ORACIÓN I
Madre Santa de Belén,
hija de Dios Padre,
ayúdanos a ser buenos cristianos
creciendo como testigos fuertes de la fe.
Madre de Jesús
a quien tienes en tus brazos,
ayúdanos a llevarlo a todos los hermanos,
especialmente a los pobres, enfermos y sufrientes,
siendo heraldos de la esperanza.
Virgen de la Casa del Pan,
Esposa del Espíritu Santo,
consíguenos el don de la caridad
para ser constructores de la caridad
para ser constructores de la unidad
en la justicia, el trabajo y la paz.
Madre de Belén,
bendicie nuestras vidas,
llévanos al Cielo.
Amén.
ORACIÓN II
Madre de Dios y Madre nuestra amantísima,
Virgen de Belén, la del Parto Divino,
venimos a tu Templo Santo, de las Beatas de Belén,
para honrarte y glorificarte.
Tú eres la hija predilecta de nuestro buen Padre, Dios;
Tú eres, la Madre amantísima de Dios Hijo, hecho hombre,
para salvarnos.
Tú eres Templo de Dios, Espíritu Santo,
Templo vivo , de la Beatísima Trinidad,
Tú eres la Virgen, elegida desde toda la eternidad,
colaboradora insigne, en la obra de nuestra salvación.
Pídele a tu Hijo, Jesús, para nosotros,
una Fe fuerte, una Esperanza sólida y una Caridad generosa.
Virgen Madre, confiamos a tu protección todas las madres
que te suplican, salud para sus hijos, un parto sano,
de manera que , la vida que llevan en su seno, no corra ningún peligro.
Concédeles, poder volver ante Tí,
con su criatura en brazos, para darle gracias a Dios,
que todo lo puede y obra maravillas,
con quienes se acogen a Él, con toda confianza.
Virgen, antes del parto;
Virgen, en el parto;
Virgen, después del parto;
Siempre Virgen, Madre de Dios.
Protege y defiende con amor a todos nuestros niños,
hijitos tuyos, para que regenerados en las aguas del Bautismo,
e incorporados en la Iglesia, crezcan buenos y llenos de vida;
para que den testimonio valiente de Tu Hijo, Jesucristo, Señor Nuestro y con la gracia del Espíritu Santo, perseveren en los caminos de Santidad de vida.
Ave María…
Virgen de Belén, ruega por nosotros.
Amén
Mons. Marco Aurelio González Iriarte