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A la Sangre de Cristo DEVOCIONES Y ORACIONES Oraciones de Exorcismo

Oración exorcista a la Preciosa Sangre de Cristo

Señor Jesús, en Tu Nombre, y con el poder de Tu Sangre Preciosa sellamos toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.

Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno, y en el mundo en el cual nos moveremos hoy.

Con el poder de la Sangre de Jesús rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Angeles.

Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos, y los bienes que El generosamente nos envía para nuestro sustento.

Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia.

Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas).

Con el poder de la Sangre de Jesús sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.

Con Tu Sangre preciosa sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria a fin de que Tu paz y Tu Corazón al fin reinen en ella.

Te agradecemos Señor por Tu Sangre y por Tu Vida, ya que gracias a Ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Amén.

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Rosario a la Preciosa Sangre de Jesucristo

Este es el Rosario Dictado Por Jesús a Bernabé Nwoye, cuya historia puede verse en Apariciones a Bernabé Nwoye y la devoción a la Preciosa Sangre

 

Doce promesas de Nuestro Señor Jesucristo a quien devotamente rece el Rosario de la Preciosa Sangre

1. Yo prometo proteger de los ataques del maligno a quien devotamente rece este rosario.
2. Yo preservaré sus cinco sentidos.
3. Yo lo protegeré de una muerte súbita.
4. Doce horas antes de su muerte, beberá Mi Sangre Preciosa y comerá Mi Cuerpo.
5. Veinticuatro horas antes de su muerte, le mostraré Mis cinco Llagas, para que sienta un profundo arrepentimiento de todos sus pecados, y tenga perfecto conocimiento de ellos.
6. Quien rece este Rosario como novena, conseguirá lo que pide. Su oración será contestada.
7. Yo realizaré muchos milagros maravillosos a través del rezo de este Rosario.
8. A través de esta oración, destruiré muchas sociedades secretas, y liberaré muchas almas atadas, por medio de Mi Misericordia.
9. A través de este Rosario, salvaré muchas almas del Purgatorio.
10. Yo le mostraré Mi camino a quien honre Mi Preciosa Sangre con este Rosario.
11. Yo tendré misericordia de aquellos que tengan misericordia de Mis Preciosas Llagas y Sangre.
12. Quienquiera que enseñe esta oración a otra persona, ganará una indulgencia de cuatro años.

 

ROSARIO A LA PRECIOSA SANGRE

En la Cruz – En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

Oración al Espíritu Santo.

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de Tus fieles, y enciende en ellos el fuego de Tu amor. Envía Tu Espíritu y todo será creado. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos: Oh Dios, que instruiste los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que animados y guiados por este mismo Espíritu, aprendamos a obrar rectamente siempre, y gocemos de la dulzura del Bien y de Sus divinos consuelos.

Por Cristo Nuestro Señor. Así sea.

CREDO: Creo en Dios Padre…

 (inclinando la cabeza)

¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre!

Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! 

En la cuenta blanca: Padre Nuestro…

En las tres cuentas rojas: Ave María… (3 veces), Gloria al Padre… 

En la cuenta blanca: (inclinando la cabeza)

¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

 

PRIMER MISTERIO: La Mano derecha de Nuestro Señor Jesús, es clavada.

 (pausa para breve meditación)

Oración: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano derecha, y por el dolor causado por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, salve a los pecadores del mundo entero y convierta muchas almas! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! 

Padre Nuestro… Ave María.

En las 12 cuentas rojas:

L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!

R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!

Gloria al Padre…

En la cuenta blanca: (inclinando la cabeza)

 ¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre. Amén.

 

SEGUNDO MISTERIO: La Mano izquierda de Nuestro Señor Jesús es clavada.

(pausa para breve meditación)

Oración: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Mano izquierda, y por el dolor causado por el clavo que la atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, salve almas del purgatorio y proteja a los moribundos de los ataques de los espíritus infernales! Amén

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!

Padre Nuestro -Ave María

En las 12 cuentas rojas:

L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!

R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero! 

Gloria al Padre…

En la cuenta blanca: (inclinando la cabeza)

¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

 

TERCER MISTERIO: El pie derecho de Nuestro Señor Jesús es clavado.

(pausa para breve meditación)

Oración: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Pie derecho y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella, cubra los cimientos de la Iglesia Católica contra los planes del reino oculto y los hombres malignos!. Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! 

Padre Nuestro -Ave María

En las 12 cuentas rojas:

L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!

R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero! Gloria al Padre…

En la cuenta blanca: (inclinando la cabeza)

¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

 

CUARTO MISTERIO: El Pie izquierdo de Nuestro Señor Jesús es clavado.

(pausa para breve meditación)

Oración: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Pie izquierdo, y por el dolor causado por el clavo que lo atravesó, la Preciosa Sangre que brota de ella nos proteja en todos nuestros caminos de los planes y ataques de los espíritus malignos y sus agentes! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! 

Padre Nuestro -Ave María

En las 12 cuentas rojas:

L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!

R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero!

Gloria al Padre…

En la cuenta blanca: (inclinando la cabeza)

¡Que la Preciosa Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

 

QUINTO MISTERIO: El Sagrado Costado de Nuestro Señor Jesús es traspasado. *(ver nota)

(pausa para breve meditación)

Oración: ¡Por la Preciosa Llaga de Tu Sagrado Costado, y por el dolor causado por la lanza que lo traspasó, la Preciosa Sangre y Agua que brotan de ella, sane a los enfermos, resucite a los muertos, solucione nuestros problemas presentes, y nos enseñe el camino hacia Nuestro Dios para la Gloria eterna! Amén

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús!

Padre Nuestro -Ave María

En las 12 cuentas rojas:

L: ¡Sangre Preciosa de Jesucristo!

R: ¡Sálvanos a nosotros y al mundo entero! 

Gloria al Padre…

En la cuenta blanca: (inclinando la cabeza)

¡Que la Preciosa Sangre que brota de la ‘Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento, Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! ( 3 veces ) 

La Salve: Dios te salve Reina y Madre…

Oremos

Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo, te honramos, te alabamos y te adoramos por Tu obra de eterna alianza que trae paz a la humanidad. Sana las heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús. Consuela al Padre Todopoderoso en Su trono, y lava los pecados del mundo entero. Que todos te reverencien, oh Preciosa Sangre, ten misericordia. Amén.

Sacratísimo Corazón de Jesús, Ten misericordia de nosotros

Inmaculado Corazón de María, Ruega por nosotros

San José, esposo de María, Ruega por nosotros

Santos Pedro y Pablo, Rueguen por nosotros

San Juan al pie de la Cruz Ruega por nosotros

Santa María Magdalena, Ruega por nosotros

Todos los guerreros de oración e intercesores del Cielo, Rueguen por  nosotros

Todos los grandes Santos de Nuestro Señor, Rueguen por nosotros  

Todas las huestes celestiales Legión Angélica de María, Rueguen por  nosotros

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Novena a la Preciosísima Sangre de Cristo

PREPARACIÓN(Se dice cada día de la novena)
Los Santos del Apocalipsis cantan fervorosamente: «Con tu Sangre has comprado para Dios gentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación; has hecho de ellos una dinastía sacerdotal, que sirve a Dios y reina sobre la tierra» Ap. 5:9.

Nosotros ahora nos unimos a este clamor celestial, y en la comunión del Espíritu con todos los santos de la tierra, y venerando esa Sangre divina que nos rescató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino de la luz, rendimos culto reverente a Dios, como pueblo sacerdotal que somos. Col. 1: 13 y 20.

Cristo Jesús, Cordero de Dios, que nos has salvado con tu sangre, ¡te alabamos!,¡te bendecimos!, ¡te adoramos!,¡te damos gracias rendidas!, Y te pedimos la salvación de todos los que nos hemos lavado en tu Sangre Sagrada. Amén.

Día primero

Lectura: «¡Dichosos los que lavan sus vestiduras en la Sangre del Cordero!» (Apocalipsis 22:14).
¿Debe espantarnos el pecado? Sí; porque es el mal de los males, que lleva consigo la separación de Dios y la condenación eterna. Dios nos ofrece su perdón, pero nosotros podemos desoír la llamada del Espíritu, que nos invita siempre a la conversión y a la perseverancia. ¿Y si yo he pecado? Podría anidar en mi alma cualquier sentimiento, menos el de la desesperación. Porque tengo un Salvador que pagó por mí y me llama de nuevo a su amor. Confío en la Sangre de Cristo, que me ha limpiado de toda mancha. Señor Jesús, ¡gracias por tu bondad! No quiero pecar más en adelante. Lo que quiero es amarte cada vez más con todo mi corazón.

Padrenuestro.

Las lágrimas de mis ojos ahora son el cantar de un alma que, arrepentida, no sueña más que en amar.

Oración. OH Dios, que nos pides el amor de nuestro corazón, concédenos la gracia de vivir siempre en el amor a Jesús y obtener por su Sangre nuestra salvación eterna. Por Jesucristo nuestro Señor Amén.

Día segundo

Lectura: «Tenemos, hermanos, una confianza jubilosa de entrar en el santuario del Cielo por virtud de la Sangre de Jesús» (Hebreos, 10:19).
Dios nos infundió en el Bautismo la esperanza, junto con la fe y el amor. Llego al Cielo por lo méritos de la Sangre de Cristo. A ellos uno mi esfuerzo, para corresponder con mis obras a lo que El hizo por mí. Mi vida, para conseguir la salvación, debe ser digna de la Sangre que me compró. Por eso, debo trabajar siempre mí salvación con «temor y temblor», como nos dice San Pablo. Miedo a Dios, no; porque El es Fiel y me salva; sino miedo a mi debilidad o malicia, porque yo puedo fallar a Dios. Pero, ¡confianza! Porque Jesús y yo juntos lo podemos todo.

Padrenuestro

Cielo azul, cielo estrellado, Cristo tus puertas abrió. ¡A ti voy, por ti suspiro, Patria de mi corazón!

Oración. OH Dios, que nos has redimido con la Sangre preciosa de tu Hijo, conserva en nosotros la acción de tu misericordia para que podamos conseguir sus frutos eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Día tercero

Lectura: «Ellos vencieron al dragón por la fuerza de la Sangre del Cordero y en virtud del testimonio que dieron, pues despreciaron sus vidas hasta morir por él» (Apocalipsis 12: 9-1 l).
¿Qué significa mi vida cristiana? Es lucha: contra el dolor, que podría desesperarme; contra el cansancio, que podría rendirme en el camino; contra los que atentan mi fe y mi virtud, que exigen mi testimonio; contra mi contra el pecado, que podría hacerme perder a Dios… Pero tengo en mis manos la fuerza del mismo Cristo. El luchó contra Satanás y el pecado hasta la sangre, y con su Sangre nos da la victoria a nosotros. ¿Puedo yo acobardarme y ceder ante el enemigo, si cuento con la fuerza de la gracia de Cristo?…

Padrenuestro

La vida es de los valientes, de los que saben luchar. Con Cristo, que va delante, ¿Me puedo yo acobardar?…

Oración. OH Dios, que en la Sangre de Jesús, derramada valiente y generosamente en la cruz, nos das la fuerza contra todos los enemigos. Haz que por ella me mantenga yo siempre fiel a ti. Por Jesucristo nuestro Señor.

