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Los significativos comentarios de Francisco sobre los divorciados vueltos a casar

Benedicto XVI y Francisco en busca de una solución.

 

Los comentarios de Francisco sobre los divorciados podrían ser más importantes que cualquier otra cosa que dijo en el avión ante los periodistas de regreso de la JMJ de Río.

 

 

Francisco, al igual que Benedicto XVI, está preocupado por este problema y buscan una solución jurídica al asunto de las segundas uniones.

En la conferencia de prensa con los periodistas en el avión de vuelta desde Río Francisco dijo las siguientes palabras sobre el tema de los sacramentos a los divorciados y vueltos a casar, que bien pueden ser muy importantes, no han atraído muchos comentarios.

Las palabras de especial interés son los siguientes:

En cuanto el problema de la comunión a las personas en segunda unión -porque los divorciados sí pueden hacer la comunión-, creo que esto es necesario mirarlo en la totalidad de la pastoral matrimonial. Esto es un problema. 

Pero abro un paréntesis: los ortodoxos tienen una praxis diferente, ellos siguen la teología de la economía, hacen una segunda posibilidad y cierro paréntesis. Creo que este problema hay que estudiarlo en el marco de la pastoral matrimonial. Y por eso uno de los temas a consultar con estos 8 del consejo de cardenales, que nos reuniremos el 1, 2, 3 de octubre, es cómo seguir adelante en la pastoral matrimonial.  

Y otra segunda cosa, estuvo conmigo hace pocos días el secretario del sínodo de obispos, para el tema del próximo sínodo, es un tema antropológico, pero hablando y hablando vimos que este tema antropológico hay que tratarlo en la pastoral matrimonial profunda. Estamos en camino hacia una pastoral matrimonial profunda, es un problema y hay tantos problemas.  

Les digo una: mi antecesor, el cardenal Quarracino decía que la mitad de los matrimonios eran nulos porque se casan sin madurez, se casan sin darse cuenta de que es por toda la vida, quizás se casan por motivos sociales… y esto entra en la pastoral matrimonial.  

Y también el problema judicial de la nulidad de matrimonios también eso debemos revisar porque los tribunales eclesiásticos no bastan para eso. Es complejo el problema de la pastoral matrimonial.

Esto es mucho más revolucionario que todo lo que el Santo Padre tenía que decir sobre el caso de Monseñor Ricca y los homosexuales, que tuvo mucha más prensa. Es interesante notar que algo ya está en marcha con respecto a los que están en segunda unión: el Papa ha pedido al Consejo de Cardenales para discutirlo en octubre, y el Sínodo de los Obispos se va a enfrentar el problema, así, parece.

En la actualidad, a los que están en segundas uniones se les dice que no pueden recibir la Santa Comunión. Pero mucha gente lo hace sin tenerlo en cuenta, al igual que muchas otras personas que viven en uniones irregulares.

Este segundo grupo – los que viven juntos sin estar casados ??entre sí canónicamente, o incluso en lo civil – representan un grupo significativo. Y una duda es si no han pasado numéricamente a los divorciados y vueltos a casar.

El verdadero problema al que nos enfrentamos es en este: ¿en realidad la gente no quiere casarse más, o siente la necesidad de casarse?

Este no es el caso en todas partes, pero en algunos países la cohabitación sin la bendición de la Iglesia o del Estado es la norma.

En la actualidad, la normativa actual sobre el matrimonio y las segundas uniones hacen hincapié en que el «primer» matrimonio es en realidad el único matrimonio y que casarse es un paso muy importante, de hecho irrevocable.

Sin embargo la realidad es que  ha causado sufrimiento a los de segunda unión, especialmente los que son la partes inocente, y es esta preocupación que le lleva a Francisco a plantear el tema.

LOS PASOS DE BENEDICTO XVI

Benedicto XVI en la audiencia a la Rota Romana a fines del 2012, pidió a los jueces eclesiásticos y “rotales” “más reflexiones” sobre la falta de fe de los esposos como posible causa de nulidad del matrimonio.

No pretendo sugerir –precisó– ningún automatismo fácil entre la carencia de fe y la invalidez de la unión matrimonial, sino más bien indicar que tal carencia puede, aunque no necesariamente, herir incluso los bienes del matrimonio.

No es la primera vez que el Pontífice afronta este argumento. En julio de 2005, mientras se encontraba de vacaciones en Les Combes, respondió a una pregunta relacionada mientras hablaba con unos sacerdotes del lugar.

Ninguno de nosotros –dijo– tiene una receta ya lista, sobre todo porque las situaciones siempre son diferentes. Me parece particularmente dolorosa la situación de todos los que se casaron en la Iglesia, pero que no eran verdaderamente creyentes y lo hicieron por tradición, y después, al encontrarse en un nuevo matrimonio no válido, se convierten, encuentran la fe y se sienten excluidos del sacramento. Este es verdaderamente un sufrimiento grande y cuando fui Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe invité a diferentes Conferencias Episcopales y a especialistas a que estudiaran este problema: un sacramento celebrado sin fe. Si fuera posible encontrar, realmente, un momento de invalidez porque al sacramento le faltaba una dimensión fundamental, no osaría decirlo. Yo, personalmente, lo creía, pero de las discusiones que hemos tenido al respecto entendí que el problema es muy difícil y que todavía debe ser analizado profundamente. Pero, dada la situación de sufrimiento de estas personas, hay que analizarlo.

En 1972, como teólogo, Joseph Ratzinger había indicado los límites de las demostraciones procesales que declaran la nulidad matrimonial. Como cardenal arzobispo de Mónaco, durante el Sínodo sobre la familia de 1980, Ratzinger escribió a los agentes pastorales de su diócesis:

El Sínodo indica como una categoría aparte a todos los que han llegado a la motivada convicción de consciencia, con respecto a su primer matrimonio, aunque no sea posible la prueba judicial a su favor. En un caso semejante se puede, evitando el escándalo, conceder la autorización para recibir la comunión.

En octubre del año siguiente, con una carta a “The Tablet”, Ratzinger rectificó las interpretaciones demasiado aperturistas de sus palabras, explicando que en 1972 había hablado como teólogo y que entonces, como Prefecto del ex Santo Oficio, creía que la solución de la consciencia del individuo era impracticable, dado que el matrimonio no es un acto privado y tiene repercusiones en la vida del cónyuge, de los hijos, de la sociedad civil y eclesial. Pero también en aquella ocasión concluyó diciendo que en algunos casos excepcionalmente raros se podía recurrir a la Penitenciaría apostólica después del fracaso de los procesos canónicos.

Ratzinger volvió a hablar sobre el argumento en el libro-entrevista del periodista Peter Seewald, “La sal de la tierra” (1997). Afirmó que:

En un futuro se podría incluso llegar a una constatación extrajudicial de la nulidad del matrimonio. Esta podría, tal vez, ser constatada por los que tienen la responsabilidad pastoral en el lugar.

Una apertura sobre la posibilidad de que la última palabra sobre la nulidad matrimonial recaiga en el obispo, con una mayor atención a cada una de las situaciones, y no solo en los tribunales eclesiásticos.

En fin, en 1999, en la instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la pastoral de los divorciados que se han vuelto a casar, que insistía en la exclusión de la comunión sacramental, Ratzinger observó:

Debería aclararse si verdaderamente cada matrimonio entre dos bautizados es ipso facto un matrimonio sacramental. La fe pertenece a la esencia del sacramento.

Este último argumento va en la línea de lo que expresó Francisco.

Fuentes: Catholic Herald, Radio Amanecer, Signos de estos Tiempos 

 

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Los jóvenes de la Jornada Mundial de la Juventud son más liberales que la Iglesia Católica

Encuesta entre los peregrinos de la JMJ.

 

El impresionante número de participantes y la cobertura y entusiasmo de los medios en general con la JMJ de Río, han ilusionado a muchos sobre un “revival” del catolicismo, pero esta encuesta muestra la calidad del catolicismo que se está gestando, que tiene puntos de discrepancia significativos con la doctrina que maneja la iglesia, por ejemplo respecto al uso del condón y los anticonceptivos. Parecería que los jóvenes que fueron a la JMJ discrepan más con la posición oficial de la Iglesia cuanto más cercanos son los temas a ellos.

 

jovenes de la jmj de rio
La encuestadora brasileña Datafolha realizó una encuesta entre los jóvenes peregrinos a la Jornada Mundial de la Juventud el jueves 25 de julio, preguntándoles sobre sus opiniones personales respecto a algunos temas polémicos de la doctrina y las posiciones que a su juicio el Papa debería defender. El resultado es que los peregrinos tienen posturas más flexibles que la Iglesia Católica y el propio Papa.

El 65% de los jóvenes consultados defiende el uso de preservativos en las relaciones sexuales y el 55% considera que el papa debe asumir esa posición.

El 53% aprueba el uso de la píldora anticonceptiva y el 4 % cree que el Papa debería tener la misma postura.

En cuanto a la píldora del «día siguiente», que la Iglesia considera como abortiva, el 32%  la respalda y el 28% dice que el pontífice debería adoptar esa posición.

En la liberación del aborto dentro de la ley, 22% dijo que está a favor, y el mismo 22% que el Papa debería ser favorable, el 75% dijo que se opone, y el 75% también que el Papa debería hacerlo.

Respecto a la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, sólo el 25% lo apoya y el 21 % es favorable a que el pontífice asuma esa defensa.

El 54 % rechaza que las mujeres accedan al sacerdocio y el 56 % piensa que esa debe ser la actitud del papa.

El 64 % está a favor del celibato entre los sacerdotes y el 63 % cree que eso es lo que el pontífice debe defender.

Datafolha también mostró que el 72% de los peregrinos son contrarios a las protestas durante la visita del Papa, el 21% está a favor, 6% son indiferentes, y el 2% no respondió.

La encuesta fue realizada sobre una muestra de 1.279 participantes de la JMJ.

Fuentes: Jornal Nacional de Globo, Periodista Digital, Signos de estos Tiempos

 

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La JMJ de Río muestra una Iglesia que se está purificando y revitalizando

El llamado a jugar a la ofensiva.

 

Desde el inicio del pontificado de Juan Pablo II la Iglesia ha transitado por un período de purificación y revitalización. Al principio casi imperceptible. Pero Juan Pablo II puso a la Iglesia como un actor de primer orden a nivel mundial, Benedicto XVI la posicionó como un poderoso referente intelectual frente al relativismo, la cultura de la muerte y el ascenso del islamismo, y ahora Francisco la está enviando a salir a evangelizar.

 

jovenes en rio con bandera de francisco

 

Si miramos para atrás veremos los dolores que la Iglesia ha pasado y está sanando, como la sangría de sacerdotes luego del Concilio Vaticano II, las desviaciones voluntaristas, el horror de los abusos sexuales de una parte del clero y ahora la corrupción del banco vaticano.

Después de Río, está claro que el cristianismo no está a punto de ser relegado al basurero de la historia.

