¿Quiénes son los yazidíes?
Probablemente los lectores habrán oído o leído que los jihadistas del Estado Islámico persiguen y masacran a los cristianos y a otras minorías, entre ellas los yazidíes.
Aunque étnicamente kurdos, los yazidíes no son musulmanes, como la mayoría de los kurdos. Los yazidíes siguen una religión antigua enraizada en el zoroastrismo que los radicales equiparan con el “culto al diablo”, haciendo del grupo un objetivo prioritario junto con los cristianos, los musulmanes chiítas y cualquier otro sistema de creencias fuera del marco ultraconservador del Islam militante.
Los yazidíes son poco conocidos en Europa, aunque hoy en día una de sus comunidades más grandes, con sesenta mil fieles que huyó de la persecución, vive en Alemania. Pero están muy estudiados por los historiadores de las religiones, y son un museo vivo de la cultura religiosa de Oriente Medio. Aunque su origen sigue siendo un misterio y polémico.
Los yazidíes forman una minoría preislámica cuyas raíces se remontan a 2000 aC. En una época fue la religión oficial de los kurdos, pero la islamización obligatoria redujo su número. Sin embargo, siguen siendo predominantemente de origen kurdo y la mayoría vive cerca de Mosul, existiendo pequeñas comunidades en Armenia, Georgia, Irán, Rusia (31.273 según el censo de 2002), Siria y Turquía.
Durante la Edad Media los Yazidíes emergen en una zona a caballo entre el actual Irak y Turquía como una religión separada de todas las demás, de naturaleza sincretista y esotérica, con elementos tomados del judaísmo cabalístico, del gnosticismo, el sufismo islámico y el zoroastrismo.
La teoría más aceptada actualmente presenta el yazidismo como fruto de un proceso sincretista de miles de años que culminó en el siglo XII al contactar los cultos locales del Kurdistán con el islam sufí traído a la zona por el jeque Adi ibn Musafir.
Veneran como su fundador – y como la encarnación de un ángel – (? -1162), a ese maestro sufí Adi ibn Musafir, un descendiente de la dinastía de califas Omeya, que, sin embargo, era probablemente un asceta musulmán que murió décadas, si no siglos antes de la formación de la visión de mundo de Yazidi.
Tiene su centro en una idea de la cosmología gnóstica, donde Dios crea primero a siete arcángeles encargados de gobernar el universo, cuyo jefe es Tawuse Melek, Arcángel Pavo Real. A continuación, crea a Adán, y ordena a los arcángeles inclinarse ante él. Tawuse Melek se niega, pero la actitud de Dios hacia él es compleja: por un lado, lo culpa por su desobediencia, por el otro lo alaba por su espíritu indomable e independiente, y le deja el gobierno de todo el bien y el mal en el mundo. Tawuse Melek habla a través de los profetas Yezidi, y sus libros sagrados – de los cuales hay controversias, sin embargo, porque parece que las versiones conocidas en Occidente son falsificaciones realizadas a principios del siglo XX para desviar a los estudiosos occidentales demasiado curiosos – consideran al califa Yazid I Omeya (647-683) y al ya mencionado maestro sufí Adi ibn Musafir como encarnaciones del Arcángel.
El problema de los yazidíes es que sus vecinos judíos, cristianos y especialmente los musulmanes , chiítas y sunitas, han identificado a Tawuse Melek – cuya historia tiene elementos en común con la de Lucifer en la Biblia y en el Corán – con el diablo, y luego los han etiquetado como adoradores del diablo, persiguiéndolos duro.
Según algunos estudiosos, el número de Yazidis sacrificados durante los siglos es de veinte millones. De acuerdo con las escuelas islámicas más extremistas, a los yazidíes se les debe ofrecer la posibilidad de elegir entre la conversión al Islam y ser matados. Han masacrado a miles de personas en Irak antes de Saddam Hussein (1937-2006), y después al-Qaeda durante la guerra civil que siguió a la invasión estadounidense.
Los yazidíes creen que el bien y el mal conviven en la mente y el espíritu humanos. Elegir entre ambos depende del propio ser humano. En este proceso, su devoción a Tawuse Melek es esencial, puesto que fue a él a quien Dios le dio a elegir entre el bien y el mal, y eligió el bien.
Dos características claves e interrelacionadas del yazidismo son:
a) Preocupación por la pureza religiosa, que se expresa en el sistema de castas, las normas alimentarias, la preferencia por vivir en las comunidades de yazidíes y la variedad de tabúes que gobiernan muchos aspectos de la vida.
b) Creencia en la metempsicosis. Los yazidíes creen que los siete Seres Santos se reencarnan periódicamente en forma humana, llamada koasasa. También existe una creencia en la reencarnación de unas pocas almas yazidíes. Como los yaresaníes, los yazidíes usan la metáfora de un “cambio de ropa” para describir el proceso, que llaman en kurdo kira guhorîn.
La sociedad yazidí es jerárquica. El líder secular es un emir o príncipe hereditario, mientras que un sheij principal dirige la jerarquía religiosa. Los yazidíes son extremadamente endogámicos. Además, los miembros de las tres castas yazidíes (murid, sheij y pir) se casan solamente dentro de su respectivo grupo.
Se ha dicho que el santuario del templo de Chemera está ligado a la resurrección de Jesucristo. Creen que Dios mandó a Tawuse Melek a retirar la lápida que cubría la tumba de Jesucristo para que éste pudiera salir y que (Melek Taus) se quedó en el lugar del templo.
Hoy el califato de al-Baghdadi les ofrece la alternativa de convertirse al Islam o ver a sus hombres fusilados y sus mujeres vendidas como esclavas. Los muertos ya serían miles, decenas de miles de refugiados, y el riesgo de genocidio está en puerta, si tenemos en cuenta que de los setecientos mil yazidíes sobrevivientes a siglos de persecución, ahora viven quinientos mil en Irak y cincuenta mil en Siria.
Fuentes: La Nuova Bussola Quotidiana, Wikipedia, Signos de estos Tiempos