero de 1955, pocos meses antes de su muerte. El hecho me llevó a buscar elementos históricos relativos a una capilla en honra de la Cruz existente en la Parroquia y siempre cerrada. Finalmente, en los archivos de Braga pude encontrar una acta notarial del año de 1832, es una relación detallada y firmada por testigos, dirigida al Pro-vicario Episcopal de gobierno de la diócesis, entonces vacante.

Este es un extracto: “Comunico a usted un caso inexplicable, ocurrido en esta parroquia de Santa Eulalia de Balasar, el día de Corpus yendo la gente a Misa por el camino que pasa por el monte Calvario, divisaron una cruz en la tierra, esta cruz era de color más blanco, mientras parecía que había caído rocío en la demás tierra.

“Mandé barrer todo el sitio, pero comenzó a aparecer como antes la forma de cruz, después lanzaron agua en abundancia en todas partes, pero la parte en donde estaba en forma de cruz apareció de color más oscuro, que conserva hasta el presente, el tamaño es de 15 palmos de largo por 8 de ancho.

En los días turbios, se ve con claridad la forma de cruz a cualquier hora del día y en los días de sol se ve solamente hasta las 9 horas y de tarde, al declinar el sol. Divulgada la noticia de la aparición de esta cruz, comenzó a concurrir la gente a verla y venerarla, adornándola con flores y dándole limosnas”.

Con el dinero recogido, los habitantes, con el permiso de la Curia, erigieron una capilla para conservar y defender, de modo respetuoso aquella señal sagrada, un recuerdo que pronto quedó sepultado en el olvido, excepto el nombre “Calvario”, dado a la colina y al lugar donde transcurrió la vida de Alexandrina.

Llamado a una vida nueva, aquel lugar lanza un mensaje: “¡Del leño de la cruz, nuestra salvación!”.

Leíamos en su diario del 14-9-1949:

“En todo el viaje (del Calvario) nunca asentí la presencia de Jesús, sólo en el Calvario, ya clavada en la cruz y levantada en lo alto, sentí como si Jesús se revistiera de mi cuerpo y me comunicara sus llagas, espinas y lágrimas de sangre. Y la Madrecita, junto a la Cruz, unía sus lágrimas con las de Jesús, había en sus Santísimos Corazones el mismo dolor, las mismas ansias, las ansias de hacerme lugar, de resguardarme para siempre con ellos del mundo entero tan revuelto y cruel. ¡Cómo amaba Jesús, como amaba la Madrecita! ¡Qué amor infinito!”.

Leemos en el diario de Alexandrina, 10 de enero de 1952: ”Al final de la Pasión, Jesús habló a mi corazón: cuántos avisos, cuántos pedidos del mendigo divino y Jesús va inmolando a su víctima, Jesús la va crucificando continuamente, y el mundo, mundo cruel, continúa con sus desvaríos, continua en la opulencia, en la vanidad, en el libertinaje… Ay del mundo sin la Santa Misa, sin la Eucaristía, sin mis víctimas… hija mía, pide misericordia, pide la compasión de la Santísima Trinidad… El Señor está contigo, da dolor a tu corazón hasta reventarlo en añicos nuevos, como reventaron en el árbol de la cruz…”.

 

FÁTIMA Y BALASAR EN LAS PALABRAS DE JESÚS

La relación de las celestes revelaciones entre las dos localidades tiene su confirmación explícita en un éxtasis de Alexandrina. En los dos últimos años de su vida sufrió en su cuerpo y en su espíritu una tremenda inmolación por los que no tienen Dios, que intentan tener el dominio del mundo y por las luchas internas de la Iglesia. Fue en ese período, antes que cesaran los éxtasis públicos, que Jesús le dice a Alexandrina: “¡Portugal ingrato, mundo cruel, que sería de ustedes sin la víctima de este Calvario! ¡Portugal, cuantas gracias has recibido de tu Dios! ¡Fátima, Fátima! ¡Calvario, Calvario (esto es, Balasar)! Este Calvario, son medios para ti de gran reparación”. (9-10-1953)

Refiriéndose a los comunistas ateos, Jesús le dice el 15 de octubre de 1954: “Hija mía, tu reparación es para los que no tienen fe, para los que no creen en Dios, por los incrédulos, tú repara la Majestad divina por todo y por todos… fuiste escogida para la misión más noble pero la más difícil, tu vida es semejante a la de la Santa Iglesia, siempre combatida y nunca vencida hasta el final de los siglos”.

En cuanto a la previsión clara de las luchas en el interior de la Iglesia, Jesús le dice a la víctima de Balasar:

“Ten valor, Yo hablo por tus labios, cualquier cosa desagradable que surge, no es nada en comparación del bien que se hace, es el demonio rabioso que quiere quemar la simiente divina, en vano lo intentará, hágase oración, hágase penitencia, que principie la Iglesia, la tienen que corregir y perfeccionar, las casas religiosas, monjes y monjas no viven la vida de sus Fundadores, que haya vigilancia en la Iglesia”. (10-9-1954) (1)

Muchas veces dice Jesús: “¡Sin la víctima de este Calvario, pobre Portugal! Y sobre esto me escribe el P. Fernando Leite, S.J.: “Las cosas en Portugal van muy mal, pobres de nosotros, si el Señor no nos socorre, no hemos puesto en práctica el Mensaje de Fátima y el de Alexandrina, no nos hemos volteado para el Inmaculado Corazón de María” (25-5-1975)

 

FATIMA Y LA DEVOCION DEL CORAZON A MARIA

El 17 de diciembre de 1927, Jesús, con voz clara, le dice a la Hermana Lucía: “Hija mía, escribe lo que te piden (a su director), y todo lo que te reveló la Santísima Virgen (julio de 1917, en Fátima) en la aparición en que te habló de esta devoción, (al Inmaculado Corazón de María), escríbelo también, en cuanto al resto del secreto, continúa en silencio.”

La vidente de Fátima, diez años antes, le había dicho a la Blanca Señora: “Quiero pedirle que nos lleve al Cielo”. “Sí, a Jacinta y a Francisco los llevo pronto, pero tú quedas más tiempo, Jesús se quiere servir de ti para hacerme conocer y amar. Quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón, a quien la siga, le prometo la salvación y estas almas serán queridas de Dios, como flores puestas por Mí para adornar su trono.”

En las primeras publicaciones sobre los acontecimientos de Fátima, no se habló nunca de las manifestaciones del Corazón de María a los Pastorcitos, porque estaba unido al secreto recomendado por Nuestra Señora, Lucía por eso no habló de esto, por miedo a violarlo.

En 1926 y en el inicio de 1927, Lucía recibió la orden de manifestar la relevación sobre la devoción al Corazón de María (1925), y se encontró en serios problemas “porque temía revelar parte del secreto”.

En sus escritos sobre el Corazón de María sólo dice “que deberá un día promover su devoción”.

Uno de sus primeros directores escribe: “En 1927, la Hermana Lucía me habló de la devoción de los cinco primeros sábados en cinco meses consecutivos, le pregunté si había hablado de esto con alguien y me respondió que sí y que había puesto todo por escrito (por orden del confesor anterior) pero después habló con la Madre Superiora, sin decirle que contenía el escrito le pidió permiso para quemarlo y así lo hizo.

Entonces le mandé que escribiera todo de nuevo y me lo entregara, por humildad mostró repugnancia de escribir en primera persona, a esto le respondí que escribiera en tercera persona; es la historia auténtica y la razón por la cual ese documento está escrito en tercera persona” (P. Aparicio, Jesuita, 10-1-1938)

Por eso es cierto que hasta finales de este año, cuando se hablaba de Fátima, no se hablaba del Inmaculado Corazón de María, pero habló públicamente de esto el Obispo en septiembre de 1939.

Como confirmación, transcribimos parte de una carta de la Hermana Lucía, escrita en Tuy el 31-8-1941: Me escribió el señor Obispo, anunciándome el interrogatorio del Dr. Galamba y me mandó recordar todo lo que tenía en relación con Jacinta, para una nueva edición que querían imprimir; esta orden me cayó en el fondo de mi alma como un rayo de luz, pensando que era llegado el momento de revelar las dos primeras partes del secreto y aumentar la nueva edición con dos capítulos: uno sobre el infierno y otro sobre el Inmaculado Corazón de María, pero la repugnancia a manifestarlo me hizo dudar, los escritos están realizados, pero dudo de entregarlos, antes los tiro al fuego, no sé lo que haré ni que es lo mejor.

No dudo que la revelación del infierno y de las misericordias del Corazón Inmaculado de María le harán un gran bien a las almas, así como la virtud que llevó a practicarlo a Jacinta, pero, ¿podré esta vez, callar y poner cosas de menor importancia?

 

PARTE DEL SECRETO ES REVELADO

15 años después de las apariciones en Fátima, la autoridad eclesiástica consideró llegado el momento de volver público, al menos gran parte del secreto para el bien de las almas, y ordenó a Lucía que escribiera “cuanto antes lo que podía ser conocido”.

La Hermana Lucía, por obediencia escribió: “El secreto consta de tres cosas distintas” pero unidas íntimamente; dos voy a revelar, dejando la tercera en secreto.

“La primera fue la vista del infierno” (julio de 1917):

“ Nuestra Señora dijo que era necesario que rezáramos el Rosario para alcanzar las gracias necesarias durante el año, y continuó: “Sacrifíquense por los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María, al decir estas últimas palabras, abrió de nuevo las manos, como en los dos meses pasados, el reflejo pareció penetrar en la tierra y vimos un mar de fuego, abrasados en ese fuego los demonios y las almas, como si fueran brasas transparentes y negras, como bronceadas y con forma humana (debió ser, al encontrarme con esta vista, que di ese Ay que dicen haber oído)”.

Marto, el papá de Jacinta, afirmaba el autor de este opúsculo, que también su hija soltó un grito y se volvió blanca como un cadáver, de tal modo que él se quejó en voz alta: ¡Mi hija se muere, mi hija se muere!”.

“Esta vista fue sólo un momento, -escribe Lucía- y las gracias de nuestra buena Madre del Cielo, que antes nos había prevenido con la promesa de llevarnos para el Cielo (en la primera aparición) si no fuera así, creo que habíamos muerto del susto”.

“La segunda cosa se refiere a la devoción al Inmaculado Corazón de María:

”La vidente continúa: ” levantamos la vista hacia Nuestra Señora, que nos dice, con bondad y tristeza: “Vieron al infierno, para donde van las almas de los pobres pecadores, para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón; si hacen lo que yo les digo, se salvarán muchas almas y vendrá la paz. La guerra (1914-1918) va a acabar, pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI comenzará otra peor, cuando vean una noche iluminada por una luz desconocida, sepan que es la gran señal que Dios da de que va a castigar al mundo por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de las persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirlo, vine a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión reparadora de los primeros sábados, si atienden mis pedidos, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, se desparramarán sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia, los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá que sufrir mucho y varias naciones serán aniquiladas… “.

 

CONSAGRACIÓN DE RUSIA

La Hermana Lucía escribe:

“Fue en esta época que Nuestra Señora me avisó que llegaba el momento en que quería que la Santa Iglesia Participara en su deseo de la consagración de Rusia y su promesa de conversión.”

La comunicación fue así: “13-16-1929, había pedido permiso a mis Superioras y al Confesor de hacer la Hora Santa de las 11 a la media noche, del jueves al viernes, estaba una anoche sola, la única luz era la de una lámpara, de repente, se iluminó toda la capilla con una luz sobrenatural, después Nuestra Señora me dice: Llegó el momento en que Dios le pide al Santo Padre, que en unión de todos los Obispos del mundo, haga la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio”

Di cuenta de esto a mi confesor que me mandó escribir lo que Nuestra Señora quería que se hiciera, pero por medio de una comunicación íntima, Nuestra Señora me dice, quejándose:

“No quieren atender a mi pedido, como el rey de Francia, se arrepintió y habló, pero fue tarde, Rusia va a extender sus errores por el mundo, provocando guerras y persecuciones a la Iglesia: el Santo Padre va a sufrir mucho”.

El Obispo de Leiria-Fátima, D. José Correia da Silva, solamente en 1937 escribió a Pío XI:

“Existe en esta diócesis el santuario de Nuestra Señora de Fátima, que es el mayor centro de piedad en Portugal y cuya devoción está en muchas naciones. Las recomendaciones hechas por la Santísima Virgen en 1917, son la devoción del Santo Rosario, la aversión a la lujuria y la invitación a hacer penitencia, también Nuestra Señora prepara para la lucha contra el comunismo, del que ha sido preservado Portugal, a pesar de su cercanía con España. Los Obispos Portugueses prometimos el año pasado, después del retiro que hicimos en este santuario, promover una gran peregrinación nacional, si a nuestro país no lo invade la terrible calamidad del comunismo, pero gracias a la Santísima Virgen hemos estado en paz.

“De los tres niños a los que Nuestra Señora se apareció, fallecieron dos y la sobreviviente es religiosa en el Instituto de Santa Dorotea en España. Esta religiosa me pide comunicarle a Vuestra Santidad, que según una revelación celeste el Buen Dios promete terminar la persecución en Rusia si Vuestra Santidad se digna hacer y mandar que lo hagan igualmente los Obispos del mundo católico, en solemne Acto público de Reparación y Consagración de Rusia a los Santísimos Corazones de Jesús y María, y aprobar y recomendar la práctica de la devoción reparadora, que consiste en 5 primeros sábados de mes, recibir la Sagrada Comunión, rezar el Santo Rosario, hacer 15 minutos de compañía a Nuestra Señora, meditando los misterios del Rosario”.

La hermana Lucía, a su vez, el 2 de diciembre de 1940 le escribió a Pío XII:

“Soy la única sobreviviente de los niños, a quienes Nuestra Señora se dignó aparecer en Fátima (Portugal), los días 13 de mayo hasta octubre de 1917…

“Santísimo Padre, vengo a renovar un pedido que ya ha sido llevado varias veces a Su Santidad. Santísimo Padre, el pedido es de Nuestro Señor y de nuestra buena Madre del Cielo, en 1917, en la parte de las apariciones que hemos designado el “secreto”, la Santísima Virgen nos reveló el final de la guerra, que entonces afligía a Europa y anunció otra futura guerra, diciendo que, para impedirla pediría la consagración de Rusia a Su Inmaculado Corazón y la comunión reparadora los primeros sábados.

Prometió, si atendían sus pedidos, la conversión de esa nación y la paz, de lo contrario, anunció la propagación de sus errores por el mundo, guerras y persecuciones a la Santa Iglesia, el martirio de muchos cristianos, persecuciones y sufrimientos reservados a Vuestra Santidad y el aniquilamiento de varias naciones.”

