Categories
Biblia y otros libros Breaking News Catolicismo Cristianismo Doctrina Judaismo Movil NOTICIAS Noticias 2018 - julio - diciembre Religion e ideologías Sobre Dios

¿Israel sigue siendo un Pueblo Elegido por Dios?

Los cristianos han discutido mucho sobre el significado de Israel.

Y sobre el sentido del pueblo judío para la nueva alianza de Dios, que se expresa en el Nuevo Testamento.

¿Israel es El Pueblo Elegido, Un Pueblo elegido o eso se terminó?

En estos momentos estos tiene importancia porque define la simpatía o no por el Estado de Israel, cada vez más sitiado. 

mapa de israel fondo

Si la antigua alianza se considera extinguida irremediablemente entonces la simpatía por la causa sionista israelita va a ser escasa.
.
En cambio si se considera que aún subsiste, entonces habrá una defensa de la subsistencia del pueblo de Israel en Palestina.

TRES CONCEPTOS A TENER EN CUENTA PARA ESTA DISCUSIÓN

Hay tres conceptos que debemos tener claros para considerar esta problemática cristiana que son:
.
El sionismo judío, el supersesionismo cristiano y el sionismo cristiano.

El SIONISMO es la asociación entre el pueblo judío y la Tierra de Israel.

El sionismo es un movimiento judío.

La aliyá a la Tierra de Israel es un tema recurrente en las oraciones judías.

Los sionistas consideran a los judíos que viven fuera de Israel como exiliados.

En teología, visto desde la perspectiva cristiana, esto refiere a la vigencia de la antigua alianza de Dios con el pueblo judío.

Pero existe un SIONISMO CRISTIANO que sostiene que la iglesia cristiana no puede en ningún caso suplantar a la nación de Israel, especialmente antes del retorno de Jesucristo.

Y que las promesas que Dios le hizo a Israel como nación fuerte literalmente no caducan.

Y a la inversa, existe entre los cristiano la teoría SUPERSESIONISTA o del REEMPLAZO, también llamada teología de la suplantación o teoría de la substitución.

Que argumenta que la actual relación de Dios con los cristianos reemplaza la relación que anteriormente tenía con los judíos.

moises abre el mar rojo

   

¿POR QUÉ LA ELECCIÓN DE LOS JUDÍOS Y DE ESA TIERRA POR DIOS?

Comencemos desde la primera revelación de Dios documentada.

En un nuevo libro, Sionismo y Judaísmo: Una Nueva Teoría, el rabino David Novak comienza razonando desde la Torá que Dios quiso una comunidad humana que viviese subordinada a Él y por lo tanto:

El interés especial de Dios en crear humanos a Su imagen y semejanza era un intento de Su parte que buscaba vincularlo a aquellos objetos con los cuales podría relacionarse.

Una compañía con quien Dios lograría hablar y que a su vez podrían responderle adecuadamente.

Novak sugiere que Dios tenía tres opciones, por así decirlo.

La primera era relacionarse sólo con individuos. Pero esto implica la privatización de la religión, lo cual

“hace vivir una vida religiosa insostenible políticamente pues, la religión, así como el lenguaje, es un asunto esencialmente público”.

La segunda opción podría haber sido la redención de toda la humanidad de una vez, pero aparentemente

“Dios pensó que la Humanidad no estaba lista para lo que conlleva el fin de la historia universal”.

La tercera opción fue la que Dios eligió: seleccionar a las personas de un pueblo, en particular que mostrasen al mundo cómo debían ser los siervos de Dios.

Pero ¿por qué estas personas?

No fue por lo que los Judíos habían sido en el pasado, sino por lo que podrían ser en el futuro, lo cual es algo que sólo Dios conoce.

Nosotros como humanos no podemos decir cuáles fueron las razones de Dios. Pero, podemos decir cuales no fueron.

Los Judíos no tienen una naturaleza única o superior que los cualifique para ser elegidos.

Tampoco poseen algún factor cultural o biológico destacable por los cuales Dios los escogería.

Pero aun cuando Dios no dé Sus razones para elegir a los Judíos, Novak destaca que sí se nos ha dicho porque Dios no escogió a sus vecinos.

Ellos no cumplían los requisitos mínimos de Dios –respecto al asesinato, el incesto y el robo – que eran el núcleo de lo que el rabino llamó “Mandamientos de Noé”.

Los judíos no eran perfectos en su obediencia a esos mandamientos, pero eran un pueblo que había demostrado haber aceptado la responsabilidad de vivir sujeto a ellos.

La Torá también aclara que Dios entregó la tierra de Israel a Su pueblo, el Israelita. Pero, ¿por qué esta tierra?

Novak afirma que no fue por ningún derecho natural.

Las razones de la elección de Dios por este particular, al igual que la escogencia del pueblo judío, son desconocidas.

Sin embargo, Dios no es caprichoso.
.
Él tiene Sus razones para ambas elecciones.
.
Pero, mientras estemos en este mundo, las razones permanecerán como un misterio.
.
Así mismo, la conexión de este pueblo con dicha tierra es “un asunto de elección divina”.

Además, es la única tierra en la cual el pacto de Dios con Su pueblo puede vivirse plenamente:

Al limitar la total existencia del pueblo de Israel a la tierra de Israel, los Judíos están en mejor capacidad de vivir las especificaciones de su pacto con Dios.

En la tierra de Israel, esa relación está verdaderamente centrada”.

jesus y las redes de pedro fondo

 

ISRAEL EN EL NUEVO TESTAMENTO

A los cristianos se les dificulta mucho argumentar respecto al Sionismo.

En la Biblia Hebrea está abundantemente claro que Dios entregó la tierra de Israel a los israelitas.

Sin embargo, en la mayoría de la historia cristiana, la iglesia ha manifestado la poca o nula importancia del pueblo y la tierra de Israel en el Nuevo Testamento.

Recientemente, sin embargo, un creciente número de estudiosos cristianos discuten respecto a que el asunto de la tierra de Israel se encuentra incluido también en el Nuevo Testamento.

Sus argumentos son publicados por InterVarsity Academic Press: El Nuevo sionismo cristiano: perspectivas frescas acerca del pueblo de Israel y su Tierra.

El libro sostiene que la Biblia Hebrea previó bendiciones que irían al mundo entero desde este pueblo y su tierra.
.
Y así también el Nuevo Testamento proclama bendecir al mundo entero mediante el Mesías Judío.
.
Cuyo reino empezó en Israel y que eventualmente volverá a centrarse en Israel.

Los escritores del Nuevo Testamento sostienen la promesa de que la Diáspora Judía podría regresar algún día a su tierra desde todos los confines del mundo.

Para establecerse en una Politeia (una entidad política), que podría transformarse en el centro de las bendiciones para el resto del mundo.

bandera de israel

 

ESPERANDO UN FUTURO RETORNO: ISRAEL EN EL NUEVO TESTAMENTO

Los Anti-Sionistas admiten que los profetas del Antiguo Testamento, quienes comúnmente escribían desde el exilio, predijeron un regreso a su tierra.

Sin embargo, muchos coinciden en que esas profecías se cumplieron cuando los exiliados babilonios regresaron para reconstruir Jerusalén al final del Siglo VI A.C.

Sin embargo, según los “Nuevos Sionistas Cristianos” el Nuevo Testamento demuestra que Jesús y los apóstoles aun esperaban un futuro retorno.

Por ejemplo, cuando Jesús citó la predicción de Isaías respecto a que el templo se convertiría en “una casa de oración para todas las naciones” (Marcos 11,17; Isaías 56,1), parece coincidir, como sugiere Richard Hays, con la visión de Isaías de “una restauración escatológica de Jerusalén”.

Hays agrega que la figura dada por Juan acerca del Cuerpo de Jesús como el Nuevo Templo (Juan 2, 21)

no debe leerse ni tan rotundamente supersesionista (la Iglesia reemplaza a Israel) ni tan hostil a la continuidad con Israel».

No niega el sentido literal de las escrituras de Israel – que el templo era la casa de Dios –

«sino lo complementa vinculándolo tipológicamente con el relato de Jesús y la revelación de una verdad más profunda prefigurada en el sentido histórico literal«.

El hecho que los apóstoles vieran el templo como ambos: una casa de Dios y una figura de Jesús, explica su participación en las liturgias del templo aun después de que los mismos líderes del templo ayudaron a llevar a su mesías a la muerte. (Hechos 2, 46).

Tanto Mateo como Lucas creyeron importante mostrar que Jesús estaba conectado con la historia de Israel.

incluyeron detalles y genealogías detalladas que revelan a Jesús como descendiente de Abraham, el primer judío, a través de 42 generaciones de judíos.

Lucas retrocede incluso hasta Adán.

En su Magnificat, María sugiere que el nacimiento del Mesías sería significativo no sólo para todas las futuras “generaciones” sino particularmente para la historia de Israel.

La llegada de Cristo mostraría que Dios

Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.” (Lucas 1, 54-55).

Si la encarnación suponía alejar el foco de Israel, como sugieren los supersesionistas (los que manejan la teoría del reemplazo), María no se dio por enterada.

san pablo escribiendo

   

¿SAN PABLO ERA UN SUPERSESIONISTA?

Pablo ha sido señalado como el apóstol de los gentiles, quien alejó el foco del Judaísmo y mostró que el Evangelio era un mensaje universal para todos.

Ya Dios no estaría exclusivamente con los judíos. Ellos habrían traicionado el pacto al rechazar al Mesías, Jesús.

Esto es lo que el teólogo Cristiano Kendall Soulen ha denominado versión “punitiva” del Supersesionismo.
.
La idea de que Dios hizo un nuevo pacto con la Iglesia que sobrepasa el antiguo pacto hecho con Israel, a fin de castigar a los Judíos por no aceptar a Cristo.

Los otros dos tipos de Supersesionismo de Soulen son:
.
– el “Económico”: en la economía de la salvación, el único propósito de Israel era preparar la llegada del Mesías;
.
– y el “Estructural”: en la historia de la salvación, Israel sólo funciona como un ejemplo negativo.

Aunque Pablo se ha interpretado de esta manera por siglos, sus cartas cuentan una historia distinta.

En Romanos 9 y 11, él se lamenta por sus compañeros judíos que no aceptaron a Jesús como Mesías.

Dice que le han causado una “tristeza muy grande y una pena continua” (Romanos 9,2).

Sin embargo afirma que “las alianzas” todavía les “pertenecen” (Romanos 9, 4).

Y aun cuando ellos (los Judíos) se han convertido en “enemigos del Evangelio”, aun son “amados” porque su “elección” es “irrevocable” (Romanos 11, 28-29).

La Carta a los Gálatas es la que con mayor frecuencia se usa para probar que Pablo prescindió de la Ley Judía en favor de la Iglesia que dejó atrás a Israel.

Aun cuando en ella dice que el Evangelio es acerca de cómo “la bendición de Abrahán alcanzó a las naciones paganas (Gál. 3, 14) porque “la promesa se hizo para Abrahán y su descendencia” (3, 16).

Para Pablo, ser salvado significa convertirse en parte de la familia de Abrahán:

Si son de Cristo, entonces también son descendencia de Abrahán y herederos de la promesa (Gál. 3, 29).

En otras palabras, recibir la buena noticia del Evangelio vincula a las personas con la historia de Israel.
.
Mientras que los supersesionistas sugieren que Israel ha sido dejado atrás, la Carta a los Gálatas afirma lo contrario.

muro de los lamentos

  

RECIENTES SIONISTAS CRISTIANOS

Adicionalmente al elaborar argumentos bíblicos, los Nuevos Sionistas Cristianos señalan a otros prominentes teólogos como Sionistas Cristianos: Karl Barth y Gary Anderson.

Barth (1886-1968) es quien rechazó prácticamente toda enseñanza dispensacionalista.

Por ejemplo, repudió la noción de que el Fin de los Días estaba por llegar, insistiendo en que comenzó con la llegada de Jesús en el Siglo I.

También rechazó la interpretación de las profecías bíblicas del Apocalipsis como predicciones directas y literales.

No obstante, Barth pensó que esos errores escatológicos fueron, como señala Carys Mosely, “Errores en la dirección correcta”.

Él respetaba los intentos milenarios de asumir seriamente la supremacía de Dios en los eventos mundiales, incluyendo la aparición de Israel como una Nación Estado en 1948.

Para él, esta era una “parábola secular”, similar al auge del socialismo en la historia moderna.

La repentina aparición de Israel fue una “pequeña luz” que dio testimonio de la gran Luz del Mundo en Jesucristo.

La historia moderna de Israel “aún ahora urge incansable” en favor de los propósitos redentores de Dios.

De acuerdo con Barth, las revelaciones bíblicas apuntan hacia una Triple Parusía de Jesús:
.
La Encarnación, Pentecostés, y la escatológica venida a Israel y la Iglesia.

Esta última venida responde a una larga serie de profecías del Antiguo Testamento que hablan del regreso del pueblo judío a su tierra, un tiempo en el cual los Gentiles llegarán a Israel para aprender la Torá.

Gary A. Anderson es un destacado estudioso del Antiguo Testamento que enseña en Notre Dame. Es Católico y un Sionista Cristiano.

Los argumentos para su posición comienzan con

“el clamor bíblico de que la tierra de Canán fue dada por Dios al pueblo de Israel”.

La promesa “es ambas cosas, irrevocable y sin cumplir”.
.
Es irrevocable porque es una promesa hecha por Dios y como dice Pablo, ni siquiera la apostasía de Israel borra la promesa:
.
“Dios es fiel aunque los hombres sean falsos”
(Rom. 3, 4).

Pero al mismo tiempo, Anderson afirma que, la promesa está incumplida.

Según las escrituras, la tierra vomita a quien sea que no la merezca (Lev. 18, 24-30).

Sólo en la era mesiánica, según el Tanach, el asentamiento de Israel en la tierra será seguro.

Anderson advierte que debe evitarse “un falso mesianismo” al recordar que la tierra es siempre “otorgada con condición”.

Aún debemos recordar que:

“La milagrosa aparición del estado de Israel justo después del momento más obscuro de la historia judía es difícil de interpretar fuera de un marco teológico”.

protesta palestina fondo

  

EL ARGUMENTO TEOLÓGICO VS. LOS ARGUMENTOS HISTÓRICO Y POLÍTICO DE ISRAEL

Estos argumentos teológicos de la importancia del retorno del pueblo de Israel a la tierra de Israel no implican necesariamente que sea un caso para el actual estado Israelí.

En último caso puede y debe hacerse sobre una base histórica y política, en atención a los legítimos intereses Palestinos.

No debe asumirse que el Estado de Israel es un país perfecto, que no debe ser criticado por sus fallos, o que es necesariamente el último estado Judío antes del fin de los días.

Pero los dos tipos de argumentos no pueden separarse.

Si la alianza de Dios con Su pueblo continúa, y el regreso de los judíos a su tierra es providencial, entonces los judíos y los cristianos deben reconocer que el presente estado es el refugio del pueblo del pacto.

En un momento cuando el apoyo para este pueblo esta erosionado alrededor del mundo, y dicho estado se asienta en una región de movimientos y gobiernos empeñados en su destrucción, tiene sentido para judíos y cristianos acudir en su apoyo.

Ellos pueden ayudar al hacer argumentos prudenciales para el sustento de Israel.

Sin embargo no podemos asimilar la promesa a futuro con esta situación política actual.

Porque no necesariamente esta generación de judíos vaya a ser la que definitivamente deberá asentarse en esa tierra según los designios de Dios.

Fuentes:


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
Movil NOTICIAS Noticias 2016 – julio – diciembre Predicciones Religion e ideologías SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos de estos Tiempos Signos Globales de estos Tiempos Ultimos tiempos

Los Próximos Meses hasta Fin de Año serán Decisivos para la Humanidad [según Profecías Evangélicas]

Evangélicos próximos a los judíos mesiánicos han tomado los estudios y profecías de Isaac Newton y de autoridades cabalísticas rabínicas.

Concluyen que estamos en la ventana de tiempo de eventos muy importantes que precederán la segunda manifestación de Jesucristo; entre ellos mencionan la aparición del Anticristo y la  Gran Tribulación.

luna de sangre en el muro de los lamentos de israel

Recientemente se reunieron en Israel dos de los más importantes estudiosos de la Torá.
.
Uno de ellos, el Rabino Kanievsky, reafirmó que con la Shemitá que culminó el 14 de Septiembre de 2015 dio inicio el inicio del Año del Jubileo.
.
Éste termina el 2 de Octubre 2016, el 29 Elul 5776, y es la fecha en que están esperando la primera aparición del Mesías de Israel.

El otro ingrediente de los evangélicos son las profecías de Sir Isaac Newton fue una de las mentes más brillantes que han existido, quien fue un formidable erudito bíblico, y realizó un cálculo sobre cuándo llegaría el apocalipsis.

Basó su cálculo para determinar el fin del mundo o apocalipsis con la información recogida en el Libro de Daniel y el propio Apocalipsis. Newton pensó que este conteo se inició a partir de la coronación de Carlomagno y el fin del mundo sería en el 2060.

 

LOS PRINCIPALES RABINOS DE ISRAEL PROFETIZAN LA LLEGADA DEL MESÍAS

Dos figuras muy prominentes en la fe judía, las figuras más prominentes de la Torá en la actualidad, recientemente se reunieron para una conversación muy importante sobre la llegada del mesías y el papel de cristianos y musulmanes en el hecho.

La Torá son los 5 primeros libros del Antiguo testamento, o sea el Pentateuco.

El Rabino Moshe Sternbuch, Vice presidente de la Corte Rabinica y director de la Comunidad Haredi en Jerusalén, realizó una visita a la casa del Rabino Chaim Kanievsky en Bnei Barak.

kanievsky y sternbuch sobre el mesias

Las conversaciones entre tales figuras tiene una enorme importancia por lo que el sitio web en Hebreo, Kikar Shabbat, grabó el diálogo entre estos dos grandes rabinos.

Ellos creen que la llegada del mesías podría ocurrir en cualquier momento.

El Rabino Kanievsky dijo que en estos tiempos deben esperarse problemas. Son los días previos a la venida del Mesías” explicó. Y a la vista está la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU a la que aludimos.

Y el Rabino Sternbuch asintió, diciendo que En el Fin de los Días, aquellos que temen a Dios se desesperarán y sus manos se debilitarán por luchar la guerra de Dios contra los pecadores, y no habrá nadie en quién confiar, excepto en Dios. Debemos traer al Mesías”.

Este “Debemos traer al Mesías” suena similar a los dichos de los musulmanes que creen que la venida del 12º iman, el Mahdi, ver aquí y aquí, y los movimientos del mundo islámico, en especial los del Estado Islámico, tienden a exacerbar los conflictos forzar la llega del Mahdi.

Otra reflexión además es que las tres principales religiones monoteístas hoy está a la espera de su mesías, ver aquí.

Kanievsky dijo a su vez que el Mesías debería estar llegando en un futuro cercano.
.
Citando nuevamente el Talmud: “En el año posterior al sabático el Hijo de David vendrá”. “El año sabático no ha terminado aún”.
.
El año en el cual el Rabino Kanievsky predijo que el Mesías vendría, de acuerdo al Talmud, culminará el próximo Rosh Hashanah, en Septiembre.

Sin embargo Sternbuch le respondió que de acuerdo al Talmud, el Mesías debería ya haber venido si verdaderamente ha de venir este año y citó a Jeremías 8:20, que dice “Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos”.

Y agregó una cosa muy importante:

“Tenemos un manuscrito antiguo auténtico de Rabam (una autoridad de la Torá del siglo doce) escrito a mano en el cual dice que antes de la venida del Mesías, los Cristianos y los Ismaelítas (Árabes) llegarían a Israel”.

La interpretación del Rabino Sternbuch parece estar ocurriendo actualmente.
.
La creación del Estado de Israel fue un cumplimiento milagroso del pacto de Dios con Abraham
, quien devolvió la tierra de Israel al pueblo Judío.
.
Pero también benefició a los Cristianos, creando una burbuja de libertad religiosa en una región del mundo donde el pluralismo no es tolerado.

dialogo entre kanievsky ysternbuch

La interpretación de Breaking Israel News es que:

Casi tres millones de Cristianos viajan a Israel cada año para visitar sus lugares sagrados de una manera que no está permitida en regiones bajo gobiernos Musulmanes, y el Estado Judío es también hogar de una cantidad considerable de Cristianos”.

“Aunque no tan beneficiosos como los Cristianos, los árabes también se han multiplicado en la Tierra de Israel a medida que se acerca la llegada del Mesías.

Antes del Mandato Inglés, Palestina, un rincón olvidado del Imperio Otomano, tenía apenas 700.000 personas viviendo en el país. A medida que la población judía comenzó a crecer entre la Primera y Segunda Guerra Mundial, la población Árabe también aumentó en un 120%”.

