Las ventajas de hacerlo.
Las novenas son armas formidables que tienen los cristianos para comunicarse con Dios, la Virgen María y santos, para alabarlos y pedir un favor.
Y a diferencia de las oraciones comunes, contienen una entrega adicional nuestra, que dramatiza nuestra necesidad, con la perseverancia de repetirla por nueve días.
Por lo tanto demuestra la confianza en Dios, intensifica el compromiso y ratifica el hábito de orar.
Aquí queremos contarte sobre la importancia de las novenas y cómo realizarlas, y sobre el final te contaremos una novena rápida que hacía Santa Teresa de Calcuta cuando el problema no podía esperar.
Las novenas son muy antiguas, pero no fue hasta el siglo XVII que la Iglesia formalmente concedió la primera indulgencia a una novena en honor a San Francisco Javier, otorgada por el papa Alejandro VII por un milagro en Italia al Padre Mastrilli, que estaba mortalmente herido por causa de un accidente.
Francisco Javier se le apareció el 3 de enero de 1634 y le pidió que se dedicara a las misiones en Asia, le anticipó su martirio y le restauró la salud tan plenamente, que esa misma noche el padre pudo escribir su relato y a la mañana siguiente celebró la Misa en el altar del Santo a quien le era muy devoto.
Hay varios tipos de novenas como la novena que se reza al Sagrado Corazón de Jesús que se hace que se inicia en Corpus Christi y termina en la fiesta del Sagrado Corazón.
También se rezan novenas Marianas, prácticamente cada Advocación de la Virgen María tiene su novena.
Los santos tienen sus novenas, comenzando 9 días antes de su fiesta.
También está la novena por los fieles difuntos para rezar por su Eterno Descanso.
Se puede hacer una novena en cualquier época del año por una intención o necesidad personal, no necesariamente para una fiesta.
Una novena no es un acto de magia, su valor depende de la devoción y la fe con que se rece.
Debes confiar en Dios cuando reces tu novena, teniendo la certeza en que te dará la respuesta correcta en el momento correcto.
Pero no reces esperando manipular a Dios para que te brinde una respuesta o un milagro inmediato y en el formato que tú quieres.
Recuerda que el tiempo de Dios es perfecto.
Y que sabe lo que es mejor para cada uno. Su Sabiduría y su Misericordia es Infinita.
¿Cuáles son los beneficios espirituales de las novenas que hacen derramar gracias sobre tus intenciones?
Es una forma muy apropiada de dar alabanza a Dios y aquí no te olvides de siempre agradecer.
La estructura de la novena también ofrece un canal único para expresar deseos, hablar de tus necesidades o sentimientos espirituales.
Las novenas rezadas dentro de la comunidad de la iglesia también ayudan a mantener el vínculo de cada creyente con la comunidad.
Es una forma de despojarte de ti mismo.
Porque por ejemplo puedes ofrecer uno o varios actos de sacrificio, como ayunar un día dentro de la novena, ofrecer obras de caridad y pedir por las almas del purgatorio.
Y te hace practicar la perseverancia porque te disciplinas a no desistir. Porque si la cortas, debes empezar otra vez desde el principio o hacer dos oraciones en un día.
La perseverancia es algo importante, San Pablo animó a los efesios a vivir orando y suplicando a Dios en todo momento.
Por lo tanto, las novenas pueden potencialmente instruirnos en el arte de perseverar en la oración y el discipulado cristiano hasta el final.
Muchas novenas ofrecen indulgencias por la Iglesia y promesas reveladas por el Cielo, que para recibirlas debes mantener tu compromiso de terminarla.
Y es un antídoto que del momento que vivimos, en que hay una profunda crisis de compromiso.
Las novenas pueden enseñarnos la importancia del compromiso: con Dios, con la oración, con el trabajo y con el servicio.
La conversión es otro don de la novena. Porque, por ejemplo, al pedir la intercesión de la Virgen María debemos desear imitar sus virtudes.
También te regalan esperanza, porque nuestra decisión de rezar una novena es a menudo el resultado de un impulso urgente de nuestra alma, que anhela la presencia e intervención de Dios en nuestras vidas.
Este anhelo se convierte en la esperanza que el Dios Todopoderoso nos favorecerá con su ayuda divina.
También nos hace ejercitar el don de priorización, porque hacer una novena a veces puede ayudarnos a aprender a poner las cosas de la vida en su orden correcto.
Se nos recuerda que nuestra relación con Dios tiene prioridad sobre otras personas, situaciones, actividades y cosas que ocupan nuestro tiempo y energía.
