Categories
Breaking News Catolicismo Movil NOTICIAS Noticias 2016 – julio – diciembre Papa Prédica Sermones Homilías Signos de estos Tiempos Signos extraordinarios de la Iglesia

¿Un Católico Puede DISENTIR CON UN PAPA en una Encíclica Sin Caer en Desobediencia? [el caso de la encíclica Laudato Si]

Para que podamos ver más claramente el tema nos referiremos desde el principio a la Encíclica Laudato Si publicada hace un año por el Papa Francisco, que es extraordinariamente larga y trata muchas cosas diversas, por lo que hay católicos que se hacen la pregunta si pueden no estar de acuerdo con algunas cosas que se expresan allí sin caer en desobediencia y pecado.

Especialmente hay un tema por demás urticante, que es el calentamiento global que el Papa afirma con datos científicos que existe, y que una nutrida corriente de católicos descreen con bases también científicas que exista; e incluso algunos interpretan que se trata de una estratagema para seguir conduciendo a la humanidad hacia una Gobernanza Mundial.

papa francisco verde

¿Qué deben pensar esos católicos que discrepan con Francisco sobre la evidencia del calentamiento global?  ¿Están en desobediencia con el Papa? ¿Están cometiendo pecado?

Pero más allá de discrepancias puntuales que podamos tener legítimamente, nuestro acercamiento a Laudato Si debería ser de una mirada atenta y seguimiento de su espíritu, por eso hacemos 4 sugerencias en las que difícilmente podríamos estar en desacuerdo. Si no estamos de acuerdo con su espíritu global, ahí si podemos caer en desobediencia.

 

EL FOCO DE LA POLÉMICA

El Papa Francisco ha publicado Laudato Si sobre nuestra responsabilidad de ser buenos administradores de la creación y él no sólo declara su creencia en el calentamiento global, sino también en la idea de que los seres humanos son al menos parcialmente responsables de él.

montaña e iglesia

Se trata de un tema conflictivo, porque hay una amplia corriente negadora del calentamiento global y aún más de la causa antropogénica del mismo, que incluso exhibe pruebas de investigaciones, por ejemplo que hace 20 años la tierra dejó de calentarse.

De modo que es un tema con por lo menos dos bibliotecas, y hasta podríamos decir tres, porque hay algunos científicos que dicen, y presentan pruebas, que estamos encaminándonos a una nueva era glacial.

Concretamente el numeral de Laudato Si donde el papa Francisco emite la opinión de que existe el calentamiento global del planeta y una de sus causas es antropocéntrica es el 23.

23. El clima es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. En las últimas décadas, este calentamiento ha estado acompañado del constante crecimiento del nivel del mar, y además es difícil no relacionarlo con el aumento de eventos meteorológicos extremos, más allá de que no pueda atribuirse una causa científicamente determinable a cada fenómeno particular.

La humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el espacio. Esto se ve potenciado especialmente por el patrón de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético mundial. También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación para agricultura.

A raíz de él surge inmediatamente la pregunta: ¿se puede estar en desacuerdo con el Papa sobre este tema? ¿Son las encíclicas papales infalibles?

 

UNA POSICIÓN TOTALITARIA

The Catholic Herald ha publicado un artículo del P. Ashley Beck sobre la encíclica Laudato Si, cuyo título es la conclusión: Ningún católico es libre de disentir de la enseñanza de Laudato Si.

flor y abeja

El P. Beck argumenta lo siguiente:

1 – El Papa Francisco dice que Laudato Si es parte del cuerpo de la doctrina social de la Iglesia.

2 – La enseñanza social de la Iglesia cae bajo el Magisterio ordinario, lo que requiere el asentimiento religioso.

3 – Por lo tanto, ningún católico puede disentir de la enseñanza de Laudato Si

Pero su argumento es defectuoso y como resultado su conclusión es en gran parte falsa.

 

EL ERROR DE CONSIDERAR QUE CADA PARÁGRAFO ES PARTE DEL MAGISTERIO ORDINARIO DE LA IGLESIA

Laudato Si contiene enseñanzas que caen bajo el Magisterio Ordinario de la Iglesia. El Papa Francisco ejercitó el Magisterio Ordinario papal en la encíclica.

Sin embargo, no todas las oraciones, ni cada párrafo, de esta encíclica es una enseñanza.

paisaje verde

El Pontífice pone muchas cosas en la encíclica. En el documento incluye observaciones sobre la sociedad y la ciencia, un resumen de las teorías científicas y conclusiones, una evaluación de la crisis ecológica actual y sus consecuencias de futuro probables, así como algunos comentarios sobre cómo la tecnología afecta a la sociedad.

No todas las afirmaciones en Laudato Si es una enseñanza. Y lo mismo es cierto para muchos otros documentos magisteriales. No se requiere que cada frase de un documento papal sea una enseñanza.

Así que el primer error del P. Beck es la suposición de que cada parte de Laudato Si es una enseñanza.

Cuando el Pontífice estableció que se añade al cuerpo de la doctrina social de la Iglesia, no implica que toda afirmación del documento es una enseñanza de la doctrina social de la Iglesia.

¿Podemos «disentir» con las afirmaciones del Papa que no caen bajo el magisterio ordinario?

Bueno, podemos estar en desacuerdo, con fidelidad y sin pecado. La Iglesia no requiere el asentimiento a las afirmaciones que no son enseñanzas. Así que el P. Beck se equivoca al no tener en cuenta el desacuerdo de los fieles con afirmaciones que no son enseñanzas.

Además no todas las enseñanzas de Laudato Si son doctrina social o moral. Por ejemplo, que Dios creó el universo, que Dios eligió crear la humanidad por amor y a su propia imagen, que el destino último del universo es la plenitud de Dios, y otras enseñanzas, no son enseñanzas sociales o morales, sino cuestiones de fe, como por ejemplo algunas enseñanzas sobre teología salvación dentro de este documento, y sobre esas si es obligatorio creer.

 

EL ERROR DE CONSIDERAR A TODOS LOS DOCUMENTOS PAPALES COMO INFALIBLES

Otro grave error del P. Beck así es su suposición de que no es posible la disidencia de los fieles a partir de una enseñanza no infalible del Magisterio ordinario.

Afirma correctamente que las enseñanzas de este documento «son parte del Magisterio ordinario de la Iglesia» que requieren «asentimiento religioso» [Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 25].

mundo industria barcos

Sin embargo, el asentimiento religioso difiere del asentimiento lleno de fe requerido por las enseñanzas infalibles.

El desacuerdo de una enseñanza infalible del Magisterio Católico Romano, impartido bajo la infalibilidad papal o la infalibilidad conciliar, o el Magisterio ordinario y universal, es un pecado grave. No es posible que los fieles disientan de estas enseñanzas, ya que no tienen posibilidad de error sino que son importantes para el camino de la salvación.

Las enseñanzas no infalibles admiten una posibilidad limitada de error, por lo que permiten un disenso en un grado limitado a los fieles.

Es posible disentir fielmente de una enseñanza no infalible del Magisterio. Y puesto que la mayoría de las Enseñanzas de Laudato Si son no infalibles, algunos disensos son posibles en algunos puntos de esas enseñanzas sin caer en pecado.