El Rabino Kanievsky continuó describiendo otro aspecto de los signos que preceden al Mesías.

“En los días que vienen, todos los árboles que no llevan fruto en Israel, darán fruto. Cuando el Mesías venga todos se arrepentirán, y la gente que ‘no dio fruto’ dará fruto y aprenderá la Torá

Kanievsky parecía estar diciendo que en la era mesiánica, los cristianos y los musulmanes serán una fuente de estudio de la Torá, y este fenómeno está apareciendo también.

Muchos movimientos en el cristianismo están comenzando a buscar sus raíces en la Torá y el Judaísmo; están creciendo movimientos que abogan por el estudio de la Torá.

La posición de musulmanes y judíos muestran el drama geopolítico que está jugando en el escenario mundial y que eventualmente puede resultar en una gran guerra en Oriente Medio.
.
Si el Consejo de Seguridad de la ONU decide pasar una resolución que divide de forma permanente la tierra hoy en manos israelíes, va a causar tensiones en esa dirección.

Por otro lado, los cristianos deben reconocer que en la Biblia se nos dice que Israel va a estar jugando un papel central en los acontecimientos de los últimos días, y esto es definitivamente lo que se perfila.

El rabino Kanievsky, en el año 2015, anunció que el Mesías vendría después de culminado el Año Sehmitá (es decir después del 13 y 14 Septiembre 2015) basado en el Talmud.

El shemitá (año sabático) ocurre cada siete años y terminó en la festividad de Rosh Hashaná.

El año en el que el rabino Kanievsky predijo que el Mesías vendría, según el Talmud, finalizará el próximo Rosh Hashaná, en septiembre 2016. 

La Shemitá culminó el 14 de Septiembre de 2015. Y así dio inicio el inicio del Año del Jubileo, el cual termina el 2 de Octubre 2016, el 29 Elul 5776, es la fecha por la que rabinos cabalistas están esperando la primera aparición del Mesías de Israel. 

La otra fuente a la que recurren los evangélicos a Sir Isaac Newton.

Sir Isaac Newton

 

NEWTON REVOLUCIONÓ LA FÍSICA    

Newton revolucionó la física, las matemáticas y la astronomía en el siglo XVII y XVIII, sentando las bases para la mayor parte de la mecánica clásica, la gravitación universal y las tres leyes del movimiento que llevan su nombre.

Se le considera como uno de los más grandes científicos de todos los tiempos. Sin embargo, Sir Isaac Newton, fue también un influyente teólogo que aplicó un enfoque científico al estudio de las Escrituras, el hebreo y el misticismo judío.

La Biblioteca Nacional de Israel, ha digitalizado su colección teológica – unas 7.500 páginas de puño y letra de Newton – y lo puso en línea. Entre los textos amarillentos está la famosa predicción de Newton del apocalipsis en el 2060.

La curadora de la colección Nacional de la Biblioteca Israel de Humanidades, dijo que Newton también era un devoto cristiano que se ocupó mucho más de la teología que de la física y creía que la Escritura siempre fue un “código” con el mundo natural.

“Hoy en día, tendemos a hacer una distinción entre ciencia y fe, pero a Newton todo le era parte del mismo mundo”, dijo Milka Levy-Rubin. “Él creía que un estudio cuidadoso de los textos sagrados era un tipo de ciencia, que si se analiza es capaz de predecir correctamente lo que estaba por venir”.

inventos de newton

 

LAS PROFECÍAS DE DANIEL Y DE JUAN

Con su prodigioso conocimiento de historia antigua e idiomas, y sus facultades mentales sin par, Isaac Newton es la persona mejor calificada en el milenio para haber escrito acerca de las profecías bíblicas.

Su estudio del libro de Daniel comenzó cuando tenía doce años, y continuó siendo de interés especial a través de su vida. Además, escribe de las profecías con una modestia que indica que él mismo estaba admirado de las palabras que se le había dado la oportunidad de leer.

Isaac Newton concluyó que el Apocalipsis está diseñado para ser comprendido por muy pocos hasta cerca del fin de la historia, el tiempo del juicio, y el principio del reino eterno de los santos del Altísimo.

Isaac Newton afirma su creencia de que estos libros proféticos fueron proporcionados para que, a medida que se cumplan en la historia, proporcionen un testimonio continuo del hecho de que el mundo está gobernado por la Providencia de Dios.

Pero se opuso al uso de las profecías para tratar de predecir el futuro.

En la página 251, por ejemplo, escribe:

La insensatez de los intérpretes ha sido predecir tiempos y cosas mediante esta Profecía, como si Dios los hubiera designado como Profetas.

Por esta temeridad, no sólo se han expuesto a sí mismos, sino que también han hecho que se menosprecie la profecía.”

A través de estas 323 páginas, recorre la historia humana desde la escritura de las profecías. Demuestra que, de acuerdo con su erudición y con su tiempo, a principios del siglo XVIII, parte de las profecías habían sido cumplidas y partes quedaban por cumplirse.

Adornado (al igual que sus trabajos científicos) con interesante apartes, tales como derivaciones de las fechas exactas de la Navidad y la Pascua y del número de años en que Jesús enseñó, e impregnado con una profundidad de erudición que ya no existe entre los eruditos modernos, este libro de Isaac Newton puede ser la obra más importante en su clase alguna vez escrita.

7 trompetas del apocalipsis

 

EL CÁLCULO DEL APOCALIPSIS

Newton, aprendió a leer en hebreo, se desplazó a través de la Biblia y se adentró en el estudio de la filosofía judía, el misticismo de la Cábala y el Talmud.

Newton basó su cálculo para determinar el fin del mundo o apocalipsis con la información recogida en el Libro de Daniel, que proyecta el apocalipsis 1260 años más tarde. Newton pensó que este conteo se inició a partir de la coronación de Carlomagno como emperador romano en el año 800.

A Newton le intrigaba una frase que se repetía en el Apocalipsis (Apocalipsis 12:14) y en Daniel (Daniel 12:7).

En Daniel lo mostraba de la siguiente manera: Y el varón vestido de lino, que estaba sobre el agua del río, levantó ambas manos al cielo, y juró por el que vive por los siglos:

Será por un tiempo, dos tiempos y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe de quebrantar el poder del pueblo santo, todo esto se cumplirá”.

Y en el Apocalipsis lo muestra de la siguiente manera:

“se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande para volar al desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser alimentada un tiempo y tiempos y medio tiempo.”

Esta relación fue la que estudió Isaac Newton de la siguiente manera:

Tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo : 1 + 2 + 1/2 = 3 1/2 tiempos = 3 1/2 años. Cada tiempo es considerado de 360 años. Entonces el fin según Newton es en el 2060 tomando el inicio del conteo en el año 800.

La profecía de los 1.260 días se menciona siete veces en los libros de Daniel y Apocalipsis. Hay sólo un período de 1.260 días y no dos, como algunos suponen.

Se menciona siete veces para dar a entender que es algo sumamente importante: en Daniel 7:25 y 12:7 y también en Apocalipsis 12:14, como tiempo, tiempos (es decir, dos tiempos – el plural más bajo), y la mitad de un tiempo; en Apocalipsis 11:2 y 13:5, como cuarenta y dos meses; en Apocalipsis 11:3 y Apocalipsis 12:6, como mil doscientos sesenta días.

En profecía bíblica, un año consta de 360 días, y si se multiplica 360 por tres y medio, el resultado es 1.260. Además, en profecías bíblicas del tiempo, un día equivale a un año. (Véase Ezequiel 4:6; Núm.14:34.)

Por lo tanto, la Biblia nos ha revelado la clave importante para descifrar la profecía de los 1.260 días: que los 1.260 días en realidad han de interpretarse como 1.260 años literales.

Según científicos, Newton escondió estos pergaminos para nosotros no para la gente de su era ya que sabía que ellos no llegarían a ver el 2060 por eso lo hizo dedicado a la gente de nuestra era.

Años después de la muerte de Newton en 1727, sus descendientes dieron sus manuscritos científicos a su alma mater, la Universidad de Cambridge.

Pero la Universidad rechazó sus documentos no científicos, por lo que la familia los subastó en Sotheby en Londres en 1936.

Sólo dos postores serios llegaron a la colección de Newton ese día. El primero fue un reconocido economista británico John Maynard Keynes, quien compró los manuscritos de Newton sobre la alquimia. El segundo fue Abraham Shalom Yahuda – un erudito judío de Estudios Orientales – que recibió los escritos teológicos de Newton.

La Colección de Yahuda fue dada como un legado a la Biblioteca Nacional de Israel en 1969, años después de su muerte. En el 2007, la biblioteca exhibió los documentos por primera vez y ahora están disponibles para que todos lo vean en línea.

Varios protestantes de la rama de judaísmo mesiánico han tomado como base de sus profecías los estudios de Newton y especialmente la de los cabalistas rabínicos.

Johnatan Cahn
Johnatan Cahn

 

LO QUE ELABORA JONATHAN CAHN A PARTIR DE NEWTON

Jonathan Cahn, autor de «El Misterio de la Shemitá» habla de los cálculos de Isaac Newton en el último capítulo de su libro más vendido.

Él lo llama el «Misterio del Séptimo Shemitá» o el «Super Shemitá.»

«Cada siete años era el año. Cada séptimo Shemitá, el Shemitá marcaba el comienzo de un super Shemitá que llamamos el Jubileo. El sello distintivo del Jubileo era la restauración».

Esa es una palabra hebrea que significa perdón, y todo se reduce a, supuestamente, lo siguiente: el Sabbath es no sólo un día, sino también un año.

Así como hay seis días de trabajo en una semana y se descansa el séptimo – el Sabbath – también hay un reflejo de esto pero en la escala de años: seis años de regularidad y el séptimo año un momento en que los asuntos son interrumpidos o suspendidos: en algunos casos traumáticamente (al menos para los banqueros).

Durante el Jubileo, Dios ordenaba a todos los israelitas a regresar a su hogar ancestral. Si hubieras perdido la tierra de tu padre, en el año del Jubileo serías restaurado. 

«La profecía del tiempo del final se basa en el retorno del pueblo judío a la tierra de Israel, su restauración a su hogar ancestral perdido hace mucho tiempo – que es un jubileo profética», dijo Cahn.

«Entonces, ¿podría este antiguo misterio en realidad revelar que los acontecimientos de los últimos tiempos van a pasar?» 

Cahn cree que sí.

Si bien no existen registros para el Jubileo, se sabe que el año jubilar debe seguir al año de la Shemitá. Cahn señala que desde 1917 hasta 1918 fue un año Shemitá. 

«Fue en ese momento que el Imperio Otomano colapsó en el Medio Oriente, y la tierra de Israel cayó en manos del Imperio Británico«, dijo Cahn.

«El Imperio emitió la Declaración Balfour, que declaró que la tierra de Israel sería una patria judía.

Por primera vez en 2000 años se le dio la tierra de Israel de vuelta al pueblo judío. Fueron restaurados. Su tierra ancestral fue devuelta a ellos – un Jubileo del tiempo del fin profético – y que en realidad tuvo lugar en los parámetros de tiempo exactos ordenados por el misterio del Shemitá».

De cara al futuro el tiempo de la restauración de la tierra en 1917 para el próximo Séptimo Shemitá te lleva al Shemitá de 1965-1966. Así, el año después del Séptimo Shemitá, el Jubileo, sería septiembre 1966 hasta septiembre 1967. 

Ese fue un gran año en el calendario profético, ya que trajo la Guerra de los Seis Días.

«El 7 de junio de 1967, los soldados israelíes entran en las puertas de Jerusalén y la Ciudad Santa se restaura al pueblo judío.

Regresan a su posesión ancestral y sucede de nuevo en el año siguiente al Shemitá y siete Shemitahs después de la restauración de la tierra prometida».

Contando siete Shemitahs desde 1967 lleva al Shemitá de 2015.
.
El período del Jubileo así comenzará en septiembre de 2015 y extenderá hasta septiembre 2016. 

«¿Hay algo que tiene que suceder durante este tiempo? No» dijo Cahn.

«El patrón podía parar después de la restauración de Jerusalén. Pero si sigue, ¿que se podría esperar?
.
En cada uno de los dos últimos ciclos, ha sucedido una guerra crítica, una guerra mundial, una guerra en el Medio Oriente, una guerra en la tierra de Israel, y una guerra que resulta en una restauración del tiempo del fin profético».
 

Cahn dice que también le resulta fascinante que la interpretación de Daniel 9 de Isaac Newton llegar a contar 7 x 7 años desde el 7 de junio de 1967 al futuro.

«El 7 de junio 1967, representaba la última restauración profética y y el Jubileo. Siete veces siete es la ecuación utilizada para llevar al siguiente Jubileo», dijo.

Contando años proféticos de 360 días, te llevará al 23 de septiembre 2015, que es Yom Kippur, el día en que comienza el Jubileo. 

«Así que el ‘enigma’ de Newton nos lleva de un jubileo al siguiente y no sólo al año, sino hasta el día exacto, que podría marcar el comienzo del siguiente Jubileo profético», dijo Cahn.

carl gallups
Carl Gallups

 

LA POSICION DE CARL GALLUPS

Carl Gallups, autor de «La Última Advertencia: La comprensión de los días de la trompeta del Apocalipsis», también ha estudiado las ideas de Sir Isaac Newton y las diversas interpretaciones modernas de sus profecías del tiempo del fin. 

Gallups dijo que es crucial recordar que Jesús dio una severa advertencia de que «nadie sabe el día ni la hora» en relación con su regreso.

«He tomado esa advertencia en serio en la totalidad de los más de 30 años de mi ministerio. Yo no fijo fechas, ni he reclamado para tener una visión infalible en asuntos escatológicos», dijo.

Pero igual de importante, dice, es otra advertencia dada por Jesús en relación con los cálculos proféticos.

«Él reprendió claramente a la élite religiosa de su día por no saber, por lo menos, los signos de los tiempos proféticos en que se viven«, dijo Gallups.

«Debido a su deficiencia en esta materia, fue que en realidad se perdieron la anunciada venida del Mesías. En consecuencia, creo que es sumamente importante que el pueblo de Dios mantenga un ojo sobrio en interpretaciones proféticas contextuales y los sucesos del mundo actual».

Como Cahn y otros, Gallups ve algo más que una coincidencia en el conjunto de las convergencias que condujeron al año Shemitá actual y el posible Jubileo del año que viene.

Esta unión, en la mente de muchos estudiosos de la Biblia, se inició con el regreso de Israel y la posterior reconquista de Jerusalén.

«Estos eventos fueron increíblemente predichos por Newton, unos 300 años antes de que ocurrieran«, dijo Gallups.«Sus predicciones incluyen declaraciones acerca de un «reino amistoso» que surgiría en esos días, que ayudarían a estas cosas ocurrieran».

Muchos, por supuesto, ven a los Estados Unidos, que no surgió hasta después de la muerte de Newton.

Ya han pasado 67 años desde que resurgió Israel en la escena mundial, y sólo 48 años desde la reconquista de Jerusalén.

«Ciertamente estamos viviendo en una muy joven era de convergencia profética de gran alcance», dijo Gallups.

«Sin embargo, puesto que estas dos predicciones bíblicas han llegado a pasar, incluso el último día vendrá como una inundación».

Entre esas predicciones que Gallups ve está el surgimiento del Islam, la agitación actual en el Medio Oriente, el terrorismo y las amenazas de terrorismo que barren el planeta, los temores de múltiples holocaustos nucleares, el creciente rechazo de Israel por parte de las naciones – que parece cada vez más a incluir a los Estados Unidos -, y un espíritu de Sodoma y Gomorra que se extiende por las naciones, ahora ardientemente seguida por la mayor nación cristiana que el mundo haya conocido.

«Añadido a estas cosas tenemos el hecho de que ahora tenemos un importante ciclo Shemitá y el ciclo de Super Shemitá del mes septiembre, así como las predicciones calculadas por Sir Isaac Newton, que también parecen apuntar a septiembre de 2016 como un principio de despliegue de ocurrencias proféticas de los últimos días«, dijo.

Gallups puntualiza que la investigación de Cahn trae muchas de estas convergencias a la luz pública, así como la de Joel Richardson, quien escribió hace tiempo lo que hoy realmente está sucediendo en el Medio Oriente, y sobre todo el espectacular crecimiento y amenaza del ISIS.

En medio de todo esto, el pastor Mark Blitz ha compartido con el mundo sus descubrimientos originales relativos a la, tal vez profética, convergencia del fenómeno de la luna de sangre, también alcanzando un pico al final en 2015 y principios del 2016.

«Estos factores se alinean dramáticamente solos, pero en mi opinión, el punto es la sobriedad con la que debemos acercarnos a nuestra misión de trabajo en los días en los que vivimos actualmente», dijo Gallups.

«Tenemos que ser conscientes de los signos de los tiempos en que estamos viviendo».

joel richardson
Joel Richardson

 

LA PROFECÍA NO DEBE TRAER EL MIEDO A LOS CRISTIANOS SEGÚN JOEL RICHARDSON

Joel Richardson, un maestro de la Biblia, documentalista y autor del The New York Times-best-seller «El Anticristo islámico», junto con «La Bestia de Medio Oriente» y «Cuando un Judío gobierna el mundo», tiene su propia perspectiva única sobre la cuenta atrás para el Día del Señor.

Él tiene una visión más cautelosa.

«Es cierto que hay algunas convergencias interesantes de fechas aparentemente importantes, eventos y señales.

Muchos están señalando a la realización de este ciclo de siete años, conocido como el Shemitá, ya que coincide con la finalización del final a cuatro de los eclipses lunares, que coincidió con cuatro días de fiesta bíblicos», dijo Richardson.

«Pero a pesar de estas convergencias, creo que tenemos que expresar precaución. Incluso si estamos de acuerdo en que esto está apuntando a algo, ¿qué podría ser? Esto es lo que nadie puede responder.

Y el peligro está inspirando a la gente miedo, pánico, ansiedad. Esto sin duda sería una aplicación equivocada. Si inspira a la gente a arrepentirse de los pecados en sus vidas, y para llegar bien con Dios, entonces maravilloso.

Pero estoy preocupado por el nivel de miedo que se está inspirando en una gran cantidad de personas, incluyendo a muchos cristianos. El Señor no nos ha dado un espíritu de temor». 

Richardson dijo que cree que la sugerencia de Cahn que Estados Unidos podría estar llegando a la próxima fase de su castigo divino es el resultado más probable del Shemitá.

«Después de todo, fueron siete años al día del 11 de septiembre en que se produjo el gran colapso económico de 2008. Y ahora estamos a punto de llegar al siguiente punto de siete años», dijo.

«Así que tal vez esta es la próxima entrega de la trompeta de Dios a esta nación pidiendo arrepentirse. Tal vez.»

Pero él lanza agua fría sobre la teoría de que el Shemitá o incluso el Súper Shemitá de 2016 pudieran significar el período que la Biblia llama la Gran Tribulación.

«Simplemente hay algunas cosas que deben suceder primero. Me temo que muchos de los que están declarando que estamos allí harán daño a la proclamación del regreso de Jesús en los próximos días», dijo.

«Pedro el apóstol dijo que en los últimos días, muchos burladores vendrían, burlándose de la idea de que el regreso de Jesús está cerca.

Pero nosotros, como cristianos responsables no debe dar legitimidad a los burladores erróneamente declarando que hemos entrado en el período final de siete años.

Si lo hacemos, sólo estaremos repitiendo los errores de los años 1980 y el libro infame de las razones por las que el rapto tendrá lugar en 1988.

El resultado son décadas de cinismo y un rechazo a cualquier discusión sobre el regreso de Jesús. Sin embargo, su regreso es nuestra esperanza.»

Antes que los siete años finales puedan comenzar, el Anticristo debe surgir primero, comenzando como un líder de pequeña importancia, y creciendo en el poder hasta que desarraiga a los otros tres líderes, dice Richardson. Estas cosas se detallan en Daniel capítulos 7, 8 y 11.

Ninguno de estos dos signos críticos, el surgimiento del Anticristo, o el pacto entre los líderes se puede decir que se están cumpliendo o podrían cumplirse en unos meses.

Fuentes:

¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:

Categories
Aviso Milagro Castigo Castigo Cristianismo Evangélicos NOTICIAS Noticias 2014 - agosto - diciembre Predicciones Religion e ideologías Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos Globales de estos Tiempos Ultimos tiempos

Las misteriosas coincidencias de las profecías bíblicas de Shemitah y los desastres en occidente

Profecías de advertencias espirituales y colapso financiero.
Hay un nutrido núcleo de cristianos que prestan especial atención a las agitaciones sobre los tiempos finales y centran su atención en advertencias bíblicas. Entre los estudiosos de las profecías del antiguo testamento surgen dos elementos con increíbles coincidencias con desastres en la Tierra, las lunas de sangre y el shemitah.

