Las pistas que tenemos sobre en qué momento se manifestará.
Muchas personas tienden a creer que lo que está pasando desde el 2020, como la peste que atacó al mundo, el manejo de los medios de comunicación ocultando información, la censura, los confinamientos, los pasaportes de salud, etc, son parte de la tribulación del fin de los tiempos.
Y que en su parte más profunda se manifestará el anticristo.
Y entonces, la pregunta es ¿se manifestará durante el pontificado de Francisco?
¿Hay alguna profecía al respecto?
Aquí hablaremos sobre una profecía conocida, de un obispo declarado santo, que pone luz para contestar esa pregunta.
¿Tenemos alguna pista sobre cuándo aparecerá el anticristo del final de los Tiempos?
Sí, la tenemos, la profecía de San Malaquías, aunque no habla del anticristo.
Y no sabemos si en el final de los tiempos aparecerá un ser humano que podamos llamar anticristo, o será todo un sistema dictatorial sin una cara hegemónica.
La postura de la Iglesia respecto a esta profecía siempre ha sido de silenciosa aceptación.
Y contrastándola con otras profecías como de La Salette, Garabandal o la de Elena Aiello, vemos coincidencias y ninguna contradicción.
San Malaquías de Armagh fue un obispo católico irlandés, conocido como profeta e incluso predijo la fecha de su propia muerte en 1148.
Profetizó las características de los pontificados de los últimos 500 años.
Y aparentemente describe que el pontificado de Francisco está alrededor del final de los tiempos.
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Malaquías visitaba Roma en 1139 cuando entró en trance y recibió una visión.
Afirmó haber previsto todos los papas, desde la muerte de Inocencio II hasta la destrucción de la iglesia y el final de los tiempos.
A cada Papa le puso un lema, pero en las sucesivas publicaciones hay diferencias respecto al último lema.
Esta lista de Malaquías se extiende desde el tiempo en que él vivió hasta el presente, describiendo a todos los Papas con una increíble precisión.
Por ejemplo Malaquías usó el término «lilium et rosa» para describir a Urbano VII, cuyo escudo familiar estaba compuesto de rosas y lirios.
La profecía que se asocia a Pablo VI lo identifica como «Flos Florum» y su escudo de armas contenía tres flores de lis.
La descripción de Juan Pablo I era «De Medietate Lunae», la Media Luna.
Fue bautizado como Albino Luciani, o sea luz blanca, nació en la diócesis de Belluno que significa hermosa luna, se convirtió en Papa cuando había media luna, 26 de agosto de 1978, y murió después de un eclipse de luna.
Juan Pablo II fue profetizado bajo el lema de «De Labore Solis», del trabajo del sol, y de hecho nació durante un eclipse del sol el 8 de mayo de 1920.
El número 111 en la lista es la «Gloria Olivae», Gloria del Olivo, y los estudiosos lo asocian con Benedicto XVI.
El Papa Benedicto XVI no era un sacerdote benedictino, pero eligió el nombre de Benedicto, fundador de la Orden de San Benito.
Y el símbolo de la orden benedictina incluye una rama de olivo.
La profecía predice que Benedicto XVI es el Papa anterior antes del supuesto último Papa que gobernará antes de la venida espiritual de Cristo en el fin de los tiempos.
El último en la lista es «Petrus Romanus», pero el enigma es que no tiene número, correspondería haberle puesto el número 112.
Y lleva a algunos estudiosos a pensar que no se trate de un solo Papa sino que represente a una serie de Papas posteriores, inaugurado con el pontificado de Francisco.
El lema «Petrus Romanus» de Malaquías, según las ediciones corrientes, dice,
«En la persecución final de la Santa Iglesia Romana, se sentará en el trono Petrus Romanus, que pastoreará sus ovejas entre muchas tribulaciones, y cuando estas cosas hayan terminado, la ciudad de las siete colinas será destruida, y el terrible juez juzgará a su pueblo».
Y termina con las palabras «El fin».
O sea que el texto dice claramente que en ese momento habrá muchas tribulaciones, Roma será destruida y que Nuestro Señor intervendrá purificando el mundo.
Esto se relaciona con la venida intermedia de Jesucristo para poner orden luego de una tribulación menor, como cataloga Benedicto XVI al momento que estamos pasando ahora, no la del fin de la historia.
Sin embargo, en «El Enigma de la Profecía de San Malaquías sobre los Papas», una obra del jesuita padre Juan Manuel Igartúa, publicada en 1976, se desdobla el último lema en dos.
El Padre Igartúa se basó en la secuencia original de los lemas de la profecía, que habían quedado mutilados en ediciones poco cuidadosas.