En cambio, en la medida en que Laudato Si reafirma enseñanzas infalibles del Magisterio, estamos obligados a dar el asentimiento lleno de fe, y no es posible la disidencia sobre ellas.

Por otro lado, las encíclicas papales no son generalmente documentos de enseñanza infalible.

Para un documento papal sea infalible tienen que ser establecidos ciertos criterios.

Ningún Papa desde 1870 ha designado una encíclica como un ejercicio de infalibilidad papal, que requiere tres condiciones:

1 – que el tema sea una cuestión de fe o la moral,

2 – que el Papa esta enseñando como pastor supremo, y

3 – que el Papa indica que la enseñanza es infalible.

¿Cuándo se trata de calentamiento global el Santo Padre enseña infaliblemente?

El Papa Francisco puede estar enseñando como pastor supremo, pero él está no enseña sobre un tema que es una cuestión de fe, y ciertamente no indica que la enseñanza es infalible.

De hecho, cuando tengamos tiempo para examinar más de cerca la encíclica vamos a encontrar que hay un poco de opinión, conjeturas y lenguaje teórico en el documento.

Francisco no es como un profesor dogmático, no comunica sobre la base de precisión de los conceptos como Benedicto XVI, sino que es más intuitivo, tentativo y sugestivo.

Así que la respuesta es simple: «Puedes estar en desacuerdo con el Papa sobre el calentamiento global y aun así ser un buen católico».

Encíclicas que a veces se dirigen solamente a los fieles católicos suponen una enseñanza más autoritativa y vinculante. Pero el Papa Francisco ha abordado Laudato Si para todas las personas. Por lo tanto, no entrega una enseñanza que es vinculante, y dentro de la encíclica incluso habla de la necesidad del diálogo, discusión y el crecimiento en el aprendizaje sobre estos asuntos.

mariposa

Esto que hemos dicho hasta aquí vale para cualquier encíclica y documento papal.

Y ya que usamos a la Encíclica Laudato Si para ejemplificar, veamos también puntos de su espíritu.

 

DISCREPANCIAS LIMITADAS NO SIGNIFICAN DESECHAR LAUDATO SI

Sin embargo, se supone que no debes ignorar en absoluto la enseñanza del Papa. Los fieles deben escuchar con atención, lo que dice el Papa, no ignorar y mirar para otro lado.

Por lo tanto se puede concluir que puedes ser legitimado estar en desacuerdo con el Papa sobre la realidad del calentamiento global y sus causas, pero debes escuchar con atención la totalidad de su enseñanza y asumir lo que dice sobre la crisis ecológica que enfrenta el mundo.

Debemos escuchar con atención a su enseñanza acerca de la contaminación, la destrucción de hábitats y ecosistemas naturales. Debemos prestar atención a sus advertencias acerca de la destructividad del consumismo ilimitado, sobre la cultura de usar y tirar y el abuso a los más vulnerables, pobres, inmigrantes y discapacitados.

En otras palabras, tomar todo con amor y deseo de aprender, prestar atención a la verdadera crisis que todos estamos enfrentando y modificar tu estilo de vida. Sin embargo, si no puedes tragar el calentamiento global causado por los humanos se te permite seguir siendo escéptico.

Y en ese sentido acá van cuatro sugerencias que todo ser humano debería tomar con atención.

 

4 FORMAS DE VIVIR LAS SUGERENCIAS DE LAUDATO SI EN LA VIDA COTIDIANA

En términos prácticos, podemos descubrir en la Encíclica al menos cuatro formas en que podemos vivir esta antigua enseñanza de «una administración responsable».

paisaje de campo

 

1 – Enfoque de la naturaleza con «respeto y admiración»  

El Papa Francisco reflexionó sobre cómo San Francisco de Asís llama a las criaturas, con el nombre de hermano o hermana, no importa cuán pequeñas sean, y que si nos acercamos a la naturaleza y al medio ambiente sin esta apertura al asombro y maravilla, si no hablamos el idioma de la fraternidad y de la belleza en nuestra relación con el mundo, nuestra actitud será la de consumidores, explotadores despiadados, incapaces de establecer límites en sus necesidades inmediatas.

Por el contrario, si nos sentimos íntimamente unidos con todo lo que existe, la sobriedad y la atención, vendrá espontáneamente (ver inciso 11).

 

2 – Reutilización en lugar de tirar 

El Papa Francisco ve nuestro mundo comenzando a parecerse cada vez más a un inmenso montón de inmundicias, con una creciente cantidad de basura que se apoderan de los paisajes que alguna vez fueron bellezas para la vista (inciso 22).

Esto es debido a nuestra cultura de usar y tirar que ve todo lo viejo como desechable. Vivimos siempre tratando de adquirir lo que es «nuevo» y en lugar de ser ingenioso o agradecido por lo que tenemos, simplemente lo tiramos a la basura.

El Papa Francisco destaca el reciclaje como una parte esencial de la vida, lo que reducirá en gran medida la necesidad de vertederos y ayudará a preservar nuestra tierra para las generaciones venideras.

paisaje con luna de dia

 

3 – Preservar la diversidad de la naturaleza

El Papa Francisco nos advierte que no debemos pensar en las diferentes especies sólo como potenciales recursos para ser explotados, ya que hay que contemplar el hecho de que tienen valor en sí mismas (inciso 33).

Señaló que cada año ve la desaparición de miles de especies de plantas y animales que nuestros hijos nunca verán, porque se han perdido para siempre.

Esto tiene graves consecuencias no sólo para el bienestar del mundo natural, sino también para nuestra propia salud. Al destruir las diferentes especies, perdemos posibles curas para enfermedades humanas, así como alteramos el equilibrio en la naturaleza.

Dios creó la tierra con una cierta «sinfonía» y mediante la eliminación de especies enteras, perdemos la «música» completa de la creación.

 

4 – Tener contacto físico con la Naturaleza 

El Papa Francisco escribe que no es bueno estar inundados por el cemento, asfalto, vidrio y metal, y privados del contacto físico con la naturaleza (inciso 44).

Sus comentarios son en referencia a las ciudades y barrios que están congestionados, son caóticos y carentes de suficientes espacios verdes.

Esto plantea una interesante reflexión de como el Papa Francisco ve a muchas de nuestras ciudades como «inhumanas» debido a su capacidad para desconectarnos del mundo natural. Muchos de nosotros que vivimos en medio de una ciudad nunca vemos la hierba o los árboles y sólo estamos familiarizados con las aceras de cemento y los rascacielos de metal.

En resumen, el Papa Francisco nos desafía a repensar nuestra visión moderna de la creación y nuestro lugar en ella. En lugar de ponernos a nosotros mismos como «explotadores», tenemos que aceptar nuestro papel como «administradores» del gran don de Dios a la humanidad.

Fuentes:

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Cambio climático Catolicismo Evangelización Medioambiente Movil Naturaleza NOTICIAS Noticias 2015 - enero - julio Papa Pastoral Publicaciones Recursos Naturales Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos extraordinarios de la Iglesia

Encíclica Laudato Si: Apuesta del Papa a Ocupar un Lugar que Dejaron Vacante los Ecologistas

El tradicional discurso ecologista más el ingrediente de la Fe.

