Éxito en la clonación de embriones.
Esta semana se publicó la noticia de que en Oregon han sido clonados embriones humanos con la misma técnica de clonación utilizada con la oveja Dolly. No obstante la duda de si se trata de algo verdadero o una forma de conseguir financiación para seguir investigando, estas técnicas de clonación son éticamente reprobables y además innecesarias, porque se han descubierto otras formas de manejo más seguro de las células y con mejores resultados para la terapia.
Para la clonación se han utilizado óvulos femeninos y células humanas. Los embriones humanos se han destruído después para extraer las células madre.
PERO AÚN ASÍ LOS BLASTOCISTOS POR CLONACIÓN ¿SON SERES HUMANOS?
Tanto la Iglesia como la ética más sana distinguen hoy por hoy entre un ser humano en fase de blastocisto (engendrado de forma natural o producido por fecundación in vitro, algo que la Iglesia y la ética lamentan) y un posible blastocisto producido por un mecanismo de clonación o transferencia nuclear.
«En este segundo caso, aún no hay una prueba experimental de que se active todo el genoma y de que ahí haya realmente un ser humano. Ante la duda de que esto suceda, lo ético es abstenerse, no jugar con ello, porque es arriesgarse a jugar con un posible ser humano», explica el doctor José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas.
Además, recuerda que las células obtenidas de blastocistos (sean producidos en fecundación in vitro o con esta nueva técnica de clonación) son:
«células difíciles de controlar, que tienden a multiplicarse caóticamente, lo que pasa con el cáncer. De hecho, la oveja Dolly, que es el caso exitoso, estaba muy mal de salud, y sus hermanas posteriores también».
LA DENUNCIA DE FAMILY RESEARCH
La asociación que ha denunciado la clonación ha sido la estadounidense Family Research Council (http://www.frc.org/stemcells). Se trataría de la primera vez que se clona y después se hace crecer un embrión humano para extraer las células madres embrionarias.
El doctor David Prentice del Family Research Council (FRC), ha dicho:
«Es una gran preocupación ver que algunos científicos están todavía llevando adelante la clonación humana. Una práctica que lleva a una ingeniería humana altamente peligrosa, proyectando escenarios similares a los descritos en la novela de Aldous Huxley en ‘Un Mundo Perfecto’».
Según el doctor David Prentice, la clonación de los embriones es peligrosa y deshumana. En lo relacionado al uso de las células madre, el miembro del FRC ha explicado que es mucho más fácil y más eficaz obtener las «células madre pluripotentes» de la piel y los tejidos de personas adultas.
«Las células madre adultas – ha precisado Prentice – son más eficaces por el tratamiento de los pacientes. Más de 60.000 personas en el mundo reciben células adultas cada año para transplantes y para curar al menos una docena de enfermedades graves».
DUDAS RESPECTO AL ANUNCIO
El doctor José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas, pide ante todo, prudencia.
«Si es ciencia de verdad, el experimento o hallazgo ha de poder ser reproducido en otros laboratorios, y eso está por ver; recordemos que ya hubo una estafa sobre el tema hace unos años«, señala refiriéndose a los anuncios del surcoreano Woo Suk Hwang, que se mostraron falsos.
Simón Castellví recuerda además que «muchos equipos investigadores necesitan publicidad para financiarse; una cosa es la ciencia, y otra cosa los anuncios con despliegue mediático que atraen atención y financiación».
Por otra parte, añade, «incluso si el equipo de Oregón ha conseguido lo que dice que ha conseguido, lo cierto es que esas células obtenidas por clonación no superarían la eficacia de las IPS, las células adultas pluripotenciales inducidas, que es desde hace años la vía más eficaz y prometedora de obtener células madre útiles, y además es la vía ética».
El doctor Simón Castellví matiza que «lo que el equipo de Oregón describe no es todavía fabricar embriones humanos clonados, pero está muy cerca y parece hacerlo más fácil».
DECLARACIONES DEL CARDENAL O’MALLEY
Pocas horas después de que se conociera la noticia de que un grupo de investigadores de la Universidad de Oregón había logrado la primera clonación, el cardenal de Boston y responsable del Comité Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Sean O´Malley, advirtió de que:
la técnica «va en contra de la dignidad de las personas porque trata a los seres humanos como productos«.
En una nota, el purpurado afirma que:
«la clonación humana con cualquier propósito es incompatible con la responsabilidad moral de tratar a cada miembro de la familia humana como un don único de Dios, como una persona con su propia dignidad inherente».
Algunos de los responsables de los hallazgos insisten en que su descubrimiento no busca crear humanos adultos clonados, sino producir órganos o tejidos a partir de embriones, pero esas declaraciones no tranquilizan a O´Malley, que ve claro que si existe la técnica, se aplicará donde haya demanda y mercado, por ejemplo de «niños clonados».
