No significa el fin del mundo sino el fin de una época.
Dios usa la profecía para advertir, preparar y animar a las personas, pero nunca para introducir una nueva doctrina.
La usa para desarrollar la enseñanza de la Iglesia y dar información práctica.
Y las profecías católicas hablan de un «triunfo de la Iglesia» y la «renovación del mundo» con un «período de paz» posterior.
Que vendrá luego de una intervención del cielo que tendrá por objetivo la purificación de la humanidad y la Tierra.
Esto está previsto desde el inicio, pero la incógnita es cuándo se producirá.
Hay muchas señales de que será en nuestra ventana de tiempo.
No sólo por la información de profecías de siglos atrás y por los mensajes que reciben los videntes.
Sino también porque está corroborado con lo que vemos suceder en el mundo en este momento.
La crisis de salud, lo que ésta produjo desde el punto de vista político y social, y la persecución a los cristianos, son señales de esta realidad.
Aquí hablaremos sobre profecías que señalan que esa purificación del mundo y el posterior triunfo del Inmaculado corazón de María será en nuestro tiempo.
Estamos en el Final de los Tiempos, que no significa el Fin del Mundo ni la resurrección de los muertos, ni el juicio final que Nuestro Señor hará a la humanidad.
Sino que se trata de un momento de la historia humana, el fin de una época y el comienzo de otra, en que habrá una renovación del mundo porque se ha ido fuera de los parámetros de la creación.
El 10 de septiembre de 2003, San Juan Pablo II dijo:
«Después de la purificación a través de la prueba y el sufrimiento, el amanecer de una nueva era está a punto de comenzar».
Y muchos papas han dicho lo mismo, indicando que la Iglesia florecerá nuevamente después de un tiempo de prueba.
Y de esto se hacen eco las apariciones de la Santísima Virgen, que hablan del «triunfo de su Inmaculado Corazón».
Hay muchos signos de que esto es así.
El más directo fue el que le dijo Nuestra Señora a la niña Conchita de Garabandal el 3 de junio de 1963.
Ese día las campanas de Garabandal empezaron a tocar.
Conchita, que estaba en la cocina de su casa con su madre Aniceta, exclamó inmediatamente:
«Las campanas tocan por un muerto. Seguramente, es por el Papa (en efecto, Juan XXIII había muerto). Ahora ya no quedan más que tres Papas»
La madre, sorprendida, le pregunta por qué ha dicho eso, y ella le responde que la Virgen le había dicho que después de este Papa (Juan XXIII) solo quedaban tres.
Después Conchita agregó que quedaba uno más pero que la Virgen no lo tomaba en cuenta por su brevedad.
La madre le pregunta si entonces vendrá el fin del mundo.
Y Conchita responde, «no el fin del mundo, sino el fin de los tiempos».
Aniceta entonces le pregunta si no era lo mismo.
Y la niña respondió «A mí fue la Virgen quien me lo dijo: ‘Después de este Papa ya sólo quedan tres y después, el fin de los tiempos».
Hagamos la cuenta. Después de Juan XXIII vino Pablo VI, luego Juan Pablo I que estuvo sólo un mes, le siguió Juan Pablo II, y posteriormente Benedicto XVI.
Ahí tenemos 3 papas y uno que no se cuenta por la brevedad de su pontificado.
¿Y qué pasa entonces con Francisco?
Es un pontífice que está entonces en el final de los tiempos.
Pero en estas apariciones también hay otro dato más.
En entrevistas a las videntes Conchita y Mari Loli les preguntaron cuándo sucederá el Aviso a la humanidad, o sea la intervención de Dios con la iluminación de conciencia, donde Dios se revelará a cada ser humano, le mostrará sus pecados y le pedirá que se convierta.
Y ambas contestaron que sucederá cuando vuelva de nuevo el comunismo.
En aquella época de 1960 nadie podía suponer que el comunismo se iría, estaba en auge.
Sin embargo pareció haber terminado cuando cayó el muro de Berlín en 1989 y se desintegró la Unión Soviética en 1991.
Todos pensamos que había desaparecido.
Sin embargo al día de hoy China está disputándole el liderazgo mundial a EE.UU., y regímenes socialistas toman el poder en todo el mundo.
Y especialmente el sistema de gobierno comunista es el que impulsa la élite financiera tecnocrática que está construyendo el Nuevo Orden Mundial, a través del Gran Reinicio y la agenda 2030 de la ONU.