Incluso para los periodistas hastiados de la JMJ fue una sorpresa. La organización fue pésima según los mismos organizadores.El transporte público se derrumbó. Los cajeros automáticos se quedaron sin dinero. El campo en el que se suponía que los jóvenes dormirían durante la noche y asistirían a la misa del domingo se convirtió en una pesadilla después de fuertes lluvias. Incluso el gobernador de Río de Janeiro admitió que la ciudad había estado tenido una n ota de calidad «más cerca de cero que de diez».

Los tres millones de jóvenes que se reunieron en la famosa playa de Copacabana de Río de Janeiro estaban mojados, apretujados, sin dormir, y haciendo colas para los fétidos inodoros portátiles.

Pero hubo pocas quejas. En cambio, el ambiente fue optimista y alegre. El Papa, el primer Papa latinoamericano, estaba allí. Fue un momento de alegría.

«Después de más de 25 años de cubrir guerras, tráfico de drogas, disturbios, protestas, golpes de Estado y cinco giras papales en América Latina, tengo que admitir que no soy muy fácil de impresionar», escribió Lucía Newman, editora latinoamericana de Al Jazeera. «Pero sin dudas, debo confesar que la escena en la playa de Copacabana en la noche del sábado y la madrugada del domingo fue extraordinaria».

A veces los medios de comunicación fallan con un relato que se encuentra justo debajo de sus narices. ¿Si el Papa puede congregar tres millones de jóvenes de todo el mundo para un evento como este, está realmente el cristianismo en sus años crepusculares? ¿Será la próxima generación realmente atea y secular?

Además de la promoción de la piedad y entusiasmo, la JMJ ayuda a dar enseñanzas católicas, es contra-culturale, y da un fundamento intelectual más firme. Muchos de los jóvenes van a aplicar estas lecciones a su vida familiar – y sus políticas – en los años venideros.

Por ejemplo, al menos dos millones de peregrinos recibieron un manual de bioética fácil de leer que cubre temas como la fecundación in vitro, el aborto y los trasplantes de órganos. Esto sin duda ayudará a algunos de ellos cuando se enfrenten a problemas de vuelta a casa o más tarde en la vida.

También es seguro despertó un mayor compromiso con la evangelización.Este fue el núcleo del mensaje del Papa Francisco. Una y otra vez insistió en que sus oyentes tenían que compartir su fe con sus amigos:

«La experiencia de este encuentro no debe permanecer encerrado en su vida o en el pequeño grupo de su parroquia, su movimiento o su comunidad. Eso sería como la retención de oxígeno de una llama que arde con fuerza. La fe es una llama que se hace más fuerte cuanto más se comparte y se transmite… Jesús no dijo: ‘si quieres, si tienes el tiempo’, sino: ‘Id y haced discípulos a todas las naciones’»

Es evidente que lo que Francisco tiene en mente abrir las ventanas enérgicamente a la participación en el mundo secular. Usó imágenes deportivas para exhortar a los jóvenes a evangelizar:

«Los jóvenes, por favor: no se pongan a la cola de la historia. Sean miembros activos. Pasen a la ofensiva. Juguen en el campo, construyan un mundo mejor, un mundo de hermanos y hermanas, un mundo de justicia, de amor, de paz, de fraternidad, de solidaridad. Jueguen siempre a la ofensiva».

También desempeñó el papel de amoroso entrenador, pero duro, de sus lugartenientes, los obispos católicos, alentándolos a hacer menos trabajo de oficina y más trabajo con los pies:

«No podemos mantenernos encerrados en las parroquias, en nuestras comunidades, en nuestras instituciones diocesanas, cuando muchas personas están esperando el Evangelio»

Para muchos de los obispos, tristes por las malas noticias sobre escándalos y la asistencia a la iglesia en declive, esto debe haber sido un momento energizante. El mensaje fue: no gemidos, sin quejas. Ustedes tienen una fe «revolucionaria». Úsenla.

«Ustedes saben que en la vida de un obispo hay muchos problemas que necesitan ser resueltos. Y con estos problemas y dificultades, la fe de un Obispo puede entristecerse. ¡Qué horrible es un Obispo triste! ¡Qué malo es eso!»

El impresionante éxito de Rio es un punto hacia el futuro.

Durante los últimos 50 años, la Iglesia Católica, que proporciona la mayor parte de la potencia de fuego de los defensores occidentales de los valores tradicionales y la dignidad humana, se ha estado limpiando poco a poco después del tsunami de la secularización del siglo XX.

Al principio el progreso fue casi imperceptible. En los años 60 y 70 muchos laicos dejaron de ir a la iglesia y olas de sacerdotes desertaron. Los efectos de esta época aún reverberan.

Pero desde finales de los 70, la Iglesia recuperó su vitalidad en tres etapas.

En la primera, Juan Pablo II le dio disciplina fresca, confianza y relevancia.Usando su gran encanto y prestigio, reafirmó la enseñanza tradicional sin hacer que pareciera anticuada. Y después de la caída del comunismo, la Iglesia Católica fue claramente el más firme defensor mundial de la dignidad humana.

En el segundo, Benedicto XVI surgió como el intelectual público más importante del mundo. Se hizo evidente que la más poderosa crítica del relativismo moral y cultural y del resurgimiento del Islam se encontraba en la Iglesia.

Con Francisco, una tercera etapa ha llegado: la evangelización enérgica y sin vergüenza. Este fue un tema importante para sus predecesores, también, pero para Francisco es casi el único. En cada discurso, homilía y documento retumba el tambor de la evangelización.

Y si usted quiere saber si el mensaje está llegando a la gente, basta con ver las estadísticas. En 2006 los Rolling Stones también estivieron en la playa de Copacabana. Alrededor de 1,5 millones de personas se reunieron en lo que se ha descrito en el mayor concierto de rock al aire libre del mundo. Tres millones fueron al concierto del Papa Francisco – y es siete años mayor que Mick Jagger.

Lo que la Jornada Mundial de la Juventud en Río mostró es que el cristianismo está lejos de estar listo para el basurero de la historia. En cambio, está en proceso de un revival definitivo.

Fuentes: Michael Cook para MercatorNet, Signos de estos Tiempos 

 

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Cinco palabras de Francisco que cambian el tono de la Iglesia sobre la homosexualidad

“¿Quién soy yo para juzgar?” 

 

Es innegable que Francisco es un gran comunicador y seductor, al punto de que nos sorprendemos cómo cinco simples palabras, «¿Quién soy yo para juzgar?», pueden cambiar las percepciones y abrir las puertas.

 

papa francisco en conferencia en avion

 

Las palabras fueron del Papa Francis a los periodistas en su avión de regreso a Roma después de la Jornada Mundial de la juventud, y la pregunta fue sobre la homosexualidad. Esto recorrió el mundo y comenzó a bajar los decibeles de la confrontación de los medios con la Iglesia respecto a su posición sobre la homosexualidad.  

Las declaraciones del Papa fueron importantes, tanto por lo que dijo por lo que no dijo.

“Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”, dijo el Papa. “El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”.

Es importante tener en cuenta que aunque el Papa estaba respondiendo a una pregunta sobre un supuesto «lobby gay» en el Vaticano, su comentario no era específicamente sobre sacerdotes homosexuales.

Algunos medios de comunicación han retratado el Papa diciendo que no juzgaría a los sacerdotes por su orientación sexual, lo que parece poner en cuestión el documento del Vaticano del 2005, que excluye la ordenación de los hombres con «tendencias homosexuales profundamente arraigadas». Pero basado en palabras textuales del Papa, probablemente sea una exageración.

De hecho, lo que dijo el Papa – como él mismo señaló – es esencialmente afirmado en el Catecismo de la Iglesia Católica, que establece que los hombres y las mujeres homosexuales «deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza».

Lo que el Papa no habló con los periodistas fue sobre la línea del catecismo que dice que la inclinación homosexual es en sí misma «desordenada». Esa fue la base para la prohibición del Vaticano de sacerdotes gay. Francisco no renegó de esa enseñanza en particular, simplemente no la mencionó.

Se trata de un importante cambio en el énfasis. Y el Papa Francisco está claramente tratando de llegar a aquellos que han sido alienados por las declaraciones de la Iglesia sobre la homosexualidad en los últimos años.

Aunque la comparación entre el Papa y el Papa Benedicto Francisco no siempre son justas, en este caso es instructiva. Cuando se le preguntó acerca de la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad en un libro-entrevista en el año 2010, el Papa Benedicto XVI respondió que los hombres y mujeres homosexuales merecen respeto, pero añadió:

«Esto no quiere decir que la homosexualidad se convierta en moralmente correcta. Por el contrario, sigue siendo contraria a la esencia de lo que Dios quiso en un principio».

Benedicto llegó a decir que la homosexualidad en el clero era «una de las miserias de la iglesia» y que «la homosexualidad es incompatible con la vocación sacerdotal.»

«¿Quién soy yo para juzgar?» Envía un mensaje muy diferente.

LO QUE VERDADERAMENTE SE DIJO

– Una pregunta un poco delicada. La historia de monseñor Ricca ha dado la vuelta al mundo, ¿cómo va a afrontar este asunto y todo lo relacionado con el supuesto lobby gay en el Vaticano?

-Con respecto a monseñor Ricca, he hecho lo que el derecho canónico manda hacer, que es la investigación previa. Y esta investigación no dice nada de lo que se ha publicado. No hemos encontrado nada. Pero yo querría agregar una cosa: muchas veces en la Iglesia se va a buscar los pecados de juventud y se publican. Y hablo de pecados, no delitos como los abusos de menores. Pero si una persona -laica, cura, o monja- comete un pecado y luego se arrepiente, el Señor la perdona. Y cuando el Señor perdona, olvida. Lo importante es hacer una teología del pecado. Muchas veces pienso en San Pedro: hizo de los peores pecados, renegar de Cristo. ¡Y con ese pecado lo hicieron Papa!

-¿Y el lobby gay?

-Se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me encontré con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser gay del hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy linda esto. Dice que no se deben marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby.

Fuentes: La Nación, John Travis, Signos de estos Tiempos

 

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El Papa habló de todo en un reportaje y una conferencia de prensa al finalizar la JMJ

Desde temas personales hasta los más delicados y espinosos del pontificado.

 

Francisco tuvo dos momentos en que habló de todo y sin libreto. Una fue la entrevista que le realizó O Globo para televisión, de la que ofrecemos el video abajo. Y la otra fue la rueda de prensa improvisada que se realizó entre el papa y los periodistas en el vuelo de regreso a Roma. El periodista Andrea Tornielli publicó sus apuntes sobre lo que sucedió en le rueda que duró una hora y veinte.

 

multitud de la misa de clausura de la jmj de rio

 

El Papa cerró la JMJ de Río de Janeiro anunciando que la próxima se celebrará en Cracovia, Polonia, en 2016 y regresó a Roma. Y hay que señalar el hecho de los dos millones de personas que asistieron a la vigilia de oración en la noche del sábado, una cifra superada por tres millones en la misa de envío el domingo. Esto no es un récord absoluto, porque Juan Pablo II, reunió a cinco millones de personas en el Día Mundial de la Juventud en Manila en 1995, pero sigue siendo el mayor encuentro de en número de participantes en la historia del cristianismo en Europa y en las Américas. 