Finalmente el mismo día en se celebraba la fiesta 54ª de la aparición de Nuestra Señora en Garabandal, el Papa Francisco presentó su encíclica Laudato Si (Alabado seas), que es un compendio de tradicionales ideas ecologistas y un recordatorio constante a la sobriedad motivado por la escasez de materias primas, que se considera grave e inminente. 

publicacion laudato si

Y todo esto desde una óptica de fe en Dios y de una vuelta a la naturaleza, con cierta desconfianza en el progreso y en que la ciencia pueda resolver los problemas que ofrece el medioambiente.

La Encíclica es desusadamente larga y trae una serie de recomendaciones que sintetizamos abajo.

La encíclica entera se puede leer aquí.

 

MOTIVACIONES Y AUSENCIAS

Posiblemente el lanzamiento de una Encíclica con esta temática quiera posicionar al Vaticano en un lugar abandonado por gran parte de los ecologistas actuales, que se han sumado a los movimientos por anticoncepción, pro aborto y pro homosexual.

Al rescatar la Iglesia el discurso ecologista tradicional y ponerle el ingrediente de la fe en Dios y la ética judeo-cristiana, llega a un discurso aceptable para los laicistas que no puede ser fácilmente atacado; ya que seguramente no sería de recibo hablar de que una parte de los desastres naturales pueden ser una prueba enviada por Dios para la conversión de los hombres.

El pesimismo respecto a la escasez de materias primas que deja traslucir la encíclica es un viejo discurso demostrado carente de validez por las predicciones fallida del Club de Roma, que a mediados del siglo XX predijo que el petróleo se agotaría antes de 2000, e indicó el año 1992 como el año de inicio de la crisis. Y todos sabemos que las reservas de petróleo son mayores ahora que las conocidas entonces, y según los expertos aseguran la disponibilidad, en los usos actuales, para al menos otros cincuenta años.

El concepto es que Dios está presente viendo cómo el hombre cuida del mundo que él hizo, pero en ningún momento se sugiere que él pudiera estar desconforme sobre cómo el hombre está abusando de la creación y escapándose del diseño original.

Y tampoco se sugiere que hay desastres climáticos que pueden ser señales de un desastre que Dios puede dejar pasar, como un acto de misericordia para que los hombres se conviertan, como los videntes de estos últimos tiempos están mencionando y en especial se manejan en los mensajes de Nuestra Señora del Carmen de Garabandal.

Al respecto recomendamos leer:

papa francisco alza dedo

 

RECOMENDACIONES EXPRESADAS EN LA ENCÍCLICA

La ‘encíclica «Laudato Si’ del Papa Francisco, es un llamado a la acción mundial, así como un llamamiento a la conversión interior profunda a través de la sobriedad.

Señala a las organizaciones mundiales, naciones y comunidades cómo deben avanzar y la forma en que las personas – creyentes y personas de buena voluntad – debería ver, pensar, sentir y actuar respecto al medio ambiente.

Estas son sugerencias del Papa, con la referencias a sus párrafos de la encíclica entre paréntesis:

– No ceder a la negación, la indiferencia, la resignación, la confianza ciega en soluciones técnicas. (14, 59)

– Ingresar en debates y las políticas directas y honestas; cuestiones que no pueden ser tratados una vez por todas, sino que tienen que ser reformuladas y enriquecidas una y otra vez por todo el mundo con un montón de diferentes propuestas, porque no hay una manera de resolver problemas. (16, 60, 185)

– Reducir, Reutilizar, Reciclar, Preservar los recursos, utilizar de manera más eficiente, el consumo y limitar con el uso moderado los recursos no renovables. (22, 192)

– Cortar los contaminantes y las emisiones de gases de efecto invernadero. Transición a energías limpias y renovables y la sustitución de los combustibles fósiles sin demora. (26, 165)

– Promover la construcción verde con casas y edificios energéticamente eficientes. (26, 180)

desperdicio de alimentos

– Proteger las fuentes de agua potable limpia y no privatizarla con tarifas basadas en el mercado para los pobres (27-29, 164)

– Mantener los océanos y los cursos fluviales limpios y seguros de los contaminantes; utilizar detergentes biodegradables en el hogar y los negocios. (30, 174)

– Tener en cuenta que los pesticidas y herbicidas sintéticos harán daño aves e insectos que son útiles para la agricultura. (34)

– Preservar espacio para el esparcimiento y la migración de las especies mediante la creación de corredores biológicos; no dejar que las represas, carreteras y la construcción tiendan a su extinción. (35)

– Proteger la biodiversidad, especialmente los bosques silvestres, los humedales, las zonas costeras, manglares. (39)

– Promover un crecimiento inteligente. Crear comunidades habitables con un bello diseño y espacios verdes abundantes para todos, especialmente los pobres. Combatir el ruido y la contaminación visual, y guardar los tesoros culturales de las ciudades. Diseñar espacios que ayuden a las personas a conectarse y confían entre sí. (44 a 45, 113, 143, 147)

– Poner fin a la «contaminación mental.» Pensar profundamente, vivir sabiamente, amar generosamente. (47)

– Poner fin a la tiranía de la pantalla, la sobrecarga de información y las distracciones. Tener cuidado con la melancolía inducida por los medios de comunicación y el aislamiento. Cultivar relaciones reales con otros. (47)

Ciudad en Cambio Climatico

– Bajar de la torre de marfil y detener la retórica. Conocer a los pobres y su sufrimiento; despertar la conciencia adormecida e inspirar la acción real. (49)

– Dejar de culpar por los problemas al crecimiento demográfico. La verdadera amenaza es el consumismo excesivo y el desperdicio. (50)

– Para el cambio genuino, poner primero el bien común. Los intereses especiales manipulan la información, ofreciendo una retórica superficial, actos esporádicos de la filantropía y expresiones superficiales de preocupación. (54)

– Transpirar hacia fuera. El aumento del uso y el poder de aire acondicionado parece autodestructivo. (55)

– Incluso si no solucionan el mundo, el embellecimiento y los gestos de buena voluntad inspiran y recuerdan a la gente que estamos hechos para el amor. (58, 113, 212)

– Volver a la naturaleza – la caricia de Dios – para recargarse. Estar más atentos a su belleza y la maravilla y revisitar lugares que recuerden momentos felices. (84, 97, 215, 233)

– Ser consistente. El criterio pro-vida, el medio ambiente y la justicia social están todos conectados. La protección de las especies vulnerables debe incluir a los no nacidos, a los animales en peligro de extinción y a los explotados. (91, 120)

mar y costa

– Usar la tecnología para resolver problemas reales y servir a las personas, ayudándoles a tener más dignidad, menos sufrimiento y una vida más saludable. (112)

– Creer en un futuro feliz, un mañana mejor. Reducir la velocidad, recuperar los valores y el sentido de la vida. Poner freno a delirios de grandeza sin restricciones, pero no es un llamado a volver a la Edad de Piedra. (113-114, 225)

– El negocio es una vocación noble. Crear puestos de trabajo que permitan el crecimiento personal, la estabilidad, la vivencia de valores. (124-128)