Día cuarto

Lectura: -El Espíritu Santo os ha constituido vigilantes, para que apacientes la Iglesia de Dios, que él se adquirió con su propia Sangre» (Hechos 20:28).
Lo que dice San Pablo a los pastores de la Iglesia vale para todos nosotros, porque todos somos Iglesia por la cual Cristo derramó su Sangre. ¿Puedo desentenderme yo de la Iglesia? ¿Puedo aceptar los ataques de que es objeto? ¿Puedo ver despreciada su verdad? ¿Puedo tolerar la desobediencia a sus Pastores? ¿Puedo mirar sin horror a los que abandonan con peligro grave su salvación? ¿Puedo dejar de trabajar en una u otra obra de apostolado, tal como lo exigen mi Bautismo y Confirmación? Si no trabajo por la Iglesia, estoy traicionando a la Sangre con que Cristo se la adquirió…

Padrenuestro

¡OH, Iglesia Santa y Católica, todo mi amor para ti! Tú sabes que sólo anhelo en tu regazo sobrevivir.

Oración. Señor Jesucristo, hazme vivir en tu Iglesia, Esposa tuya que adquiriste con tu Sangre. Que por ella trabaje, en ella viva y en ella sobreviva. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos Amén.

Día quinto

Lectura:-¡Bebed, pues ésta es mi sangre!» (Mateo 26: 27-28). «El cáliz de la bendición que consagramos, ¿no es comunión con la Sangre de Cristo». «Cuantas veces coméis este pan y bebéis este cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que él vuelva» (I Corintios 10:16; 11:26).
¿En qué hago consistir yo mi devoción a la Sangre de Cristo? En oraciones, ciertamente. Pero jamás podré buscar otro punto en que centrar esa mi devoción como la Eucaristía. Recibo la Sangre de Cristo en la Comunión. En la Comunión me comunica la Sangre divina toda su fuerza. En la Comunión me aseguro para siempre el fruto de la salvación que Cristo me ganó al derramar su Sangre por mí. ¿Comulgo todas las veces que puedo y de la mejor manera que puedo?…

Padrenuestro

Eres bebida del Cielo, eres vino embriagador. Eres amor y alegría, ¡Cáliz de la salvación!

Oración. Señor Jesucristo, hazme beber con ansia tu Sangre, Vino Nuevo del Reino, y prenda de las delicias que me embriagarán en la Patria celestial. Amén.

Día sexto

Lectura: -Os habéis acercado a Jesús, que nos ha rociado con una sangre que habla más elocuentemente que la de Abel» (Hebreos 12: 23-24).
¿Qué pedía a gritos la sangre de Abel? ¡Venganza! «La sangre de tu hermano grita a mí desde la tierra», de Dios a Caín. Pero la Sangre de Cristo clama mucho mejor: «¡Padre, perdónalos!»… La Sangre de Jesús nos da la paz con Dios y derriba todo muro que nos divide a los hombres, porque «todo lo pacificado con la sangre de su cruz». Entonces, ¿Somos dignos de Cristo cuando anida un rencor en nuestro corazón? ¿Somos como el Jesús de la cruz, si, no perdonamos nosotros de verdad?… ¿Podemos beber la Sangre de Cristo en la Comunión, si, no rebosamos amor a todos?….

Padrenuestro

Sangre de Jesús, que gritas: ¡Perdón, oh Padre
, perdón!» Di, ¿qué quieres de nosotros?… ¡Qué sea perdonador!

Oración: Señor Jesucristo, que nos mandas a perdonar generosamente hasta el peor de nuestros enemigos. Infúndeme tú mismo amor a fin de que, amando sin distinción a todos, merezca tú perdón y tú gracia. Amén.

Día séptimo

Lectura: -Vi el cielo abierto. Y el que se llama desde siempre El Verbo de Dios, estaba cubierto con un manto lleno de sangre» (Apocalipsis 19: 12-13).
Jesucristo, el Hijo de Dios, aparece en el Cielo como un militar triunfador. Se empapó de sangre, en la suya, y ahora ostenta las propia, luchando contra el enemigo condecoraciones ganadas en una guerra a vida o muerte. Ha vencido en toda la línea. «El príncipe de este mundo ha sido echado fuera». Y llega el día en que «todos sus enemigos estarán colocados como escabel de sus pies»… ¿Me doy cuenta a qué me llama el Señor? El Cielo no es para cobardes, sino para los esforzados que, como Jesús, saben enfrentarse cada día, hasta la sangre, en la lucha contra el mal.

Padrenuestro

Por tú Espíritu, Señor, danos valor en la lucha, danos la victoria; victoria sobre la muerte danos la Gloria futura.

Oración. Señor Jesucristo, que nos dijiste que el Reino de los Cielos lo arrebatan únicamente los valientes. Dame el esfuerzo que necesito para ir contigo hasta el Calvario a fin de subir desde él al Cielo. Amén.

Día Octavo

Lectura: «Estos son los que han lavado y blanqueado sus vestiduras en la Sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios» (Apocalipsis 7:14).
Hemos de contar con el pecado como una triste realidad de nuestra vida. Heredamos de nuestros padres Adán y Eva una naturaleza dañada, y nuestra malicia a veces, y nuestra debilidad siempre, nos llevan a ofender a Dios de muchas maneras. ¿Quién pondrá remedio a esta dolorosa condición nuestra?.
¡Gracias sean dadas a nuestro Señor Jesucristo, que con su Sangre nos ha librado de tan lastimosa condición! Dios nos pide solamente arrepentimiento, conversión, reconciliación con El mediante los Sacramentos. Y, eso sí, lucha valiente para no hacer nunca las paces con el pecado.

Padrenuestro

¡Qué divino tesoro, Jesús, me has dado en tu Sangre! ¡Límpiame de toda mancha, para ser como te agrada!…

Oración. Señor Jesucristo, amador de los pecadores, que somos todos. Derrama sobre mí la abundancia de los méritos de tú Sangre, para que, con limpieza de corazón, vea siempre a Dios en todas las cosas. Amén.

Día noveno

Lectura: -Tenemos un Pontífice excelso, Jesús, que ha penetrado los cielos – con su propia sangre – y está siempre vivo para interceder por los que por él se llegan a Dios» (Hebreos 4:14, 19:12, 7:25).
Una última mirada a la Sangre de Cristo. ¿Qué nos ha merecido Jesús con ella? Nada menos que la Gloria de Dios, la misma con la que Dios es infinitamente dichoso, la que tiene el mismo Jesucristo glorificado a la derecha del Padre. Y ante este su Padre está repitiendo continuamente: «Quiero que donde yo estoy estén también los míos que Tú me diste». Ya que para esto se adelantó: «Voy a prepararos un lugar» Nuestro destino es el Cielo, que no es propio de almas débiles, sino de los espíritus más grandes, que no se contentan sino con Dios.

Padrenuestro

Como Esteban, entreabierto veo el Cielo, Señor. ¿Cuándo podré estar contigo? ¡Hoy lléname de tu Presencia!

Oración. Señor Jesucristo, autor, guía y consumador de la fe, que vas al frente de los que caminan hacia la Patria. Hazme seguir fielmente tus pisadas para conseguir ese Cielo que me tienes prometido y preparado. Amén.
«EN SU GRAN AMOR DIOS ME HA LIBERADO POR LA SANGRE QUE SU HIJO DERRAMÓ, Y HA PERDONADO MIS PECADOS». (Efesios 1:7)
OH DIVINO ANTÍDOTO, LIBÉRAME DEL VENENO DEL PECADO AMÉN, ALELUYA, AMÉN.

ORACIÓN
Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del Costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡OH buen Jesús, óyeme! Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del enemigo malo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a ti, para que con tus santos te alabe, por los siglos de los siglos. Amén, Aleluya, Amén.

 

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Letanías a la Preciosa Sangre de Cristo

Presentamos dos Letanía a la Sangre de Cristo, una aprobada por el papa Juan XXIII y otra de las apariciones a Bernabé Nwoye.

 

 

 

 

 

LETANÍAS DE LA PRECIOSA SANGRE DE JESUCRISTO DE BERNABÉ NWOYE 

Señor ten piedad de nosotros – Señor ten piedad de nosotros!

Cristo ten piedad de nosotros – Cristo ten piedad de nosotros! 

Señor ten piedad de nosotros – Señor ten piedad de nosotros! 

Cristo, escúchanos! – Cristo escúchanos benignamente!

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros!

Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros! 

Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros!

Santísima Trinidad, un solo Dios, ten piedad de nosotros!

L: ¡OH PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESUCRISTO, SANGRE DE SALVACIÓN!

R: SÁLVANOS A NOSOTROS Y AL MUNDO ENTERO!

Océano de la Sangre de Jesucristo, ¡libéranos!

Sangre de Jesucristo llena de santidad y compasión, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, nuestra fortaleza y poder, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, alianza eterna, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, fundamento de la fe cristiana, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, armadura de Dios, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Divina caridad, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, flagelo de los demonios, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, auxilio de los que están atados, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Sagrado Vino, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Poder de los cristianos, ¡libéranos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, defensora de la fortaleza católica, ¡libéranos! 

Sangre Preciosa de Jesucristo, verdadera fe cristiana, ¡libéranos!

SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO, SANGRE SANADORA,               ¡SÁLVANOS!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre ungidora, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, fortaleza de los hijos de Dios, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, comandante de los guerreros cristianos, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Sangre de Resurrección, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, bebida de los Ángeles del Cielo, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, consuelo de Dios Padre, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, poder del Espíritu Santo, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, circuncisión de los gentiles, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, paz del mundo, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, luz del Cielo y de la tierra, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, arcoiris en el Cielo, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, esperanza de los niños inocentes, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Palabra de Dios en nuestros corazones, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, arma celestial, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Divina Sabiduría, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, cimiento del mundo, ¡sálvanos!

Sangre Preciosa de Jesucristo, Misericordia del Padre, ¡sálvanos!

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! 

R: ¡Lava los pecados del mundo!

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! 

R: ¡Purifica el mundo!

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! 