 

luna de sangre en el muro de los lamentos de israel

 

Algunos hacen énfasis en la secuencia inusual este año y el próximo de los sucesos lunares (la forma en que se refleja la luz de la luna durante un eclipse) llamadas “lunas de sangre”, el que dicen sirve como un precursor para el inicio de los grandes eventos, que han sido anticipados de otra manera principalmente, a través de la Virgen María. Ver aquí lo que hemos publicado al respecto.

Cuando cuatro lunas de sangre se producen en un período determinado de tiempo, se conoce técnicamente como «tétrada», y la tétrada ahora en curso coincidirá con cuatro días de fiestas judías, lo que indica para algunos estudiosos, que está cerca un momento especial, «algo está a punto de cambiar.»

Los cuatro eclipses lunares de ‘rojo sangre’ caerán en Pesaj y Sucot en 2014 y 2015, los mismos ocurrieron en 1492, 1949, y 1967, esas tres fechas fueron las más importantes en toda la historia de Israel.

Pero aún más interesante es la idea de Shemitah y las coincidencias que tiene en la historia de los desastres en occidente.

LA IDEA DE «SHEMITAH»

Esa es una palabra hebrea que significa perdón, y todo se reduce a, supuestamente, lo siguiente: el Sabbath es no sólo un día, sino también un año. Así como hay seis días de trabajo en una semana y se descansa el séptimo – el Sabbath – también hay un reflejo de esto pero en la escala de años: seis años de regularidad y el séptimo año un momento en que los asuntos son interrumpidos o suspendidos: en algunos casos traumáticamente (al menos para los banqueros).

El dinero es erradicado. Los libros de contabilidad se borran. Las deudas son «perdonadas». Los campos quedan en barbecho. No hay más propiedad de la tierra. ¿Un gran barrido?

Es una tesis que está ganando espacio con el lanzamiento de un nuevo libro, El Misterio del Shemitah, de Jonathan Cahn, quien escribió el bestseller, El Heraldo (que detalla las coincidencias increíbles atadas a la mística bíblica y los sucesos de los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas).

En el último Shemitah, 2008, fue cuando cayeron los fondos Bear, Stearns, luego Lehmann Brothers, una crisis que no sólo fue estadounidense sino mundial y cuyos coletazos sentimos.

Siete años a partir de 2008 nos lleva a 2015, más o menos.

¿Cuánta credibilidad se puede poner en tales cálculos abstrusos? Para nuestro discernimiento.

Deberíamos estar abiertos a examinar muchas cosas en un momento en que aparecen misterios.

«Más de la mitad de los mayores accidentes puntuales en la historia de Wall Street se unen al Año bíblico de shemitah», afirma Cahn. «Un increíble sesenta por ciento de los diez más grandes accidentes tienen lugar, ya sea en el Shemitah o en su estela»

Cahn, un rabino hebreo cristiano, sostiene que el original hebreo ordena a todos los acreedores hacer una Shemitah en lugares como Deuteronomio 15. El término Shemitah se traduce a menudo, como liberación o como remisión. La «remisión» se define como «la cancelación o reducción de una deuda o sanción.»

No estamos muy seguros de si la crisis del 2008 acabó con la deuda – o, más bien, acabó con la gente debido a su deuda. Pero hizo nivelar el campo de juego financiero hasta que el gobierno de EE.UU. apuntaló la economía artificialmente. Los campos estaban en barbecho.

Un Shemitah se inició en el año 2000, dice Cahn, y alcanzó su punto culminante en septiembre de 2001 (atentados del 11/9). El siguiente fue siete años más tarde. Esta es una gran lectura, para los interesados ??en la profecía bíblica y las finanzas.

El mayor interés del debate son las implicaciones espirituales en el Antiguo Testamento.

«¿Cuáles son los signos de una nación en peligro de juicio?» pregunta Cahn.

«Una de las clásicas señales bíblicas de juicio nacional es la siguiente: años antes de que caiga la destrucción, se emite una advertencia. Se elimina la cobertura de protección de la nación. Sus fronteras y la seguridad nacional son violadas. Se permite al enemigo atacar… El golpe es contenido, limitado en el tiempo y alcance. Se trata de una agitación, una llamada de atención, una alarma, la primera advertencia masiva de juicio. A la nación se da a continuación un período de gracia para volver a Dios o para continuar en su curso y dirigirse a la destrucción – el primer presagio».

Ese presagio, postula Cahn, fue el 11/9. Fue seguido por un colapso en Wall Street el 17 de septiembre de 2001 (cuando el mercado cayó 684 puntos). ¿EE.UU. se volvió a Dios? Siete años más tarde llegó otra caída y la Gran Recesión.

¿EE.UU. volvió a Dios? ¿O simplemente desafió a los «enemigos» (al igual que el antiguo Israel, véase Isaías 9:10, cuando azotó a los asirios) y juró simplemente reconstruir (ver la Torre de la Libertad y observar el hecho de que Al Qaeda está étnicamente ligada a los asirios)?

Eso no es para difamar a los asirios. Hay un montón de los cristianos santos allí. Estamos hablando acerca de los elementos radicales en el Medio Oriente – que parece como un vórtice de energía para el caos.

«Cuando uno toma la magnitud del fenómeno, se hace más que impresionante,» dice Cahn.

«Es un antiguo misterio que determina no sólo el momento exacto de los dos más grandes desplomes de la bolsa en la historia del mundo, sino también el tiempo del 11/9 en sí, por nombrar sólo uno de los eventos de la manifestación. Todos estos acontecimientos han afectado y alterado el curso de EE.UU. y la historia del mundo. Y, sin embargo detrás de ellos se encuentra un misterio ordenado desde tiempos antiguos».

Sólo dos derrumbes del mercado de valores en este milenio, señala, han llevado el título de «el mayor accidente de la bolsa de valores en la historia», y ambos ocurrieron en el día culminante de Shemith (en el calendario bíblico).

«En la caída del antiguo Israel la nación decidió que podía reescribir la moral y cambiar lo que estaba bien y el mal, el pecado y la justicia – así también Estados Unidos», escribe Cahn.

«Lo que antes había sido reconocido como derecho estaba ahora atacado como malo, y lo que antes había sido reconocido como pecado se celebra ahora como una virtud. La moral, normas y valores que habían fundamentado no sólo la fundación de la nación, sino también el fundamento de la civilización occidental, fueron incrementalmente anulados, invalidados, y desechados y los que no están de acuerdo con el cambio – que simplemente siguen defendiendo lo que una vez había sido confirmado universalmente – están ahora cada vez más marginados, vilipendiados, condenados por la cultura y el Estado, y perseguidos. El descenso moral de la nación ahora ha llegado al punto en que el gobierno está tratando de forzar a los que cumplen la Palabra de Dios para que vayan en contra de la Palabra, castigarlos con multas, daños y condenándolos».

Fuentes: Spirit Daily, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias
¿Le gusto este artículo? Entre su email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
Categories
Foros de la Virgen María FOROS DE LA VIRGEN MARÍA Milagros TESTIMONIOS Y MILAGROS

El milagro de la cinta escarlata

Roy Schoeman relata en su libro “La salvación viene de los Judíos” un pequeño milagro. Roy es judío de nacimiento, sus padres huyeron de la persecución nazi para establecerse en Nueva York, creció con una educación completamente secularizada, y se graduó de la Harvard Business School.

 

el talmud

 

Luego de una experiencia mística se convirtió al catolicismo y ha establecido un ministerio para invitar a sus connacionales a considerar el catolicismo como una opción, no ya de conversión sino de plenitud de la religión judía.

En una entrevista, Roy señala:

¿Qué es el milagro de la cinta escarlata, y cómo es interpretado por académicos católicos y judíos?

La mayoría de los cristianos conocen las diversas formas en que el Antiguo Testamento apoya las aseveraciones cristianas acerca de que Jesús era el Mesías Judío, pero pocos están familiarizados con los pasajes en el Talmud -un “texto sagrado” estrictamente judío, basado en tradición oral y escrito a lo largo de varios siglos después de la muerte de Jesús- que hacen lo mismo. Considero cerca de media docena de esos pasajes en mi libro. Probablemente mi favorito es el “milagro de la cinta escarlata».

En resumen, el Talmud registra que cuando el Templo se alzaba en Jerusalén, los pecados del pueblo judío eran removidos cada año en un día, Yom Kuppur, el día más santo del año, cuando el Sumo Sacerdote entraría en el Sancta Sanctorum con un sacrificio para expiar los pecados del pueblo en el año precedente. Cada año, una cinta escarlata era atada a la entrada del Sancta Sanctorum, y milagrosamente cuando el sacrificio al interior había sido aceptado, la cinta se tornaría blanca como un signo de que los pecados habían sido perdonados. Bueno, el Talmud registra que, por ninguna razón claramente identificable, el milagro dejó de ocurrir cerca de 40 años antes de la destrucción del Templo.

En otras palabras, después del año 30 D.C. ¡la cinta nunca más se tornó blanca! Sabemos, como cristianos, que ese fue precisamente cuando los sacrificios del Templo perdieron su efiicacia -en el momento de la crucificción, cerca del año 30 D.C., cuando, como signo de ese hecho, la cortina del Templo se partió en dos (Mt 27:51).

Así, a los ojos de un cristiano, es evidente que el Talmud mismo da fe de la verdad del cristianismo. Los académicos judíos tienen una explicación alternativa, no muy convincente, sobre por qué este milagro dejó de ocurrir: que Dios dejó de perdonar los pecados a los judíos ¡porque demasiados de ellos habían cometido el imperdonable pecado de seguir a Jesús!

Es notable que la fuente de esta información sea el Talmud, que por ser una fuente hostil al cristianismo, ningún interés tendría en proporcionar información como esta.

Para los que quieran ver el texto por sí mismos, les dejo el enlace a una versión en línea del Talmud. Tengo entendido que todavía no se ha traducido al español, así que sobre este tema les ofrezco mi propia traducción.

En Seder Mo’ed, Rosh Hashana 31b (pag 96) dice:

Originalmente solían atar la cuerda de escarlata en la puerta del atrio del templo por fuera. Si se tornaba blanca, el pueblo se regocijaba, y si no se tornaba blanca ellos estaban tristes. Por lo tanto, hicieron una regla que fuera atada a la puerta del atrio por dentro. La gente, sin embargo, todavía miraba y veía, y si se tornaba blanca, el pueblo se regocijaba, y si no se tornaba blanca ellos estaban tristes. Ellos por lo tanto decidieron que la mitad de ella se debía atar a la roca y la mitad a los cuernos de la cabra que era enviada [al desierto].

Una nota a Seder Mo’ed, Yoma 39a (pag. 115) explica qué significa esa cinta:

(12) [la cinta blanca] se refiere a la que se ataba a los cuernos del novillo. Si ella se tornaba blanca, significaba que el Santo, bendito Sea, había perdonado el pecado de Israel. Cf Isa 1, 18 “Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve».

Y en Yoma 39b (pag. 115) nos encontramos con el milagro que refiere Roy Schoeman.

Nuestros Rabbis enseñaron: Durante los últimos cuarenta años antes de la destrucción del Templo, la suerte [’Para el Señor’] no aparecía en la mano derecha; ni la cinta de color carmesí se tornaba blanca.

La “suerte” a que se menciona aquí, tengo entendido que hace referencia al rito descrito en Levítico 16 “8 En seguida echará las suertes sobre los dos chivos: una suerte para el Señor y la otra para Azazel».

En todo caso, lo importante para nosotros es que, si bien a veces el sacrificio del sumo sacerdote no era aceptado y la cinta permanecía roja, a partir del año 30 D.C. nunca más los judíos presenciaron esta milagro que les confirmaba la eficacia del perdón, lo que es totalmente compatible con la enseñanza cristiana que “La muerte de Cristo es a la vez el sacrificio pascual que lleva a cabo la redención definitiva de los hombres” y “este sacrificio de Cristo es único, da plenitud y sobrepasa a todos los sacrificios».

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:


Categories
Musulmanes NOTICIAS Noticias 2014 - enero - julio Religion e ideologías Signos de estos Tiempos SIGNOS DE ESTOS TIEMPOS Signos Globales de estos Tiempos

Descendientes de musulmanes expulsados cuando la reconquista reclaman que España los naturalice

Los invasores reclaman sus derechos.

 

Los musulmanes, llamados moros en España, invadieron la península en el siglo VIII nombrando el territorio como al Andalus, el cual abarcaba gran parte de la hoy España y Portugal y lo mantuvieron hasta el siglo XV cuando los reyes epañoles lo reconquistaron. Ahora grupos musulmanes reclaman la ciudadanía española para potencialmente millones de descendientes de los musulmanes que fueron expulsados ??de España luego de la reconquista.

 

Expulsion de los moros

 

El creciente clamor de «justicia histórica» ??viene después de la reciente aprobación de una ley que otorgaría la nacionalidad española a los descendientes de judíos sefardíes expulsados ??de España en 1492.

SE ‘SUBEN AL CARRO’ DE LOS JUDÍOS EXPULSADOS

Partidarios musulmanes dicen que tienen derecho a los mismos derechos y privilegios que los Judios, porque ambos grupos fueron expulsados ??de España en circunstancias históricas similares.

Pero los historiadores señalan que la presencia judía en España es anterior a la llegada del cristianismo en el país y que su expulsión fue una cuestión de la intolerancia. Por el contrario, los musulmanes en España eran ocupantes coloniales que llamaban al territorio Al-Andalus e impusieron el árabe como lengua oficial. Los historiadores dicen que su expulsión fue una cuestión de descolonización.

En cualquier caso, se cree que los descendientes de los musulmanes expulsados ??de España se cuentan por millones – posiblemente decenas de millones – y la mayoría de ellos viven ahora en el norte de África. Los observadores dicen que si España otorgara la ciudadanía a todos ellos, acabaría con la mayor población musulmana en la Unión Europea.

Gran parte de la Península Ibérica fue ocupada por los conquistadores musulmanes conocidos los moros desde 711 hasta 1492, cuando los moriscos del Reino de Granada se rindieron a los Reyes Católicos de España (Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón), en lo que se conoce como al Reconquista Cristiana.

Pero la expulsión musulmana definitiva de Granada no tuvo lugar hasta más de un siglo más tarde, a partir de 1609, cuando el rey Felipe III decretó la expulsión de los moriscos.

Los Moriscos-Moros que decidieron convertirse al catolicismo después de la Reconquista en lugar de salir de España eran sospechosos de ser católicos nominales que continuaron practicando el Islam en secreto. Desde 1609 a 1614 la monarquía española obligó a unos 350.000 moriscos a salir de España para el Norte de África.

Hoy en día, hasta cinco millones de descendientes de los moriscos viven sólo en Marruecos, hay millones más que viven en Argelia, Egipto, Libia, Mauritania, Túnez y Turquía.

LAS PRESIONES MUSULMANAS

En un reciente ensayo publicado por el periódico con sede en Marruecos Correo Diplomático  el periodista Morisco-marroquí Ahmed Bensalh escribió que

«la decisión de conceder la nacionalidad española a los nietos de los hebreos en España en los siglos XV y XVI, haciendo caso omiso de los moriscos, los nietos de los musulmanes, es sin lugar a dudas, una segregación y discriminación flagrante incuestionable, ya que ambas comunidades sufrieron por igual en España en esa época. La decisión también podría ser considerada por la comunidad internacional como un acto histórico de absoluta inmoralidad y la injusticia… Esta decisión es absolutamente vergonzoso y deshonroso».

Bensalh continuación, pasó a amenazar a España:

«¿Es España consciente de lo que podría pensarse cuando se hace la paz con unos y no con otros? ¿Es España consciente de lo que esta decisión podría costarle? ¿España ha considerado que podría poner en peligro las inversiones masivas que los musulmanes han hecho en su territorio? ¿Tiene España alternativas a la inversión extranjera de los musulmanes, si alguna vez deciden mover el capital a otros destinos debido a la discriminación contra los musulmanes?»

Bensalh es uno de muchos periodistas musulmanes, historiadores y académicos que están exigiendo que España trate Moriscos de la misma manera en que trata a Judios sefardíes.

Considere Jamal Bin Ammar al-Ahmar, un profesor universitario «Andalus-Argelino» en la Universidad Abbas Ferhat en Sétif en el noreste de Argelia. Al-Ahmar ha participado en una campaña de seis años para persuadir Rey Juan Carlos para identificar y condenar a los que expulsaron a los musulmanes de Al-Andalus en el siglo XV. Al-Ahmar también exige que a los millones de descendientes de los moriscos expulsados ??de España se les permita regresar allí.

En una carta dirigida al monarca español, Al-Ahmar pide una

«investigación jurídica e histórica completa de los crímenes de guerra perpetrados contra la población musulmana de Andalucía por los franceses, ingleses, los cruzados europeos y papales, cuyas víctimas eran nuestra pobra gente miserable, después de la caída del régimen islámico en Andalucía».

La carta habla de

«la injusticia infligida a la población musulmana de Andalucía que todavía está sufriendo en la diáspora del exilio desde 1492».

Al-Ahmar quiere que el monarca español

pida disculpas «en nombre de sus antepasados» y asuma «la responsabilidad de las consecuencias» que esto implicaría.

Él dice que es necesario

«identificar a los criminales, para condenarlos de manera retroactiva, y al mismo tiempo identificar y compensar a las víctimas por sus calamidades y restaurar sus títulos». 

Este proceso culminaría,

con «un decreto que permitiría a los inmigrantes regresar a sus hogares en Andalucía, y que se les conceda plenos derechos de ciudadanía y la restauración de todas sus propiedades.»

El historiador marroquí Hasan Aourid cree España tiene una política de «doble rasero» vis-à-vis con los moriscos. Aourid ha dicho, a una audiencia en la Feria Internacional del Libro de Casablanca, que España no puede «reconciliarse consigo misma sin reconocer su dimensión morisca» y preguntó si «el sufrimiento fue menor para los musulmanes que para Judios».

La Asociación para el legado histórico de Al-Andalus, un grupo dedicado a revivir el recuerdo de la presencia musulmana en España, dice que el Gobierno español debe tratar a los musulmanes y los judios de la misma manera. Al no ofrecer a la ciudadanía española a los dos grupos, los musulmanes se convertirían en víctimas de «racismo selectivo»dijo el presidente de la asociación, Bayib Loubaris.

España es poco probable que concedea estas demandas en el corto plazo. Aunque pocos niegan que haya potencialmente millones de descendientes de moriscos que viven en el norte de África en la actualidad, el desafío consiste en la reconstrucción de genealogías fiables para determinar los herederos legítimos.

La cuestión de quién es un morisco y quién no será un tema de discusión en una conferencia internacional – «Los descendientes de los moriscos andaluces en Marruecos, España y Portugal», que se celebrará en Tánger en abril de 2014.

Pero incluso si tales genealogías se pudiera recopilar, las llamadas a naturalizar a los descendientes de los musulmanes expulsados ?tendría oposición por otra razón: el hecho de que la expulsión de los musulmanes era parte de una guerra para poner fin a la ocupación de España por los invasores del norte de África.

José Ribeiro e Castro, diputado portugués que redactó la ley de Portugal del retorno de los Judios sefarditas, lo pone de esta manera:

«La persecución de los judíos era sólo eso, mientras que lo que sucedió con los árabes fue parte de un conflicto. No hay ninguna base para la comparación».

Fuentes: Gatestone Institute, Signos de estos Tiempos

 

Haga click para ver las otras noticias

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Conversiones TESTIMONIOS Y MILAGROS

Judíos notorios convertidos a la Fe Católica

La conversión es un encuentro personal con Cristo, en el que se compromete toda la persona y toda la vida futura. Eso supone dejar muchos valores, muchas cosas preciosas por otras que se descubre que son mejores. A veces, supone un proceso mental largo y doloroso en el que hay que reajustar todos los valores y esquemas mentales con los que uno ha vivido tranquilamente durante años. Con frecuencia, se dan muchos casos de personas que llegan a convencerse de la verdad de la fe católica, pero no son capaces de renunciar a sus comodidades y seguridades.

…VER VIDEOS…

Convertirse, en una palabra, puede significar dejarlo todo y comenzar una vida nueva, lo que da un poco de miedo, sobre todo, cuando uno ya ha llegado a la madurez, y es más difícil cambiar de vida. Por eso, para convertirse hace falta mucha dosis de fe y de confianza en Dios para dar el salto al vacío sin importar el qué dirán, sino queriendo obedecer la voluntad de Dios. Porque llevar una doble vida y disimular las propias ideas religiosas sería un martirio del corazón y una infidelidad a Dios.

Ciertamente, la fuerza de Dios y su gracia son poderosas para poder superar todas las dificultades. Por eso, hay muchos que, a pesar de todo, se arriesgan y se convierten, aunque este paso, en algunos casos, requiere años de reajuste y de convencimiento gradual.