Sólo la Iglesia de hoy es capaz de reunir multitudes tan interminables (más que toda la población de Roma) componen principalmente de los jóvenes, y los datos no se pueden explicar por la sola popularidad del Papa Francisco. En la crisis económica y de valores más grave de la humanidad, son muchos quienes perciben a la Iglesia como la última institución creíble, el último puerto de la salvación.

RUEDA DE PRENSA EN EL AVIÓN DE REGRESO A ROMA

El IOR debe cambiar

Todo lo que tenía que hacer venía de las congregaciones generales de los cardenales antes del cónclave. La comisión de ocho cardenales –es importante que provengan del exterior– va en la línea de una maduración de la relación entre sinodalidad y primado. Hay muchas propuestas de reforma, por ejemplo de la Secretaría de Estado. Y luego está el IOR. Yo había pensado tratar la cuestión el año que viene, pero la agenda cambió por los problemas que hay que afronta y que ustedes bien conocen. ¿Cómo reformarlo y sanar lo que hay que sanar? Nombré a una comisión “referente”. No sé cómo va a acabar el IOR: algunos dicen que sería mejor tener un banco, otros que sería necesario un fondo de ayuda, otros más dicen que lo cerremos.  Confío en el trabajo de las personas del IOR y de la comisión que están trabajando por todo esto. No les puedo decir cómo va a terminar: se prueba, se busca… Pero lo cierto es que, se convierta en lo que se convierta el IOR, se necesita transparencia y honestidad.

El contenido de la bolsa de cuero negra

Me subí al avión llevando mi bolsa porque es lo que hago siempre. ¿Qué tiene adentro? El rastrillo, el breviario, la agenda y un libro para leer, he traído un libro sobre Santa Teresita, de la que soy muy devoto. Es normal llevar una bolsa, tenemos que ser normales, tenemos que acostumbrarnos a ser normales y me sorprende el hecho de que la imagen de la bolsa haya dado la vuelta al mundo. Como sea, no era la valija con la llave para la bomba nuclear…

¿Por qué siempre pide “Reza por mí”?

“Reza por mí”, siempre lo he pedido. Cuando era sacerdote lo pedía menos, no tanto. Empecé a pedirlo más como obispo. Me siento con muchos límites y con muchos problemas, también soy pecador. Esta petición es algo que me viene de dentro. También le pido a la Virgen que rece por mí. Es una costumbre que me viene del corazón, siento que tengo que pedir.

Los cambios y las resistencias en la Curia

Los cambios fueron pedidos por los cardenales antes del cónclave, y luego también está lo que viene de mi personalidad. Por ejemplo, no podría vivir solo en el palacio. El aposento papal es grande, pero no es lujoso. Pero yo no puedo vivir solo con un pequeño grupito de personas. Necesito vivir con gente, encontrar a la gente. Por esto dije que son motivos “psiquiátricos”: psicológicamente no podía y cada uno debe partir de su forma de ser. De cualquier manera, también los aposentos de los cardenales son austeros, al menos los que conozco. Cada uno tiene que vivir como el Señor le pide que viva. Pero una austeridad general es necesaria para todos los que trabajan al servicio de la Iglesia. Hay santos en la Curia, obispos, sacerdotes y laicos, gente que trabaja. Muchos que van con los pobres a escondidas o que en su tiempo libre van a alguna Iglesia y ejercen el ministerio. Y luego, hay algunos que no son tan santos y estos provocan ruido, porque, como saben ustedes, hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece. A mí me provoca dolor ver que suceden estas cosas. Tenemos este monseñor (referencia a Nunzio Scaranno, contador de la APSA, ndr) que está en la cárcel. ¡No fue a dar a la cárcel porque se pareciera a la beata Imelda! (expresión muy usada en Argentina para decir que uno no tiene nada de sanro, ndr). Creo que la Curia ha caído un poco con respecto al nivel que tenía hace tiempo, cuando había algunos viejos curiales fieles que hacían su trabajo. Necesitamos el perfil de los viejos curiales. Si hay resistencias, todavía no las he visto. Es cierto que no he hecho tantas cosas, pero he encontrado ayuda, gente leal. A mí me gusta la gente que me dice: “Yo no estoy de acuerdo”. Estos son los colaboradores leales.  Y luego, también están los que delante de ti te dicen “qué bonito” de todo, pero después, tal vez, salen con lo contrario. Pero de estos todavía no he visto.

¿Por qué no dijo nada en Brasil sobre el  aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo?

La Iglesia ya se ha expresado sobre estos argumentos, la Iglesia y atiene una postura clara. Y durante el viaje a Brasil era necesario hablar positivamente.

¿Por qué definirse obispo de Roma no significa ser un “primus inter pares”?

No hay que leer más allá de las palabras. El Papa es obispo, es obispo de Roma y de allí le viene todo. Es el primer título, luego vienen los demás títulos. Pero creer que esto quiere decir que el sucesor de Pedro es un “primus inter pares” significa ir más allá. Subrayar el primer título, el del obispo de Roma, puede favorecer el ecumenismo.

El trabajo de obispo y de Papa…

Hacer el trabajo de obispo es una cosa hermosa. El problema es cuando alguien busca este trabajo, ya no es tan hermoso. Siempre existe el peligro de pensarse un poco superiores a los demás, de sentirse un poco “príncipes”. Pero el trabajo de obispo es hermoso: debe estar delante de los fieles, en medio de los fieles y detrás de los fieles. Cuando era obispo en Buenos Aires era feliz. Era muy feliz. ¿Y como Papa? También. Cuando el Señor de pone allí, si aceptas hacer lo que el Señor te pide, eres feliz.

Sobre los próximos viajes…

No hay nada definido. En Italia espero poder ir algún día a visitar a mis parientes en el Piamonte, me gustaría ir con el avión, un solo día. El patriarca Bartolomeo me invitó a Jerusalén en ocasión de los cincuenta años del viaje de Pablo VI y del encuentro con Atenágoras, que sucedió allí. Hay una invitación del gobierno israelí y de la Autoridad Palestina. Por ahora no iré a América Latina: un Papa latinoamericano que ya hizo el primer viaje a América Latina. ¡Hasta luego! En este momento la Argentina puede esperar. Hay que ir a Asia, a donde Benedicto XVI no pudo ir. El 30 de noviembre quería ir a Constantinopla, para la fiesta de San Andrés, pero no me es posible por motivos de agenda. También hay una invitación a Fátima…

El Papa que se siente “enjaulado”…

¡¿Saben cuantas veces he tenido ganas de ir por las calles de Roma?! Me gusta tanto. Caminar es una de mis costumbres, era un sacerdote “callejero”. Pero estos de la Gendarmería son buenos, muy buenos, y ahora me permiten hacer algunaque otra cosa más.

El problema de la seguridad en Brasil

A propósito de todas las hipótesis que se hicieron sobre la seguridad: no hubo ni un solo accidente en toda Río de Janeiro en estos días. Y todo fue espontáneo. Con menos seguridad pude abrazar a la gente. Quise confiar en un pueblo. Es cierto, que existía el riesgo de que hubiera algún loco, pero también está el Señor. No quise el coche blindado porque no se puede blindar a un obispo de su pueblo. Prefiero la locura de esta cercanía que nos hace bien a todos.

Sobre el avión papal

Este avión no tiene cosas especiales, no hay cama. Hice una petición, con una carta o con una llamada, para decir que no quería lujos especiales en el vuelo.

Las mujeres en la Iglesia

Una Iglesia sin las mujeres es como el colegio apostólico sin María. El papel de las mujeres es el ícono de la Virgen. Y la Virgen es más importante que los apóstoles. La Iglesia es femenina porque es esposa y madre. Se debe seguir adelante, no se puede entender una Iglesia sin mujeres activas en ella. Pongo un ejemplo que no tiene nada que ver con la Iglesia: para mí, la mujer del Paraguay es una mujer gloriosa. Después de la guerra (referencia a la sangrienta guerra entre Paraguay y Brasil que comenzó en 1864 y terminó en 1870, ndr.) quedaba un hombre por cada ocho mujeres. Y tomaron la decisión de tener hijos, de salvar la patria, la cultura, la fe. En la Iglesia se debe pensar en la mujer desde esta perspectiva. No hemos hecho todavía una teología de la mujer. Hay que hacerlo. En cuanto a las ordenaciones de las mujeres, la Iglesia ha hablado y ha dicho que no. Juan Pablo II se pronunció con una formulación definitiva, esa puerta está cerrada. Pero recordemos que María es más importante que los apóstoles obispos, y así la mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y los sacerdotes.

La relación con Benedicto XVI

La última vez que ha habido dos o tres Papas juntos no se hablaban, sino que luchaban para ver quién era el verdadero Papa. Yo a Benedicto XVI lo quiero mucho, es un hombre de Dios, un hombre humilde, un hombre que reza. Me puse feliz cuando fue elegido Papa, y luego vimos su gesto de la renuncia… para mí es un grande. Ahora vive en el Vaticano y hay algunos que me preguntan si me estorba. No, para mí es como tener a un sabio en la casa. Cuando en la familia está el abuelo, lo veneran y lo escuchan. Benedicto XVI no se entromete. Para mmí es como tener al abuelo en casa, es mi papá. Si tengo una dificultad, puedo ir a hablar con él, como hice con el gran problema de “vatileaks”… Cuando recibió a los cardenales el 28 de febrero para despedirse, dijo: entre ustedes está el nuevo Papa, a quien yo, desde ahora, prometo mi obediencia. ¡Es un grande!

Sobre los sacramentos a los divocidos que se han vuelto a casar

Es un tema que vuelve siempre. Creo que ha llegado el tiempo de la misericordia, este cambio de época en el que hay muchos problemas incluso en la Iglesia, incluso en el testimonio no tan bueno de algunos sacerdotes. El clericalismo ha herido a mucha gente y hay que ir a curar a estos heridos con la misericordia. La Iglesia es mamá, y en la Iglesia se debe encontrar misericordia para todos. Y no hay que esperar a los heridos, hay que ir a encontrarlos. Creo que ha llegado el momento  de la misericordia, como había intuido Juan Pablo II que instituyó la fiesta de la Divina Misericordia. Los divorciados pueden hacer la comunión, son los divorciados en segunda unión los que no pueden. Hay que ver el tema en la totalidad de la pastoral matrimonial. Abro un paréntesis: los ortodoxos, por ejemplo, siguen la teología de la economía y permiten una segunda unión. Cuando se reúna el grupo de los ocho cardenales, en los primeros tres días de octubre, trataremos sobre cómo seguir adelante en la pastoral matrimonial. Estamos en camino para una pastoral matrimonial más profunda. Mi predecesor en Buenos Aires, el cardenal Quarracino, siempre decía: “Para mí, la mitad de los matrimonios son nulos, porque se casan sin saber que es para siempre, porque lo hacen por conveniencia social, etc…”. También debemos estudiar el tema de la nulidad.