“Santísimo Padre, hasta 1926 quedó esto en silencio, según la orden expresada por Nuestra Señora, pero después de una revelación, me pidió se propagara en el mundo la comunión reparadora los primeros sábado de cinco meses seguidos, confesándose, teniendo un cuarto de hora de meditación de los misterios del Rosario, rezándolo para reparar los ultrajes, sacrilegios e indiferencias cometidos contra Su Inmaculado Corazón. Las personas que practicaran esta devoción, nuestra buena Madre del Cielo les promete asistirlos en la hora de la muerte, con todas las gracias necesarias para que se salven.”

“Expuse el pedido de Nuestra Señora a mi Confesor que empleó algunos medios para que se realizara, pero sólo el 13 de septiembre de 1939, el Obispo de Leiria se dignó, en Fátima, publicar este pedido de Nuestra Señora.

Santísimo Padre, aprovecho este momento para pedir a Vuestra Santidad se digne extender y bendecir esta devoción a todo el mundo.”

“En 1929, Nuestra Señora, por medio de otra aparición, pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, prometiendo por este medio, impedir la propagación de sus errores y su conversión.”

“En varias comunicaciones íntimas, Nuestro Señor insiste en este pedido, prometiendo, si Vuestra Santidad se digna hacer la consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María, con mención especial por Rusia y ordenar que en unión con Vuestra Santidad, lo hagan también todos los Obispos del mundo, lo que abreviará los días de tribulación, que ha determinado castigar las naciones por sus crímenes, por medio de la guerra, del hambre y de persecuciones a la Santa Iglesia y a Vuestra Santidad.”

“Permítame hacerle otro pedido, que es un deseo ardiente de mi pobre corazón: Que la fiesta en honor del Inmaculado Corazón de María se extienda a todo el mundo, como una de las fiestas principales en la Santa Iglesia”.

De este documento se deduce:

— Nuestra Señora, en Fátima en 1917, prometió que volvería a pedir, en previsión de una nueva guerra, la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón;

En 1929, Nuestra Señora, según su promesa, volvió a pedir la consagración que habría impedido que Rusia propagara sus errores en el mundo;

— En 1937, el Obispo de Leiria (Fátima) envió a Pío XI el pedido para esta consagración;

— El 13 de septiembre de 1939, el Obispo de Fátima hizo del dominio público este deseo de Nuestra Señora y anunció la práctica de los primeros sábados;

— Solamente hasta 1940, la Hermana Lucía renovó al Santo Padre el pedido del Obispo en 1937;

— En su pedido, la Hermana Lucía, agrega como un deseo personal que la fiesta en honor del Corazón de María se extienda a todo el mundo.

 

DE BALASAR LA CELESTE INVITACION A LA CONSAGRACION DEL MUNDO

Como se lee en su autobiografía desde 1928, narra Alexandrina: “Todas las mañanas me consagraba a Nuestra Señora, diciéndole:

“Madrecita, te consagro mis ojos, mis oídos, mi boca, mi corazón, mi alma, mi virginidad, mi pureza, mi castidad…

Madrecita, acepta, soy tuya, Tú eres el cofre sagrado, el cofre bendito de nuestra riqueza, Te consagro mi presente y mi futuro, mi vida y mi muerte…

Madrecita, abre tus santísimos brazos, tómame y estréchame en tu santísimo Corazón, cúbreme con tu manto y acéptame como tu hija muy amada, muy querida y conságrame toda a Jesús…

Madrecita, habla en mi corazón y en mis labios, has más fervorosas mis oraciones y más valiosos mis pedidos…”

En el inicio de 1952 escribe en su diario: “Jesús y la Madrecita, no quiero salir de sus corazones, nadie me arrancará de ellos, bien saben que prefiero el infierno que ofenderlos un solo instante, soy su víctima”. (22-2-1952)

Pocos meses después, el 13-6-1952, explica: “No tengo grandes cosas, pero aprovecho todas las migajitas de sacrificios para ofrecerle a Jesús, por medio de las manos, labios y el Corazón Inmaculado de la Madrecita, todo por muchas cosas y para su gloria y el bien de las almas.”

Alexandrina nos enseña que la Consagración a Nuestra Señora no es tanto la recitación y la repetición de una fórmula, es el vivir en María, con María y por María y este estilo de vida la llevó a la unión mística con Jesús y con la Santísima Trinidad.

Fue ciertamente al vivir esta experiencia que Jesús le confió el encargo de pedirle al Papa la consagración del mundo al Corazón de María y que el Espíritu Santo la guió desde 1935 para ofrecerse como víctima para obtener este gran beneficio para la humanidad.

En 1929 Nuestra Señora le pidió a Lucía de Fátima, la consagración de Rusia y en 1940 le dice en su carta al Santo Padre:

“Nuestro Buen Dios promete que si Vuestra Santidad se digna consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María, con mención especial por Rusia, abreviar los días de tribulación que ha determinado castiga al mundo por sus crímenes…”

Por el contrario, en Balasar, este deseo del Señor fue expresado por Jesús a Alexandrina el 30 de julio de 1935, ella narra que después de la Sagrada Comunión, oyó que Jesús le decía:

“Manda decir a tu Padre espiritual que en prueba del amor que le dedica a mi Madre Santísima, quiero que sea hecho, todos los años, un acto de Consagración del mundo entero en uno de los días de sus fiestas, escogido por ti: la Asunción, la Purificación, la Anunciación, pidiendo a esta Virgen sin mancha de pecado, que avergüence y confunda a los impuros, para que cambien el camino y ya no me ofendan. Así como le pedí a Santa Margarita María para que el mundo fuera consagrado a mi Divino Corazón, así te pido a ti que sea consagrado a Ella con una fiesta solemne.” (1)

Durante un año, el director espiritual, P. Mariano Pinho, calló el asunto, causando dudas e indecibles sufrimientos a Alexandrina.

Un año después, el 10 de octubre de 1936, Alexandrina le escribe a su Director: “En estos días, me dice Jesús: “Te voy a decir mis deseos, mis divinos deseos, hijita, manda decirle a tu padre espiritual que desparrame en todos los confines del mundo, que este flagelo (la revolución comunista española) es un castigo, es la ira de Dios. Yo castigo para llamarlos: a todos quiero salvar, morí por todos, ya no quiero ser ofendido y lo soy horrorosamente, en España y en todo el mundo, ¡qué crueldad! Corre tanto peligro de extenderse estas barbaridades (guerra mundial y lo que le seguirá)… voy a decirte como será hecha la consagración del mundo a la Madre de los hombres y Madre Santísima mía y que amo tanto. Será en Roma por el Santo Padre y por los Padres en todas las iglesias del mundo, que no haya recelos, mi deseo será cumplido.” (2) (de un documento de 10-9-1936)

El 5 de mayo de 1938, mientras el P. Pinho se preparaba para predicar los ejercicios espirituales a todo el Episcopado portugués, Alexandrina le escribía:

“Me dice Jesús: te doy los tesoros de mi Corazón, acógelos, son tuyos, dáselos a quien quieras.”

Alexandrina le preguntó a Jesús: “¿Puedo dárselos a mi Padre espiritual? Para que los reparta como él quiera a las personas que me son tan queridas y a los Obispos, para que se los den a cada uno de sus Padres y los padres a las almas. –Sí, hija amada…”

“El horno de mi Corazón hoy esta encendido, pero es sólo fuego, todo lo demás parece muerto, déjalo, son los cariñitos de mi Jesús, y todo lo que le voy ofreciendo por el buen resultado del retiro de los Obispos, es toda mi idea, ayudarlos con mis sufrimientos del cuerpo y del alma, que son muchos”.

Al final del Retiro, los Obispos Portugueses, por propuesta del P. Mariano de Pinho, se dirigían al Santo Padre:

“Humildemente postrados a los pies de Vuestra Santidad, pedimos insistentemente, cuando juzgue oportuno, que el mundo sea consagrado al Corazón Purísimo de María, para que sea liberado de los peligros que de todas partes lo amenazan, por la mediación de la Madre de Dios”.

El texto de esta carta fue escrito por el P. Pinho en latín y solamente una frase fue atenuada por el Siervo de Dios D. Manuel Mendes da Conceicao Santos, Arzobispo de Évora y gran Cooperador Salesiano.

Fue después de esta insistencia, hecha con tantas particularidades, que el día 10 del mismo mes, el P. Pinho envió al Santo Padre el pedido para la Consagración.

Es interesante notar como en la fórmula que Pío XII usó para esta Consagración se encuentran los títulos predichos por Alexandrina, “Reina del Cielo y de la tierra, Reina de la Paz, Señora de la Victoria, esto es, vencedora de las grandes batallas de Dios”.

El mes de mayo de 1942, Alexandrina, en un éxtasis, predice, refiriendo las palabras de Jesús, la consagración del mundo que haría el Papa, en lengua portuguesa, el 31 de octubre siguiente:

“El corazón del Papa, el corazón de oro –me dice Jesús- está resuelto a consagrar el mundo al Corazón de María, qué dicha, qué alegría para el mundo ser consagrado, pertenecer más que nunca a la Madre de Jesús. Todo el mundo le pertenece al Corazón Divino de Jesús, todo le va a pertenecer al Corazón Inmaculado de María”. (12-5-1942)

A través de la unión íntima con Jesús, Alexandrina llegó a una identificación con Él que la convirtió en participante, como esposa, de su dominio real. María, a su vez, la hace participar de su misión de dispensadora de gracias, como lo confirma este pasaje de su diario:

“Vino la Madrecita, era el Inmaculado Corazón de María, me mostró nuevamente su Santísimo corazón coronado de espinas y le pedí que me lo diera, Ella pasó todas las espinas a mi corazón y me dijo: Hija mía, te pido lo mismo que te pidió Jesús: dolor y reparación, consuélanos siempre y pide a las almas piadosas que se enfervoricen y nos amen y a los pecadores que se conviertan y no nos ofendan. Como premio de tu sufrimiento y para darles a las almas las gracias celestes y moldear sus corazones, te hago a semejanza de Jesús, depositaria de mis gracias…”

Las manos de la Madrecita estaban llenas de gracias, que  pendían como rayos de sol, unió sus manos a las mías, palma con palma y me dijo: “Son tuyas mis gracias, repártelas a quien quieras, dalas a tus seres queridos, quiero que lo hagas porque mi Jesús y Yo los amamos, dalas a todo los que te las piden en la medida en que te las vayan pidiendo, distribúyelas por el mundo entero, te hago rica con mis riquezas y con las de Jesús”… Ya pasó mucho tiempo, pero aún siento en cada mano un peso inmenso”. (Diario, 5-5-1951)

En Fátima, en el mes de julio de 1917, Nuestra Señora le dirá a los Pastorcitos: “Para salvar (a los pecadores) Nuestro Señor quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón”.

En Balasar, en el año de 1935, Nuestro Señor le pide a Alexandrina que se consagre el mundo a su Madre Bendita.

El hecho es confirmado por la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos, en el perfil biográfico de Alexandrina y proclama oficialmente:

“En el año de 1936, por orden de Jesús, Alexandrina le pidió al Santo Padre, por medio del P. Pinho, la Consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María. Este pedido fue renovado muchas veces hasta el año de 1941, por lo que la Santa Sede interrogó tres veces al Arzobispo de Braga acerca de Alexandrina y por fin la Consagración fue hecha por Pío XII en Roma, el día 31 de octubre de 1942”.

El acto de Consagración fue transmitido por la radio en lengua portuguesa, en Fátima, estando presentes miles de peregrinos, por amor a la verdad, debe rectificarse el error de muchas personas que atribuyen a la Hermana Lucía el pedido del Cielo para esta consagración.

Visité a la vidente de Fátima en su Carmelo de Coimbra, el día 4 de agosto de 1978 y le pregunté: Quisiera que me dijera, si alguna vez Nuestra Señora le pidió la Consagración del mundo a su Inmaculado Corazón.

Y contestó la Hermana Lucía: Nuestra Señora no me pidió esa Consagración, sólo me pidió la Consagración de Rusia.

 

SAN JOSE EN FATIMA

En la quinta aparición, Nuestra Señora había prometido a los Pastorcitos que volvería en octubre con San José y el Niño Jesús. Al despedirse, los pastorcitos la seguían con la mirada mientras subía en el esplendor de la luz solar y cuando Ella desaparecía en el espacio, se les muestra al lado del sol la Sagrada Familia, a la derecha la Santísima Virgen, vestida de blanco con el manto celeste y el rostro más brillante que el sol, a la izquierda, San José con el Niño, con la apariencia de un niño de dos años de edad y todos bendecían al mundo con las manos.

 

Y EN BALASAR

Jesús le pide varias veces a Alexandrina, reparación por los pecados cometidos por los esposos y por las familias, por medio de ella el Señor invita a imitar las virtudes de la Sagrada Familia: Jesús, María y José.

Escribe en su diario del 19 de marzo de 1948: “de repente, como caídos del Cielo, estaban frente a mí la Madrecita y San José, la Madrecita vestía de azul y blanco y San José de color oscuro, sostenía en la mano izquierda una azucena, de repente, en medio de ellos, apareció Jesús, hermosísimo, y me habló: Hija mía, pide todo lo qué quieras para el mundo a mi padre adoptivo, pídele a los hombres que me pidan en su nombre…”.

“La Madrecita se aproximó a mí y me besó y me acarició, San José se inclinó hacía mí y me dejó sobre el pecho la azucena que traía y desaparecieron, sólo quedó Jesús, pero ya como de costumbre, ya no era pequeñito..”

Alexandrina escribía el 19 de marzo de 1954: “Jesús vino como de costumbre a comunicarme su vida, venía acompañado de San José y me dice: “Lo que le hicieras a mi Madre bendita y a mi padre adoptivo, me lo haces a Mí”.

 

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN EN FATIMA

En la última aparición (1917), después de la visión de la Sagrada Familia, Lucía ve venir a Nuestro Señor para bendecir al pueblo y después a Nuestra Señora, pero bajo dos aspectos: “Parecía la Señora de los Dolores, pero sin la espada en el pecho y creo haber visto también otra figura, la Señora del Carmen”.

 

Y EN BALASAR

Alexandrina narra en su diario el 12 de noviembre de 1954: “Apareció al lado de Jesús la Madrecita querida, la Madre de los Dolores, Jesús le dio el lugar y desapareció:

“Querida hija mía, sufro infinitamente con Jesús, con los males del mundo, acepta mis saetas, sufre, déjame colocarlas en tu corazón y así consuelas el Corazón de la Madre y el Corazón del Hijo”.

“Madrecita, acepto todo para alegrarte y en un momento, la madre de los Dolores se transformó en Nuestra Señora del Carmen, con el Niño Jesús a su lado y continúo diciéndome: “Hija mía, habla a las almas y diles que todas las cosas que pidan a Jesús en mi nombre y en nombre de las almas del Purgatorio, todas las cosas que permitan la conversión de los pecadores, les serán concedidas”.

El Niño Jesús estaba inquieto en los brazos de su madre, quería venir conmigo, la Madrecita le cumple su deseo, lo pasa a mis brazos, y Él me besa, me acaricia y quedando sobre mi pecho me dice: “¿Me dejas quedarme aquí?”