Evidentemente, cada conversión es un caso particular. No hay dos conversiones iguales. En algunos casos, la irrupción de Dios es de un modo excepcional y milagroso. Las personas se convierten instantáneamente. En otros el proceso es lento y doloroso.

Presentamos algunos testimonios significativos de judíos convertidos al catolicismo. Ellos, mejor que nadie, pueden ayudarnos a comprender que el cristianismo es la plenitud del judaísmo y que el judío que se hace cristiano, no pierde nada, sino que encuentra todo lo que Dios quiso dar a su pueblo en el Mesías prometido por medio de Jesús.

Podemos decir que el judaísmo es el padre del cristianismo. Los cristianos hemos heredado del judaísmo el Antiguo Testamento y muchas cosas de su auténtica espiritualidad. Un judío, que se hace cristiano, no es un renegado de su patria o de su fe. Más bien, podríamos decir, que es un judío en plenitud, pues Jesucristo lleva al judaísmo a la plenitud, y es el Mesías prometido durante siglos al pueblo de Israel.

Un verdadero judío debe sentirse orgulloso de que Jesucristo fue judío y lo mismo la Virgen María y san José. Los apóstoles y los primeros cristianos, con tantos santos y mártires, fueron judíos en su mayoría.

Los de raza judía, superando el nacionalismo, deben abrirse a todos los pueblos. Ser judío de verdad debe significar ser universal. Ser judío, en sentido auténtico, significa ahora haber sido llamado desde Abrahám para formar un pueblo universal, en el que lo judío llega a su plenitud. Los judíos deben sentirse orgullosos de haber sido llamados, en sus antepasados, para dar luz al nuevo pueblo cristiano, que salió de sus entrañas.

Por eso, cuando un judío se convierte y se hace cristiano, debe sentirse como en su propia casa. No debe irse lejos, no debe renunciar a su vocación ancestral de ser pueblo de Dios; simplemente, debe aceptar en su casa a otros pueblos y a otras gentes sin cerrarse en sí mismo, como si la salvación de Dios fuera exclusivamente para ellos.

Ser judío de verdad es ser judío en plenitud, de acuerdo al plan de Dios, es decir, significa hacerse cristiano para vivir con Cristo, el Mesías, y con todos los pueblos la salvación, que Dios vino a traer al mundo por medio del pueblo de Israel. Esto lo comprendieron muy bien muchos judíos que, a lo largo de la historia, se han convertido al cristianismo. Ellos han podido decir en conciencia: El judaísmo era la promesa y el cristianismo es el cumplimiento de la promesa. No nos alejamos de casa, sino que descubrimos todo lo que teníamos en casa, asumiendo la fe judía hasta sus últimas consecuencias en Cristo y con Cristo, nuestro hermano común.

HERMANN COHEN (1820-1871) fue un famoso músico y pianista judío, nacido en Hamburgo (Alemania), aunque vivió casi toda su vida en Francia. Desde niño fue considerado como un niño prodigio de la música, pero sus triunfos musicales hicieron de él un joven caprichoso e inmoral. Escribe en su Diario: Las lecciones de música me proporcionaban dinero y el dinero me proporcionaba placeres. Mi vida fue entonces el abandono completo a todos los caprichos y a todas las fantasías ¿Era más feliz? No, Dios mío, la sed de felicidad que me abrasaba no se saciaba con esto.

Me permitía a mí mismo toda licencia… Esta era la vida de casi todos los jóvenes de la buena sociedad, de las tertulias elegantes y del mundo artístico. No exagero, todos los jóvenes que conocía vivían como yo, buscando el placer dondequiera que se ofreciere, deseando la riqueza con ardor, a fin de poder seguir todas sus inclinaciones y satisfacer cualquier capricho. En cuanto al pensamiento de Dios, no se presentaba jamás a la mente.

Pero Dios lo estaba esperando. Tenía veintiséis años. Un viernes de mayo de 1847 fue a la iglesia de santa Valeria de París, situada en la calle Borgoña, cercana a su domicilio. Tenía que dirigir el coro de la iglesia, porque su amigo, el príncipe de la Moscowa, le había pedido que lo reemplazara, ya que él no podía asistir. Y, en el momento de la bendición con el Santísimo Sacramento, sintió una gran emoción y una gran paz. Volvió los viernes siguientes y, en el momento de la bendición con el Santísimo, sentía la misma emoción con una paz inmensa.

Pasado el mes de mayo, volvió cada domingo a la misa a la iglesia de santa Valeria, como si un fuerte instinto lo guiara hasta allí. Buscó un sacerdote, el Padre Legrand, para que le hablara de la religión católica y dice: La benévola acogida del sacerdote me impresionó vivamente e hizo caer de un golpe uno de los prejuicios más sólidamente arraigados en mi mente: Tenía miedo a los sacerdotes. Sólo los conocía por las novelas, que los representaban como hombres intolerantes, que sin cesar tenían en los labios las amenazas de la excomunión y las llamas del infierno. Y me encontré con un hombre instruido, modesto, bueno, franco, que lo esperaba todo de Dios.

A principios de agosto de ese año 1847, tuvo que hacer un viaje a Alemania y el domingo 8 de agosto fue a misa a la parroquia de Ems. Allí la presencia invisible, pero sentida por mí, de un poder sobrehumano, empezaron a agitarme. La gracia divina se complacía en derramarse sobre mí con toda su fuerza. En el acto de la elevación (de la hostia y del cáliz) a través de mis párpados sentí, de pronto, brotar un diluvio de lágrimas, que no cesaban de correr… ¡Oh momento por siempre jamás memorable para la salud de mi alma! Te tengo presente en mi mente con todas las sensaciones celestiales que me trajiste de lo Alto… Experimenté, entonces, lo que sin duda san Agustín debió sentir en su jardín de Casicíaco al oír el famoso Toma y lee… De pronto y espontáneamente, como por intuición, empecé a manifestar a Dios una confesión general interior y rápida de todas las enormes faltas cometidas desde mi infancia… Y, al mismo tiempo, sentía también una calma desconocida, que pronto vino a extenderse sobre mi alma como bálsamo consolador… Al salir de la iglesia de Ems, era ya cristiano. Sí, tan cristiano como es posible serlo, cuando no se ha recibido aún el santo bautismo.

A partir de ese día, estaba hambriento de la comunión eucarística. Regresó a París y el día 15 de ese mes de agosto, asistió en la capilla de la calle Regard al bautismo de cuatro judíos convertidos. El bautismo lo administraba el Padre Teodoro de Ratisbona, también judío convertido. Para él la ceremonia fue de gran emoción y le hizo suspirar por su propio bautismo, que se realizó el 28 de agosto, fiesta de san Agustín. Y en el momento de la ceremonia, dice él mismo:

Mi cuerpo se estremeció y sentí una conmoción tan viva y tan fuerte que no sabría compararla mejor que al choque de una máquina eléctrica. Los ojos de mi cuerpo se cerraron, al mismo tiempo que los del alma se abrían a una luz sobrenatural y divina. Me encontré como sumido en un éxtasis de amor y me pareció participar de los gozos del paraíso y beber el torrente de delicias con las que el Señor inunda en la tierra a sus elegidos .

Su entrega a Jesús era total. Por eso, entró en el convento de los Padres carmelitas descalzos, tomando el nombre religioso de fray Agustín del Santísimo Sacramento. Y se ordenó de sacerdote el 20 de abril de 1851. A partir de ese día, toda su actividad sacerdotal la enfocó en fomentar el culto a Jesús Eucaristía. Por eso, se le llama el apóstol de la Eucaristía. Se había comprometido ante Dios con voto a predicar siempre sobre la Eucaristía. Toda su vida fue amar y hacer amar a Jesús Eucaristía, lo que no quiere decir que no amara también a María… Precisamente, decía después de convertido: Todos los pasos, todos los adelantos, los debo de manera bien evidente a nuestra Madre común, a la buena y santa Virgen María, refugio de pecadores, a quien cada día he implorado con fervor.

Una de sus grandes obras fue la fundación de la Adoración nocturna a Jesús Eucaristía. Murió el 20 de enero de 1871 en Spandau, cerca de Berlín, atendiendo a los prisioneros franceses allí confinados, durante la guerra franco-prusiana.

TEODORO DE RATISBONA nació en 1802. Era hijo de un banquero judío de Estrasburgo y consideraba al cristianismo como una especie de idolatría. Escribe:

¡Cuántos combates tuve que sostener contra mis prejuicios y mis repugnancias anticristianas! ¡Más que dificultades de orden intelectual eran las torturas de una conciencia judaica las que había de superar! ¡Yo creía en Jesucristo, pero no podía invocarlo ni pronunciar su Nombre! ¡Tan profunda e inveterada es la aversión que sienten los judíos hacia Él!

Estando enfermo, no me atrevía a invocar al Dios de la fe cristiana por temor de ofender al Dios de Abraham. La oscuridad era terrible, pero triunfó la gracia. El nombre de Jesús brotó de mi boca como un grito de angustia. Esto era en la  tarde, a la mañana siguiente, mi fiebre había desaparecido y estaba totalmente restablecido. Desde entonces, me fue dulce invocar el Nombre de Jesús. También me atreví a invocar a la Virgen santa y llamarla mi Madre.

Oh, ¡cómo suspiraba por ser cristiano! ¡Cómo temblaba de gozo al asistir a una solemnidad católica! ¡No puedo olvidar la impresión primera que recibí en la celebración de una misa, cuando oí los cánticos sagrados, cuyos acordes resonaban en mi alma, colmándola de paz y recogimiento!.

Teodoro de Ratisbona se convirtió y se ordenó sacerdote, trabajando incansablemente en la conversión de muchos otros judíos, por medio de la Congregación de Nuestra Señora de Sión, que él mismo fundó.

ALFONSO MARÍA DE RATISBONA (1814-1884) es hermano del anterior y es otro gran judío convertido. A los quince años había sufrido al ver convertirse a su hermano Teodoro, que al poco tiempo se hizo sacerdote. A los veintiocho años, siendo un banquero exitoso, anticristiano y sólo preocupado de las cosas y placeres del mundo, acepta el reto de su amigo católico, Teodoro de Bussières, de llevar la llamada medalla milagrosa y rezar cada día la oración Acordaos a la Virgen María (compuesta por san Bernardo). En esos días, estaba en Roma a punto de casarse. Entra con su amigo a la iglesia Sant’Andrea delle Fratte de Roma y ocurre el milagro. Mientras miraba la iglesia, desde un punto de vista artístico, se le aparece la Virgen María.

Dice así: Paseé maquinalmente la mirada en torno a mí, sin detenerme en ningún pensamiento; recuerdo tan sólo a un perro negro que saltaba y brincaba ante mis pasos… En seguida, el perro desapareció, la iglesia entera desapareció, ya no vi, o más bien, ¡Oh Dios mío, vi una sola cosa! ¿Cómo sería posible explicar lo que es inexplicable? Cualquier descripción, por sublime que fuera, no sería más que una profanación de la inefable verdad. Yo estaba allí, prosternado, en lágrimas, con el corazón fuera de mí mismo, cuando M. de Bussières me devolvió a la vida.

Al fin, tomé la medalla, que había colgado sobre mi pecho, besé efusivamente la imagen de la Virgen, radiante de gracia… ¡Oh, era, sin duda, Ella! No sabía dónde estaba; si yo era Alfonso u otro distinto; sentí un cambio tan total que me creía otro yo mismo… Buscaba cómo reencontrarme y no daba conmigo. La más ardiente alegría estalló en el fondo de mi alma… Sentí en mí algo solemne y sagrado que me hizo pedir un sacerdote. Se me condujo ante él y, sólo después de recibir su positiva orden, hablé como pude: de rodillas y con el corazón estremecido.

Todo lo que sé es que, al entrar en la iglesia, ignoraba todo; que saliendo de ella, veía claro. No puedo explicar ese cambio, sino comparándolo a un hombre a quien se despertara súbitamente de un profundo sueño; o por analogía, con un ciego de nacimiento que, de golpe, viera la luz del día; ve, pero no puede definir la luz que le ilumina y en cuyo ámbito contempla los objetos de su admiración. Si no se puede explicar la luz física ¿cómo podría explicarse la luz que, en el fondo, es la verdad misma? Creo permanecer en la verdad, diciendo que yo no tenía ciencia alguna de la letra, pero “entreveía el sentido y el espíritu de los dogmas”. Sentía, más que veía, esas cosas; y las sentía por los efectos inexpresables que produjeron en mí. Todo ocurría en mi interior; y esas impresiones, mil veces más rápidas que el pensamiento, no habían tan sólo conmocionado mi alma, sino que la habían como vuelto al revés, dirigiéndola en otro sentido, hacia otro fin y hacia una nueva vida. A partir de ese momento, mis prevenciones contra el cristianismo se borraron sin dejar rastro, lo mismo que los prejuicios de mi infancia. El amor de Dios ocupaba el lugar de cualquier otro amor.

A su amigo Teodoro, que escribió un libro sobre su conversión, le pudo decir al salir de la iglesia:

La he visto, la he visto. Todo el edificio desapareció de mi vista, vi un gran resplandor y en medio de aquel resplandor sobre el altar, se me apareció erguida, espléndida, llena de majestad y de dulzura la Virgen María y me sonrió, no me dijo nada, pero yo1 lo comprendí todo.

Tal como su hermano Teodoro, se hizo un sacerdote ejemplar y hoy es un santo conocido como san Alfonso de Ratisbona. En la iglesia de Sant’Andrea delle Fratte hay una inscripción que recuerda el milagro y donde se leen estas palabras en la capilla de la Virgen: El 20 de enero de 1842, Alfonso de Ratisbona de Estrasburgo, vino aquí judío empedernido. La Virgen se le apareció como la ves. Cayó judío y se levantó cristiano. Extranjero, lleva contigo este preciso recuerdo de la misericordia de Dios y de la Santísima Virgen.

HENRI BERGSON (1859-1941) ha sido el mejor filósofo francés. Su camino hacia la Iglesia lo hizo desde el materialismo científico y ateo hasta encontrar a Cristo como plenitud de la fe judía en la Iglesia. Sus libros La evolución creadora y Las dos fuentes de la moral y de la religión, marcaron su descubrimiento de la existencia del alma y de lo espiritual. No llegó a ser bautizado públicamente por no querer traicionar a sus hermanos judíos en tiempos de persecución, pero era totalmente católico de corazón. En su testamento, escrito el 8 de febrero de 1937, dice así: ¡Mis reflexiones me han llevado cada vez más cerca del catolicismo, donde yo veo el cumplimiento total del judaísmo. Me habría convertido, si no hubiera visto que se prepara una formidable ola de antiseminismo. Yo he querido quedarme entre los que serán perseguidos. Pero yo espero que un sacerdote católico querrá, si el cardenal arzobispo de París lo autoriza, venir a orar ante mis restos. En caso de que no sea posible esta autorización, habría que dirigirse a un rabino sin ocultarle y sin ocultar a nadie mi adhesión moral al catolicismo así como el deseo manifestado por mí de tener en primer lugar las oraciones de un sacerdote católico.

EDITH STEIN (1891-1948) nació en Breslau, Alemania, en 1891. Era de familia judía. Destacó en el colegio y fue a Göttingen a estudiar filosofía. Allí conoció a Husserl y quedó deslumbrada por la nueva fenomenología. En 1914, en tiempo de la primera guerra mundial, se apuntó como enfermera voluntaria. La enviaron a un hospital austríaco. Atendió a soldados con tifus y heridas de toda clase, recibiendo la medalla al valor por su trabajo en el hospital. Con el tiempo, algunas conversiones de amigos suyos le impresionaron y empezó a leer obras sobre el cristianismo.

Cuando murió su profesor de filosofía Adolfo Reinach, fue a visitar a la viuda, de la que era amiga, y al ver su fortaleza espiritual, dice: Allí encontré por primera vez la cruz y el poder divino que comunica a los que la llevan. Fue mi primer vislumbre de la Iglesia, nacida de la pasión redentora de Cristo, de su victoria sobre la mordedura de la muerte. En ese momento, mi incredulidad se derrumbó; el judaísmo palideció ante la aurora de Cristo, Cristo en el misterio de la cruz.

Su fe en Cristo se acrecentó de forma decisiva al leer la Vida de santa Teresa de Jesús, escrita por la misma santa. Dice: Empecé a leer y fui cautivada inmediatamente, sin poder dejar de leer hasta el fin. Cuando cerré el libro, me dije: Ésta es la verdad.

A la mañana siguiente, se compró un catecismo católico y un misal y se puso a estudiarlos rápidamente. Después, se decidió a asistir en Bergzabern a la misa parroquial por primera vez. He aquí sus impresiones: Nada me parecía extraño. Gracias al estudio que había hecho previamente, seguía todas las ceremonias hasta el último detalle. Un sacerdote venerable se llegó al altar y celebró el santo sacrificio con profundo fervor. Terminada la misa, esperé que acabara su acción de gracias. Luego, le seguí hasta la casa parroquial. Allí le pedí el bautismo… El sacerdote me hizo un examen. Mis contestaciones eran perfectas. Pasó revista a toda la doctrina católica. El buen sacerdote, lleno de admiración, ya no se atrevía a rechazar mi bautismo.

El 1 de enero de 1922 renacía a una nueva vida con el bautismo y recibía la comunión. Su madrina Hedwig Conrad-Martius, recuerda aquel día con estas palabras: Lo más bello de todo era su alegría radiante, una alegría infantil.

A partir de ese día, con permiso, pudo comulgar todos los días. Pero fue tanto su entusiasmo por su nueva fe, que se decidió a entregar su vida totalmente a Dios y entró en las carmelitas descalzas de Colonia el 15 de octubre de 1933, a los 42 años de edad, con el nombre de Sor Teresa Benedicta de la Cruz. Así terminaba su itinerario, desde la filosofía fenomenológica de Husserl hasta el Carmelo.

Pero la situación de los judíos de Alemania se hacía cada vez más difícil, así que salió de su convento de Colonia para ir al Carmelo de Echt, en Holanda. Cuando, en la primavera de 1940, Holanda fue ocupada por los nazis, la jerarquía católica holandesa escribió una carta al comisario del Reich, Seyss Inquart, protestando contra el trato vejatorio a los judíos. Se oyeron protestas en los púlpitos como la del obispo de Utrecht. Las SS. alemanas reaccionaron con represalias, deteniendo a todos los católicos de origen hebreo. El 2 de agosto de 1942, se presentaron al convento de Echt en busca de Edith Stein y su hermana Rosa, refugiada allí. Se las llevaron de Holanda con destino desconocido. Más tarde se supo que el destino final de Edith fue las cámaras de gas en el campo de Auschwitz. Allí entregó su alma a Dios el 9 de agosto de 1942.

MAX JACOB (1876-1944) fue un gran pintor y poeta de familia judía. Su juventud estuvo llena de desórdenes y placeres, pero en el interior de su alma estaba insatisfecho consigo mismo y buscaba, como por intuición, un mundo espiritual. Y Dios le sale al encuentro. Dice así:

Era el 7 de setiembre de 1909. Al volver de la Biblioteca nacional, he dejado mi cartera, he buscado mis zapatillas y, al volver la cabeza, había alguien delante de la pared. Sí, había alguien. Mi carne se ha desplomado en tierra. El cuerpo celeste estaba sobre la pared de la alcoba. ¿Por qué, Señor? ¡Oh, perdóname! Se hallaba en un paisaje que yo había dibujado hace tiempo… pero Él ¡qué belleza, qué elegancia y dulzura! ¡Sus hombros, su andar! Llevaba una túnica de seda amarilla con adornos azules. ¡Se ha vuelto y he visto su rostro apacible, resplandeciente!.

Él aseguró haber visto a Jesucristo. Y presentó siempre este acontecimiento como la causa de su conversión. Al día siguiente, va a la iglesia a pedir el bautismo, pero fue despachado con buenas palabras.

El pobre Max no había llegado al extremo de sus penas y desilusiones. La ruta de la conversión era más ardua de lo que él pensaba. No bastaba creer, hacía falta también reajustar su vida entera, lo que no le resultaba fácil, pero el 17 de diciembre de 1914, otra vez se le presenta la aparición en un cine. Él dice: ¿Por qué a mí y no a los otros? ¡Es imposible y con todo es verdad! En el cine, de repente, estoy seguro que era Él, con su túnica blanca, sus largos cabellos negros y ondulados, recogidos un poco en la nuca, ¡Oh Dios mío, yo os amo! .A partir de ese día, insiste tanto en el bautismo que el 18 de febrero de 1915 recibe este sacramento. Como todo convertido, tenía una gran devoción a María, en cuyo honor compuso una letanía.

El 24 de febrero de 1944 era detenido por los alemanes y llevado al campo de concentración de Drancy. Murió el 5 de marzo. En su bolsillo le encontraron un rosario.