Todavía me siento jesuita

Los jesuitas deben obedecer al Papa, pero si el Papa es jesuita, ¿a quiém obedece? ¿Tal vez al superior general? Me siento jesuita como espiritualidad, pero me veo como jesuita y pienso como jesuita, pero no hipócritamente.

El caso “Vatileaks”

Cuando fui a ver a Benedicto XVI a Castel Gandolfo, vi que en la mesita había una caja y un sobre. Benedicto XVI me dijo que en la caja estaban todos los testimonios de las personas escuchadas por la comisión de los tres cardenales sobre el caso “vatileaks”, mientras que en el sobre estaban las conclusiones, el resumen final. Benedicto XVI sabía todo de memoria. Es un problema enorme, ¡pero no me espanté!

Los ortodoxos

Las Iglesias ortodoxas han conservado una liturgia muy hermosa. Nosotros hemos perdido un poco el sentido de la adoración. Ellos adoran a Dios y le cantan, no cuentan el tiempo. Una vez, hablando sobre Europa occidental y sobre su Iglesia, me dijeron que “ex Oriente lux”, “ex Occidente luxus”, es decir del Oriente la luz, del Occidente el consumismo y el bienestar que tanto daño hacen. En cambio, los ortodoxos conservan esta belleza de Dios en el centro. Cuando se lee a Dostoievsky, se percibe cual es el alma rusa y oriental. Nos hace mucha falta este aire fresco del Oriente, esta luz.

Las acusaciones contra Ricca, prelado del IOR

En el caso de monseñor Ricca (el prelado del IOR acusado inmediatamente después de su nombramiento de “conducta escandalosa” por hechos de hace 13 años, cuando prestaba servicio en la nunciatura de Uruguay, ndr), hice lo que el Derecho canónico indica que hay que hacer: una investigación previa. No se encontró nada de aquello de lo que se le acusaba. ¡No encontramos nada! Muchas veces en la Iglesia se van a buscar los pecados de juventud y luego se publican. No estamos hablando de delitos, como abusos en contra de menores, que son una cosa muy diferente, sino de pecados. Pero si un laico, o sacerdote o monja ha cometido un pecado y luego se convirtió y se confesó, el Señor perdona, olvida. Y nosotros no tenemos el derecho de no olvidar, porque corremos el riesgo de que el Señor no se olvide de nuestros pecados. Muchas veces pienso en San Pedro, que cometió el pecado más grave, renegó a Cristo. Sin embargo lo hicieron Papa. Pero, repito, sobre monseñor Ricca no encontramos nada.

El lobby gay

Se escribe mucho sobre el “lobby gay”. Yo, hasta ahora, no he encontrado en el Vaticano a nadie que haya escrito “gay” en su documento de identidad. Hay que distinguir entre ser gay, tener esta tendencia, y hacer “lobby”. Los “lobby” todos, no son cosas buenas. Si una persona es gay y busca al Señor con buena voluntad, ¡¿quién soy yo para juzgarlo?! El Catecismo de la Iglesia católica enseña que no hay que discriminar, sino acoger. El problema no es tener esta tendencia, el problema es hacer grupos, y esto vale tanto para los “lobbies” de negocios, políticos o masónicos.

ENTREVISTA EN LA RED GLOBO

Fuentes: Vatican Insider, Globo News, Signos de estos Tiempos

 

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El Papa expuso su programa con claridad en la Jornada Mundial de la Juventud

Valioso documento para ver para donde apunta:

 

En lo que se ha denominado el discurso programático más importante del papa en la Jornada Mundial de la Juventud, en la tarde del domingo 28 de julio, en el Auditorio del Centro de Estudios de Sumaré, Francisco se encontró con a los 45 obispos que forman el Comité de coordinación del CELAM.

 

misa de envio del papa al finalizar la jmj de rio

 

En el discurso de despedida del Papa al CELAM, habló de la tentación del “clericalismo” y pidió a los pastores ser pobres y misericordiosos.

EL CAMBIO DE ESTRUCTURAS FORMA PARTE DE LA MISIÓN

Mencionó cuatro características peculiares de Aparecida.

En primer lugar, cómo la promoción de la participación de la Iglesias particulares culminó en un documento de síntesis, que a pesar de ser referencia durante la V Conferencia General, no se asumió como documento de partida; el continuo ambiente de oración con el Pueblo de Dios, el acompañamiento de los cantos y oraciones de los fieles; que Aparecida no termine con un Documento sino que se prolonga en la Misión Continental; y por último, el hecho de que se trató de la primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano y El Caribe que se realizó en un Santuario mariano.

El Papa habló de las dos dimensiones de la Misión Continental: la programática: la realización de actos de índole misionera; y la misión paradigmática: poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares. El Papa recordó que «se da, como consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales. El “cambio de estructuras” (de caducas a nuevas)… consecuencia de la dinámica de la misión. Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad». Acentuando el tema del discipulado, Francisco señaló dos desafíos vigentes de la misionariedad discipular: la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.

Continuando su discurso, el Papa indicó algunas actitudes que configuran una Iglesia «tentada» como “la ideologización del mensaje evangélico: buscar una hermenéutica de interpretación evangélica fuera del mismo mensaje del Evangelio y fuera de la Iglesia; el funcionalismo, que reduce la realidad de la Iglesia a la estructura de una ONG que “constituye -ha dicho el Papa- una suerte de “teología de la prosperidad” en lo organizativo de la pastoral»; y por último el clericalismo: una tentación muy actual en Latinoamérica que «explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en buena parte del laicado latinoamericano».

Asimismo el Papa enumeró unas pautas eclesiológicas:

Primero: «El discipulado-misionero que Aparecida propuso a las Iglesias de América Latina y El Caribe es el camino que Dios quiere para este “hoy”… como vocación que se da en un “hoy” pero en tensión”. Destacó que no debe existir el discipulado misionero estático, ni de pasado, ni de futuro.

Segundo: Una Iglesia que se funcionaliza y se transforma en ONG. De “Institución” se transforma en “Obra”. Deja de ser Esposa para terminar siendo Administradora; de Servidora se transforma en “Controladora”. Aparecida quiere una Iglesia Esposa, Madre, Servidora, facilitadora de la fe y no controladora de la fe».

Tercero: «En Aparecida –dijo- se dan de manera relevante dos categorías pastorales que surgen de la misma originalidad del Evangelio y también pueden servirnos de pauta para evaluar el modo como vivimos eclesialmente el discipulado misionero: la cercanía y el encuentro. Ninguna de las dos es nueva, sino que conforman la manera cómo se reveló Dios en la historia», continuó el Papa recordando que las pastorales que ignoran esto «a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial» y destacó que la homilía, es la piedra que puede calibrar la cercanía y capacidad de encuentro de la pastoral.

Cuarto y último: el Papa habló del obispo como encargado de conducir dicha pastoral y no de «mandonear». El Santo Padre ofreció algunas líneas sobre el perfil del obispo. «Han de ser Pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan “psicología de príncipes”. Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo. Y el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: o delante para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también, y fundamentalmente, porque el rebaño mismo también tiene su olfato para encontrar nuevos caminos». Antes de finalizar, Francisco añadió

«estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere. Conviene que nos ayudemos un poco más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros en este “hoy” de América Latina y El Caribe. Y sería bueno comenzar por aquí».

TEXTO COMPLETO DEL DISCURSO

Para quienes quieran hacer un análisis más detallado de todos los conceptos, aquí incluimos el texto repartido por la Oficina de Prensa sobre lo que el papa habló.

1. INTRODUCCIÓN

Agradezco al Señor esta oportunidad de poder hablar con ustedes, hermanos Obispos, responsables del CELAM en el cuatrienio 2011-2015. Hace 57 años que el CELAM sirve a las 22 Conferencias Episcopales de América Latina y El Caribe, colaborando solidaria y subsidiariamente para promover, impulsar y dinamizar la colegialidad episcopal y la comunión entre las Iglesias de esta Región y sus Pastores.

Como Ustedes, también yo soy testigo del fuerte impulso del Espíritu en la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y El Caribe en Aparecida, en mayo de 2007, que sigue animando los trabajos del CELAM para la anhelada renovación de las iglesias particulares. Esta renovación, en buena parte de ellas, se encuentra ya en marcha. Quisiera centrar esta conversación en el patrimonio heredado de aquel encuentro fraterno y que todos hemos bautizado como Misión Continental.

2. CARACTERÍSTICAS PECULIARES DE APARECIDA

Existen cuatro características que son propias de la V Conferencia. Son como cuatro columnas del desarrollo de Aparecida y que le dan su originalidad.

1) Inicio sin documento

Medellín, Puebla y Santo Domingo comenzaron sus trabajos con un camino recorrido de preparación que culminó en una especie de Instrumentum laboris, con el cual se desarrolló la discusión, reflexión y aprobación del documento final. En cambio, Aparecida promovió la participación de las Iglesias particulares como camino de preparación que culminó en un documento de síntesis. Este documento, si bien fue referencia durante la Quinta Conferencia General, no se asumió como documento de partida. El trabajo inicial consistió en poner en común las preocupaciones de los Pastores ante el cambio de época y la necesidad de recuperar la vida discipular y misionera con la que Cristo fundó la Iglesia.

2) Ambiente de oración con el Pueblo de Dios

Es importante recordar el ambiente de oración generado por el diario compartir la Eucaristía y otros momentos litúrgicos, donde siempre fuimos acompañados por el Pueblo de Dios. Por otro lado, puesto que los trabajos tenían lugar en el subsuelo del Santuario, la «música funcional» que los acompañaba fueron los cánticos y oraciones de los fieles.

3) Documento que se prolonga en compromiso, con la Misión Continental

En este contexto de oración y vivencia de fe surgió el deseo de un nuevo Pentecostés para la Iglesia y el compromiso de la Misión Continental. Aparecida no termina con un Documento sino que se prolonga en la Misión Continental.

4) La presencia de Nuestra Señora, Madre de América

Es la primera Conferencia del Episcopado Latinoamericano y El Caribe que se realiza en un Santuario mariano.

3. DIMENSIONES DE LA MISIÓN CONTINENTAL

La Misión Continental se proyecta en dos dimensiones: programática y paradigmática. La misión programática, como su nombre lo indica, consiste en la realización de actos de índole misionera. La misión paradigmática, en cambio, implica poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares. Evidentemente aquí se da, como consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales. El «cambio de estructuras» (de caducas a nuevas) no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es consecuencia de la dinámica de la misión. Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad. De aquí la importancia de la misión paradigmática.

La Misión Continental, sea programática, sea paradigmática, exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad. El discípulo de Cristo no es una persona aislada en una espiritualidad intimista, sino una persona en comunidad, para darse a los demás. Misión Continental, por tanto, implica pertenencia eclesial.

Un planteo como éste, que comienza por el discipulado misionero e implica comprender la identidad del cristiano como pertenencia eclesial, pide que nos explicitemos cuáles son los desafíos vigentes de la misionariedad discipular. Señalaré solamente dos: la renovación interna de la Iglesia y el diálogo con el mundo actual.

