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Expectativas de nuevo diálogo con las pandillas de El Salvador.
Desde la ruptura de la tregua de 2012 entre pandillas en El Salvador, tanto la cantidad de asesinatos de policías y militares como los enfrentamientos entre las pandillas y las fuerzas de seguridad han cambiado la ecuación de seguridad en el país, cerrando la pequeña ventana de oportunidades para restablecer el corto y criticado cese al fuego.

 

fabio colindres y maras

 

Hablando en conferencia durante el Sínodo de Obispos de Roma, el arzobispo Monseñor Escobar Alas dijo que las maras han cobrado mucho poder en El Salvador. E informó al Vaticano sobre la creciente espiral de violencia y peligrosidad de las pandillas, así como la participación de la Iglesia Católica en el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia recién creado para buscar solución a la violencia.

ESCALADA DE VIOLENCIA DE LAS PANDILLAS

Hasta el 17 de octubre, la violencia había dejado un saldo de 31 policías y varios militares muertos en lo corrido de 2014, incluyendo seis policías solamente en octubre. Las víctimas incluyen desde bajos hasta altos mandos de las fuerzas de seguridad del país y están distribuidas en una amplia zona geográfica, dando la impresión de que no fueron asesinatos preseleccionados o dirigidos, sino que ocurrieron cuando se presentó la oportunidad de hacerlo o tras disputas entre las fuerzas de seguridad y facciones locales de pandillas.

Funcionarios de la policía y el ejército señalaron a que los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas también van en aumento. Este año la policía ha informado de unos 130 enfrentamientos con miembros de pandillas, y sólo en octubre el ejército ha tenido 14 en comparación con 12 en todo 2012.

Ese fue el año en que las pandillas más grandes del país -la Mara Salvatrucha (MS13) y dos facciones del Barrio 18 -conocidas como Revolucionarios y Sureños- comenzaron a implementar una tregua con la ayuda del equipo de negociación delegado por el gobierno, integrado por un un obispo de la iglesia de El Salvador y un antiguo líder guerrillero que se convirtió en asesor de seguridad.

LA TREGUA EN LA QUE PARTICIPÓ LA IGLESIA CATÓLICA Y LA POLÍTICA

La tregua dio lugar a una considerable caída en la cantidad de homicidios reportados, aunque los críticos señalan que una de las razones de esto es que las pandillas escondían los cuerpos en fosas clandestinas. La tregua también fue criticada por la apertura de un espacio que legitimó y animó a las pandillas a participar en la política.

Además de conseguir capital político, los líderes de las pandillas fueron trasladados de una prisión de máxima seguridad a diversas cárceles de mínima seguridad, lo que les dio mayor acceso a sus filas y más oportunidades de visitas con sus familias.

Ciertamente, las pandillas, que según el gobierno durante la tregua estaban compuestas por unos 65.000 miembros -con unos 500.000 miembros potenciales- cuentan con un amplio poder político y coercitivo, particularmente en las zonas donde controlan el territorio y cobran «impuestos» de seguridad a las empresas y residentes locales. Y, a pesar del menguante apoyo público que recibió la tregua, los dos partidos grandes de El Salvador -el FMLN de izquierda y ARENA de derecha- presuntamente se reunieron con los líderes de las pandillas en el período previo a las elecciones presidenciales de este año.

Los observadores electorales de ARENA afirmaron que las pandillas utilizaron su poder para influir en los resultados, sobre todo en la primera ronda en febrero, que fue ganada por el candidato del FMLN, Salvador Sánchez Cerén con un margen sorprendentemente amplio. En la segunda vuelta, en marzo, los observadores políticos de la oposición presentaron menos reclamos, y Sánchez Ceren ganó las elecciones con un margen mucho más estrecho, de unos 6.000 votos.

LA TREGUA SE DESMORONA

Mientras tanto, los defensores de la tregua -entre ellos uno de los arquitectos del cese al fuego original, el general David Munguía Payés, ministro de Defensa del país- han argumentado que una tregua es necesaria para crear condiciones para soluciones de largo plazo, como programas sociales y de educación en las zonas pobres donde las pandillas prevalecen. También han señalado que el encuentro de la violencia y la actividad de las pandillas con respuestas como el aumento de los encarcelamientos y la represión, las tácticas preferidas hasta la fecha, sólo se ha traducido en cárceles desbordadas, pandillas más fuertes y tasas de homicidios más altas.

Y mientras la tregua se desmorona, la Fiscalía General está en medio de una investigación a fondo sobre las circunstancias alrededor de la tregua inicial, los beneficios que los miembros de las pandillas y otros han recibido, y otras transgresiones potenciales.

El principal mediador, Raúl Mijango -un guerrillero del FMLN durante la guerra civil del país, que desde entonces se ha distanciado del partido- se ha enfrentado a horas de interrogatorios sobre su papel en la creación del acuerdo, que cayó en desuso después de que el gobierno cambiara de ministros de seguridad en junio de 2013.

Ricardo Perdomo, el entonces recién nombrado ministro de Justicia y Seguridad Pública, inicialmente atacó la tregua y prometió una nueva negociación. Sin embargo, su mediador no oficial, el padre Antonio Rodríguez -conocido popularmente como Padre Toño- fue detenido en julio de este año y se retiró del país silenciosamente, después de que investigadores interceptaran una serie de llamadas telefónicas comprometedoras entre Toño y algunos pandilleros.

INCERTIDUMBRE SOBRE EL CAMINO A SEGUIR

El gobierno del FMLN ahora se enfrenta a la tarea -políticamente imposible- de determinar qué camino seguir. Aunque aparentemente la administración de Sánchez Cerén ha estado estancada desde que asumió el cargo en julio en un aparente intento de evitar la camisa de fuerza política que representaría una nueva tregua entre pandillas -por lo menos hasta las elecciones locales y del congreso, que serán celebradas en marzo de 2015.

