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¡Impresionantes Promesas de San José! en Aparición Aprobada por el Obispo

Desde 1994 hay en Brasil una aparición de María, Jesús y José.

Que el obispo aprobó en el 2010.

¡Con grandes promesas para la devoción a  San José promete!

Apariciones de San Jose y María en Itapiranga

Es una aparición única en su especie por las promesas que San José, Jesús y María hacen a quienes se hagan devotos de su Sagrado Corazón.

En una aparición del 6 de junio de 1997 Jesús le dijo a Edson Glauber,

«Deseo que el primer miércoles después de la Fiesta de Mi Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María sea la Fiesta del Corazón Castísimo de San José”.

Esto es hoy casi desconocido.

Muchos saben acerca de las aprobadas apariciones de la Virgen María, pero no están en conocimiento de que San José ha tenido muchas apariciones a videntes a través de la historia.

En algunas de ella ha aparecido junto con la Sagrada Familia, en otras con su hijo Jesús, en otras acompañado de Santos y en otras sólo.

Se sabe poco de estas apariciones en Itapiranga, Brasil, desde 1994, en las que San José apareció junto con María y Jesús.

Las ha aprobado el Obispo en 2010. Ver aquí.

Veamos estas apariciones de Itapiranga en este artículo y puedes leer las otras apariciones conocidas de San José aquí.

Edson Glauber vidente de Itapiranga
Edson Glauber vidente de Itapiranga

  

LAS APARICIONES A EDSON GLAUBER Y SU MADRE

En 1994, cuando era estudiante en Manaus, Brasil, con 22 años de edad, Edson Glauber recibió una aparición de la Virgen con Jesús y San José.

Las apariciones continuaron cuando regresó a su ciudad natal de Itapiranga que está a unos 1050 kilómetros al suroeste de Sao Paulo y unos 1420 km. de Rio de Janeiro.

Y también a más de 1200 kilómetros al suroeste está el lugar de las recientemente aprobadas San Nicolás, en Argentina.

El Obispo Gritti, que murió hace más de un año, se reunió con ellos varias veces.
.
Allí celebró la misa, en el sitio de las apariciones, y ayudó a construir el santuario.

María se le apareció bajo el título de «Reina del Rosario y de la Paz».

Y al igual que en Fátima, en sus mensajes hizo hincapié en la necesidad de la conversión, el rezo del Rosario, la Misa, la Confesión y la Santa Eucaristía.
.
Y la penitencia para salvar al mundo sumido en la incredulidad y el pecado.
 

Ella y Jesús instaron a la devoción al más casto corazón de San José.

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Reina del Rosario y de la Paz de Itapiranga

  

REVELACIONES Y PROMESAS DE SAN JOSÉ

Las Principales revelaciones de San José comenzaron el 1 de marzo de 1998.

Habló de tener devoción a su corazón casto y se recibieron las primeras de varias promesas. 

Empezó hablando así:

“Mi querido hijo, Nuestro Señor Dios me ha enviado para informarte sobre todas las gracias que los fieles recibirán de mi muy Casto Corazón que Jesús y mi bendita esposa desean sea honrar…

A través de la devoción a mi casto corazón muchas almas van a ser salvadas de las manos del diablo.
.
Dios nuestro Señor ha permitido que yo te revele las promesas de mi corazón”.

“Tal como soy justo y casto a los ojos de Dios, todos los que tengan devoción a mi Corazón también serán castos, justos y santos delante de Él. 

Yo te llenaré de estas gracias y virtudes, para que crezcas cada día en el camino de la santidad”.

Al día siguiente, San José vino con el Niño Jesús, que se reclinó en su corazón.

San José reveló que Dios quería dar innumerables gracias través de la devoción a su corazón:

“Mi hijo y Señor Jesús, que me trajo hasta aquí en la tierra, por el amor a su padre, quiere que todos los hombres practiquen de la devoción a mi Corazón, para todos aquellos que necesitan gracias del cielo”.

En las apariciones anteriores, la Virgen María y Jesús dijeron a Edson que a San José se le había sido dado gran poder y gloria, y en estos tiempos Dios quiere que la gente y el mundo se consagren al Corazón de San José.

san jose cotignac

  

SEGUNDA PROMESA

Luego vino una segunda promesa:

“Prometo a todos, que en honor a este purísimo Corazón mío hagan aquí en la tierra hagan buenas acciones en favor de los más necesitados, especialmente de los enfermos y moribundos de los cuales yo soy un consolador y protector, recibirán en su último momento de su vida, la gracia de una buena muerte.

Yo mismo seré para estas almas su peticionario ante mi Hijo Jesús y, junto con mi esposa, María Santísima, les consolaré en sus últimas horas aquí en la tierra, con nuestra santa presencia y para que descansen en la paz de nuestros corazones.

Como ya viste mi Hijo Jesús reposa su cabeza en mi corazón, de esta manera yo y mi esposa Santa María llevaremos a estas almas a la gloria del paraíso, en la presencia del Salvador, mi Hijo Jesucristo, de modo que puedan reposar, e inclinarse a Su Sagrado corazón…”

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ADVERTENCIAS

San José no se asusta de la situación de los corazones de la humanidad.

Explicó:

“¡Cómo es que el pecado se propaga de una manera tan fuerte!

Los hombres se dejan llevar por las artimañas más insidiosas del diablo. 

El enemigo de la salvación quiere destruir a todos los hombres para que, de esta manera, todo sea perdido.

Él tiene envidia y odia a toda la raza humana. 

Así que muchos pasan por pruebas y tentaciones que el enemigo de Dios les lanza en cada momento, de esta manera trata de destruir las almas de los hombres que fueron creadas por Dios”.