R: ¡Enséñanos como consolar a Jesús!

ORACIÓN

Oh Sangre Preciosa, salvación nuestra, creemos, esperamos y confiamos en Ti. Libera a todos los que están en las manos de los espíritus infernales, te suplicamos.

Protege a los moribundos de las obras de los espíritus malignos y acógelos en la gloria eterna. Ten misericordia del mundo entero, y fortalécenos para adorar y consolar al Sagrado Corazón de Jesús. Te adoramos, oh Preciosa Sangre de misericordia. Amén

¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo, sana las Heridas en el Sacratísimo Corazón de Jesús! (tres veces)

*Nota: En el Diario de Santa Faustina, leemos la explicación que le dio Jesús Misericordioso sobre los rayos de Su Imagen Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi Misericordia, cuando Mi Corazón Agonizante fue abierto por la lanza estando Yo en la Cruz». (Diario 299)

APROBADAS POR EL PAPA JUAN XXIII EL 24 DE FEBRERO DE 1960

Señor Jesucristo, que con tu Sangre limpias el pecado del mundo y nos mereces la salvación. ¡Sálvanos ahora y siempre!

-Señor, ten Misericordia.
-Cristo, ten Misericordia.
-Señor, ten Misericordia.
-Cristo, óyenos.
-Cristo, escúchanos.

-Dios, Padre Celestial, ten Misericordia.
-Dios, Hijo Redentor del mundo, ten Misericordia.
-Dios, Espíritu Santo, ten Misericordia.
-Trinidad Santa, que eres un sólo Dios, ten Misericordia.

Luego de cada invocación se dice: RESCÁTANOS
-Sangre de Cristo, Hijo Unigénito del Eterno Padre.
-Sangre de Cristo, del Verbo de Dios hecho Hombre.
-Sangre de Cristo, de la Nueva y Eterna Alianza.
-Sangre de Cristo, caída en la tierra durante la Agonía del Huerto.
-Sangre de Cristo, que corrió abundante durante la flagelación.
-Sangre de Cristo, vertida de la Cabeza en la coronación de espinas.
-Sangre de Cristo, derramada en la Cruz.
-Sangre de Cristo, precio de nuestra salvación.
-Sangre de Cristo, con la cual hay redención de los pecados.
-Sangre de Cristo, bebida nuestra en la Eucaristía y baño de las almas.

-Manantial de Misericordia
-Río de Misericordia
-Lago de Misericordia
-Catarata de Misericordia
-Mar de Misericordia
-Océano de Misericordia

-Sangre de Cristo, victoria sobre el demonio.
-Sangre de Cristo, fuerza de los mártires.
-Sangre de Cristo, vigor de los confesores de la fe.
-Sangre de Cristo, que engendra vírgenes.
-Sangre de Cristo, fortaleza de los que peligran.
-Sangre de Cristo, alivio de los que sufren.
-Sangre de Cristo, consuelo en la aflicción.
-Sangre de Cristo, esperanza del pecador.
-Sangre de Cristo, seguridad de los moribundos.
-Sangre de Cristo, paz y delicia de los corazones.
-Sangre de Cristo, prenda de la vida eterna.
-Sangre de Cristo, liberación de las almas del purgatorio.
-Sangre de Cristo, digna de toda gloria y honor.
Nos has redimido, Señor, con tu Sangre.
Y has hecho de nosotros un Reino para nuestro Dios

Omnipotente y Sempiterno Dios, que constituiste a Tu Unigénito Hijo Redentor del mundo y quisiste perdonarnos a través de Su Sangre; te suplicamos nos concedas que de tal modo veneremos el precio de nuestra Redención, que por su virtud seamos preservados en la tierra de los males de la vida presente, para que gocemos en el Cielo de su fruto eterno. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

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Consagración a la Sangre Preciosa de Jesucristo

Es una de las oraciones de la Devoción a la Preciosa sangre que recibió el vidente Bernabé Nwoye, cuya historia puede leerse aquí Apariciones a Bernabé Nwoye y la devoción a la Preciosa Sangre.

Se reza diariamente.

Consciente de mi nada y de Tu Sublimidad, Misericordioso Salvador, me postro a Tus pies, y Te agradezco por la Gracia que has mostrado hacia mí, ingrata creatura.

Te agradezco especialmente por liberarme, mediante Tu Sangre Preciosa, del poder destructor de satanás.

En presencia de mi querida Madre María, mi Ángel Custodio, mi Santo patrono, y de toda la corte celestial, me consagro voluntariamente, con corazón sincero, oh queridísimo Jesús, a Tu Preciosa Sangre, por la cual has redimido al mundo del pecado, de la muerte y del infierno.

Te prometo, con la ayuda de Tu gracia y con mi mayor empeño, promover y propagar la devoción a Tu Sangre Preciosa, precio de nuestra redención, a fin de que Tu Sangre adorable sea honrada y glorificada por todos.

De esta manera, deseo reparar por mi deslealtad hacia Tu Preciosa Sangre de Amor, y compensarte por las muchas profanaciones que los hombres cometen en contra del Precioso Precio de su salvación.

¡Oh, si mis propios pecados, mi frialdad, y todos los actos irrespetuosos que he cometido contra Ti, oh Santa y Preciosa Sangre, pudieran ser borrados!

He aquí, querido Jesús, que te ofrezco el amor, el honor y la adoración que tu Santísima Madre, tus fieles discípulos y todos los Santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre. Te pido que olvides mi falta de fe y frialdad del pasado, y que perdones a todos los que te ofenden.

¡Oh Divino Salvador! rocíame a mí y a todos los hombres con Tu Preciosa Sangre, a fin de que te amemos, ¡oh Amor Crucificado, de ahora en adelante con todo nuestro corazón, y que dignamente honremos el Precio de nuestra salvación! Amén

Bajo Tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desprecies nuestras súplicas en las necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, ¡oh Virgen siempre gloriosa y bendita!

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A la Sangre de Cristo DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones de Consolación y Adoración a la Preciosa Sangre

Estas oraciones pertenecen a los dictados al vidente Bernabé Nwoye apóstol de la Preciosa Sangre, cuya historia puede leerse aquí, Apariciones a Bernabé Nwoye y la devoción a la Preciosa Sangre

 

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A QUIENES DEVOTAMENTE RECEN LAS ORACIONES DE CONSOLACIÓN Y ADORACIÓN

1. Hijos Míos, Yo prometo proteger contra los ataques del mal, a quien devotamente Me consuele y adore con estas oraciones. No morirá de muerte súbita. No será quemado por el fuego.

2. Hijos Míos, Yo prometo proteger contra los ataques de los espíritus malignos a quien devotamente Me consuele y adore.

3. Cualquier soldado que rece esta oración antes de entrar al campo de batalla, no será derrotado. Ninguna bala tendrá efecto sobre él.

4. Si se reza esta oración por una mujer en labores de parto, sus dolores serán disminuidos. La mujer que devotamente rece esta oración, tendrá un parto seguro.

5. Pongan esta oración sobre la cabeza de cualquier niño perturbado por los malos espíritus. Mis Querubines lo protegerán.

6. Yo prometo proteger a las familias de los efectos de los rayos y truenos, y la casa donde esté esta oración, será protegida de las tormentas.

7. Si esta oración se reza ante un moribundo, Yo prometo que su alma no se perderá.

8. Cualquier pecador que Me consuele y adore a través de esta oración, obtendrá la conversión.

9. Yo prometo proteger con Mi Preciosa Sangre y esconder dentro de Mis Llagas, a todos los que Me consuelen y adoren. El veneno no tendrá efecto sobre ellos. Yo guardaré sus cinco sentidos.

10. Yo prometo bautizar a los niños abortados que son asesinados diariamente en el mundo, y conceder un profundo arrepentimiento y contrición en los corazones de sus padres, a través del poder de Mi Preciosa Sangre.

 11. Todos los que devotamente Me consuelen y adoren con esta oración hasta su muerte, se unirán a los Ejércitos y Coros Celestiales. Les concederé la Estrella de la Mañana.

 

 

PLEGARIAS DE CONSOLACIÓN A JESUCRISTO AGONIZANTE

 

ORACIÓN (1)

Padre Eterno, cuando ibas a enviar al mundo a Tu Hijo Unigénito, Nuestro Señor Jesucristo, con el propósito de salvarnos y establecer un nuevo paraíso a través de la Preciosísima Sangre, movido por el amor, dijiste: «¿A quién enviaré, quién irá a redimir a Mi pueblo? La Corte Celestial permaneció en silencio hasta que Tu Hijo respondió: «Aquí estoy, envíame a Mí, Padre». Honor y adoración sean dadas a Ti, oh Amor Divino; alabanza y reverencia a Tu nombre, oh adorable Jesucristo. Recibe consuelo, oh agonizante Jesucristo.

La recompensa que recibiste de Tu pueblo por tu benevolencia, fue el pecado.

Ellos pecaron y blasfemaron día y noche contra Tu Santo Nombre. Se enfrentaron a Ti, y desobedecieron Tus mandamientos.

Padre, recibe consuelo a través de las voces de Tus coros celestiales. Que la voz de Tus Dominaciones te consuele. Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloría al Padre…

Agonizante Jesucristo, soporta todos estos sufrimientos, Señor 

Agonizante Jesucristo, te amamos

Agonizante Corazón de Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino.

Himno

Seas consolado, oh Jesucristo, Nuestro Señor oramos para que Tu Preciosa Sangre no haya sido vertida en vano por nosotros.

 

ORACIÓN (2)

Padre Eterno, Tú preparaste un Tabernáculo Santo para Tu Hijo Unigénito, Jesucristo, el vientre de la Santísima Virgen María. Bendito sea el vientre que albergó al único Hijo de Dios. Padre, Tu Hijo Unigénito nació en Belén, y fue recostado en un pesebre, porque no había sitio ni para El, ni para sus padres en la posada. Esto fue así, para que el mundo buscara primero el Reino de Dios, y no el bienestar y las cosas perecederas de este mundo.

Padre, esto indicó que Tu propio pueblo no estaba preparado para recibir a su Rey, Redentor y Creador. No había sitio para el Rey de los Cielos y tierra en su propia tierra. Señor, Tú viniste a los tuyos, y ellos no te reconocieron como Rey. Viniste a tu tierra, y ellos no te conocieron. Cuando supieron de Ti, planearon Tu muerte. Por medio de ese plan, mataron a muchos inocentes. Un grito desgarrador y lamentos, se escucharon en Tu propia tierra, como bienvenida al Rey. Las mujeres rehusaron ser consoladas por la muerte de sus hijos.