RENOVACIÓN INTERNA DE LA IGLESIA

Aparecida ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral. Esta conversión implica creer en la Buena Nueva, creer en Jesucristo portador del Reino de Dios, en su irrupción en el mundo, en su presencia victoriosa sobre el mal; creer en la asistencia y conducción del Espíritu Santo; creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo de la Encarnación.

En este sentido, es necesario que, como Pastores, nos planteemos interrogantes que hacen a la marcha de las Iglesias que presidimos. Estas preguntas sirven de guía para examinar el estado de las diócesis en la asunción del espíritu de Aparecida y son preguntas que conviene nos hagamos frecuentemente como examen de conciencia.

1. ¿Procuramos que nuestro trabajo y el de nuestros Presbíteros sea más pastoral que administrativo? ¿Quién es el principal beneficiario de la labor eclesial, la Iglesia como organización o el Pueblo de Dios en su totalidad?

2. ¿Superamos la tentación de atender de manera reactiva los complejos problemas que surgen? ¿Creamos un hábito pro-activo? ¿Promovemos espacios y ocasiones para manifestar la misericordia de Dios? ¿Somos conscientes de la responsabilidad de replantear las actitudes pastorales y el funcionamiento de las estructuras eclesiales, buscando el bien de los fieles y de la sociedad?

3. En la práctica, ¿hacemos partícipes de la Misión a los fieles laicos? ¿Ofrecemos la Palabra de Dios y los Sacramentos con la clara conciencia y convicción de que el Espíritu se manifiesta en ellos?

4. ¿Es un criterio habitual el discernimiento pastoral, sirviéndonos de los Consejos Diocesanos? Estos Consejos y los Parroquiales de Pastoral y de Asuntos Económicos ¿son espacios reales para la participación laical en la consulta, organización y planificación pastoral? El buen funcionamiento de los Consejos es determinante. Creo que estamos muy atrasados en esto.

5. Los Pastores, Obispos y Presbíteros, ¿tenemos conciencia y convicción de la misión de los fieles y les damos la libertad para que vayan discerniendo, conforme a su proceso de discípulos, la misión que el Señor les confía? ¿Los apoyamos y acompañamos, superando cualquier tentación de manipulación o sometimiento indebido? ¿Estamos siempre abiertos para dejarnos interpelar en la búsqueda del bien de la Iglesia y su Misión en el mundo?

6. Los agentes de pastoral y los fieles en general ¿se sienten parte de la Iglesia, se identifican con ella y la acercan a los bautizados distantes y alejados?

Como se puede apreciar aquí están en juego actitudes. La Conversión Pastoral atañe principalmente a las actitudes y a una reforma de vida. Un cambio de actitudes necesariamente es dinámico: «entra en proceso» y sólo se lo puede contener acompañándolo y discerniendo. Es importante tener siempre presente que la brújula, para no perderse en este camino, es la de la identidad católica concebida como pertenencia eclesial.

DIÁLOGO CON EL MUNDO ACTUAL

Hace bien recordar las palabras del Concilio Vaticano II: Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo (cf. GS, 1). Aquí reside el fundamento del diálogo con el mundo actual.

La respuesta a las preguntas existenciales del hombre de hoy, especialmente de las nuevas generaciones, atendiendo a su lenguaje, entraña un cambio fecundo que hay que recorrer con la ayuda del Evangelio, del Magisterio, y de la Doctrina Social de la Iglesia. Los escenarios y areópagos son de lo más variado. Por ejemplo, en una misma ciudad, existen varios imaginarios colectivos que conforman «diversas ciudades». Si nos mantenemos solamente en los parámetros de «la cultura de siempre», en el fondo una cultura de base rural, el resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo. Dios está en todas partes: hay que saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada realidad, cada idioma, tiene un ritmo diverso.

4. ALGUNAS TENTACIONES CONTRA EL DISCIPULADO MISIONERO

La opción por la misionariedad del discípulo será tentada. Es importante saber por dónde va el mal espíritu para ayudarnos en el discernimiento. No se trata de salir a cazar demonios, sino simplemente de lucidez y astucia evangélica. Menciono sólo algunas actitudes que configuran una Iglesia «tentada». Se trata de conocer ciertas propuestas actuales que pueden mimetizarse en la dinámica del discipulado misionero y detener, hasta hacer fracasar, el proceso de Conversión Pastoral.

1. La ideologización del mensaje evangélico. Es una tentación que se dio en la Iglesia desde el principio: buscar una hermenéutica de interpretación evangélica fuera del mismo mensaje del Evangelio y fuera de la Iglesia. Un ejemplo: Aparecida, en un momento, sufrió esta tentación bajo la forma de asepsia. Se utilizó, y está bien, el método de «ver, juzgar, actuar» (cf. n. 19). La tentación estaría en optar por un «ver» totalmente aséptico, un «ver» neutro, lo cual es inviable. Siempre el ver está afectado por la mirada. No existe una hermenéutica aséptica. La pregunta era, entonces: ¿con qué mirada vamos a ver la realidad? Aparecida respondió: Con mirada de discípulo. Así se entienden los números 20 al 32. Hay otras maneras de ideologización del mensaje y, actualmente, aparecen en Latinoamérica y El Caribe propuestas de esta índole. Menciono sólo algunas:

a) El reduccionismo socializante. Es la ideologización más fácil de descubrir. En algunos momentos fue muy fuerte. Se trata de una pretensión interpretativa en base a una hermenéutica según las ciencias sociales. Abarca los campos más variados, desde el liberalismo de mercado hasta la categorización marxista.

b) La ideologización psicológica. Se trata de una hermenéutica elitista que, en definitiva, reduce el «encuentro con Jesucristo» y su ulterior desarrollo a una dinámica de autoconocimiento. Suele darse principalmente en cursos de espiritualidad, retiros espirituales, etc. Termina por resultar una postura inmanente autorreferencial. No sabe de trascendencia y, por tanto, de misionariedad.

c) La propuesta gnóstica. Bastante ligada a la tentación anterior. Suele darse en grupos de élites con una propuesta de espiritualidad superior, bastante desencarnada, que termina por desembarcar en posturas pastorales de «quaestiones disputatae». Fue la primera desviación de la comunidad primitiva y reaparece, a lo largo de la historia de la Iglesia, en ediciones corregidas y renovadas. Vulgarmente se los denomina «católicos ilustrados» (por ser actualmente herederos de la Ilustración).

d) La propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad significativa. En América Latina suele darse en pequeños grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, en tendencias a la «seguridad» doctrinal o disciplinaria. Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona. Busca «recuperar» el pasado perdido.

2. El funcionalismo. Su acción en la Iglesia es paralizante. Más que con la ruta se entusiasma con la «hoja de ruta». La concepción funcionalista no tolera el misterio, va a la eficacia. Reduce la realidad de la Iglesia a la estructura de una ONG. Lo que vale es el resultado constatable y las estadísticas. De aquí se va a todas las modalidades empresariales de Iglesia. Constituye una suerte de «teología de la prosperidad» en lo organizativo de la pastoral.

3. El clericalismo es también una tentación muy actual en Latinoamérica. Curiosamente, en la mayoría de los casos, se trata de una complicidad pecadora: el cura clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo le resulta más cómodo. El fenómeno del clericalismo explica, en gran parte, la falta de adultez y de cristiana libertad en buena parte del laicado latinoamericano. O no crece (la mayoría), o se acurruca en cobertizos de ideologizaciones como las ya vistas, o en pertenencias parciales y limitadas. Existe en nuestras tierras una forma de libertad laical a través de experiencias de pueblo: el católico como pueblo. Aquí se ve una mayor autonomía, sana en general, y que se expresa fundamentalmente en la piedad popular. El capítulo de Aparecida sobre piedad popular describe con profundidad esta dimensión. La propuesta de los grupos bíblicos, de las comunidades eclesiales de base y de los Consejos pastorales va en la línea de superación del clericalismo y de un crecimiento de la responsabilidad laical.

Podríamos seguir describiendo algunas otras tentaciones contra el discipulado misionero, pero creo que éstas son las más importantes y de más fuerza en este momento de América Latina y El Caribe.

5. ALGUNAS PAUTAS ECLESIOLÓGICAS

1. El discipulado-misionero que Aparecida propuso a las Iglesias de América Latina y El Caribe es el camino que Dios quiere para este «hoy». Toda proyección utópica (hacia el futuro) o restauracionista (hacia el pasado) no es del buen espíritu. Dios es real y se manifiesta en el «hoy». Hacia el pasado su presencia se nos da como «memoria» de la gesta de salvación sea en su pueblo sea en cada uno de nosotros; hacia el futuro se nos da como «promesa» y esperanza. En el pasado Dios estuvo y dejó su huella: la memoria nos ayuda a encontrarlo; en el futuro sólo es promesa… y no está en los mil y un «futuribles». El «hoy» es lo más parecido a la eternidad; más aún: el «hoy» es chispa de eternidad. En el «hoy» se juega la vida eterna.

El discipulado misionero es vocación: llamado e invitación. Se da en un «hoy» pero «en tensión». No existe el discipulado misionero estático. El discípulo misionero no puede poseerse a sí mismo, su inmanencia está en tensión hacia la trascendencia del discipulado y hacia la trascendencia de la misión. No admite la autorreferencialidad: o se refiere a Jesucristo o se refiere al pueblo a quien se debe anunciar. Sujeto que se trasciende. Sujeto proyectado hacia el encuentro: el encuentro con el Maestro (que nos unge discípulos) y el encuentro con los hombres que esperan el anuncio.

Por eso, me gusta decir que la posición del discípulo misionero no es una posición de centro sino de periferias: vive tensionado hacia las periferias… incluso las de la eternidad en el encuentro con Jesucristo. En el anuncio evangélico, hablar de «periferias existenciales» des-centra, y habitualmente tenemos miedo a salir del centro. El discípulo-misionero es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales.

2. La Iglesia es institución pero cuando se erige en «centro» se funcionaliza y poco a poco se transforma en una ONG. Entonces, la Iglesia pretende tener luz propia y deja de ser ese «misterium lunae» del que nos hablaban los Santos Padres. Se vuelve cada vez más autorreferencial y se debilita su necesidad de ser misionera. De «Institución» se transforma en «Obra». Deja de ser Esposa para terminar siendo Administradora; de Servidora se transforma en «Controladora». Aparecida quiere una Iglesia Esposa, Madre, Servidora, facilitadora de la fe y no controladora de la fe.