RAPHAEL SIMON, siquíatra judío, nacido en 1907 en Nueva York. En el escrito sobre su conversión, titulado The road to Damascus (El camino a Damasco), dice:

Un día, abrí el Nuevo Testamento y leí: “No os inquietéis por vuestra vida, qué comeréis ni por vuestro cuerpo con qué os vestiréis. Mirad las aves del cielo, que no siembran ni siegan ni tienen graneros y vuestro Padre celestial las alimenta… Buscad primero el reino de Dios y su justicia que todo lo demás se os dará por añadidura” (Mt 6, 24-34). Aquí estaba la respuesta de Dios a mis atormentadas preguntas. Una gran paz me invadió. Y decidí dedicar todos los días cierto tiempo para la lectura del Nuevo Testamento… Se me habían abierto los ojos del alma, al descubrir cuán digno de amor es Jesús. Él era verdaderamente el hijo de Dios y había venido a la tierra en forma carnal, habiendo tomado la naturaleza humana en el seno de la Virgen María. Yo había llegado al convencimiento de la divinidad de Jesucristo. Mi origen judío no era ningún obstáculo. ¿No fue su fundador Jesucristo, un judío? ¿No fueron judíos su madre y sus apóstoles? ¿No se formó con judíos la primera comunidad de Jerusalén?… Después de recibir mi bautismo el 6 de noviembre de 1936, encontré en abundancia todo aquello que había esperado. En la Iglesia hallé lo que faltaba en el moderno judaísmo. Dios vivía en medio de su pueblo, los semitas espirituales.

Al final de su vida, se hizo sacerdote y religioso cisterciense.

KENNETH SIMON, médico y científico judío, nació en 1909. Escribió su historia y conversión en el libro The glory of the people (La gloria del pueblo). Se hizo sacerdote en la Trapa de Nuestra Señora del Valle en el estado norteamericano de Rhode Island.

RENÉ SCHWOB (1895-1946) escribió su conversión en el libro Yo judío. En su otro libro Lourdes, ciudad de oración habla de su gran amor a María.

JEAN JACQUES BERNARD (1888-1972), escritor y dramaturgo francés de familia judía. Cuando fue detenido en diciembre de 1941, no era todavía católico, pero en el campo de concentración encontró a Cristo a través de auténticos cristianos y, entonces, se dio cuenta de que Cristo es la culminación del judaísmo, que, en vez de alejarlo de su pueblo, lo había acercado más a él. Dice: Un judío es un hombre de la raza de Cristo, de la raza de la madre de Cristo. Y démonos cuenta también de que un cristiano es un hombre que lleva a Cristo en sí. Cristo se perpetúa sobre la tierra en cada cristiano. Así, un judío que llega a ser cristiano, completa en sí toda una evolución; compensa en cierta medida, la ceguera de aquellos que no han reconocido al Dios anunciado. Y esto exige que un judío hecho cristiano, hecho Cristo sobre la tierra, podrá ser crucificado por los hermanos aún extraviados, aunque él, en su corazón cristiano, no dejará de amarles y de rezar por ellos… Nunca repetirá bastante que el Dios de Israel es nuestro Dios, los profetas de Israel son nuestros profetas y los salmos de Israel impregnan toda nuestra liturgia. El cristianismo se asienta en el judaísmo; igual que una encina echa raíces en el suelo donde fue plantada su simiente…

Antes de mi conversión, iba hacia la Iglesia sin sospechar que iba, al mismo tiempo, hacia Israel. La Iglesia e Israel son una misma y única religión. La religión madre y el complemento. El Antiguo y el Nuevo Testamento. ¡Un mismo Dios! ¡Una misma fe! Después de esto, el sentimiento de mi deuda respecto a los judíos no ha cesado de aumentar… Sé bien lo que venimos a buscar los hijos de Israel en la Iglesia. Por encima de todos los errores, las cegueras, las incomprensiones y las deformaciones, por encima también de los olvidos y de las rutinas, de la pereza y de las somnolencias, venimos a buscar la palabra verdadera de nuestro común hermano, de Jesús, que siempre está vivo.

EUGENIO ZOLLI (1881-1956) nació en 1881 en Polonia. En 1904 va a Viena a seguir la carrera de rabino, fiel a la tradición familiar, ya que por vía materna se habían sucedido rabinos por más de dos siglos. En 1913 se casa con Adela Litwak, una judía polaca muy religiosa, que muere en 1917, dejando una hija: Dora. En 1920 es nombrado jefe rabino de Trieste (Italia) y, ese mismo año, se casa con Emma Majonica, de la que tuvo otra hija: Myriam. En 1933 adquiere la ciudadanía italiana y se cambia el apellido Zoller por Zolli. Fue nombrado profesor de lengua y literatura hebraica en la Universidad de Padua.

En 1935 escribió una carta al rabino jefe de Roma sobre los actos inhumanos cometidos contra los hebreos en Alemania, para que informara a Mussolini. En 1938, ante las leyes racistas, introducidas en Italia, Zolli protestó públicamente. Pero el gobierno italiano le quitó la nacionalidad italiana. En 1940 recibió el cargo de rabino jefe de Roma. Los judíos de Roma estaban divididos entre filofascistas y sionistas. En Roma, durante los primeros meses de su cargo, procuró defender a los hebreos de las leyes antisemitas. Pero la situación empeoró con la llegada de los alemanes a Roma en setiembre de 1943.

El 26 de setiembre, el comandante Herbert Kappler impone a los judíos de Roma el pago de cincuenta kilos de oro para no deportar a 300 de ellos, que estaban fichados. La comunidad judía reúne 35 kilos. Zolli acude al Vaticano para pedir el resto y la respuesta es positiva. Al final, los quince kilos del Vaticano no harán falta, porque se habían conseguido por otros medios. Pero el oro no sirvió de nada, pues las deportaciones comenzaron. Sólo se frenaron por intervención del Papa Pío XII. Por eso, dice él que el hebraísmo mundial tiene una gran deuda de gratitud con el Papa Pío XII.

En 1944, presentó su renuncia al cargo de rabino de Roma por motivos personales. ¿Qué había pasado? Había decidido convertirse al catolicismo. Su conversión no fue cosa de un día, sino un largo proceso, que fue madurando a lo largo de los años. Él cuenta en su Autobiografía algunos de estos momentos importantes, en su camino hacia su conversión o hacia la plenitud de su amor a Jesús.

Hacia fines de 1917 o principios de 1918, una tarde, estaba en casa solo, escribiendo uno de los acostumbrados artículos para la Lehrerstime. De pronto, dejé la pluma sobre la mesa y, como arrobado, comencé a invocar el nombre de Jesús, encontrando mucha paz. Entonces, apareció Jesús en un gran cuadro sin marco, en el ángulo oscuro de la habitación. Lo contemplé durante largo tiempo sin ningún nerviosismo, con perfecta serenidad de espíritu. Ni entonces ni ahora, después de más de treinta años, sabría decir qué pasó en mi alma para producir un fenómeno semejante. ¿De qué se trataba? Ni entonces ni ahora me hago problemas. Para mí, me bastaba saber que era la presencia cercana de Jesús. Entonces, no se me presentó el deseo de hablar de ello con nadie y tampoco me planteé el problema de mi conversión… Jesús había entrado en mi vida interior como un dulce huésped, invocado y bien acogido. El amor de Jesús no significaba renegar de mi fe judía ni abrazar al cristianismo… Yo me sentía judío, naturalmente judío, y amaba naturalmente a Jesucristo. Y, en este amor mío por Jesús, no debían entrar ni el judaísmo ni el cristianismo. Yo con Jesús y Jesús en mí.

Una vez invoqué a Jesús y a María para pedirles la curación de mi esposa, gravemente enferma. Delante de una imagen de la Piedad, dije: “Tú eres madre, madre toda santa, toda santa en el dolor y en el amor. La mujer enferma es madre. Y callé. Vuelto hacia Jesús, le dije: Señor, tú sabes todo. ¿Me ayudarás? Sí, me dijo”. Me sentía con deseos de correr a casa para ver a la enferma. Pero tenía que trabajar y hasta me olvidé de haber rezado. Olvidé hasta el sí del Señor.

Al llegar a casa, la fiebre y el delirio estaban llegando a su grado máximo y yo hacía de enfermero, porque estábamos solos. Pero, a medianoche, de un momento al otro, todo cambió de improviso. No podía creerme a mí mismo. Toqué la mano de la enferma y era una ex-enferma. Comenzamos a hablar… y razonaba perfectamente. Me sentí inquieto, como si me faltara algo, descubriendo que era el Sí de Jesús.

Yo amaba a Jesús y lo amaba cada vez más. Por muchos años, me parecía que se podía unir el judaísmo y el cristianismo. ¿Era esto una ilusión?, ¿una idea absurda? Yo amaba a ambos. ¿Qué podía hacer? El “Día de la Expiación” (Yom Kippur), de otoño de 1944, estaba presidiendo las liturgias religiosas en el Templo (sinagoga de Roma). Estaba en medio de una multitud de personas y comencé a sentir como una niebla espesa en mi alma, y perdiendo contacto con las personas y cosas que me rodeaban… Era la última función litúrgica y yo estaba con dos asistentes, uno a mi derecha y el otro a mi izquierda; pero les dejé recitar a ellos solos las oraciones y el canto. No sentía ni alegría ni dolor. Y, de pronto, vi con los ojos de la mente un prado con hierba luminosa, pero sin flores. En ese prado, vi a Jesucristo, vestido con un manto blanco y sobre su cabeza el cielo azul. Entonces, experimenté una inmensa paz interior. Si tuviera que dar una imagen del estado de mi alma, diría que era un límpido lago cristalino entre altas montañas. Dentro de mi corazón, escuché las palabras: “Tú estás aquí por última vez”. Las tom?
? en consideración con la más grande serenidad de espíritu. Y yo respondí. Amén. Así es, así será, así debe ser.

Al llegar a casa, mi esposa me dijo: “Hoy mientras estabas delante del Arca de la Ley, me pareció, como si la blanca figura de Jesús, te impusiera las manos sobre tu cabeza, como si te estuviera bendiciendo”. Yo me quedé sorprendido, pero muy tranquilo. E hice como si no hubiera entendido. Y ella volvió a repetírmelo palabra por palabra. En ese momento, nuestra hija Myriam, que estaba en su habitación, nos llamó y nos dijo: “Esta noche estaba soñando y veía a Jesús muy alto, blanco, pero no recuerdo nada más”. Unos días después, renuncié a mi cargo de rabino de la Comunidad judía y busqué un sacerdote (Padre Dezza) para que me preparara para el bautismo. Mi conversión fue motivada por el amor a Jesucristo, un amor que vino, poco a poco, por mis meditaciones de la Escritura.

En su libro Mi encuentro con Cristo, dice claramente: Yo había llegado hasta los confines extremos del reino de la Sagrada Escritura del Antiguo Pacto. Yo me dije: ¿no era Jesucristo un hijo de mi pueblo? ¿No era espíritu de mi mismo espíritu? Volví a emprender el difícil camino, camino sembrado de zarzas, que herían la planta del pie e iba dejando a lo largo de todas las sendas huellas de mi sangre bermeja, sangre que brotaba de heridas antiguas no cicatrizadas y de otras que se iban abriendo. Y yo no sabía que ésta era la sangre del Pacto Nuevo, que gracias a esta sangre yo encontraría el camino y la vida en un lejano mañana.

Toda mi vida pasada, ahora lo comprendo, no era más que un fatigoso, largo y doloroso camino hacia la gran luz de Jesucristo y yo doy gracias a Dios por su caridad infinita.

Jesucristo es el camino y el guía sublime. ¡Qué dulzura! ¡Qué suave es nuestro Señor! ¡Soy tan feliz en este mi amor hacia Jesús! Lo quiero y lo debo decir: “Yo amo mucho a Jesús. Yo quisiera que todos lo amaran. ¡Qué hermosa sería la vida! ¡Oh, si el amor de Jesús encendiese e iluminase todos los corazones! En un mundo así, todos serían felices. Los hombres se amarían todos. Todos seríamos hermanos y más que hermanos. ¡Dulce Jesús, difunde el amor! Tú, que eres la Bondad, haznos dignos de amarte y concédenos el don celestial de tu amor. Jesús mío, yo te amo. Te amo siempre más, siempre mejor. Acoge, acoge, acoge este pobre corazón. Es tuyo, es todo tuyo. El mismo amor con que te amo, es tuyo. Soy todo tuyo. Soy feliz de ser tuyo. Quiero serlo siempre, ahora y siempre, ahora y en la hora de la muerte”.

El Padre Dezza, jesuita, rector de la Universidad gregoriana de Roma, fue quien tomó a su cargo prepararlo para el bautismo. Fue bautizado con su esposa Emma por Mons. Traglia el 13 de febrero de 1945 con el nombre de Eugenio en honor del Papa Pío XII. El padre Dezza le dio la primera comunión.

Su hija Myriam se convirtió y se bautizó un año después. Pero, a raíz de su conversión, llovieron sobre él toda clase de amenazas y calumnias. Los judíos lo excomulgaron y declararon apóstata; guardaron ayuno varios días y llevaron luto, como si hubiese muerto. Algunos judíos americanos hasta le ofrecieron dinero para que regresara a su antigua fe. Pero él decía: Después del santo bautismo, no soy capaz de odiar a nadie. Perdono a todos. Perdono, como Cristo me ha enseñado.

Algunos protestantes también se le acercaron para ofrecerle dinero, si con su estudio de la Escritura, encontraba una justificación de las tesis protestantes contra el primado del Papa. Oscar Cullmann, teólogo protestante, en una entrevista al periódico 30 días, declaró que le hubiera gustado poder ofrecerle una cátedra en la Universidad de Basilea. Zolli no sólo rechazó la idea sino que se puso a escribir un libro para probar el primado del Papa, titulado La confesión y el drama de Pedro, que quedó inconcluso a su muerte.

Cuando le preguntaron algunos por qué no se había hecho protestante, respondió: Protestar no es testimoniar. ¿Para qué han esperado 1500 años para protestar? La Iglesia católica fue reconocida por el mundo cristiano como la verdadera Iglesia durante quince siglos seguidos. Después de estos quince siglos nadie puede decir que la Iglesia católica no es la Iglesia de Cristo sin plantearse serios problemas. Yo admito la autenticidad de una sola Iglesia, aquella que fue anunciada a todos por mis propios antepasados, los doce apóstoles, que, como yo, han salido de la Sinagoga.

El Padre Dezza le ofreció alojamiento a él y a su familia dentro de la Universidad gregoriana y allí se desempeñó, varios años, como profesor del Instituto bíblico. El mismo Padre Dezza dice que, siendo profesor, cada mañana asistía a la misa en la capilla, comulgaba y se quedaba largo tiempo en oración. Cuando, una vez, le dije que era hora de desayunar, me dijo: “Se está tan bien en la capilla con el Señor que no quisiera salir jamás”. Y les decía a los católicos: Vosotros, que habéis nacido en la religión católica, no sois conscientes de la riqueza que habéis recibido desde la infancia por la fe y la gracia de Cristo, pero yo, que he llegado a la fe después de un largo trabajo de años y años, aprecio la grandeza del don de la fe y siento toda la alegría de ser cristiano.

Murió el 2 de marzo de 1956 a los 75 años y sus restos descansan en el cementerio de Verano de Roma. El gran mensaje que nos deja a todos es: El judaísmo es la promesa y el catolicismo el cumplimiento de la promesa; el Mesías, prometido al pueblo judío, ya vino en la persona adorable de Jesús, nuestro Dios y Señor; a quien él tanto amó, incluso antes de convertirse.

KARL STERN (1905-1975), de familia judía, nació en Alemania, pero pudo huir, cuando comenzaron las persecuciones contra los judíos por los nazis. Su proceso de conversión comenzó poco a poco, cuando estaba trabajando en el Instituto de Siquiatría de Munich. Por las noches, se reunía a estudiar la Biblia con una mujer católica, Frau Flamm, y una pareja de esposos japoneses, los Yamagiwa, que eran protestantes. Un día de diciembre de 1933 fue por primera vez a una iglesia católica a oír el tema Judaísmo y cristianismo, que iba a ser dictado por el cardenal de la ciudad. Esto tuvo un efecto muy positivo.

Dice: El sermón me vino como especialmente pensado y dicho para mí y dejó una huella imborrable en mi alma. Recuerdo que las ligeras alusiones al pensamiento paulino con respecto al judaísmo postcristiano, descubrieron ante mi vista un mundo nuevo.

Debo confesar aquí, anticipadamente, que me costó mucho tiempo (aproximadamente diez años) el aceptar la divinidad de Jesucristo. Cuanto más creía en Él como Mesías, más me veía arrastrado hacia una especie de arrianismo, considerándolo simplemente como el personaje histórico o el profeta, que cumplía y rebasaba todas las profecías.

Fue una sensación dolorosísima para mí el ver que, precisamente, cuando acababa de redescubrir al judaísmo, cuando comenzaba a sentir en mi corazón el inmenso orgullo de mi rica herencia espiritual, en medio de un mundo de vulgar estupidez, cuando apenas había logrado la posesión de una verdad absoluta, tenía que abandonar lo que había hallado. Hoy día veo que, realmente, no tenía que abandonar nada. En el plano espiritual, el cristianismo es judaísmo, judaísmo llevado a su consumación. No hay una sola verdad esencial del Antiguo Testamento que rechace el cristianismo.

Vi, entonces, que la suerte de mi pueblo estaba estrechamente asociada a la suerte de Cristo en el mundo, que había gentes en torno mío que llevaban en su corazón al Dios de Israel, aunque no eran judíos; y, en la intensidad y profundidad de sus vidas, vi cumplida la profecía mesiánica de Isaías. Esto fue para mí el principio de una nueva perspectiva de la vida.

Se había roto en pedazos algo de lo antiguo, aunque yo me empeñaba en que no era así, y había brotado algo nuevo. No veía aún claro adónde era conducido, pero sentía que nuevas luces significaban nuevos deberes y barruntaba que llegaría la hora en que tendría que dar el tremendo salto hacia lo desconocido.

Empecé a pensar: Si fuera cierto que Dios se hizo hombre por nosotros y que su vida y muerte tienen sentido personal para cada uno de los millones de seres humanos que se gastan en la hediondez de los tugurios, en un mundo sin horizontes, en sofocante angustia de odio, enfermedades y muerte; si fuera eso cierto, aún habría algo que da a la vida un valor infinito. ¡Pensar que llama a las puertas de esos millones de oscuras moradas, quien puede ofrecer promesas seguras a cada uno de sus habitantes! Cristo salva el caos de la historia y, al mismo tiempo, salva la mezquindad de cada existencia personal.

Un día de 1938, estando ya en Londres, entré a una iglesia católica a orar. Era la iglesia de los padres dominicos de Hampstead, cerca de nuestra casa. Iba todas las mañanas antes del trabajo. Oraba en el altar derecho. No tenía idea exacta de ello, pero creía, de algún modo, en el poder de la oración. No recuerdo de qué forma había llegado a esa convicción, pero aceptaba la eficacia de la oración como una verdad incuestionable. Y ponía en ella mucha fuerza, por no saber qué otro socorro práctico podía ofrecer a mi padre y a mi hermano (lejanos).

La providencia me había hecho judío. Me sentía tal con todas las fibras de mi corazón. Sentía en el judaísmo el calor protector de la sangre. ¿Cómo podría dudar nunca de que mi deber estaba entre ellos? Sin embargo, lejos, a mi espalda, oía voces apagadas que me recordaban otra lealtad.

Aquellos cristianos de Munich, que habían sufrido por nosotros en la noche de la aniquilación y con los cuales había visto, por primera vez, un Israel supranacional, parecían hacerme señas de que no los traicionara. También aquello me imponía una obligación. Sabía que había sacerdotes y ministros en los campos de concentración; sabía que, entre tanta ruindad y brutalidad, había infinidad de inestimables sacrificios anónimos, que se llevaban a cabo en nombre de Jesús de Nazaret, el ungido de Israel; sacrificios realizados por quienes no pertenecían a nosotros por la carne… Durante bastante tiempo pensé que me sería posible permanecer judío, conservando el secreto de Jesús… Imposible que Cristo exigiera de nosotros la deserción en el momento preciso en que nuestro pueblo se debatía entre espasmos de agonía. La mayor parte de los judíos, que se mantienen con el pie en el umbral de la Iglesia, creen que ni Jesús hubiera abandonado la comunidad judía del dolor en un momento tan crítico de la historia. Sin embargo, había algo oscuro en este pensamiento y es que, por primera vez en la historia desde Cristo, en esta persecución nazi, no se acosaba a los judíos a causa de su religión, sino únicamente a causa de su raza.