¡Oh Jesús, en el exterior no, pero dentro de mi corazón siempre, siempre, no te separes de mí!”.

Quedé sola, desaparecieron y les dije: “¡Amo a Jesús, amo a la Madrecita, creo, creo eternamente!”.

El primer sábado, 5 de diciembre de 1953, Alexandrina dictó para su diario: “Recibí a Jesús y me habló así: Hija mía, mi joya, pupila de mis ojos, está en tu corazón el Esposo fiel, fidelísimo, estoy aquí para prender, atar más, mucho más, con fuertes cadenas de amor mi divino Corazón al tuyo.

Me voy y me quedo, me ausento y estoy presente, voy a dejarte y no te abandono un momento, me cuesta proceder en esta forma, es por las almas, es por los pecadores que necesitan de tu martirio. Me cuesta mucho esta separación fingida, te dijo y le dije a mis discípulos: “Me voy pero me quedo”, partí para el Cielo y me quedé en la Eucaristía, me voy y me quedo en el sagrario de tu corazón, ten siempre presentes mis palabras, mis pedidos, las exigencias de Jesús…”.

Vino después la Madrecita: “Hijita, ven predilecta de Jesús, soy la Madre del Rosario, soy la Madre del Carmelo. Después de colocarte en mi regazo y estrecharte en mi corazón, dejo en tus manos el Rosario que tengo en mis manos benditas: coloca sobre él el Escapulario”.

 

EL ESCAPULARIO DEL MONTE CARMELO

Pío XII llama al Escapulario “nuestra señal de consagración al Inmaculado Corazón de María”.

En su mensaje enviado al primer Congreso Mariano, que tuvo lugar después de la promulgación de la Lumen Gentium, Paulo VI, explicando el párrafo 67 que dice:

“Todos los fieles de la Iglesia tengan en gran estima las prácticas y los ejercicios de piedad para con Ella (Nuestra Señora), recomendadas por siempre por el magisterio de la Iglesia” El Santo Padre nos dice: Entre ellas, juzgamos oportuno acentuar de modo particular el Rosario Mariano y el uso devoto del Escapulario del Monte Carmelo, una forma de piedad que, por su sencillez se adapta verdaderamente al espíritu de cada uno y es apoyada por los fieles para obtener un aumento de frutos espirituales”.

San Juan de la Cruz, doctor de la Iglesia, empeñado en practicar las virtudes de María, simbolizadas en el Escapulario, dice: “El Señor me hizo comprender toda la ternura de su Corazón, nunca había sabido que en este Corazón Divino hubiera tanta ternura para con los hombres”.

Así sucede con los privilegiados niños de Fátima que recibieron, casi de improviso, un milagro de luz sobre el misterio eucarístico.

Lo mismo le sucede a Alexandrina, transformada en Serafín de Jesús Sacramentado, gracias a su total consagración a María. El Escapulario, cuando es pedido y se trae como expresión de filial intimidad con María, se vuelve señal de gracia celeste, al ser ofrecido por Ella para ese fin.

María está moralmente presente para quien trae el Escapulario, que es señal externa de consagración a Aquella que quiere obtener para todos sus hijos encontrar a Jesús y crecer bajo la acción de Espíritu Santo, en la identificación con el Hijo de Dios.

 

LA GUERRA PREDICHA POR JACINTA Y LA HERMANA LUCIA

Los meses de enero y febrero, cuando se encontraba Jacinta en Lisboa, para ser internada en el hospital, parecía tener bajo sus ojos la futura guerra. La Superiora del Orfanato, donde fue recogida, escribió el 30 de noviembre de 1937, que Jacinta le dijo que repitiera que si los hombres no se enmiendan, Nuestro Señor mandará al mundo un castigo, como no se vio igual y primero en España, y hablaba de grandes acontecimientos mundiales, que acontecerían alrededor de 1940, pero sin especificarlos, decía también que el Santo Padre iba a sufrir mucho.

A su vez, la Hermana Lucía escribió al P. José Bernardo Goncalves, S.J. lo siguiente que sacamos del libro “Jacinta de Fátima” escrito por el P. Fernando Leite, 4ª. Edición, Braga 1966, pags, 219-220:

“La guerra terminará cuando la sangre derramada por los mártires sea la suficiente para aplacar la Justicia Divina” 21-1-1940.

“Él (Nuestro Señor) puede hacer que la causa (la consagración de Rusia) fuera aprisa, pero para castigo del mundo, dejará que siga su curso, su Justicia, provocada por nuestros pecados, así lo exige. 21-1-1940.

“Supongo que es del agrado de Nuestro Señor que haya quien se vaya interesando junto a Su Vicario, para la realización de sus deseos (Consagración de Rusia y del mundo al Inmaculado Corazón de María).”

“Pero el Santo Padre no lo hará pronto, duda de la realidad y tiene razón. Nuestro Buen Dios podía, por medio de algún prodigio, mostrar que es Él quien lo pide, pero se aprovecha de este tiempo para usar su Justicia y castigar al mundo de tantos crímenes y prepararlo para un regreso a Él.

La prueba que nos concede es la protección especial del Inmaculado Corazón de María sobre Portugal, por la consagración que le hicieron, la gente de que me habla, tiene razón de estar asustada, más nos pasaría si nuestros Prelados no hubieran atendido los pedidos de nuestro Buen Dios e implorado tanto de corazón su misericordia y la protección del Inmaculado Corazón de nuestra buena Madre del Cielo.

Pero ahora en nuestra Patria existen muchos crímenes y pecados y al ser la hora de la Justicia de Dios sobre el mundo, es preciso continuar orando, pero eso yo hallaba bien que infundiesen en las personas, una gran confianza en la misericordia de nuestro buen Dios y en la protección del Inmaculado Corazón de María, además de la necesidad de oración acompañada del sacrificio, sobretodo el que es preciso hacer para evitar el pecado. Es un pedido de nuestra buena Madre del Cielo, desde 1917, salido de su Inmaculado Corazón con una tristeza y ternura inexplicable: “No ofendan más a Nuestro Señor, que ya está muy ofendido”. (18-8-1940)

“En una comunicación íntima, Nuestro Señor me hace conocer que el momento de la gracia, de que me había hablado en mayo de 1938, estaba por acabarse, la guerra con todos sus horrores que la acompañan, empezaba pronto, prometió una protección especial del Inmaculado Corazón de María para Portugal, en atención al acto de consagración que hizo el Episcopado a este Corazón Inmaculado, pero, como también Portugal es culpable, deberá sufrir algunas consecuencias de la guerra, que terminará cuando el número y la sangre de los mártires haya aplacado la Justicia divina…” (6-2-1939)

El 20 de junio de 1939 le escribe al P. Aparicio: “Nuestra Señora prometió aplazar para más tarde el flagelo de la guerra, pero si fuera propagada y practicada esta devoción, la vemos aplazando este castigo, así que hay que ir haciendo esfuerzos para propagarla, pero tengo miedo de que no podamos hacer más de lo que hacemos y Dios, que no está contento, levante el brazo de su Misericordia y deje que el mundo quede asolado con este castigo que será horrible”.

El Director comenta: “Las palabras son señaladas por Lucía” me hace la impresión del modo como afirma y pronostica los acontecimientos, no duda, habla categórica, como quien está viendo el futuro, pienso que Nuestra Señora se lo ha mostrado”.

Pero nos preguntamos, ¿porqué tardó tanto en publicar esto? Lucía responde en un escrito del 6-7-1942: “Puede ser que a algunos les parezca que yo debía haber manifestado todas estas cosas hace mucho tiempo, porque habrían tenido más valor, así sería, si Dios hubiera querido presentarme como profeta, pero creo que no fue así, si así fuera, pienso que, cuando en 1917 me mandó callar, por medio de los que lo representaban, me hubiera mandado hablar. Juzgo entonces, que Dios quiso servirse de mí para recordar al mundo la necesidad que hay de evitar el pecado y reparar las ofensas hechas a Dios, por medio de la oración y de la penitencia”.

 

LA GUERRA PREDICHA EN BALASAR

En una carta a su Director, Alexandrina predice el 10 de septiembre de 1936: “Corre tanto peligro de extenderse estas barbaridades” y se refería a los acontecimientos en España. En enero de 1939 insiste: “El mundo está suspendido por un hilo finísimo”.

En la fiesta del Corazón de Jesús, el 16 de junio de 1939, el Señor la trata como responsable y representante de la humanidad y la amenaza, diciéndole: “En que montón de ruinas no quedará el mundo, conviértete, cambia el rumbo, te pido en el día de mi Divino Corazón, ¡Conviértete! Te pido cuentas de todo”.

La noche del 28 de junio de 1939, Alexandrina tiene una visión que así describe:

“Esta noche la pasé siempre alerta, pocos minutos tuve de descanso, no siento consuelo, me gusta no dormir, para estar alerta, siempre alerta con mi Jesús en los Sagrarios.”

“No sé bien, pero me parece que serían las dos de la mañana, Dios mío, ¡qué horror!, no sabía lo que era, pero parecía la destrucción del mundo, todo se arrasaba, casas, árboles, techados, todo quedaba en montones de ruinas, ¡caso asustador! atrapados en todo esto, veía en número sin cuenta, gente agitarse debajo de aquel tejado y por encima de ellos serpientes hediondas, eran grandes y tan feas, pero no vi salir a nadie de aquellas ruinas, un poco después, vi venir a lo lejos a la querida Madre del Cielo, venía suspendida en lo alto, vestida de blanco, la cabeza baja y la mirada triste. Venía caminando para el frente y al mismo tiempo todas las ruinas desaparecían, todo quedó plano, lo que eran ruinas hediondas, estaba ahora iluminado, pasado algún tiempo se volvió a repetir la destrucción, las ruinas, pero no a al vista de la querida Madrecita”.

La guerra estalló en toda Europa, el 4 de julio de 1940, Alexandrina fue arrebatada en un éxtasis, estaba presente su director espiritual, al que le dictó: “Después de una breve oración y de la oferta de mi misma con las otras víctimas, en unión con la Madre del Cielo, para obtener que Jesús libertara a Portugal del terrible flagelo de la guerra, fui súbitamente escuchada. Jesús tiene prisa en responderme: “Pide y recibirás, pide con confianza, Portugal estará a salvo, pero, ¡Ay de él si no corresponde a tan grande gracia! Confía, es Jesús quien te lo dice y no engaña”.

Y la profecía se verificó, en el éxtasis del 6 de noviembre de 1940, Alexandrina suplica a Jesús para darle la paz al mundo y proteger al Papa, el Señor le responde: “La paz viene, pero a costa de mucha sangre, el Santo Padre será protegido, el dragón soberbio y rabioso, que es el mundo, no tocará su cuerpo, pero su alma será su víctima.”

Cuando en 1943, Hitler había preparado todo para raptar a Pío XII, Alexandrina escribe una larga carta al Santo Padre, para asegurarle que nada le sucedería.

 

EL CUARTO DE ALEXANDRINA AUN HABLA

Es un lenguaje cada vez más elocuente, siento el deber de hablar de esto, para deshacer la afirmación de los que consideran sobrepasado el tiempo de la mística y para responder a los grupos de sociólogos improvisados, que contradicen mi reciente experiencia.

“Una tarde tuve la idea de participar en una mesa redonda, la discusión la controlaba un joven sacerdote, tres jóvenes barbudos y algunas muchachas pintadas de modo excéntrico. Los términos más usados eran: horizontalismo, alineación, espiritualidad de evasión, misticismo cómodo y la sustancia de la conversación fue que el contacto con Dios podía constituir un alivio para no ocuparnos de los hermanos, la mirada al cielo distrae la empresa de la construcción del mundo, menos misticismo y más disponibilidad a los sufrimientos ajenos.”

La tumba de Alexandrina es una prueba de su inconmensurable caridad espiritual para con los pecadores y una llamada a cuantos la visitan para la práctica de la caridad con los necesitados y los que sufren: una llamada a realizar lo que ella realizó durante toda su vida.

En la serie de impresos encasillados en cuadros a la entrada del cuarto, leemos algunos pensamientos que esta excepcional mística escribió en sus diarios:

“Pobres hombres y pobres almas, si nos preocupamos solamente del Cielo, cuantos morirían de hambre y de frío, cuantas almas caerían en la desesperación, ¡Fuiste Tú, mi Jesús, quien predicó y enseñó la caridad!”

“La limosna y la caridad bien practicada es la base de todo, nada hay que ayude a lo espiritual como auxiliar en lo material cuando es necesario. Cuanto bien se le puede hacer a las almas, quitándoles el hambre, cubriendo su cuerpo y protegiéndolos de tantas miserias, ¿no merece Jesús todo esto?”

“Quisiera consolar y confortar a todos, quiero dar alegría a todos los corazones”.

“Quiero practicar el bien, quiero que todos mis actos lleven bondad y dulzura, no soporto saber que los pobrecitos tiene hambre y no tiene que cubrirse, no soporto saber que mis semejantes estén en grandes aflicciones, sean las que fueren, mi corazón a pesar de ser tan malo, sufre, muere por no poder convertirse en pan, agasajos, consuelo y alegría, consolación y bálsamo para los que sufren. Jesús, amo a todos y a todos quiero consolar por Tu amor”.

Transcribimos algunos testimonios:

“Recuerdo a Alexandrina, no tanto como mística, sino por sus virtudes cristianas y humanas, que supo practicar de un modo admirable”.

“En horas de graves angustias, yo estaba segura de encontrar siempre en Alexandrina, un corazón semejante al de mi Dios: hacía prodigios de caridad”.

“El Gobierno piensa en las escuelas, pero creo que sería mejor construir casas para los pobres”.

“Quien amaba tanto al Padre Celeste, debía necesariamente amar al prójimo, era conmovedor observar la generosidad y bondad con que recibía, en su lecho de dolor, tanto a los ricos como a los pobres, a las personas cultas como a las ignorantes, a los amigos y a los extraños”.

Debía de ser así, porque Alexandrina acostumbraba decir: “Amémonos en Dios y con su amor”. Y su corazón, precisamente porque siempre estaba unido al Corazón de Cristo, hasta una mística identificación con Él, se dilató desmedidamente y abrazaba a todos, se conmovía de todo, sentía en sí todo cuanto era del prójimo y daba siempre y se daba completamente. Sus coterráneos, en su muerte, se vistieron de luto durante un mes y comentaban: “¡Murió la madre de Balasar!”.

 

CONSAGRA TU PARROQUIA

El 10 de septiembre de 1936, Jesús le hacía esta profecía y promesa a Alexandrina:
“Te voy a decir como va a ser hecha la Consagración del mundo a la Madre de los hombres y Mi Madre Santísima, que amo tanto.

Será en Roma por el Santo Padre consagrando a Ella el mundo entero y después por los Padres en todas las iglesias del mundo bajo el título de Reina del Cielo y de la tierra, Señora de la Victoria, si el mundo corrupto se convierte y cambia el rumbo, Ella reinará y la victoria será ganada por Ella”.