Jesús, Tú soportaste todas estas cosas por el amor que tienes a Tu pueblo. Pero Tu pueblo continuó pecando y haciendo toda clase de mal contra Ti y Tu Padre Celestial. En vez de tenerte como Rey, te tuvieron como enemigo. En vez de Redentor, eras un depredador para el pueblo a quien salvaste.

¿Quién, recordando Tu misericordia y bondad hacia Tu pueblo, te podrá consolar? Que seas por siempre consolado y confortado, amado Jesucristo. Que los coros celestiales de Ángeles y Arcángeles te alaben y consuelen. Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Agonizante Jesucristo, soporta todos estos sufrimientos, Señor.

Agonizante Jesucristo, te amamos.

Agonizante Corazón de Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino.

Himno

Calma el ardor de Tu ira, oh Señor nos arrepentimos de haber pecado contra ti no volveremos a pecar.

 

ORACIÓN (3)

¡Oh Amado Jesucristo, que viniste al mundo para redimir a tu pueblo del pecado! ¡Oh Pastor Bueno que fuiste tratado con tanto desprecio y maldad por Tu rebañó! Al venir, viste como Tu pueblo profanaba el Santuario de Tu Padre. Tu furor los echó fuera del Santo Templo. Pero hoy, los hombres se han vuelto más carnales, y descuidan Tu Presencia en el Tabernáculo.

Te consolamos por los pecados que los hombres cometen contra Ti, presente en el Santo Tabernáculo; por la frialdad y negligencia que muestran en Tu Presencia… por aquellos que Te reciben indignamente, y por todos los actos irrespetuosos que cometen contra Ti. Perdón, perdón, Amado Jesucristo. Aunque los hombres Te siguen crucificando una y otra vez, por Tu misericordia, soporta todos estos insultos de las criaturas que tanto amas.

¡Oh Misericordioso Jesucristo! ¡Que seas por siempre consolado, y tengas misericordia de Tu pueblo, te pedimos! ¡Que la voz de las Virtudes Celestiales te consuele! Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Agonizante Jesucristo, soporta todos estos sufrimientos.

Agonizante Jesucristo, te amamos.

Agonizante Corazón de Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino.

Himno

Agonizante Corazón de Jesucristo que has sufrido y expiado por nosotros hágase Tu voluntad en la tierra.

 

ORACIÓN (4)

¡Oh Misericordioso y Amante Jesucristo, sufriste tan dolorosamente en el Huerto de Getsemaní, que te llevó a exclamar: «Mi alma está triste hasta la muerte»! Consolamos Tu Sagrado Corazón que soporta tanto dolor. Tú sufriste la flagelación en la columna, y la coronación de espinas, con el fin de que fuéramos reconciliados con Dios. No obstante, muchas almas inocentes están siendo abortadas diariamente, y su llanto hiere Tu Sagrado Corazón. Te rogamos perdones todas las ofensas que recibes de los hombres.

Que la voz de los Querubines y Serafines celestiales te consuele. Y que la obra de evangelización de este mundo te conforte. Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Agonizante Jesucristo, soporta todos estos sufrimientos, Señor.

Agonizante Jesucristo, te amamos

Agonizante Corazón de Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino.

Himno

Jesús, presente en la Santa Eucaristía te pedimos perdón por todos los pecados cometidos contra Ti.

 

ORACIÓN (5)

¡Oh Jesús, Bondadoso y Misericordioso, que te ofreciste a Ti mismo como Cordero del Sacrificio, para la salvación de la humanidad, te consolamos!

Oh Buen Dios, te entregaste humildemente a las autoridades judías, que te arrastraron sin misericordia, como si fueras un criminal, para ser juzgado por los hombres. Te consolamos, oh Agonizante Jesucristo, por todos los insultos que recibiste en los tribunales del mundo. Te consolamos por todos los crueles tormentos que sufriste de parte de Tu pueblo. Que por siempre seas adorado. Amén

L: Adoramos las Llagas de Tu Sagrado Cuerpo:

R: Seas por siempre consolado, oh Sacratísimo Corazón, que soportas todos estos sufrimientos.

L: Adoramos Tu Sagrada Cabeza que soporta la vergonzosa corona de espinas:

R: Te consolamos, oh Sacratísimo Corazón, que soportas todos estos sufrimientos.

L: Adoramos los dos Corazones de Amor que se encontraron en el camino al Calvario:

R: Sean por siempre consolados, oh Corazones de la Madre y del Hijo.

Sean por siempre consolados por toda la angustia y dolor sufridos en el camino al Calvario.

L: Adoramos Tu Preciosísima Sangre vertida en las calles de Jerusalén:

R: Recibe consuelo, Señor, porque Tu Sangre sirvió como reparación. En el Calvario, el Creador de Cielos y tierra, quedó desnudo a la vista de todos.

L: Te adoramos, Agonizante Jesucristo, que soportas esta vergüenza para la remisión de los pecados del mundo:

R: Gloria, honor y adoración a Ti, que humildemente aceptaste la Cruz de mi salvación. Cuando yacías en la Cruz, los soldados cruelmente estiraron Tus miembros, y clavaron Tus manos y pies. Honor y adoración a Tus Sagradas Llagas y a Tu Preciosísima Sangre.

Te rogamos, soporta todos los grandes sufrimientos y dolores que padeciste en la Cruz.

L: Adoramos Tu Santa Muerte, Inmaculado Cordero de Dios:

R: Reina por siempre, oh Preciosísima Sangre y Agua de Tu Sagrado Costado. Agonizante Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino. Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Agonizante Jesucristo, soporta todos estos sufrimientos, Señor. Agonizante Jesucristo, te amamos. Agonizante Corazón de Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino.

Himno

Jesús Crucificado, las gotas de Sangre que vertiste fueron todas contadas.

L: Agonizante Jesucristo, Hijo único de Dios, Redentor y Creador del mundo, Perdona y ten misericordia del mundo:

R: Agonizante Corazón de Jesucristo, recibe consuelo. Amén

 

 

ORACIONES DE ADORACIÓN A LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE JESUCRISTO

 

ORACIÓN INICIAL

Todopoderoso y Eterno Padre, la magnitud de Tu amor por nosotros, se refleja por entero en el hecho de haber entregado Tu Hijo Unigénito a la humanidad. El no sólo es igual a Ti, sino que es Uno Contigo. Estamos en deuda Contigo.

Obviamente no podemos pagarte, pero te pedimos Tu gracia, y deseamos mostrarte nuestro amor en esta adoración. Te damos gracias por Tu benevolencia, y te pedimos nos ayudes a mostrarte nuestro amor y gratitud, cambiando nuestra vida.

Que San Miguel Arcángel, con todas las huestes de Ángeles y Santos se unan a nosotros, y nos acerquen más a Ti durante esta adoración. Te lo pedimos por medio de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Himno

Adoración a la Preciosa Sangre de Jesús te adoramos, Preciosa Sangre de Jesucristo.

 

ORACIÓN (1)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, adoramos Tu Corazón Agonizante que soporta grandes sufrimientos por la salvación de los hombres.

¡Divino Cordero de Dios, Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María, Dios y Hombre!

Tú sufriste terriblemente por amor a la humanidad, y con gran temor y angustia sudaste sangre en el Huerto de Getsemaní.,. adoramos Tu Preciosísima Sangre y el dolor de Tu Agonizante Corazón. Te pedimos para Tu Santa Iglesia, el Papa, los Cardenales, Obispos, Sacerdotes y laicos, que están bajo la sombra de Tu Preciosísima Sangre, protección, paz y amor. Que a través de la intercesión de San Miguel Arcángel y de todos los Arcángeles del Cielo, podamos vencer al Dragón Rojo. Amén.

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Himno

Jesús, presente en la Eucaristía que venga el tiempo por el cual has orado cuando seamos uno en Ti.

TODOS

¡Que la Preciosísima Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Adoración y alabanza a Ti por siempre! Amén.

 

ORACIÓN (2)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, adoramos Tu Corazón Agonizante que soporta grandes sufrimientos por la salvación de los hombres. ¡Manso Cordero de Dios, Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María, Dios y Hombre! Tú permitiste que Tu Sagrado Cuerpo fuera atado a la columna y flagelado, para liberarnos del pecado, y traer la salvación a la humanidad. Adoramos Tu Preciosísima Sangre que brotó de las numerosas heridas de Tu Sagrado Cuerpo. Oramos por la conversión de los pecadores del mundo entero. Permite que una gota de Tu Sangre caiga sobre sus corazones para que a través de la intercesión de los Querubines y Serafines y todos los Ángeles del Cielo, todos los hombres se vuelvan a Ti. Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Himno

Agonizante Corazón de Jesús te adoramos, te alabamos a Ti todo honor y gloria.

TODOS

¡Que la Preciosísima Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Adoración y alabanza a Ti por siempre! Amén.

 

ORACIÓN (3)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, adoramos Tu Corazón Agonizante que soporta grandes sufrimientos por la salvación de los hombres. ¡Humilde Cordero de Dios Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María. Dios y Hombre!

Tu Sagrada Cabeza fue coronada de espinas. El Templo de la Divina Sabiduría fue golpeado con varillas de hierro por temerarios pecadores, y lo permitiste para traer paz al mundo y hacer posible un nuevo Jardín del Edén.

Adoramos la Preciosísima Sangre que brota de Tu Sagrada Cabeza. Te imploramos por la liberación de las almas del Purgatorio, y la protección de las almas de los moribundos. Derrama Tu Preciosa Sangre para ahuyentar a todos Tus enemigos, a través de la intercesión de !os Tronos y Potestades del Cielo y todas sus huestes. Amén.

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre… 

Himno

Jesús, presente en la Santa Eucaristía te adoramos y alabamos Tu Nombre y confiamos que nos darás la paz.

TODOS

¡Que la Preciosísima Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz del Cielo y de la tierra nos cubra ahora y siempre. Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Adoración y alabanza a Ti por siempre! Amén.

 

ORACIÓN (4)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, adoramos Tu Corazón Agonizante que soporta grandes sufrimientos por la salvación de los hombres. ¡Inmaculado Cordero de Dios, Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María, Dios y Hombre!

Humildemente recibiste la Cruz de Salvación, y caminaste hacia el Calvario. Vertiste Tu Preciosa Sangre por las calles de Jerusalén. Adoramos Tu Preciosísima Sangre vertida, Te pedimos por la liberación de los cautivos, y por el regreso de los no católicos a la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia fundada por Ti. Rocía Tu Preciosísima Sangre para que por la intercesión de las Dominaciones y todos los Ángeles del Cielo, los cautivos sean liberados, y las ovejas perdidas regresen a un solo rebaño. Amén.

