SALMO PARA DAR GRACIAS
Es bueno darte gracias, Señor, de corazón, y cantarte con gozo cada día.
Es bueno proclamar por la mañana tu bondad y por la noche decirte de verdad
SALMO PARA DAR GRACIAS
Es bueno darte gracias, Señor, de corazón, y cantarte con gozo cada día.
Es bueno proclamar por la mañana tu bondad y por la noche decirte de verdadque me has amado.
Es bueno decir que tus acciones, Señor, son mi alegría y mi esperanza.
Es bueno decirte que las obras le tus manos son júbilo y fiesta para mí.
Te doy gracias por el don maravilloso de la vida.
Te doy gracias por el don entrañable del bautismo.
Te doy gracias por el don gozoso de la vocación consagrada.
Te doy gracias por el don precioso de tu Espíritu.
Te doy gracias por el don sabroso de tu Palabra.
Te doy gracias por el don único de tu Pan de vida.
Qué grandes son tus obras, Señor.
Qué profundos son tus designios.
Qué grandes son tus proyectos para nosotros.
Qué profundos son tus deseos para el que te busca.
Es bello, Señor, vivir siendo Tú el centro de mi vida.
Es bello, Señor, saber que tú eres el Señor de mi vida.
Muchos no te conocen, Señor, y me da pena que pongan su vida en cosas que se acaban.
Muchos no saben que tú eres Padre y que nos quieres a todos con ternura.
Tú eres grande para siempre.
Tu amor me inunda v me hace feliz.
El hombre honrado florecerá como palmera, se abrirá como un trigal fecundo, siempre tendrá el fruto a mano.
Y su vida ante Ti, Señor, será preciosa.
Es bueno darte gracias, Señor, y cantarte de gozo cada día.
Es bueno abrir el corazón de par en par y dejar que tu luz inunde de tu paz toda la vida.
ORACIÓN DE AÑO NUEVO
SEÑOR: para este día
de año nuevo te pido
antes que la alegría,
antes que el gozo claro y encendido,
antes que la azucena
y que las rosas,
una curiosidad ancha y serena,
un asombro pueril frente a las cosas…
Quiero que ante el afán de mi mirada,
enamorada y pura,
todo tenga un misterio de alborada
que me deslumbre a fuerza de blancura.
Quiero ser el espejo con que el río
convierte en gozo nuevo la ribera:
quiero asombrarme del estío
y enamorarme de la primavera.
Señor y Padre mío:
dame el frescor de esta pradera llana,
riégame del rocío
de tu mejor mañana.
Hazme nuevo, Señor,
y ante el cielo, y los campos y la flor,
haz que mi asombro desvelado diga:
Señor… ésta es la rosa, ésta es la espiga…
¡y esto que llevo dentro es el amor!
José María Pemán
ORACIÓN DE FIN DE AÑO
Señor, Dios…
Dueño del tiempo y de la eternidad.
Tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.
Al terminar este año quiero darte gracias,
por todo aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, por las flores,
el aire y el sol, por la alegría y el dolor,
por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.
Te ofrezco cuanto hice en este año.
El trabajo que pude realizar,
las cosas que pasaron por mis manos,
y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé,
las amistades nuevas y los antiguos amores,
los más cercanos a mí,
y los que están más lejos, los que me dieron su mano,
y aquellos a los que pude ayudar.
Con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón.
Perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado.
Por la palabra inútil y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho.
Y perdón por vivir sin entusiasmo.
También por la oración, que poco a poco,
fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente.
Te pido perdón.
Pronto iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida,
ante el nuevo calendario aún sin estrenar.
Te presento estos días, que sólo TU sabes, si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos, la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad.
Llevando a todas partes, un corazón lleno de comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos, a toda falsedad.
Y mis labios, a palabras mentirosas,
egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno.
Que mi espíritu, se llene sólo de bendiciones,
y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría,
para que cuantos conviven conmigo,
o los que se acerquen a mí, encuentren en mi vida,
un poquito de TI.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.
ORACIÓN ANTE EL PESEBRE
Quisiera ser estrella y guiar a los hombres al encuentro con Jesús.
Quisiera ser un ángel, para anunciar el nacimiento del Niño en Belén.
Quisiera ser pastor para acercarme el primero y adorar al Señor.
Quisiera ser Rey Mago, llevar oro para Aquel que es Rey,
incienso para Aquel que es Dios y mirra para Aquel que es hombre.
Quisiera ser buey y mula y ofrecer a todo el que lo necesite,
el mismo calor, que a Cristo quiero dar.
Quisiera ser José para mirar y acompañar al Dios Emanuel.
Quisiera ser cuna de Jesús para, como María,
mirarle, contemplarle, cuidarle.
Hacer de El, el centro de mi vida.
Amén
ORACIÓN DE NAVIDAD
Dios hecho hombre, hecho niño,
ha aparecido hoy en nuestra tierra,
fuera de la ciudad y en el corazón de la noche.
Un misterio para la adoración.
Navidad no es ruido, es silencio;
no son palabras, es la Palabra;
no es apariencia, es hondura;
no es lejanía, es presencia.