A los testimonios de Balasar queremos unir los que la historia narra sobre la extraordinaria consagración al Corazón de María en la parroquia parisina de “Nuestra Señora de la Victoria” y a la fundación de la Archicofradía del Corazón de María.

Para el lector atento, el “título” de la parroquia no es nuevo: lo recogieron los labios proféticos de Alexandrina y lo escuchó pronunciar por Pío XII en la oración de la Consagración del mundo. No podemos dejar de ver aquí la trama de una Providencia divina, tanto más que el contenido de esta narración viene a probar lo que fue pedido y prometido en Fátima y Balasar.

En 1832 el Arzobispo de París, D. De Quelen, confió la parroquia al joven sacerdote Carlos Des Genettes, que se dedicó con todo el corazón y celo al bien de las almas de aquella zona árida e indiferente. Desanimado ante la inutilidad de sus esfuerzos, le pidió repetidas veces a su Prelado que lo transfiriera, pero el Arzobispo le respondía siempre: “Rece y confíe”.

Al cabo de cuatro años, viene del Cielo la respuesta, lo describe el mismo:

“Corría el mes de diciembre de 1836, por la fiesta de la Inmaculada (3), ya tenía algún tiempo de párroco y la pobre parroquia se encontraba en un estado miserable, cerca de 18 mil habitantes y ni una sola persona en la iglesia, 35 mujeres en la misa del domingo, ningún hombre cumplía el precepto pascual, yo estaba desolado, me invadió el desánimo, temiendo que mis pecados fueran la causa de este triste estado de las cosas, me decidí a pedir mi dimisión.”

“Un viernes de diciembre, me hallaba más triste y abatido que nunca, comencé la Misa, sólo con mi pequeño ayudante, cuando llegué al “Sanctus”, me asaltó una perturbación extraordinaria.

Me vi obligado a parar, estaba por continuar la Misa, cuando de repente oigo una voz fuerte y distinta, que me dice: “Consagra tu iglesia y parroquia al Santísimo e Inmaculado Corazón de María”. Espantado, me volteó para atrás con vivacidad, pero no veo a nadie, mi pequeño ayudante seguía jugando tranquilamente con sus dedos.

Se acabó, digo dentro de mí, me voy a volver loco, no más dudas, es preciso que hoy mismo presente mi dimisión al Señor Obispo. Ya más tranquilo con esta resolución, terminé la Santa Misa, sin prestar más atención a la voz extraña que había oído, di de rodillas mi acción de gracias.

Estaba totalmente solo y me preparaba para levantarme, cuando la misma voz, más fuerte y distinta, me repite en un tono de mando que me causa escalofríos: “Consagra tu parroquia al Santísimo e Inmaculado Corazón de María”.

Esta vez me convencí, no era ilusión, había entendido bien, cosa extraña, nunca le había tenido gusto a esa devoción, me parecía pueril, casi ridícula.

“Caí de rodillas, lleno de reconocimiento y de emoción. Después de una larga oración, regresé a casa resuelto a escribir sin falta los Estatutos de una Cofradía en honor del Inmaculado Corazón de María para la conversión de los pecadores.

Puse manos a la obra y yo que siempre había hallado difícil redactar, quedé maravillado al ver que escribí de una sola vez, sin corrección alguna, los Estatutos proyectados, una potencia invisible guiaba insistentemente mi mano. Son los mismos Estatutos que existen hoy y fueron aprobados por la Santa Sede.

No sabía que decir, pedí a la Virgen que me diera una prueba de que todo venía de Dios y dije para mí: Si el Señor Arzobispo aprueba la Cofradía, será la señal de que la obra es de Dios.

Fui ese día con el Arzobispo, temiendo un poco que Mons. De Quelen se riera de mí y de mi idea, no me atreví a hablarle de la voz misteriosa que había oído dos veces, me contenté a presentarle el proyecto de los Estatutos, con grande asombro mío, me dice: Quiero Padre, no solamente apruebo esta Cofradía, ordeno que se establezca y quiero que comience el próximo domingo.

“Estábamos a viernes, partí sorprendido y alegre, dos días después, anuncié en el púlpito, en la Misa solemne, a las treinta o cuarenta mujeres que componían el auditorio, que aquella misma tarde comenzarían las reuniones de la Cofradía del Santísimo Corazón de María para la conversión de los pecadores.

En el fondo de mi corazón, con mi pesar, no tenía mucha confianza, al descender, encuentro a los pies del púlpito a un señor, que no había visto al subir, se aproxima a mí y me pregunta, -¡cosa inaudita!- dónde y cuándo podría confesarse.

“En la tarde, latía ansioso mi corazón. No encontraré a nadie en la iglesia, me decía al dirigirme para allá, haré una bella figura con la Cofradía, pero cual fue mi sorpresa al entrar, vi mi pobre iglesia llena y había un tercio de hombres y jóvenes, no podía creerlo, leí y expliqué los Estatutos, se cantaron las laudes de Nuestra Señora y llegando a la invocación: “Refugium peccatorum, ora pro nobis, Refugio de los pecadores, ruega por nosotros”, lloraba como un niño, la Cofradía estaba fundada.

El Padre Des Genettes pretendía más, quería que la Cofradía se extendiera por el mundo entero, así aconteció, la Santísima Virgen distribuyó por su medio multitud de gracias y conversiones.

El 9 de julio de 1838, Pío IX coronaba solemnemente la milagrosa estatua de Nuestra Señora de las Victorias, diciendo: “La Archicofradía del Sagrado Corazón de María es obra de Dios, un pensamiento del Cielo se suscitó en la tierra y será una fuente de gracias para la Iglesia”.

El prodigio ocurrido en París el siglo 19 y las gracias que se dieron, estimulen a las parroquias y a las instituciones y a los fieles a consagrarse al Corazón Inmaculado de María.

Como conclusión de este humilde trabajo, me parece que queda perfectamente la oración escrita y divulgada por San Juan Bosco, grande devoto del Corazón doloroso de María y que previó las batallas de los enemigos de la Iglesia y profetizó que por medio de María se iría a la victoria:

“Oh María, Virgen poderosa,
Tú, la grande e ilustre defensora de la Iglesia,
Tú, Auxiliadora admirable de los cristianos,
Tú, terrible como ejército en orden de batalla,
Tú, que sola destruyes los errores del mundo,
Tú, en nuestras angustias en nuestras luchas, en nuestras necesidades,
Defiéndenos del enemigo,
Y en la hora de nuestra muerte,
Acógenos en las alegrías eternas, Amén”

 

Notas

(1) Jesús, en 1954 confirma: “Por medio de ti fue consagrado el mundo a mi Madre Bendita”. ¿La frase “con una fiesta solemne” significa el modo con que debe de ser hecha la consagración y la institución de una fiesta litúrgica en honor del Corazón de María? El primer Director no nos dejó ninguna explicación sobre esto y a mí se me escapó esta particularidad y nada le pregunté a Alexandrina. La Hermana Lucía es más explicita y le pide a Pío XII una fiesta, extensiva a todo el mundo en honor del Corazón de María.

(2) Pío XII, en mayo de 1948, recomendaba vivamente que la “Consagración se renovara en cada diócesis y parroquia y en cada familia”.

(3) 1832: el P. Carlos Des Genettes toma posesión de la parroquia parisina, en Balasar, el mismo año, aparece la cruz misteriosa. En 1836, el sacerdote oye la invitación de consagrar la parroquia al Corazón de María, en Balasar, en 1936, Jesús dice que los sacerdotes consagrarán al Corazón de María sus parroquias y que el Papa invocará a María como “Señora de la Victoria”. ¿Coincidencias o realizaciones de un plano divino?

Autor: P. Humberto M. Pasquale S.D.B.
Edición: Cavaleiro da Inmaculada
Provincia Salesiana Portuguesa


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Alexandrina y la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazon de María

La Consagración que hizo el papa Pio XII fue fruto del insistente pedido de Jesús a la beata Alexandrina, desde 1935 a 1942, quien inmovilizada desde su cama vivió una vida de intensas experiencias místicas en comunicación constante con Jesús, de quien fue un doliente instrumento.

Alexandrina_Maria_da_Costa

En 1898, el mundo fue consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. Fue intermediaria para pedir la consagración a monja de orígen alemán residente en Oporto, la Bienaventurada María del Divino Corazón o Maria Dröste zu Vischering.

En 1942, el mundo fue consagrado al Inmaculado Corazón de María. Esta vez la intermediaria divina fue la Venerble Alexandrina Maria da Costa (ahora Beata).
Efectivamente es así como consta en el Decreto de sus Virtudes Heróicas:

En el año de 1936 le pidió al Sumo Pontífice la Consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María, lo que hizo Pío XII el día 31 de Octubre de 1942.

El primer pedido de Jesús data de 1935. 

1935

Primer pedido de la Consagración

30 de Julio:

Dile a tu Padre espiritual que, en prueba del amor que le dedicas a mi Madre Sntísima, quiero que sea hecho todos los años un acto de consagración del mundo en un día de sus fiestas –Asúnción, Purificación, Anunciación- pidiendo a esta Virgen sin mancha de pecado que averguence y confunda a los impuros, para que cambien su camino y no me ofendan.
Así como le pedí a Santa Margarita María que el mundo fuera consagrado a mi Divino Corazón, te pido a ti para que sea consagrado a Ella con una fiesta solemne.

Palabras de Jesús a Alexandrina.

1936

Pasaron largos meses entre la solicitud primera y segunda pedido. Fue un período de sufrimiento para el Alexandrina y de reflexión para el P. Pinho.
Los pedidos tomaron una mayor precisión e incluso profética. En España, ya estalló la Guerra Civil.

Finales de Agosto:

Quiero que el mundo sea dedicado a mi madre María, es el remedio para muchos males que lo amenazan…
No quiero que ser ofendido y lo soy tan horriblemente en España y en todo el mundo!

Palabras de Jesús a Alexandrina

10 de septiembre:

Te diré cómo será hecha la consagración del mundo a la Madre de los hombres y mi Santísima Madre, que quiero tanto!
Será en Roma por el Santo Padre consagrando a ella el mundo y luego por los sacerdotes en todas las iglesias del mundo, bajo el título de Reina del Cielo y la Tierra y Señora de la Victoria …
No tengas temor de que mis deseos se cumplirán.

Palabras de Jesús a Alexandrina

11 de septiembre:

Carta del P. Pinho al Cardenal Pacelli
Fiesta de los SS. Trinidad. Alexandrina vive por primera vez la muerte mística.
El Padre Oliveira Dias, S. J., viene a dar apoyo a Alexandrina.

1937

El Vaticano requiere información sobre Alexandrina.
Diligencias del Arzobispo de Braga (que nació en Arcos, cerca de la parroquia de Balasar).
Notable profecía relativa a Alexandrina.

2 de marzo:

D. Antonio Bento Martins Junior pide la colaboración del Padre M. Pino, para responder a Roma sobre Alexandrina.
”Todos los que la conocen dicen unánimemente que es una santa.
Todas estas cosas, bien ponderadas, parecen sin duda maravillosas e inducen a pensar que está en ellas el dedo de Dios…”
Añade al testimonio del reverendo Padre José Oliveira Dias, S. J., que se distingue por sus conocimientos y prudencia, el cual conoce bien a la joven»
D. Antonio Bento Martins Júnior

Abril:

Empeora la salud de Alexandrina, que entra en el «desposorio espiritual».

21 de mayo:

En nombre de la Santa Sede, el padre de Manuel Antonio Durao, S. J., examina a Alexandrina, sobre su pedido para la Consagración.

Desde julio al 7 de octubre:

Persecuciones visibles del diablo.
La Sra. D. Fernanda dos Santos, de Lisboa, alivia la hipoteca de la casa de Alejandrina.

21 de octubre:

Mi hija, te escogí para cosas muy sublimes, me serví de ti para comunicar al Papa mi deseo de que el mundo sea consagrado a mi Santa Madre.
Palabras de Jesús a Alexandrina

21 de noviembre:

Yo vendré a buscarte pronto, pero no vendré sin que antes sea hecha la consagración del mundo a mi Santa Madre. Ella es glorificada a través de ti y mayor será tu glorificación. Tu corona será más gloriosa, más brillante, más radiante. Serás coronada por ella.
Palabras de Jesús a Alexandrina

22 de noviembre:

Quiero que, después de tu muerte, tu vida sea conocida, y ha de ser así, haré que lo sea. Llegará a los confines del mundo, así como habrá llegado la voz del Papa para consagrar el mundo a mí querida Madre. Quiero que todos sepan como me comunico con las almas que me quieren amar.
Palabras de Jesús a Alexandrina

1938

Estos años han sido durísimos para Alexandrina.
El P. Pinho moviliza a los obispos portugueses en aras de la Consagración.
La vida mística de Alexandrina entra en una nueva fase, a partir de octubre comienza a sufrir la Pasión.
El mismo P. Pinho pide veredicto médico sobre la parálisis de Alexandrina.

9 de febrero:

El P. Pinho escribe de nuevo al cardenal Pacelli.

5 de abril:

Jesús confirma el desposorio espiritual con el alma de Alexandrina. Ya el 4 de febrero había prometido que iba a ser elevada “a la altura de una esposa fiel, una esposa querida, esposa toda y solo de Jesús.”

25 de abril:

Dile que escriba al Santo Padre, que YO quiero la consagración del mundo a mi Madre Inmaculada. Pero quiero que el mundo sepa la razón por qué se dedica a ella, Yo quiero que se haga penitencia y oración.
Tú estas para aplacar la justicia divina… Y tienes que sufrir muchas veces esto (aún no era la pasión) hasta que él (el Papa) lo consagre.

Por Ella (el mundo) puede ser salvado, y el mundo hará penitencia y se convertirá.
Ella es mi Reina, la Reina del Cielo y la Tierra.

Palabras de Jesús a Alexandrina

6 de junio:

Mi voluntad divina se hará realidad.
Palabras de Jesús a Alexandrina

Agosto:

Los obispos portugueses, en la forma propuesta por el padre Mariano Pinho, que les predicó un retiro en Fátima, se dirigen al Santo Padre:

”El Cardenal Patriarca de Lisboa y todos los arzobispos y obispos de Portugal, reunidos en el Santuario de Fátima, al pie de la Santísima Virgen María, renuevan la consagración que habían hecho a su Inmaculado Corazón, en acción de gracias por haber rescatado a Portugal, especialmente en los últimos años, del tremendo peligro del comunismo, llenos de alegría, por la protección tan milagrosamente dada por la Divina Madre, humildemente postrados a los pies de Su Santidad piden insistentemente, tan pronto como lo considere oportuno, que todo el mundo sea consagrado al Corazón Purísimo de María, para que sea liberado de muchos peligros que amenazan por todas partes, por la mediación de la Madre de Dios.”

