La ‘cría humana’ tiene que ser controlada por microchips.
Admitiendo que su sugerencia «suena descaradamente autoritaria», y que «viola casi todos los valores esenciales que poseemos en una sociedad libre», el transhumanista Zoltan Istvan señaló cree que un organismo transnacional debería tener el poder de esterilizar a cualquier persona que «se considere indigna» de la paternidad a través del uso de un microchip implantados.
Las elites y pseudo-intelectuales están siempre dispuestas a promover conceptos e ideas sobre el control de las masas; controles, que por supuesto, ellos se encargarían de administrar. El control de la población se maneja como si los seres humanos no fueran diferentes de ratas de laboratorio. Para estos defensores, no es más que «la cría humana» que necesita ser controlada.
Invitado por la revista Wired, Istvan escribió que la tecnología del futuro va a cambiar todo acerca de la experiencia humana – incluyendo cómo nacen los bebés:
La época transhumanista – donde la ciencia y la tecnología radical revolucionarán el ser humano y la experiencia – eventualmente nos traerá una vida útil indefinida, ciborgización, clonación, e incluso ectogénesis, donde la gente utilizará úteros artificiales fuera de sus cuerpos para desarrollar los fetos.
El escribe en Wired que su idea surgió por primera vez durante una fiesta informal, cuando oyó a un obstetra alto, rubio decir,
«con 10.000 niños que mueren cada día en todo el mundo por hambre, se podría pensar que en poner drogas para el control de nacimientos en el agua».
Después de escuchar eso – y dar al asunto cuidadosa reflexión – Istvan escribió que,
en un esfuerzo por «dar a cientos de millones de futuros hijos una vida mejor, avala con cautela la idea de la concesión de licencias a los padres»
Ese proceso, él escribió que,
«sería poco diferente a obtener una licencia de conducir». Se requiere que los padres «pasen una serie de pruebas básicas» con el fin de «obtener la luz verde para que la mujer quede embarazada y crie a los hijos.»
«Los solicitantes se considerarán indignos» por varias razones – Istvan enumera la falta de vivienda, la pobreza y los antecedentes penales entre ellos -, «no se les permitiría hasta que pudieran demostrar que serán los padres adecuados»
Istvan pasa a cuestionar hasta qué punto los gobiernos podrían hacer cumplir sus mandatos de control de natalidad.
«¿Podrán los gobiernos obligar al aborto a las madres si se demuestra que estan embarazadas sin permiso?», preguntó, postulando que la idea parece «inimaginable en la mayoría de las sociedades de todo el mundo».
Él también escribió que encuentra «esperanza a corto plazo» en una tecnología anticonceptiva que está financiada por la Fundación Bill y Melinda Gates – un microchip inyectable con control remoto que podía esterilizar eficazmente a una mujer durante más de una década.
«El microchip implantado tiene una duración de hasta 16 años – tres veces más que los actuales dispositivos implantables, incluidos los DIU – y puede entregar hormonas en el cuerpo a través de un interruptor de encendido y apagado del teléfono móvil», escribió. «No es un gran salto imaginar que los gobiernos vean oportunidades en el uso de esto».
El microchip desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para la Fundación Bill y Melinda Gates, implantado en las mujeres, produce esterilidad controlada; el tamaño del chip es de 20 mm x 20 mm x 7 mm y la reserva de la hormonas es almacenada dentro del dispositivo; el microchip mantendría casi dos décadas una hormona utilizada en los anticonceptivos y dispensaría 30 microgramos al día, mediante una pequeña carga eléctrica; puede ser implantado en las nalgas, parte superior del brazo o en el abdomen, y se lanzaría al mercado en el 2018.
Pero, debido al pobre historial de fiscalización de los gobiernos, Istvan dice que cree que ningún tipo de gobierno del mundo debería ser el encargado de decidir quién puede tener hijos.
«Tal vez una entidad sin fines de lucro como la Organización Mundial de la Salud podría ser capaz de intervenir», sugirió, y añadió que el papel de la OMS probablemente inspire «más confianza».
Fuentes: Natural News, Signos de estos Tiempos