15 DE JULIO DE 1996
8:00 PM
María:
Capullos, oren, oren, oren con el corazón.
Un corazón limpio y arrepentido agrada a los ojos de Dios.
Quitaos todos los ídolos, bañaos, capullos, frecuentemente con el corazón y el alma.
Orad y ayunad para detener las insidias, los ataques del maligno. Oh conceptúa, aceptafus.
A tu lado está, en los altares, santuarios, caminad con Él.
Os he escogido portentosamente, conoce vuestros pasos, lo que pensáis. Hacedlo en memoria del Padre.
Viene lo mejor de los dos a través del milagro del sol para dejaros una señal en vuestros tiempos.
Repartios vosotros, no os preparáis a Dios, vosotros no os preparáis al encuentro.
Orad, desataos, sed libres como las gaviotas y como los peces y daos a cada cual lo que os pertenece.
Orad, no esperéis milagros, orad,orad con todo tu ser.
Dichosos los que creen sin haber visto. Bienaventurados todos los hombres porque ante Dios vosotros sois iguales. El os ama a todos.
Hijos pequeños en vuestra ignorancia conoceréis los designios que el Padre, que el Hijo, os han dejado para vosotros.
No os juzguéis, vosotros tenéis vuestro juicio independiente.
Sed cautos para escuchar y prontos para responder.
Os amo y os tiendo en mi la esperanza, la esperanza de este mundo.
Capullos, florecillas, echad las raíces, daos los frutos.
Dejad los celos, el orgullo, la soberbia.
Dejad la oscuridad espiritual.
Buscad el encuentro, el espacio con tu espíritu, el espíritu os lleva al Dios Padre, al Dios Hijo y al Dios Espíritu Santo.
Naced, bañaos en las piscinas de la gracia.
Colocad vuestra ofrenda y si no estáis reconciliados con vuestro hermano, dejad la ofrenda alli y reconciliaos. Con vosotros he dejado una canción.
Os amo y bendigo en nombre de Dios Padre, de Dios Hijo, y de Dios Espíritu Santo.