Un mensaje contra el racismo.
Francisco se adherirá al mundial de fútbol con un mensaje contra el racismo en el acto inaugural del 12 de junio.
Pero mientras se vive esta fiesta deportiva futbolera, la violencia sigue presente en las favelas que el gobierno ocupó militarmente para pacificarlas, ante reclamos de su población de que el gobierno no ha cumplido con la promesa de planes sociales para mejorar la vida en estos barrios probres, y en cambio han visto el arribo de compañías privadas para vender sus productos y aumento en las tarifas públicas.
FRANCISCO INAUGURA EL MUNDIAL
El papa Francisco hará un llamamiento contra el racismo el 12 de junio durante la ceremonia inaugural del Mundial de fútbol de Brasil, reveló la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Según la mandataria, la FIFA ya expresó su apoyo a que la ceremonia inaugural de Brasil 2014 incluya la lectura del manifiesto de pontífice por parte de uno de los jugadores de la selección local, que debutará en el Mundial enfrentando a Croacia en la Arena Corinthians, de Sao Paulo.
«Hablé con el Papa sobre nuestra disposición de convertir la Copa en un hito mundial contra el racismo… Él estuvo de acuerdo con nuestra propuesta. Lamentó no poder venir al partido de apertura, pero ofreció enviar el texto para ser leído antes del partido», dijo Rousseff, durante una cena sostenida en la noche de este lunes con periodistas en la residencia presidencial del Palacio Alvorada.
La presidenta afirmó que otros manifiestos contra el racismo, elaborados por líderes de las diversas religiones existentes en Brasil, serán leídos antes de los partidos del Mundial.
«Ahora somos todos monos», expresó Rousseff, al aludir a la campaña con el hashtag #somostodosmonos/#somostodosmacacos lanzada este domingo por el astro brasileño Neymar, después de que su compañero de Barcelona y de la «seleçao» Dani Alves se comiera una banana lanzada desde la grada por un aficionado del Villarreal, durante un partido entre ambos equipos jugado este domingo.
Según Rousseff, la reacción de Alves al acto discriminatorio contribuye a impulsar la campaña contra el racismo que será el tema del Mundial de Brasil.
«Tenemos que hacer de esta Copa un hito mundial contra el racismo.Tenemos que expresar nuestro orgullo de ser descendientes de africanos, y entrar en la Copa con la cabeza levantada, diciéndole al mundo: ‘somos los mejores’. Y creo que esto lo debemos al fútbol brasileño», enfatizó.
DISTURBIOS SOCIALES EN LAS FAVELAS OCUPADAS MILITARMENTE
Desde el 2010 la Policía Militar brasileña está ocupando literalmente las favelas problemáticas poniendo Unidades permanentes de Pacificación, en vistas al Mundial de Fútbol y la Olimpíadas. Ver aquí. Pero si bien la acción ha tenido éxito para combatir la gran escala del narcotráfico, ha levantado una ola de protestas sociales porque el gobierno no ha cumplido su promesa de desarrollar planes sociales para mejorar la vida en esos barrios pobres.
Esta semana cinco autobuses fueron incendiados en el Complexo do Alemão, aglomeración de ‘favelas’, situada en el norte de Río de Janeiro, después de la muerte de un niño en circunstancias que todavía no están claras en un intercambio de disparos de armas de fuego entre los traficantes de drogas y la policía. Los vehículos fueron incendiados cerca de la Unidad de la «Policía de Pacificación» del inmenso barrio pobre, ocupado en 2010 por los militares para expulsar a las bandas de narcotraficantes que controlaban la región a partir de ahí.
Los incendiarios no han dejado ninguna indicación en cuanto a por qué el gesto, pero según testigos fue una clara respuesta a la violencia atribuida a la policía, que, en unos pocos días, ha sido acusada por los habitantes de las favelas de varios asesinatos, entre ellos el de una anciana.
En respuesta, la policía ha reforzado su presencia en el Complexo do Alemão, durante mucho tiempo un bastión de los traficantes de drogas antes de ser inscrito en el programa del Gobierno regional para pacificar las favelas en vista de los megaeventos deportivos, este año el Mundial fútbol y los Juegos Olímpicos en 2016. Desde la instalación de la policía permanente, los índices de delincuencia han disminuido considerablemente, pero no detiene los enfrentamientos entre los agentes de policía y los miembros de bandas criminales.
«Se esperaba que la mejora de la seguridad en las favelas fuera seguida por mejoras en los servicios básicos, salud, educación, saneamiento. Pero estos servicios no se han materializado. A cambio, ha llegado el sector privado, instalando televisión por satélite y aumentando drásticamente los precios de los servicios públicos», dijo Theresa Williamson, director de la ONG brasileña-americano Catalytic Communities, que trabaja en decenas de barrios pobres de Río.
«Se esperaba que la pacificación de las favelas fuera un proceso sencillo – añadió -, pero la llegada de la policía, sin servicios sociales sólo puede conducir a este resultado. Esto es lo que estamos viendo: la gente está frustrada, no tiene ninguna esperanza en el sistema, ya que no se le dio lo que se le había prometido»
Fuentes: O Estado de Sao Paulo, Misna, Signos de estos Tiempos