San José reveló que el ataque contra nosotros se incrementará desde 1998:

«Lo que la mayoría hace son pecados contra la santa pureza, porque la pureza es una de las virtudes más queridas por Dios, y de esta manera satanás desea destruir la imagen de Dios presente en cada criatura a través de esta virtud.

Y es debido a esto, que Dios pide a toda la humanidad tener devoción a mi Corazón Casto.
.
Quiere dar a los hombres la gracia para vencer las tentaciones y los ataques del diablo en su vida día a día”.

San José puede protegernos de estos ataques.

Su letanía lo llama el más casto y terror de los demonios.

San José hizo esta promesa:

“La invocación de mi nombre es suficiente para hacer que los demonios huyan.

Prometo a todos los fieles que honren a mi corazón casto con fe y amor, la gracia de vivir con la santa pureza del alma y del cuerpo y la fuerza para resistir todos los ataques y tentaciones del diablo.
.
Yo mismo les he de proteger”.

Dijo que la gracia también sería para los miembros de la familia del orante en necesidad de ayuda divina.

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ESPERANZA PARA LOS PECADORES

San José quiere que todos los pecadores que se conviertan y se salven: 

Muchos son los que están lejos de Dios a causa de sus graves pecados.

Muchas personas, mi hijo, están en ese estado, porque caen con las asechanzas del diablo.

El enemigo de la salvación hace pensar que no hay ninguna solución, ni cambio, porque están desesperados y han perdido la esperanza, y no han confiado en la misericordia divina.

Estos serán un blanco fácil para el diablo”.

Pero él dice que,

“Todos los pecadores, incluso aquellos que han cometido los pecados más terribles, confíen en el amor y en el perdón de Dios y confíen en mí también, en mi intercesión.

Todos aquellos que recurran confiadamente a mí tendrán la certeza de mi ayuda para recuperar la gracia divina y la misericordia de Dios”.

No queriendo que los pecadores se desesperen, prometió a los que confían en su corazón puro y son devotos en honor a él, les dará:

la gracia de ser consolados por mí en sus mayores aflicciones del alma y en el peligro del juicio, cuando por desgracia pierdan la gracia divina, porque sus pecados son graves.

Para estos pecadores, que recurren a mí, prometo las gracias de mi Corazón con el propósito de enmienda, de arrepentimiento y de sincera contrición de sus pecados.

Ahora, digo a todos los pecadores:
.
No tengan miedo del diablo y no desesperen, debido a sus faltas, sino vengan a mis brazos y se refugiarán en mi corazón, para que puedan recibir todas las gracias para su salvación eterna”.

estatua de san jose y el niño

  

AYUDA CON LOS PROBLEMAS DE HOY

San José se centró en las dificultades de la vida y le ofreció consuelo:

“Mi Hijo Jesús, a través de mi corazón, desea impartir a todos los hombres sus bendiciones divinas.

Sé que muchos de ustedes sufren grandes dificultades, ya que, en estos últimos tiempos, los hombres ya no se aman o se ayudan mutuamente.
.
Sino viven con el corazón lleno de orgullo, mentira, intriga, ambición, maledicencia, mezquindad, y muchas cosas malas que son las consecuencias de vivir lejos de Dios”.

San José dijo esto a todos los que honran su corazón y ponen su confianza en él y en su intercesión:

“Prometo que no serán abandonados en sus dificultades y en las pruebas de la vida.

Voy a pedir al Señor que les ayude con su Divina Providencia en sus problemas materiales y espirituales.

Para las madres y los padres indicó consagrarse ellos y sus familias a su Corazón, San José aseguró la ayuda en las aflicciones y problemas, y ayuda en la crianza de sus hijos.

liturgia de san jose

  

PECADOS: CONSECUENCIAS Y SU PROTECCIÓN

El esposo de María no ignoraba la situación actual del mundo. En 1998 dijo que se multiplicara el caos espiritual y enfatizó:

Mi hijo Jesús está muy indignado con los pecados de humanidad”.

Él desea derramar su justicia divina a todos los hombres que no quieren arrepentirse y que continúan obstinadamente en sus pecados”.

“Mira, mi hijo, tengo la mano derecha, impidiendo que derrame su justicia sobre toda la humanidad.

Le pido, a través de las gracias de mi corazón y por ser digno de vivir a su lado, con el amor de un padre de este mundo, y porque él me ha amado con el amor de un hijo, que no castigue al mundo por sus faltas.

Sino que por todos mis pequeños que honran y honrarán a este casto corazón mío, que derrame su misericordia sobre el mundo

Los muchos pecados del mundo llaman a la humanidad a arrepentirse y hacer penitencia:

“Porque Dios recibe continuamente ofensas de los hombres ingratos.

Hoy en día hay muchos desmanes, sacrilegios e indiferencia de los hombres.

Es por esto que hay tantas calamidades como la guerra, el hambre y las enfermedades y también tantas otras cosas que el hombre ha sufrido a causa de la rebelión del hombre contra Dios”.

San José habló de las claras consecuencias de la rebelión:

Dios permite que los hombres sigan sus propios caminos para mostrarles a todos ellos que, sin él, nunca se serán felices. 

Él deja que los hombres pasen por tanto sufrimiento para también mostrarles las consecuencias que el pecado trae a sus vidas.

Y así entonces, la justicia divina castiga a la humanidad debido a su obstinación en no ser obediente a la voluntad de Dios”.

Señaló también que la humanidad está:

«Cada vez más obstinada en sus faltas, debido a la preocupación por los placeres del mundo, más que hacia el amor de Dios y a sus mandamientos.