Sin embargo, mientras el gobierno anterior parece estar tratando de distanciarse de las pandillas, el aumento de la violencia parece estar forcejeando con la actual administración en lo que cada vez se parece más a una guerra. Funcionarios de la policía han señalado que paralelamente con los ataques contra las fuerzas de seguridad, la policía también ha abatido a más de 100 presuntos pandilleros este año -las personas cercanas a los líderes de las pandillas aseguran que el número real es mucho mayor. Y las tasas de homicidios han regresado a los niveles previos a la tregua.

NUEVO ORGANISMO EN QUE PARTICIPA LA IGLESIA CATÓLICA

En septiembre, el gobierno creó el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia (CNSCC) -que incluye a miembros de la Iglesia Católica, asociaciones empresariales y organizaciones no gubernamentales- para ayudar a desarrollar un plan de seguridad coherente. Benito Lara, el ministro de Justicia y Seguridad Pública de Sánchez Cerén, también ha visitado recientemente a algunos miembros de la Iniciativa Pastoral por la Vida y la Paz (IPAZ) -un grupo de líderes religiosos y organizaciones de la Iglesia Católica y Evangélica- para discutir las opciones del gobierno.

Mientras tanto, y al tiempo que la violencia sigue creciendo, también lo hace la especulación sobre la causa del incremento en los enfrentamientos entre las pandillas y las fuerzas de seguridad. Dos fuentes cercanas a los líderes de las pandillas, así como un miembro de alto rango de las fuerzas de seguridad (todos los cuales hablaron bajo la condición de anonimato debido a la delicada situación) señalaron que las pandillas estaban atacando a las fuerzas de seguridad en un esfuerzo por obligar a una renovación de algunos elementos de la tregua.

Sin embargo, funcionarios de la policía y varias fuentes de inteligencia negaron las aseveraciones de que las pandillas tenían la orden de atacar a las fuerzas de seguridad, argumentando que los ataques contra la policía y el ejército han ocurrido durante años, y que cada una de esas muertes estaba rodeada por un conjunto único de circunstancias.

La naturaleza extrema del conflicto ha oscurecido la ironía de la situación: el FMLN, otrora grupo guerrillero y hoy el partido en el poder, atacó a las fuerzas de seguridad del gobierno durante años en algunas de las mismas áreas rurales y urbanas marginadas donde hoy las pandillas reinan.

ARZOBISPO DENUNCIA VIOLENCIA DE PANDILLAS ANTE EL VATICANO

La violencia que agobia al país llevó al Arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, a denunciar en el Vaticano —ante el Papa Francisco y el Sínodo de Obispos— que «la violencia ha cobrado tanto poder en El Salvador, a tal punto que las pandillas superan en número a la Policía».

En la Asamblea Extraordinaria de Obispos, Escobar Alas agregó que las familias salvadoreñas se ven gravemente afectadas por la situación de criminalidad, ya que son víctimas de extorsión, asesinatos o secuestros.

Otro drama que, según el prelado católico, enfrentan los salvadoreños es la pobreza, pues ha obligado a miles de familias a desintegrarse, porque algunos miembros han tenido que partir hacia el extranjero para buscar oportunidades y subsistir.

El arzobispo plasmó su denuncia en una carta que el obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, leyó en un encuentro con periodistas en la Catedral Metropolitana.

«Estamos entrando a una etapa de violencia todavía más brutal y de una confrontación más frontal entre las fuerzas de seguridad y quienes están en la violencia«, expresó el obispo auxiliar.

Según las estadísticas de la Policía Nacional Civil, en lo que va del año, los grupos delictivos han matado una treintena de agentes de la corporación.

Algunas víctimas fueron asesinadas mientras estaban trabajando; otras fueron acorraladas y ultimadas por sus verdugos durante sus días de descanso.

Las autoridades también han registrado un alza de homicidios en el país en los días recientes. Hasta el 16 de octubre se cometieron 3,064 muertes violentas, mientras que subió a 12 el promedio diario de homicidios.

Rosa Chávez matizó que, aunque la situación de inseguridad es grave, estos hechos deben servir a los diferentes sectores del país para que redoblen esfuerzos para «encontrar caminos para la paz».

«Creemos que se pueden encontrar (salidas para la paz) pero el precio es alto. Queremos que ese precio no sea inútil y eso es lo que a veces se teme: que tantas vidas de servidores de la paz, como los policías, puedan ser un sacrificio que no den los frutos que deberían de dar, dijo el religioso».

CONSEJO DE SEGURIDAD CIUDADANA

Monseñor Rosa Chávez, quien es uno de los representantes de la Iglesia Católica en el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, señaló que esta semana habrá una reunión del comité donde se tiene previsto abordar el tema de la escalada de violencia.

Según el obispo auxiliar, en ese encuentro se podría tener acceso a informes importantes, que se manejan a nivel institucional, que revelarían qué factores están provocando un recrudecimiento de hechos delictivos.

«Esta situación no se puede tomar a la ligera. Las respuestas también tienen que ser inteligentes; respuestas que sean parte de una estrategia bien pensada. Si (el recrudecimiento de la violencia) es una provocación (de las pandillas), si es un desafío frontal, tiene que se analizado como tal», señaló Rosa Chávez.

El religioso exhortó a la población y las instituciones a unirse en torno a una propuesta para el combate de la violencia, «haciendo cada quien lo que le toca hacer».

Fuentes: Insight Crime, El Salvador, Signos de estos Tiempos

 

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