– Escuchar, proteger las tierras e involucrar a los pueblos indígenas. La desaparición de las culturas es aún más grave que la pérdida de una especie. (145)

– Crear redes vecinales y programas de mejora. Crear espacios acogedores que ayuden a las personas a conectarse y confiar entre sí. Hacer cosas agradables para su comunidad. (148-150, 152, 219, 232)

– Hacer del transporte público una prioridad y una experiencia más agradable. (153)

– Proporcionar servicios esenciales a las zonas rurales. (154)

– Aceptar y el cuidar el cuerpo que Dios te dio. Valorar las diferencias sexuales y su propio género. (155)

– Acompañar, ejecutar y vigilar los acuerdos mundiales sobre el desarrollo sostenible, el cuidado de los ecosistemas, limitando los gases de invernadero, el manejo de residuos peligrosos, la protección de la capa de ozono. Rechazar el «truco» de créditos comerciales de carbono. (164, 167-171)

– A los políticos: no tengan miedo de objetivos a largo plazo ni angustiar a las personas con medidas que afectan a los niveles de consumo y riesgos financieros. A los ciudadanos: presionar a sus representantes. (177-180)

consecuencias-del-cambio-climatico

– Menos es más. Detener el consumo innecesario. (193, 203, 222, 211)

– Usar el poder del consumidor. Examine lo que usted compra y sepa que los boicots marcan la diferencia. (206)

– Plantar un árbol. Tomar el transporte público. Usar el coche en grupo. Apagar las luces cuando salga de la habitación. Y en el frío usar un suéter. Las pequeñas cosas se suman. (211)

– Las mamás y los papás: enseñar a los niños a usar las cosas bien; respetar y cuidar de los demás; pedir permiso cortésmente; decir «Gracias»;  controlar el temperamento; pedir perdón; compartir. (213)

– Encontrar la felicidad en las cosas sencillas: estar juntos, ayudar a los demás, desarrollar un talento, disfrutar del arte y la música, rezar. (223-224, 226)

– Dar gracias antes de las comidas. (227)

– Amar a vuestros enemigos. (228)

– Practicar «el caminito» de Santa Teresita. (230)

– Ir a la Misa dominical; recibir los sacramentos; encontrar a Dios en todas las cosas; descansar los domingos. (233-237)

– Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza. (244)

– Orar. Y el papa propone dos oraciones: una que podamos compartir todos los que creemos en un Dios creador omnipotente, y otra para que los cristianos sepamos asumir los compromisos con la creación que nos plantea el Evangelio de Jesús: (246)

Como-evitar-cambio-climatico

 

ORACIÓN POR NUESTRA TIERRA

Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza. 

Inúndanos de paz,
para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.

Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción. 

Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.

Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.

 

ORACIÓN CRISTIANA CON LA CREACIÓN

Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.

Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.

Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.

Señor Uno y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.

Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.

Fuentes:

 

Has click para ver las otras noticias
¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
Categories
Calentamiento global Cambio climático Catolicismo Clima Medioambiente Naturaleza NOTICIAS Noticias 2015 - enero - julio Papa Recursos Naturales SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos de estos Tiempos Signos extraordinarios de la Iglesia

¿Hará bien el papa Francisco en escribir una encíclica sobre el cambio climático?

Un entorno con muchas dudas y pocas certezas.

Los medios del sistema están hablando muchos de que el papa Francisco está redactando una encíclica sobre el medio ambiente , o, más concretamente, sobre el cambio climático, y que se publicará en marzo. Usted puede leer al Observer aquí y The Guardian historia que Francisco se va a sumar a una acción internacional decisiva para combatir el cambio climático. 

Como-evitar-cambio-climatico

No es necesario decir que algunas narrativas sobre el cambio climático son fuertemente divisivas entre los científicos mismos y están siendo utilizadas para reingenierías políticas, y también si uno lee en los pocos medios católicos que existen, sobre la divergencia sobre si realmente existe el calentamiento global y cuál es la causa que lo produce.

Esta encíclica papal podría llegar a ser profética, pero también podría ser rehén de elementos políticos y narrativas espurias.

Benedicto XVI había expresado que debemos ser buenos administradores del planeta que Dios nos ha dado y ahora pareciera que Francisco quiere entrar en la polémica mundial. El obispo Marcelo Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de la de Ciencias del Vaticano, ha hablado del deseo del Papa de influir en la reunión del clima de la ONU en París y que querría convocar un encuentro ecuménico para discutir las cuestiones del clima, la ecología humana, y la exclusión social.

LOS PRINCIPIOS ÉTICOS NO ESTÁN EN DUDA 

Es por ejemplo un error destruir la naturaleza sin una razón proporcional. Todo el mundo sabe eso.

Sin embargo lo que constituye una razón proporcionada es algo que los especialistas en ética y los científicos deben trabajar. Por ejemplo, la construcción de una represa es sin duda una interferencia en la naturaleza por la destrucción de un entorno natural, pero ¿vale la pena?, ¿la represa traerá algún beneficio proporcional? Eso es difícil de determinar y discutible en cada caso, pero es de sentido común.

Esta comprensión de la proporcionalidad ha ido variando históricamente de acuerdo a la opinión mayoritaria. La presa de Asuán , fue vista como un logro humano imponente en los años setenta. Pero, ¿si se construyera hoy día la veríamos de la misma forma? Nuestra comprensión de la utilidad o no de las presas ha cambiado. Mire la presa de las Tres Gargantas en China, un proyecto que ha sido condenado por prácticamente todo el mundo. Y pasa lo mismo con el canal interoceánico que Nicaragua quiere construir.

Otro ejemplo. ¿Recuerda la idea de los biocombustibles?, que estaban destinados a ser parte de la solución. Ahora se les ve como otra mala idea.

Estos ejemplos muestran que nuestra comprensión sobre las cosas cambia históricamente, como cambia la información disponible. Hace 50 años las alarmas sonaban porque nos estábamos dirigiendo hacia una nueva Edad de Hielo y ahora suenen en sentido opuesto.

De modo que si no tenemos bases profundas y verdaderas para basar nuestros juicios, ellos serán barridos por la historia, y esto es lo que parece que sucede con el manido cambio climático, del que hay muchas teorías y pocas certezas.

cementerio de cubiertas en el mar

Y la iglesia piensa en términos históricos y no coyunturales o políticos, por lo que embarcarse en la polémica actual es riesgoso porque sus juicios podrían parecer tontos o pasados de moda luego de unas pocas décadas.

COSAS SENSATAS QUE PODRÍA DECIR LA ENCÍCLICA

No tenemos la tentación de escribirle la encíclica al Papa, pero como no es mucho lo que se puede decir –salvo generalidades- para no correr el riesgo que los nuevos descubrimientos científicos le pasen por arriba, queremos anticipar algunos puntos para descartar otros indirectamente, que podrían crear una fuerte división en el Pueblo de Dios.

EL EXCESO DE CONSUMO

En primer lugar, de acuerdo con la tradición, la Iglesia debería recordar a todos la locura y el pecado de exceso de consumo conspicuo. Nuestros problemas ambientales se ven agravados por el exceso de comida, el exceso de aire acondicionado, la conducción de vehículos que consumen mucha gasolina, y los desechos que se tiran.