Pero la justicia de la mano de Dios llegará de una manera nunca antes vista y vendrá repentinamente sobre el mundo entero”.

Eso nos debe hacer temblar, sin embargo, este poderoso Santo extiende una solución llena de esperanza:

“Todos aquellos que honren mi casto corazón recibirán la gracia de mi protección de todos los males y peligros. 

Aquellos que se entreguen a mí, no serán afectados por las desgracias, por las guerras, el hambre, por las enfermedades y otras calamidades y tendrán en mi corazón un refugio para su protección. 

Aquí, en mi corazón, todos van a estar protegidos contra la justicia divina en los días que vendrán.

Todos los que se consagren a mi Corazón, y lo honren, serán vistos por mi Hijo Jesús con ojos de misericordia.

Jesús les derramará su amor y llevará a la gloria de su Reino a todos los que he puesto en mi corazón”.

san jose y jesucristo Gerard Van Honthorst

  

SOLICITUD Y PROMESA SOBRE LOS PRIMEROS MIÉRCOLES

Cuando San José apareció en el primer miércoles de marzo de 1998, tenía una solicitud especial para las devociones, Él dijo:

“Cada primer miércoles de cada mes, mi corazón casto vierte numerosas gracias a todos los que confían en mi intercesión. 

¡En estos miércoles, los hombres no van a recibir una lluvia de gracias simples si no fuertes torrentes de gracias extraordinarias! 

Voy a compartir con los que me honran y confían en mí, todas las bendiciones, todas las virtudes, y todo el amor que he recibido de mi Divino Hijo Jesús y de mi esposa la Virgen María cuando aún vivía en este mundo y todas las gracias que sigo recibiendo en la gloria del paraíso”.

La petición vino con su gran promesa de:

Interceder delante de Jesucristo para los que vienen a mí, en honor a este corazón mío.

Les daré las gracias de ser capaz de resolver los problemas más difíciles y las necesidades urgentes.
.
Que a los ojos del hombre parecen imposibles, pero que, a través de mi intercesión a Dios, van a ser posibles. 

Doy las gracias de mi corazón a todos los pecadores que se vayan a convertir”.

San José había hecho esta misma petición durante la Nuestra Señora de América en marzo de 1958, pidiéndonos recitar los Misterios Gozosos del Rosario en la memoria de su vida con Jesús y María, el amor que les tenía y el dolor que sufrió con ellos.

Además pide recibir la comunión con el amor que Él recibió al Salvador y también cada vez que Él llevó a Jesús en sus brazos.

san jose c jesus

  

CONFIRMADO POR SU ESPOSA MARÍA

Al final de las apariciones de su marido, la Virgen María hizo una promesa a ella misma:

“Todos los que honren el muy casto corazón de San José se beneficiarán con mi presencia materna en sus vidas de una manera especial.

A aquellos que piden a su corazón con confianza, yo prometo interceder ante el Padre Eterno, mi Divino Hijo Jesús y al Espíritu Santo.

Voy a obtener para ellos, de Dios, la gracia de llegar a la santidad perfecta en las virtudes de San José y de esta manera alcanzar el amor perfecto en el que Él vivía.

Los hombres que aprendan a amar a mi Hijo Jesús y a Mí con el mismo amor como mi casto esposo José, recibirán el amor más puro de nuestros corazones.”

La Virgen también dijo:

“Mi Hijo Jesús, mi casto esposo José y yo estamos a su lado. No teman nada, porque nuestros corazones les protegerán siempre”.

san jose de conti

  

RECOMPENSA POR DIFUSIÓN DE LA DEVOCIÓN A SAN JOSÉ

Hay algo más que San José dice que no debemos pasar por alto:

Todos los que propaguen la devoción a mi Corazón, y la practican con amor, tengan la certeza de que sus nombres están grabados en él, al igual que la cruz de mi hijo Jesús y la «M» de María están grabadas en él”.

Después de todo pidió:

“Que todos difundan la devoción a mi Corazón; es Dios mismo quien lo pide”

  

ORACIONES DE ITAPIRANGA

  

ORACIÓN A SAN JOSÉ

En la mañana del 29 de marzo de 2002 Edson Glauber estaba orando y recibió la visita de San José, que describe como un muy guapo y de cálida sonrisa, que le dijo,

Difunde esta oración a todo el mundo

A través de esta oración, Dios desea que mi nombre sea más conocido y amado. 

Él también quiere otorgar muchas gracias a aquellos que me honran rezando. 

Quienes oren esta oración recibirán muchas gracias del Cielo. 

A través de ella, seré invocado a menudo por todo el mundo y, por mi corazón querido y honorable, podré conceder muchas gracias a los pecadores que necesitan ayuda divina. 

Es importante que esta oración sea conocida por todos. 

Que llegue a todas partes, para que todas las personas puedan disfrutar de la bondad de Dios a través de ella. 

Esta es Su Santísima Voluntad que te estoy revelando ahora mismo” 

La oración es la siguiente,

Dios te salve, José, hijo de David, el justo y casto, la sabiduría está contigo.
Bendito seas entre todos los hombres, y bendito sea Jesús, el fruto de María, tu fiel esposa.
San José, digno padre adoptivo y guardián de Jesucristo y de la santa Iglesia,  ruega por nosotros los pecadores y obtén la sabiduría divina de Dios, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

  

CORONILLA

También le fue dictada la Coronilla de los Siete Dolores y Siete Alegrías de San José, en 1997.