3 de octubre:

Alexandrina sufre por primera vez la pasión, que se repetirá todos los viernes hasta el 20 de marzo de 1942. La Pasión debía ser la señal de la voluntad de divina de que la consagración se efectuase.

Era el día litúrgico de San Teresita, que Alexandrina tenía por «hermana espiritual» y que en esta primera «pasión» se le aparece dos veces.

24 de octubre:

Después de llevar a Balasar a dos colegas jesuitas para presenciar la pasión y escuchar su opinión, el P. Pinho escribe directamente a Papa Pio XI para pedir la consagración, Jesús le ofrecía el cielo, sin pasar por el purgatorio, para llevarlo a cabo.

6 de diciembre:

Viaje a Oporto, para ser examinada por los médicos.
”Fui el primero en quedar perplejo, no sobre los éxtasis, sino en relación con los movimientos (ocurridos cuando revivía de la Pasión). Por esta razón me interesaba saber con certeza cual es el género de su parálisis. Hablé con el Dr. Abilio de Carvalho, que había tratado el paciente, se interesó y llevó a Oporto al radiólogo Dr. Roberto de Carvalho, en diciembre de 1938.»
Padre M. Pinho

26 de diciembre:

Examen por el profesor Elisio de Moura («psiquiatra famoso en toda la Península Ibérica).

1939

La Consagración aún no se hace y la Segunda Guerra Mundial va a estallar.
Continúan las diligencias para la consagración.
Pío XI, muere.
El piadoso y sabio Vilar (que nació en Terroso, Póvoa de Varzim) es llamado a estudiar a Alexandrina. Va luego a Roma y pasa a estar en sus manos las diligencias para la consagración.

4 de enero, 5 de abril:

Jesús pide a la Alexandrina con insistencia la Consagración para obtener la Paz Mundial

5 de enero:

Segundo examen realizado por la Santa Sede por Manuel P. Vilar

Enero, 20, 13 de junio, 16 de junio:

Jesús predice la guerra como castigo por los pecados graves:
«En un montón de ruinas va a quedar el mundo!»

10 de febrero:

Pío XI, muere.

Febrero, 24:

D. Antonio Bento Martins Júnior da informaciones a Roma sobre los éxtasis de la Pasión. Concluye el documento así:

«Sobre la Consagración del mundo a la Santísima Virgen María, el Señor le ha hablado a menudo. Quiere con insistencia que lo sepa el Sumo Pontífice…
Me parece que esto es lo que, después de un cuidadoso examen, se puede decir brevemente.
Estas noticias, si tenemos en cuenta todas las circunstancias, no pueden dejar de suscitar, en mi opinión, al menos la sospecha de una intervención divina «.

2 de marzo:

Eugenio Pacelli es elegido Papa, tomando el nombre de Pío XII.

20 de marzo:

Jesús predice a Alexandrina sobre el nuevo Papa Pio XII:
”Este es el Papa que consagrará el mundo al Corazón de Mi Madre”

2 de junio:

Carta de mons. Vilar a Alexandrina:
«Hoy es el primer viernes de junio y hace un mes desde que recibí su estimada carta. Esperaba, al escribir esto, poder darle alguna noticia acerca de nuestra Consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María, tan insistentemente pedida por Jesús, pero desafortunadamente aún no hay nada positivo que decir. Las cosas en Roma se cuentan en comparación con la eternidad, y por lo tanto nunca tienen prisa. Continuaremos rezando y trabajando para que se hagan por fin los sagrados deseos de Jesús».

El mismo día:

Tu eres un deleite de mis ojos, la alegría, y la consolación de mi Divino Corazón.
Tu me amas, pero me amas con dolor, es un amor doloroso.
Tu corazón arde y arderá eternamente en las llamas de mi Divino Amor.
Pronto llegará el día en que amarás con delicias y con toda la consolación
.

Palabras de Jesús a Alexandrina

13 de junio:

«El mundo está encima de un volcán de fuego, y solo falta un momento para que se abra y se incendie!»Palabras de Jesús a Alexandrina

16 de junio:

Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús: Jesús pide por última vez al Papa la Consagración del mundo al Corazón de María:

Que (Mons. Vilar) diga al Santo Padre, que hoy, día de mi Divino Corazón, es la última vez que pido a la Consagración (del mundo) a Mi Santa Madre. Ya lo pedí tantas veces! Que no rechace por más tiempo mi pedido.
Deprisa, deprisa! Es mi Santa Madre con mis víctimas que salvan al mundo.

Palabras de Jesús a Alexandrina

2 de diciembre:

El Corazón de Mi Bendita Madre está tan herido con las blasfemias que en su contra se pronuncian! Todo lo que hiere a su SS. Corazón me hiere a Mi. Están unidos nuestros Corazones!
Por ello, la Consagración del mundo le ha de dar mucho honor y gloria. Cuando Él sea consagrado, serán abatidas y humilladas aquellas lenguas malditas, blasfemas e impuras que se mueven para blasfemar.
Coraje, mi hija, que en poco tiempo todo será realizado, y después podrás ver en el cielo la gloria que le fue dada.

Palabras de Jesús a Alexandrina

1940

Portugal no sufrirá la guerra: «Portugal será salvo.»
A pesar de sombríos proyectos de Hitler, Pío XII no será físicamente afectado por la guerra.
La Inmaculada Virgen mira hacia abajo hacia la tierra con una «mirada llena de ternura y compasión.

Lucía o Alejandrína?

“Lucía solo en 1940 expuso un texto de pedido de Nuestra Señora, cuyo deseo era que el Papa hiciese la consagración de Rusia, y ella le acrecentó con el deseo propio de la consagración del mundo.”(P. H. Pasquale)

2 de mayo:

Dile a tu director que avise al Papa que si desea salvar al mundo apure la hora de su consagración a Mi Madre. Póngala en el frente de la batalla y proclámela Reina de Victoria y Mensajera de la Paz
Palabra de Jesús a Alejandrína

4 de julio:

Alejandrina se ofrece como víctima, con otras almas del mundo, en unión con la Virgen, para obtener la paz por lo menos para su patria. Jesús acepta la oferta y le afirma categóricamente:
«Portugal será salvo.»

10 de septiembre:

>Apenas descendió en mí (Jesús Eucaristía) sentí en mi alma el vivo retrato de Nuestra Madre que de lo alto del Cielo contemplaba a la pobre humanidad, con su corazón santísimo en un dolor casi mortal. Con la cabeza inclinada hacia la tierra no quitaba los ojos llenos de ternura y compasión.
Alexandrina, carta al P. Pinho

6 de diciembre:

Jesús le asegura Alexandrina que el Santo Padre será físicamente librado de los horrores de la guerra, pero que sufrirá mucho moralmente.

1941

Continúan los pedidos de Consagración, y sigue el calvario de Alexandrina.
Entra en escena el Dr. Dias de Azevedo.
Fallece santamente de cáncer en Oporto, mons. Vilar.
El padre Tercas publica un relato de la Pasión experimentado por Alexandrina.

7 de enero:

Tu calvario terminará en breve, pero primero deberán tener lugar las predicciones de Jesús.
¡Ánimo! Tienes como auxilio a tu Director, a tu Jesús, a tu Santísima Madre!

Palabras de Jesús a Alexandrina

24 de enero:

Te prometo en este sábado dedicado a ella (María) no demorar mucho tiempo tu existencia en la tierra. Y prometo alcanzarte el cielo con tus pedidos y amor, como ahora te alcanzo la tierra para tu dolor. Pero para esto, mi hija pide al Santo Padre que tenga misericordia de tu martirio, que satisfaga los deseos divinos, que consagre el mundo a Mi Santa Madre.
Palabras de Jesús a Alexandrina

14 de febrero:

El Dr. Manuel Augusto Dias de Azevedo se convierte en doctor de Alexandrina, un «doctor providencial».

7 de marzo:

Fallece en Oporto Mons. Vilar.

5 de abril

Dile al Papa que Jesús insiste, pide y ordena que consagre el mundo a su Madre. Que los consagre rápidamente si quiere que la guerra acabe, de prisa si quiere que en el mundo haya paz.
Palabras de Jesús a Alexandrina

3 de mayo:

Dile a tu director espiritual que le piden Jesús y María que escriba al Papa para que él consagre el mundo al Corazón Inmaculado de la Virgen Madre… Sólo ella lo podrá salvar.
Palabras de Jesús a Alexandrina

20 de junio:

Une tu dolor a mi dolor, y tu amor a mi amor, sólo entonces te será suavizado el camino al Calvario. Sólo entonces los pecadores serán salvos, sólo entonces viene la paz que llegará de forma rápida y en un momento. Después el mundo se alegrará de haber sido Consagrado al Corazón de Mi Santísima Madre.
Palabras de Jesús a la de Alexandrina

15 de julio:

Consulta médica en Oporto, con el Dr. Gomes de Araújo, «uno de los mejores neurólogos de Portugal».

31 de julio:

El P. Pinho escribe a Pío XII, pidiendo la Consagración, y mostrando algunas predicciones de Alexandrina sobre la guerra que habían sido demostradas como verdaderas profecías.

29 de agosto:

El Padre Tercas asiste al éxtasis de la Pasión, de la cual publica un informe detallado, dando a conocer el nombre de Alexandrina públicamente al mundo.

9 de octubre:

Roma requiere la opinión de Braga sobre la petición de la Consagración.

1942

El P. Pinho queda impedido de seguir conduciendo a Alexandrina, lo que es dolorosísimo para ella y también para él.
Alexandrina sufre por última vez la pasión, porque la consagración es inminente.
Alexandrina, en éxtasis, en primer lugar, y luego Jesús, atribuyen a la Consagración la máxima importancia.
Alexandrina entra en ayuno absoluto hasta la muerte (13 años y medio).
A finales de octubre se cumplió la Consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María.

7 de enero:

Pierde su primer director, el P. Pinho

17 de enero:

D. Antonio B. Martins Jr. escribe por tercera vez a Roma sobre Alejandrina y sobre el pedido de la Consagración.

20 de marzo:

Sufre por última vez la Pasión

27 de marzo:

Empeora y le administran los sacramentos: entra en la segunda muerte mística, es muy dolorosa porque asiste a una especie de destrucción e incineración del propio cuerpo, hasta el 24 de octubre de 1944.

3 de mayo:

Jesús habla de Alejandrína como gloria para Portugal y el mundo entero:
“¡Qué gloria para Portugal y el mundo entero!”

22 de mayo:

Alexandrina dicta sus últimas disposiciones, convencida de que va a morir: comienza el ayuno absoluto, viviendo sólo de la Eucaristía hasta la muerte (en octubre de 1955).
En lugar de la pasión física, a partir de ahora los éxtasis de los viernes, serán una crucifixión «la más dolorosa que la historia puede registrar”.
Va a atravesar ahora la “noche del espíritu”, durante el cual sucede el “matrimonio místico» (1944). 

El mismo día, predice la consagración al Corazón de María. En el éxtasis, Alexandrina estalla en un himno: 

Gloria, gloria, gloria a Jesús!
Honor, honor y gloria a María!
El corazón del Papa, el corazón de oro, está decidido a consagrar el mundo al Corazón de María!
¡Qué gran alegría para el mundo, pertenecer más que nunca a la Madre de Jesús!
El mundo entero pertenece al Divino Corazón de Jesús, todo va a pertenecer al Inmaculado Corazón de María!

29 de mayo:

Este día es Jesús quien proclama la victoria de su Madre:

Ave María, Madre de Jesús!
Honra, gloria y triunfo para su Inmaculado Corazón!
Ave María, Madre de Jesús, Madre de todo el universo!
¿Quién no querrá pertenecer a la Madre de Jesús, a la Señora de la Victoria?
El mundo va a ser consagrado a su Materno Corazón!
Guarda, Virgen pura, guarda, Virgen Madre, en tu Sagrado Corazón, a todos tus hijos!

5 de septiembre:

Alexandrina siente que será transformada por el amor.

30 de octubre:

El cielo, el cielo lleno de gloria! El cielo lleno de triunfo!
Una corona encantadora, más bella que el sol y las estrellas, está preparada.
Jesús es todo para su crucificada.
Jesús le da todo para recibir de ella todo!

Palabras de Jesús a Alexandrina

31 de octubre:

Pío XII, por los micrófonos de la radio, hablando en portugués a los peregrinos de Fátima y del mundo entero, proclama, en Roma, la Consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María. En el texto se hace eco del mensaje de Balasar.

Por Ti fue Consagrado el mundo de mi Santa Madre

El 1 de octubre de 1954, dicta Alexandrina para su diario:
‘… Jesús se acercó y, en un impulso, su amor me ha fortalecido más y me dijo: «Ven, hija mía: yo estoy con contigo. El cielo está contigo con toda la fortaleza».

En ese momento, por la llaga de su Divino Corazón salió un rayo de luz tan grande y tan luminoso que irradiaba todo.
Poco después, de todas sus llagas salían rayos divinos que me atravesaban los pies y las manos! De su cabeza sagrada para la mía pasaba también un «sol» que me atravesaba todo el cerebro.

Hablando del rayo que salía de su Divino Corazón, Jesús dijo muy claramente:
«Mi hija, como Santa Margarita María, quiero que incendies el mundo con este amor a los corazones apagados de los hombres. Incéndialos, incéndialos. Yo quiero, quiero dar mi amor a los hombres.
Quiero ser amado por ellos. Ellos no me aceptan y no me aman.
Por ti quiero que este amor incendie a toda la humanidad, así como por ti fue Consagrado el mundo a mi Santa Madre. Has, querida esposa, que se extienda en todo el mundo el amor de nuestros corazones».

«Como Jesús? Como trabajar de esta manera?! Si los hombres no te aceptan, como puedo hacer yo? «
«Con tu dolor con tu dolor, mi hija!. Sólo con él, las almas se aferran a las fibras del alma, y luego los corazones se van a dejar incendiar por el fuego de mi amor.
Deja que estos rayos de mi divinas llagas penetren en tus llagar escondidas, en tus llagas místicas».

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Consagración del Mundo y el Tercer Milenio al Inmaculado Corazón de María

Juan Pablo II en la Misa de Clausura del Jubileo de los Obispos, 8 de octubre de 2000.Consagrarse a María, significa acoger su ayuda, para consagrar el mundo, el hombre, todos los pueblos y la humanidad al que es infinitamente santo.

Juan Pablo II ofrece el testimonio de que la consagración a María significa hacerla entrar en la propia vida espiritual. Ello conduce a la comunión de las personas, nos introduce en la profunda relación interpersonal con la Madre del Señor.
…VER VIDEOS…

Como testimonio de este principio, Juan Pablo II, le ha consagrado la Iglesia, todos los países y todos los pueblos, en el umbral del tercer milenio del cristianismo. Incluyendo a todos los que han creído en Jesucristo reconociendo en él su signo conductor en el viaje de la historia y a toda la humanidad, incluso a los que aún buscan a Cristo.