Pero también hay profecías muy antiguas que nos advierten que este cambio de época iba a pasar en nuestra ventana de tiempo.
Porque Dios le informa a sus profetas sobre sus planes para que informen a su pueblo.
Me quiero detener sobre una profecía poco mencionada, que es la de San Nilo, del Sinaí, del siglo V, discípulo de San Juan Crisóstomo.
La cual coincide con otra más conocida, como la de Nuestra Señora del Buen Suceso en Ecuador, en el siglo XVII, dada a la monja Mariana de Jesús Torres, sobre la cual ya realizamos videos.
San Nilo dice que después del año 1900, hacia mediados del siglo XX, la gente de esa época se volverá irreconocible.
Cuando se acerque el tiempo del advenimiento del anticristo, las mentes de las personas se nublarán por las pasiones carnales, y la deshonra y la anarquía se harán más fuertes.
Entonces el mundo se volverá irreconocible.
La apariencia de las personas cambiará y será imposible distinguir a los hombres de las mujeres, debido a su desvergüenza en la vestimenta y el estilo del cabello.
Estas personas serán crueles y serán como animales salvajes debido a las tentaciones del anticristo.
No habrá respeto por los padres y los ancianos, el amor desaparecerá y los pastores, obispos y sacerdotes cristianos se convertirán en vanidosos, sin distinguir por completo el camino de la derecha del de la izquierda.
En ese tiempo, la moral y las tradiciones de los cristianos y de la Iglesia cambiarán.
La gente abandonará la modestia y reinará la disipación.
La falsedad y la codicia alcanzarán grandes proporciones, y ¡ay de aquellos que acumulan tesoros!
La lujuria, el adulterio, la no heterosexualidad, los actos secretos y el crimen gobernarán en la sociedad.
En ese tiempo futuro, debido al poder de tan grandes crímenes y libertinaje, las personas serán privadas de la gracia del Espíritu Santo, que recibieron en el bautismo e igualmente del remordimiento.
Las Iglesias de Dios serán privadas de pastores piadosos y temerosos de Dios.
¡Y ay de los cristianos que permanezcan en el mundo en ese momento!
Perderán su fe porque no tendrán la oportunidad de ver la luz del conocimiento de parte de nadie.
Entonces se apartarán del mundo en santos refugios en busca de aliviar sus sufrimientos espirituales, pero en todas partes encontrarán obstáculos y limitaciones.
Y todo esto resultará del hecho de que el anticristo quiere ser el Señor de todo y convertirse en el gobernante de todo el universo, y producirá milagros y señales fantásticas.
San Nilo también habla de que esta será una era tecnológica.
Dice, también le dará sabiduría depravada a un hombre infeliz, para que descubra una manera por la cual un hombre puede mantener una conversación con otro de un extremo de la tierra al otro.
Está hablando del teléfono.
En ese momento, los hombres también volarán por el aire como pájaros y descenderán al fondo del mar como peces.
Y cuando hayan logrado todo esto, estas personas infelices pasarán su vida cómodamente sin saber, pobres almas, que es un engaño del anticristo.
Y el impío completará la ciencia con tanta vanidad que se desviarán del camino correcto y hará que la gente pierda la fe en la existencia de Dios.
Y entonces San Nilo nos habla del desenlace.
Entonces el buen Dios verá la caída de la raza humana y acortará los días por el bien de los pocos que están siendo salvados.
Porque el enemigo quiere llevar incluso a los elegidos a la tentación, si eso es posible.
Entonces la espada del castigo aparecerá de repente y liquidará al pervertidor y sus sirvientes.
Durante más de un siglo, los papas han estado advirtiendo de un ataque a los cimientos de la Iglesia por parte de sectas secretas, los masones, el comunismo, etc.
Lejos de las teorías de la conspiración, estas son advertencias que aparecieron en encíclicas, cartas apostólicas y otras declaraciones.
Pero ahora esto se ha callado, signo inequívoco de que estamos ante la gran purificación, que nos conducirá al derramamiento de un nuevo Pentecostés, al triunfo del Inmaculado Corazón de María y a una era de Paz con el triunfo de la Iglesia.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre algunas de las profecías que indican claramente que estamos en el período del final de los tiempos, que repetimos no es el fin del mundo, sino el fin de una época, en la que vendría una purificación para hacer posible una nueva era del mundo.
Y me gustaría preguntarte si tienes la sensación de que efectivamente estamos ante un cambio de época y en qué te basas para ello.
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