Coronilla de los Siete Dolores y Alegrías de San José

1º San José, por tu dolor y alegría por el embarazo de la Virgen María, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

2º San José, por tu tristeza y alegría por el nacimiento de Jesús, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

3º San José, por tu dolor y alegría en la circuncisión de Jesús, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

4º San José, por tu tristeza y alegría por la profecía de Simeón, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

5º San José, por tu tristeza y alegría por la huida a Egipto, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

6º San José, por tu tristeza y alegría por el regreso de Egipto, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

7º San José, por tu dolor y alegría por la pérdida y el hallazgo del Niño Jesús en el templo, sé mi guía a través de la vida y la muerte.

Padrenuestro, 10 Avemaría y Gloria

Jesús, María y José yo los amo, salven almas.

¡Corazón Castísimo de San José, se el guardián de nuestra familia!

Puede leerse más sobre esta coronilla aquí.

  

CONSAGRACIÓN A LOS TRES SAGRADOS CORAZONES

La Santísima Virgen enseñó a Edson Glauber una Consagración a los Tres Sagrados Corazones, el 29 de diciembre de 1996, en la fiesta de la Sagrada Familia.

“Enseña esta Consagración a todos tus hermanos. Es la consagración a los tres Corazones.

Esta consagración se hará a nuestros tres corazones unidos en un solo amor…

Corazón Sagrado de Jesús, Corazón Inmaculado de María y Corazón Casto de San José, voy a consagrar este día, mi mente (+ frente) , mis palabras (+ labios) , mi cuerpo (+ pecho) , Mi corazón (+ bajo el hombro izquierdo) y mi alma (+ bajo el hombro derecho), de manera que se haga tu voluntad a través de mí el día de hoy. Amén

Esta consagración debe ser hecha tres veces al día: por la mañana, por la tarde y por la noche.

Es importante hacer la señal de la cruz en el momento que se dice las palabras”

Se puede leer más de esta consagración aquí.

  

ESCAPULARIO

En el año 2000 se le entregó a Edson Glauber el escapulario de San José en el Santuario de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Aylesfort, Inglaterra, donde se había aparecido la Virgen María a Simón Stock.

Lo que le fue reafirmado en el 2001 en Sciacca, Sicilia, Italia en el 750 aniversario de la entrega del escapulario a San Simón Stock.

La Virgen se le apareció y le dijo,

“Este será el Escapulario de San José, Mi hijo Jesús y Mío…

Quien lo lleve consigo recibirá la protección de Dios por medio de su Corazón Castísimo y de su manto protector, así como muchas gracias del cielo necesarias la salvación y la santificación”

Y Edson vio aparecer después a la Sagrada Familia y una inscripción en dorado que decía, “¡Casto Corazón de San José! Sé el guardián de nuestra familia”

La oración de imposición del escapulario puede encontrarse aquí.


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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A San José DEVOCIONES Y ORACIONES Oraciones para tiempo de angustia

Oraciones a San José en momentos de Angustia y Tribulación

ORACIÓN DE LEÓN XIII

A ti bienaventurado José acudimos en nuestra tribulación y después de implorar el auxilio de tu Santísima Esposa, solicitamos también tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido y por el paternal amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos que vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Protege, providente custodio de la divina familia, a la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción, asístenos propicio desde el cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el poder de las tinieblas; y como en otro tiempo libraste al Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así ahora defiende a la Iglesia santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protégenos con tu perpetuo patrocinio para que, a ejemplo tuyo y sostenidos con tu auxilio, podamos santamente vivir, piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna bienaventuranza. Amén

 

ORACIÓN DE CONFIANZA EN MOMENTOS DE ANGUSTIA O DIFICULTAD

Bienaventurado José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, para que tengan una feliz solución de acuerdo a la voluntad de Dios.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza la deposito en Vos, y me abandono como un niño pequeño, dormido en brazos de su papá.

Que no se pueda decir que en vano te he invocado y ya que tú lo puedes todo, delante de Jesús y de María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén

 

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A San José DEVOCIONES Y ORACIONES

Un Pensamiento Diario para San José en el Mes dedicado a Él

Día 1:
Padre adoptivo de Jesús. Escogido por el Eterno Padre con amor previsor y gratuito, para ser custodio y defensor de Jesús, tú, oh San José, entras plenamente en el proyecto de la Salvación, según las promesas hechas por Dios al pueblo hebreo. Ayúdame, San José, a leer hoy, con amor, el Evangelio que describe la genealogía de Jesús.

Día 2:
Custodio de Jesús. Durante la vida terrena de Jesús, tú, oh San José, no te has preocupado de hacer cosas grandes sino de hacer bien la voluntad de Dios, también en las cosas más sencillas y humildes, con mucho empeño y amor. Enséñame San José la prontitud en buscar y realizar la voluntad de Dios.

Día 3:
Esposo de la Madre de Dios. Después de la perturbación inicial, oh San José, tu «sí» a la voluntad de Dios fue claro y preciso, aceptando a María como Esposa. Entonces, por ti, Jesús entró en la genealogía de David con pleno derecho delante de la ley y de la sociedad. Te confiamos, oh San José, a todos los padres para que siguiendo tu ejemplo acepten en el seno materno el don inestimable de la vida humana.

Día 4:
El hombre del silencio. Te acostumbraste al silencio, oh San José, estando con Jesús y María. La casa de Nazaret era un templo y ¡en el templo, sobre todo, se reza!.Enséñame, oh San José, a dominar mi locuacidad y a cultivar el espíritu de recogimiento.

Día 5:
El hombre de fe. Más que Abraham, a ti, oh San José, te tocó creer en lo que es humanamente impensable: la maternidad de una virgen, la encarnación del hijo de Dios. Fortalece, oh San José, a quien se desanima y abre los corazones para confiar en la Providencia de Dios.