 

EN JASNA GORA

El 17 de junio de 1999, en el umbral del tercer milenio en Jasna Góra dijo: “Madre de la Iglesia, Virgen Auxiliadora, en la humildad de la fe de Pedro te presento a toda la Iglesia, a todos los continentes, los países y los pueblos que han creído en Jesucristo y lo han reconocido como conductor en el camino de la historia. Te presento a ti, Madre, a toda la humanidad, también a los que aún buscan el camino hacia Cristo. Sé su guía y ayúdales a abrirse a Dios que viene. Te presento a los pueblos del Este y del Oeste, del Norte y del Sur, y a tu materna solicitud consagro a todas las familias de los pueblos. Madre de la fe, de la Iglesia, así como en el cenáculo de Jerusalén rezabas con los Apóstoles de Cristo, permanece con nosotros hoy en el cenáculo de la Iglesia, al final de este segundo milenio de la fe y suplica para nosotros la gracia de la apertura al don del Espíritu Santo”.

 

CONSAGRACIÓN A LOS PIES DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE FÁTIMA, 8 DE OCTUBRE DE 2000

La Consagración Papal del mundo al Corazón Inmaculado ha sido un importantísimo evento, definido por el Comité central del Gran Jubileo en la Santa Sede, como: «un sello mariano para este Año Santo». Se trata de la peregrinación de la imagen de la Virgen de Fátima desde Cova de Iría hasta la Basílica de San Pedro donde culmina con el Acto de Consagración que el Santo Padre hace del Mundo y el Tercer Milenio al Inmaculado Corazón durante la Celebración de la Santa Misa del Jubileo de los Obispos.

Llegó a Roma el 6 de octubre y se trasladó a la Capilla del Apartamento de la Casa Pontificia en el Vaticano. El sábado, fiesta de Nuestra Señora del Rosario, fue llevada a la Basílica de San Pedro donde fue expuesta para la veneración de los fieles.

1. “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19, 26).
Mientras se acerca el final de este Año Jubilar,
en el que tú, Madre, nos has ofrecido denuevo a Jesús,
el fruto bendito de tu purísimo vientre,
el Verbo hecho carne, el Redentor del mundo,
resuena con especial dulzura para nosotros esta palabra suya
que nos conduce hacia ti, al hacerte Madre nuestra:
“Mujer, ahí tienes a tu hijo”.
Al encomendarte al apóstol Juan,
y con él a los hijos de la Iglesia,
más aún a todos los hombres,
Cristo no atenuaba, sino que confirmaba,
su papel exclusivo como Salvador del mundo.
Tú eres esplendor que no ensombrece la luz de Cristo,
porque vives en Él y para Él.
Todo en ti es “fiat”: Tú eres la Inmaculada,
eres transparencia y plenitud de gracia.
Aquí estamos, pues, tus hijos, reunidos en torno a ti
en el alba del nuevo Milenio.
Hoy la Iglesia, con la voz del Sucesor de Pedro,
a la que se unen tantos Pastores
provenientes de todas las partes del mundo,
busca amparo bajo tu materna protección
e implora confiada tu intercesión
ante los desafíos ocultos del futuro.

2. Son muchos los que, en este año de gracia,
han vivido y están viviendo
la alegría desbordante de la misericordia
que el Padre nos ha dado en Cristo.
En las Iglesias particulares esparcidas por el mundo
y, aún más, en este centro del cristianismo,
muchas clases de personas
han acogido este don.
Aquí ha vibrado el entusiasmo de los jóvenes,
aquí se ha elevado la súplica de los enfermos.
Por aquí han pasado sacerdotes y religiosos,
artistas y periodistas,
hombres del trabajo y de la ciencia,
niños y adultos,
y todos ellos han reconocido en tu amado Hijo
al Verbo de Dios, encarnado en tu seno.
Haz, Madre, con tu intercesión,
que los frutos de este Año no se disipen,
y que las semillas de gracia se desarrollen
hasta alcanzar plenamente la santidad,
a la que todos estamos llamados.

3. Hoy queremos confiarte el futuro que nos espera,
rogándote que nos acompañes en nuestro camino.
Somos hombres y mujeres de una época extraordinaria,
tan apasionante como rica de contradicciones.
La humanidad posee hoy instrumentos de potencia inaudita.
Puede hacer de este mundo un jardín
o reducirlo a un cúmulo de escombros.
Ha logrado una extraordinaria capacidad de intervenir
en las fuentes mismas de la vida:
Puede usarlas para el bien, dentro del marco de la ley moral,
o ceder al orgullo miope
de una ciencia que no acepta límites,
llegando incluso a pisotear el respeto debido a cada ser humano.
Hoy, como nunca en el pasado,
la humanidad está en una encrucijada.
Y, una vez más, la salvación está sólo y enteramente,
Oh Virgen Santa, en tu hijo Jesús.

4. Por esto, Madre, como el apóstol Juan,
nosotros queremos acogerte en nuestra casa (cf. Jn 19, 27),
para aprender de ti a ser como tu Hijo.
¡“Mujer, aquí tienes a tus hijos”!.
Estamos aquí, ante ti,
para confiar a tus cuidados maternos
a nosotros mismos, a la Iglesia y al mundo entero.
Ruega por nosotros a tu querido Hijo,
para que nos dé con abundancia el Espíritu Santo,
el Espíritu de verdad que es fuente de vida.
Acógelo por nosotros y con nosotros,
como en la primera comunidad de Jerusalén,
reunida en torno a ti el día de Pentecostés (cf. Hch 1, 14).
Qué el Espíritu abra los corazones a la justicia y al amor,
guíe a las personas y las naciones hacia una comprensión recíproca
y hacia un firme deseo de paz.
Te encomendamos a todos los hombres,
comenzando por los más débiles:
a los niños que aún no han visto la luz
y a los que han nacido en medio de la pobreza y el sufrimiento;
a los jóvenes en busca de sentido,
a las personas que no tienen trabajo
y a las que padecen hambre o enfermedad.
Te encomendamos a las familias rotas,
a los ancianos que carecen de asistencia
y a cuantos están solos y sin esperanza.

5. Oh Madre, que conoces los sufrimientos
y las esperanzas de la Iglesia y del mundo,
ayuda a tus hijos en las pruebas cotidianas
que la vida reserva a cada uno
y haz que, por el esfuerzo de todos,
las tinieblas no prevalezcan sobre la luz.
A ti, aurora de la salvación, confiamos
nuestro camino en el nuevo Milenio,
para que bajo tu guía
todos los hombres descubran a Cristo,
luz del mundo y único Salvador,
que reina con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos de los siglos. Amén.

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Juan Pablo II Acto de Consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María

 
 

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Frutos de la Consagración de Portugal al Inmaculado Corazón de María

En 1931 los Obispos portugueses consagraron el país al Inmaculado Corazón de María y lo renovaron en 1938. Entre medio la beata Alexandrina predicó la Consagración del mundo, lo que Pio XII hizo en 1942.

¿Qué sucedió e Portugal luego de la Consagración?. Cuando el Papa y todos los obispos católicos del mundo consagren Rusia al Inmaculado Corazón de María, ¿cual será el resultado? ¿Como será el prometido Triunfo del Inmaculado Corazón de María?

Muchos no se dan cuenta que Dios ya nos ha dado una vislumbre. Eso ocurrió en Portugal, después de que los obispos portugueses consagraran solemnemente su país al Inmaculado Corazón de María el 13 de mayo de 1931.

 

EL RESULTADO DE PORTUGAL

Como resultado de esa consagración, Portugal experimentó un triple milagro:

1. Hubo un Renacimiento Católico magnificente, durante el cual ocurrió un notable resurgimiento de la vida católica;El Cardenal Cerejeira, Patriarca de Portugal, afirmó que las gracias arriba mencionadas, que transformaron completamente la nación, se debieron a Nuestra Señora de Fátima. El afirmó: “Para expresar lo que ha estado ocurriendo aquí durante veinticinco años, el vocabulario portugués no tiene sino una palabra: milagro. Sí, estamos convencidos que debemos la maravillosa transformación de Portugal a la protección de la Santísima Virgen”.

2. Tuvo lugar una milagrosa reforma política y social, de acuerdo con los principios sociales católicos; y

3. Hubo un doble milagro de paz, durante el cual Portugal fue librada tanto de la Guerra Civil Española como de la Segunda Guerra Mundial.

El Cardenal afirmó también, que las múltiples bendiciones que Nuestra Señora obtuvo para Portugal son una muestra de lo que Ella obtendrá para el mundo entero, una vez que Rusia será consagrada debidamente a Su Inmaculado Corazón. “Lo que ha estado ocurriendo en Portugal proclama el milagro”, afirmó. “Y prefigura lo que el Inmaculado Corazón de María ha preparado para el mundo.”

Con la Consagración de Rusia al Inmaculado Corazón, y el Triunfo del Inmaculado Corazón, el mundo entero experimentará las gracias que Portugal experimentó luego de su consagración. Pero, estas serán a escala mundial, y, necesariamente, ¡mucho más notables! Habrá paz a lo largo del mundo. Las naciones aceptarán el reinado de Cristo Rey, y basarán así sus leyes en Sus Leyes. Y la Iglesia Católica será renovada, y todas las gentes y todas las naciones se convertirán a la práctica ferviente de la Fe Católica.

Para una descripción más detallada de la transformación milagrosa de Portugal, que fue la vista previa de lo que el mundo entero experimentará cuando se haga la Consagración Colegial de Rusia, ver “La consagración de Portugal (1931, 1938) y sus frutos”.

 

POR EL NO CUMPLIMIENTO

La historia ha demostrado los resultados de la omisión de consagrar Rusia por parte del Papa y los obispos. Hemos visto guerras incontables y conflictos: la IIa. Guerra Mundial; las guerras de Corea y de Vietnam; incontables revoluciones sangrientas en África, América Latina y el Sudeste Asiático, la reciente Guerra Irakí, etc. También tenemos la guerra que se está librando contra los no-nacidos, incluso en nuestro propio suelo, en la que son asesinados 50 millones de bebés cada año en el mundo.

Por todo lo que ocurre a nuestro alrededor, tenemos la evidencia que no estamos viviendo en el período de paz prometido por Nuestra Señora de Fátima. Sin embargo, todos estos horribles castigos podrían haber sido evitados, y los futuros problemas se evitarán, por la Consagración de Rusia. Ha sido la demora del Papa y los obispos en el cumplimiento de la orden de Dios de realizar la Consagración Colegial de Rusia al Inmaculado Corazón de María, lo que ha permitido que hubieran ocurrido las terribles devastaciones del siglo pasado — después de 1929, cuando fue dada la orden formal para la Consagración. La destrucción continuará intensificándose si no se obtiene la conversión de Rusia; veremos la predicha esclavización de todo el mundo, y la aniquilación real de varias naciones.

Así, las consecuencias de no cumplir con la realización de ese simple acto de consagración son inconmensurables. Debemos rezar para que se haga pronto, y nos veamos librados de la esclavización y la aniquilación. Tal como el primer Papa, San Pedro, fue liberado de la prisión por la oraciones de los primeros cristianos, nuestro Papa actual puede ser igualmente ayudado por nuestras oraciones, para que finalmente obedezca los pedidos del Cielo y consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María.

 

LAS CONSAGRACIONES DE PORTUGAL (1931, 1938) Y SUS FRUTOS

Cuando el Papa, junto con todos los obispos del mundo, consagre Rusia al Inmaculado Corazón de María, ¿que veremos?, ¿como será el Triunfo del Inmaculado Corazón de María? Mucha gente no sabe que Nuestra Señora ya dio al mundo un indicio, un preludio, de como será el Triunfo de Su Inmaculado Corazón. Ella hizo eso en Portugal después de que los obispos portugueses consagraron su nación — por su nombre — al Inmaculado Corazón, el 13 de mayo de 1931.

Tal parece que Nuestra Señora usó a Portugal para demostrar en un nivel nacional lo que Ella hará con el mundo entero cuando el Papa, en unión con los obispos del mundo, consagre Rusia a Su Inmaculado Corazón. Quizás Nuestra Señora también nos dio esta prevista para que una insípida y pan-religiosa ‘civilización del amor’, nunca pueda disfrazarse exitosamente como el Triunfo de la Reina del Cielo.

 

LA CONSAGRACIÓN DE PORTUGAL (1931)

El 13 de mayo de 1931, en presencia de 300.000 fieles, quienes habían ido a Fátima para el evento, los obispos de Portugal consagraron solemnemente su nación al Inmaculado Corazón de María. Estos buenos obispos pusieron Portugal bajo la protección de Nuestra Señora, para preservarla del contagio comunista que se estaba difundiéndose a través de Europa, y especialmente en España. Como resultado de esa Consagración, Portugal experimentó un triple milagro. Nosotros trazaremos aquí las líneas generales de este milagro.

1) Hubo un magnífico renacimiento católico, un gran renacimiento de la vida católica, tan notable que aquellos quienes vivieron a través de él, lo atribuyeron, incuestionablemente, a la obra de Dios. Durante ese período, Portugal gozó de un drástico aumento en las vocaciones sacerdotales. El número de religiosos casi se cuadruplicó en 10 años. Las comunidades religiosas crecieron igualmente. Hubo una vasta renovación de la vida cristiana, que se mostró en muchas áreas, incluyendo el desarrollo de la prensa católica, la radio católica, las peregrinaciones, los retiros espirituales, y un robusto movimiento de Acción Católica se integró en el marco de la vida parroquial y diocesana.

Este renacimiento católico fue de tal magnitud, que los obispos de Portugal, declararon en una Carta Pastoral colectiva de 1942: “Cualquiera que hubiera cerrado los ojos hace veinticinco años y los
abriera ahora, ya no reconocería a Portugal; tan vasta es la transformación obrada por el modesto e invisible factor de la aparición de la Santísima Virgen en Fátima. Verdaderamente, Nuestra Señora quiere salvar a Portugal”.1

2) Hubo un milagro de reforma política y social, de acuerdo con los principios sociales católicos. Poco después de la Consagración de 1931, un lider católico ascendió al poder en Portugal, Antonio Salazar, quien inauguró un programa católico contra-revolucionario. Salazar procuró crear, tanto como le fue posible, un orden social católico en donde las leyes del gobierno y las instituciones sociales harmonizaran con la Ley de Cristo, Su Evangelio y Su Iglesia.2 Fiero adversario del socialismo y del liberalismo, se opuso “a todo lo que rebaja, divide o disuelve la familia”.3

El presidente Salazar no solamente lo dijo: él promugó una legislación para protejer a la familia, incluyendo leyes que reprobaban el divorcio. Una de tales leyes decía, “En armonía con las características esenciales del Matrimonio católico: es comprensible que por el mismo hecho de la celebración de un Matrimonio canónico, los esposos renuncian al derecho legal de pedir el divorcio”.4 El efecto de esta ley fue que los Matrimonios católicos no disminuyeron en número, sino que se incrementaron, ya que para 1960, cerca del 91 por ciento de los que se celebraron en el país fueron Matrimonios canónicos.