En rigor, había visto que los cristianos judíos de Alemania lo pasaban, frecuentemente, peor que los judíos de religión, repudiados por los cristianos por judíos, y por los judíos por renegados. Participaban en esto de la suerte de Cristo, de quien dice Pascal que era, igualmente, indeseado por paganos y por judíos. Por este tiempo, pasé muchas tardes en conversación con una monja del Sagrado Corazón.

La Iglesia católica está formada por la masa de la humanidad y de aquí que, el extraño que se acerca a ella, tropiece con una espesa corteza de mediocridad… Nos costó también a nosotros tiempo y trabajo el ver el inmenso tesoro escondido de santidad anónima, que hay en la Iglesia; el poder espiritual que fluye y refluye a diario en millones de almas desconocidas, los ríos de sacrificios que hacen por motivos sobrenaturales multitudes de humildes obreros, religiosos de comunidad, sacerdotes y laicos juntamente. Bajo un aspecto superficial, hay otra vez aquí una extraña semejanza entre el judaísmo y la Iglesia: la mala conducta de un miembro se hace más pública que la santidad de cien.

En Londres escuché a predicadores no católicos de diversas denominaciones. Varias cosas me causaron sorpresa en ellos. No les oí jamás nada positivo, incompatible con la doctrina católica. Todos, me parecía, que recalcaban ideas que había ya encontrado en la Iglesia. Los únicos puntos en que no se expresaban como católicos eran negaciones. Lo que en sus orígenes fueron anhelos de libertad los ha conducido a un extraordinario subjetivismo… la Iglesia refleja facetas diversas de la historia. El Evangelio es siempre el mismo, pero la vida del Evangelio, en la barahúnda del siglo IV se echa de ver en san Agustín. La vida del Evangelio en las alturas de los siglos medievales, se contempla en santo Tomás de Aquino. En el siglo XIX, la Iglesia comenzó a exaltar el caminito (de infancia espiritual de santa Teresita), la vida mística de las almas humildes. Ésta era la única respuesta apropiada a la amenaza de la época de los negocios. Cristo tiene siempre la respuesta más propia a flor de labios y nos la da por medio de sus santos… La Iglesia no hace más que reafirmar un aspecto de su doctrina eterna. Cada siglo, la Iglesia toma un lápiz rojo en la mano y subraya ciertas palabras del Evangelio, que resultan ser las más a propósito para las circunstancias del momento.

No olvidaré jamás la mañana de mi bautismo y primera comunión (21 de diciembre de 1943). Exteriormente todo parecía igual que todas las mañanas de diciembre. Al entrar en la iglesia de los padres franciscanos de Montreal, afuera era todavía oscuro. Dentro estaba la aglomeración de pueblo que uno encuentra siempre en todas las iglesias católicas en los distritos más poblados de las grandes ciudades. Eran hombres y mujeres de las pequeñas viviendas contiguas a los andenes del tren y de las vecindades del núcleo comercial de la ciudad. Algunos parecían empleados de un hospital vecino. Iban a misa temprano, después de trabajar toda la noche. Nuestras vidas, la de mi esposa y de mis amigos, habían llevado una marcha convergente con la de aquellos desconocidos, que nos rodeaban. También sentí como si estuvieran con nosotros: mis padres, Kaspar Russ, Jacques Maritain, Dorothy Day y las piadosas sirvientas de casa de nuestra infancia. Sobre una cosa no tenía la menor duda: nosotros habíamos corrido acercándonos o alejándonos de Cristo, pero Él había estado siempre en el punto céntrico de los acontecimientos.

Karl Stern, gran siquíatra canadiense de origen alemán, que encontró en Cristo al Mesías prometido al pueblo judío durante siglos.

BERNARD NATHANSON, considerado el rey del aborto, porque había dirigido la clínica abortista más grande del mundo en Nueva York, era de familia judía, aunque había perdido la fe y era prácticamente ateo.

En su libro autobiográfico La mano de Dios, nos cuenta su conversión.

He trabajado como nadie para hacer el aborto legal y disponible a petición (en USA). En 1968 fui uno de los tres fundadores de la liga de acción nacional por el derecho al aborto. Dirigí la mayor clínica abortista de Estados Unidos y, como director, supervisé decenas de miles de abortos (más de 70.000).

Nuestra línea de conducta favorita era achacar a la Iglesia cada muerte producida por abortos caseros. Se daban cada año unas trescientas muertes por abortos delictivos en los años sesenta en USA, pero Naral y sus notas de prensa afirmaban tener datos que apoyaban la cifra de cinco mil… Cuando la nueva normativa (del aborto legal) entró en vigor el 1 de julio de 1970, organicé y puse en escena un amplio simposio sobre técnicas abortistas en el centro médico de la Universidad de Nueva York… El negocio se disparó. En seis meses, la clínica, cuyo nombre oficial era “Centro para la salud reproductora y sexual”, pero se conocía vulgarmente como Servicios a mujeres, aumentó su cuenta diaria de abortos pasando de 10 a 120.

Yo mismo realicé el aborto de mi propio hijo… A mitad de los años sesenta, dejé en cinta a una mujer que me quería mucho. Me rogó seguir adelante con el embarazo y tener a nuestro hijo… Yo ya había tenido dos matrimonios fracasados, ambos destruidos, sobre todo por mi narcisismo egoísta y mi incapacidad de amar… No veía salida a la situación y le dije que no me casaría con ella y que, de momento, tampoco me llegaba para mantener un hijo y no sólo exigí que acabara con el embarazo como condición para continuar nuestras relaciones, sino que también le informé fríamente que yo mismo realizaría el aborto. Y lo hice.

Había realizado muchos miles de abortos a niños inocentes y había fallado a mis seres queridos. De mi segundo y tercer matrimonio no puedo escribir en detalle, todavía es demasiado doloroso para mí. Cuando escribo esto, yo he pasado por toda la panoplia de remedios seculares: alcohol, tranquilizantes, libros de autoasistencia, consejeros. Incluso me he permitido cuatro años de psicoanálisis a principios de los setenta… Yo me despreciaba a mí mismo. Quizás había llegado por fin al principio de la búsqueda de la dignidad humana. Había empezado a hacer un autoexamen serio… Yo sabía que la enfermedad principal consistía en cortar los lazos entre el pecado y la culpa… Necesitaba ser llamado al orden y educado.

Cuando a principios de los años setenta, los ultrasonidos me mostraron a un embrión en el vientre materno, sencillamente perdí la fe en el aborto a petición… Quedé estremecido hasta el fondo del alma por lo que vi. Las cintas eran asombrosas. Algunas no eran de mucha calidad, pero seleccioné una de mejor calidad que el resto y empecé a ponerla en encuentros pro-vida por todo el país… Don Smith quiso convertir mi video en una película y así es como acabó haciéndose “El grito silencioso”, que tanto furor había de causar… El grito silencioso mostraba cómo se despedazaba en el útero un feto de doce semanas con una combinación de succión e instrumental de aplastamiento por parte del abortista… El grito silencioso era un arma poderosa. No consiguió cambiar la mente de los legisladores, pero creo, y lo digo humildemente, que ha salvado la vida de algunos bebés. Al menos, espero que así haya sido.

Y, por primera vez, en toda mi vida adulta, empecé a considerar seriamente la noción de Dios, un Dios que me había conducido inexplicablemente por todos los intricados círculos del infierno, sólo para enseñarme el camino de la redención y la misericordia a través de su gracia… No experimenté una instantánea epifanía cegadora ni empecé a rezar Avemarías… En mi caso, fui llevado a una búsqueda, revisando las literaturas de las conversiones, incluyendo “El pilar de fuego” de Karl Stern. También leí a Malcolm Muggeridge, Walter Percy, Graham Greene, C.S. Lewis, al cardenal Newman y a otros más.

Por fin se bautizó en la catedral de San Patricio de Nueva York, el 9 de diciembre de 1996. Fue un momento muy difícil. Estaba completamente emocionado. Y, después, cayó esa fría agua purificadora sobre mí y voces suaves y un inexpresable sentimiento de paz… Soy optimista ante el futuro, independientemente, de lo que puede traer consigo, porque he vuelto mi vida hacia Cristo. Ya no tengo control de mi vida ni quiero tenerlo. Nadie puede hacerlo peor de lo que yo lo hice. Ahora estoy, simplemente, en las manos de Dios.

Bernard Nathanson se dedicó hasta su muerte a practicar la ginecología en las zonas más pobres de Nueva York para ayudar a los más necesitados. Un hombre que nació de nuevo por el bautismo y a quien Dios dio una nueva oportunidad de ser feliz, como te la da también a ti.

JERI WESTERSON, periodista, escritora y novelista. Dice sobre su conversión: Yo era judía, pero sólo de nombre. Me consideraba atea y actuaba como tal, pero crecí en la tradición del judaísmo americano…

Yo quería ser novelista y estaba escribiendo mi última novela sobre los monjes de la Edad Media. Por eso, fui a entrevistar a monjes reales a un monasterio benedictino. Yo no sabía si sería bien recibida como mujer y como judía… Tenía muchos prejuicios y equivocadas ideas sobre la Iglesia como muchos no-católicos. En el monasterio me dieron una habitación para alojarme. Sobre mi cama, había en la pared un crucifijo. Algunos años antes, la presencia de tal símbolo me habría vuelto nerviosa, pero ahora no estaba nerviosa. ¿Era familiaridad? ¿Era otra cosa?

Pero en medio de mis reflexiones sobre la vida de los monjes, aquella primera noche sucedió algo. Es difícil describirlo con palabras, aunque lo he intentado varias veces. Yo sentí, de repente, una presencia inmensa, que venía de fuera y que me rodeó y llegó a lo más profundo de mi ser. Y una voz, que no era voz, dijo dos simples palabras: “Wake up” (Despierta). Yo me sentía como un vaso vacío que es llenado al instante. En aquel momento, la atea judía se dio cuenta de que aquella voz no era imaginación, sino que era la verdadera voz del Espíritu de Dios… ¿Era aquello una experiencia cristiana? ¿Estaba aceptando a Dios y a Jesucristo?

Decidí intentar dormir, pero, después de una noche sin dormir, me levanté a las 4,45 a.m., la hora en que los monjes van a rezar… En la misa, fui de nuevo tocada por una emoción que no podía comprender. Me senté y lloré sin comprender la gran magnitud de lo que el Espíritu Santo estaba haciendo en mí.

En mi camino a casa, mientras manejaba mi coche, me preguntaba qué pensaría mi esposo de estos sentimientos que estaba teniendo. Yo pensaba que estos sentimientos podrían desaparecer en un mes y los olvidaría como un sueño agradable. Pero, para mi sorpresa, después de un mes, los sentimientos eran aún más intensos, hasta que le dije a mi esposo que estaba pensando en convertirme a la Iglesia católica… Tuve que rehacer toda la novela y comencé a leer los Evangelios y a ir a misa… Busqué hablar con un sacerdote, Fr. Gerard McGuinness, quien me llevó a su oficina y escuchó toda mi historia.

Empecé a leer libros sobre la Iglesia, pues no podía aceptar todo fácilmente. Escuchaba misa todos los días… Después de varios meses de oír misa todos los días, comenzó mi preparación llamada “Iniciación cristiana de adultos”. Algunas doctrinas, como la Trinidad o la Eucaristía, no fueron difíciles de aceptar, pero la devoción a María y rezar rosarios fue algo más duro… Fui bautizada en Pentecostés, y ese día recibí la Eucaristía. Yo me emocioné muchísimo… Mi hijo fue bautizado seis meses después de mí y, dos años más tarde, mi esposo. En mi primer año de católica, fui lectora y ministro de la Eucaristía, me uní al coro y llegué a ser profesora de educación religiosa. En mi segundo año, me nombraron directora del coro y ahora soy coordinadora y enseño en el programa de Iniciación cristiana de adultos. Me siento muy agradecida de haber vuelto a casa en la Iglesia católica.

JEAN MARIE LUSTIGER, nacido en París en 1926 de familia judía, originaria de Polonia, relata en su libro La elección de Dios los recuerdos de su infancia y juventud hasta su conversión al catolicismo. También responde a una serie de preguntas que le hacen los periodistas, Missika y Wolton, escéptico uno y agnóstico el otro respectivamente.

Cuenta Lustiger la desesperación de sus padres, cuando quiso hacerse católico y los esfuerzos que hicieron para desanimarlo de esta decisión, que tomó junto con su hermana. Había comenzado hacía tiempo a leer a escondidas el Evangelio y algunos libros cristianos. También influyeron en su decisión algunos amigos católicos. Él cuenta así el momento clave: Entré un día en la catedral (de Orleans). Era un día que hoy sé que era Jueves Santo. Me detuve en el crucero sur, donde brillaban un amontonamiento ordenado de flores y luces. Permanecí un buen rato absorto. Yo ignoraba el significado de lo que veía. No sabía qué fiesta se celebraba ni qué hacía aquella gente allí en silencio. Volví a mi habitación. No dije nada a nadie. Al día siguiente, volví a la catedral. Quería volver a ver aquel lugar. La iglesia estaba vacía. Espiritualmente vacía también. Sufrí la prueba de aquel vacío: no sabía que era viernes santo. No hago más que describir la materialidad de las cosas y, en aquel momento, fue cuando pensé: quiero que me bauticen… La persona de la casa, donde nos hospedábamos, me dirigió al obispo de Orleans, Monseñor Courcoux. Era un oratoriano muy culto; me instruyó en la doctrina cristiana mediante clases particulares. Desde el comienzo de nuestros encuentros, me aconsejó que pidiera permiso a mis padres. El día que hablé con mis padres fue una escena muy dolorosa, totalmente insoportable. Al final, aceptaron… Yo no tenía en absoluto la sensación de traicionar (la condición judía) ni de esconderme ni de abandonar algo, sino, por el contrario, de haber descubierto el alcance, el significado de lo que había recibido al nacer. Pero a ellos les parecía incomprensible, absurdo, era lo peor de todo, la peor desgracia que podía haberles sucedido…

Para ser exacto, creí en Jesucristo, el Mesías de Israel. Cristalizó en mí algo que llevaba dentro desde hacía años y que no había explicado a nadie. Supe que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios.

A su madre la deportaron y murió en el campo de concentración de Auschwitz. Él empezó a ir a misa todos los días. Y en 1946, a los veinte años, ingresa al Seminario, porque quiere ser sacerdote. Es ordenado sacerdote en 1954 y, durante quince años, se dedica a trabajar como capellán de universitarios. En 1969, es nombrado párroco. En 1979 es nombrado obispo de Orleans y dice:

El hecho de encontrarme en la catedral de Orleans, exactamente en el mismo lugar en el que por primera vez tuve la intuición del Mesías sufriente, la ofrenda del cuerpo y la sangre derramada, y su presencia en la Eucaristía, aquello daba a mi existencia en Orleans una intensidad extraordinaria… El despacho donde el obispo Monseñor Courcoux me había instruido en la doctrina cristiana, se convertía en mi despacho; celebraba la misa en la misma capilla donde me habían bautizado. Me encontraba con sacerdotes y laicos que habían sido mis compañeros de clase y ahora era yo su pastor. Dios me pedía que les diera lo que yo había recibido de ellos.

Al año y tres meses de ser obispo de Orleans, lo nombraron arzobispo de París y después cardenal.

Jean Marie Lustiger, un hombre de gran cultura y mucha apertura a todas las culturas, que vivió en propia carne la discriminación por ser judío y que aprendió que el Mesías prometido al pueblo de Israel era un Mesías sufriente, que se nos presentó en la persona de Jesús.

MARTIN K. BARRACK escribe sobre su conversión: Yo nací en una familia judía. Cristo y los católicos eran las cosas más lejanas de mi mente. Conocí a Irene, una católica fervorosa, y me casé con ella. Durante los siguientes veinte años, ella vivió como católica y yo como judío. Yo la llevaba a misa los domingos, cuando hacía mal tiempo, y ella me preparaba cariñosamente comidas judías en las fiestas. Un día, cuando yo tenía 43 años, caminaba hacia un centro comercial, cuando sentí una paz muy grande según me acercaba a la iglesia católica cercana, y una voz interior me decía: “Yo te amo, siempre te he amado. Ven a casa…” Cuando pasé la iglesia, el sentido de paz disminuyó.

Yo lo atribuí todo eso a mi imaginación y no le di importancia, pues desapareció al llegar al centro comercial. Pero lo mismo sucedió al regresar. Según me acercaba a la iglesia, tenía el mismo sentimiento de paz. Unas semanas más tarde, hice el mismo recorrido. Ya había olvidado lo ocurrido y me sucedió lo mismo, y vino a mí la misma voz interior. Entonces, empecé a pensar que Dios me llamaba para algo.

Una noche, Irene y yo vimos un documental sobre la Sábana Santa de Turín. Estudié el asunto y me convencí de que allí, en la Sábana Santa, había estado el cuerpo de Jesús y que su imagen se había grabado en el momento de la resurrección, según decían también algunos científicos.

Entonces, empecé a pensar: Si Jesús resucitó, Jesús es Dios. Así empecé a pensar seriamente en hacerme cristiano. Leí el catecismo de la Iglesia con todas las enseñanzas de la fe católica y comencé a asistir a clases para la formación cristiana de adultos. Así comprendí que el catolicismo completa al judaísmo, y que hacerse católico era llegar a casa.

La Vigilia de Pascua de 1989 fue el día más grande de mi vida. Recibí los tres sacramentos: bautismo, confirmación y comunión. A mi familia judía les decía que aceptaba a Jesús como el Mesías prometido y, aceptaba toda la herencia judía. Que así como en la sinagoga hay un tabernáculo con la Palabra de Dios escrita, así en la Iglesia católica hay un tabernáculo con la Palabra de Dios hecha carne, Jesús Eucaristía.

PADRE JOSÉ CUPERSTEIN es un amigo personal. Él me manifestaba así su testimonio:

Yo soy de familia judía y practicaba la religión judía. Estaba casado y tengo dos hijos. Después de algunas desavenencias con mi esposa, decidimos divorciarnos y yo le di el libelo de repudio según nuestra religión. El 24 de setiembre de 1982, fui a cenar a un restaurante en compañía de mis padres. Este restaurante Agua viva estaba dirigido por unas laicas consagradas. A la entrada, me impactó una linda imagen de María y, por un impulso interior, le pedí que ayudara a mi padre enfermo. Al final de la cena, las hermanas cantaron el Ave María y esto me emocionó. Aquí comenzó el proceso de mi conversión, pues la Virgen Santísima me concedió lo que le pedí y, a partir de entonces, todos los meses le llevaba flores para su imagen.

En febrero de 1983 tuve un sueño decisivo. Soñé que me perseguían y me refugié en una casa antigua colonial. Llegué a un salón grande, donde había un crucifijo. Me postré ante el Cristo crucificado y vi cómo desaparecieron mis enemigos. Sentí tanta paz al despertar que, desde entonces, comencé a amar a Jesús. Ese mismo año pedí que me prepararan en la iglesia de San Pedro, del centro de Lima, y me bauticé. Después de mi bautismo, acostumbraba a ir a esa misma iglesia a rezar el rosario, oír misa y comulgar todos los días, después del trabajo. Era mi encuentro diario y personal con Jesús. Así, sin darme cuenta, empezó mi deseo de ser sacerdote. Por supuesto que no fue fácil, tuve que dejarlo todo. Mis hijos ni me hablan. Pero mi amor a Cristo fue más fuerte y me preparé en el Seminario hasta que el 7 de octubre de 1993 me ordené de sacerdote.

El Padre Cuperstein, como muchos otros convertidos, llegó a Cristo por medio de María. Y ha hecho de la Eucaristía el centro de su vida. Actualmente, es párroco en una parroquia de la periferia de Lima.

SOR MARY OF CARMEL me contaba su conversión en una carta personal. Me escribía así: Yo nací en Londres, en una familia judía. A los 11 años, mis padres me enviaron a estudiar a una escuela, regentada por unas religiosas católicas. Un día, una amiga católica me invitó a visitar la capilla del colegio y, al entrar, instantáneamente, sin pensarlo, sentí, con una fuerte claridad, que allí en el sagrario, que yo llamaba Box (caja), allí estaba Dios. No sabría explicarlo, pero esto mismo me pasó en las dos siguientes iglesias católicas que visité. Entonces, me di cuenta de que la Iglesia católica tenía la presencia de Dios y que yo debía hacerme católica y ser religiosa como las hermanas de mi colegio.

Me bauticé a los 14 años. Al día siguiente, hice mi primera comunión. Mis padres se bautizaron y se casaron por la Iglesia cuatro años más tarde. Yo, por mi parte, decidí ser religiosa carmelita descalza, después de leer la Autobiografía de santa Teresita.

Sor Mary of Carmel me sigue escribiendo desde Up Holland, Inglaterra, donde vive en su convento. Ya tiene 80 años, pero es feliz en su vida religiosa, amando a Jesús, que siempre la sigue esperando en la Eucaristía.