Día 6:
El hombre de la esperanza. En la persona de Jesús, oh San José, tuviste la garantía del cielo y, por lo tanto, siempre estuviste lleno de profunda paz interior. Aumenta, oh San José, mis motivos para tener coraje, alimenta el aceite para mis lámparas.

Día 7:
El hombre del amor a Dios. Oh San José, tú distepruebas de amor a Dios cuidando amorosamente a Jeús en vida escondida y en profunda sintonía con la voluntad de Dios. Enséñame oh San José, a amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi mente y con todas mis fuerzas.

Día 8:
El hombre de la acogida. Oh San José, diste ejemplo de espíritu de acogida en la afectuosa ternura con tu esposa, en los servicios prestados a la gente, buena o mala, y estando siempre al lado de Jesús, el salvador de las almas. Oh San José, ¡Que yo descubra aquellos gestos que me hacen imagen viva de Dios amor, los gestos de acogida y de paz, los gestos de disponibilidad y de dedicación incondicional !.

Día 9:
El hombre del discernimiento. Con los ojos del alma, oh San José, ordenaste tu vida de piedad, tu trabajo, tu alimento, tu reposo, tus pensamientos más profundos, tus afectos, tus juicios, tus intenciones en el obrar. Ayúdame oh San José, a avanzar en las virtudes por la acción del Espíritu Santo que renueva la vida de las personas y de las comunidades.

Día 10:
El hombre de la docilidad. Santo Tomás define la docilidad como atención constante y deferente a las enseñanzas de los sabios. Tú, oh José, fuiste siempre muy dócil a las enseñanzas de Jesús y de María, su Madre. Aleja de nosotros oh San José, la presunción, la tonta estima de mis opiniones, la obstinación de seguir mis ideas.

Día 11:
El hombre de la entrega. Tú oh San José, no perdías tiempo en cosas vanas e inútiles y no obrabas con disgusto o mala gana. Ayúdame oh San José, en la oración, a no permitir que mi alma, se quede dormida y alcánzame una habitual disposición y fervor en mi vida.

Día 12:
El hombre de la simplicidad. Esta virtud oh San José, hacía parte de tu carácter y cada día más se perfeccionaba por el desapego de las criaturas. Ayúdame oh San José, a desear y gustar solamente a Dios y a despegarme de todo lo que no sirve para mi vida espiritual.

Día 13:
El hombre de la confianza. Tu seguridad oh San José, estaba en adherir a la voluntad de Dios como se manifestaba día tras día. Haz oh San José, que nosotros tengamos la seguridad de quien confía en Dios y que en cualquier situación, aunque adversa, estemos en sus manos.

Día 14:
El hombre de la paz. Tú, oh San José, fuiste el custodio de aquel que trajo la paz al mundo, que predicó el amor, la fraternidad y la unidad y proclamó » felices los que trabajan por la paz». Oh San José, ayúdame a promover la paz en el ambiente donde yo vivo y trabajo.

Día 15:
Ejemplo de humildad. ¡ Como te sentías pequeño a tus ojos, oh San José!, ¡Como amabas tu pequeñez!. No hiciste milagros y mantuviste tu vida tan escondida que casi nada sabemos de ella. Ayúdame, oh San José, a huir de las alabanzas y de la gloria humana. Haz que encuentre gusto en vivir escondido y en relativizar mis intereses personales.

Día 16:
Ejemplo de fortaleza. Sin duda, oh San José, tu fortaleza alcanzó un grado de perfección muy elevado. Ella se manifestó especialmente en el soportar con serenidad el exilio en Egipto y la dureza del trabajo de cada día. Ayúdame oh San José, a no desfallecer frente a las tentaciones, fatigas y sufrimientos.

Día 17:
Ejemplo de obediencia. Tu obediencia, oh San José, fue admirable, especialmente cuando tuviste que huir a Egipto, luego de una orden delante de la cual habías tenido tantas razones para no realizar. Aleja de mí, oh San José, todas las excusas que mi egoísmo plantea para no cumplir la voluntad de Dios.

Día 18:
Ejemplo de justicia. Viviendo alejado de las cosas del mundo, oh San José, practicaste siempre la virtud de la justicia especialmente a través de tu trabajo de carpintero. Y ¡qué respeto tuviste para con el Rey y la Reina del Cielo! Alcánzame, oh San José total pureza de intenciones y de corazón y plena adhesión a Dios y a su voluntad.

Día 19:
Ejemplo de prudencia. Tu prudencia, oh San José, se manifestó en el desapego del mundo, en la castidad, en la pobreza, en tu espíritu de pobre y en la dedicación al trabajo de cada día. Haz, oh San José, que yo no haga nada sin antes confirmarme: «que sirve esto para la eternidad».

Día 20:
Ejemplo de pobreza. Tú, oh San José, viviste la pobreza voluntaria, sufriste las privaciones y las incomodidades de la pobreza, pero no quisiste cambiar tu condición por ningún tesoro de este mundo. Obténme, oh San José, la gracia del desapegarme de las riquezas y de desear únicamente los bienes eternos.

Día 21:
Ejemplo de gratitud. Nadie después de tu Esposa, oh San José, recibió tanto como tú, de la bondad de Dios. En tu justicia dabas gracias a Dios continuamente. Veías solo a Dios, pensabas sólo en Dios ; no obrabas sino por ÉL. Haz, oh San José, que yo tenga verguenza de mis ingratitudes y que tenga valentía de humillarme delante de Dios.