Esa es una civilización de amor y no la que tenemos a la vista, entrados en el Tercer Milenio.

3) Y hubo un doble milagro de paz como resultado de la Consagración. Portugal fue preservada del terror comunista, especialmente el de la Guerra Civil Española, que bramó a sus puertas. Portugal también fue preservada de las devastaciones de la Segunda Guerra Mundial.

 

LA CONSAGRACIÓN DE PORTUGAL (1938)

En lo referido a la Guerra Civil Española, los obispos portugueses habían prometido en 1936 que si Nuestra Señora protegía a Portugal del Comunismo, ellos expresarían su gratitud renovando la Consagración Nacional al Inmaculado Corazón de María. Fieles a su palabra, el 13 de mayo de 1938, ellos renovaron la Consagración de Portugal al Inmaculado Corazón en acción de gracias por la protección de Nuestra Señora. El Cardenal Cerejeira reconoció públicamente:

Desde que Nuestra Señora de Fátima se apareció en 1917 … Una especial bendición de Dios ha descendido sobre la tierra de Portugal … especialmente si nosotros consideramos los dos años que han pasado desde nuestro voto, uno no puede dejar de reconocer que la mano invisible de Dios ha protegido a Portugal, librándola del flagelo de la guerra y de la lepra del ateísmo comunista.

Incluso, el Papa Pío XII expresó asombrado que Portugal fue librada de los horrores de la Guerra Civil Española y de la amenaza comunista. En una alocución al pueblo portugués, el Papa habló “del Peligro Rojo, tan amenazante y tan cercano a vosotros, y sin embargo evitado de manera tan inesperada.”5

Los portugueses pasaron este primer peligro indemnes, pero inmediatamente había un segundo peligro que saltaba a la vista. Iba a estallar la 1ª Guerra Mundial.

El 6 de febrero de 1938, siete meses antes de la declaración de la guerra, la Hermana Lucía escribió a su obispo, Mons. da Silva. Ella le dijo que la guerra era inminente, pero luego habló de una promesa milagrosa. Ella dijo: “en esta guerra horrible, Portugal será librada por la consagración nacional al Inmaculado Corazón de María hecha por los obispos.”6

Y Portugal fue librada de los horrores de la guerra; los detalles de esto son muy numerosos para ser relatados aquí.7 Aún más notable, la Hermana Lucía escribió al Papa Pío XII el 2 de diciembre de 1940, para decirle que Portugal estaba recibiendo protección especial durante la guerra, que otras naciones hubieran recibido si los obispos hubieran consagrado sus naciones al Corazón Inmaculado de María. Así lo escribió:

Santísimo Padre: Nuestro Señor promete que, durante la guerra, nuestro País recibirá una protección especial, gracias a la Consagración de Portugal al Corazón Inmaculado de María, realizada por los Prelados portugueses; y sirve como prueba de las gracias que le serían concedidas a otras naciones, si también fuesen consagradas a Ella.8

De la misma manera, el Cardenal Cerejeira no dudó en atribuir a Nuestra Señora de Fátima las grandes gracias que habían sido obtenidas por Portugal durante ese tiempo. El 13 de mayo de 1942, él dijo,

Para expresar lo que ha estado ocurriendo aquí durante veinticinco años, el vocabulario portugués no tiene sino una palabra: milagro. Sí, estamos firmemente convencidos de que debemos a la protección de la Santísima Virgen la maravillosa transformación de Portugal.9

El Cardenal Cerejeira explicó más adelante que las milagrosas bendiciones que Nuestra Señora obtuvo para Portugal debido a la Consagración de 1931, fueron una visión anticipada de lo que Ella haría por el mundo entero después que Rusia fuera consagrada debidamente a Su Inmaculado Corazón. El Cardenal dijo: “Lo que ha ocurrido en Portugal proclama el milagro, y preanuncia lo que Inmaculado Corazón de María ha preparado para el mundo”.10

Por tanto, no es difícil de comprender porqué en ese tiempo Portugal fue llamado la “Vidriera de Nuestra Señora”. Y ese triple milagro de Portugal no es sino una presentación de como la Consagración colegial de Rusia afectará a Rusia y al mundo.

Notas:
1. Carta Pastoral Colectiva para el Jubileo de las Apariciones, en 1942, Merv. XX’s, p. 338. Citada de The Whole Truth About Fatima, Vol. II: The Secret and the Church, Frère Michel de la Sainte Trinité (edición inglesa, Immaculate Heart Publications, Buffalo, NY, 1989) p. 410.
2. La influencia de Salazar en el gobierno portugués fue creciendo desde 1928. En 1933 se convirtió en Presidente del Consejo. Más tarde, Salazar recibió el elogio y la bendición del Papa Pío XII. El Papa Pío dijo: “Lo bendigo con todo mi corazón, y abrigo el deseo más ardiente que pueda completar exitosamente su obra de restauración nacional, tanto espiritual como material”. Citado de The Whole Truth About Fatima, Vol. II, p. 412.
3. Ibid., p. 415. (palabras textuales de Salazar)
4. Ibid., p. 421.
5. Ibid., p. 422.
6. Ibid., p. 427-428.
7. Ver The Whole Truth About Fatima, Vol. II, pp. 369-439.
8. Ibid., p. 428.
9. Ibid., p. 405. El Cardenal Cerejeira dijo estas palabras en 1942, durante el Jubileo en celebración de las apariciones de Fátima.
10. Cardenal Cerejeira, Prefacio a Jacinta (1942), Obras Pastorais, Vol. II, p. 333. Cf. también su homilía del 13 de mayo de 1942, Merv. XX’s, p. 339. Citado de The Whole Truth About Fátima, Vol. II, p. 437.

Fuente: www.fatima.org

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Las preguntas que se hacen respecto a la Consagración del mundo al Corazón de María por Francisco

Algunos “hilos sueltos”.

 

El fin de semana pasado el Papa Francisco hizo un acto de misticismo al Consagrar el Mundo al Inmaculado Corazón de María, en realidad una re consagración, a los pies de la imagen de la Virgen de Fátima, imitando a tres papas anteriores.

 

Papa_Francisco_consagrando el mundo

 

La estatua principal del sitio de las apariciones en Cova da Iría, Portugal, se transportó al Vaticano y la recibió el Papa, quien oró ante ella. Al día siguiente, el domingo (13/10/13), consagró al mundo a su Inmaculado Corazón, siendo el cuarto Papa en llevar a cabo tal consagración (las anteriores fueron Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo II).

LAS COSAS QUE NO SE MENCIONARON

En la oración del papa no se mencionó específicamente a Rusia, como sus predecesores tampoco lo hicieron. En 1917 y también en 1929 (en un mensaje de la Virgen de Fátima a la Hermana Lucía en Tuy), María había pedido la consagración de Rusia, para evitar que siguiera expandiendo su errores. Ver aquí. Cabe consignar que no estaba prevista que Francisco consagrara a Rusia.

Y si bien la Hermana Lucía había dicho que la última consagración de Juan Pablo II en 1984 había cumplido la solicitud y que los resultados se observaron en la desintegración de la Unión Soviética, los “famimistas” siguen insistiendo en que la consagración aún no se realizó como la Virgen la pidió, una consagración específicamente de Rusia y de parte de todos los obispos al unísono.

A pesar de la hermosa oración, que puede leerse aquí, Francisco omitió además tres palabras centrales, “consagración”, “Inmaculado Corazón de María” y “mundo”, que constaban en el anuncio Vaticano, de que Franciso iba a consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María, slogan que todos manejamos actualmente, y que damos por hecho, aunque formalmente no se hayan verbalizado.

Cabe recordar que en la consagración del Vaticano a San José y San Miguel Arcángel, realizada el 5 de julio de 2013 en los jardines del Vaticano, Francisco mencionó especificamente la palabra “consagración”, de modo que no se puede considerar que la omisión en la oración del fin de semana pasado sea por un estilo de oración que el Papa cultiva.

La ausencia de estas 4 palabras: Rusia, consagración, Imaculado Corazón de María y mundo, probablemente sea una omisión deliberada.

Pueden haber muchas hipótesis para explicarlo. Pero quizás la más plausible sea que Francisco no quiere quedar muy asociado a las apariciones marianas, que implicaría usar las mismas palabras que manifestó la Hermana Lucía que le dijo María.

Y esto puede deberse a dos motivos.

Uno es la resistencia dentro de la la iglesia de los llamados “católicos racionales” que descreen de las aparciones, simbolizado en el Obispo de Mostar que estuvo a punto de declarar formalmente no sobrenaturales las apariciones de Medjugorje. En realidad el problema del obispo, Mons. Ratko Peric, es con las apariciones en general, lo que puede leerse aquí. Este movimiento se expresa contra las apariciones no aprobadas por el Vaticano, ya que no es políticamente correcto oponerse públicamente a las aprobadas, como Fátima, pero aún hay resistencias respecto a estas.

Y el segundo punto es que cada vez más mensajes, supuestamente de María (muchísimos de los cuales son un mamarracho), mencionan que estamos en el punto en que vendría una intervención divina decisiva en la tierra. Las dos profecías más consolidadas al respecto son las de Garabandal y Medjugorje, que mencionan que los eventos se producirían en vida de los videntes; y cabe notar que los videntes de Garabandal rondan los 60 anos y los de Medjugorje los 50. Ver aquí. Pero en realidad ambas profecías vienen desde Fátima, son herederas de la aparación portuguesa. Y si el Papa usa las palabras clave, de alguna manera estaría usando los símbolos de una profecía, que pondría en un aprieto al timón de la Iglesia si no se cumplieran.  

LO QUE ESTUVO

Estuvo Akita: este sitio en Japón fue nombrado oficialmente como uno de los diez santuarios de todo el mundo invitado a participar en el fin de semana mariano. Eso es significativo porque Akita ha involucrado mensajes dramáticos sobre el futuro y una estatua que llora. Su mensaje final fue el 13 de octubre de 1973, como el de Fátima, ver aquí.

Estuvo Medjugorje, el lugar de las apariciones aún no aprobadas en Bosnia-Herzegovina. A pesar de que no fue nombrado en la lista oficial, también fue invitado a participar y fue representado por el pastor de la iglesia local junto con cuarenta y cinco aldeanos en Roma. Y además, durante el fin de semana, tres obispos y un arzobispo concelebraron la misa en el lugar de las apariciones.

LAS CONSAGRACIONES REALIZADAS HASTA LA FECHA

Todavía no está claro por qué Francisco decidió renovar la Consagración, aunque probablemente se puede atribuir a su fuerte devoción mariana, la que incluyen a Fátima, pero también hay que recordar que desde el inicio, Francisco pidió la protección de Fátima para su pontificado. El 13 de mayo del 2013 consagró su pontificado a Fátima, ver aquí.

Hay muchos aspectos fascinantes de las consagraciones y sus historias.

Siendo en gran parte desconocida, fueron los obispos portugueses, que actuando sobre la solicitud de Fátima original, pidieron al Papa Pío XI consagrar el mundo (sin mención específica de Rusia) al Inmaculado Corazón de María en 1938. Al parecer, no tuvo la oportunidad y decidió no actuar sobre esta petición.

Esto aparentemente inició la tendencia de la consagración del mundo en lugar de mencionar a Rusia en particular. ¿Fue porque – geopolíticamente – no convenía señalar a la nación para evitar incidentes con la Unión Soviética? ¿O, simplemente, porque los Papas han considerado que el acto de mencionar a todo el mundo, obviamente, incluye a Rusia?

Sorprendentemente, en 1940, la Hermana Lucía escribió al próximo Papa, Pío XII, diciendo:

«En 1929, a través de otra aparición, la Virgen pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, prometiendo su conversión a través de este medio y la obstaculización de la propagación de sus errores. Algún tiempo después le dije a mi confesor de la petición de la Virgen. Él trató de cumplir haciéndoselo conocer a Pío XI. En varias comunicaciones íntimas nuestro Señor no ha dejado de insistir en esta solicitud, con la promesa últimamente, de acortar los días de la tribulación que Él ha decidido para castigar a las naciones por sus crímenes, por medio de la guerra, el hambre y varias persecuciones a la Santa Iglesia y a Su Santidad, si usted consagra el mundo al Corazón Inmaculado de María, con una mención especial para Rusia, y que todos los obispos del mundo hagan lo mismo en unión con Su Santidad».

Ella dijo que las consagraciones hasta 1984 no habían cumplido todas las solicitudes. En la consagración de 1984, Juan Pablo II – que él mismo vio un milagro del sol mientras se recuperaba del atentado contra su vida –  consagró al mundo entero.

Fue esta consagración de 1984 que dijo la Hermana Lucía que el cielo aceptó como válida según los requerimientos de la Virgen y del Señor. Y en la que muchos ven la causa de la caída del muro de Berlín en 1989 y la disolución de la Unión Soviética en 1991.

Fuentes: Spirit Daily, Signos de estos Tiempos

 

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Oración de Francisco a los pies de la Virgen de Fátima como consagración

Una peculiar oración de consagración.

 

Ante una multitudinaria presencia de fieles, el Papa Francisco consagro el mundo a María. Las noticias que se habían difundido esra que el Papa Francisco iba a Consagrar el Mundo al Inmaculado Corazón de María, y el domingo 13 de octubre realizó una oración a los pies de la imagen de la Virgen de Fátima, traída desde Cova da Iría, donde no mencionó ni la palabra Consagración, ni Inmaculado Corazón de María ni Mundo.

 

virgen de fatima

 

Texto completo de la oración que recitó el santo padre a los pies de la Imagen de la Virgen de Fátima

Bienaventurada María, Virgen de Fátima,
con renovada gratitud por tu presencia materna
unimos nuestra voz a la de todas las generaciones
que te llaman bienaventurada.

Celebramos en ti las grandes obras de Dios,
que nunca se cansa de inclinarse
con misericordia sobre la humanidad afligida por el mal
y herida por el pecado, para sanarla y salvarla.

Acoge con benevolencia de madre
el acto por el nos ponemos hoy bajo tu protección
con confianza, ante esta tú imagen
tan querida por todos nosotros.

Estamos seguros que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos
y que nada te es ajeno de todo lo que habita en nuestros corazones.

Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada
y recibimos la caricia consoladora de tu sonrisa.

Proteje nuestra vida entre tus brazos:
bendice y refuerza cada deseo de bien; reaviva y alimenta la fe;
sostiene e ilumina la esperanza; suscita y anima la caridad;
guíanos a todos nosotros en el camino de la santidad.

Enséñanos tu mismo amor de predilección hacia los pequeños y los pobres,
hacia los excluidos y los que sufren, por los pecadores
y por los que tienen el corazón perdido:

reúne a todos bajo tu protección y a todos entrégales
a tu Hijo dilecto, el Señor Nuestro, Jesús.