Nada de esto concuerda con la humildad cristiana tradicional y la frugalidad.

EL VALOR DE LA BELLEZA

En segundo lugar, el Papa pisaría tierra firme si condenara la búsqueda de la fealdad en el mundo moderno, y promoviera una estética cristiana.

El desarrollo moderno ha generado una enorme cicatriz en la cara del planeta por el impacto ambiental de algunas de las grandes construcciones humanas. Tenemos que mejorar el mundo, no arruinarlo.

temporal frio nieve

LA CONSERVACIÓN

En tercer lugar, el Papa deberá alabar la labor de conservación, que ha salvado muchas bellezas naturales y construidas por el hombre para las generaciones futuras.

Es para elogiar el trabajo de conservación, que la propia Iglesia ha estado comprometida a través de sus museos, bibliotecas y proyectos arqueológicos. La conservación es un deber dado por Dios, como el libro de Génesis lo sugiere (véase Génesis 2:15).

El Papa también podría agregar que la conservación requiere acciones y suponen sacrificios reales.

NO DEBEMOS CONVERTIRNOS EN ADORADORES DEL MEDIO AMBIENTE

En cuarto lugar, si bien hemos de ser buenos administradores del medio ambiente, no quiere decir que debemos adorarlo. Muchos de los ambientalistas radicales se comportan como los animistas de la antigüedad, con respecto a los árboles y las rocas como si los espíritus vivieran en ellos. Otros son panteístas y ven a la tierra como un organismo vivo gigantesco.

Sólo el hombre está hecho a imagen de Dios, y sólo Dios, el creador del hombre, la tierra y el universo, es digno de adoración. Esto pondría las cosas en su perspectiva correcta y ayudaría a salvar las almas de hoy en día de las herejías verdes.

CAUTELA PORQUE EL RITMO DE CALENTAMIENTO HA BAJADO

En quinto lugar, es esperable que el Papa haga hincapié en la buena noticia de que el ritmo del calentamiento global es mucho más bajo de lo que los modelos originales clima de la ONU predijeron. De hecho, la predicción de un aumento 2.8º C en el transcurso de un siglo de los modelos matemáticos está desmentido. Y este sí es un grave riesgo, porque el papa se podría sumar a la narrativa alarmista del calentamiento global para acercarse a la ONU y tener así más influencia en otras áreas, lo cual es una política populista estéril.

Esto significa que tenemos más tiempo para reunir los datos, para mejorar los modelos climáticos defectuosos, y para llegar a entendimientos internacionales robustos. No hay necesidad de concluir apresuradamente un tratado en París el próximo año para reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono sobre la base de escenarios de calentamiento extremos que no se han cumplido.

El clima de la tierra es mucho más complicado de lo que se pensaba originalmente, y aún no se sabe cuánto impacto tiene la actividad humana sobre el clima en comparación con los ciclos de calentamiento y enfriamiento naturales del planeta.

El Papa debe argumentar a favor de la necesidad de cautela, de que la ciencia tenga cuidado y de que no debe quedar de rehén de intereses particulares.

ÉNFASIS EN LA ECOLOGÍA HUMANA

En sexto lugar, se debería poner la «ecología humana», el bienestar de los seres humanos, en el centro de la preocupación para el medio ambiente.

Cambio climatico

Los pobres no deben ser los chivos expiatorios de los problemas ambientales y no deben ser privados de los recursos que necesitan para mejorar sus vidas.

Un tratado sobre el clima que eleva el costo de la energía que necesitan los pobres para mejorar sus vidas crearía exactamente lo que el Papa aparentemente quiere evitar, la «tragedia de la exclusión social». Al elevar el costo de la energía a niveles prohibitivos, los pobres quedarían excluidos de la prosperidad, para siempre.

LOS CHIVOS EXPIATORIOS NO PUEDEN SER LAS VIDAS HUMANAS

En séptimo lugar, el Papa podría argumentar firmemente que ninguna solución a los problemas ambientales debe implicar el sacrificio de vidas humanas.

Desde hace algún tiempo los ambientalistas radicales han considerado a los bebés como poco más que «emisores de dióxido de carbono». Al mismo tiempo, que el cambio climático se ha utilizado para justificar programas de control de población contra las poblaciones pobres.

Y en este sentido el Papa debería señalar que esto no es nada más que el último engaño de los controladores de la población, los eugenistas, que continúan tratando de que nazcan menos niños entre los «no aptos», que son los pobres y la gente de color, que son el objetivo de la eliminación.

Fuentes:

 

Haga click para ver las otras noticias
¿Le gusto este artículo? Entre su email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo Eventos NOTICIAS Noticias 2013 septiembre - diciembre Papa Política Política mundial Publicaciones SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos de estos Tiempos Signos extraordinarios de la Iglesia

El Vaticano evalúa la política mundial con unas jornadas sobre la encíclica Pacem in Terris

 Derechos humanos, bien común, política.

 

Siguiendo el llamado de Francisco de que los católicos deben inmiscuirse en política, ahora el Consejo Pontificio de la Justicia y de la Paz ha organizado para principios de octubre una jornadas para discutir la encíclica del beato Juan XXIII, que cumplió 50 años el 11 de abril.

 

pacem in terris

 

Al leer los temario de los tres días de trabajo, parece claro que es una forma en que el Vaticano expresará su posición ante la política mundial, e indicará a los fieles las líneas de acción que sustenta.

En este año se ha celebrado el 50 aniversario de la encíclica Pacem in Terris del beato Juan XXIII y el Consejo Pontificio de la Justicia y de la Paz ha organizado tres jornadas, del 2 al 4 de octubre. Ver aquí la encíclica Pacem in Terris

La conmemoración se propone promover una reflexión sobre la actualidad y la actualización de los contenidos de la «Pacem in Terris» en la realidad contemporánea y aportar para la puesta en práctica de sus enseñanzas fundamentales en el ámbito de los derechos humanos, del bien común y del bien común y de la política.

«Ámbitos -ha dicho el cardenal Turkson- en que se juega la convivencia pacífica entre los pueblos y las naciones. De hecho, Juan XXIII, más que teorizar sobre la paz o la guerra, hace hincapie en el hombre y en su dignidad».

Las tres jornadas giran alrededor de tres argumentos.

En primer lugar la cuestión de las instituciones políticas y de las políticas globales «que se revelan indispensables para afrontar las cuestiones globales».  Para afrontar este tipo de problemáticas, se ha considerado que era necesario comenzar examinando el tema de la reforma de la más grande institución global: la Organización de las Naciones Unidas.

En segundo lugar, las nuevas fronteras de la paz.

«La actualización de los contenidos de la Pacen in terris con referencia a la res novae, nace, de hecho, de la consideración de que el partido hoy se juega en campos notablemente diferentes respecto a los que hace cincuenta años, época en el que el conflicto, no siempre solo latente, se encarnaba esencialmente en la contraposición de  los dos bloques implicados en la guerra fría», ha explicado el cardenal.

El último punto será el aspecto educativo,

«aspecto que está particularmente en el corazón de la Iglesia y que tiene, entre sus misiones principales, la de la formación de las conciencias», ha subrayado el cardenal Turkson.