3. En Aparecida se dan de manera relevante dos categorías pastorales que surgen de la misma originalidad del Evangelio y también pueden servirnos de pauta para evaluar el modo como vivimos eclesialmente el discipulado misionero: la cercanía y el encuentro. Ninguna de las dos es nueva, sino que conforman la manera cómo se reveló Dios en la historia. Es el «Dios cercano» a su pueblo, cercanía que llega al máximo al encarnarse. Es el Dios que sale al encuentro de su pueblo. Existen en América Latina y El Caribe pastorales «lejanas», pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto sin cercanía, sin ternura, sin caricia. Se ignora la «revolución de la ternura» que provocó la encarnación del Verbo. Hay pastorales planteadas con tal dosis de distancia que son incapaces de lograr el encuentro: encuentro con Jesucristo, encuentro con los hermanos. Este tipo de pastorales a lo más pueden prometer una dimensión de proselitismo pero nunca llegan a lograr ni inserción eclesial ni pertenencia eclesial. La cercanía crea comunión y pertenencia, da lugar al encuentro. La cercanía toma forma de diálogo y crea una cultura del encuentro. Una piedra de toque para calibrar la cercanía y la capacidad de encuentro de una pastoral es la homilía. ¿Qué tal son nuestras homilías? ¿Nos acercan al ejemplo de nuestro Señor, que «hablaba como quien tiene autoridad» o son meramente preceptivas, lejanas, abstractas?

4. Quien conduce la pastoral, la Misión Continental (sea programática como paradigmática), es el Obispo. El Obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear. Además de señalar las grandes figuras del episcopado latinoamericano que todos conocemos quisiera añadir aquí algunas líneas sobre el perfil del Obispo que ya dije a los Nuncios en la reunión que tuvimos en Roma. Los Obispos han de ser Pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan «psicología de príncipes». Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen, pero sobre todo para cuidar la esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo. Y el sitio del Obispo para estar con su pueblo es triple: o delante para indicar el camino, o en medio para mantenerlo unido y neutralizar los desbandes, o detrás para evitar que alguno se quede rezagado, pero también, y fundamentalmente, porque el rebaño mismo también tiene su olfato para encontrar nuevos caminos.

No quisiera abundar en más detalles sobre la persona del Obispo, sino simplemente añadir, incluyéndome en esta afirmación, que estamos un poquito retrasados en lo que a Conversión Pastoral se refiere. Conviene que nos ayudemos un poco más a dar los pasos que el Señor quiere para nosotros en este «hoy» de América Latina y El Caribe. Y sería bueno comenzar por aquí.

* * *

Les agradezco la paciencia de escucharme. Perdonen el desorden de la charla y, por favor, les pido que tomemos en serio nuestra vocación de servidores del santo pueblo fiel de Dios, porque en esto se ejercita y se muestra la autoridad: en la capacidad de servicio. Muchas gracias.

Fuentes: VIS News, Signos de estos Tiempos

 

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Dos historias sobrecogedoras de la Jornada Mundial de la Juventud

Un joven argentino y otro brasileño.

 

Felipe es un joven brasileño que casi muere y quedó confinado en una silla de ruedas por defender el dinero ahorrado por su grupo para concurrir a la Jornada Mundial de la Juventud.

 

facundo de jujuy

 

Y Facundo es un joven argentino de Jujuy que nunca había salido de su provincia, y caminó 3.000 kilómetros hasta Río porque no tenía suficiente dinero para pagarse el pasaje.  

CONMOVEDORA HISTORIA DE UN JOVEN EN SILLA DE RUEDAS

El joven brasileño Felipe Passos conmovió a los cerca de tres millones de participantes  de la Jornada Mundial de la Juventud, incluyendo al mismo Papa Francisco, cuando relató durante la Vigilia en la playa de Copacabana, la historia que lo llevó a una silla de ruedas y a descubrir el valor  de la Cruz en la vida del cristiano.

Felipe, de 23 años, explicó que su historia comenzó al final de la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, donde se había comprometido espiritualmente a guardar la castidad hasta el matrimonio y a trabajar intensamente para que su grupo de oración de su natal ciudad de Ponta Grossa, en el estado de Paraná, pudiera participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que el Papa Benedicto anunció para Rio de Janeiro.

De modestos recursos, Felipe y sus amigos comenzaron a juntar fondos mediante múltiples y sacrificados trabajos, al tiempo que se preparaban espiritualmente, orando, participando en adoraciones eucarísticas, ayunando y realizando obras de solidaridad.

“Pero el mes de enero de este año, dos días antes de cumplir los 23 años, dos jóvenes entraron en mi casa, armados, con la intención de robar el  dinero que habíamos juntado con tanto sacrificio”.

“Pensé en los meses de esfuerzo, de sacrificio de mi familia, de mis amigos y compañeros… en lo que nos sería arrebatado y decidí que no lo daría”.

Felipe salvó los ahorros del grupo, pero recibió un disparo que casi termina con su vida.

“Estuve clínicamente muerto, tuve varios paros cardiacos, y el médico dijo a mis padres en el hospital ‘este joven no tiene esperanzas’… pero aquí estoy, y mi comunidad está aquí por la misericordia de Dios».

El joven paranaense, ante la multitud enmudecida y un Papa  Francisco que lo miraba atentamente, relató cómo  estuvo en coma, respirando por un tubo, mientras su comunidad ofrecía oraciones y sacrificios por su recuperación.

Finalmente, cuando recuperó la conciencia, lo primero que hizo fue pedir la Eucaristía; y tras recibirla, su recuperación se aceleró.

Sin embargo, Felipe quedó confinado a una silla de ruedas:

“esta es mi cruz, la cruz que me envió el Señor para acercarme más a Él, para vivir más abierto a su gracia y su amor”, explicó.

CAMINÓ 3.000 KMS PARA LLEGAR A LA JMJ PORQUE NO TENÍA DINERO PARA EL PASAJE

Facundo tiene 18 años de edad y posiblemente ya vivió la aventura más grande de su vida. Como no tenía dinero para viajar a Brasil y poder ver a su compatriota el Papa Francisco, caminó casi 3,000 kilómetros hasta llegar a Rio de Janeiro.

Facundo partió hace un mes de su natal Jujuy, en la frontera con Bolivia, y compartió las experiencias de su singular peregrinación con cientos de jóvenes en una de las catequesis de la Jornada Mundial de la Juventud.

Su deseo era viajar

“con gente de Jujuy pero no podía porque necesitaba 7,000 pesos (unos $1,280 dólares americanos) y eso es mucho dinero”, según explicó.

Facundo, que terminó la escuela secundaria el año pasado, viajó solo con una mochila, 600 pesos (unos $110 dólares) que le dio su madre y un mapa que le dio un sacerdote de su parroquia.

“Estaba súper perdido en Argentina, y luego en las grandes ciudades como Sao Paolo porque nunca había salido de mi pueblo, ni había tomado un metro” comentó el joven visiblemente marcado por el cansancio y el hambre, pero feliz de haber alcanzado su meta.

Facundo cuenta que todo comenzó el día de su último cumpleaños, cuando entró a la iglesia para rezar, y en un momento de intenso encuentro con Dios comenzó a llorar y decidió confesarse con un sacerdote que lo vio ahí.

“Después de la confesión me preguntó que si quería ir a la Jornada Mundial de la Juventud y subiendo la mirada vi una foto del Papa con sus brazos abiertos y le dije ‘sí, si voy’”, dijo Facundo.

“Desde mayo hasta antes del primero de junio, guardaba todo el dinero que ganaba y dejé de salir a bares con amigos”, aseguró Facundo.

Cuando su familia le preguntó por qué partía con tanta anticipación, les respondió que viajaría con Jesús.

“Mi familia comenzó a llorar porque estaban muy asustados y mi abuela se puso mala”, explicó Facundo.

Cuando llegó a la frontera con Brasil, solo le quedaban 100 pesos (unos $20 dólares) y decidió “no depender más del dinero, solo de la oración”.

Así llegó hasta el santuario de la Virgen de Itatí, en la frontera con Paraguay, donde los residentes le decían ‘que la Virgen te acompañe’.

“Entonces yo me decía ‘nuestra Señora me protege y Jesús me acompaña”, recordó Facundo.

Su reto más grande fue ingresar a Brasil, prácticamente sin dinero y sin conocer el idioma. Un chofer de autobús le llevó gratis hasta la Catedral de Iguazú, donde escuchó su primera Misa en portugués y durmió en una escuela franciscana.

Ellos le ofrecieron un vuelo directo a Río pero decidió unirse a unos monjes que llegaron de Boston, Estados Unidos, para viajar a pie porque pensó que sería una peregrinación “más linda».

Caminó día y noche, apenas deteniéndose para dormir, y cuando sentía miedo rezaba el rosario sin cesar.

“En un momento dado pensé que ya no podía más y seguía llorando y rezando para que Jesús protegiera a todos y para que se hiciera su voluntad”, dijo Facundo.

Después de dos días sin comer y con los dedos de los pies con ampollas y moretones, un hombre le llevó en coche hasta Sao Paulo.

Llegó a la ciudad de Aparecida poco antes del inicio de la Jornada Mundial de la Juventud.

“Había un festival y me di cuenta de lo cerca que estaba y me puse a llorar”, dijo Facundo.

“Conocí a otro sacerdote argentino y pasamos hambre, pero al final llegamos a Río”, añadió.

Facundo conoció a un voluntario de la JMJ quien lo envió a dormir a un convento cerca de la playa, donde se pudo quedar una semana.

“Vale la pena ver a un Papa que se fija en los pobres. Me gustaría verle y decirle lo bonito que es seguir a Jesús y que él tiene razón, que deberíamos dejarnos guiar por Jesús y yo lo hice”, agregó.

Facundo también espera poderle decir a los jóvenes que

“cierren sus ojos y oídos a lo que les dice la gente y que abran sus corazones a lo que te dice Jesús”.

Fuentes: ACI Prensa, Signos de estos Tiempos

 

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Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Pastoral Política Políticos Sacerdotes Signos extraordinarios de la Iglesia

El papa Francisco expone su doctrina del encuentro ante el clero y los políticos

Al encuentro de los que se fueron de la Iglesia y de los desposeídos.

 

Francisco habló ante Cardenales y Obispos sobre la situación de la Iglesia católica en el Brasil, y ante la clase dirigente de Brasil respecto a la política. En ambos lugares habló sobre “ir al encuentro”. En el caso del clero, se refirió a que la Iglesia debe ir al encuentro de los que abandonaron el catolicismo, con una Iglesia que sea capaz de dialogar y acompañarles.

 

papa francisco recibe las llaves de rio de janeiro

 

Y llamó a los políticos a ejercitar la lógica de la “cultura del encuentro”, donde todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno a cambio.

ALOCUCIÓN ANTE CARDENALES Y OBISPOS

El almuerzo del Papa con los cardenales y obispos brasileños en el refectorio del Centro de Estudios de Sumaré, en Río de Janeiro Francisco que analizó la situación de la Iglesia en Brasil, abarcando de hecho a buena parte del catolicismo occidental.

Francisco elogió la trayectoria de la Iglesia brasileña en las últimas décadas, e hizo una clara alusión a la teología de la liberación, considerada una «enfermedad infantil»:

«La Iglesia en Brasil ha recibido y aplicado con originalidad el Concilio Vaticano II y el camino recorrido, aunque ha debido superar algunas enfermedades infantiles, ha llevado gradualmente a una Iglesia más madura, generosa y misionera».

Pero ahora estamos en «un nuevo momento» en el que puede surgir la sensación de fracaso «viendo a quienes se han marchado o ya no nos consideran creíbles, relevantes».