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Himno

Agonizante Corazón de Jesucristo a Ti el honor y la alabanza haz que todos los corazones se vuelvan a Tí

TODOS

¡Que la Preciosísima Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz de Cielo y de la Tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Adoración y alabanza a Ti por siempre! Amén

 

ORACIÓN (5)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, adoramos Tu Corazón Agonizante que soporta grandes sufrimientos por la salvación de los hombres.

¡Misericordioso Cordero de Dios, Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María, Dios y Hombre!

Humildemente aceptaste la Cruz de la Salvación del mundo. Humildemente extendiste Tu Cuerpo sobre la Cruz, mientras Tu pueblo te sujetaba y te clavaba en la Cruz. Adoramos Tu Preciosísima Sangre que brota de Tus Manos y Pies traspasados. Te suplicamos protejas a todos los santos que viven en el mundo entero, de las acciones del Anticristo. Derrama Tu Preciosa Sangre sobre ellos, para que por la intercesión de las Virtudes y todos los Ángeles, alcancen el Cielo después de su lucha. Amén

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Himno

Cantemos contigo, Virgen Madre y amemos contigo a Tu Hijo Nuestro Señor Jesucristo que murió por nosotros.

TODOS

¡Que la Preciosísima Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Adoración y alabanza a Ti por siempre! Amén.

 

ORACIÓN (6)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, adoramos Tu Corazón Agonizante que soporta grandes sufrimientos por la salvación de los hombres. ¡Cordero del Sacrificio, Hijo de Dios e Hijo de la Virgen María, Dios y Hombre! Los malvados del mundo atravesaron Tu Sagrado Costado, Sangre y Agua brotaron, salvando al mundo del pecado. Te adoramos, oh Preciosa Sangre y Agua, te imploramos que salves las vidas de cada inocente niño nonacido, y bautices los bebés abortados con el Agua de Tu Sagrado Costado, en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Que todos ellos, a través de la intercesión de los Principados y de todos los Ángeles del Cielo, alcancen la mansión eterna. Amén.

Padrenuestro… Avemaría… Gloria al Padre…

Himno

Agonizante Corazón de Jesucristo te adoramos, te damos gracias y te alabamos por siempre.

TODOS

¡Que la Preciosísima Sangre que brota de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor Jesucristo, Templo de la Divina Sabiduría, Tabernáculo del Divino Conocimiento y Luz del Cielo y de la tierra, nos cubra ahora y siempre! Amén.

L: ¡Oh Preciosísima Sangre de Jesucristo!

R: ¡Adoración y alabanza a Ti por siempre! Amén.

 

ORACIÓN (7)

Amado Jesucristo, cuya misericordia es infinita, ¿cómo podremos expresar nuestro amor por Ti? Hiciste de Tu Preciosísima Sangre la bebida de los Ángeles del Cielo; te alabamos, oh Preciosísima Sangre. Te adoramos, oh Preciosísima Sangre. Que toda creatura adore Tu Preciosísima Sangre. Amén.

Himno

Gloria y gratitud al Padre honor y alabanzas a Su Hijo Cristo y al Espíritu Santo.

L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! R: ¡Sangre de Salvación!

L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! R: ¡Alianza Eterna!

L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! R: ¡Arma Celestial!

L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! R: ¡Esperanza de los niños inocentes!

L: ¡Te adoramos, oh Preciosísima Sangre de Jesucristo! R: ¡Consuelo de Dios Padre! Amén.

Nota: Al final de cada década del Rosario a la Sangre Preciosa, se reza: «Que la Preciosa Sangre que brota…» sin embargo, en las plegarias de adoración se dice: «Que la Preciosísima Sangre que brota». Esto es lo que el vidente vio y grabó. En el Rosario, una inclinación de cabeza es suficiente, pero en la Adoración, la frente toca el suelo, si el devoto puede convenientemente hacerlo.

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A la Sangre de Cristo DEVOCIONES Y ORACIONES

Oraciones de Reparación a Jesucristo Agonizante

Estas oraciones y sus promesas fueron dadas a Bernabé Nwoye, vidente de la Preciosa Sangre. Su historia puede leerse aquí Apariciones a Bernabé Nwoye y la devoción a la Preciosa Sangre
 

  

 

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A LOS QUE RECEN O ESCUCHEN LAS ORACIONES DE REPARACIÓN (LLAMADOS ANGUSTIOSOS)

1. Hijos, cada vez que las Oraciones de Reparación se recen con amor. Yo prometo convertir a 12 de los más empedernidos pecadores en el mundo.

2. Yo permitiré que Mi Sangre Preciosa se derrame sobre cada alma que escuche decir estas Oraciones. Su amor por Mí crecerá.

3. Yo perdonaré los pecados de la nación que se vuelva a Mí a través de estas Oraciones.

4. Ellos no sufrirán el peso de la condena debida por sus pecados.

  

 

ORACIONES DE REPARACIÓN A JESUCRISTO AGONIZANTE

LLAMADOS ANGUSTIOSOS

 

ORACIÓN INICIAL

Señor Jesucristo, a través de la historia. Tú nos conduces de regreso al Padre Todopoderoso. Te damos gracias y apreciamos Tu amor. Recordamos, con dolor en el corazón, nuestra debilidad, nuestros pecados, y todo Tu sufrimiento en esta noble tarea.

¿Cómo aminorar Tu sufrimiento? Ayúdanos a hacerlo, te lo pedimos. Haremos lo que sea necesario, si Tú así lo quieres. Muéstranos Tu amor si esa es Tu voluntad.

Hacemos esta oración, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina con el Padre, en unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén

Padre Eterno, te ofrezco todas las Heridas de Tu amadísimo Hijo Jesucristo, los dolores y agonías de Su Sacratísmo Corazón, y Su Preciosísima Sangre que brotó de todas Sus Heridas, en reparación por mis pecados y los pecados del mundo entero. Amén (3 veces)

Credo…

 

PRIMER LLAMADO ANGUSTIOSO

«¿Dónde estás hijo Mío? Tu Señor te busca… ¡Ven a Mí!… ¡Ven, acércate más, y escucha Mi angustioso llamado!

Hijo Mío… había una vez un Hombre que tenía muchas ovejas, las cuidaba y pastoreaba bien. Cuando tenían sed, las conducía a un manantial de agua fresca, para que pudieran satisfacer su sed. No permitía que pasaran hambre. Las llevaba a verdes praderas. Ellas comían y engordaban y se fortalecían. El Hombre fortificó la tierra donde pastaban, para que ningún lobo entrara y dañara el rebaño.

Un día, las ovejas planearon una rebelión, y a la fuerza escaparon del campo y se adentraron en el bosque. Allí, fueron capturadas por animales salvajes. Eran como esclavas sin esperanza. Sus cuerpos y sangre eran utilizados para festivales y sacrificios de animales a sus dioses.

A pesar de todo esto, el Hombre no se olvidó de su rebaño. Envió a sus sirvientes, y a todos los mataron. Por último, envió a Su Hijo, quien al fin ganó la batalla.

El Hijo del Hombre, condujo al rebaño, día y noche a través del desierto. En este caminar, surgieron muchas dificultades, que no podían soportar. Se quejaron al Hijo del Hombre, profirieron toda clase de palabras crueles contra Él, y finalmente lo mataron.

Hijo… ¿qué piensas que hará el Padre del Hijo del Hombre cuando se entere de la muerte de Su Hijo?

Hijo… ustedes son el rebaño. Mi Padre es el dueño del rebaño, quien envió muchos profetas a Su pueblo, que vivió en un desierto terrible.

Yo soy el Hijo, a quien ustedes persiguieron y mataron. ¿Qué les he hecho? A pesar de todos vuestros pecados. Mi Padre aún los está llamando para que regresen a Él. Pero ustedes no prestan atención a Su llamado.

¡REGRESEN! ¡OH ISRAEL, PUEBLO MÍO!

Hagan reparación por sus pecados y los pecados que el mundo entero comete contra Mí Padre y contra Mi Preciosa Sangre. ¡YO SOY EL AGONIZANTE JESUCRISTO!

(Silencio)  

ORACIÓN (1)

Dios mío. Dios mío… yo creo firmemente con todo mi corazón… espero y confío sinceramente en Tí. Solamente a Ti adoraré por siempre. Con verdadero arrepentimiento y amor, me postro a Tus Pies; te pido perdón por aquellos que no creen y no quieren creer, por aquellos que no Te adoran y no quieren adorarte y por aquellos que Te crucificaron y Te están crucificando diariamente.

Querido Jesús, yo te consolaré durante toda mi vida. Amén. 

 ACTO DE CONTRICIÓN

Oh mi Dios, yo me arrepiento de todo corazón por haber pecado contra Tí, por ser Tú tan bueno. Con la ayuda de Tu gracia, no pecaré nuevamente. Amén

Padrenuestro (1) -Avemaría (1) – Gloria (tres veces)

Señor nuestro Jesucristo agonizante. Tú sufriste y pagaste por nosotros… Que se haga Tu voluntad en la tierra.

Aplaca el fuego de Tu cólera, oh Señor… perdón porque hemos pecado… No pecaremos nunca más.

Jesús Sacramentado perdónanos, te rogamos, oh Señor.

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Oh Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Te ofrezco la Palabra hecha carne, Jesucristo, su carne cubierta de Heridas y Sangre, su agonía en el huerto, su flagelación, su coronación de espinas, el repudio que sufrió, su condena, su crucifixión y muerte, en unión con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los mártires, en reparación por mis pecados y los pecados del mundo entero. Amén

ORACIÓN AGONIZANTE

Jesús Agonizante, yo te ofrezco mi corazón para unirlo a Tu Corazón Agonizante y compartir Tu agonía. Jesús, yo deseo permanecer en agonía Contigo, a fin de apresurar Tu glorioso Reino de Paz. Amén

 

SEGUNDO LLAMADO ANGUSTIOSO

«Hijo Mío, acércate a Mí, escucha Mi angustioso llamado. Por amor a ti, ofrezco Mi Cuerpo como sacrificio vivo, pan de vida para todos los hombres. Mi Sangre, preciosa bebida, bebida de los Ángeles del cielo, entregada con amor a los hombres.

Hijo Mío… permanezco por ti en el Sacramento del Amor… esperando pacientemente por tí en el Tabernáculo, donde estoy prisionero por tí.

Tú, raras veces te acercas a Mí, porque no te acuerdas de Mí, que estoy prisionero por ti.

Hijo mío… Mi agonía es grande cuando veo la frialdad, la indiferencia y la negligencia con que te acercas a la Santa Trinidad, cuya Presencia llena el Santuario Santo. Yo estoy aquí, hijo mío… Yo estoy aquí en plenitud. Teme la Presencia de tu Dios. Acércate con respeto y reverencia.

