De la Acedia no se suele hablar. No se la enumera habitualmente en la lista de los pecados capitales…
Sin embargo, la acedia es una atmósfera que nos envuelve… Si bien se mira, la nuestra puede describirse como una verdadera Civilización de la Acedia.
Ya adentrándonos en el tercer milenio cristiano se nos exhorta a navegar mar adentro y a empeñarnos en fundar una civilización del amor. Pero el terreno no está vacío. También hoy como en toda época se plantea, aunque en términos propios, el enfrentamiento de las dos ciudades a las que se refiere el Apocalipsis y San Agustín.
El terreno está ocupado en nuestros tiempos por una civilización feroz – cultura de la guerra y de la muerte – que nació de la apostasía de las naciones católicas, apartándose y renegando de los caminos de la caridad. Su antagonismo con la civilización del amor es ingénito. Y así como la Iglesia es experta en humanidad, la civilización de la acedia es experta en provocar y propagar la apostasía y, por ende, la deshumanización.
A pesar de lo útil que puede resultarnos, por estos motivos, recuperar la operatividad profética del tradicional concepto de acedia, no se suele hablar de ella. Muchos fieles, religiosos y catequistas incluidos, nunca o rarísima vez la oyeron nombrar y pocos sabrán explicar en qué consista. Y aún los enterados, no le ven mayor valor que a nivel de una moral privatista.
Sin embargo, la acedia – poco importa que no se la sepa reconocer ni nombrar – es una atmósfera que nos envuelve sin advertirla. Se la puede encontrar en todas sus formas: en forma de tentación, de pecado actual, de hábito extendido como una epidemia, y hasta de cultura con comportamientos y teorías propias que se trasmiten por imitación o desde sus cátedras, populares o académicas. Si bien se mira, la nuestra, puede describirse como una verdadera y propia Civilización de la Acedia.
Se puede leer el libro íntegro aquí:
En mi sed me dieron vinagre. Índice analítico
2. La acedia en las Sagradas Escrituras
4. La civilización de la acedia
5. La acedia en la Vida Consagrada
6. Acedia y desolación según San Ignacio de Loyola
7. Pneumodinámica de la acedia
Fuentes: Padre Horacio Bojorge para Catholic Net,