Y hablando de lo que abandonaron la Iglesia dijo:

«…aquellos que, tras haberse dejado seducir por otras propuestas, creen que la Iglesia ya no puede ofrecer algo significativo e importante. Y, entonces, van solos por el camino con su propia desilusión. Tal vez la Iglesia se ha mostrado demasiado débil, demasiado lejana de sus necesidades, demasiado pobre para responder a sus inquietudes, demasiado fría para con ellos, demasiado autorreferencial, prisionera de su propio lenguaje rígido; tal vez el mundo parece haber convertido a la Iglesia en una reliquia del pasado, insuficiente para las nuevas cuestiones; quizás la Iglesia tenía respuestas para la infancia del hombre, pero no para su edad adulta».

Frente a esa realidad,

«hace falta una Iglesia que no tenga miedo a entrar en su noche. Necesitamos una Iglesia capaz de encontrarse en su camino. Necesitamos una Iglesia capaz de entrar en su conversación. Necesitamos una Iglesia que sepa dialogar con aquellos discípulos que, huyendo de Jerusalén, vagan sin una meta, solos, con su propio desencanto, con la decepción de un cristianismo considerado ya estéril, infecundo, impotente para generar sentido».

«Hoy hace falta una Iglesia capaz de acompañar, de ir más allá del mero escuchar; una Iglesia que acompañe en el camino poniéndose en marcha con la gente; una Iglesia que pueda descifrar esa noche que entraña la fuga de Jerusalén de tantos hermanos y hermanas; una Iglesia que se dé cuenta de que las razones por las que hay quien se aleja, contienen ya en sí mismas también los motivos para un posible retorno, pero es necesario saber leer el todo con valentía».

E indicó el camino:

«En Jerusalén residen nuestras fuentes: Escritura, catequesis, sacramentos, comunidad, la amistad del Señor, María y los Apóstoles… ¿Somos capaces todavía de presentar estas fuentes, de modo que se despierte la fascinación por su belleza?».

Finalmente Francisco indicó un trabajo sin prisa pero sin pausas:

«Se nota una necesidad desesperada de calma, diría de lentitud. La Iglesia, ¿sabe todavía ser lenta: en el tiempo, para escuchar, en la paciencia, para reparar y reconstruir? ¿O acaso también la Iglesia se ve arrastrada por el frenesí de la eficiencia? Recuperemos, queridos hermanos, la calma de saber ajustar el paso a las posibilidades de los peregrinos, al ritmo de su caminar, la capacidad de estar siempre cerca para que puedan abrir un resquicio en el desencanto que hay en su corazón, y así poder entrar en él».

ALOCUCIÓN DEL PAPA ANTE LA CLASE DIRIGENTE BRESILEÑA

En el Teatro Municipal de Río de Janeiro, el Papa reconoció la importancia de quienes asumen responsabilidades en el campo público e hizo votos para que actúen

“en el pleno respeto de los principios éticos basados en la dignidad trascendente de la persona”.

“El futuro exige hoy la tarea de rehabilitar la política, que es una de las formas más altas de la caridad, el futuro nos exige una visión humanista de la economía y una política que logre cada vez más y mejor participación de las personas mejor la participación de las personas, evite el elitismo e erradique a pobreza”, dijo el Papa.

Quien dirige a otros debe:

saber “elegir la más justa de las opciones después de haberlas considerado, a partir de la propia responsabilidad y el interés por el bien común; ésta es la forma de ir al centro de los males de una sociedad y superarlos con la audacia de acciones valientes y libres”.

Para el Francisco es imposible imaginar un futuro para la sociedad

“sin una incisiva contribución de energías morales en una democracia que no sea inmune de quedarse cerrada en la pura lógica de la representación de los intereses establecidos”.

Por ello, consideró fundamental la contribución de las grandes tradiciones religiosas que desempeñan un papel fecundo de fermento en la vida social y de animación de la democracia en el marco de una correcta laicidad del Estado.

E indicó que hacer crecer la humanización integral y la cultura del encuentro y de la relación es la manera cristiana de promover el bien común, que dijo que es la única vía para una real convivencia humana:

“El único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno a cambio. El otro siempre tiene algo que darme cuando sabemos acercarnos a él con actitud abierta y disponible, sin prejuicios”.

“Hoy o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos pierden; seguir la vía correcta hace el camino fecundo y seguro”, enfatizó.

Según el Papa la construcción de una sociedad justa no es una utopía:

“sino que son el resultado de un esfuerzo concertado de todos por el bien común”, donde la atención a los más débiles exige una dedicación especial.

“Que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad… porque los gritos que piden justicia continúan todavía hoy”, clamó con energía.

Fuentes: Oficina del Vaticano, Signos de estos Tiempos

 

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El Papa pidió a los jóvenes argentinos en la JMJ que “armen lío” en sus parroquias

Bendijo una imagen de la Virgen de Luján.

 

Francisco expresó palabras revolucionarias a los argentinos de la JMJ, que van para todos los jóvenes y que debieran calar hondo en ellos:
¡… quiero lío en las diócesis! ¡Quiero que se salga afuera! ¡Quiero que la Iglesia salga a la calle!
¡Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos!

 

peregrinos argentinos en favela varginha

 

Estas palabras las expresó en la Catedral de Río de Janeiro ante jóvenes argentinos, en un encuentro que él mismo pidió y que no estaba en el programa oficial.

Publicamos a continuación las palabras del papa de una transcripción del discurso improvisado, facilitado por Radio Vaticana; al final está la bendición a la imagen de la Virgen.

Gracias, gracias por estar hoy aquí, por haber venido. Gracias a los que están adentro, y muchas gracias a los que están afuera, a los treinta mil, me dicen que hay afuera, desde acá los saludos! Están bajo la lluvia. Gracias por el gesto de acercarse, gracias por haber venido a la Jornada de la Juventud.

Yo le sugerí al doctor Gasbarri que es el que maneja, que organiza el viaje, si hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes, y al medio día tenía arreglado todo. Así es que también le quiero agradecer públicamente al Doctor Gasbarri, esto que ha logrado hoy.

Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? ¡Espero lío! ¿Que acá dentro va a haber lío? ¡Va a haber! ¿Que acá en Río va a haber lío? ¡Va a haber! ¡Pero quiero lío en las diócesis! ¡Quiero que se salga afuera! ¡Quiero que la Iglesia salga a la calle! ¡Quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos. Las parroquias, los colegios, las instituciones, ¡son para salir! Si no salen, se convierten en una ONG, y la Iglesia no puede ser una ONG.

Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después les arma lío a ustedes, pero es el consejo… gracias por lo que puedan hacer. Miren, yo pienso que en este momento, esta civilización mundial se pasó de rosca, ¡se pasó de rosca! Porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero, que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos. Y por supuesto, porque uno podría pensar, que podría haber una especie de eutanasia escondida. Es decir, no se cuida a los ancianos, pero también está esta eutanasia cultural: ¡no se los deja hablar, no se los deja actuar! Y la exclusión de los jóvenes: El porcentaje que hay de jóvenes sin trabajo, sin empleo, ¡es muy alto! Y es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo. O sea, ¡Esta civilización nos ha llevado a excluir las dos puntas que son el futuro nuestro!

Entonces, los jóvenes tienen que salir, tienen que hacerse valer. Los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, ¡A luchar por los valores! ¡Y los viejos abran la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos! En el Pueblo Argentino, yo se los pido de corazón a los ancianos, no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro pueblo que transmite la justicia, que transmite la historia, que transmite los valores, que transmite la memoria de Pueblo. Y ustedes, por favor, ¡no se metan contra los viejos! ¡Déjenlos hablar, escúchenlos, y lléven adelante! Pero sepan, sepan que en este momento, ustedes, los jóvenes y los ancianos, están condenados al mismo destino: exclusión! ¡No se dejen excluir! ¿Está claro? Por eso creo que tienen que trabajar.

Y la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio, es un escándalo. Que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros, ¡es un escándalo! Y que haya muerto en la cruz, es un escándalo, el escándalo de la Cruz. La Cruz sigue siendo escándalo, pero ¡es el único camino seguro, el de la Cruz, el de Jesús, la encarnación de Jesús!

Por favor, ¡no licuen la fe en Jesucristo! Hay licuado de naranja, licuado de manzana, licuado de banana, pero por favor, ¡no tomen licuado de fe! ¡La fe es entera, no se licua! Es la fe en Jesús. Es la fe en el Hijo de Dios hecho hombre, que me amó y murió por mí.

Entonces, ¡Hágan lío! ¡Cuiden los extremos del pueblo que son los ancianos y los jóvenes! No se dejen excluir, y que no excluyan a los ancianos, segundo, y no licuen la fe en Jesucristo.

¡Las Bienaventuranzas! ¿Qué tenemos que hacer, padre? Mirá, leé las Bienaventuranzas que te van a venir bien, y si querés saber qué cosa práctica tenés que hacer, leé Mateo 25, que es el protocolo con el cual nos va juzgar, con esas dos cosas tienen el programa de acción: Las Bienaventuranzas y Mateo 25, no necesitan leer otra cosa. ¡Se los pido de corazón!

Bueno, les agradezco ya esta cercanía, me da pena que estén enjaulados, pero les digo una cosa. Yo por momentos siento, ¡qué feo estar enjaulado! ¡Se los confieso de corazón! Pero bueno… los comprendo! …Me hubiera gustado estar más cerca de ustedes, pero comprendo que por razón de orden, no se puede.

¡Gracias por acercarse, gracias por rezar por mí, se los pido de corazón, lo necesito! ¡Necesito de la oración de ustedes, necesito mucho! ¡Gracias por eso!

Y bueno, les voy a dar la bendición y después vamos a bendecir la imagen de la Virgen que va a recorrer toda la República y la Cruz de San Francisco, que van a recorrer misionariamente.

Pero no se olviden, ¡Hágan lío! ¡Cuiden los dos extremos de la vida, los dos extremos de la historia de los pueblos, que son los ancianos y los jóvenes! ¡Y no licuen la fe!

BENDICIÓN DE LA IMAGEN DE LA VIRGEN DE LUJÁN

Y ahora vamos a rezar para bendecir la Imagen de la Virgen y darles después la bendición a ustedes.

Nos ponemos de pie para la bendición, pero antes le quiero agradecer lo que dijo Monseñor Arancedo, que de puro mal educado no se lo agradecí, así es que gracias por tus palabras…

En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.

Señor tu dejaste en medio de nosotros a tu Madre para que nos acompañara.
Que ella nos cuide, nos proteja en nuestro camino, en nuestro corazón, en nuestra fe.
Que ella nos haga discípulos, como lo fue ella, y misioneros, como también lo fue ella.
Que nos enseñe a salir a la calle, que nos enseñe a salir de nosotros mismos.
Bendecimos esta Imagen Señor, que va a recorrer el País.
Que ella, con su mansedumbre, con su paz, nos indique el camino.

Señor, vos sos un escándalo, el escándalo de la Cruz,
una Cruz que es humildad, mansedumbre, una Cruz que nos habla de la cercanía de Dios.
Bendecimos también esta Imagen de la Cruz que recorrerá el País.