Esta es tu hora y la nuestra
(porque es la hora del Dios-Hombre
y del Hombre-Dios).
Señor, sin la encarnación y la navidad,
¿cómo íbamos a sospechar
que tú eres pobre y desvalido
como un niño que nace?
¿Y cómo íbamos a comprender,
que nosotros somos grandes,
semejantes al Hijo
por quien fueron hechas todas las cosas,
semejantes al Amor infinito de Dios Padre.
manifestado en rostro humano para todos nosotros?
Te has hecho hombre para divinizarnos:
¿cómo te cantaremos, Señor?
¿Cómo te cantó el corazón de tu madre
en la primera Noche Buena?
¿O fue el suyo un canto de silencio
ante la Palabra de Dios que tenía en sus brazos?.
¿QUÉ SENTISTE, MARÍA?
Con pocas palabras, pero en Ti María,
habitó por el anuncio de un Ángel
el Misterio de un Dios humanado.
¿Qué sentiste, Virgen María
ante la llegada del mensajero?
¿Creíste, acaso, que ese personaje celestial
se equivocó de puerta?
¿Pensaste que, uno de tus vecinos,
venía para probar tu fe o tu ingenuidad?
¿Qué sentiste María, dinos Tú que miraste al cielo,
ante la llegada del famoso mensajero?
Tal vez, como humilde nazarena,
sentiste que Dios habla en el silencio
Que Dios se hace grande
en el que le recibe manifestándose
esclavo, humilde…y pequeño
Tal vez, como mujer de Dios,
mirando por la ventana
de tu pobre casa de Nazaret
soñaste que, simplemente,
era una estrella que de repente
cayó desde el mismo cielo.
O, tal vez, María,
en el secreto escondido
desde hace siglos,
supiste que, contigo,
la partitura comenzaba a escucharse
que el plan comenzaba a llevarse a cabo
que, Dios, en una más de las suyas
irrumpía ahora sin ruido, en silencio,
sin más exigencia que tu obediencia
sin más preguntas que tu respuesta
sin más palacios que tu vientre virginal
sin más pregoneros que un Ángel.
Ayúdanos, María,
en medio de los ruidos que sacuden
los valles de nuestras vidas
a escuchar, como Tú lo hiciste,
la voz de un Dios que sale a nuestro encuentro
en el rostro de un Niño nacido en pesebre.
ORACIÓN ANTE PESEBRE (BELÉN)
Quisiera ser estrella y guiar a los hombres al encuentro con Jesús.
Quisiera ser un ángel, para anunciar el nacimiento del Niño en Belén.
Quisiera ser pastor para acercarme el primero y adorar al Señor.
Quisiera ser Rey Mago, llevar oro para Aquel que es Rey,
incienso para Aquel que es Dios y mirra para Aquel que es hombre.
Quisiera ser buey y mula y ofrecer a todo el que lo necesite,
el mismo calor, que a Cristo quiero dar.
Quisiera ser José para mirar y acompañar al Dios Emanuel.
Quisiera ser cuna de Jesús para, como María,
mirarle, contemplarle, cuidarle.
Hacer de Él, el centro de mi vida.
Amén
¡BENDITA TÚ, MARÍA!
Bendita Tú, María
Contigo, renace de nuevo la esperanza
por tu alegría interior y, porque tus pies,
lejos de plegarse en sí mismos
se pusieron en marcha más allá de las montañas
¡Bendita Tú, María!
S Dios te hizo grandes favores,
no fue menos cierto que Tú le brindaste
tu obediencia, para cumplir su voluntad
tu sencillez, para no complicar sus planes
tu silencio, para que hablase su inmenso poder
tu bondad, para que se fijara sólo en Ti.
¡Bendita Tú, María!
Porque, si la Navidad asoma en el horizonte
es porque, primero, tu “SI” sonó en Nazaret
Si, los ángeles proclamarán la Gloria de Dios,
es porque, Tú antes que ellos,
publicaste que El había hecho obras grandes en Ti
que su nombre era santo.
¡Bendita Tú, María!
Siempre estuviste más dispuesta a dar, que a recibir
Al silencio, antes que a la palabra
A la pobreza, huyendo de toda apariencia
A la docilidad, sin amistad con la dureza
¡Bendita Tú, María!
Porque, tu nombre, tiene sabor a Navidad
Tus caminos, son senderos hacia Belén
Tu alegría, es preludio de lo que nos espera
Tus brazos, cuna que mecerán al Niño Dios
¡Bendita Tú, María!
Porque sigues aportando ilusión a nuestro mundo
Luz al sendero de nuestra fe
Porque sigues siendo el gran portal donde Dios nació
¡Bendita Tú, María
Por salir a nuestro encuentro
y llevarnos ante el rostro de Aquel que nace en Belén
Por hacernos participes de tu gozo
y recordarnos que, el servicio, es exigencia de la fe.
Porque, ante los días de Navidad,
nos invitas y nos enseñas
a estar vigilantes y dispuestos a acoger
a Aquel que viene, pequeño y humilde.
Amén.