Día 22:
Ejemplo a los obreros. Como cada uno de nosotros, también tú, oh San José, probaste la fatiga, y el cansancio del trabajo de cada día. Ayúdame, oh San José, a redescubrir la dignidad de mi trabajo, sea cual sea, y de desarrollarlo con entusiasmo para el bien de todos.

Día 23:
Ejemplo de la misión. Oh, San José, ¡Que gran amor tuvistes por las almas! ¡Cuantas oraciones hiciste para su salvación! ¡Y todo eso inspirado por Cristo que habría de morir por la salvación del mundo!. Haz, oh San José, que yo pueda con la palabra y con la vida, ayudar al hombre de hoy a encontrar a Jesús, la Palabra que da respuesta definitiva a todas las preguntas esenciales del hombre.

Día 24:
Custodio de la virginidad. La Voz del Espíritu Santo encontró en tí, oh San José total acogida, porque tu vida fue llena únicamente de Dios y tu fuerza fue sólo el amor que tuviste para Él. Haz, oh San José, que yo deje mis caminos y siga sólo a Dios que me llama a participar de su vida, y que tenga fuerza de hacer fructificar sus dones.

Día 25:
Consuelo de los que sufren. Oh San José, toda tu vida estuvo marcada por el sufrimiento: exilio, trabajo, pobreza. Pero tu corazón era feliz y tu alma siempre serena. Ayúdame oh San José, a darme cuenta de que la vida eterna y no el dolor, es la verdadera vocación del hombre. Presérvame ahora y siempre del llanto de los que no tienen esperanza.

Día 26:
Esperanza de los enfermos. En tu vida, oh San José, no todo fue claro y fácil de comprender. Sin embargo supiste encontrar tu misión única e irrepetible en la historia. Te ruego, oh San José, consolar hoy a todos los que están afligidos por la enfermedad. Llena sus días de personas amigas y desinteresadas.

Día 27:
Patrono de los moribundos. Tú, oh San José, tuviste la suerte de morir asistido por Jesús y tu esposa María. Tuviste siempre presente en tu vida la meta final o sea el cielo, con la certeza de alcanzarla; siempre atento a tu interioridad y dedicado a la contemplación. Ayúdame, oh San José, a pensar a menudo en el cielo donde todos somos invitados al banquete eterno.

Día 28:
Amparo de las familias. Oh, San José, la Escritura afirma que a tu lado y de María, Jesús «crecía en edad, sabiduría y gracia». Te ruego, oh San José, que los niños encuentren en la familia el ambiente ideal para desarrollar el amor y asumir los verdaderos valores.

Día 29:
Modelo de vida doméstica. Oh, San José, en la Familia de Nazaret asumiste plenamente tu responsabilidad con espíritu de colaboración y de humildad evangélica. Haz, oh San José, que los padres sepan unir todas las potencialidades del amor humano a las de una sana y adecuada espiritualidad.

Día 30:
Terror de los demonios. Oh, San José, fortificado por la presencia y el recuerdo de Jesús has podido vencer siempre cualquier ataque a tu fe por parte del demonio. Limpia, oh San José, mi corazón y mi mente de toda maldad para que sea un cristiano lleno de vida redimido por la sangre de Cristo.

Día 31:
Patrono de la Iglesia Universal. Oh, San José, por la misión que te fue confiada a la iglesia de Cristo haciendo que camine siempre en la verdad y el amor para ser luz del mundo. Guía oh, San José, a la Iglesia de Cristo en el camino de la santidad para que sea siempre más eficaz y alegre anunciadora del Evangelio.

Autor: P. Orides Ballardín. Prov.

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A San José DEVOCIONES Y ORACIONES

Devoción en honor de los dolores y gozos de San José

El día 19 de marzo es la festividad de San José y los 7 Domingos anteriores a esa fiesta se recitan los principales gozos y dolores de la vida de San José. Hoy es el séptimo Domingo antes del 19 de marzo.

Toda la vida de San José fue un acto continuo de fe y obediencia en las circunstancias más difíciles y oscuras en que le puso Dios. Desde tiempo inmemorial, la Iglesia lo ha venido venerando e invocando como continuador en ella de la misión que un día tuviera para con su Fundador y Madre.
En los momentos de noche oscura, el ejemplo de José es un estímulo inquebrantable para la aceptación sin reservas de la voluntad de Dios. Para propiciar ese veneración e imitación y para solicitar su ayuda, ponemos a continuación el siempre actual Ejercicio de los siete Dolores y Gozos…

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. – Acto de contrición.

 

Ofrecimiento

Glorioso Patriarca San José, eficaz consuelo de los afligidos y seguro refugio de los moribundos; dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio que voy a rezar en memoria de vuestros siete dolores y gozos. Y así como en vuestra feliz muerte, Jesucristo y su madre María os asistieron y consolaron tan amorosamente, así también Vos, asistidme en aquel trance, para que, no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad, me haga digno, por los méritos de la sangre de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio, de la consecución de la vida eterna, y por tanto de vuestra compañía en el Cielo. Amén.