Amén.

 

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La Virgen de Fátima llega al Vaticano, la recibe Francisco, misa, homilía, Rosario

Detalles, homilía completa y vigilia en los 10 santuarios marianos.

 

La imagen original de la Virgen de Fátima, que ha salido del santuario portugués de Cova de Iria en contadas ocasiones, llegó al Vaticano en helicóptero y fue trasladada  en procesión primero al monasterio Mater Dei, donde se aloja el papa emérito Benedicto XVI, después a la residencia de Santa Marta, donde vive el Francisco, ambas en el interior del Vaticano. Y posteriormente a una plaza de San Pedro repleta, de fieles que agitaban sus pañuelos blancos.

 

imagen de virgen de fátima en el vaticano

 

La imagen entró cargada por cuatro Heraldos del Evangelio y escoltada por la Guardia Suiza hasta el obelisco central de la plaza. Allí los sediarios pontificios pasaron a llevar la imagen de María, que la representa cuando se apareció en 1917 a los tres pastorcitos en Fátima.

Mientas el coro de la pontificia Capilla Sixtina cantaba “el 13 de mayo” la imagen fue desde el obelisco, cargada por los ‘sediarios’ y acompañada por dos guardias suizos y dos gendarmes vaticanos hacia la basílica, en cuya explanada le esperaba el papa Francisco.

Allí el santo padre se acercó y la beso. A continuación se rezó la Vía Matris, oración mariana de siete estaciones, intercalándola con música, también de instrumentos como el arpa.

Después de la homilía en la que el santo padre invita a tener confianza en María, pues ella nos puede ayudar a resolver los nudos de conciencia más difíciles, y de agradecerle por su fe, impartió la bendición y se cantó la Salve Regina.

Desde la plaza de San Pedro la imagen fue al helipuerto del Vaticano, desde donde partió hacia el santuario del Divino Amor, a 15 kilómetros de allí, para la vigilia internacional con nueve santuarios del mundo.

TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO A LOS PÍES DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DEL SANTUARIO DE FÁTIMA, EN LA JORNADA MARIANA

Queridos hermanos y hermanas?:

Estamos aquí, en este encuentro del Año de la fe dedicado a María, Madre de Cristo y de la Iglesia, Madre nuestra. Su imagen, traída desde Fátima, nos ayuda a sentir su presencia entre nosotros. María siempre nos lleva a Jesús. Es una mujer de fe, una verdadera creyente. ¿Cómo es la fe de María?

El primer elemento de su fe es éste: La fe de María desata el nudo del pecado (cf. lg, 56). ¿Qué significa esto? Los Padres conciliares han tomado una expresión de san Ireneo que dice así: «El nudo de la desobediencia de Eva lo desató la obediencia de María. Lo que ató la virgen Eva por su falta de fe, lo desató la Virgen María por su fe».

El «nudo» de la desobediencia, el «nudo» de la incredulidad. Cuando un niño desobedece a su mamá o a su papá, podríamos decir que se forma un pequeño «nudo». Esto sucede si el niño actúa dándose cuenta de lo que hace, especialmente si hay de por medio una mentira; en ese momento no se fía de la mamá o del papá.

Ustedes lo saben. ¡Cuántas veces pasa esto! Entonces, la relación con los padres necesita ser limpiada de esta falta y, de hecho, se pide perdón para que haya de nuevo armonía y confianza.

Algo parecido ocurre en nuestras relaciones con Dios. Cuando nosotros no lo escuchamos, no seguimos su voluntad, cometemos actos concretos en los que mostramos falta de confianza en él – y esto es pecado –, se forma como un nudo en nuestra interioridad. Estos nudos nos quitan la paz y la serenidad. Son peligrosos, porque varios nudos pueden convertirse en una madeja, que siempre es más doloroso y más difícil de deshacer.?Pero para la misericordia de Dios nada es imposible. Hasta los nudos más enredados se deshacen con su gracia. Y María, que con su «sí» ha abierto la puerta a Dios para deshacer el nudo de la antigua desobediencia, es la madre que con paciencia y ternura nos lleva a Dios, para que él desate los nudos de nuestra alma con su misericordia de Padre.

Cada uno de nosotros tiene algunos y podemos pedirnos dentro de nuestros corazones cuáles son los en mi vida. ¡Eh padre! Los míos no se pueden desatar. Es una equivocación. Todos los nudos de la conciencia pueden desatarse. Pido a María que me ayude a tener confianza en la misericordia de Dios, para desatarlos, para cambiar. Ella, mujer de fe, seguro que nos dirá: ve adelante, ve a lo del Señor y ella nos lleva como madre al abrazo del Padre de la misericordia. ¿Le pido a María que me ayude a tener confianza en la misericordia de Dios para cambiar?

Segundo elemento: la de fe de María da carne humana a Jesús. Dice el Concilio: «Por su fe y obediencia engendró en la tierra al Hijo mismo del Padre, ciertamente sin conocer varón, cubierta con la sombra del Espíritu Santo» (lg, 63). Este es un punto sobre el que los Padres de la Iglesia han insistido mucho: María ha concebido a Jesús en la fe, y después en la carne, cuando ha dicho «sí» al anuncio que Dios le ha dirigido mediante el ángel.

¿Qué quiere decir esto? Que Dios no ha querido hacerse hombre ignorando nuestra libertad, ha querido pasar a través del libre consentimiento de María, de su «sí».?Y Dios le ha pedido: ¿Estás dispuesta a esto? Y ella dijo sí.

Pero lo que ha ocurrido en la Virgen Madre de manera única, también nos sucede a nosotros a nivel espiritual cuando acogemos la Palabra de Dios con corazón bueno y sincero y la ponemos en práctica. Es como si Dios adquiriera carne en nosotros. Él viene a habitar en nosotros, porque toma morada en aquellos que le aman y cumplen su Palabra.?No es fácil entender esto pero sí sentirlo en el corazón.

Pensamos que la encarnación de Jesús es sólo algo del pasado, que no nos concierne personalmente? Creer en Jesús significa ofrecerle nuestra carne, con la humildad y el valor de María, para que él pueda seguir habitando en medio de los hombres; significa ofrecerle nuestras manos para acariciar a los pequeños y a los pobres; nuestros pies para salir al encuentro de los hermanos; nuestros brazos para sostener a quien es débil y para trabajar en la viña del Señor; nuestra mente para pensar y hacer proyectos a la luz del Evangelio; y, sobre todo,ofrecerlenuestro corazón para amar y tomar decisiones según la voluntad de Dios. Todo esto acontece gracias a la acción del Espíritu Santo.Y así somos instrumentos de Dios para que Jesús actúe en el mundo a través de nosotros.

El último elemento es la fe de María como camino: El Concilio afirma que María «avanzó en la peregrinación de la fe» (lg, 58). Por eso ella nos precede en esta peregrinación, nos acompaña y nos sostiene.?¿En qué sentido la fe de María ha sido un camino? En el sentido de que toda su vida fue un seguir a su Hijo: él es la vía, él es el camino. Progresar en la fe, avanzar en esta peregrinación espiritual que es la fe, no es sino seguir a Jesús; escucharlo y dejarse guiar por sus palabras; ver cómo se comporta él y poner nuestros pies en sus huellas, tener sus mismos sentimientos y actitudes:

¿Y cuáles son las actitudes e Jesús? Humildad, misericordia, cercanía, pero también un firme rechazo de la hipocresía, de la doblez, de la idolatría. La vía de Jesús es la del amor fiel hasta el final, hasta el sacrificio de la vida; es la vía de la cruz.

Por eso, el camino de la fe pasa a través de la cruz, y María lo entendió desde el principio, cuando Herodes quiso matar a Jesús recién nacido. Pero después, esta cruz se hizo más pesada, cuando Jesús fue rechazado. María estaba siempre con Jesús, lo seguía a Jesús en medio al pueblo y escuchaba sus chismeríos, las odiosidades, de quienes no lo querían. Y esta cruz ella la llevó.

La fe de María afrontó entonces la incomprensión y el desprecio; y cuando llegó la «hora» de Jesús, la hora de la pasión: la fe de María fue entonces la lamparilla encendida en la noche.Esa lamparilla en plena noche.María veló durante la noche del sábado santo. Su llama, pequeña pero clara, estuvo encendida hasta el alba de la Resurrección; y cuando le llegó la noticia de que el sepulcro estaba vacío, su corazón quedó henchido de la alegría de la fe, la fe cristiana en la muerte y resurrección de Jesucristo.

Porque siempre la fe nos lleva a la alegría y ella es la madre de la alegría que nos enseña a vivir y caminar por este camino de alegría y a vivir esta alegría.Este es el punto culminante,esta alegría del encuentro de Jesús y María. Este es el punto culminantedel camino de la fe de María y de toda la Iglesia. ¿Cómo es nuestra fe? ¿La tenemos encendida como María también en los momentos difíciles, en esos momentos de oscuridad? ¿Tengo la alegría de la fe?

Esta tarde, María, te damos gracias por tu fe mujer fuerte y humilde y renovamos nuestra entrega a ti, Madre de nuestra fe. ?Amen

Homilía de Francisco al recibir a la Virgen de Fátima en el Vaticano el 12 de octubre de 2013

Vigilia mariana con los 10 santuarios desde el santuario del Divino Amor, con Santo Rosario, el 12-13 de octubre 2013

Fuentes: Vaticano, Populat TV Murcia, Signos de estos Tiempos

 

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Detalles de la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María por Francisco

En el aniversario de la Danza del Sol en Fátima.

 

El domingo 13 de octubre el papa Francisco consagra el mundo al Inmaculado Corazón de María. Desde el día anterior se realizará una jornada mariana a la que fueron invitados a estar en directo varios santuarios marianos de todo el mundo.

 

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Se trata de uno de los eventos centrales del Año de la Fe convocado por Benedicto XVI y que culminará en la solemnidad de Cristo Rey, el día 24 de noviembre.

El programa oficial comienza el día 12 de octubre e incluye la Peregrinación a la Tumba del Apóstol Pedro, el sacramento de la Penitencia, el rezo del Santo Rosario y una vigilia de oración (ver programa detallado).

La estatua original de la Virgen de Fátima, que todavía lleva en la corona uno de los proyectiles del atentado del 13 de mayo de 1981 en contra de Juan Pablo II, llegará a la plaza San Pedro el sábado 12 de octubre por la tarde, y Francisco la estará esperando. Es la décima salida, en poco menos de un siglo, de la imagen conservada en la capillita de las apariciones de Fátima.

Por la tarde, la estatua será llevada al santuario romano del Divino Amor, en donde habrá una vigilia de oración. El 13 de octubre por la mañana, la estatua volverá a la plaza San Pedro, en donde el Papa celebrará la misa y hará el acto de consagración del mundo al Inmaculado Corazón de María. El folleto oficial de las oraciones ya ha sido publicado en lengua italiana (ver documento).

«Será la primera vez que esta imagen no estará en Fátima en una gran peregrinación y aniversario, porque siempre la celebramos de mayo a octubre los días 12 y 13», comentó el Rector del Santuario, P. Carlos Cabecinhas.  La Capilla del Santuario no quedará desierta. En su lugar estará la Imagen Peregrina, que recorrió el mundo en la década de 1940.

SANTUARIOS MARIANOS SE UNEN A LA CONSAGRACIÓN

Además de las miles de personas físicamente presentes en la Eucaristía, muchos se unirán a través de los medios de comunicación y otros se harán presentes en los diez santuarios marianos invitados a tomar parte de la Jornada. Estos lugares de especial presencia y devoción mariana son los Santuarios de Aparecida (Brasil), Nazareth (Israel), Lourdes (Francia), Vailankanni (India), Czestochowa (Polonia), Nairobi (Kenia), Banneux (Bélgica), Akita (Japón), Washington (EE.UU.) y Luján (Argentina).

La transmisión en directo de la Eucaristía de la Jornada Mariana durante la cual se realizará la Consagración del Mundo al Inmaculado Corazón de María (y la cuenta regresiva para el evento) puede ser vista a través del siguiente vínculo.

LAS CONSAGRACIONES

La primera de las consagraciones del mundo a la Virgen de Fátima fue durante el Pontificado de Papa Pacelli. El 31 de octubre de 1942, en medio de la Segunda Guerra Mundial y en perfecto portugués, Pío XII consagró el mundo al corazón inmaculado. En esa ocasión hizo una alusión velada a Rusia, según la petición que había hecho la Virgen a los tres pastores de Fátima. Otra consagración se llevó a cabo justamente en la Plaza San Pedro; la hizo Juan Pablo II el 25 de marzo de 1985, en un momento en el que la tensión debido a los misiles europeos era altísima.

La estatua original volvió al Vaticano en el año 2000, el 8 de octubre. En aquella ocasión, Juan Pablo II, ante 1500 obispos de todo el mundo, confió el nuevo milenio a la Virgen, pronunciado palabras que entonces, once meses antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001, no fueron comprendidas. Dijo que la humanidad se encontraba en una encrucijada y que podía transformar al mundo en un jardín lleno de flores o en una montaña de escombros.

FRANCISCO Y FATIMA

El Papa Francisco hizo una alusión a la Virgen de Fátima durante su primer Ángelus como Pontífice, el domingo 17 de marzo de 2013, cuando recordó el peregrinaje de una de las copias de la estatua por el mundo.

“Recuerdo, cuando era apenas obispo, en 1992, llegó a Buenos Aires la Virgen de Fátima y se hizo una gran misa por los enfermos. Yo fui a confesar…”.

Francisco contó entonces la anécdota de una anciana que se confesó en esa ocasión con él y le dijo, sorprendiéndolo por la profunda sencillez de su fe:

“Si el Señor no perdonara todo, no existiría el mundo”.

Un mes después, el patriarca de Lisboa, el cardenal José Policarpo, anunció que Francisco le había pedido que consagrara su Pontificado a la Virgen de Fátima:

“El Papa Francisco me pidió dos veces que yo consagre su nuevo ministerio a Nuestra Señora de Fátima”.

El acto de consagración se llevó a cabo el 13 de mayo de 2013.

“Estamos a tus pies, los obispos de Portugal junto a esta multitud de peregrinos, en el 96° aniversario de tu aparición a los pastorcillos –recitó Policarpo– para realizar el deseo de Papa Francisco, claramente manifestado, de consagrar a ti, Virgen de Fátima, su ministerio de obispo de Roma y pastor universal”.

El hecho de que Francisco haya visitado en diferentes ocasiones, para rezar, la Basílica romana de Santa María Mayor demuestra que Francisco no tiene ningún problema a la hora de manifestar públicamente su devoción mariana.  Justamente el ícono mariano de la “Salus Populi Romani” estuvo presente en la Plaza San Pedro durante la vigilia por la paz en Siria al final de la jornada de oración y ayuno del sábado 7 de septiembre.

Fuentes: Gaudium Press, Vatican Insider, Signos de estos Tiempos

 

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