Y sirviéndose del llamado número áureo determinó que los lemas de la lista serían 113 y no 112.
Es decir, que la lista no acaba con «Gloria Olivae», el lema correspondiente a Benedicto XVI, y luego viene el final con «Petrus Romanus», sino que después vienen dos lemas más.
O sea que en definitiva desdobla el último lema en dos como figura en las primeras ediciones.
El P. Igartúa pensaba que el lema Petrus Romanus no era aplicable a un papa real sino a toda una sucesión de papas.
Hay tres puntos importantes a tener en cuenta respecto a este lema final.
Primero, predice la persecución de la Santa Iglesia Romana.
Muchos acontecimientos de la Iglesia de hoy atestiguan esta realidad, de hecho, la Iglesia está siendo duramente perseguida.
Tanto por fuerzas externas como por «lobos vestidos de ovejas» que están dentro de la misma Iglesia.
Y antes de la venida intermedia de Jesucristo, habrá muchas tribulaciones que la Iglesia y los fieles tendrán que soportar.
Segundo, la ciudad de las siete colinas será destruida, o sea que la profecía predice la próxima destrucción de Roma.
Pero salvo por un terremoto, por un misil o por la colocación de un artefacto atómico, no parece factible en el pontificado actual.
Pero se puede pensar que el término destrucción sea alegórico y se refiera a la destrucción de la fe en el Vaticano.
Y entonces haría referencia al falso profeta nacido dentro de la Iglesia, cosa que hasta ahora no han aceptado las autoridades de la Iglesia como posibilidad real, y difícilmente lo hagan debido al clericalismo.
Y tercero, «Pedro el Romano» será el Papa final de este período o el inicio de una serie de nuevos pontificados.
Por lo tanto, siguiendo al Padre Igartúa, el lema 112 es «In persecutione», lema que él atribuye al momento del anticristo, y lo escribe entre signos de interrogación.
Y el último lema, el 113, sería “Petrus Romanus”, que corresponde al pontífice reinante en el momento de la venida intermedia de Jesucristo y la derrota del anticristo, inmediatamente antes del triunfo del Inmaculado Corazón de María, el Nuevo Pentecostés y la Era de Paz.
Por lo tanto entonces, la persecución de la Iglesia Romana y el juicio de Dios sobre las Naciones, ejercido con la destrucción de Roma, no sería el fin de la historia sino el fin del «tiempo de las naciones», de lo que habla Jesús en el evangelio de Lucas.
Entonces la profecía de san Malaquías estaría hablando de los últimos pontífices romanos hasta el fin del tiempo de las naciones, que culminaría en un gobierno mundial y el reinado del anticristo, antes de la venida de Jesucristo.
¿Y qué es lo que nos dice la realidad actual independientemente de las profecías?
La realidad actual lleva a pensar que estamos más cerca del lema «In persecutione» que del lema «Petrus Romanus», o sea más cerca de la persecución que de la salida de ella.
Si bien el pontificado de Benedicto XVI se vio sacudido por el ‘vatileaks’ y explotó la crisis de los abusos sexuales entre los sacerdotes, lo que sucede en el pontificado de Francisco es incomparablemente mayor.
Es como si de repente alguien hubiera frotado la botella y salió un genio que desplegó rápidamente una gigantesca persecución.
Se han incrementado dramáticamente las denuncias de abusos sexuales de sacerdotes, y especialmente el encubrimiento de sus obispos.
Se ha abierto claramente la persecución a la doctrina de los apóstoles dentro de la iglesia, por parte de modernistas que quieren cambiarla; y que en algunos casos implica la persecución a personas físicas y a congregaciones enteras.
Pero también está la persecución externa a los cristianos, primero por parte de los radicales islámicos, con liquidación sistemática de cristianos en medio oriente y África.
Y segundo con la persecución de la libertad religiosa en occidente bajo la presión de leyes que protegen nuevas moralidades que están siendo hegemónicas.
De modo que es claro que esta etapa es de persecución de los cristianos.
En teoría en el pontificado del lema «In persecutione», que es el que está desarrollando Francisco, aparecería el anticristo por ser la última.
Su espíritu ya está, solo falta su manifestación.
No sabemos si será una persona física o un sistema dictatorial.
Pero de cualquier forma, no podemos estar seguros porque es un lema que sale de un análisis de la profecía de Malaquías y no de sus propias palabras.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la profecía de Malaquías sobre los papas.
Y me gustaría preguntarte si crees que estamos viviendo una persecución mayor que hace 20 años o no.
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