¡Muchas gracias y nos vemos en estos días!
¡Que Dios los bendiga y recen por mí, no se olviden!

Fuentes: Radio Vaticano, Signos de estos Tiempos

 

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Catolicismo NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Papa Prédica Sermones Homilías Signos extraordinarios de la Iglesia

Que dijo el papa en Aparecida y en Hospital San Francisco

Homilías del 24 de julio.

 

En una multitudinaria misa ante 200.000 personas en el santuario de Aparecida Francisco dijo que: «seamos luces de esperanza. El cristiano no puede ser pesimista» en invitó a «mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría».

 

fransico en el hospital san francisco

 

Por la tarde-noche el papa visitó el Hospital de San Francisco invitando a «abrazar al que sufre», denunció a «los mercaderes de muerte» que siembran «la plaga del narcotráfico». «La lepra de nuestros días se llama droga. Pero no están solos».

LO QUE DIJO EN LA HOMILÍA EN APARECIDA POR LA MAÑANA

Dios nunca deja de sorprender, como con el vino nuevo del Evangelio que acabamos de escuchar. Dios guarda lo mejor para nosotros. Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas

El Papa arrancó su homilía recordando la histórica V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, donde los obispos se sintieron «inspirados» por la voluntad de los fieles. Como en el Concilio Vaticano II. Como en todos los tiempos en que la Iglesia ha buscado reformarse a sí misma.

«El Documento de Aparecida nació precisamente de esta urdimbre entre el trabajo de los Pastores y la fe sencilla de los peregrinos», señaló el Papa, quien pidió a la Señora de Aparecida

«que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, atransmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno».

Una misión que precisa de tres actitudes:

«mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría».

Sobre la esperanza, Bergoglio recordó que, pese a las dificultades,

«Dios nunca deja que nos hundamos».

Ante el desaliento que podría haber en la vida, continuó,

«nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón».

Frente al dinero, el éxito, el poder o el placer, Francisco reivindicó que

«seamos luces de esperanza. Tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la Iglesia y para la sociedad».

«La segunda actitud: dejarse sorprender por Dios», afirmó el Papa, quien subrayó que

«Dios nunca deja de sorprender, como con el vino nuevo del Evangelio que acabamos de escuchar. Dios guarda lo mejor para nosotros. Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas. Confiemos en Dios», como hizo María en las bodas de Caná.

«La tercera actitud: vivir con alegría. Queridos amigos, si caminamos en la esperanza, dejándonos sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no podemos dejar de ser testigos de esta alegría», apuntó Francisco.

«El cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña», volvió a reiterar, anunciando, como hizo Jesús, que «el pecado y la muerte han sido vencidos», por lo que «el cristiano no puede ser pesimista. No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo».

LO QUE DIJO EN LA HOMILÍA EN EL HOSPITAL SAN FRANCISCO POR LA TARDE-NOCHE

Francisco bendijo por la tarde las nuevas instalaciones del hospital San Francisco de Asís de la Providencia, donde viven y se tratan miles de enfermos de la gran epidemia de nuestro siglo: la dependencia.

Esta institución recibe a personas con adicciones, en especial jóvenes, y dispone de 500 camas para dar asistencia quirúrgica a indigentes. Es obra de un franciscano, Fray Francisco Belotti, que la dirige aún hoy.

Esta Fraternidad de San Francisco de Asís en la Providencia de Dios, nació hace 27 años, 1985, como una institución caritativa y luego se convirtió en Fraternidad de vida consagrada, con reconocimiento de la Santa Sede. Sirve a jóvenes con problemas de drogodependencia en diferentes barriadas del Brasil y también en Haití.

Antes de arrancar el acto en sí, Francisco saludó, sin tiempo, empapándose literalmente, a todos y cada uno de los fieles -muchos de ellos enfermos- que quisieron encontrarse con él.

«No están solos», dijo el Papa ante la intensísima lluvia del invierno tropical.

«¡No dejen que les roben la esperanza! Y también quiero decir. ¡No robemos la esperanza!», dijo el Papa.

Francisco hizo especial hincapié en la necesidad de «abrazar al que sufre» como hizo en su día el santo de Asís, quien se dio cuenta de que debía abandonar sus riquezas y vivir entre los pobres, justamente al abrazar a un leproso.

«No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química. Es preciso afrontar los problemas que están en la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro», ha advertido.

Pero «abrazar no es suficiente. Extendamos la mano a quien vive en dificultad, a quien cayó en dificultad o en la dependencia».

Así, Francisco hizo un llamamiento

a «enfrentar los problemas que están en la raíz del uso de las drogas»,

y atacó a los «mercaderes de muerte, que siguen la lógica del dinero y el poder a toda costa. La plaga del narcotráfico requiere una muestra de valor» para posiconarse en su contra.

«Tú eres el protagonista de la subida, nadie puede subir por ti» indicó Francisco a los allí presentes, entre los que se encontraban varios drogodependientes que dieron su testimonio ante el Pontífice.

Un fuerte abrazo por parte de Francisco a cada uno de ellos cerraba cada intervención.

«Miren con confianza hacia adelante», dijo el Papa.

 «En este hospital se hace concreta la parábola del Buen Samaritano. Aquí no hay indiferencia, sino solicitud. No hay desinterés, sino amor».

Fuentes: Periodista Digital, Signos de estos Tiempos

 

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Oración del Papa a Nuestra Señora Aparecida

El 24 de julio.

 

Antes de celebrar la Santa Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida en Brasil, el Papa Francisco oró emocionado primero en silencio y luego en voz alta, frente a la imagen original de la Patrona de Brasil en la Capilla de los doce Apóstoles, ubicada dentro del Santuario.

 

papa con ns aparecida en la mano

 

Este es el texto de la oración:

Madre Aparecida, tal como vos un día,
así hoy me siento yo delante de ti y de mi Dios,
que nos propone para la vida una misión cuyos contornos y límites desconocemos, cuyas exigencias apenas vislumbramos.
Pero en nuestra fe de que para Dios nada es imposible, tú, Madre, no dudaste y yo tampoco puedo dudar.
‘He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra’,
de igual manera Madre, como tú, yo abrazo mi misión,
coloco mi vida en vuestras manos, para que vayamo tú, Madre y tu Hijo,
a caminar juntos, creer juntos, luchar juntos, vencer como siempre juntos;
caminantes, tú y tu Hijo.
‘Mujer he aquí a tu hijo, hijo he aquí a tu Madre’.
Madre Aparecida, un día llevaste a tu Hijo al templo para consagrarlo al Padre,
para que fuese completamente disponible para la misión,
llévame al mismo Padre, conságrame a Él con todo lo que soy
y con todo lo que tengo, aquí estoy, envíame.
Madre de Aparecida, pongo en vuestras manos,
para que la eleves ante el Padre, a nuestra juventud,
vuestra juventud, la Jornada Mundial de la Juventud,
cuánta fuerza, cuánta vida, cuánto dinamismo que brota y explota
y que puede estar al servicio de la vida de la humanidad.
Padre, acoge y santifica a tu juventud.
Finalmente Madre, te pedimos permanecer aquí siempre,
acogiendo a vuestros hijos y a vuestras hijas peregrinos,
pero también ven con nosotros, estate siempre a nuestro lado y acompaña nuestra misión,
a la familia grande de los devotos, principalmente cuanto más nos pesa la cruz
sustenta nuestra esperanza y nuestra fe,
sé fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. Amén».

Fuentes: ACI Prensa, Signos de estos Tiempos

 

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Un obispo español se emocionó en Río por la hospitalidad de los pobres

El sur parece impactar a Europa.

 

El Obispo de San Sebastián (España), Mons. Juan Ignacio Munilla, responsable del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, está presente en Rio de Janeiro para participar con un grupo de jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013, desde donde afirmó que
“es emocionante ver la hospitalidad de los pobres”.

 

munilla en rio

 
“Estamos acogidos en la parroquia de Santa Luzia de la diócesis de Campo Olimpo, que es la periferia de Sao Paolo (que es a su vez la mayor urbe de Brasil, con más de 24 millones de habitantes contando con las poblaciones de la periferia que están unidas)”.

“El 30% de su población viven en favelas. Los demás en casas legalizadas, aunque muy humildes” comenta  monseñor Munilla, que se puede seguir a través de la web oficial de la diócesis, además de su cuenta en Twitter.

En las casas de las familias estos peregrinos donostiarras duermen, desayunan, comen y cenan.

“Nos han acogido, no digo bien, sino increíblemente bien. Es emocionante ver la hospitalidad de los pobres”, apunta el prelado.

Según cuenta el Obispo, la presencia de las sectas en las favelas que ha visitado es muy fuerte, ya que el 50 por ciento de la población está en las más de 100 sectas que se han creado sólo en ese barrio, mientras que el otro 50 por ciento de la población es católica.

Según el Obispo Munilla, en la pastoral parroquial están presentes muchos movimientos católicos como la Renovación Carismática, Legión de María, Apostolado de la oración, grupos vicencianos de CARIDAD, grupos de pastoral juvenil, entre otros.

Como parte de las actividades, los jóvenes de la Diócesis de San Sebastián jugaron un partido de fútbol con los chicos de las favelas.

«¡Impresionante cómo pueden jugar al fútbol descalzos!».

«Luego entramos en una favela a rezar el Rosario, metidos como pudimos en varias habitaciones. Lo hicimos en la favela de una familia en la que habían matado a dos hijos en un tiroteo. La madre nos había preparado una merienda para después del Rosario, y luego hicimos una fiesta con bailes a la que asistieron los miembros católicos de las favelas vecinas (también al Rosario)”, relata el Obispo.

“Todo el mundo bailaba, cada uno en el cubículo en que se encontrase, porque era imposible que cupiésemos en el mismo habitáculo. No os podéis ni imaginar cómo acogían la presencia del obispo entre ellos, y  son más ‘devotos’ que nuestras monjas de clausura», cuenta Mons. Munilla en su carta.

A las ocho de la tarde los jóvenes de San Sebastián junto con su Obispo celebraron la Eucaristía con otros jóvenes del barrio de acogida.

«Impresionante cómo se puede compaginar tanta ‘devoción’ con tanta fiesta en la Eucaristía. Al mismo tiempo, todo super solemne, con monaguillos con sotana roja y roquete incluido. Al terminar la Eucaristía, unos diez minutos de cantos y baile en la iglesia con toda la gente que no terminaba de marcharse, por la música religiosa tan animada», cuenta Mons. Munilla.

Luego de esta experiencia, el Prelado afirmó que puede sacar como conclusiones que

1.- Los pobres nos evangelizan.

 2.- La Iglesia está más viva que nunca, a pesar del reto de las sectas.

 3.- Si no os hacéis como niños no entraréis en el Reino de Dios.

 4.- Te doy las gracias Padre, porque estas cosas se las ocultado a los sabios e inteligentes y se las has revelado a la gente sencilla.

Fuentes: José Ignacio Munilla, Signos de estos Tiempos

 

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