La gente abandona los campos agrícolas y las fábricas por miedo al contagio.
El Ébola se está extendiendo muy rápidamente en el África occidental, y causando tanta muerte con tanta rapidez, que la economía de la región está al borde de un colapso total.
The Washington Post informa que Liberia, el país más afectado por el Ébola, ahora se tambalea sobre el abismo del «infierno económico», ya que los habitantes se saltean cada vez más el trabajo para evitar la infección.
Trabajadores de las fábricas, los agricultores y muchos otros con deberes diarios importantes simplemente desertan de ir a trabajar, lo que significa que los bienes y servicios, así como los alimentos, se están convirtiendo cada vez más escasos. Es el peor de los casos que los grupos internacionales de ayuda no esperaban que viniera, pero que está claramente tomando forma en la medida que el brote tiene una escalada sin fin a la vista.
«Las necesidades básicas de supervivencia en Liberia – la comida, el transporte, el trabajo, el dinero, la ayuda del gobierno – se están agotando rápidamente», escribió Fred Barbash.
«La FAO [Organización para la Alimentación y la Agricultura] dice que los alimentos son cada vez más escasos. Los campos en algunas regiones se han abandonado en parte porque la gente cree que el Ébola puede llegar a ellos por el agua utilizada para el riego».
La FAO, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial han advertido que el caos económico podría ser el resultado de un fracaso para contener el Ébola en las regiones afectadas. Cuarentenas, unidades de aislamiento especiales, restricciones de viajes y la intervención incluso militar de los EE.UU. han hecho poco o nada para detener la propagación del ébola en África occidental, y ahora la enfermedad se ha visto por primera vez en los EE.UU.
«La gente está aterrorizada por la rapidez con que la enfermedad se está propagando», explicó un representante de la FAO en Liberia, Alexis Bonte, a los medios de comunicación.
«Vecinos, amigos y miembros de la familia están muriendo en tan sólo unos días de que presentan síntomas alarmantes, cuyas causas no se comprenden totalmente por muchas comunidades locales«.
«Esto les lleva a especular que el agua, los alimentos o incluso los cultivos podrían ser los responsables. Cunde el pánico, causando que los agricultores abandonen sus campos por semanas».
Está obligando a la gente a quedarse en casa durante días, mientras que los trabajadores del gobierno van de puerta en puerta en busca de pacientes de Ébola – esto ocurrió recientemente en Sierra Leona – lo que tiende a crear una histeria colectiva. Las cosas tienden a salirse de control muy rápidamente, cuando las personas son empujadas a sus límites.
Según el FMI, países como Liberia están teniendo problemas no sólo de producir suficiente comida para alimentar a la gente, sino también el mantenimiento de un sistema de distribución adecuado para ofrecer la poca comida. Es una crisis en cascada progresiva que causa aumentos de precios de alimentos y «compras de pánico» en la lucha para sobrevivir.
Moverse es también difícil, ya que los sistemas de transporte se están degradando rápidamente en respuesta a los crecientes costos de los combustibles. La venta de combustibles ha caído en hasta un 35 por ciento en algunas áreas, lo que sugiere que las personas están obligadas a quedarse en casa y no hay forma viable para llegar al trabajo, incluso si quisieran.
«El sector de los servicios, cerca de la mitad de la economía de Liberia, que emplea alrededor del 45 por ciento de la fuerza laboral, ha experimentado una caída en el volumen de negocios de 50 a 75 por ciento», agregó Barbash.
De acuerdo con el informe del Banco Mundial, la exportación del caucho, la exportación agrícola de Liberia más importante, ha sido severamente interrumpida tanto por la movilidad reducida de la fuerza de trabajo y por la dificultad de hacer llegar los productos a los puertos debido a la cuarentena. La exportación de caucho, que estaba inicialmente previsto ascendería a unos 148 millones de dólares en 2014 se estima que caerá un 20 por ciento.
NO TODO ES TRÁGICO: NIGERIA ES DECLARADO LIBRE DE ÉBOLA
Con una población de más de 170 millones, Nigeria es la nación más poblada de África y junto con Senegal, un país más pequeño que lo logró el viernes, Nigeria llegó este lunes a los 42 días sin nuevos casos de Ébola, un período tras el cual la OMS puede declarar a un país libre del virus.
La respuesta oficial en Nigeria fue un caso de libro de texto sobre uno de los principios básicos de control de enfermedades: la identificación y rastreo de todos los que pudieron haber tenido contacto con el primer paciente diagnosticado de Ébola.
Esto comenzó con el personal médico y sus familias y se extendió a un número cada vez más grande de personas.
La lista inicial de contactos, de 281 personas, pronto sumó 894. Cada uno de ellos fue visitado y sometido a análisis repetidos de signos de la infección.
Pero el trabajo detectivesco no terminó allí.
Los especialistas calcularon posteriormente cuántas personas estaban viviendo en el radio particular de las 894 personas que estaban siendo vigiladas.
Hubo 19 casos confirmados de infección en Nigeria y ocho muertes.
El resultado fue que oficiales y voluntarios se embarcaron en rondas de visitas que los llevaron al número extraordinario de 26.000 casas.
Una política clave en este arduo proceso fue involucrar a las comunidades y alentar a la gente a ser lo más honesta posible sobre sus movimientos y contactos. Esto obviamente funcionó.
En total, hubo 19 casos confirmados de infección en Nigeria y ocho muertes, incluido Patrick Sawyer, el primero.
El director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el doctor Tom Frieden, advirtió que el Ébola es como una lucha en un bosque que arde: «Si se deja una brasa ardiente, un caso sin detectar, la epidemia podría volverse a encender».
Lamentablemente la escala del brote ahora es tan grande y se ha extendido a tantas áreas que seguir el ejemplo de Nigeria, de rastraer literalmente cada caso, no será posible.
Esto significa que la enfermedad puede persistir y podría permanecer visible o invisble durante las próximas décadas.
Fuentes: Washington Post, BBC, Signos de estos Tiempos