Las tradicionales matanzas semanales.
El sábado pasado el grupo terrorista musulmán Boko Haram de Nigeria realizó la mayor matanza de cristianos en lo que va del año, 106 en una aldea y 90 en otra. No es nuestro estilo publicar cada matanza de cristianos porque haríamos una publicación solamente de atentados contra cristianos. Pero las más importantes las publicamos para tener informados someramente a los lectores.
Varios hombres en uniforme militar llegaron en algunos vehículos, asaltaron las tiendas, recorrieron las casas y, después de haber cometido la masacre, huyeron hacia el bosque. Sucedió en Borno, uno de los tres estados del norte de Nigeria, donde en mayo se impuso el estado de emergencia con el fin de facilitar las operaciones militares contra Boko Haram. Sin embargo, las formaciones guerrilleras han continuado sus acciones.
LA MATANZA
Sábado, 15 de febrero Boko Haram, el grupo extremista islámico creado para imponer la ley islámica en Nigeria, ha hecho una nueva masacre de civiles. En el ataque contra dos aldeas en el estado nororiental de Borno, al menos 106 personas en su mayoría cristianos fueron asesinados: las víctimas hasta ahora detectados son 105 hombres y una mujer anciana que murió tratando en vano de proteger a un nieto.
En Baga, un pueblo de pescadores a orillas del lago Chad, un comando de un centenar de milicianos abrió fuego contra el pueblo disparando en todas direcciones. Muchas personas han muerto – aún no se sabe el número exacto – alcanzados por balas o ahogados en el lago en el que se lanzaron para tratar de escapar de la carnicería. Antes de salir, los comandos requisaron el pescado y otros alimentos, y luego prendieron fuego a las casas. Baga ya había sido devastada en abril pasado durante un enfrentamiento armado entre Boko Haram y las fuerzas armadas. En los días siguientes a la batalla, sospechando complicidad de los residentes, los terroristas trataron de descubrir a los sobrevivientes, posiblemente escondidos en las casas, y habían prendido fuego a una gran parte de la aldea, matando a más de 200 personas durante la operación.
El otro ataque el sábado se lanzó contra Izghe, un pueblo habitado principalmente por cristianos. Allí, los terroristas, de acuerdo con el testimonio de algunos sobrevivientes, en primer lugar reunieron varios hombres los rodearon y mataron. Luego se continuó con la masacre de ir de casa por casa, durante horas. Fueron asesinados un total de aproximadamente 90 personas.
Ambos pueblos se encuentran en una región que está en estado de emergencia. Para contrarrestar a Boko Haram, desde mayo de 2013, hay una ofensiva militar en curso en los estados vecinos de Borno, Yobe y Adamawa. Pero en Baga e Izghe el ejército no intervino porque los militares dejaron el área la semana pasada.
LAS MATANZAS SEMANALES
Los sábados son los de los ataques más sangrientos desde el comienzo del año, después de los de 26 de enero contra el pueblo de Waga Chakawa, en Adamawa, y el de Kawuri en Borno, que se tradujo en alrededor de 74 muertos y decenas de heridos.
El 1 de febrero, un grupo de hombres en un coche y una moto han entrado en una casa, rompiendo la puerta, y matando a todos los habitantes, siete cristianos, toda una familia. Sucedió en el pueblo de Unguwar Kajit en el estado de Kaduna, ubicado en el norte del país. Los jóvenes cristianos en represalia luego quemaron algunas casas de musulmanes y tres mezquitas.
El 11 de febrero, otros 39, tal vez 50 personas, entre ellas tres niños, murieron en Konduga, un pueblo a 35 kilómetros de Maiduguri, capital de Borno. Los terroristas han llegado a la ciudad a la puesta del sol y han causado estragos durante horas sin molestias, después que los militares y policías en la escena se habían dado a la fuga. También arrasaron y quemaron más de mil casas, una mezquita, una escuela, una clínica médica y otros edificios públicos.
TAMBIÉN CRISIS POLÍTICA
El presidente Goodluck Jonathan, dados los pobres resultados de las operaciones militares contra Boko Haram, el 16 de enero ha sustituido a los jefes de las fuerzas armadas y ha puesto al frente del Ministerio de Defensa a un general retirado del norte y, Aliyu Mohammed Gusau. Pero hasta ahora, como lo demuestra la actual violencia, la rotación no ha producido resultados. Por otra parte, en momentos en que el país debe centrarse en la lucha contra los terroristas, una profunda crisis política debilita las instituciones. El partido gobernante, el Partido Democrático Popular, PDP, ha perdido la mayoría absoluta en el parlamento por la deserción de decenas de diputados y senadores a la oposición, a la que se añaden algunos gobernadores influyentes de los Estados islámicos del Norte. La crisis política se debe principalmente al hecho de que el presidente Jonathan, cristiano nativo del Sur, parece que quiere volver a candidatearse el próximo año.
Está en curso también una remodelación del Gobierno que ya ha dado lugar a la sustitución de cuatro ministros, entre ellos el de la Fuerza Aérea, la Stella Ouduah en el centro de un escándalo de corrupción.
BOKO HARAM SIGUE UN PATRÓN REGULAR, DESTINADO A ATERRORIZAR A LA POBLACIÓN
“La última masacre en el norte de Nigeria no me sorprende ya, porque Boko Haram sigue un patrón regular, destinado a aterrorizar a la población”.
Así lo asegura a la Agencia Fides Mons. Ignatius Ayau Kaigama Arzobispo de Jos y Presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, al comentar el asalto llevado a cabo el 15 de febrero en la localidad de Izghe, en el estado de Borno (norte de Nigeria), presuntamente a manos de un grupo de Boko Haram.
“Lamentablemente, las autoridades no han logrado cumplir con su tarea de garantizar la paz y la seguridad a los nigerianos en todas las áreas del país”, afirma Mons. Kaigama.
“A pesar de los importantes esfuerzos y recursos invertidos para combatir estos grupos fanáticos, los políticos y los militares nigerianos aún no han logrado llegar al fondo del problema”.
El Arzobispo de Jos cree que
“es necesario ir a la raíz del fenómeno”. “Creo que hay grupos externos a Nigeria que ofrecen una asistencia sofisticada a las formaciones radicales de Nigeria, o que están dentro de la propia Nigeria; la simpatía por estos grupos, o incluso por personas concretas, hacen posible que sigan estos ataques, al pasar información o de otros formas”, concluye Mons. Kaigama
Fuentes: La Nuova Bussola Quotidiana, Fides, Signos de estos Tiempos