Monseñor Poli hablando en la fiesta de san Ramón Nonato.
El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentino, monseñor Mario Poli, contó anécdotas de sus dos encuentros con el papa Francisco y aseguró que Jorge Mario Bergoglio está “contento” y “entusiasmado” con su misión como Papa, además de reconocer que hasta le cambio la cara de “velorio bárbara” que tenía antes de la elección pontificia.
El prelado dio detalles de sus últimas conversaciones con el Papa, algunas muy ocurrentes, realizadas en el marco de las fiestas patronales en el santuario San Ramón Nonato, del barrio porteño de Monte Castro, al que acudió por la fiesta de la vida.
SU ELECCIÓN COMO ARZOBISPO
Yo estaba muy tranquilo en La Pampa, estaba tomando mate debajo del árbol y alguien me empujó para acá. Estaba muy contento. Y cuando vine a Buenos Aires, sin saberlo y sin anestesia, el nuncio me dice
«El Papa espera una respuesta generosa: que Usted sea el Arzobispo de Buenos Aires». Se ve que se me desencajó la cara en ese momento. Me preguntaban
«¿le pasa algo?».
Bueno… me pasó un camión por encima, no? Y sin opción… sin opción…
Le dije, como acostumbré desde chico – yo soy scout desde chico – bueno, Señor, acá estoy. Luego el Papa me llamó para ser el Papa. Perdón… el Papa me llamó a Roma para hacer el pase, no el Papa. [Risas]
Hicimos esto, nomás, en tres días. Y bueno eso es lo que quería contarles. Después tuve que ir a recibir el palio como los arzobispos de acá. ¡En diez años no había ido a Roma y en el término de un mes tuve que ir dos veces!
MISIÓN COMO PAPA
El Papa está muy contento. Una de las cosas que nos dijo, a mí y al Vicario General (que es Joaquín, quien me acompaña, que fue párroco de aquí, de esta parroquia) El tiene buenos recuerdos y le manda muchos saludos «la barra de Joaquín».
Decía que… el Papa decía que es muy entretenido ser Papa, ¿no?
Con la alegría en el cuerpo que tiene el Papa Bergoglio. Es muy entretenido ser Papa. Sí, hay problemas como en todas las familias pero hay mucha gente que ayuda, no?
BENEDICTO XVI
Bueno… y estuvimos charlando varias cosas…No pierde el buen humor, que eso es muy bueno. Ustedes saben que el Papa Benedicto que tuvo una actitud virtuosa de renunciamiento, un hombre sabio, le dijo a Dios hasta aquí llegó mi amor y le dejó los brazos libres como para que la Iglesia siga, ¿verdad?
ELECCIÓN Y VALIJA
Así que bueno… lo eligen Papa… el había ido con una valijita con dos pares de medias, dos calzoncillos, como para venirse de vuelta… y allá se quedó, ¿verdad?
Y entre una de las cosas, recuerda que el Papa Benedicto le dejó algo arriba de la mesa, unos papeles en el palacio pontificio. El Papa está viviendo en un hotel, el Hotel Santa Marta. Todos, un poquito para chusearlo, le dijimos
«¿Y no vas a ir a ahí al palacio pontificio?» y él, con sorna, nos dice «¿Ahí? ¿para que me afanen? ¡No!»
LA MONJAS Y LOS “PAJARITOS”
En la Curia hay unas hermanas que atienden a los sacerdotes, les hacen la comida – muy sencilla- desde hace muchos años, casi ochenta años que están las hermanas ahí. Estas son más jóvenes.
Y hay unos pajaritos que siempre el cardenal, en los viente años que estuvo ahí, iba y le tiraba unas miguitas cuando desayunaba […] a la mañana. Y alguien le regaló dos cardenales. Están ahí en una jaula. Todos los días pian y…
El Papa llama por teléfono y atendió una de las hermanas mayores. Hay dos cardenales, un cabecita y un jilguero. Entonces llama por teléfono el Papa y atiende la hermana mayor y pregunta «¿Quién habla?» (porque el se presenta «yo soy Jorge, del extranjero»)
Así se ha presentado muchas veces. Cuando atiende alguien que no es el interesado le dice «Jorge, el extranjero». Así que si reciben una llamada así sepan que es el Papa. Entonces la abuela, la hermanita esta, dice
«¿Quién habla, el cardenal?» Y él dice «No, el jilguero».
LA CARA DE VELORIO
Después de estas cosas, les digo que el Papa está con mucho entusiasmo. Aquí tenia una cara… que nosotros decimos… ¿viste cuando a las mamás los chicos se le ponen muy caprichosos y dicen «a mi nunca una alegría»? Es la frase de la mamá: «¿Acá nunca una alegría?». Bueno, así le decíamos nosotros al Papa «¿Acá nunca una alegría? Siempre con una cara de velorio bárbara!» Una cara así, adusta (con un corazón de oro).
Iba a las villas. En las villas hay dos sacramentos que celebrar… hay tres sacramentos: la Eucaristía, la Confirmación y la foto. Uno se tiene que quedar como el muñeco de Mc Donalds y pasan durante hora y media todas las familias para sacar la foto. Y un párroco le dijo «Si vas a venir con esa cara, nos vas a arruinar la foto a todos». Eso le dijo al actual Papa.
¡Pero resulta que ahora el Papa está hecho una Pascua! Sonríe para todo el mundo, y nosotros los cargamos
«¿Y ahora? allá nunca una sonrisa y acá sos una Pascua!» Acá sonrisa repartís para todo el mundo. Y él levanta el mentón y dice «es el fruto del Espíritu».
EL PAPA YA NO ES ARGENTINO
Luego de estas cosas y de otros comentarios que nos hizo percibir que el Papa está muy contento, que lo cuidan mucho, les tengo que decir una noticia que no les va a gustar: el Papa ya no es más argentino. Ya es internacional, católico, universal, pero especialmente se lo han apropiado los tanos que lo quieren mucho. Los italianos hablando del Papa «Francisco», «Francesco»… es una cosa impresionante…
RECEN POR MÍ
¿Ustedes saben qué es lo que pide él a todos ustedes, no? ¿Qué pide él? Que recemos por él. Él necesita mucha fuerza, nuestra oración. Y si les sobra un Ave María por ahí, lo encajan para mí también.
Fuentes: AICA, Signos de estos Tiempos