Unos 60 rectores y docentes, representado a muchas universidades pontificas y católicas de los cinco continentes se encontrarán en estas jornadas para profundizar un de las cuestiones cruciales:

«la formación de nuevas generaciones de católicos comprometidos en política».

La Jornada concluirá con una audiencia del santo padre en la que el papa Francisco hablará sobre este tema, indicó el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.

Para más información sobre estas jornadas ver aquí

Fuentes: VIS, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Prédica Sermones Homilías Publicaciones Signos extraordinarios de la Iglesia

Salió a luz la encíclica “Lumen Fidei”, escrita por los dos papas

Del papa Francisco y el papa Emérito Benedicto XVI.

 

Se publicó como estaba previsto la encíclica “Lumen Fidei”, La Luz de la Fe, escrita a 4 manos entre Francisco y Benedicto XVI.  Es la primera encíclica firmada por el Papa Francisco y se suma a las encíclicas de Benedicto XVI sobre la caridad y la esperanza y asume el «valioso trabajo» realizado por el Papa emérito, que ya había «prácticamente completado» la encíclica sobre la fe. A este «primera redacción» el Santo Padre Francisco agrega ahora «algunas aportaciones».

 

ITALY-VATICAN-POPE-FRANCIS-BENEDICT XVI

 

Publicamos a continuación una amplia síntesis “Lumen Fidei”, publicada hoy, 5 de julio de 2013 y fechada el 29 de junio del mismo año.

LA INTRODUCCIÓN (NO. 1-7) DE LA LF ILUSTRA LOS MOTIVOS EN QUE SE BASA EL DOCUMENTO

En primer lugar, recuperar el carácter de luz propio de la fe, capaz de iluminar toda la existencia del hombre, de ayudarlo a distinguir el bien del mal, sobre todo en una época como la moderna, en la que el creer se opone al buscar y la fe es vista como una ilusión, un salto al vacío que impide la libertad del hombre. En segundo lugar, la LF – justo en el Año de la Fe, 50 años después del Concilio Vaticano II, un «Concilio sobre la Fe» – quiere reavivar la percepción de la amplitud de los horizontes que la fe abre para confesarla en la unidad y la integridad. La fe, de hecho, no es un presupuesto que hay que dar por descontado, sino un don de Dios que debe ser alimentado y fortalecido. «Quien cree ve», escribe el Papa, porque la luz de la fe viene de Dios y es capaz de iluminar toda la existencia del hombre: procede del pasado, de la memoria de la vida de Jesús, pero también viene del futuro porque nos abre vastos horizontes.

EL PRIMER CAPÍTULO (8-22): HEMOS CREÍDO EN EL AMOR (1 JN 4, 16)

En referencia a la figura bíblica de Abraham, la fe en este capítulo se explica como «escucha» de la Palabra de Dios, «llamada» a salir del aislamiento de su propio yo , para abrirse a una nueva vida y «promesa» del futuro, que hace posible la continuidad de nuestro camino en el tiempo, uniéndose así fuertemente a la esperanza. La fe también se caracteriza por la «paternidad», porque el Dios que nos llama no es un Dios extraño, sino que es Dios Padre, la fuente de bondad que es el origen de todo y sostiene todo. En la historia de Israel, lo contrario de la fe es la idolatría, que dispersa al hombre en la multiplicidad de sus deseos y lo «desintegra en los múltiples instantes de su historia», negándole la espera del tiempo de la promesa. Por el contrario, la fe es confiarse al amor misericordioso de Dios, que siempre acoge y perdona, que endereza «lo torcido de nuestra historia», es disponibilidad a dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios «es un don gratuito de Dios que exige la humildad y el valor de fiarse y confiarse, para poder ver el camino luminoso del encuentro entre Dios y los hombres, la historia de la salvación.» (n. 14) Y aquí está la «paradoja» de la fe: el volverse constantemente al Señor hace que el hombre sea estable, y lo aleja de los ídolos.

La LF se detiene, después, en la figura de Jesús, el mediador que nos abre a una verdad más grande que nosotros, una manifestación del amor de Dios que es el fundamento de la fe «precisamente en la contemplación de la muerte de Jesús la fe se refuerza», porque Él revela su inquebrantable amor por el hombre. También en cuanto resucitado Cristo es «testigo fiable», «digno de fe”, a través del cual Dios actúa realmente en la historia y determina el destino final. Pero hay «otro aspecto decisivo» de la fe en Jesús: «La participación en su modo de ver». La fe, en efecto, no sólo mira a Jesús, sino que también ve desde el punto de vista de Jesús, con sus ojos. Usando una analogía, el Papa explica que, como en la vida diaria, confiamos en «la gente que sabe las cosas mejor que nosotros» – el arquitecto, el farmacéutico, el abogado – también en la fe necesitamos a alguien que sea fiable y experto en «las cosas de Dios» y Jesús es «aquel que nos explica a Dios.» Por esta razón, creemos a Jesús cuando aceptamos su Palabra, y creemos en Jesús cuando lo acogemos en nuestras vidas y nos confiamos a él. Su encarnación, de hecho, hace que la fe no nos separe de la realidad, sino que nos permite captar su significado más profundo. Gracias a la fe, el hombre se salva, porque se abre a un Amor que lo precede y lo transforma desde su interior. Y esta es la acción propia del Espíritu Santo: «El cristiano puede tener los ojos de Jesús, sus sentimientos, su condición filial, porque se le hace partícipe de su Amor, que es el Espíritu» (n. 21). Fuera de la presencia del Espíritu, es imposible confesar al Señor. Por lo tanto, «la existencia creyente se convierte en existencia eclesial», porque la fe se confiesa dentro del cuerpo de la Iglesia, como «comunión real de los creyentes.» Los cristianos son «uno» sin perder su individualidad y en el servicio a los demás cada uno gana su propio ser. Por eso, «la fe no es algo privado, una concepción individualista, una opinión subjetiva», sino que nace de la escucha y está destinada a pronunciarse y a convertirse en anuncio.

EL SEGUNDO CAPÍTULO (23-36): SI NO CREÉIS, NO COMPRENDERÉIS (IS 07, 09)

El Papa demuestra la estrecha relación entre fe y verdad, la verdad fiable de Dios, su presencia fiel en la historia. «La fe, sin verdad, no salva – escribe el Papa – Se queda en una bella fábula, la proyección de nuestros deseos de felicidad.» Y hoy, debido a la «crisis de verdad en que nos encontramos», es más necesario que nunca subrayar esta conexión, porque la cultura contemporánea tiende a aceptar solo la verdad tecnológica, lo que el hombre puede construir y medir con la ciencia y lo que es «verdad porque funciona», o las verdades del individuo, válidas solo para uno mismo y no al servicio del bien común. Hoy se mira con recelo la «verdad grande, la verdad que explica la vida personal y social en su conjunto», porque se la asocia erróneamente a las verdades exigidas por los regímenes totalitarios del siglo XX. Esto, sin embargo, implica el «gran olvido en nuestro mundo contemporáneo», que – en beneficio del relativismo y temiendo el fanatismo – olvida la pregunta sobre la verdad, sobre el origen de todo, la pregunta sobre Dios. La LF subraya el vínculo entre fe y amor, entendido no como «un sentimiento que va y viene», sino como el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da nuevos ojos para ver la realidad. Si, pues, la fe está ligada a la verdad y al amor, entonces «amor y verdad no se pueden separar», porque sólo el verdadero amor resiste la prueba del tiempo y se convierte en fuente de conocimiento. Y puesto que el conocimiento de la fe nace del amor fiel de Dios, «verdad y fidelidad van juntos». La verdad que nos abre la fe es una verdad centrada en el encuentro con el Cristo encarnado, que, viniendo entre nosotros, nos ha tocado y nos ha dado su gracia, transformando nuestros corazones.