Hijo mío… ¿sabes tú lo que sufro cuando entro en el santuario de tu corazón a través de la Sagrada Comunión? Tus pecados me amarran y me flagelan sin misericordia. En tu corazón no hay nadie que Me consuele. Luego de haberme flagelado insensiblemente, Me arrastras fuera, y cierras con llave la puerta de tu corazón con iniquidad. Esto es lo que Me haces con tu vida de pecado.

Yo soy el Pan de Vida para todos los hombres que me reciben en estado de santidad. Vengo a darles vida, no muerte. Limpia las iniquidades de tu corazón. Ábreme la puerta de tu corazón. Haz de tu corazón un tabernáculo de consuelo para Mí.

Hijo… que Yo viva en tu santuario de una Comunión a la otra. ¡Acógeme, hazme sentir bienvenido!

Hijo mío… todos los que Me acogen, acogen a Mi Padre y al Espíritu Santo que viven en Mi. Todos los que Me rechazan, rechazan a la Santísima Trinidad. Hijo… aún cuando otros Me rechacen, haz de tu corazón un tabernáculo de consuelo para Mí.

Yo soy Jesucristo Agonizante, llamándote para que REGRESES.»

(Silencio)  

ORACIÓN (1)

ACTO DE CONTRICIÓN

Padrenuestro (1) -Avemaría (1) – Gloria (3)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD 

ORACIÓN AGONIZANTE

  

TERCER LLAMADO ANGUSTIOSO

«Hijo Mío… Yo estoy en tu corazón, un Getsemaní solitario, donde estoy velando, y nadie viene a velar Conmigo ni siquiera por una hora. Tu prefieres ir tras la posesión de bienes terrenos, aún a riesgo de tu perdición, dejándome sufrir solo.

El enemigo se aproxima rápidamente… está ganando terreno a fin de ganar muchas almas, mientras tú duermes. Hijo, ¿no puedes levantarle y velar Conmigo siquiera una hora? Yo estoy en el santuario de tu alma, un Getsemaní solitario, esperando que vengas.

Muchas almas, muchas almas van al infierno a causa de los pecados de la carne. Hijo, mira como tú conduces muchas almas a la perdición a través de tu forma de vestir. Yo soy aquel a quien tú expones desnudo públicamente. Hijo… consuélame. Hijo, ten misericordia de Mí.

¡Nunca debe un hombre imitar a una mujer! ¡Nunca debe una mujer imitar a un hombre! Sé tal como Yo te hice, hijo; sé tal como Yo te hice. Te digo, aléjate de esta moda mundana. Ese es el plan del enemigo: destruir el templo del Espíritu Santo que es tu cuerpo. Vive una vida modesta.

Mi hijo amado, porque te amo y deseo que me muestres amor, te suplico me ofrezcas todo tu ser, que lo guardes para Mí y solamente para Mí. Que él me glorifique siempre, que me consuele siempre. No hago este llamado al mundo, sino a tí a quien amo. Ofrécemelo… ofrécelo para salvación. Yo soy Jesucristo Agonizante, llamándote para que REGRESES!»

(Silencio)

ORACIÓN (1)

ACTO DE CONTRICIÓN

Padrenuestro (1) – Avemaría (1) – Gloria (3) 

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD 

ORACIÓN AGONIZANTE

 

CUARTO LLAMADO ANGUSTIOSO

«Hijo Mío… ¿es así como traicionas a tu Señor y Salvador? Solamente por el dinero mundano y perecedero, escogiste traicionar a tu Señor, y entregarme a esos hombres crueles para que Me crucificaran. Hijo, te estás convirtiendo en el Judas de este último tiempo. ¡Cuán terrible será todo para aquellos que traicionan al Hijo del Hombre, y lo entregan a hombres pecadores para ser crucificado! Mira cuan lamentablemente van a la eternidad a sufrir por siempre.

Aún entre los sacerdotes de Mi Corazón, hay muchos Judas que prefieren los bienes terrenales a cambio de su Señor, quien está en agonía.

Esto me causa mucho dolor, hijo Mío, porque están haciendo de la casa de Mi Padre un mercado. Mi Padre está grandemente molesto. Miren bien, cómo ustedes me están sacando de Mi Santo templo. Hijo, ¿deseas la presencia de tu Dios? Ofréceme tu vida.

Yo soy Aquel a quien ustedes están traicionando solamente por cosas terrenales. Hijo… ya que todas esas cosas por las que estás trabajando serán destruidas por el fuego… ¿por qué estás trabajando en vano?

Regresa a Mí, hijo Mío… ten misericordia de Quien vino a salvarte. Que Mis sacerdotes regresen a Mí. Yo soy Jesucristo Agonizante quien los ama, llamándoles para que REGRESEN!»

(Silencio)

ORACIÓN (1)

ACTO DE CONTRICIÓN

Padrenuestro (1) -Avemaría (1) – Gloria (3) 

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD 

ORACIÓN AGONIZANTE

 

QUINTO LLAMADO ANGUSTIOSO

«Hijo Mío… ¿cuándo terminaran los tormentos de Mi flagelación, causados por tus pecados y los del mundo? ¿Por qué Me están flagelando, y al mismo tiempo coronándome de espinas? Y diciendo: «DÉJENME PECAR… YA IRÉ DESPUÉS A CONFESARME». Yo soy el Agonizante Jesús, a Quien tú constantemente torturas.

Hijo… ¿ACASO TE DI EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA, PARA QUE TE CONVIRTIERAS EN UN POZO DE INIQUIDAD?

Ese es el Sacramento de Mi Amor. El abre el océano de la misericordia divina. Mi Sangre y Agua Preciosas, que brotaron para salvar y lavar tu iniquidad, para que vayas y no peques más.

Hijo… retira la corona de espinas… ten misericordia de Mí, no Me flageles más. Ama a tu Dios, tu Creador. No te hagas falsos dioses de ninguna creatura. Sólo a tu Dios temerás y adorarás. No pronuncies el nombre de tu Dios en vano.

Hijo… recuerda guardar el día obligatorio, santo. Haz respetar Mi Nombre en este mundo corrupto. Haz todas estas cosas, para aminorar los dolores de Mi agonía. Ofrece todos tus desengaños, pruebas y persecuciones en reparación por tus pecados, y los del mundo entero.

Yo soy el Agonizante Jesucristo, llamándote para que REGRESES».

(Silencio)

ORACIÓN (1)

ACTO DE CONTRICIÓN

Padrenuestro (1) -Avemaría (1) – Gloria (3) 

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD 

ORACIÓN AGONIZANTE

 

SEXTO LLAMADO ANGUSTIOSO

«Hijo Mío… acércate a Mí, y escucha Mi angustioso llamado. Diariamente ando buscando quien Me consuele, y no encuentro a nadie. Mira Mi rostro agonizante. ¿Dónde está la Verónica de estos tiempos? ¿Dónde esta para que Me limpie el rostro y Me consuele? ¿Acaso se ha unido a la multitud gritando: crucifícalo, crucifícalo?

Se han olvidado que Yo soy su Mesías, que los sacó de Egipto, que los alimentó con el maná celestial, y los acogió bajo Sus alas en seco y ardiente desierto.

Me has rechazado y ya no hay nadie que me ayude. Hijo… así es como tú abandonas tu cruz, y te alejas del camino del Calvario, dejándome sufrir solo.

En verdad te digo, hijo Mío… NO HAY OTRO CAMINO QUE TE CONDUZCA A LA TIERRA PROMETIDA, QUE EL CAMINO DE LA SANTA CRUZ. CARGA CON TU CRUZ Y SÍGUEME TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA.

Ayúdame a cargar todas estas cruces que han sido rechazadas, que Mi pueblo ha abandonado para que Yo las lleve. HIJO… VIVE TU VIDA DE CONSAGRACIÓN. Carga tu cruz, y sígueme. Yo soy Jesucristo Agonizante, que te llamo para que REGRESES.»

(Silencio)  

ORACIÓN (I)  

ACTO DE CONTRICIÓN  

Padrenuestro (1) -Avemaría (1) – Gloria (3)   

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD   

ORACIÓN AGONIZANTE  

 

 SÉPTIMO LLAMADO ANGUSTIOSO

«Hijo Mío, mira cómo tus pecados me han clavado en la Cruz. Estoy sangrando por amor a tí. Estoy sudando por amor a tí. Estoy sediento de amor por este mundo necesitado. Ninguno de ustedes desea consolarme… más bien me ofrecen vinagre para calmar Mi sed.

Todos ustedes se mantienen alejados, se burlan y Me critican. Hijo Mío, mira como hablas falsedades de tu prójimo. En vez de orar por Mi Santa Iglesia, continúan criticándola. Yo soy Jesucristo Agonizante, a quien ustedes critican. La Iglesia es Mi Cuerpo, al que están crucificando.

HIJO MÍO. PÁRATE AL PIE DE MI SANTA CRUZ, Y OFRÉCEME JUNTO CON MI MADRE, EL MUNDO ENTERO. Yo lo aceptaré, y lo ofreceré a Mi Padre. Ellos serán Sus hijos, y obedecerán Sus mandatos. La ira del Padre Eterno se aplacará. Mis Santas Llagas serán sanadas. Entonces Mi reino vendrá sobre la tierra.

Hijo… has de crucificarte por Mí y Conmigo, en la Santa Cruz de la Salvación. Esto es lo que más necesito de ti, en reparación por tus pecados, y los pecados del mundo entero. Hijo, Yo no he pedido esto al mundo, sino a ti, porque Te amo, y deseo que me demuestres tu amor. Yo te prometo que atraeré a tí y a todos los hombres hacia Mí, a través de tí. Acepta Mi llamado angustioso, oh amado hijo! Yo ofreceré todos tus sacrificios a Dios para que sean aceptables, en reparación por tus pecados y los del mundo entero.

Al final, el mundo entero vivirá en Mí, Conmigo, y para Mí. Mi Sagrado

Costado se abrirá para ser el refugio de todos los hombres. Sacarán Agua Viva, de la Fuente de la Vida que brota de Mi Sagrado Costado. Hijo, que se haga Mi voluntad en la tierra. Que se haga Mi voluntad en ti. Sufre por Mí, y Conmigo. Muere por Mí, y vive en Mí. Yo soy Jesucristo Agonizante, te amo. Yo los bendigo a todos».