«Tanto si se utiliza para un fin (terapéutico) u otro, la clonación humana trata a los seres humanos como productos, fabricados a fin de satisfacer los deseos de la gente«. Y añadió: «Un avance técnico en la clonación humana no es el progreso de la humanidad, sino todo lo contrario».
Y el presidente de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas, que hace unas semanas tuvo una reunión con el Papa Francisco, señalí también que
«el Papa tiene una gran sensibilidad por todo lo relacionado con la trata de seres humanos: la trata de mujeres y niños para abusos, para trabajo esclavo, para usar sus órganos… y este tema va ligado».
ALGO INNNECESARIO
El Dr. Nicolás Jouve de la Barreda, catedrático de Genética y presidente de CíViCa dice que la polémica está servida, dado que volvemos a obtener clones de seres humanos, cuando los avances de la terapia celular habían despegado hacia otros derroteros más eficaces y éticos.
La realidad es que se trata de una tecnología que no ha dado resultados prácticos en los ensayos con animales de laboratorio y que además resulta innecesaria dadas las alternativas de la tecnología de la «reprogramación celular».
En primer lugar, las células madre embrionarias han venido siendo paulatinamente abandonadas por los investigadores que han tratado de utilizarlas con animales de laboratorio para estas aplicaciones dada su peligrosidad, ya que debido a su elevada proliferación provocan tumores en los trasplantes.
Por otra parte, su utilización es innecesaria desde que en 2006 surgió la tecnología de la «reprogramación celular». En dicho año, investigadores japoneses del Departamento de Células Madre de la Universidad de Kioto, liderados por Shinya Yamanaka, publicaron también en la revista Cell, un trabajo en el que se demostraba la posibilidad de inducir hacia células madre pluripotentes, células de la piel, fibroblastos de ratón.
Su método consistía en la modificación de las células somáticas mediante la introducción de cuatro factores genéticos: Oct3/4, Sox2, c-Myc y Klf4, en unas condiciones de cultivos celulares semejantes a las utilizadas con células madre embrionarias.
En estas investigaciones subyacía la intención de sustituir la insatisfactoria experimentación con células madre embrionarias por otras que no planteasen problemas éticos. En una entrevista publicada en New York Times (11-12-2007): Shinya Yamanaka había señalado:
«Cuando veía un embrión -al microscopio-, me daba cuenta de que hay poca diferencia entre él y mis hijas» y «entonces pensaba que yo no podía permitirme destruir embriones para investigar. Tenía que haber otra posibilidad». De hecho las células obtenidas por este procedimiento, presentaban la morfología y las propiedades de crecimiento de las células madre embrionarias y convenientemente cultivadas en medios apropiados mostraban capacidad de diferenciarse hacia varios tipos de tejidos, por lo que se denominaron iPS (Induced pluripotent stem).
Prácticamente, desde hace seis años las células inducidas pluripotentes de Yamanaka constituyen la opción de trabajo en cientos de laboratorios de todo el mundo. La gran mayoría de los investigadores que trabajan en este campo creen que las células iPS sustituirán con ventaja a las células madre embrionarias, tanto con fines experimentales como terapéuticos.
De hecho, en 2008 la revista Science calificó la «reprogramación celular» como el descubrimiento científico del año por la utilidad que pueden tener en la investigación de graves enfermedades y por su probable utilización dentro del campo de la medicina reparadora.
Recordemos además dos datos de interés. El primero la sentencia del 18 de octubre de 2011 del alto tribunal europeo de Luxemburgo, que dictamina en contra de la utilización de embriones con fines de obtención de patentes para la aplicación en medicina por razones éticas, de moralidad y defensa de la dignidad de la vida humana.
En segundo lugar, está la propia esperanza depositada en la curación de las enfermedades degenerativas por el procedimiento de la reprogramación celular, que es la razón por la que el Instituto Karolinska de la Real Academia de las Ciencias de Suecia decidió otorgar el Premio Nobel de Medicina o Fisiología del año 2012 a los investigadores John Gurdon (nacido el 2 de octubre de 1933 en Dippenhall, Reino Unido) y Shinya Yamanaka (nacido el 4 de septiembre de 1962 en Higashi Osaka, Japón). Los motivos del Nobel señalan que John Gurdon «descubrió en 1962 que la especialización de las células es reversible» y que Shinya Yamanaka «describió, 40 años después, cómo células maduras intactas podían ser reprogramadas para convertirse en células madre».
Fuentes: Zenit, Religión en Libertad, Páginas Digitales, Signos de estos Tiempos