Se sabe además que las oraciones de la novena aumentan la devoción entre los fieles.
Rezar una novena poderosa puede transformar nuestra fe y nuestra vida de oración tan profundamente, que nuestra tarea principal gradualmente se convierte en glorificar a Dios de todo corazón cada vez que oramos o servimos.
La primera novena cristiana se realizó antes de que Cristo ascendiera al cielo, ordenó a sus Apóstoles que permanecieran en la ciudad de Jerusalén durante nueve días hasta la fiesta de Pentecostés, y allí esperaran el descenso del Espíritu Santo.
Con esto, nuestro Salvador instituyó la práctica de nueve días de oración, especialmente en preparación para una fiesta solemne o en petición de alguna gracia especial.
Cristo mandó esta primera novena como un período de preparación y también como un acto de petición, porque los Apóstoles, junto con María, suplicaban que el Espíritu Santo viniera como su Abogado.
Pero, ¿Por qué nueve días en lugar de diez, cuarenta o tres?
El número «nueve» tiene una gran riqueza simbólica.
Por un lado, se deriva del número trinitario y divino «tres», el 9 es «tres por tres».
Además, Abraham tenía noventa y nueve años cuando fue circuncidado y, entró en el pacto con Dios.
Vale la pena señalar que, a diferencia de los números «tres» y «diez» los judíos no tenían un gran respeto por el número «nueve».
De hecho, la práctica de una novena de oraciones de nueve días no es de origen judío, sino que encuentra paralelos en las prácticas paganas.
¿Y cuándo fue que el cristianismo adoptó masivamente las novenas?
Los fieles cristianos comenzaron a celebrar novenas no en preparación para Pentecostés, sino para la Navidad.
En el siglo VII, particularmente en España y Francia, los fieles celebraban una novena de preparación de nueve días antes de la Solemnidad de Navidad.
Y está claro que estos nueve días de oración fueron un símbolo de los nueve meses que nuestro Salvador pasó en el vientre de María su Madre.
Así, bien podemos decir que Nuestro Señor hizo una novena de nueve meses con María antes de salir de su vientre.
Y así también los Apóstoles hicieron una novena de nueve días con María antes de salir a predicar el Evangelio en todo el mundo.
Particularmente la novena al Espíritu Santo, una de las más difundidas, es a la vez un acto de arrepentimiento y purificación en preparación para la fiesta de Pentecostés, así como un acto de petición por un nuevo derramamiento del Espíritu en nuestros corazones y vidas.
Y nos queremos detener en la novena que era el arma rápida espiritual de la Madre Teresa de Calcuta.
Era tanta la fe en la respuesta del cielo que la completaba con una acción de gracias por haber recibido el favor.
Dada la gran cantidad de problemas que se ponían en conocimiento de la Madre Teresa, y el ritmo en el que viajaba, simplemente no era posible permitirse nueve días para una respuesta celestial.
Y por eso se inventó la Novena Rápida o Flying Novena.
Consistía en diez Memorares (o sea Acordaos) recitados uno atrás del otro. No nueve como se podría esperar de la palabra novena, porque la décima oración del memorare era de agradecimiento por el favor recibido, que ella estaba segura que se daría.
Por alguna razón desconocida la llamó por el nombre ‘Flying Novena’ o sea literalmente ‘novena al vuelo’, que sus Misioneras de la Caridad siguen utilizando y oran.
La Madre Teresa utilizaba esta oración constantemente para sus peticiones: para la cura de un niño enfermo, antes de discusiones importantes o cuando los pasaportes desaparecían, para solicitar la ayuda celestial cuando los suministros se acababan, etc.
Y las Hermanas de la Caridad hoy la utilizan para las cosas más simples, como salir del tráfico cuando están atrapadas, tanto como para cosas graves de vida o muerte.
La oración es la siguiente,
«Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio y reclamando Vuestro Socorro, haya sido desamparado por Vos.
Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las Vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos.
Oh madre de Dios, no desechéis mis súplicas ante la necesidad, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.»
Hemos realizado un video sobre esta novena de la Madre Teresa con anécdotas sobre cómo la usaba, que son deliciosas. https://youtu.be/1JCp1L9gi-I
Bueno hasta aquí lo que te queríamos contar de los múltiples beneficios espirituales que produce la práctica de las novenas en nuestra alma y animarte a que empieces a acostumbrarte a realizarlas.
Y me gustaría preguntarte si tienes el hábito de hacer novenas y que novenas haces.
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