(Silencio)

ORACIÓN (1)

ACTO DE CONTRICIÓN

Padrenuestro (1)-Avemaría (1) – Gloria (3)

ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD

ORACIÓN AGONIZANTE

 

(Inclinando la cabeza)

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo… (Siete veces)

(Por favor, envíe testimonios de favores recibidos a través de esta Devoción al apostolado en Nigeria)

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A la Sangre de Cristo DEVOCIONES Y ORACIONES

Oración de Reparación por la Corona de Espinas

Esta oración fue dada a Bernabé Nwoye por Santa Cecilia el 14 de julio del 2000. Y las Promesas a quienes recen estas oraciones fueron dadas por Jesucristo. La historia de estas apariciones puede leer en Apariciones a Bernabé Nwoye y la devoción a la Preciosa Sangre
 

 

 

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A QUIENES RECEN DEVOTAMENTE LAS ORACIONES DE REPARACIÓN POR LA CORONA DE ESPINAS

1. Yo sanaré las heridas de los corazones de aquellos que adoren Mi Sagrada Cabeza a través de esta Corona.

2. Yo consolaré a los que Me consuelen con estas oraciones.

3. Yo derramaré el océano de la Divina Misericordia sobre aquellos que adoren las Heridas de Mi Sagrada Cabeza a través del rezo de estas oraciones.

4. Todos los que adoren la Preciosísima Sangre de Mi Sagrada Cabeza a través de esta Corona, recibirán la gracia de la Divina Sabiduría.

5. Yo protegeré sus cinco sentidos.

6. Cuando toquen esta Corona con amor. Yo permitiré que una gota de Mi Sangre caiga sobre sus cabezas.

7. Yo renovaré el amor de cualquier pecador arrepentido que adore misericordiosamente Mi Sagrada Cabeza con esta Corona.

8. Siempre hay un rocío de Mi Preciosísima Sangre dondequiera que estén estas espinas. No estoy lejos, estoy cerca.

9. Yo coronaré las cabezas de los que adoren las Sagradas Heridas y la Sangre de Mi Sagrada Cabeza, a través de esta Corona, con una corona de victoria.

10. Yo prometo mostrar Mi Sagrada Cabeza un día antes de su muerte, a todos los que amen su Corona y adoren Mi Sagrada Cabeza por medio de ella, de manera que tengan perfecto conocimiento de sus pecados y se arrepientan.

11. El 15 de Septiembre de 2001, Nuestra Madre dijo que Ella le había pedido a Su Hijo Jesús, bendecir la Corona de Espinas con poder sanador.

 

ORACIÓN DE REPARACIÓN 

HIMNO

Estoy solo, estoy abandonado Me han dejado con la corona de espinas Que penetran Mi cabeza Y Mi pueblo me ha abandonado.

Amados Míos, ¿Dónde estáis? Esta corona de espinas ha penetrado Mi alma Retiren las espinas, tengan misericordia de Mí.

Por amor a vosotros Morí en la Cruz con la corona de espinas Estoy nuevamente viviendo con las espinas Yo soy el Agonizante Jesucristo.

ORACIÓN

¡Mi amado Jesucristo Agonizante, Hijo del Altísimo! Me postro a Tus pies en medio de mi nada. Recuerdo todas mis ofensas hacia Ti. Te ruego, Señor, ten misericordia de mí. Mis pecados te han mantenido en agonía por estos miles de años. Te contemplo aun vivo, colgado en la Cruz, con esa terrible corona de espinas, la sangre bañando Tu rostro, y las espinas punzando Tu Santa Faz. Me arrepiento por ese regalo que te di: la corona de espinas. Deseo quitarte la corona de espinas, y ofrecerte con amor una corona de oro.

(Besando la corona y apretándola contra su corazón S. Cecilia oró así:) Mi Jesús, yo laceré Tu Sagrada Cabeza con una corona de espinas, Ten misericordia de mí, y perdona al mundo.

Mi Jesús, que sufres místicamente el dolor y la agonía de mi terrible corona de espinas en Tu Sagrado Corazón, Ten misericordia de mí, y perdona al mundo.

Mi Jesús, que sufres la ignominia de mi terrible corona de espinas, ten misericordia de mí, y perdona al mundo. (Apretando la corona de espinas contra su cabeza, Santa Cecilia besó los pies de Jesucristo Agonizante en la Cruz, y oró)

Mi Agonizante Jesús, recuerdo como yo golpeé Tu Sagrada Cabeza con una varilla de hierro, para que te penetraran aún más las espinas en Tu cerebro. Sentiste un dolor como si fuera un rayo que estremeciera todo Tu Cuerpo virginal. ¡Oh cuanto te ha hecho sufrir mi maldad!

Cuando medito en Tu terrible caminar hacia el Calvario, lloro amargamente porque mi maldad colocó esa corona de espinas en Tu Sagrada Cabeza, sede de la Divina Sabiduría. Te veo cayéndote bajo el peso de la Cruz, que hacía que las espinas penetraran más profundamente en Tu Cabeza.

Me veo arrastrándote y golpeándote la Cabeza con una vara. ¡No hubiera querido ser yo quien hizo todo esto a mi amado Salvador! Mi Jesús, te he tratado cruelmente, perdóname, perdóname, perdona a Tu pueblo. Haré todo lo que pueda para retirar esas espinas, cambiando de vida de ahora en adelante.

Mi maldad mantuvo la corona de espinas en Tu Cabeza hasta Tu muerte, para que así no pudieras tener ni un poco de alivio en Tu Pasión. ¡Señor, ten misericordia de mí. Cristo, ten misericordia de mi maldad!

Contemplo Tu Sagrada Cabeza recostada sobre el regazo de Tu Madre dolorosa estando ya muerto. Puedo ver las manos de Juan el amado, de María Magdalena y de Tu Madre dolorosa desprendiendo, con lágrimas de amor, la corona de espinas de Tu Sagrada Cabeza. Desearía ser uno de ellos, para retirar la corona y ofrecerte a cambio una corona de oro, como muestra de mi amor hacia Ti.

(Sosteniendo la corona de espinas y meditando en silencio. Santa Cecilia oró así:)

«Te ofrezco todo mi ser, y te prometo cargar mi cruz tras de Ti, con alegría y amor, todos los días de mi vida. Recibe los méritos de mis sufrimientos y persecuciones, los cuales te prometo aceptar con amor, en reparación por mis pecados, y los pecados del mundo entero.  Queridísimo Jesús Agonizante, con este humilde ofrecimiento, deseo retirar la corona de espinas que te coloqué, y ofrecerte una corona de oro. Recibe con amor, esta corona de oro que te ofrezco. Amén.

Padre eterno, te he ofendido gravemente al lacerar la Sagrada Cabeza de Tu Hijo Unigénito, a quien tanto amas. Ten misericordia de mí. Perdóname y perdona al mundo. Amén (tres veces).

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A la Sangre de Cristo DEVOCIONES Y ORACIONES Galería

Oraciones Místicas de Nuestro Señor Jesucristo

Estas oraciones, reveladas por Nuestro Señor, como sus peticiones a Su Padre Celestial durante su Pasión, fueron dictadas por El a Bernabé Nwoye, para que las recemos diariamente.

La historia de estas apariciones puede leerse en  Apariciones a Bernabé Nwoye y la devoción a la Preciosa Sangre

 

ORACIÓN PARA VENCER A SATANÁS Y SUS AGENTES

(5 Julio, 1998)

«No deben temer por los numerosos agentes del enemigo. Hijos, simplemente ofrezcan las Llagas, Dolores, y la Sangre de Mi mano izquierda por su caída; los verán desaparecer como cenizas»

¡Todos ustedes, gran número de enemigos de la Santa Muerte de mi Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario, príncipe de las tinieblas y la iniquidad, padre de los mentirosos! Yo me apoyo en la muerte de mi Señor Jesucristo, y ofrezco Sus dolores, Llagas, y la Preciosa Sangre de Su mano izquierda al Padre Eterno, por vuestra caída, destrucción y castigo.

¡Sangre Preciosa de mi Señor Jesucristo – reina en mí y en las vidas de todos los hombres! Amén

 

ORACIÓN PARA LA PROTECCIÓN Y UNIDAD DEL REBAÑO

(6 Julio, 1998)

Padre Eterno, yo te ofrezco todas las Llagas, Dolores, y la Preciosa Sangre de los Sagrados Pies de Tu Hijo, Nuestro Señor y Maestro, por todos Tus hijos que están vagando como ovejas sin pastor por este bosque tenebroso. Protégelos de los depredadores salvajes y dales la paz para que sean uno, y unidos lo mismo que el clavo unió los Pies de mi Señor y Salvador Jesucristo.

¡Preciosa Sangre de Jesucristo, reina por siempre! Amén

 

ORACIÓN PARA REFUGIARSE EN EL SAGRADO COSTADO DE JESUCRISTO

(7 Julio, 1998)

¡Oh Padre Amado, Dios de Abraham, Isaac y Jacob, que protegiste a los antiguos israelitas bajo Tus santas alas, en la aridez del frío y en el cálido desierto; te ofrezco la santa muerte de mi Maestro y Salvador Jesucristo por la protección de Tu pueblo, que está disperso por todo el mundo. Que la Sangre y el Agua nos laven y fortalezcan, nos guarden y purifiquen para que encontremos refugio en el Sagrado Costado de Tu Hijo, que está abierto para todos los hombres.

¡Sagrado Costado de Jesucristo, sé mi refugio seguro! Amén. 

 

ORACIÓN PARA LIBERACIÓN DE MALDICIONES ANCESTRALES

(8 Julio, 1998)

¡Padre Eterno, Tu eres el único Dios inmortal, Dios que es Amor, Misericordia y Bondad! Mira a Tu Unigénito Hijo, Jesucristo, y ten misericordia. Yo te ofrezco el dolor de Su flagelación en la columna, Sus Llagas y Sangre, por todo Tu pueblo que está bajo el peso de la maldición, debido a los pecados de sus ancestros, y su desobediencia rompiendo la alianza que habían hecho Contigo.

Libéranos a través de la flagelación de Tu Hijo, sánanos a través de Sus Llagas, y sálvanos a través de Su Sangre Preciosa.

¡Sangre Preciosa de Jesucristo, libéranos de la maldición! ¡Santas Llagas de Jesucristo, sanen nuestras heridas! ¡Por Tu flagelación, séllanos! Amén.

 

ORACIÓN PARA CONSERVAR LA FE

(9 Julio, 1998)

¡Omnipotente y Omnisciente Dios, Dios de Elías y los profetas, mira la Sagrada Cabeza de Tu Unigénito Hijo y ten misericordia! Levántate y salva a Tu pueblo. Te ofrezco toda la vergüenza, el dolor, las Llagas y la Preciosa Sangre de la Sagrada Cabeza de Tu Hijo, por todos Tus hijos que están viviendo estos tiempos peligrosos. Fortalece nuestra fe por la burla que

hicieron a Tu Hijo Jesucristo, y sálvanos a través de la Preciosa Sangre de Su Sagrada Cabeza. Que a través del sufrimiento de Tu Hijo Jesucristo, aprendamos a sufrir en Ti, y a morir en Ti. Amén.