Aquí el Papa abre una amplia reflexión sobre el «diálogo entre fe y razón», sobre la verdad en el mundo de hoy, donde a menudo viene reducida a la «autenticidad subjetiva», porque la verdad común da miedo, se identifica con la imposición intransigente de los totalitarismo. En cambio, si la verdad es la del amor de Dios, entonces no se impone con la violencia, no aplasta al individuo. Por esta razón, la fe no es intransigente, el creyente no es arrogante. Por el contrario, la verdad vuelve humildes y conduce a la convivencia y el respeto del otro. De ello se desprende que la fe lleva al diálogo en todos los ámbitos: en el campo de la ciencia, ya que despierta el sentido crítico y amplía los horizontes de la razón, invitándonos a mirar con asombro la Creación; en el encuentro interreligioso, en el que el cristianismo ofrece su contribución; en el diálogo con los no creyentes que no dejan de buscar, que «intentan vivir como si Dios existiese», porque «Dios es luminoso, y se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sincero corazón». «Quién se pone en camino para practicar el bien – afirma el Papa – se acerca a Dios». Por último, la LF habla de la teología y afirma que es imposible sin la fe, porque Dios no es un mero «objeto», sino que es Sujeto que se hace conocer. La teología es participación del conocimiento que Dios tiene de sí mismo; se desprende que debe ponerse al servicio de la fe de los cristianos y que el Magisterio de la Iglesia no es un límite a la libertad teológica, sino un elemento constitutivo porque garantiza el contacto con la fuente original, con la Palabra de Cristo.

EL TERCER CAPÍTULO (37-49): TRANSMITO LO QUE HE RECIBIDO (1 CO 15, 03)

Todo el capítulo se centra en la importancia de la evangelización: quien se ha abierto al amor de Dios, no puede retener este regalo para sí mismo, escribe el Papa: La luz de Jesús resplandece sobre el rostro de los cristianos y así se difunde, se transmite bajo la forma del contacto, como una llama que se enciende de la otra, y pasa de generación en generación, a través de la cadena ininterrumpida de testigos de la fe. Esto comporta el vínculo entre fe y memoria, porque el amor de Dios mantiene unidos todos los tiempos y nos hace contemporáneos a Jesús. Por otra parte, se hace «imposible creer cada uno por su cuenta», porque la fe no es «una opción individual», sino que abre el yo al «nosotros» y se da siempre «dentro de la comunión de la Iglesia». Por esta razón, «quien cree nunca está solo»: porque descubre que los espacios de su «yo» se amplían y generan nuevas relaciones que enriquecen la vida.

Hay, sin embargo, un «medio particular» por el que la fe se puede transmitir: son los Sacramentos, en los que se comunica «una memoria encarnada.» El Papa cita en primer lugar el Bautismo – tanto de niños como de adultos, en la forma del catecumenado – que nos recuerda que la fe no es obra del individuo aislado, un acto que se puede cumplir solos, sino que debe ser recibida, en comunión eclesial . «Nadie se bautiza a sí mismo», dice la LF. Además, como el niño que tiene que ser bautizado no puede profesar la fe él solo, sino que debe ser apoyado por los padres y por los padrinos, se sigue «la importancia de la sinergia entre la Iglesia y la familia en la transmisión de la fe.» En segundo lugar, la Encíclica cita la Eucaristía, «precioso alimento para la fe», «acto de memoria, actualización del misterio» y que «conduce del mundo visible al invisible,» enseñándonos a ver la profundidad de lo real. El Papa recuerda después la confesión de la fe, el Credo, en el que el creyente no sólo confiesa la fe, sino que se ve implicado en la verdad que confiesa; la oración, el Padre Nuestro, con el que el cristiano comienza a ver con los ojos de Cristo; el Decálogo, entendido no como «un conjunto de preceptos negativos», sino como «un conjunto de indicaciones concretas» para entrar en diálogo con Dios, «dejándose abrazar por su misericordia», «camino de la gratitud» hacia la plenitud de la comunión con Dios . Por último, el Papa subraya que la fe es una porque uno es «el Dios conocido y confesado», porque se dirige al único Señor, que nos da la «unidad de visión» y «es compartida por toda la Iglesia, que forma un solo cuerpo y un solo Espíritu». Dado, pues, que la fe es una sola, entonces tiene que ser confesada en toda su pureza e integridad, «la unidad de la fe es la unidad de la Iglesia»; quitar algo a la fe es quitar algo a la verdad de la comunión. Además, ya que la unidad de la fe es la de un organismo vivo, puede asimilar en sí todo lo que encuentra, demostrando ser universal, católica, capaz de iluminar y llevar a su mejor expresión todo el cosmos y toda la historia. Esta unidad está garantizada por la sucesión apostólica.

EL CAPÍTULO CUARTO (N. 50-60): DIOS PREPARA UNA CIUDAD PARA ELLOS (HB 11, 16)

Este capítulo explica la relación entre la fe y el bien común, lo que conduce a la formación de un lugar donde el hombre puede vivir junto con los demás. La fe, que nace del amor de Dios, hace fuertes los lazos entre los hombres y se pone al servicio concreto de la justicia, el derecho y la paz. Es por esto que no nos aleja del mundo y no es ajena al compromiso concreto del hombre contemporáneo. Por el contrario, sin el amor fiable de Dios, la unidad entre todos los hombres estaría basada únicamente en la utilidad, el interés o el miedo. La fe, en cambio, capta el fundamento último de las relaciones humanas, su destino definitivo en Dios, y las pone al servicio del bien común. La fe «es un bien para todos, un bien común», no sirve únicamente para construir el más allá, sino que ayuda a edificar nuestras sociedades, para que avancen hacia el futuro con esperanza.