REFLEXIONES

Los convertidos del judaísmo han visto en Cristo al Mesías de Israel, al Dios hecho hombre que vino a cumplir las esperanzas de Israel. Esto lo explica muy bien san Pablo de sí mismo: Circuncidado al octavo día, de la raza de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo, hijo de hebreos, y según la Ley un fariseo; por el celo de ella, perseguidor de la Iglesia y, según la justicia de la Ley, intachable. Pero lo que tenía como ganancia, ahora lo tengo por Cristo como pérdida y todo lo tengo por pérdida a causa del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por cuyo amor todo lo sacrifiqué y todo lo tengo por basura, con tal de ganar a Cristo (Fil 3,5-8).

Para Pablo, una vez convertido, Cristo es el centro de su vida. Todo lo demás no vale nada, es como basura. Si sois de Cristo, sois descendencia de Abraham, herederos según la promesa (Gál 3,29). Por eso, la Iglesia es la continuación del Israel de Dios, el cristiano es un judío en plenitud, y Cristo es el Mesías prometido a través del cual Dios da la salvación al mundo entero. De ahí que, cuando un judío se convierte, no tiene que dejar de ser judío sino asumir su herencia y vivirla plenamente en Cristo y por Cristo. Todos los católicos somos espiritualmente judíos y participamos de la herencia espiritual del pueblo judío.

Ojalá aprendamos nosotros de los judíos convertidos ese amor a Jesucristo como Mesías, como Dios y Señor, a quien debemos entregar nuestra vida entera con todo lo que somos y tenemos. Jesús quiere transformarnos en sus testigos y predicadores de su Palabra a través del mundo. ¿Estás dispuesto? Él te necesita.

Fuente: “Ateos y Judíos convertidos a la Fe Católica” del Padre Ángel Peña O.A.R. Lima Perú 2005

VIDEO

La salvacion viene de los Judios-«Soy judio y católico» 1/5

IR ARRIBA

Categories
ARTÍCULOS DESTACADOS Biblia y otros libros Disidentes Medio Oriente Musulmanes NOTICIAS Noticias 2013 - enero - agosto Noticias bis Política Política regional Predicciones Religion e ideologías Religión y política

Profecía del Corán predice el regreso de los Judíos a Israel

Los palestinos no deben reclamar Jerusalén.
El Corán, libro dictado por Allah a Mahoma, predice que los judíos regresarán a la tierra que les pertenece. Y los palestinos no pueden reclamar Jerusalén porque desmentirían la profecía. Este es un factor de conflicto en la interna musulmana. Y quienes lo sostienen, dicen que la guerra contra los judíos tiene causas políticas y la sangre que corre se debe a la ira de Allah por no obedecer su profecía.

 

 

Esta tesis es comentada por el musulmán Alí Salim en el sitio especializado en medio oriente Gatestone Institute, que tiene un contenido pro judío y anti islamismo radical, lo que justifica la tesis y su difusión hasta puede ser parte de una operación. Ver artículo completo aquí, el cual resumimos en adelante.  

Constantemente oímos discursos de odio hechos por el presidente egipcio, Mohamed Morsi, o el Presidente turco Erdogan, o llamadas realizadas desde Qatar por el líder de la Hermandad Musulmana, el jeque Yusuf al-Qaradawi y por el jefe de Hamas de la Franja de Gaza Khaled Mashaal, para el exterminio de los Judios. Sin embargo, hay otros musulmanes que, basándose en el Corán, consideran que esa es una herejía respecto a las enseñanzas del Corán.

Y se preguntan, ¿Es posible que Allah, quien en su infinita misericordia, les llama el pueblo elegido, y les promete la Tierra Santa, también planea matarlos, utilizando a los musulmanes en Palestina como su intermediario? Los musulmanes creen que Allah no rompe sus promesas.

A LOS PALESTINOS NO LES PERTENECE EL TERRITORIO DE ISRAEL

Es una herejía y una violación de la voluntad de Dios eludir las llamadas para el reconocimiento de Jerusalén como capital oficial de los Hijos de Israel y el traslado de la embajada americana. No tiene en cuenta la profecía del Corán, que predice el regreso de los Hijos de Israel a su tierra desde los cuatro ángulos de la tierra, como está escrito en Al-Isra, verso 104.

El líder palestino Yasser Arafat, por ejemplo, inventó la que los palestinos son descendientes de los jebuseos y otras tribus cananeas. Detrás de esta invención está el intento de Arafat para «probar» que los palestinos vivían en Tierra Santa antes que los hijos de Israel, y que por lo tanto tienen más derecho a ella.

Según el Corán, sin embargo, «una raza de gigantes» vivió en la Tierra Santa, pero fueron destruidos por los Hijos de Israel, dirigidos por Josué, con la ayuda de Allah. Nunca hubo «palestinos» en Tierra Santa, ni tampoco hay una sola palabra de ellos en el Corán, ni ninguna profecía en cuanto a su existencia, ni derecho alguno a Tierra Santa o en cualquier otro lugar en el futuro o en el Día de Sentencia.

Los palestinos no se mencionan ni siquiera se insinúan en el Corán, pero los hijos de Israel se mencionan en innumerables ocasiones y se les menciona como el pueblo elegido, como está escrito en Al-Baqara, versículo 47, «Oh, hijos de Israel, recuerda el favor que les he concedido a ustedes prefiriéndolos sobre los otros del universo.» 

Se mencionan como herederos de la Tierra Santa que, según todos los comentaristas islámicos, es Jerusalén y el país que la rodea.

La afirmación de algunos musulmanes de que la promesa divina a los Hijos de Israel aparece en el Corán en tiempo pasado y por lo tanto no es relevante hoy, es una mentira maliciosa. La mayor parte del Corán fue escrito en pasado, pero lo que está escrito acerca de los Hijos de Israel era una promesa y una profecía, y Allah no cambia de parecer o rompe sus promesas.

El que dice que los «verdaderos» hijos de Israel desaparecieron y que los Judios de hoy no son los verdaderos hijos de Israel del Corán está equivocado, porque si no hay hijos de Israel entonces la profecía de Mahoma es irrelevante porque previó el regreso de los Hijos de Israel a su tierra por tercera vez dándoles instrucciones para que se asienten, y la promesa que si hacen lo recto ante los ojos de Allah y actúan bien tendrán éxito, como está escrito en Al-Isra, versículos 6 y 7.

Y si una profecía es falsa entonces todas son falsas, y el Corán no tendría valor.

EL ISLAM EN PALESTINA

Para el crédito del Islam hay que decir que en el siglo VII los ejércitos del Islam invadieron Palestina y lo arrebataron de los bizantinos, y que Jerusalén se entregó sin luchar a los musulmanes por el obispo cristiano Sofronio.

Este fue el comienzo de la presencia árabe en la Tierra Santa, que terminó y fue renovada durante años bajo diversas conquistas, incluyendo los cruzados, pero terminó para siempre hace casi un siglo, cuando los turcos volvieron a casa.

La Tierra Santa se le dio de nuevo a las manos de los hijos de Israel, de acuerdo con el decreto del Corán y la profecía de Mahoma. Los hijos de Israel vinieron de todos los rincones de la tierra, como está escrito en Al-A’raf, versículo 137: «Y nosotros hicimos que las personas que habían sido oprimidas de heredar las regiones orientales de la tierra y de las occidentales, fueran bendecidas. Y la buena palabra de tu Señor se cumplió para los Hijos de Israel a causa de que lo habían esperado con paciencia».

¿ JESÚS PALESTINO?

La demanda palestina de que el Profeta Jesús (como le llaman los musulmanes), era un palestino árabe es también una invención.

De acuerdo con este absurdo, el profeta judío Jesús, hijo de María, que se opuso a los sacerdotes judíos en el templo judío en Jerusalén, era un «árabe palestino», pero es sólo otra manera de negar a los Judios el derecho a sus tierras. Los cristianos que ignoran el derecho de los judíos a Jerusalén también están negando su propia religión.

RELACIÓN DE LOS MUSULMANES CON JERUSALÉN

Desde un punto de vista religioso, la conexión entre los musulmanes y Jerusalén comenzó con el «viaje nocturno», un sueño que aparece en el Corán y también fue reportado por la esposa del Profeta, Aisha.

De acuerdo con el sueño, Mahoma fue en un viaje nocturno desde La Meca a Jerusalén montado en un animal maravilloso llamado Al-Buraq, y desde Jerusalén al cielo donde, recibió a los principios del Islam.

Jerusalén era entonces temporalmente designado como el «Kibla», la primera dirección a la que tenían que mirar los musulmanes durante la oración, pero Mahoma cambió la dirección para mirar hacia la Meca. Desde entonces, Jerusalén ha sido considerada sólo como el tercer lugar más sagrado para el Islam.

PROHIBIDO EXIGIR JERUSALÉN A LOS JUDÍOS

En las diatribas de musulmanes contra judíos se los llama «sionistas», tratando de disfrazar su nombre para que se haga permisible matarlos.

Los Judios, débiles y miserables, que vinieron de todas partes del mundo, víctimas del odio y el asesinato, no habrían encontrado su estado en Palestina a menos que fuera la voluntad de Alláh, que los apoya.

Jerusalén es la capital de los Hijos de Israel y está prohibido a los musulmanes exigirla, al igual que una mujer casada sólo pertenece a su marido. Jerusalén nunca es mencionada por su nombre en el Corán, pero se menciona allí como el corazón de Tierra Santa que fue dado a perpetuidad a los Judios.

Por lo tanto, tiene que ser la capital de los Hijos de Israel en la Tierra de Israel y no del Estado previsto de «Palestina». Y ya que nunca hubo un estado llamado «Palestina» o un pueblo palestino, Jerusalén nunca fue la capital o capital de cualquier pueblo o país, excepto del actual Estado de Israel.

Por lo tanto, los palestinos no pueden reclamar Jerusalén como su capital, pero pueden exigir el derecho de todos los musulmanes a rezar en la mezquita de Al-Aqsa, que está bajo la dirección del rey de Jordania, un descendiente del Profeta Mahoma.

Además, en ninguna parte del mundo una ciudad sagrada para el Islam se ha vuelto una capital. Ni la Meca ni Medina son la capital de Arabia Saudita ni Kerbala y Qom son las capitales de Irak e Irán. Incluso Jordania, cuya capital es Ammán, no pidió a Jerusalén como su capital cuando controlaba la ciudad entre 1948 y 1967.

EL DERRAMAMIENTO DE SANGRE EN LA ZONA ES POR LA IRA DE ALLAH

En lugar de ayudar a los Judios para construir Jerusalén en preparación para el Día del Juicio y como prueba de la verdad de las profecías del Corán, infieles y algunos musulmanes protestan contra la construcción de nuevas viviendas.

Si los musulmanes utilizan el regreso de los hijos del libro (la Torá) a Israel como prueba de la verdad de la profecía del Corán, tendría éxito el cumplimiento de la misión de Mahoma, el profeta del mundo entero para islamizar el mundo.

El que va en contra de la voluntad de Alláh fallará. Los cristianos también sufren de la mentira histórica y de la negación de los derechos de los Judios a Jerusalén.

Lo que está ocurriendo en Oriente Medio y el derramamiento de sangre mutuo de los musulmanes no es una consecuencia del «problema de Palestina». Es una manifestación de la ira de Alá a los infieles del mundo que no aceptan su profecía sobre el retorno de los Judios a su tierra y establecer su capital en la unificada ciudad santa de Jerusalén.

Fuentes: Alí Salim para Gatestone, Signos de estos Tiempos

Haga click para ver las otras noticias
Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis:
Categories
Conversiones TESTIMONIOS Y MILAGROS Vidas y Trayectorias

Autobiografía del judío Mario Hübner: su conversión en Uruguay

Para San Pablo una de las señales de la 2ª venida de Jesucristo es la conversión de los Judíos. A través de la historia muchos judíos han aceptado a Jesús como el Mesías y han adoptado la fe cristiana, algunos de ellos tomando los hábitos como Edith Stein o los hermanos Ratisbone.

Pero muchos otros menos notorios lo han hecho, como Mario Hübner, un emigrante judío austríaco de familia perteneciente a la casta sacerdotal judaica, que se convirtió en Uruguay, y un resumen de cuya autobiografía traemos.

 Mario Hübner culminó sus días siendo un fervoroso católico que le puso el nombre Pablo a su único hijo porque san Pablo es el símbolo del judío converso, y también fervoroso devoto de la Virgen de Nizankowice ver NUESTRA SEÑORA DE LA DIVINA PROVIDENCIA DE NIZANKOWICE, UCRANIA ( 1º DE MAYO) de su tierra natal y principal difusor en Uruguay de Santa.Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein).
 

MI VIDA Y MI FAMILIA EN GALITZIA

MI NACIMIENTO

Nací el 22/10/1925 en la región de Galitzia y en la entonces novel República de Polonia, en casa de mis abuelos maternos en Nizankowice, localidad cabeza de ayuntamiento perteneciente al distrito de Przemysl, con ciudad capital homónima, histórica, importantes fortificaciones, monasterios, monumentos históricos, una importantísima pinacoteca y con la emblemática fortaleza construida en 1873 por los austríacos y que resistió el embate de los rusos durante su ofensiva en la 1ª. Guerra Mundial.

Fui el primogénito de mis padres, quienes tenían 26 y 25 años respectivamente. Luego nació muerto un hermano también en Europa, unos pocos años menor, y en Montevideo, mi hermano varón (1933) y mi hermana mujer(1936), hoy residentes en Sao Paulo (Brasil).

SOY DE LA CASTA SACERDOTAL ZADIK KOHEN

Era una promesa y una bendición para ellos y para mis abuelos, porque somos por los Hübner “Zadik Kohen”, es decir pertenecientes a la casta sacerdotal (en hebreo Zadik significa muy piadoso y Kohen, sacerdote). Esta calidad se transmitió de generación en generación y era y es reconocida entre la colectividad judía. Inclusive, nosotros podemos agregar, al firmar, las iniciales Z.K., que precisamente significan Zadik Kohen.

El ser de la casta sacerdotal implica que se tienen derechos y obligaciones religiosos especiales.

Y entre los derechos, hay uno que es el de que durante el culto en determinadas fiestas, se sube al altar de la sinagoga, se saca la persona los zapatos, se tapa con el talid y bendice a los presentes.

La condición de Zadik Kohen implica según averigüé luego, que por lo menos, en algunas corrientes rabínicas, el Kohen no se puede divorciar, existiendo casos muy curiosos en Israel, que gente de esta condición que se separa, no se puede divorciar y si quiere casarse nuevamente, lo hace inválidamente para la religión judía, aspecto que es o era recogido por la legislación civil israelí, por lo cual se casa o casaba sin efecto en el Estado judío, en Chipre.

De hecho, en mi familia no había divorcios y el tema de la indisolubilidad matrimonial se practicaba y aceptaba en los hechos, existiendo algún divorcio en épocas posteriores pero como excepción a la regla. También la fidelidad matrimonial era un valor.

Los Lehrer (la familia paterna), eran muy practicantes y piadosos, vinculados a las jeshivas (universidades rabínicas) a la representación de la comunidad judía ante el gobierno civil, etc., quizá también fueren Zadik Kohen, pero esto no lo sé con seguridad.

Como ejemplo de este mundo de religión sincera de mi familia, diré que yo conservo un libro de una colección completa del Antiguo Testamento o Biblia judía, que me llevé de mi casa paterna en Montevideo (año 1950) cuando me convertí al catolicismo.

El tomo de la colección que yo escogí es el de los profetas Isaías y Jeremías. Lo hice a propósito ya que sobre todo Isaías es quien anuncia con suma claridad a Jesucristo y si se lo lee sin preconceptos, al menos, un judío religioso, debería preguntarse si realmente el catolicismo no es la continuación del judaísmo y por lo tanto, que efectivamente Cristo es el Mesías y no un falsario.

LO PRIMEROS 5 AÑOS EN POLONIA

A los pocos meses, tuve una pulmonía que casi acabó conmigo. Me salvé porque Dios es grande ya que estaba cianótico. Mi madre, hija del Sr. Lehrer, tenía muchas amigas y le decían sobre su primogénito: “ese hijo tuyo es feúcho”, y ella replicaba diciendo, pero es muy inteligente”. Tiempo más tarde tuve una segunda pulmonía y me tuvo que ver el médico con residencia permanente en Nizankowice y sobre la plaza pública donde estaba también el Ayuntamiento. Este hombre dijo: “El día que Uds. se vayan a América será un niño gordito y se curará”, cosa que efectivamente sucedió.
Mi vida a los dos años, dos años y medio, muchas veces consistía en quedarme en casa de mis abuelos. Me sentaba esperando que las campesinas trajeran crema doble, frutillas y azúcar. Todo esto me gustaba.

A los dos años y medio-tres, me dejaban en el Jeider, la escuela de religión que estaba arriba de la sinagoga. Me sentaban sobre unas tarimas y me dormía, aunque no del todo ya que escuchaba lo que decía el maestro a sus alumnos. Venía mi madre y me daba leche y me preguntaba de tanto en tanto si estaba cansado.

LAS CIUDADES DONDE YO VIVIA

Nizankowice tenía unos 3000 habitantes. Luego de 1945, el distrito de Przemysl fue partido en dos, la ciudad de Przemysl y Bircza en donde vivían mis abuelos paternos, quedaron dentro de Polonia, mientras que mi localidad quedó anexada a la URSS, siendo hoy parte de Ucrania, al igual que Dobromil de donde son oriundos los Hübner.

Queda hoy Nizankowice dentro del país citado a 3 kms. de la frontera con Polonia. También sufrió la anexión la capital de la provincia y de la región de Galitzia, ciudad muy importante, que los austríacos llamaban Lemberg, los polacos Lwow y los ucranianos, denominan Lviv.

Mi vida pues, transcurrió en mis primeros cinco años en el eje geográfico Lemberg-Przemysl, históricamente emblemática para los polacos- y Cracovia. Si uno mira un mapa es una línea casi horizontal.

YO SOY AUTRÍACO

Yo soy austríaco de corazón, legalmente no lo puedo ser aunque quise nacionalizarme, ya que mis padres, no hicieron uso de una opción que establecía el Tratado de Paz con los aliados y perdieron la nacionalidad. Adquirieron la polaca en forma automática al igual que mis familiares, pero era algo extraño, ya que si bien era la de la tierra en que vivían y amaban era un asunto superpuesto al mismo tiempo, por haber desaparecido el Imperio austriaco.

Yo nací bajo la administración polaca y mantengo esa nacionalidad, que también estimo, pero es como una segunda nacionalidad. La verdadera es la austríaca. También me siento ligado al Uruguay, país de adopción y del que soy ciudadano legal.

Mis padres eran por fuerza políglotas. Aparte del alemán y del iddish, lengua básicamente formada por un alemán arcaico de los ghettos alemanes, palabras eslavas y hebreas, que hablaban los judíos de la Europa Oriental, llamados asquenazíes , sabían polaco, algo de ruso y de otras lenguas para entenderse con un ambiente multirracial y multicultural.

Pero en nuestro caso, es de remarcar que éramos judíos austríacos y no polacos, lo que implicaba una diferencia en modalidad, cultura, etc.

EL ORIGEN DEL APELLIDO HÜBNER

El origen alemán de mi apellido Hübner, provocó que mi abuelo paterno, quien vivía en Bircza, se negara a enviar a mi padre a la escuela pública por razones religiosas para que no le enseñaran cristianismo, estuvo detenido dos días e igual se negó a mandarlo. No le pasó nada porque era austriaco y no polaco.

Lo envió a la buhardilla, al cuarto de arriba, a aprender a leer y escribir, adquiriendo un efectivo conocimiento y buena letra y ortografía, donde estaban todas las cartas escritas en buen alemán, así como también en polaco, iddish y hebreo, provenientes de la correspondencia de los parientes, p.ej. de Dobromil, de donde provenían los Hübner.

Hübner no es un apellido judío y sí perteneciente a la nobleza. Pudo haber habido alguna conversión al judaísmo o casamiento interreligioso.

LENGUAS Y LA NACIONALIDADES DE LA ZONA

Muchos de los judíos religiosos no sabían hablar polaco. Y los polacos no estaban en el pueblo de Nizankowice, estaban en las afueras. Eran campesinos, campesinas. Iban a la Iglesia, etc., pero en el pueblo mismo vivían judíos, que eran comerciantes, negociantes, compraban madera. Los ucranianos se la tenían “guardada” a los polacos. Vivían también en las afueras de Nizankowice, así como también rutenos.

La ciudad era una ciudad de judíos quienes tenían su rabino permanente. Era, pues, el centro, en los hechos, lo que los judíos llamaban un “shtetl”, pero tenía jurisdicción administrativa sobre todos. Los comerciantes eran sólo judíos .Los judíos dominaban la ciudad.