 

Primer dolor y gozo

Esposo de María, glorioso San José, ¡qué aflicción y angustia la de vuestro corazón en la perplejidad en que estabais sin saber si debíais abandonar o no a vuestra esposa! ¡Pero cuál no fue también vuestra alegría cuando el ángel os reveló el gran misterio de la Encarnación!
Por este dolor y este gozo os pedimos consoléis nuestro corazón ahora y en nuestros últimos dolores, con la alegría de una vida justa y de una santa muerte, semejante a la vuestra asistidos de Jesús y de María.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Segundo dolor y gozo

Bienaventurado patriarca glorioso S. José, escogido para ser padre adoptivo del Hijo de Dios hecho hombre, el dolor que sentisteis viendo nacer al Niño Jesús en tan gran pobreza, se cambió de pronto en alegría celestial al oír el armonioso concierto de los ángeles y al contemplar las maravillas de aquella noche tan resplandeciente.
Por este dolor y gozo alcanzadnos que después del camino de esta vida vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles y a gozar de la gloria celestial.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Tercer dolor y gozo

Ejecutor obediente de las leyes divinas, glorioso San José, la sangre preciosísima que el Redentor Niño derramó en su circuncisión os traspasó el corazón, pero el nombre de Jesús que entonces se le impuso, os confortó llenándoos de alegría,
Por este dolor y por este gozo alcanzadnos el vivir alejados de todo pecado, a fin de expirar gozosos con el nombre de Jesús en el corazón y en los labios,
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

 

Cuarto dolor y gozo

Santo fiel, que tuvisteis parte en los misterios de nuestra redención, glorioso San José, aunque la profecía de Simeón acerca de los sufrimientos que debían pasar Jesús y María, os causó dolor, sin embargo os llenó también de alegría, anunciándoos al mismo tiempo la salvación y resurrección gloriosa que de ahí se seguiría para un gran número de almas.
Por este dolor y por este gozo, conseguidnos ser del número de los que por los méritos de Jesús y por la intercesión de la Virgen María han de resucitar gloriosamente.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

 

Quinto dolor y gozo

Custodio vigilante del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José, ¡cuánto sufristeis teniendo que alimentar y servir al Hijo de Dios, particularmente a vuestra huida a Egipto!, ¡pero cuán grande fue vuestra alegría teniendo siempre con vos al mismo Dos y viendo derribados los ídolos de Egipto.
Por este dolor y por este gozo, alcanzadnos alejar para siempre de nosotros al demonio, sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, para que ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos y muramos gozosos en su amor.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

 

Sexto dolor y gozo

Ángel de la tierra, glorioso San José, que pudisteis admirar al Rey de los cielos, sometido a vuestros más mínimos mandatos, aunque la alegría al traerle de Egipto se turbó por temor a Arquelao, sin embargo, tranquilizado luego por el Ángel vivisteis dichoso en Nazaret con Jesús y María.
Por este dolor y gozo, alcanzadnos la gracia de desterrar de nuestro corazón todo temor nocivo, de poseer la paz de la conciencia, de vivir seguros con Jesús y María y de morir también asistidos de ellos.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,

 

Séptimo dolor y gozo

Modelo de toda santidad, glorioso San José, que habiendo perdido sin culpa vuestra al Niño Jesús, le buscasteis durante tres días con profundo dolor, hasta que lleno de gozo, le encontrasteis en el templo, en medio de los doctores.
Por este dolor y este gozo, os suplicamos con palabras salidas del corazón, intercedáis en nuestro favor para que no nos suceda jamás perder a Jesús por algún pecado grave. Mas si por desgracia le perdemos, haced que le busquemos con tal dolor que no nos deje reposar hasta encontrarle favorable, sobre todo en nuestra muerte, a fin de ir a gozarle en el cielo y a cantar eternamente con Vos sus divinas misericordias.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

 

Antífona

Jesús mismo era tenido por hijo de José, cuando empezaba a tener como unos treinta años. Rogad por nosotros, San José, para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

 

Oración Final

Oh Dios, que con inefable providencia, os dignasteis elegir al bienaventurado José por esposo de vuestra Santísima Madre, os rogamos nos concedáis tener como intercesor en los cielos al que en la tierra veneramos como protector. Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos. Amén.

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Letanías de San José

Santa Teresa dice de San José: «no recuerdo haber pedido alguna cosa a San José y que no me la haya concedido, como así también no he conocido persona devota de él que no haya obtenida alguna gracia por su gloriosa virtud, pues él ayuda muchísimo a las almas que a él se consagran».

 

ORACIÓN A SAN JOSÉ DE SANTA TERESA

Glorioso Patriarca San José,
cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles,
venid en mi auxilio en estos momentos de angustia y dificultad.
Tomad bajo vuestra protección
las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo,
a fin de que tengan una feliz solución.
Mi bienamado Padre,
toda mi confianza está puesta en Vos.
Que no se diga que Os he invocado en vano
y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María,
mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder.
Amén.

 

LETANÍAS DE SAN JOSÉ

Señor, ten piedad de nosotros, (se repite)
Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos

Dios Padre celestial, (ten piedad de nosotros)
Dios Hijo redentor,
Dios espíritu Santo,

Santa María, (ruega por nosotros)
San José, descendiente de David,
Luz de los patriarcas,
Esposo de la Madre de Dios,
Casto Custodio de la Virgen,
Padre nutricio del Hijo de Dios,
Diligente defensor de Cristo,
Jefe de la sagrada familia,
José justísimo,
José castísimo,
José prudentísimo,
José fortísimo,
José fidelísimo,
Espejo de paciencia,
Amador de la pobreza,
Modelo de los obreros,
Gloria de la vida doméstica,
Custodio e las vírgenes,
Sostén de las familias,
Consuelo de los miserables,
Esperanza de los enfermos,
Patrono de los moribundos,
Terror de los demonios,
Protector de la santa Iglesia,

Cordero de Dios, que quietas los pecados del mundo, perdónanos Señor
Cordero de Dios, que quietas los pecados del mundo, escúchanos Señor
Cordero de Dios, que quietas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros

V. Lo hizo dueño de su casa
R. Y el gobernador de todos sus dominios

Oración

Oh Dios,
que con inefable providencia
elegiste al bienaventurado José esposo de tu madre,
te rogamos que nos concedas
tener por intercesor en el Cielo
a quien veneramos por protector en la tierra.
Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.