¡Santas torturas de Jesucristo, aumenten nuestra fe! Amén.

 

ORACIÓN PARA LA MANIFESTACIÓN DE LA DIVINA VOLUNTAD

(10 Julio, 1998)

Padre Eterno, Tu eres el Creador y Autor de la vida. Tú amas el mundo que creaste. Es por esto que enviaste a Tu Hijo único, a redimir el mundo, a fin de que viniera a nosotros Tu Reino. Mira a Tu Hijo y levántate de Tu Trono. Levanta Tu Mano derecha y salva a Tu pueblo. Yo te ofrezco todos los sufrimientos, los dolores y la muerte de Tu Hijo Unigénito a quién Tu amas, por Tu triunfo y reinado sobre la tierra. Que a través de la Preciosa Sangre de Tu Hijo, hagas una nueva alianza, y traigas a todos Tus hijos a Tu Santa Voluntad. Amén.

¡Preciosa Sangre de Jesucristo, reina por siempre! ¡Agonizante Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino!

 

ORACIÓN PARA SOBRELLEVAR EL CASTIGO VENIDERO

(13 Julio, 1998)

Padre Amado y Misericordioso, Tu deseo es que todos los hombres se salven. Mira bondadosamente a Tu Hijo escarnecido y condenado por los hombres, que sufrió tantas torturas, y sigue sufriendo por los pecados de Tu pueblo.

Mira lo que el pecado ha hecho a Tu Hijo Unigénito. Te ofrezco todas las torturas, dolores, repudio y vergüenza que sufrió Tu Hijo Jesucristo, para que todos los que estamos viviendo en estos días de maldad, tengamos la fe necesaria para sobrellevar las pruebas, y paciencia para soportar las torturas.

Que a través de los sufrimientos de Tu Hijo único, podamos luchar hasta el fin. Amén.

¡Que las torturas de Nuestro Señor aumenten nuestra fe! ¡Preciosa Sangre de Jesucristo, sálvanos!

 

ORACIÓN POR LOS QUE HAN ABANDONADO LA FE

(22 Julio, 1998)

Eterno y Amado Padre mira bondadosamente a Tu Hijo Unigénito. Mira la pesada cruz que prepararon para Tu Hijo, y ten misericordia de Tu pueblo.

Yo te ofrezco todos los dolores, sufrimientos y la Sangre Preciosa de Tu Hijo Jesucristo, Emmanuel, por toda la gente que ha abandonado su fe, y por los que la abandonarán en las colinas y valles de este mundo. Que por las caídas que sufrió Tu Hijo bajo la Cruz, tengan la fortaleza de levantarse nuevamente, y permanecer firmes en la verdadera fe. A través del océano de Su Sangre Preciosa derramada bajo la Cruz por las calles de Jerusalén, fortalece a todos los que desean hacer Tu Voluntad. Amén.

¡Sangre Preciosa de Jesucristo, fortalece nuestras almas débiles! 

 

ORACIÓN PARA PEDIR EL REINO DE GLORIA SOBRE LA TIERRA

(27 Julio, 1998)

¡Oh Amado y Misericordioso Padre, que todo lo sabes y eres Todopoderoso, el Alfa y Omega, el Padre Eterno que creó todas las cosas! Tu naturaleza te impide desamparar a Tus hijos. Mira bondadosamente a Tu Hijo Unigénito Jesucristo, que Vino a salvar a los hombres y a traer Tu Reino a la tierra.

Te ofrecemos todas las agonías, torturas, dolores y la Sangre Preciosa de Tu Hijo Jesucristo, con el fin de vencer a todos los enemigos de la Santa Cruz de Salvación, el Anticristo y el Dragón Rojo que están luchando contra la verdad ahora y al final de este tiempo. Que a través de la Preciosa Sangre de Nuestro Redentor, y por Su último aliento sobre la tierra, desaparezcan como espuma expuesta al sol, para que Tu Reino venga pronto sobre la tierra. Amén.

¡Preciosa Sangre de Jesucristo, venga a nosotros Tu Reino! 

 

ORACIÓN CONTRA LOS PECADOS DE LA CARNE

(28 Julio, 1998)

Padre Santo y Misericordioso, Tu Hijo Unigénito está desnudo a la vista de todos los hombres, para que Tu pueblo conozca y tema Tu Santa Ley. Acepta mi humilde oración por todo Tu pueblo que vive en iniquidad, fornicación y adulterio, para que a través de la vergüenza y la desgracia que soportó Tu

Hijo único, toques sus vidas, para que se conviertan y se salven. Que ellos, a través de la Sangre Preciosa de Tu Hijo Jesucristo, la cual te suplico caiga sobre sus cabezas, se conviertan y salven, y a través de Su vergüenza se arrepientan. Amén

 

ORACIÓN PARA BAUTIZAR A LOS BEBES ABORTADOS

(29 Julio, 1998)

Padre Celestial, Tu amor es eterno. Por Tu amor infinito, salvaste al mundo a través de Tu Hijo Unigénito Jesucristo. Mira a Tu único Hijo sobre la Cruz, sangrando sin cesar, por el amor a Su pueblo, y perdónanos. Purifica y bautiza a los niños abortados con la Preciosa Sangre y Agua que brotó del Sagrado Costado de Tu Hijo, que colgaba muerto en la Cruz para salvarlos, en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.

Que a través de la santa muerte de Jesucristo, ellos reciban la vida eterna, por Sus Llagas sean sanados, y por Su Sangre Preciosa sean liberados. Que se regocijen junto a los Santos en el Cielo. Amén

 

ORACIÓN DE REPARACIÓN

(2 de Julio, 1999)

Padre Eterno, te ofrezco todas las Heridas de Tu amadísimo Hijo Jesucristo, los dolores y agonías de Su Sacratísimo Corazón, y Su Preciosísima Sangre que brotó de todas Sus Heridas, en reparación por mis pecados y los pecados del mundo entero. Amén (3 veces).

 

PODEROSA INVOCACIÓN PARA PEDIR PROTECCIÓN

(7 de Julio, 1997)

¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Ti oh arma poderosa!

¡Adoración! ¡Adoración! ¡Adoración! ¡A Tu Sangre Preciosa! Misericordioso Jesucristo Agonizante, derrama Tu Sangre Preciosa sobre las almas. Satisface nuestra sed, y vence al enemigo. Amén.

Poderosa Sangre de Salvación, combate al enemigo. (3 veces).

(Esta invocación también ha sido recomendada por Nuestro Señor, para decirla al final del exorcismo del Papa León XIII, el cual Nuestro Señor ha ordenado sea dicho diariamente en nuestros hogares en estos tiempos del mal).

 

JACULATORIAS

(28 de Abril, 1997)

¡Preciosa Sangre y Agua del Sagrado Corazón de Jesucristo! Te adoramos, ¡Sálvanos y purifícanos! Amén

(28 de Julio, 1997) ¡Preciosa Sangre y Agua del Sagrado Costado de Jesucristo! ¡Purifica la Iglesia, lávanos, límpianos!

  

PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A LOS QUE VENEREN EL CRUCIFIJO AGONIZANTE

1. Para prepararlos para la batalla, les entrego Mi Crucifijo Agonizante. Yo prometo proteger contra las fuerzas del mal, a cualquiera que tenga este Crucifijo Agonizante.

2. A través de este Crucifijo, Yo salvaré a muchos del cautiverio.

3. Cuando se levante este Crucifijo en contra del poder del maligno, Yo abriré el Cielo y dejaré fluir Mi Preciosa Sangre para vencer así, el poder del maligno.

4. Yo dejaré fluir Mi Preciosa Sangre de todas Mis Sagradas Llagas, y cubriré a todos los que veneren Mis Llagas y Sangre a través de este Crucifijo.

5. Yo prometo proteger las casas donde esté el Crucifijo Agonizante, de todo poder destructivo en la hora de la oscuridad.

6. Yo prometo realizar numerosos milagros a través de este Crucifijo.

7. Yo quebrantaré los corazones de piedra y derramaré Mi amor en los que veneren Mi Crucifijo Agonizante.

8. Yo prometo también, atraer a las almas descarriadas hacia Mí, a través de este Crucifijo.

9. Hijos, en los días del maligno, ustedes podrán andar libremente sin peligro, debido a este Crucifijo.

Finalmente, Nuestro Señor enfatizó: «Hijos, por medio de esta Cruz, Yo venceré. Esta Cruz pronto será una Cruz victoriosa».

 

ORACIÓN PARA QUE EL NUEVO ISRAEL RECONOZCA EL VALOR DEL PRECIO DE SU REDENCIÓN

(20 de Julio, 2001) (Eclesiástico 36, 1-17) Por favor, rezar diariamente.

Ten piedad de nosotros, Señor, Dios del mundo, y mira: derrama Tu temor por todas las naciones. Levanta Tu mano contra las naciones paganas, para que vean Tu poder. Así como a sus ojos Te has mostrado Santo castigándonos, así también ante nosotros, muéstrate poderoso en contra de ellos. Que te reconozcan como nosotros lo hemos hecho, y sepan que no hay otro Dios más que Tú, Señor.

Renueva los prodigios y haz otros milagros, manifiesta el poder de Tu mano y de Tu brazo. Despierta Tu furor y derrama Tu cólera, destruye al adversario y aplasta al enemigo. Apresura el tiempo de Tu visita, recuerda Tu juramento, para que podamos celebrar Tus grandes hechos.

Que los opresores de Tu pueblo vayan a la ruina, y que Tu fuego vengador devore a sus sobrevivientes. Quebranta la cabeza de los jefes extranjeros que dicen: ¡no hay más que nosotros! Reúne a todas las tribus de Jacob, devuélveles su herencia como al principio. Señor, ten piedad de Tu pueblo que lleva Tu nombre, de Israel, del que hiciste Tu primogénito. Ten compasión de la ciudad santa de Jerusalén, lugar de Tu reposo. Llena a Sión de la fama de Tus milagros, y a Tu pueblo de Tu gloria. Confirma Tus promesas a Tus primeros hijos, cumple las profecías hechas en Tu nombre. Premia a los que en Ti esperan, que Tus profetas sean hallados verídicos. Escucha Señor, la oración de Tus servidores, confirmando la bendición de Aarón a Tu pueblo, y que todos en la tierra reconozcan que Tú eres el Señor, el Dios Eterno.

Preciosa Sangre de Jesucristo, purifica la Iglesia, lávanos, límpianos! (3 veces)

Padrenuestro (1) Avemaría (3) Gloria (3)

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