En cuanto a la religión de los polacos, ucranianos, rutenos, no era motivo de conversación entre lo que yo escuchaba. Pero eran cristianos, recordando algo sobre sacerdotes y la división entre católicos de rito latino y oriental, tema que después me enteré que estaba ligado a la liturgia, derecho, espiritualidad y costumbres propias, pero dentro del catolicismo todos. Había había también cristianos ortodoxos rusos y yo me acuerdo que me llamaba la atención las cúpulas de la iglesia de ellos, tipo Kremlin que al igual que las católicas estaban en Nizankowice. Son iglesias antiguas y grandes.

Nizankowice era una mezcla de razas, con sus propias costumbres e idioma. La lengua de los judíos era el iddish.

JUDIOS, CRISTIANOS Y CONVERSIONES

Había conversiones de judíos al catolicismo. A pesar de que yo era un niño chico y no entendía determinadas cosas, sin embargo, lo que yo oía lo entendía. En Nizankowice, mi abuela tenía una íntima amiga muy piadosa en el Antiguo Testamento y un buen día desaparece de la localidad y se fuga para ser católica.

Esto lo dijeron mi madre y mi abuela y yo lo escuché. Decían, “pobre, se enloqueció; yo la trataba siempre y no parecía loca”. Esto pasó en Nizankowice.

Otro episodio me lo contó años más tarde en Montevideo un tío mío Hübner oriundo de Bircza. Había una persona que se llamaba Sender y que “un buen día desapareció, se fue con los católicos”. Y otro día apareció con un camión en un día de fiesta contando lo que había hecho, su experiencia de conversión y gritando que había adoptado el nombre cristiano de Alexander. Mi tío, decía que había enloquecido y se extrañaba del cambio de nombre, ya que el tal Sender era muy conocido.

Otro caso de conversión es el de Eisig Hübner Berger el tío paterno menor, oriundo de Bircza, unos años mayor, que vino a Uruguay luego de la segunda guerra mundial traído por una organización humanitaria judía, con problemas psiquiátricos causados por la Guerra. No sabemos si vive pero se lo ha visto varias veces en la iglesia del Cordón comulgando.

Todos mis abuelos eran muy practicantes. Los judíos practicantes se iban a purificar en una especie de piscina cerrada con agua caliente, fría. Como dato anecdótico, allí se veía que la mayoría de los hombres tenían hernias, ya que se bañaban desnudos y se quitaban las fajas.

Todos los viernes a partir de las cinco de la tarde concurrían a la sinagoga con rucucs de piel etc. Eran creyentes sinceros .

Yo quería muchísimo a mi abuelo materno y él a mí. Me llamaba cariñosamente con el diminutivo de “Maierci”.

Era un hombre piadoso, caritativo, lo que se puede llamar un justo del Antiguo Testamento o un cristiano de intención sin saberlo. El dejó en mí una fuerte impronta espiritual que influyó en mi evolución posterior por su testimonio y coherencia de vida. Murió en Palestina pero no era sionista porque consideraba que no era acertado un Estado de Israel. Está enterrado en la ladera del Monte de los Olivos en un cementerio judío para personas destacadas ya que él había sido orientador y profesor en las jeshivas y especialmente en la de Jajma Lublin.

Quizá esto signifique que Dios efectivamente preparó mi conversión al catolicismo y enterró a mi muy querido abuelo en el mismo lugar en que Cristo se preparó para la Pasión.

Como hijo de judíos practicantes fui circuncidado de acuerdo al ritual hebreo por un tal Herz Apoteker. Estos datos constan en mi partida de nacimiento, ya que existía un Registro Civil Israelita, dado que los judíos eran respetados en sus leyes y costumbres, pero dentro de la legislación general.

Yo usaba las patillas, las paies, de los judíos religiosos y me acuerdo que cuando tenía cuatro años y me llevaron una vez al peluquero con mi madre, chiquito como era, me tapaba para que no me las cortaran y gritaba: “no me corte las paies”. El peluquero no era judío o era un judío no piadoso ya que algunos que tenían estas profesiones no practicaban.

También usaba el solideo o “kappele”(en hebreo) por lo que yo me vestía a la usanza de los niños judíos religiosos ortodoxos.

 

MONTEVIDEO: ENTRE LA PROFESIÓN Y LA CONVERSIÓN

LA LLEGADA A MONTEVIDEO

Nuestro destino fue el Uruguay por sugerencias de conocidos ya que no sabíamos antes ni donde estaba.

Yo desembarco en el puerto Montevideo el 11 de noviembre de 1930. Vine con mi madre, mi padre hacía 6 meses que había venido. Me metieron en una ambulancia junto con mi padre y mi madre, rumbo al Hospital Pedro Visca por todas las pestes que yo había tenido durante el viaje. Había contraído una doble pulmonía en el trasbordo del buque que venía del puerto polaco de Gdynia.

Fue un milagro mi curación ya que me querían echar al mar apenas muriera. Me había desahuciado el médico del buque quien tampoco era muy brillante técnicamente. Mi madre, en la desesperación, le preguntaba a este médico cómo estaba y como él no la entendía, le contestaba en inglés que yo estaba “all right”. Y esto lo hacía con todos los enfermos, por lo que era apodado como “all right”.

En Pernambuco, no me desembarcaron, como pensaban en un principio. Un médico gordo brasileño me vio y me indicó que me dieran uvas y caldo de paloma. Con eso empecé a recuperarme por obra divina.

Empezamos a vivir como emigrantes.

El primer día que mi madre quería hacer café, fuimos juntos para no dejarme solo al almacén. Ella no sabía hablar español ni conocía las costumbres. Pidió achicoria, que es un sustitutivo del café que en la zona de Europa de la que yo provenía, se tomaba, ya que no se conocía el café. Esto como dato jocoso, ya que no se vendía en Montevideo.

LA EDUCACIÓN EN URUGUAY

En Montevideo aprendí el español yendo a la escuela pública de varones de Villa Muñoz, con el maestro Formento y escuchando a otros niños. Fue aprendizaje a la fuerza con cero pedagogía en la enseñanza para extranjeros, ya que los planes y programas de Enseñanza Primaria no contemplaban el caso de los inmigrantes que no hablábamos castellano. Pero, sin embargo aquel maestro de primer año, logró hacerse entender, que empezáramos a aprender el español, aunque durante algunos años hablaría con la “erre,” de los alemanes, y por sobre todo, que aprobáramos el año los niños inmigrantes, quienes competíamos con nuestros compañeros uruguayos en inferioridad de condiciones.

Simultáneamente, como no había colegios judíos, concurría a la escuela de religión (Jeider) de mañana y de tarde a las diferentes escuelas públicas, siendo la última la Cuba en Ciudad Vieja. Por lo tanto, yo iba a almorzar a casa y luego a continuar mis estudios. Hacía doble turno y estudiaba en tres idiomas (hebreo, iddish , español e inclusive arameo cuando hice los cursos de Mishna; este último idioma lo oía hablar a personas cultas y religiosas y no sólo en los cursos).

La enseñanza en el Jeider y luego en los cursos de Mishna (superiores y posteriores al Jeider, nivel en el que se estudia el Pentateuco, mientras que en la Mishna, se ven otros textos y se estudian comentaristas más en profundidad).

Luego, en 1934, nos mudamos del barrio de inmigrantes judíos a la Ciudad Vieja (que era una zona muy elegante por aquel entonces) y posteriormente, con los años, al Cordón y finalmente a Pocitos.

EL TRABAJO Y LA APERTURA A LA VIDA NACIONAL

Yo era un niño y desde que mi padre puso su tienda “La Bolsa de las medias” en la calle Juncal casi la Plaza Independencia y a su vez, vivíamos cerca de ahí, empecé a participar de eventos que ocurrían en la citada plaza, que era un importante centro de acontecimientos próximos a la Casa de Gobierno y a la también cercana Plaza Matriz.

Así recuerdo, por ejemplo la llegada diaria del Presidente de la República Dr. Gabriel Terra al Palacio Estévez flanqueado por numerosa guardia y motoristas en side-car.

En la Plaza Independencia, se reunían grupos de inmigrantes españoles a conversar entre ellos durante la Guerra Civil Española, siendo la mayoría republicanos, por lo que el tema de ellos era si los franquistas hacían esto o aquello. Yo los escuchaba y volvía a mi casa gritando “Viva Cataluña” sin entender nada mis padres a que me refería.

Este tema que nos era ajeno, curiosamente me interesó posteriormente, tanto por la amistad que trabé con los Padres Dominicos españoles a partir de 1950, muchos de ellos próximos al martirio por su fe católica en la zona republicana o parientes de los hoy beatificados sacerdotes dominicos españoles por el Papa Juan Pablo II en el año 2001,

Además, lo español me empezó a atraer tanto por su cultura, historia, religión y modalidad, asunto que no es sorprendente ya que ha existido siempre afinidad entre personas de raíz germánica con los habitantes de la península ibérica.

Cuando culminé mis estudios primarios, ingresé a la División Primera del Liceo Nocturno “José Enrique Rodó”, cuyo Director era el Prof. Raúl. A. Castro Paullier y posteriormente al Instituto Alfredo Vázquez Acevedo durante el día cuando ingresé a cursar Preparatorios para Medicina.

CONVERSIÓN AL CATOLICISMO

Como dije anteriormente, nací en un hogar piadoso de honda espiritualidad judía, aprendiendo desde muy pequeño textos bíblicos y concurriendo a la sinagoga con mis ascendientes, sinceros creyentes de su religión. Concurrí al Jeider, la escuela para niños de religión y lengua hebreas, habiendo efectuado otros estudios superiores.

Sin embargo, perdí mi fe judaica antes de realizar la Bar-Mitzva, incorporación adulta a la religión judía, por encontrarla incompleta y mal practicada por algunos, que la reducían a un mero formalismo. Por respeto a mi familia continué concurriendo a la sinagoga y participando luego de la citada Bar-Mitzva, de los cultos, por algunos años…

Al entrar en el liceo, mi pérdida de fe judaica era total, encontrando en cambio, como buen biólogo que todo estaba explicado desde el nacimiento hasta la muerte, por el materialismo biológico. No había alma ni había espíritu. Así llegué hasta el cuarto año de liceo, donde estudiamos en literatura, el nuevo Testamento cristiano. Concretamente, se trataba del Evangelio de San Juan que narra la vida de Jesucristo. Claro está que para nada se consideró el tema desde el punto de vista religioso, lo cual yo tampoco hubiera aceptado.

Para mi sorpresa, el profesor elogió mi escrito sobre el tema, y me invitó a leerlo delante de la clase. Así fue que se rompió en mí mi primer “tabú”, puesto que yo le tenía miedo a Cristo.

Pero volví a mis ideas materialistas que yo leía mucho, al extremo que con mi fogosidad hubo compañeros de estudios católicos que perdieron la fe por mi prédica. En el último año del bachillerato, mi esquema materialista comenzó a quebrarse con el encuentro de la filosofía espiritualista, sobre todo con Henri Bergson, filósofo judío francés profesor de La Sorbona. Con uno de sus libros “La evolución creadora” aprendí filosóficamente la existencia del espíritu y su papel.

Años después, al ingresar al ambiente médico, seguí predicando que yo era un judío liberado de lo que consideraba entonces las estupideces de la religión judía.

Un par de años después, un médico católico, Germán Surraco con el cual trabajaba en guardias nocturnas, se puso a hablar conmigo para decirme que yo estaba equivocado y que la Iglesia Católica, en su esencia, no era otra cosa que una continuación del judaísmo. Me pidió que por favor, fuera un buen judío religioso, ante lo cual yo me reí.
Modestamente, mi amigo, al darse cuenta que, a pesar de mis ideas, yo tenía grandes conocimientos bíblicos, me solicitó que tuviéramos encuentros para que yo le enseñara cosas del Antiguo Testamento, o sea, la Biblia judía. A mí esto me llenó de orgullo.

En el intercambio de conocimientos e ideas, yo dejé de reírme de la religión judía, y empecé a entender seriamente a ambas religiones. Y, en consecuencia, enfrenté el estudio del catolicismo en forma crítica y profunda por vez primera en mi vida. Obtuve prestado un libro de Santo Tomás de Aquino, el más grande de los filósofos del catolicismo, de base aristotélica.

Al cabo de unos días, llegué a la conclusión de que los temas que yo necesitaba, ahora sí muy en serio, era encontrar claramente y documentado los porqués del seguimiento de Cristo por sus primeros discípulos, que eran judíos. Esto no estaba explicado en Santo Tomás y sí en cambio, en una biografía de San Pablo. Este último era un judío religioso de la Escuela de Rabí Gamaliel,

En sus escritos ni siquiera oculta que se dedicó por orden del Sanedrín a perseguir con las armas a los cristianos, hasta su conversión al cristianismo. En este libro encontré la contestación a todas mis dudas y hallé en mi alma turbulenta una paz tan grande como la que experimentan los atletas cuando llegan a la meta. Sentí por fin que había reencontrado en el cristianismo a mis raíces judías.

Pero pasaron todavía unos meses para que yo perdiera mi miedo atávico para entrar en una Iglesia y resistir la vista de un crucifijo. En esos meses anteriores a mi conversión al catolicismo, quedaron a mis espaldas mis esquemas conflictivos y racionalistas. Con una claridad meridiana sentí la fe, algo que está fuera de todo conocimiento racional. No fue pues, un capricho mío o una reacción contra determinadas personas o concepciones.

Sentí una presencia de Dios que hizo arrodillarme frente a un crucifijo en la casa de Ejercicios espirituales de los Padres jesuitas a donde había sido invitado por el Dr. Surraco para asistir a un retiro espiritual para personal médico, y luego salir en busca de un sacerdote para que me bautizara, el 24 de junio de 1950 , por el P.E.Mossman Gross SDB., un salesiano muy vinculado a los medios universitarios y profesionales católicos, quien eligió la fecha por ser la festividad de San Juan Bautista, primo hermano de Jesucristo, sobrino de la Virgen María, precursor de la predicación de Cristo y, por lo tanto, todo lo que ello significaba para la Iglesia Católica y para un judío converso. Debo señalar que fue mi padrino de bautismo el Dr.Germán Surraco , recibiendo poco después el Sacramento de la Confirmación.

LOS ESTUDIOS Y PROFESIÓN DE MARIO HUBNER

En el año 1945 ingresé a la Facultad de Medicina pleno de ilusiones y allí hice buenas amistades con todo tipo de personas,

Posteriormente, y siendo concomitantemente estudiante universitario ingresé en el Servicio de Transfusiones del Hospital “Pereira Rossell” como laboratorista, elaborando con los años la Inmunohematología, desconocida en el Uruguay hasta entonces por los técnicos.

También la docencia fue algo que me atrajo desde muy joven, por lo que acepté en 1946 y 47 el ofrecimiento de mi ex profesor de Historia Natural, Dr. Carlos Pérez del Castillo, para ser su Profesor Agregado en el turno diurno del Liceo No.1 José Enrique Rodó, uno de los más importantes liceos de mis ya lejanos 21 años de edad. El Dr. Pérez del Castillo me vio condiciones para enseñar, a punto tal que me dejaba gran parte de las clases para que las dictara yo solo. Y también me animó a escribir un curso de Historia Natural que efectivamente se publicó y vendió a los estudiantes como texto de clase.

 

MI VIDA POLÍTICA Y MI RETIRO

EL LAICISMO Y LA POLÍTICA EN URUGUAY

Del Uruguay y del Montevideo de mi adolescencia es de remarcar que, independientemente del laicismo imperante en materia de religión dirigida al catolicismo y que para nosotros pasaba inadvertido, el país era un verdadero remanso de tolerancia y convivencia a pesar del último tema citado, ya que en comparación con los países europeos, las distintas razas, religiones y opiniones coexistían sin problemas. Era una sociedad abierta y por eso el batllismo, que aparecía como el creador de este modelo gozaba de gran predicamento entre los inmigrantes.

Esto era una falacia, ya que en realidad otros sectores políticos como el Partido Nacional y la Unión Cívica, eran los pilares de esto y como no detentaban el poder pasaban inadvertidos para sectores como el judío que en gran medida estaban encandilados con el citado coloradismo batllista aunque Batlle y Ordóñez falleció como católico.

MI MILITANCIA POLÍTICA

Otro tema que paradójicamente me ocurrió, fue el de ser con los años militante del Herrerismo, cuando la prédica del diario “El Debate”, llegaba por altoparlantes desde la Plaza Matriz hasta la calle Juncal, con discursos abogando por la neutralidad en la Segunda Guerra Mundial y apoyando el anticomunismo alemán, asunto que nos ponía nerviosos y mi padre decía, entre otros, del Dr. Alejandro Gallinal, que era un antisemita.

El asunto era que el Herrerismo iba más allá del tema nazi, y buscaba la independencia segura de Uruguay, tema que nosotros no dominábamos en profundidad e ignorábamos que el propio Dr.Herrera era descendiente de judíos sefaradíes.

La paradoja en este tema es que por los años sesenta escribí en diversas oportunidades artículos religiosos, políticos y de temas generales en el citado diario “El Debate”, así como también sobre diversas temáticas en el también blanco periódico “El País”, llegando a ser redactor responsable de la página económico-comercial del rotativo “El Clarín” en 1966 que respondía también al herrerismo.

Y en temas de religión, recuerdo un tema muy importante: el Cardenal Pacelli, futuro Pío XII, poco comprendido por los judíos, siendo Secretario de Estado de la Santa Sede, visitó el Uruguay con motivo del Congreso Eucarístico de 1936 , y yo movido por la curiosidad concurrí a la Plaza Matriz, donde fui bendecido por él, desde un auto abierto, antes de ingresar a la Catedral. En fin, cosas de Dios…yo que le tenía miedo a ver un crucifijo.

HUBNER RETIRADO

Luego de terminada mi actuación laboral como docente y como comerciante de antigüedades, me retiré y me di cuenta una vez más, por sucesivos problemas de salud, en parte generados por los avatares de la vida, que lo único que importa realmente es la confianza en la Divina Providencia, o sea en la acción de Dios en nuestras vidas, en nuestras buenas obras con las limitaciones humanas que todos sin excepción alguna tenemos, para con los familiares, amigos y gente desconocida, interesando poco y nada los honores mundanos, ni siendo mejores unos que otros, por más errores y pecados que se tengan.

Siempre hay una oportunidad para las personas, porque si no, poco sentido tendría la prédica del catolicismo basada en las Sagradas Escrituras, tendiente a convertir a los pecadores.

En todas estas conclusiones influyeron en mí las enseñanzas de diferentes organizaciones y personas católicas desde 1950 hasta la fecha incluida mi señora, pero en los años 1970-1980 fue importante la relación de amistad personal con personas de la hoy Prelatura personal del Opus Dei y la prédica de un sacerdote redentorista canadiense, antiguo misionero en Vietnam e integrante del movimiento carismático, el P. Denis y también las visitas como amigo personal y como de Fr.Ramón Arizmendi OP

Me resta agregar finalmente que he colaborado y colaboro con la ayuda de terceros en temas religiosos y humanos como lo hice por ejemplo con las Hermanas Carmelitas Descalzas en la divulgación y conocimiento de la persona de Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) en el año de su canonización (1998), una filósofa judía conversa al catolicismo y martirizada por los nazis en Auschwitz en 1942, perteneciente a la Orden Carmelitana, y con las presentes líneas de mi relato de vida personal que deseo puedan ser de utilidad a quien Dios quiera.

El 8 de octubre de 2008 Mario Hübner entrega totalmente sereno su alma a Dios, Uno y Trino, teniendo entre sus manos una imagen llorando de Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia de Nizankowice, su localidad natal , a la que siempre añoró y nunca pudo volver físicamente, pero sí espiritualmente.

El sacerdote encargado del Santuario donde está la imagen en Polonia, a pedido de su hijo y salvando dificultades idiomáticas, dio una Misa allí por su alma.

Tres días antes, lúcido, había recibido la Unción de los enfermos y se había confesado con un sacerdote amigo suyo, quien luego había congregado para rezar con el enfermo a su esposa de 89 años, su hijo nuera y una fiel y católica enfermera.

Al finalizar la oración, señaló con alegría al sacerdote la imagen de Nuestra Señora de Nizankowice con la que falleció.

Fallece en el año Paulino y en la noche de Kol Nidrei, víspera del día del Perdón, la fiesta más importante del judaísmo, y falleció también el mismo día que su abuelo materno, muy justo y religioso del cual era el nieto mayor y el preferido.

Había dado un testimonio de fe católica a los suyos, de religión judía o no, al igual que Santa.Teresa Benedicta de la Cruz ( Edith Stein) de quien era muy devoto y fue el primer difusor de su devoción en Uruguay, imprimiendo miles de estampas en el año 1954.

IR ARRIBA