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Novena en honor a San José

La Fiesta de san José es el 19 de marzo y su novena comienza el 10.

Esta devoción al Santo Custodio del Señor destaca sus virtudes de prontitud en la respuesta a los planes del Señor.

San José es el más grande de los santos, después de María. Es modelo de prudencia, de obediencia heroica, de disponibilidad pronta, de justicia, desprendimiento y pureza. Padre ejemplar y esposo solícito, lleno de fe, amor y respeto por Dios y los hombres. Elegido por Dios para ser el guardián, proveedor y protector de su Hijo y de su Madre Santísima…

 Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, libranos Señor Nuestro. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

ORACIÓN PARA EMPEZAR TODOS LOS DÍAS

Oh gloriosísimo Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, a quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcánzanos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna. Alcánzanos especialmente estas tres gracias, la de no cometer jamás ningún pecado mortal, principalmente contra la castidad; la de un sincero amor y devoción a Jesús y María, y la de una buena muerte, recibiendo bien los últimos Sacramentos. Concédenos además la gracia especial que te pedimos cada uno en esta novena.

Pídase con fervor y confianza la gracia que se desea obtener.

 

ORACIÓN DEL DÍA CORRESPONDIENTE

DÍA 1º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús así como consolaste a tu padre amado en las perplejidades e incertidumbres que tuvo, dudando si abandonar a tu Santísima Madre su esposa, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José nos concedas mucha prudencia y acierto en todos los casos dudosos y angustias de nuestra vida, para que siempre acertemos con tu santísima voluntad.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 2º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado en la pobreza y desamparo de Belén, con tu nacimiento, y con los cánticos de los Ángeles y visitas de los pastores, así también te suplicamos humildemente por intercesión de San José, que nos concedas llevar con paciencia nuestra pobreza y desamparo en esta vida, y que alegres nuestro espíritu con tu presencia y tu gracia, y la esperanza de la gloria.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 3º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu amado padre en el doloroso misterio de la Circuncisión, recibiendo de él el dulce nombre de Jesús, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, nos concedas pronunciar siempre con amor y respeto tu santísimo nombre, llevarlo en el corazón, honrarlo en la vida, y profesar con obras y palabras que tú fuiste nuestro Salvador y Jesús.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 4º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como consolaste a tu padre amado de la pena que le causó la profecía de Simeón, mostrándole el innumerable coro de los Santos, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José que nos concedas la gracia de ser de aquellos para quienes tu sirves, no de ruina, sino de resurrección, y que correspondamos fielmente a tu gracia para que vayamos a tu gloria.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 5º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como tu amado padre te condujo de Belén a Egipto para librarte del tirano Herodes, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos libres de los que quieren dañar nuestras almas o nuestros cuerpos, nos des fortaleza y salvación en nuestras persecuciones, y en medio del destierro de esta vida nos protejas hasta que volemos a la patria celestial.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 6º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús así como tu padre amado te sustentó en Nazaret, y en cambio tú le premiaste en tu santísima compañía tantos años, con tu doctrina y tu dulce conversación, así te rogamos humildemente, por intercesión de San José nos concedas el sustento espiritual de tu gracia, y de tu santa comunión, y que vivamos santa y modestamente, como tú en Nazaret.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 7º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como por seguir la voluntad de tu padre celestial permitiste que tu amado padre en la tierra padeciese el vehementísimo dolor de perderte por tres días, así te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que antes queramos perder todas las cosas y disgustar a cualquier amigo, que dejar de hacer tu voluntad; que jamás te perdamos a ti por el pecado mortal, o que si por desgracia te perdiésemos te hallemos mediante una buena confesión.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 8º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, que en la hora de su muerte consolaste a tu glorioso padre, asistiendo juntamente con tu Madre su esposa a su última agonía, te suplicamos humildemente, por intercesión de San José, que nos concedas una muerte semejante a la suya asistido de tu bondad, de tu Santísima Madre y del mismo glorioso Patriarca protector de los moribundos, pronunciando al morir vuestros santísimos nombres, Jesús, María y José.
Terminar con la oración final para todos los días.

DÍA 9º
Comenzar con la oración preparatoria para todos los días.

Oh benignísimo Jesús, así como has elegido por medio de tu Vicario en la tierra a tu amado padre para protector de tu Santa Iglesia Católica, así te suplicamos humildemente por intercesión de San José, nos concedas el que seamos verdaderos y sinceros católicos, que profesemos sin error la fe católica, que vivamos sin miedo una vida digna de la fe que profesamos, y que jamás puedan los enemigos ni aterrarnos con persecuciones, ni con engaños seducirnos y apartamos de la única y verdadera religión que es la Católica.
Terminar con la oración final para todos los días.

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Oh custodio y padre de Vírgenes, San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia de Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María; por estas dos queridísimas prendas Jesús y María, te ruego y suplico me alcances, que preservado yo de toda impureza, sirva siempre castísimamente c
on alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.
Jesús, José y María, os doy mi corazón y el alma mía
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, con Vos descanse en paz el alma mía.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

Antífona. Tenía el mismo Jesús, al empezar su vida pública, cerca de treinta años, hijo, según se pensaba de José.
V. San José, ruega por nosotros.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Oración. Oh Dios que con inefable providencia te dignaste escoger al bienaventurado José por Esposo de tu Madre Santísima; concédenos que, pues le veneramos como protector en la tierra, merezcamos tenerle como protector en los cielos. Oh Dios que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

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