La encíclica se centra, después, en los ámbitos iluminados por la fe: en primer lugar, la familia fundada en el matrimonio, entendido como unión estable de un hombre y una mujer. Nace del reconocimiento y de la aceptación de la bondad de la diferenciación sexual y, fundada sobre el amor en Cristo, promete «un amor para siempre» y reconoce el amor creador que lleva a generar hijos. Después los jóvenes: aquí el Papa cita las Jornadas Mundiales de la Juventud, en las que los jóvenes muestran «la alegría de la fe» y el compromiso de vivirla de un modo firme y generoso. «Los jóvenes aspiran a una vida grande – escribe el Papa -. El encuentro con Cristo da una esperanza sólida que no defrauda. La fe no es un refugio para personas pusilánimes, sino que ensancha la vida». Y en todas las relaciones sociales: haciéndonos hijos de Dios, de hecho, la fe da un nuevo significado a la fraternidad universal entre los hombres, que no es mera igualdad, sino la experiencia de la paternidad de Dios, comprensión de la dignidad única de la persona singular. Otra área es la de la naturaleza: la fe nos ayuda a respetarla, a «buscar modelos de desarrollo que no se basen únicamente en la utilidad y el provecho, sino que consideren la creación como un don»; nos enseña a encontrar las formas justas de gobierno, en las que la autoridad viene de Dios y está al servicio del bien común; nos ofrece la posibilidad del perdón que lleva a superar los conflictos. «Cuando la fe se apaga, se corre el riesgo de que los fundamentos de la vida se debiliten con ella», escribe el Papa, y si hiciéramos desaparecer la fe en Dios de nuestras ciudades, se debilitaría la confianza entre nosotros y quedaríamos unidos sólo por el miedo. Por esta razón no debemos avergonzarnos de confesar públicamente a Dios, porque la fe ilumina la vida social. Otro ámbito iluminado por la fe es el del sufrimiento y la muerte: el cristiano sabe que el sufrimiento no puede ser eliminado, pero que le puede dar sentido, puede convertirlo en acto de amor, de entrega confiada en las manos de Dios, que no nos abandona, y ser así «etapa de crecimiento en la fe y el amor». Al hombre que sufre, Dios no le da un racionamiento que explique todo, sino que le responde con una presencia que acompaña, que abre un un resquicio de luz en la oscuridad. En este sentido, la fe está unida a la esperanza. Y aquí el Papa hace un llamamiento: «No nos dejemos robar la esperanza, no permitamos que la banalicen con soluciones y propuestas inmediatas que obstruyen el camino.»

CONCLUSIÓN (N º 58-60): BIENAVENTURADA LA QUE HA CREÍDO (LC 1, 45)

Al final de la LF, el Papa nos invita a mirar a María, «icono perfecto» de la fe, porque, como Madre de Jesús, ha concebido «fe y alegría.» A Ella se alza la oración del Papa para que ayude la fe del hombre, nos recuerde que aquellos que creen nunca están solos, y que nos enseñe a mirar con los ojos de Jesús.

Puede leerse la encíclica completa y bajarse en este link

Fuentes: VIS News, Signos de estos Tiempos

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Prédica Sermones Homilías Religion e ideologías Signos extraordinarios de la Iglesia Sobre la Fe

Francisco terminará la encíclica de la Fe que comenzó Benedicto XVI [13-06-14]

Una encíclica a cuatro manos.
El papa Francisco anunció que concluirá la encíclica sobre la fe «a cuatro manos» que comenzó su predecesor Benedicto XVI y que no pudo terminar al renunciar al pontificado el pasado 28 de febrero.

 

Francisco y Benedicto XVI mirando un ícono de la Virgen María

 

«Es un documento fuerte. He recibido esto, un gran trabajo, lo ha hecho él», dijo Francisco.

El papa Francisco recibió en audiencia a la secretaría del Sínodo de los Obispos, que está reunida en Asamblea en la Ciudad del Vaticano para abordar el tema de las evangelizaciones, y les confió que Benedicto XVI le entregó el borrador de la encíclica sobre la fe.

«Es un documento fuerte. He recibido esto, un gran trabajo, lo ha hecho él», les comentó a los miembros de la secretaría del Sínodo.

Benedicto XVI en sus casi ocho años de pontificado publicó tres encíclicas: «Deus caritas est» (2006); «Spe salvi» (2007) y «Caritas in veritate» (2009) y dejó pendiente una cuarta sobre el actual Año de la Fe, en la que ahora está trabajando el papa Francisco.

Una encíclica es considerada una carta solemne sobre asuntos de la Iglesia o determinados puntos de la doctrina católica dirigida por el papa a los obispos y fieles católicos de todo el mundo, considerada el documento más importante escrito por un Pontífice.

Se trata de la primera vez en la historia que un papa termina una encíclica de otro pontífice, aún vivo, el emérito Benedicto XVI.

Además, Francisco afirmó que publicará un documento general sobre la evangelización antes de que finalice el Año de la Fe, retomando contenidos del último Sínodo de Obispos sobre la nueva evangelización.

La exhortación sinodal es un documento papal tras la celebración de un Sínodo de Obispos, y el papa Francisco ha decidido convertirla en un documento general para que no sea ensombrecida por la publicación de la encíclica «a cuatro manos».

El papa explicó a los asistentes que «ya ha escrito algo» sobre el tema y aseguró que continuará con esta publicación durante el mes de agosto, ya que no tomará vacaciones y se quedará en el Vaticano en lugar de trasladarse a la residencia estival de los papas de Castel Gandolfo, a unos 30 kilómetros de Roma.

El papa Francisco también está trabajando en un tratado sobre la pobreza, según confirmó recientemente el portavoz del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi.

MÁS COLEGIALIDAD

El papa Francisco quiere reforzar la colegialidad dentro de la Iglesia y crear una suerte de «consejo permanente» a partir de los sínodos, las reuniones de obispos de todo el mundo, un idea en la que trabaja junto con los ocho cardenales que designó para reformar la Curia Roma, el gobierno central, indicó este jueves al recibir a una delegación de religiosos.

«Se trata de un desafío. ¡Adelante, con libertad! ¡Necesito el aporte de los sínodos. Sin miedo!», instó Francisco a los miembros de la Secretaría del Sínodo de Obispos durante una charla informal en el Vaticano, durante la cual improvisó en numerosas ocasiones.

«Encontremos el camino para la coordinación entre el sínodo y el obispo de Roma», pidió.

Los sínodos son asambleas de obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas en el Vaticano para debatir libremente sobre diferentes temas y fomentar la unión estrecha entre el pontífice y los obispos, que suelen estar muy arraigados a la realidad de su propio territorio.

El Papa habló también de las numerosas sugerencias que están llegando a los ocho cardenales encargados de la reforma de la Curia Romana, blanco de críticas y escándalos.

Entre los temas que el Papa dijo que abordará con los ocho cardenales, que se reunirán por primera vez a inicios de octubre, figura también el de la crisis de la familia.

«La familia es un problema serio. En las reuniones que he tenido con obispos de varias nacionalidades siempre ha surgido ese asunto», reconoció.

«Hoy en día muchas parejas no se casan, conviven, inclusive aquellas católicas. El matrimonio se volvió provisional», comentó Francisco, tras anunciar que se está pensando elaborar «una pastoral de la familia», dijo.

«Es un problema que trataremos en octubre», precisó.

Un mes después de su elección en marzo como primer Papa latinoamericano y jesuita de la historia, Francisco designó a un grupo de ocho cardenales para asesorarlo en la reforma del gobierno central de la Iglesia, sacudida por una serie de escándalos por intrigas y corrupción.

Entre los ocho cardenales figuran el hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, presidente de Caritas Internationalis, conocido por sus posiciones a favor de una renovación del gobierno central de la Iglesia, y el chileno Francisco Javier Errázuriz Ossa, arzobispo emérito de Santiago de Chile, con experiencia en la maquinaria vaticana.

Fuentes: Periodista Digital, Signos de estos Tiempos

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: