BENDICIÓN PARA SALIR DE LA CASA
ESTA ORACION SE DEBE DECIR TODOS LOS DIAS AL SALIR DE CASA. Y CADA VEZ QUE SE DESEE.
Divina Providencia, tú que fuiste autora de todo aquello en lo que creo, sin cuya voluntad nada se mueve. Pienso en ti en mis momentos de incertidumbre, para que puedas guiarme y protegerme del mal y de los espíritus envidiosos. Guíame y guía mi espíritu. Si alguno de mis enemigos, debido a la envidia, alza la mano para lastimarme o dice algo para dañarme, desvía su mano y sus pensamientos malignos y haz que se arrepientan de sus errores contra mí y que soliciten mi perdón. Y yo lo perdonaré y suplicaré a Dios por su salvación.
Angel de la guarda, no me dejes, porque soy inocente, caer víctima o ser culpado por pecados que no he cometido y que sólo servirán para satisfacer a mis enemigos.
En nombre de Dios Todopoderoso, suplico a mi angel de la guarda y a los espíritus que me protegen, ser liberado de todas las malas influencias y tentaciones y que los espíritus de la luz me salven para siempre.
Gran Poder, que esta oración me proteja de mis enemigos espirituales y materiales, y rezo para que tu Divina Gracia me proteja con tu mano.
Amén.
BENDICIÓN DEL HOGAR
Dios mío bendice mi casa, para que sea el hogar del amor y de la paz.
Bendice la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la bienvenida.
Bendice las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana y por donde se asoman las estrellas que son luces de esperanza.
Bendice los muros que nos defienden del viento, del frío y que son nuestros amigos en las horas que pasan.
Bendice nuestra mesa y los sitios de trabajo para que nos ayudes y el lugar de reposo para que nos guardes.
Bendice el techo que cobija los afanes de hoy y los sueños de mañana y que guarda para siempre entre los vivos la memoria sagrada de los que se han ido.
Bendice la luz de la casa: la madre, la fuerza y el aliento… el padre y que sean benditos los hijos luz y esperanza de ellos.
Bendice los sentimientos, las ternuras, los anhelos que florecerán en nuestras vidas.
Bendice nuestros pensamientos para que sean puros, las palabras para que sean rectas, nuestros actos para que nos conduzcan hacia TI.
Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos juntos nuestro espíritu.
Bendice nuestros dolores y alegrías porque son el corazón de la familia.
Señor quédate con nosotros… en tu morada… en nuestra casa….
BENDICIÓN DEL HOGAR 2
Dios mío!, bendice mi casa, para que sea el hogar del amor y la paz.
Bendice, la puerta abierta como dos brazos extendidos que dan la
bienvenida a mis invitados.
Bendice, las ventanas que dejan entrar el sol a raudales cada mañana,
y por donde se asoman las estrellas del firmamento, que son luces de
esperanza para la humanidad.
Bendice, los muros que nos defienden del viento, del frío, del calor,
y que son nuestros amigos en las horas que pasamos en la casa.
Bendice, nuestra mesa, y los sitios de trabajo diario para que nos
ayudes, y el lugar de reposo para que nos guardes del peligro.
Bendice, el techo que cobija los afanes de hoy, y los sueños de
mañana, y que guarda para siempre entre los vivos, la memoria sagrada
de los que se han ido al cielo.
Bendice, la luz de la casa, la madre, la fuerza, y el aliento….. el
padre, y que sean benditos los hijos, luz de esperanza, y de sueños
futuros.
Bendice, los sentimientos, las ternuras, el amor, los anhelos que
florecerán en nuestras vidas cotidianas.
Bendice, nuestros pensamientos para que siempre sean puros, y las
palabras para que sean rectas, y que nuestros actos en la tierra nos
conduzcan a TÍ.
Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que fortalezcamos
juntos nuestro espíritu, y este nos lleve puros hacia TÍ.
Bendice, nuestros dolores más profundos, y nuestras alegrías porque
son el corazón de la familia.
¡SEÑOR!, QUÉDATE SIEMPRE CON NOSOTROS…. . EN TU MORADA….. EN
NUESTRA CASA!
Señor:
Bendice a quienes habitan esta casa, bendice a todo el que entra y sale de ella.
Guarda nuestro hogar y danos tu paz, danos coraje para enfrentar con sabiduría y amor las necesidades de cada día, transformándonos en instrumentos de tu voluntad.
Amén
BENDICIÓN DEL HOGAR CATÓLICO
La Bendición de Dios descienda sobre esta casa y sobre todos los que
viven en ella. Y la gracia del Espíritu Santo santifique a todos.
El Santísimo y dulce nombre de Jesús, en el que está toda la
salvación, derrame copiosamente salud y bendición sobre esta casa y
sobre todos los que viven en ella.
La Santísima Virgen y Madre de Dios, cuide a todos con su materna
protección y libere a todos de los males del alma y del cuerpo.
La poderosa intercesión del bienaventurado San José, dé a nuestros
trabajos prosperidad y muchos méritos a nuestros sufrimientos.
Los ángeles de la guarda protejan a cuantos hay en esta casa de las
asechanzas del maligno enemigo y nos conduzcan a la patria eterna.
Descienda sobre nosotros la bendición de Dios, del + Padre, y del +
Hijo y del + Espíritu Santo y permanezca siempre con nosotros,
Amén.
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LOS HOGARES
Señor, Jesús, Tú viviste en una familia feliz,
haz de cada uno de nuestros hogares una morada de tu presencia,
un lugar cálido y dichoso.
Venga la tranquilidad a todos sus miembros, la serenidad a nuestros nervios,
el control a nuestras lenguas,
la salud a nuestros cuerpos.
Que los hijos sean y se sientan amados
y se alejen de ellos para siempre
la ingratitud y el egoísmo.
Inunda, Señor, el corazón de los padres
de paciencia y comprensión,
y de una generosidad sin límites.
Extiende, Señor, un toldo de amor
para cobijar y refrescar, calentar y madurar
a todos los hijos de nuestras casas y a los
de todas las casas del mundo.
Danos el pan de cada día, y aleja de nuestras casas
y, sobre todo, de nuestros corazones,
el afán de exhibir, brillar, aparecer;
líbranos de las vanidades mundanas
y de las ambiciones que inquietan y roban la paz.
Que cuantos se acerquen a nosotros y a nuestros hogares
se sientan acogidos con sincera alegría;
que seamos capaces de dar y recibir,
de compartir nuestro tiempo y nuestros bienes,
y de vivir y comunicar la confianza y la paz
que sin duda reinó en el hogar de Nazaret.
Te lo pedimos a Ti, Señora de los Hogares,
cuyo silencio no es ausencia, sino presencia
atenta a los hermanos.
Comunícanos la fortaleza de tu fe,
la altura de tu esperanza
y la profundidad de tu amor.
ORACIÓN PARA VIVIR EN PAZ EN LA FAMILIA
Señor, Dios nuestro, tu nos has elegido para ser tus santos y tus predilectos.
Revístenos de sentimientos de misericordia, de bondad, de humildad, de dulzura, de paciencia.
Ayúdanos a sobrellevar los unos a los otros cuando tenemos algún motivo de queja, lo mismo que tú, Señor, nos has perdonado. Sobre todo, danos esa caridad, que es el vínculo de perfección. que la paz de Cristo brille en nuestros corazones.
Esa paz que debe reinar en la unidad de tu cuerpo místico. que todo cuanto hagamos, en palabras o en obras, sean en nombre del Señor Jesús, por quien sean dadas gracias a tí, Dios Padre y Señor nuestro.
Amén.